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Gracias a Dios por esta oportunidad y quiero entrar inmediatamente aprovechando el tiempo, agradezco, ayer hablando con el pastor Miranda, me dio todas sus finas atenciones y les agradezco a todos hermanos sus atenciones, a todos los pastores, me siento en casa. I feel at home, I feel comfortable, I feel part of you. Me siento parte de ustedes y si ustedes fueran por mí en esta mañana quiero compartir con ustedes el mensaje que Dios me ha dado y quiero, hermanos, que abran su corazón.
¿Cuántos han venido para que Dios trate con sus vidas? Hay gente que va a la iglesia nomás por rutina, pero hay personas que van a la iglesia buscando de Dios. Y hay gente que halla a Dios y hay gente que no halla ni siente a Dios. y hermanos, es triste decirlo que hay muchas personas que en verdad necesitan la presencia de Dios en sus vidas.
¿Cuántos dicen amen a eso? Sin embargo, a veces hermanos, por la confusión, por la falta de entendimiento, por la falta de la palabra de Dios, a veces hermanos, hay mucha ignorancia a cómo se puede hallar la presencia, o sentir la presencia de Dios. Hay gente que busca a Dios en grandes catedrales, en grandes iglesias, grandes templos, hay otras personas que buscan a Dios en lugares de la montaña, suben a las montañas, a la montaña más alta, otros van a lo profundo del mar y sí, Dios dondequiera está, pero para hallarlo se necesita algo más, se necesita fe. Todos digan fe.
Y hermanos, yo les voy a invitar inmediatamente para aprovechar el tiempo para abrir su corazón juntamente con su Biblia al Libro de San Juan, una Escritura muy, Capítulo 8 y hermanos aquí estaremos entrando en el corto mensaje que Dios me ha dado. Oren por mí para que Dios me dé la libertad y la unción necesaria.
Cuando ya lo tengan o pueden seguir si lo ponen allí en la pantalla. Gracias hermano. Quiero hermanos, que ustedes escuchen lo que dice la palabra de Dios. San Juan, Capítulo 8, versículo 31 en adelante.
Dice, “... dijo entonces Jesús a los judíos....”, todos digan judíos, “... que habían creído en él, ‘si vosotros permanecéis en palabra seréis verdaderamente mis discípulos y conoceréis la verdad y la verdad os libertará’, respondieron los judíos, los creyentes ‘linaje de Abraham somos, jamás hemos sido esclavos de nadie. ¿Cómo dices seréis libres?. Jesús le respondió, ‘De cierto os digo que todo aquel que hace pecado esclavo es del pecado y el esclavo no queda en la casa para siempre, el hijo se queda para siempre...”
Ahora todos léanlo conmigo a voz alta y unidos el versículo 36, díganlo conmigo, “...así que si, el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres...”
En esta mañana quiero predicarles un mensaje titulado, ‘Verdaderamente libres’, ¡truly free’, ‘verdaderamente libres’. Voltéese a su hermano y dígale, ¿eres verdaderamente libre? Pregúntele a alguien, are you free?
¿Eres libres? A ver, todos los libres levanten la mano derecha, muévalo un poquito, dígale aquí estoy Señor, estoy libre. Oh, we have a lot of free people today. Todos están libres, ¿verdad, hermanos?
Entonces, nos vamos a dar cuenta que a veces pensamos que estamos libres pero en realidad no sabemos lo que es la libertad en verdad. los judíos eran creyentes, eran religiosos, tenían religión, tenían teología, tenían doctrina, tenían muchas cosas buenas. ¿Por qué les dijo Jesús que necesitaban ser liberados si ya eran creyentes? Es que aquí hay un gran secreto que lo vamos a tratar de desglosar al momento que escuchemos más de este mensaje.
