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Vamos a escuchar a nuestro hermano, el pastor Gilberto Samano, que está con nosotros. Gilberto y su esposa Carmen, sus hijos asisten a nuestra iglesia. Ellos han sido pastores en California y en diversos países de Europa. Lo hemos escuchado predicar y ha sido de gran bendición escuchar la palabra de Dios a través de él. Ellos están aquí en Boston por un tiempo y mientras tanto vamos a aprovechar las bendiciones que Dios ha puesto en su vida y en su ministerio. Así que en esta mañana yo le pido al hermano Gilberto que nos bendiga con una palabra de Dios, y ¿cuántos esperan bendición? Amen. Denle un gran aplauso de bienvenida al pastor Gilberto.
Bendiciones a todos en esta mañana. ¿Cuántos están contentos de estar en la casa de Dios? Voltee a su hermano ahí a un lado y dígale, estoy contento de estar en la casa de Dios.
Tell somebody you’re happy to be in house the Lord.
Hermanos, nos hemos gozado con la primera parte de este culto, y quiero agradecer a Dios por esta oportunidad y a nuestro pastor y a todos los pastores ancianos de esta iglesia por esta oportunidad que ustedes me dan para poder vocear la santa palabra de Dios.
Y hermanos, nos hemos gozado... ¿Cuántos han gozado sintiendo la presencia de Dios? Yo creo que es algo muy importante poder sentir su presencia y hermanos, nos hemos gozado al sentir su presencia y creo que todavía el Señor quiere bendecirnos.
¿Cuántos traen una necesidad? Levante su mano si usted trae una necesidad delante de Dios. Creo que todo los que estamos aquí tenemos necesidad de alto. Y hermanos, yo quiero inmediatamente entrar en la palabra de Dios para aprovechar el tiempo y no ser muy extenso. Pero, queremos dejarles en su corazón lo que Dios ha puesto para que sea su palabra la que nos edifique, nos santifique y nos dé nuevas fuerzas para seguir adelante.
Quiero, hermanos, en esta mañana seguir el hilo de que hemos estado escuchando las hermosas predicaciones y enseñanzas en estos últimos meses de nuestro pastor y los diferentes pastores, sobre el Espíritu Santo. Y yo quisiera unirme en ese mismo sentir de parte de Dios, hablar un poco sobre este tema de la importancia del Espíritu Santo en nuestras vidas, en nuestra iglesia, en nuestras actividades.
Y creo, hermanos que lo estamos viendo, lo estamos experimentando y estamos sintiendo a cada día, más y más su presencia en nosotros. Quiero hacer in hincapié, o enfatizar enfáticamente que es importantísimo entender lo que es el Espíritu Santo en nuestras vidas.
¿Cuántos dicen amen a esto?
Sin embargo, creo que con todo respeto, digo esto, ya que el Señor nos ha permitido viajar un poco y hemos visto que a veces no se aprecia el Espíritu Santo, el movimiento, los dones y quisiera, hermanos, felicitar a nuestro pastor porque yo sé que Dios ha puesto en su corazón con mucha eficacia, ha estado desarrollando un tema muy, muy importante.
Y en esta mañana quisiera leer dos Escrituras para poner la base. Les invito que abran su corazón juntamente con su Biblia o si nos pueden mostrar Hechos 1:8, será la primera Escritura. Una Escritura muy conocida, muy clásica y hermanos, de aquí vamos a comenzar y luego hermanos, estaremos leyendo Segunda de corintios 4:7 al 9.
Quisiera, hermanos, si ya lo tienen digan amen, que Hechos 1:8 es una Escritura muy conocida que dice:
“... pero recibiréis poder, cuando haya venido sobre vosotros el Espíritu Santo y me seréis testigos en Jerusalén, en toda Judea, en Samaria y hasta lo último de la tierra....”
la siguiente Escritura que quisiera, o versículo que quiero leer es en Segunda de Corintios 4:7 al 9. la Escritura que el Apóstol San Pablo nos da un gran revelación, dice:
“... pero tenemos este tesoro en vasos de barro....”
Voltea y dile ‘somos barro’. Dos pies cúbicos de barro somos. Somos tierra.
Dice, “.... para que la excelencia del poder....”
Todos digan, la excelencia del poder.
“... sea de Dios y no de nosotros que estamos atribulados en todo pero no angustiados, en apuros pero no desesperados; perseguidos pero no desamparados; derribados pero no destruidos...”
Para gran gloria del Señor quisiera hablar del tema, la excelencia del poder. Díganlo conmigo, la excelencia del poder.
Veo que el Apóstol San Pablo usa esta palabra para enfatizar la grandeza, la hermosura del poder del Espíritu Santo. Y lo trata de hacer en una manera tan eficaz para que podamos entender que es algo excelente, es algo maravilloso, esl algo hermoso, poder sentir el poder del Espíritu Santo, hermanos.
No poder explicar muchas cosas que el Espíritu Santo hace, no se pueden explicar con la sabiduría humana. A veces el Señor hace cosas que nosotros no pudiéramos ni escribir, ni explicar, pero cuando Dios las hace él tiene un propósito divino y perfecto en su voluntad. Alguien diga, gloria a Dios.
Y hermanos, la excelencia del poder del Espíritu Santo es algo muy importante. Creo que muchas personas les gusta hablar del Espíritu Santo, a muchas personas les gusta ver el Espíritu Santo pero muy pocos en verdad le han abierto la puerta de su corazón para ser llenos del Espíritu Santo o ser bautizados con el Espíritu Santo.
Y a veces, hermanos, como que falta algo en la vida de un creyente cuando todo está bien, pero es que todavía no ha podido alcanzar lo que es la excelencia del poder del Espíritu Santo. Canta bien, sabe muchas cosas, sabe la homelética, la hermenéutica, la teología, la claseología, la escatología, sabe muchas cosas. Sabe levantar sus manos, sabe toda la rutina pero como que le falta todavía algo en su vida. Llega un problema, llegan vientos, llegan situaciones y a veces aquel cristiano busca algo y no lo puede hallar. Es que le falta conocer la excelencia del poder del Espíritu Santo.