Hay confusión en el mundo, hermanos, hay ahorita, hay píldoras, hay farmacéuticos para todo. ¿Cuántos dicen amen a esto? Hay para adelgazar, para engordar, para ponerse más bonito, `joven, hermanos, hay para cambiar el color de cabello, hay para todo, hay para depresión, hay para levantar el ánimo, hay para ganar nuevas fuerzas, there’s a lot, hay muchas cosas. y es bueno todo esto, y por eso a veces hay confusión, hay personas que piensan que a veces la libertad se puede comprar con una píldora. El pastor Omar, me siento atado, ¿me puede dar un píldora?, y hay personas que buscan ese tipo de libertad y se frustran y se frustran y llegan a su vida cristiana que después llega hasta la duda, falta de fe.
Pero hermanos, la voluntad de Dios no es esto. Dios quiere que seamos victoriosos. ¿Cuántos dicen amen a esto? Dios quiere que seamos más que vencedores. Los propósitos de Dios para nuestra vida no es algo negativo como algunas personas a veces predican. Óigame bien, nosotros los latinos por naturaleza a veces se nos ha inculcado que servir a Dios es algo amargo, algo serio. El cristiano, el mas santo debe andar con una cabeza triste, debe tomar un vestido de piedad, no se puede reír, no puede tener sonrisa, no se puede mover. Y a veces así, hermanos, hay personas que dicen, así quiere Dios que yo esté. Y hay personas que están en depresión, que están en problema, en luchas, que están en necesidades, y a veces el diablo los hace pensar que es la voluntad de Dios que ellos estén así o que estemos así, porque a veces nos encontramos así en esa manera que decimos, bueno, Dios quiere.
Y, hermanos, todo lo contrario. Oía al pastor Omar decir que Dios tiene más que darnos y la voluntad perfecta. Todos digan la voluntad perfecta, la voluntad perfecta de Dios es algo tan tremendo que la Biblia dice que él tiene más que darnos que aquello que nosotros pudiéramos pedir. Su palabra lo dice, que él ha prometido, hermanos, grandes cosas, el ladrón, el enemigo ha venido para matar, hurtar, destruir pero Cristo dice que ha venido para que tengamos vida y vida en abundancia.
La pregunta en esta mañana es ¿tienes vida en abundancia, eres victorioso, estás lleno de esa victoria que se transmite? O estás pasando por el valle de sombra de muerte y algunos se quedan ahí y nunca salen. Y hermanos, algunos a veces por la falta de palabra de Dios en su vida, dicen, esta es la voluntad de Dios. No, hermanos, hay una voluntad que se llama voluntad permisiva. Todos digan, voluntad permisiva. Esa no es la voluntad perfecta de Dios. Pero a veces confundimos, si Dios permite ciertas cosas, eso no quiere decir que ese es el plan y el propósito de Dios para tu vida.
Los planes de Dios son más altos, los pensamientos de Dios son para que tu seas victorioso, que seas prosperado, que tengas victoria, que tengas gozo, que haya alegría, que estés lleno del poder de Dios, que haya gozo, que haya alegría, que tu vida esté llena de victoria.
Sin embargo, hermanos, a veces dicen, Dios quiere esto. Vamos a la palabra de Dios, vemos nosotros que en Segunda de Corintios 1:20 dice:
“... porque todas las promesas de Dios tienen o son en él sí y en el amen....”
¿Cuántos saben lo que quiere decir amen? Así sea, todos digan amen. Amen, así sea. Si Dios lo dijo, yo lo creo y así sea. Dios lo dijo, yo lo creo, va a suceder por su palabra lo dice. Si usted cree que va a hacer esto efecto en su vida tiene que tener fe y poder decir las promesas de Dios dicen amen, sí, todo lo contrario, la medicina, la economía, los problemas sociales, los problemas económicos, la política, hay muchas cosas contra de mí, pero yo no creo que su palabra va a mentir. Él lo dijo, yo lo creo, todas las promesas de Dios dicen, sí, yo se que Dios está conmigo. Yo sé que mi redentor vive, yo se que hay poder en el nombre de Jesús. Yo sé que hay victoria en el nombre de Jesús, yo lo creo, lo voy a ver, va a ver victoria en mi vida.