En la Biblia tenemos tipos y figuras que representan el Espíritu Santo como la paloma, como el aceite, como el vino, como el viento, como el fuego, como ríos de agua viva. El que creyere en mí, como dicen las Escrituras, de su interior correrán ríos de agua viva.
Yo no sé cuántos conocen los ríos de agua viva, aquí ya no se ven muchos ríos, pero un río activo, un río vivo se está moviendo, no está estancado sino que se mueve en la fuerza, la excelencia del poder, es algo que cada actividad, hermanos, podemos sentir la presencia de Dios.
¿Cuántos dicen amen a esto? No importa lo que esté haciendo, puede estar en el carro, puede estar en la casa, puede estar en el trabajo, puede estar en muchos lugares y ahí puede sentir el poder del Espíritu Santo. Sin embargo, muchas personas, hermanos, como digo, se olvidan de ser llenos del Espíritu Santo, de buscar más y más de esta excelencia del poder del Espíritu Santo.
¿Por qué necesito el Espíritu Santo? Hágase esa pregunta. Por qué hizo el pastor hincapié, la hace casi en cada reunión, seamos llenos, busquemos, seamos bautizados, ¿por qué es necesario? Y se habla, y se habla, y se habla del Espíritu Santo, ¿por qué necesito, hermanos, ser lleno del Espíritu Santo?
Vamos a tocar algunos puntos rápidamente. El primero es que se encuentra en Juan 3, Capítulo 3, versículo del 3 al 5, una Escritura también muy conocida donde le dijo:
“... respondió Jesús y le dijo, ‘de cierto, de cierto te digo, el que no nace de nuevo no puede ver el Reino de Dios, y luego dice, y Nicodemo le pregunta, ‘¿cómo puede un hombre nacer siendo viejo? Puesto que acaso entrará por segunda vez en el vientre de su madre y nacer....”
“...Y luego respondió Jesús y le dijo, ‘De cierto, de cierto te digo que el que no nace del agua y del espíritu no puede entrar en el Reino de Dios...”
Dos cosas, primero, ver el Reino y allí se quedan muchos creyentes, ver el Reino, pero no entran en el Reino porque no han experimentado la excelencia del poder de Dios, o no han abierto la puerta de su corazón para poder sentir lo que es el poder del Espíritu Santo.
Y, hermanos, yo no sé cuántos de ustedes comen viendo la comida nomás. Yo me acuerdo, creo que el pastor se acuerda, allí en Francia hay muchas pastries, pastelitos, panaderías donde hay dulces.. yo miraba cuando llegaba y miraba por la vitrina estos pastelitos, hermosos con piña, con fruta, y hermanos, pasaba por allí y los miraba, pero no los saboreaba, nomás los miraba y mi esposa se enojaba porque le decía, no puedo resistir, tengo que entrar a probar.
Looks too good! Se veían muy bien y entraba y entonces sí podía uno saborear lo que era que estaba viendo. Así es el Reino de Dios, hay muchos cristianos que vienen a la iglesia, y de afuerita, de lejecitos, están viendo el Espíritu Santo pero todavía no han entrado a esa dimensión de sentir lo que es el Espíritu Santo en sus vidas, y por a veces llega el enemigo, llegan vientos, llegan problemas, y aquel cristiano no sabe qué hacer porque todavía no ha entrado en el Reino de Dios para sentir el Espíritu Santo.
Alguien diga gloria a Dios o amen. Y dígame si me están entendiendo hermanos, porque yo pienso en muchos idiomas y yo tengo que traducir al español y mi español no es muy correcto. Si sale italiano, inglés o algo más, perdonen, pero quiero que me entiendan hermanos, la palabra de Dios es clara.
Número dos, necesitamos el Espíritu Santo para tener el fruto del espíritu. Gálatas 5:21 dice, “... pero el fruto del espíritu es amor....”
Todos digan amor. Amore, en italiano.
“... gozo.... – todos digan gozo, - paciencia, dignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza contra tales cosas no hay ley...”
Se necesita el fruto del Espíritu Santo pero necesitamos el espíritu en nuestras vidas que para que ese fruto se desarrolle en nuestras vidas.
¿Cuántos quieren más del fruto del espíritu en sus vidas? ¿Cuántos necesitan más del espíritu?
y luego, número tres, hermanos, Gálatas 5:16 dice:
“...pues andar en el espíritu y no satisfacéis los deseos de la carne...”
Número tres, para qué necesito el Espíritu Santo, para caminar en el espíritu. ¿qué significa esto? Algunos piensan que es una dimensión donde van flotando en el aire y a veces hermanos, no entendemos, tratamos con la mente humana poder entender esto. ¿Qué significa andar o caminar en el espíritu?
Pero, hermanos, aquí el Apóstol San Pablo está hablando de una dimensión tan profunda que el hijo de Dios pueden en verdad entender, que cuando él está lleno del Espíritu Santo, pase lo que pase en su vida, él tiene la fe basada en la palabra de Dios, él sabe que su redentor vive, él sabe que Jehová es su pastor y que nada le faltará. Él sabe que Jehová es un sanador, él sabe que Dios no lo va a dejar en el valle, en la sombra, no importa lo que pase, aquel cristiano camina, camina porque está fundado en la palabra de Dios y está caminando según el espíritu.
Llega a mi mente, hermanos, cuando estuve yo de misionero por allá en Italia, me tocó ver en el sur de Italia muchos pastores que cuidaban ovejas porque allá se vende mucho el fromaggio pecorino, el queso de cordero y había rediles, había lugares donde había muchas ovejas. Y, hermanos, yo en mi vida no conocía mucho este tipo de vida, pero llegó a mi mente, hermanos, cuando en una ocasión visitando un rancho, decimos nosotros los mexicanos, había muchas ovejas, y hermanos, miré que el pastor estaba muy atareado esa mañana, sacando cada oveja y haciendo algo muy importante y me dijo, fui y lo saludé, comenzamos a platicar, y me dijo, ¿sabes lo que estoy haciendo en este día? Tenía como cien o más ovejas y dice, tengo que a cada una de las ovejas, ungirlas con aceite. Y hermanos, llegó a mi mente, ese salmo, ungiste mi cabeza con aceite.
Y le pregunté, ¿y por qué las tienes que ungir? Y dice, es que ya viene el verano y las ungía con aceite de oliva puro, virgen, verde. Y dice, tengo que ungirlas porque hay enfermedades, hay plagas que atacan a las ovejas y no pueden las ovejas resistir ciertas plagas, pero con el aceite, cuando su cabeza, y las estaba bañando, orejas, ojos, boca y todo con aceite. Dice, pero cuando las unjo con aceite, los mosquitos, las plagas, dice hay una plaga muy grave que destruye a muchas ovejas, es que hay un mosquito que entra por la nariz y pone sus huevitos y nace un gusano y mata la oveja por medio de destruir su mente, su cerebro.
Y llegó a mi mente, hermanos, qué importante es entender que a veces las Escrituras, por eso el salmista, yo creo que él sabía esto, que cuando escribió el salmo 23 dijo, ungiste mi cabeza con aceite para protección, el Espíritu Santo nos protege de las acechanzas del enemigo. El Espíritu Santo nos protege de las plagas, de las enfermedades que el diablo quiere usar para destruir nuestras vidas, pero gracias a Dios que hay poder en el nombre de Jesús para resistir todo eso que viene contra nosotros.
Voltee a su hermano y diga, hay que caminar en el espíritu.
Y luego, hermanos, el número 4 dice, “.... para ser guiados a toda verdad y toda justicia”, Juan 16:13 dice, “... pero cuando venga el espíritu de verdad os guiará a toda verdad porque no hablará de su propia cuenta sino lo que había de todos y es saber las cosas que habrán de venir, os guiará...”
¿Cuántos necesitan a veces, hermanos, guía en su vida? Levanten su mano los que necesitan guía. No sabemos a dónde ir, qué vamos a hacer, qué me va a pasar y a veces cuando uno entiende la excelencia del poder del Espíritu Santo es guiado por el espíritu. Usted que está aquí, amigo o amiga que nos visita en esta mañana, no es una casualidad, es que Dios quiere tratar con su vida, Dios es un Dios bueno, es un Dios de amor, que él desea ayudar a la humanidad, él desea sanar al enfermo, él desea levantar a aquél que está caído, él desea ayudar al pobre.
Necesitamos, hermanos, ser guiados por el espíritu.
Número 5 dice, para tener poder, fuerzas y quiero quedarme unos minutos en esto hermanos. Poder, regresando al versículo que leí, “... pero recibiréis poder...”
Todos digan poder. ¿Por qué necesitaban los Apóstoles poder? Habían estado ya con Jesús tres años y medio, habían visto milagros, habían escuchado enseñanzas, sabían del reino, sabían todas las promesas. El Señor les había instruido, pero el Señor les decía, vayan a Jerusalén y esperen allí hasta que sean bautizados y reciban poder. Dicen, ¿para qué? ¿Para qué necesitaban ese poder?
Y luego algunos dicen para ser testigos, pero no, dice, seréis testigos a causa de recibir este poder. En Mateo 3:11 nos dice:
“... y en la verdad, dice, os bautizo en agua para arrepentimiento, pero el que viene tras de mí, cuyo calzado yo no soy digno de llevar, es más poderoso que yo....”, habla Juan el Bautista. Y luego dice “.... que los bautizará con Espíritu Santo y fuego”
Alguien diga fuego. Dígalo más fuerte, diga fuego. ¿Cuántos se han quemado con el fuego? ¿Cuántos se han quemado un dedo, una mano? Yo no he visto ninguna persona que cuando siente el fuego se queda muy calmado y tranquilo, es un anormal si no se mueve, o no tiene sentimientos, pero normalmente cuando alguien se quema, ¿qué hace, hermanos? Grita, aaaaaaah u otros dicen otras cosas que no se deben decir.
Pero verdad que cuando se siente el fuego hay una reacción y esa reacción, hermanos, a veces no la entendemos. Hay personas que gritan, otros lloran, otros se agarran el dedo, otros se ponen los remedios caseros, el hielo, el huevo, la harina, y otros remedios, pero el fuego es algo que en esta representación del Espíritu Santo es algo poderosos, hermanos, el fuego es una explosión.
Esa palabra griega tunamis, que quiere decir poder, ¿poder para qué? El Señor sabía que sus hijos, sus discípulos íbamos a necesitar poder para tomar decisiones, poder para orar, poder para ofrendar, poder para levantar nuestras manos, poder para poder servir a Dios, se necesita poder para poder, hermanos, sentir la presencia de Dios, para resistir al diablo se necesita poder.
Entonces, este poder, la excelencia del poder del Espíritu Santo es algo que necesitamos, hermanos, buscar en nuestras vidas para poder ser victoriosos. Y dice el salmo 84, dice, “...bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón está sus caminos atravesando el valle de lágrimas lo cual lo cambia en fuente como la lluvia que llena los estanques....”
Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas. Todos digan fuerzas. ¿A cuantos se les ha acabado las fuerzas? A ver, levanten las manos. Yo creo que todos hemos pasado por a veces ese valle que hay algunos que dicen, no es muy temprano para ir a la iglesia. Otros les falta fuerza para, hermanos, alabar a Dios. El enemigo es tan astuto que nos quita la fuerza, nos roba la fuerza, para creer se necesita la fuerza, para abrir la palabra de Dios a veces, para escuchar la palabra y hay tantas distracciones, hay tantas cosas que nos roban a veces esas fuerzas que Dios nos quiere dar.
Pero en esta mañana quisiera que todos entendiéramos que la excelencia del poder del Espíritu Santo es tan grande que Dios por medio de su Espíritu Santo quiere ayudar a cada uno de nosotros para ser más que vencedores. No solo vencedores sino más que vencedores.