Ya estás viejo, ya pasaste, me dijo hace poco, recibo una llamada de una persona y me dice, un joven diácono que comenzó años atrás y me escribe y me dice, Gilberto, cómo te va en la viejez. Y ya está más pelón me dijo, porque me está saliendo una corona arriba. Y le dije, sí, pero se rió porque me dice, ¿te sientes bien, verdad? Le dije, sí, me siento mejor que antes. Yo creo que mi vida va a ser mejor en la villa del cristiano, dice que debe ir en aumento como la aurora, de triunfo en triunfo, de victoria en victoria. Yo creo que mi segunda parte de mi vida va a ser mejor que la primera porque su palabra lo dice. Yo lo creo, yo estoy sobre su palabra.
Pero hay, hermanos, cosas que la voluntad perfecta de Dios a veces no la entendemos. Pero dice que el gozo completo en el Señor nos produce una fe tremenda y quisiera yo, hermanos, decirles esto, que a veces van a haber momentos en nuestras vidas que tenemos que ir a la palabra.
Todos digan palabra de Dios. Haber todos los que trajeron la espada, levántenla hermanos, muchos soldados con buenas armas. Bueno, chago, yo cuando camino con esta Biblia en el público se asusta la gente. Es como traer una machine gun, una metralleta. Porque hay poder en la palabra de Dios. Dije que hay poder en la palabra de Dios.
Llega a mi mente cuando llegué a Italia yo estuve en provincia de Avelino en Nápoli y luego fui a la Sicilia por allá a predicar, y había hermanos que traían la Biblia escondida, camuflaged. La pintaban de color de rosa, la cambiaban para que nadie se diera cuenta que era palabra de Dios. y un día hermanos, el Señor me dijo, por eso compré una Biblia grande, la más grande. Llegué a la biblioteca y dije, quiero una Biblia grande. Y por allá hallaron una y ¿por qué? Si ya no se venden, lo que está de moda ahora es pocket Bibles. Pero hermanos, no hay que avergonzarnos de la palabra de Dios.
¿Cuántos aman la palabra de Dios? ¿Cuántos creen la palabra de Dios? ¿cuántos saben que hay poder en la palabra de Dios? A ver, arrimense la palabra cerca de su corazón. Esta Biblia cuando escrita vale mucho, pero más cuando tu la crees y la vives en tu vida. Alguien diga, gloria a Dios.
entonces, hermanos, la voluntad perfecta de Dios es que seamos victoriosos, que haya prosperidad, que haya victoria. No, no dijo el Señor que siempre íbamos a estar en la montaña, pero dijo que siempre estaría con nosotros. ¿Cuántos creen que el Señor está con nosotros? En la montaña, en el valle, en las pruebas y en la lucha. La iglesia sigue caminando porque Cristo lo dijo que él estaría con nosotros hasta el fin del mundo.
Entonces, hermanos, la voluntad perfecta es cuando el cristiano aprende a confesar. ¿Qué es confesar? Confesar es lo que su palabra dice. En la boca hay vida o hay muerte. A veces usamos más muerte que vida, ¿por qué? Por falta de conocimiento. A veces pensamos que con decir, no, no se puede, es imposible, estoy muy lejos, estoy muy viejo, ya no puedo. Y hermanos, hay mucha negatividad que a veces llega a nuestra vida, pero si su palabra lo dice hay que confesarlo. Y si usted lo confiesa, usted confiesa la palabra de Dios, usted está diciendo algo que ya fue escrito y que en el plan, y en el propósito, y en la voluntad perfecta de Dios se va a cumplir y si se va a cumplir esto va a traer gozo a tu vida y victoria.
¿Cuántos quieren gozo y victoria en su vida? El gozo y la victoria se ve hermanos, quiero contrario, a lo que se enseña, hay doctrinas falsas, que dicen que el gozo se debe contener, debe ser más controlado. Yo no sé hermanos, yo cuando siento gozo no puedo estar ahí calmado. Yo siento gozo, yo siento alegría. Yo tengo que expresarlo, tengo que decirlo, tengo que articularlo con las manos, con la voz, tengo que decir que en verdad lo que yo siento es algo real en mi vida, yo siento el poder de Dios, yo siento el gozo de Dios. se siente, se transmite, se puede ver en la vida de una persona. Hay personas que dicen, ah, yo estoy bien lleno del poder de Dios y en su vida no hay victoria. La victoria se ver hermanos.