A ver digan, más que vencedores. No, nomás un vencedor, no nomás uno que levanta las manos, no nomás uno que dice yo siento a Dios o ve a otros y dice, ‘que bonito aquel hermano alaba a Dios, qué bonito canto, qué bonito que habla en lengua. Qué bonito Dios lo usa’ y nomás de afuera lo está viendo. Oh, no hermanos, es tiempo de entrar en el poder del Espíritu Santo y sentir ese poder en nuestras vidas.
Oh es algo hermoso cuando se siente el poder del Espíritu Santo porque se da cuenta uno, como dijo el Apóstol San Pablo, que nosotros somos barros, no merecemos esto. Los ángeles nos ven con envidia, que siendo ellos seres celestiales sí están delante de la presencia de Dios, pero nosotros somos el templo del Espíritu Santo.
Voltéese hermanos y dígale, yo soy el templo del Espíritu Santo. Despiértelo si está dormido.
Quiero terminar diciendo algo muy importante. En Isaías 40:31 dice, “... mas los que esperan en Jehová tendrán nuevas fuerzas...”
Algunos necesitan nuevas fuerzas para decirlo. ¿Cuántos no desayunaron? A ver dígalo, nuevas fuerzas. No, no se oye. Estoy sordo o no los oigo, hermanos. Dígalo otra vez, nuevas fuerzas, nuevas fuerzas, tendrán nuevas fuerzas. ¿Cuántos están esperando al Jehová, hermanos? ¿Cuántos saben que estas promesas de Dios tendrán nuevas fuerzas?
No importa lo que esté pasando en tu vida, tendrán nuevas fuerzas. Tendrán nuevas fuerzas. Tendrán nuevas fuerzas. El poder del Espíritu Santo, hermanos.
Pero eso fuerza la tenemos que recibir, no nomás verla. No nomás decir que bonito se siente, qué bonito. Hay personas que me han dicho, hermano, ¿por qué usted se emociona? Y algunos dicen y se mueve mucho. Ahorita estoy limitado a ..... scare anybody. Y es que les he dicho yo, por allá en Lucca, Italia, estaba predicando en un auditorio muy grande y pasó una ancianita italiana, los italianos son muy expresivos, muy artículos. Y estaba yo predicando la miré que la ancianita se quedó por allá en la puerta, lejos, y me estaba viendo. Y miré que fueron los hujieres a atenderla. Y corrió un hermano, corriendo y me dijo, hermano pastor, dice la ancianita que se calme porque le va a dar un infarto, le va a dar un infarto, que se calme, porque lo mira muy nervioso. Y cuando regresó le dije al ujier que le diga, dígale a la ancianita, que qué es lo que ella hace cuando siente fuego. Y corrió para atrás y se levantó sus manos y comenzó a decir, y de repente ella también comenzó a moverse, comenzó a sentir lo que yo sentía, y ya no me dijo que me iba a dar un infarto, sino que ella comenzó a pasar adelante, y comenzó a alabar y glorificar el nombre del Señor porque comenzó a sentir el fuego del Espíritu Santo.
Después se acercó y me dijo, perdóname, yo no sabía que dentro de ti este fuego está tremendo. Dice, yo me olvidé que tenía 80 años, y allí su bordón llegó y ya menos se caía pero Dios la levantó.
¿Cuántos saben que Dios levanta, hermanos? ¿Cuántos saben que Dios nos sana, hermanos? ¿Cuántos saben que hay poder en el nombre de Jesús?
Y luego, hermanos, quiero terminar como digo diciendo, que hay necesidad del gozo del Señor. ¿Cuántos necesitan gozo en esta mañana? Hermanos, la vida está llena de sinsabores. ¿Cuántos tienen problemas? A ver, hermanos, yo pensaba que yo era el único que tenía problemas. Yo pensaba que los problemas estaban en California. Usted tienen problemas con el clima, este frío está tremendo. Fíjese que ya estamos en abril, hermanos, y yo pensé ya ......... quité los termos y hermanos tuve que sacarlos otra vez, pero gracias a Dios que hay fuego del Espíritu Santo.
Gozo, todos digan gozo. Isaías 35:10 dice, “... y los redimidos por Jehová volverá a Sión con alegría y habrá gozo perpetuo....”
A ver, alguien diga, gozo perpetuo. “... sobre sus cabezas, tendrán gozo y alegría y huirán la tristeza y el gemido...”
Gozo perpetuo. Es un gozo que no se acaba. Todos digan, un gozo que no se acaba. ¿Será posible ser felices siempre, hermanos? ¿Será posible de veras ser felices? Algunos no pueden ni sonreír. A ver enseñen los dientes, si no tienen, no le hace. Voltéense y denle una sonrisa, hermanos. Denle una sonrisa a alguien, enseñen los dientes. Sáquese si los tiene postizos.
Gozo, gozo. Mucha ceremonia a veces, hermanos, no dejamos que el espíritu se mueva. Óigame bien, hermanos, hay mucha ceremonia y tenemos todo calculado. A las cinco y media pasa esto, y hay hermanos, que ya saben, hermanos, y están ya calculando, y va a decir el pastor esto, va a decir del diezmo, va a decir.... ya lo tienen bien programado. Pero ¿saben por qué, hermanos? Porque a veces nos falta el gozo perpetuo.
Cuando hay gozo, cuando hay alegría, hermanos, se ve, se nota. Dijo un grande hombre, si predicamos el Evangelio hay que demostrarlo, hermanos, hablamos del amor, hablamos del gozo, hablamos del poder, hablamos del fuego, hablamos que Dios es victorioso en nuestras vidas y a veces andamos con una cara de limón, con la cabeza caída, arrastrando los pies. Nadie me quiere, nadie.... pobrecito yo, soy muy grande. Alguien me va a ayudar pero no me han ayudado.
Eso no le costó nada, hermanos. Pero quiero decirles que a veces nuestras acciones hablan más que nuestras palabras. Gozo perpetuo. Joy unspeakable. Y la magnificencia, la excelencia del poder es cuando usted puede sonreír cuando no debe sonreír. A ver hermanos, otra sonrisa, sáquese los dientes.