Alguien diga, gloria a Dios. Ahora, hermanos, déjenme entrar a la segunda parte. Son tres partes que quiero tocar. ¿Cuántos saben que estamos en batalla? Los judíos eran creyentes, pero cuando Jesús les presentó, Jesús dijo estas palabras, los hizo pensar en algo más profundo y lo que voy a decir es profundo en esta mañana, que los hizo pensar, bueno, tenemos todo, somos judíos, somos el pueblo de Dios, tenemos las promesas de Dios, tenemos grandes cosas que Dios nos ha dado, ¿por qué nos dice este que si en verdad el Hijo los hace libres, seremos libres verdaderamente? ¿Acaso no estaban libres?
A ver, todos los libres muevan una mano, hermanos. Muevan dos manos si están libres. Puede decir, yo estoy en Estados Unidos, soy libre, soy libre. Pero el Señor estaba hablando de una libertad más profunda. Libertad del pecado. Cuando conoceréis la verdad, ¿cuál verdad?
Jesucristo es el camino, la vida y la verdad. Entonces, cuando él habla de conocer la verdad está hablando de conocer ese amor de Dios. ¿Cuántos conocen el amor de Dios? el amor es una cosa grande. Me está haciendo la hermana regresar a Italia. Pero el amor de Dios es tan grande que cuando lo experimenta uno no puede quedarse uno, lo cambia a uno radicalmente. ¿Cuántos dicen amen a eso? Hasta cambia la manera de pensar, la manera de vestir, la manera de ser porque ese poder de Dios lo hace uno entender que es amor es algo tremendo, ese amor agape, es profundo.
Pero quiero decirles algo, hermanos. Estamos en una batalla espiritual. We are in a spiritual battle. Y quiero que entiendan esto, hermanos, yo creo que todo creyente debe aprender a luchar como un buen soldado, tiene que conocer las armas de su milicia, tiene que entender que la palabra de Dios es la única cosa que le va a poder ayudar en tiempos difíciles. Porque a veces nuestros hermanos nos van a fallar. ¿Cuántos dicen amen a esto? Yo sé que esto no pasa aquí en Boston en la congregación de León de Judá, pero allá en California a veces los hermanos fallan. Pero Dios no falla, hermanos. Dije, que Dios no falla, hermanos. Dije que Dios es verdadero. Dije que Dios es fiel. Dije que hay esperanza en Dios y hay victoria.
Dice la palabra, en Efesios 6 que estamos en batalla, no luchamos contra carne ni sangre sino cosas que vagan por los aires. Estamos necesitando la armadura de Dios, necesitamos estar listos. Estamos en batalla, somos soldados, pero Dios ha prometido victoria. Dios no ha perdido ninguna, hermanos. ¿Cuántos dicen amen a esto?
Hay personas que dicen no, es que yo no siento hermanos, y ahorita voy a hablar de esto porque hay personas que se van por lo que sienten, no por lo que está escrito. La batalla de cristiano produce en el cristiano a veces amargura, dolor, angustia, a veces, hermanos, las batallas del cristiano producen, hermanos, tanto dolor que el hijo de Dios a veces comienza a pensar a Dios lo ha abandonado. ¿Cuántos se han sentido así? Sean sinceros, levanten la mano cuando llega esa lucha tan dura, Dios bendiga a los hermanos que son sinceros.
Pero cuando uno comienza en verdad a pensar a lo mejor y Dios ya se olvidó de mí. Quizás alguno sabe, meses atrás una persona me decía que lo habían diagnosticado con cáncer, ya no había remedio, fourth stage cancer, se iba a morir, y estaba esta persona ya haciendo sus preparaciones porque le dijo el médico que se iba a morir en un año. Y hermanos, me dijo, hermano, yo quiero que ores por mí para que Dios me ayude para preparar el funeral y preparar todo. Y me dijo, yo quisiera que tu predicaras en mi funeral. Y hermanos, como que el hermano ya se había resignado.
Y le dije, ¿tu te quieres morir, hermano? Dijo, no. ¿Estás seguro? Pues estás haciendo todo tan emocionado que te vas a morir. Estás preparando. ¿Y qué tal si Dios quiere algo más para tu vida? No, es pero que ya me dijo el médico. ¿Pero qué es lo que Dios te dice? Pero, hermano, es que ya no hay esperanza. Y hermanos, eso hace como 15 años y todavía sigue vivo el hermano. ¿Por qué? Porque a veces hermanos los planes de Dios, lo sanó de cáncer para que fuera en un grande testimonio pero él tuvo que aprender a confiar en Dios, no en lo que los hombres a veces le habían dicho.
Y hermanos, enseguida vamos a entrar a algo muy poderoso, las batallas de cristianos son a veces pensamientos. A ver, todos digan pensamientos. Y no buenos, hermanos. A veces somos carnales. Todos digan, carnales. Por allá en Italia se usa las carnicerías, no sé en qué provincia, pero allá en el sur hay carnicerías de res, de puerco, de anhielo, de pollo. Las carnicerías son diferentes y hermanos, se va y se compra ahí en las carnicerías. Y a veces hermanos, la carne nos gana.
¿Cuántos dicen amen a eso? Hay pensamientos carnales y no de res de puerco. Nadie dice amen pero a veces no estamos pensando... Hello. That’s not me. Ese no soy yo, yo no. Ahora, ahí vamos para allá.
Ahora sí hermanos, Jesús les dijo a los judíos, ustedes necesitan ser libres y si son mis discípulos tienen que permanecer en la palabra. Todos digan palabra. Y luego les dice, si ustedes creen en mí yo los voy a hacer libre y conoceréis la verdad, la verdad os hará libre.
Pero luego dice, si el Hijo os libertare seréis verdaderamente libres. Voy a, hermanos, a decirles algo. Los síntomas, hay personas que el enemigo encadena. Todos digan encadena. Cuando una persona está encadenada es una persona que es esclavo, no puede hacer lo que él quisiera o desea hacer porque está encadenada, está en prisión. Y hermanos, una persona encadenada, hay síntomas de una persona encadenada espiritualmente y a veces hay cadenas visibles y cadenas invisibles.
Voy a usar un ejemplo y Dios bendiga a estos hermanos que me van a ayudar para mostrarles lo que es estar encadenado visiblemente y estar encadenado invisiblemente o con cadenas invisibles. ¿Cuáles son los síntomas de una persona encadenada? Los síntomas son que a veces no se puede orar. ¿Cuántos dicen amen a eso? No se puede adorar o alabar a Dios, como se hacía, se ha dejado el primer amor. No se puede leer la palabra y ¿cuántos tienen problema para leer la palabra de Dios? Sean sinceros.
Dijo una hermana, yo cuando quiero dormir me leo un versículo y me quedo bien dormida. Le servía como una píldora para dormir. Pero el propósito de la palabra es algo más, leer, escudriñar, investigar, escarbar. A veces una persona que está encadenada comienza a fallarle ese deseo, esa hambre por la palabra de Dios. Se siente con ansiedad.
¿Saben lo que es ansiedad? Fíjese lo que hace el león en la jaula. Caminar porque está lleno de ansiedad, esa jaula no es donde, él está encadenado, está aprisionado allí. Pero su naturaleza es estar libre. Entonces, así también hay cristianos que hay ansiedad en su vida porque están encadenados y no a veces no son cosas grandes, hermanos, son las zorras pequeñas que destruyen mucho. No son cosas grandes, mortales o el pecado mortal, a veces son cosas pequeñitas que comienzan a alejar al cristiano y está encadenado. No es libre. Ya no siente a Dios como lo sentía. Se siente, hermanos, atado, ya no puede levantar las manos. Para qué se levanta, tanto ejercicio, por qué hay tanto movimiento, hay ansiedad, todo le va mal.