Some of you don’t know how to smile. La iglesia nos ha hecho muy almidonados. Soldados de madera dicen algunos, estamos muy..... no nos podemos arrugar. Algunos .... zapato.... no nos quiere..... a acabar. Pero cuando hay gozo del poder del Espíritu Santo no le importa de los zapatos, no le importa del saco, de la corbata, lo que usted quiere es sentir a Dios, usted quiere que Dios le hable, usted quiere que Dios le levante, que sabiduría, quiere sentir el poder de Dios.
Hermanos, yo soy cristiano victorioso. Y hermanos, yo sirvo a Dios y allí voy a León de Judá y todo está bien hermoso y a veces los amigos dicen, yo no quiero ir allí porque en adelante yo también voy a andar así. ¡Aleluya!
Pero, qué hermoso es cuando usted siente alguien y es contagioso. Va y mira a esa persona y viene y lo saluda. Hermano pastor, cómo está, Dios le bendiga, Dios me ha bendecido.............. oh, hermano, yo siento es el poder de Dios. oh hermano, qué bueno es servir a Dios...... el poder, el gozo, no estamos muertos, servimos a un Dios vivo, servimos a un Dios vivo.
Ese Evangelio es para valientes, hermanos. Los valientes arrebatan el reino de los Cielos. Bendiciones. Hello. Y aquel hermano está lleno del poder y sirve a Dios y .... Señor ayúdame, porque a veces no entendemos que la magnificencia del poder de Dios es tan grande.... pero hermano, usted no sabe lo que yo estoy pasando, hermano. Tengo problemas y algunos hermanos viven en el problema pero no ven la solución.
Óigame bien, yo tengo algunos años caminando en esto y a veces hermanos, no crea que siempre ha estado todo color de rosa. Ha habido valles y yo me acuerdo hermanos, cuando comencé esto. Me acuerdo que estaba recién casado.
¿Cuántos se acuerdan cuando se casaron? No cansados. Dios bendiga a mi esposa que me ha aguantado más de 25 años, pero gracias a Dios que Dios nos ha conseguido hacer cosas. Yo le dije cuando me conoció, te voy a llevar por todo el mundo y le dijo mi suegro, no le creas nada. Pero gracias a Dios que ella siempre tenía el deseo de ir a Venecia y le gusta mucho la pizza italiana, y la comida italiana. Y yo le dije, un día vamos a vivir en Italia y ustedes saben que cuando uno está joven y habla estas cosas, pero es que nuestras palabras son vida. Gracias a Dios que Dios me ha concedido todo lo que le he pedido, tengo miedo de decir porque hay una responsabilidad cuando usted le pide a Dios algo.
La llevé a Vendencia, no una sino muchas veces, pero quiero decir esto para gloria de Dios, hermanos, cuando estaba preparándome para el ministerio, usted saben nos casamos y bien contentos, ya había estado yo preparándome para un año en un colegio. Estaba en una universidad estudiando teología, preparándome bien contento y estábamos esperando nuestro primer hijo o hija, lo que Dios nos iba a dar, todo contento, todo color de rosa, alegres, felices, Dios nos estaba bendiciendo. Y hermanos, pasaron los 9 meses, un día recibo la telefonada, yo estaba en San José, California, ella estaba en Fresno. Corrí para Fresno que estaba dando luz y llegué hermanos feliz, contento. Iba todo el camino cantando.
¿Cuántos de ustedes saben cantar cuando todo está bien? Verdad, que el canto viene hermoso con una sonrisa, esa alegría. Qué hermoso ese canto cuando todo va bien. pero llegué al hospital y me dieron las malas nuevas, Señor Samánolo, hubo complicaciones, su hija nació pero tiene un problema muy grave, una niña Marisela Ruth le pusimos, una niña blanca, así guapa como yo, ojos azules, mi abuelo era español y Dios nos bendijo con sus ojos azules. Yo bien contento, orgulloso y me dijo el doctor, agarre su niña porque está muy grave.
Me acuerda que pesaba 8 libras, bien sana, bien fuerte. La agarré, la miré y hermanos, murió en mis brazos. Hello! Así me pasó como a ustedes. Aterricé. Y de repente dije, ¿qué pasó? Y luego llegó el diablo y me dijo, ¿dónde está tu Dios? Y luego me convenció, ¿estás estudiando para el ministerio y acabas de perder tu hija? Y hermanos, allí mismo, cuando le entregué la hija mía al doctor, dijo, no se puede hacer nada, ya perdió su respiración.
Hermanos, allí comenzó el diablo a atacarme fuerte. Y la primer cosa que me dijo el diablo fue, ‘cómprate una botella de tequila’, como buen hispano. No se rían ustedes, en Puerto Rico usan el ron, ron, ron, la grapa, otras cosas, pero a nosotros los mexicanos nos gusta la tequila con un gusano adentro.
Pero le dije, no, no, no, yo creo que Dios está conmigo y comencé una reflexión tremenda, una lucha, una guerra. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Esa guerra, donde tu mente y tu corazón te dicen que hagas todo lo contrario a lo que la Biblia dice. De repente, hermanos, el Señor me dio nuevas fuerzas.
Todos digan, nuevas fuerzas. Y me llevó a aquel gran patriarca Job, dije él perdió no solo sus hijos, sino no una, sino todos sus hijos y comencé a agarrar un poco de fuerza pero con mucho temor, hermanos, y temblor. Estaba temblando y llorando, y estaba hasta enojado con Dios.
¿Cuántos están enojados con Dios? Sean sinceros. Levanten la mano todos los que se han enojado al menos una vez en su vida con Dios. Como somos mentirosos, algunos no han levantado la mano. Pero sí nos enojamos.
Yo me enojé y corrí, hermanos, ¿saben qué? Busqué una capilla ahí en el hospital, salí, busqué una capilla. Me acuerdo que llegue a Coliba con el chany como dicen aquí, y todo cubierto. Corrí a una capilla y comencé a platicar con Dios.