Dijo un hermano, es que estoy bien salado, necesito una limpia. No, hermanos, los cristianos no necesitamos, ya nos limpió la sangre de Cristo. Dije que la sangre de Cristo nos ha lavado, nos ha limpiado. Hay poder en la sangre de Cristo. Entonces, hermanos, quiero darles una ilustración y ya voy a entrar a la conclusión.
Se dice que una gran corredora de la olimpíadas ganaba muchas carreras y hermanos, en los últimos juegos olímpicos perdió su carrera. Era una gran campeona y la entrevistaron como se hace siempre. Ella ganaba todas las carreras y le preguntaron ¿por qué perdiste esta carrera si tu siempre ganas? Y se le acercó alguien y se quitó el zapato y sacó una piedrecita pequeña y dijo, esta piedrecita me estaba estorbando mientras corría.
¿Qué te está estorbando, hermano, hermana, para correr la carrera de Dios? A ver hermanos, del ministerio de hombres, al hermano Aquilas me va a ayudar aquí. A ver, pase para acá. Aquí trae a alguien encadenado. Miren, hermanos. El hermanos Carlos, tráigalo para acá. Mírenlo, así nos trae algunas veces el diablo, mire qué cadena trae ahí. El hermano está encadenado, no va para a donde él quiere, lo lleva el enemigo para donde él quiere. Mírenlo hermanos, está encadenado, no tiene libertad, no puede levantar sus manos, no puede ir a la iglesia, lo lleva a otros lugares, porque está encadenado. Miren sus manos, miren la cadena. El diablo usa muchas cosas para encadenarnos, es una cadena visible, se ve, se mira que él está atado.
Ahora les voy a enseñar una cadena invisible. Pase hermano Hernán, mire el hermano qué bonito se mira, su Biblia en mano, ¿podrá estar encadenado alguien así? No se ve nada, hasta la Biblia trae debajo del brazo. Y aquí se ven las cadenas visibles, y acá están las cadenas invisibles. Dios es el que mira y dice, que él no mira la apariencia sino él mira... nosotros vemos las cadenas, lo externo. Pero Dios ve las cadenas invisibles.
O alguien de un grito de júbilo, se pusieron muy callados, se asustaron. Alguien diga, gloria a Dios. Las cadenas invisibles no se ven, parece que el hermano Hernán todo es color de rosa. Mírelo. Pero acá el hermano está encadenado, no puede levantar la mano, no va donde él quisiera ir porque está encadenado, con cadenas visibles y cadenas invisibles.
En Gálatas, Pablo nos habla de esas obras de la carne, Gálatas 5:19, puede leer cuáles son las obras pero a veces hermanos, esas piedritas pequeñas, esas zorras pequeñas tienen a la persona encadenada para que no esté libre. ¿Cuántos en esta mañana quieren que Dios los haga libres?
Hermanos, las cadenas invisibles pueden ser rencor. Todos digan rencor, amargura, trauma. Pasó esto, cuando yo era niño, me pasó esto, yo tengo muchos problemas y a veces yo era huérfano, yo era esto, yo era lo otro, y el diablo te hace pensar que ya no hay victoria en tu vida, pero la Biblia dice que si alguno está en Cristo nueva criatura es. He aquí las cosas viejas pasaron. Todos digan pasaron. He aquí son hechas nuevas.
Miren hermanos, el diablo planta amargura. A ver todos digan orgullo. Hay personas encadenadas por orgullo. Son muy orgullosos, superiores. Nosotros los latinos a veces nos afecta esto, ¿verdad, hermanos Yo digo, yo soy, los mexicanos somos muy orgullosos. Lo admito. Yo cuando me levanto en la mañana y me veo al espejo me siento bien guapo, Vicente Fernández no me.. me miro al espejo. I’m the most handsome man in the world. Yo me miro y estoy orgulloso pero a veces el orgulloso nos puede estorbar, nos puede encadenar, nos puede dar un complejo de superioridad.
El complejo de inferioridad es el que se siente inferior, pero el superior también le puede el diablo usar para encadenarlo, para no ser libre y poder sentir la presencia de Dios y conocer la voluntad perfecta. Hay complejos que estorban al cristiano, hermanos.