¿Cuántos saben de eso? No orar, porque a veces usamos unas oraciones muy largas, sino a platicar, Dios mío. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Esa oración íntima donde uno necesita paño, le está saliendo lágrimas y otras cosas, pero no le importa porque usted está platicando con Dios. ¿Cuántos saben de lo que estoy hablando? Y comencé a decir, ‘Señor, ¿qué pasó? Y como que el diablo, te dice, te está castigando Dios. A veces cuando pasamos por algo la primer cosa que el diablo te dice es, te está castigando Dios pero no es lo que Dios hace.
Me acuerdo que me hinqué y le dije, Señor, no se qué está pasando, acabo de perder mi hija. Yo no sé por qué, Señor, pero algo tengo que aprender. Ayúdame. Y allí platicando con Dios solo, porque la intimidad con Dios debe ser solo. Ya no había las masas, ya no había los templos, ya no había las luces, los micrófonos, era solamente yo y Dios. Tu y Dios. Usted y Dios.
Levante su mano si usted sabe de lo que estoy hablando. Allí en su lugar íntimo. Y le dije Señor, no sé qué está pasando, pero ayúdame. Y con mis lágrimas en mi boca, comencé a decir, gloria a Dios. Gracias, Jesús. Gracias por haberme quitado a mi hija. Algo no lógico.
Y estaba un señor allí, un doctor, se acercó y me dijo, necesitas medicina. You’re crazy. Le vas a agradecer a Dios porque te quitó tu hija. No estás bien, estás en luto. No, le digo, estoy platicando con Dios. y me miró, movió la cabeza y salió corriendo. Al rato llegaron unas enfermeras, me querían dar una inyección para calmarme los nervios y unas píldoras y que esta.... no, les dije, no, quiero platicar con Dios. Denme unos momentos. Y allí en esa capilla yo y Dios, no había una iglesia, no había amigos, no había pastores, no había nadie, pero ahí estaba el poder de Dios. Sentí la presencia de Dios y luego le dije, Señor, ¿por qué? ¿Por qué? Y pasaron los momentos y el Señor me comenzó a habar a mi corazón. Me dijo, ‘¿Tu quieres ser usado de Dios? ¿Cómo vas a poder consolar si no sabes lo que es dolor? ¿Cómo vas a poder ayudar a alguien si tu nunca has pasado por lo cuando se pierde.
¿Cuántos saben qué es lo que se siente cuando se pierde un ser querido, un hijo, una hija? Y luego me dijo el Señor, te estoy dando una lección y tu no la quieres recibir, como que me tuvo que.... de repente como que dentro de mi boca comenzó a salir más la adoración, la alabanza y la magnificencia del poder de Dios se comenzó a manifestar en mi vida algo que nunca lo podía imaginar, como gozo y alegría, nuevas fuerzas. Y gracias, Señor. Levanté mis manos y comencé a decir, Señor, todo el imperio, todo el Reino es tuyo, hágase tu voluntad, Señor. Dios dio, Dios quitó. Sea el nombre de Dios glorificado.
Y hermanos, pasaron unos días y pasó esa prueba tan grande y mi esposa decidió, como era nuestra primer hija, y los hermanos nos ayudaron y tuvimos un funeral, pesaba 8 libras. Tuvimos un funeral, se la entregamos a Dios y todo muy bonito, fuimos y dijo mi esposa, que ella quería ir al cementerio una sola vez, porque Marisela ella estaba allí pero que su cuerpo, pero ella sabía que estaba con Dios. Y yo, hermanos, como un buen esposo quise acompañarla. Dije, voy a ir y llegamos al cementerio a buscar como acababan de sepultarla, enterrarla, no hallábamos, estábamos buscando y pasamos por allí y vimos una señora que estaba gritando a grito alto y sacándose los cabellos, gritando hermanos, gritando y jalándose los cabellos y nosotros estábamos buscando los resto, dónde había puesto, no habían marcadores y mientras caminábamos esta señora se nos queda viendo, estaba gritando y jalándose los cabellos y gritando, y cuando pasamos por ahí gritó, ¿sabe lo que es perder un hijo? Y volteó y le digo yo, sí, nosotros también acabamos de perder nuestra hija.
Rápidamente me comentó que ella había perdido su hijo en un accidente en México, un hijo de 5 años, en una cacuneta había rodado, había aplastado, lo había matado instantáneamente. Y ella estaba amargada, gritando. De repente el Señor me dijo háblale de mi amor, háblale de mi poder. Ahí en el cementerio, ella se llama Yolanda, le dije, Yolanda, Dios es el único que te puede consolar.
Comencé a presentarle a Cristo, ella después me confesó que su esposo era maestro de la universidad de Fresno de francés. Ella era maestra en la universidad de español y comenzamos a platicar. Era una persona muy educada pero que había perdido sy hijo. Le presenté a Cristo, hermanos, y ella me dijo, yo soy católica, yo no necesito eso. pero le dije, mire Cristo la ama y le va a ayudar en esta situación.
Hermanos, comenzamos a hablarle de Cristo. En dos o tres días trajo a su esposo, le presentamos a Cristo. Aceptaron a Cristo los dos, pero no solo ellos, sino comenzaron a hablarle a toda su familia. De repente, hermanos, doce de ellos, de su familia inmediata aceptaron a Cristo. Hoy la mayoría de ellos son pastores o misioneros en otras partes del mundo. Mis caminos no son nuestros caminos, mis pensamientos no son nuestros pensamientos.
La excelencia del poder de Dios. Dios hace cosas en su voluntad perfecta que nosotros no entendemos. Ahora, cuando veo para atrás sí me duele, hermanos, pero enseguida después de esta conversión, de esta familia, de esta pareja ahí en el cementerio, Dios usó a ella para traer muchos ahora son pastores en California, tiene un hermano en Tejas, otro en México. Dios usó según lo que yo pensaba la pérdida de mi hija para salvar a muchos.
Después llegó palabra profética que Dios me daría otra hija. Gracias a Dios que tengo aquí mi chaparrita Diana, ponte de pie, hija. Estoy muy orgulloso de mi hija, hermanos. .... Dios en mayo se gradúa aquí de Boston University, BU, para comenzar su carrera para estudiar para médica. Ella quiere ser cardióloga. Ya acabó sus primeros cuatro años.