Pero quiero decirles algo, las cadenas visibles y las cadenas invisibles el Señor ha prometido liberarnos, romper las cadenas. Él ha prometido vida donde hay muerte. Él ha prometido gozo donde hay tristeza. Él ha prometido cambiar nuestro lamento en danza.
Cuando llega Cristo a la vida de un cristiano el Señor le comienza a quitar las cadenas. Ahora sí puede levantar las manos. Ahora sí puede alabar a Dios. El que tiene las cadenas invisibles también cuando llega la presencia de Dios el Señor le da libertad, ahora sí es libre, y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres. Alguien diga gloria a Dios.
Silencio. Oigan, se oyen cadenas. Hay cadenas invisibles. ¿No las oyen? Entonces el oído humano no oye que hay cadenas invisibles, cadenas de duda, cadenas de enfermedad, pero esta mañana Dios quiere romper las cadenas y darte libertad y conoceréis la verdad y la verdad os hará libres. Y al que el Hijo hará libre en verdad será libre.
Yo no sé cuántos, les voy a invitar a que se pongan de pie y voy a invitar a los músicos que pasen. Yo no sé cuantos en esta mañana han venido con el deseo que Dios, cuidado, cuidado, a alguien se le cayó algo, una cadena se le cayó. Que bueno, ojalá que si le está estorbando, se lo quite el Señor.
Hermanos, yo no sé cuántos han venido al quirófano de Dios en esta mañana. yo no tengo problemas, yo no tengo cadenas visibles, digo, yo no tengo vicios, yo estoy bien. Dios mira tu corazón. Las cadenas invisibles, hermanos, son las más difíciles a veces de quitarnos. Las cadenas visibles se caen solas a veces cuando Cristo llega a la vida de un hombre, lo cambia. Pero a veces en el corazón se quedan cositas pequeñas, cadenitas que no te hacen libre para tener victoria en tu vida. Hay ansiedad, hay problemas, te sientes que te falta algo. Hoy el Señor te quiere hacer verdaderamente libre.
Mientras nuestros hermanos comienzan a adorar a Dios yo quiero invitar rápidamente, quiero, hermanos, ministrar, que el Espíritu Santo ministre, sea hombre o sea mujer, que estén en esta mañana, los que estén escuchando por el Internet, por la televisión, por lo que sea, Dios, la voluntad perfecta de Dios para tu vida es algo hermoso, algo perfecto, pero hay cadenas que te pueden estar estorbando en tu vida. y esta cadena sea visible o invisible, el Señor te la quiere quitar de tu vida.
Puede ser un pensamiento negativo, puede ser un problema serio, puede ser cáncer, puede ser enfermedades, puede ser depresión, pero hay esperanza en Jesús. Dije que hay esperanza en Jesús. Quiero orar por alguien, Dios me está diciendo alguien que está batallando para dormir en la noche, hay mucha ansiedad en tu vida. Y el Señor me enseña que te estás levantando tarde, no duermes, pasas una hora o dos sin dormir. ¿Dónde está esa persona? Siento un persona con mucha ansiedad. Pasa para aquí, Carmen, ayúdame a ministrar un poquito.
No tengas vergüenza, a veces no pasamos porque qué van a decir los hermanos. Ahí viene. Dios te ama tanto que quiere quitar esa cadena. Hermanos Carlos, Dios no se equivocó ¿verdad? Yo no lo escogí, Dios lo escogió. Miren hermanos, hay cadenas que se van a quitar de tu vida, Dios te ama.
También los músicos tienen cadenas, a veces el diablo los quiere llevar para allá, para el rock and roll, ahí les va y esto viene de Dios. Había un hermano que cantaba muy bonito, tocaba muy bonito y llegó por allá una banda de Egipto, y le dijo, you come and play for us, I’ll make you faithless. You don’t need to sing that gospel music. Se fue el hermano, y ahora ya no sabe ni tocar, ni puertas. La droga lo destruyó.