¿Cuántos saben que Dios es grande hermanos? Dios no te da nada, no te quita para darte algo, sino que él te ama tanto, hermano, que necesitamos entender la excelencia del poder de Dios.
yo no se cuántos de ustedes en esta mañana han venido buscando algo de Dios. yo pudiera decirte otras cosas pero lo que Dios puede hacer en un segundo, yo no lo puedo hacer en una media hora.
Los voy a invitar que se pongan sobre sus pies. La excelencia del poder del Espíritu Santo es algo tan grande, tan maravilloso. Yo siento en mi espíritu que hay personas que están pasando por cosas difíciles. Quiero que corran a este altar rápido. Si usted está en una situación, no, no problemitas, problemotes. Algo serio, corra para este alta. Si usted quiere que Dios le de una solución, quiere poder para vencer su enfermedad, sus hijos, siento que hay madres que están perdiendo sus hijos, tienen una enfermedad.
Dios me está enseñando otra persona que esta batallando porque alguien en su familia alcohólica. El alcohol está destruyendo la vida de alguien. Pase, preséntalo, intercede por él. Hay enfermedades, hay cáncer, siento que hay cáncer en la familia de alguien. Oh ¡Aleluya!
La magnificencia del poder de Dios es que Dios es el que hace las cosas. Hay problemas matrimoniales, veo una pareja que está por separarse, ya están por ir al divorcio, la voluntad de Dios es lo que Dios unió el hombre no lo separe. Si tú eres esa pareja, pasa. Yo no quiero saber quién eres, Dios ya sabe.
Hermanos, hay una persona, Dios me está enseñando que tiene problemas al corazón, ha estado llorando mucho. No sé quién es esa persona, ha estado llorando mucho. Oigo tus lágrimas. Veo alguien que un hijo que está en las drogas, aquí por aquí estás en una pandilla, veo a un hijo de alguien en una pandilla. Tu estás preocupado, piensas que lo van a matar.
La magnificencia del poder de Dios te va a dar la solución. Hay alguien que tiene problemas en los huesos, artritis. Siento artritis. ¿Cuántos saben que Dios puede sanar las enfermedades? Él es el que sana tus dolencias. Oh, Jesús. Yo no sé cuántos de ustedes han venido en verdad buscando a Dios pero yo lo siento que él está aquí en esta mañana.
Oh ¡Aleluya! Veo una esposa que está muy preocupada por su esposo. Se está alejando de Dios. Dios te lo puede traer para atrás a tus pies. Entrégalo en las manos de Dios. oh hermanos, Dios está haciendo ya cosas grandes.
Miren hermanos, nadie se preocupe, el espíritu de Dios está tan fuerte aquí ahorita, las personas están cayendo, no se preocupen, es el espíritu de Dios. Yo quiero que usted comience a decirle nuevas fuerzas. Dígale, Señor, necesito nuevas fuerzas. Dígale, necesito nuevas fuerzas.
Yo no sé qué hacer. I don’t know what to do. Pero, ahí viene la excelencia del poder de Dios, hermanos. Yo siento llorar con alguien. Alguien necesita llorar por alguien. Ya no puedes llorar. Hay tratado de llorar por años, estás amargado y tienes amargura de raíz. Llora, sácala y Dios te va a dar algo muy grande en tu vida. Yo necesito algo diferente alguien está diciéndole a Dios, y es.... la excelencia del poder es esto hermanos.
Que a lo mejor pensamos que nadie sabe de nuestra necesidad pero Dios sí sabe. No le has dicho a nadie tu problema, pero antes que salga la palabra de tu boca, ya Dios la sabe. Quiero que alguien levante manos en señal de victoria.
Pero no puedo, tengo problemas, pero levántela. Están pesadas, ahorita. Levante manos en señal de victoria. Ahí va, ahí va la presencia de Dios. Yo no lo puedo hacer, pero Dios sí lo está haciendo.
Yo no sé cómo lo vas a hacer, hay problemas económicos en una familia, alguien está perdiendo su casa. No te preocupes Dios da y Dios quita pero el nombre de Dios será glorificado.
Para mañana recibirá respuesta que una financiera te va a refinanciar tu casa. Dios te prosperará. Nuevas fuerzas.
Hay incertidumbre. Hay alguien que tiene mucha incertidumbre para hacer una decisión. Y yo no sé quién pero alguien está batallando para hacer una decisión. No sé si es para escuela, para estudios, para alguna operación, alguien está esperando una noticia muy importante en el correo. Dios te la va a dar. Ahí viene.
La excelencia del poder de Dios es tan grande que no lo podemos explicar. Quiero abraces a alguien que necesita un abrazo. Dios te está enseñando que abraces a alguien. Abrázalo. Abraza a alguien. A veces en la unión está la demostración del espíritu de Dios. A veces se necesita sentir el amor, a veces se necesita sentir el dolor de otra persona.
Algo está pasando en este altar hermanos, que usted no lo puede explicar. Hay lágrimas que salen de un corazón y ahí va el espíritu de Dios. En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús, glorifícate Señor.
Dios es tu consolador. Dios es tu salvador. Jehová es mi socorro. Jehová es mi socorro.
Alguien necesita su cabeza ungida con aceite, hay plagas, hay pensamientos malos, impuros, pero Dios te quiere limpiar en esta mañana. ¡Aleluya! oh hermanos, la dulce presencia de Dios se pasea.
Quiero que alguien levante su mano y la mueva un poquito nomás si usted siente. A ver levante la otra mano y muévalo un poquito. Se siente en el aire la presencia de Dios. la lluvia del Señor está cayendo. Jesús.
Nuevas fuerzas, saldrá victoria, reconciliación, perdón. Alguien necesita perdonar a alguien. El diablo ha puesto la raíz de amargura, tú lo perdonas, para prosperar tienes que perdonar, aquel que tu ofende, amenaza a tus enemigos. En esto conocerá el mundo que sois mis discípulos y que se aman los unos a los otros.