Hermanos músicos, ustedes tienen un ministerio grande, hermoso, úselo para la gloria de Dios. Cuando venga por ahí esa tentación de Santana o de algo, diga, no, yo alabo a Dios.
Oh, ansiedad, cadenas que no te dejan hermanos. Levanta tu mano hermano. Quisiera que me ayudar alguien hermano aquí atrás. Señor, toca a tu hijo. Yo no conozco pero tu conoces su vida. Ahí va, hermano, Jesús, cual sea cadena que lo está estorbando. Tu hija, Señor, que tanto te ama, Señor, ayúdala Señor, ella intercede, dale nuevas fuerzas, rompe las cadenas. Tu hijo, Señor, Dios te ama, mi hermano. Jesús, liberación. Hay cadenas que Dios quiere romper de tu vida. Dios quiere que seas libre, hermano, que seas victorioso. Ahí va hermano, Dios está tocando a alguien. Hermano Carlos, ahí va.
La presencia de Dios te ha hecho libre, hermano. Al que el Hijo ha hecho libre será libre verdaderamente. Ya no hay necesidad de estar encadenado por diferentes cosas. Pero hermano, el problema que yo tengo, pero conozco uno que te puede dar la solución. Pero hermano, yo tengo muchas necesidades. Dios suplirá tus necesidades.
Jesús. Cristo está aquí, hermanos, rompiendo cadenas, rompiendo cadenas que te han estado atando. Sus pensamientos, hay personas que se preocupan por lo que no se deben de preocupar, Dios está contigo.
Jesús, oh mighty God. I just feel somebody needs a touch from God. Jesús.
Oh Señor. Cadenas que Dios quiere, el corazón, Dios está viendo tu corazón hermana. Oh, I got to stop.
Algo grande está sucediendo hermanos, cadenas están cayendo. Pero esto... hay personas que dicen eso no soy yo. Pero Dios ve el corazón, él no ve la apariencia. Esa sonrisa falsa se acaba, pero cuando estás solo y necesitas que Dios te haga sentir su amor entonces al que el Hijo ha hecho libre en verdad es libre.
Yo no sé cuántos en esta mañana necesitan algo especial de Dios. Levanten su mano los que traen una necesidad especial, una necesidad especial. Algo más de ordinario. Levanta tu mano y levántala, levanta dos manos si quieres que Dios te de la respuesta en este día. Dije que levantes dos manos si quieres que Dios te de la respuesta.
Hay cadenas invisibles que necesitan caer en tu vida. Jesús. Oh Señor, Dios tiene algo especial para tu vida.
Hay alguien que necesita sonreír, estar lleno del gozo de Dios, porque tu vida necesita ser libre de las cadenas del enemigo. Jesús, este corazón llénalo de tu presencia.
Hermanos, ya voy a terminar pero el Espíritu Santo me dice que hay una persona en esta mañana bien encadenada. Óigame bien, dije que hay una persona que está bien encadenada y necesito que la iglesia se una en oración. Quiero que todo ojo cerrado por favor, toda mente concentrada en el Señor porque Dios quiere liberar a alguien que ha estado sufriendo por muchos años cadenas invisibles. Nadie sabe, ni tu misma esposa sabe que esto está atormentando, te está comiendo por dentro, pero al que el Hijo ha hecho libre será libre verdaderamente.
Hermana tu que estás preocupada del futuro de tus hijos, de tu familia, confía en el Señor, pon todo en las manos de Dios. Ahí va hermanos, ahí va la presencia de Dios. Dios está tocando a alguien que necesita ser liberado. Jesús. En el nombre de Jesús yo proclamo liberación, proclamo libertad en el nombre de Jesús, en este momento Señor, rompe las cadenas.
Escucha hermano, escucha con los oídos espirituales, hay cadenas que están cayendo de las manos. A ver cuántos me pueden levantar las manos y moverlas, cuántos pueden sentir el amor de Dios en esta mañana, cuántos saben que Dios en verdad nos está amando en esta mañana. En el nombre de Jesús liberación.
Cadenas invisibles han caído, cadenas visibles.