El Espíritu Santo está obrando en alguien ya, hermanos. Hay una persona que necesita trabajo, levante sus mano quien está buscando trabajo. Muévala así, no sé dónde está esa persona. Usted quiere un trabajo mejor.
La magnificencia, la excelencia del poder de Dios es esto que antes que nosotros pidamos Dios ya sabe nuestras necesidades. Voy a pedirle al grupo que cante hermanos, algo, una alabanza a Dios y ya voy a terminar, pero yo sé que no hay mucho tiempo y quiero terminar solamente diciendo esto:
Congregación, iglesia León de Judá, el Señor dice si me buscas me hallaréis, si pides recibiréis, si tocas se te abrirá. La excelencia del poder del Espíritu Santo. Mientras el grupo canta algo yo quiero terminar solamente pidiendo consolación para alguien, alguien está con mucha necesidad de ser consolado. Veo un corazón con muchas heridas, veo un corazón con muchas heridas sangrando. Dios quiere curar tus heridas.
El diablo te ha robado ya por mucho tiempo. Quítale con el poder que Dios te ha dado por medio de su Espíritu Santo. Quítale el terreno que el diablo te ha robado. Palabra profçetica para alguien. Take back what the devil has taken from you.
Quítale al diablo lo que él te ha quitado en el nombre de Jesús. La exceelcnai del poder de Dios, mientras se alaba a Dios manos levantadas, alguien que necesita algo diferente de Dios, tu ya sabes, tienes mucho tiempo sirviendo a Dios pero quieres entrar en otra dimensión espiritual, Dios quiere usar, Dios quiere levantar misioneros, apóstoles, profetas. Esa es la excelencia del poder de Dios.
Por la locura de la predicación salvad a los perdidos en el nombre de Jesús Señor te presento tu pueblo. Señor, yo no los conozco pero tu sí conoces cada corazón, cada familia, cada matrimonio, cada hijo, cada padre, cada madre, cada problema, te lo presentamos en este momento.
Oh, hermanos, hay victoria en esta mañana. Alguien diga victoria. Cuantos le pueden dar un aplauso de victoria al Señor.
¡Aleluya! ¡Aleluya! ¡Aleluya!
oh Jesús, yo quiero hermanos, terminar mientras los hermanos sigan tocando, sigan alabando a Dios, hay un hermoso espíritu de convicción. Habrá alguien que quiere renovar sus votos con Dios, óigame bien hermano pastor, I’m going to step up by faith. Habrá alguien que quiere ser misiones en otro país, no levante su mano porque se va a cumplir, quiere que Dios lo lleve a otro país para predicar su palabra. Levante su mano, una, dos, tres, cuatro, cinco, seis, siete, ocho, nueve, diez.
Diez misioneros para la gloria de Dios, palabra profética de Dios. Habrá alguien que quiere ir a Sudamérica. Levante su mano y muévala. Habrá alguien que quiere ir a Centroamérica y el Caribe, el África, Europa, esta mañana recibí un email de una mexicana que está en Ravigna, Italia abriendo una iglesia. Dios la llevó de México a Italia. No sabe italiano y me escribió diciéndome, hermano pastor, no sé por qué Dios me trajo de México, extraño la tortilla, los tacos, pero Dios me tiene aquí abriendo una iglesia y Dios nos está abriendo puertas.
Quiero decirles hay diez personas que pude contar yo, si alguien escribirá a esta profecía, van a salir 10 misioneros o más de este lugar para predicar su Evangelio. Oh hermanos, yo siento a Kenia, Dios me está enseñando Kenia ahorita. Quién quiere irse para Kenia.
Última cosa que quiero hacer, hermanos, quiero que se ......
¿Cuántos están casados? Levanten sus manos los que están casados. ¿Cuántos tienen a su esposo, su esposa aquí presente en este culto? Corra y vaya y tome la mano de su esposo, o de su esposa. Corra. Dios me está enseñando una bendición especial para las parejas. Corra, acérquese a su esposo a su esposa. No le importa los que estén viendo, usted necesita es tu esposa, es tu ayuda idónea que Dios te ha dado. Hay una bendición para algunos matrimonios necesitan reconciliarse. Abrace a su esposa, abrácela, abrácela, pídale perdón, hermano. Pídale perdón a su esposa porque a veces las ofendemos sin saber.
Oh Jesús. Something is happening. Siento una unión familiar hermanos, gracias Señor. Esta es la excelencia del poder de Dios. Tu esposo no está aquí o tu esposa no está aquí tu también puedes interceder, tráelo a la presencia de Dios. Dile, Señor bendice a mi esposo, bendice a mi esposa a dondequiera que ella esté, ayúdala, únela, únela a mí que pueda sentir lo que yo siento por ti Señor.
Reconciliación, perdón, limpia, Señor. Alguien diga, nuevas fuerzas. Alguien dígalo más fuerte, nuevas fuerzas.
La excelencia del poder de Dios. Voy a invitar a nuestro pastor que tome este lugar. Dios les bendiga hermanos, y sigan orando.
Gracias por esas nuevas fuerzas, Señor, que tu nos das en esta mañana. Recibimos tu bendición. We receive that new strenght, Father that comes from your Holy Spirit. Thank you for you word.
Gracias por tu palabra, Señor. Gracias por la inspiración. Recibimos todo lo que tu pones en nuestros corazones. Te damos gracias. ¡Aleluya!. Gracias Señor Jesús. Gracias Señor Jesús. ¡Aleluya! Gracias.
Vamos a cantar un coro antes, vamos a cantar un último coro y con eso somos despedidos. Siga ahí recibiendo.... siga recibiendo lo que el Señor ha puesto en su corazón ahora y échelo ahí dentro en lo hondo de su ser y regrese a su casa sabiendo que ha escuchado palabra de Dios y que Dios tiene bendición para su vida, lo que él ha prometido, él lo ha de cumplir. Agarre ese milagro que usted ha recibido, esa palabra, esa promesa y váyase de aquí segura, seguro de que Dios es fiel para contestar todas sus oraciones.
Gloria al nombre del Señor. amen. Amen. Gracias Jesús. Gracias Señor.