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El domingo pasado recordarán los que estuvieron aquí, hablamos acerca de los efectos, las cualidades que caracterizan el bautismo del Espíritu Santo. ¿Cuántos recuerdan esa enseñanza? Digan amen, aunque sea para hacerme sentir bien a mi. Vamos a continuar. Quiero que estas enseñanzas son el momento, están en el momento de Dios y yo se que Dios tiene muchas cosas que está haciendo en nuestros corazones. Yo se que lo está haciendo el mío mientras yo medito en estas verdades de la palabra de Dios. Yo creo que estas enseñanzas van a marcar nuestra congregación para siempre. No vamos a volver atrás en esta insistencia en la llenura, la unción del Espíritu Santo. Yo que a veces las 9 de la mañana es un poquito temprano para usted sentir la unción del Espíritu Santo pero se puede sentir y se puede aprender acerca de ella.
Hay un pasaje en Hechos, Capítulo 4 que quiero que miremos un momentito. Hechos, Capítulo 4, versículo 23 en adelante. Una escena donde los discípulos en los comienzos mismos de Pentecostés son visitados con una unción especial del Espíritu Santo. Está hablando de Pedro y de Juan que acaban de salir del concilio donde los tienen encarcelados y amenazados. Dice que:
“..... puestos en libertad vinieron a los suyos y contaron todo lo que los principales sacerdotes y ancianos les habían dicho...”
Interesante, dice que vinieron a los suyos. Uno a veces pensaría, bueno, los suyos serían su familia, ¿no? Pero mire qué interesante que los suyos en este caso son los otros cristianos. Cuando su vida está poseída por el Espíritu Santo, cuando usted es un cristiano entregado al Señor, cuando usted es un creyente intenso que ha tomado en serio la vida cristiana, ¿sabe quién es su familia? Los hijos de Dios, la iglesia. Es su familia espiritual.
Ustedes recuerdan que cuando el Señor Jesucristo estaba caminando un día, había una multitud alrededor de él, él había hecho grandes milagros, y una mujer le dice ‘bienaventurados los pechos que mamaste cuando eras un bebé’, y el Señor Jesucristo dijo, ‘ah, antes bienaventurados los que escuchan la palabra de mi Padre y la hacen’.
En otras palabras, fíjense qué interesante, ¿no? Y el Señor como que siempre minimizó un poquito los lazos familiares. En otro pasaje le dijeron al Señor ‘tu madre y tus hermanos te están buscando’. Y el Señor dijo lo mismo, ‘y quiénes son mi madre y mis hermanos.’ Mis madre y mis hermanos son los que hacen la palabra de mi Padre celestial. El Señor siempre puso los lazos espirituales por encima de los lazos materiales, carnales de sangre.
Y eso es para mi es uno de los distintivos de la persona llena del Espíritu Santo es que es un individuo que está tan poseído por su conciencia de ser miembro del Reino de Dios que todos los demás lazos, todos los demás vínculos, todas las demás asociaciones humanas palidecen ante su sentido de pertenencia al Reino de Dios. Eso es algo bien importante.
Yo te quiero decir cuán intensamente te sientes tu miembro del Reino de Dios, cuán leal eres tu al Reino de Dios, cuán fielmente integrado al Reino de Dios estás tu. ¿Sientes tu verdaderamente que tu pertenencia a la familia de la fe espiritual está por encima de cualquier otra lealtad humana? Eso es lo primordial.
El Señor dijo que el que no aborreciere a padre y madre, el que ame a su padre y a su madre más que él, no merece ser llamado su discípulos. Usted ve que el Reino de Dios es radical, la vida llena del Espíritu Santo requiere un compromiso total para con Dios, no hay nada que esté por encima de las lealtades al Reino de Dios.
Yo recuerdo, me vino a la mente cuando yo me iba a casar con Meche, que estábamos comprometidos, yo todavía no servía al Señor así como lo sirvo hoy, no pensaba jamás que yo iba a ser pastor todavía, pero sabía que Dios tenía un llamado en mi vida. Y una de las cosas que yo compartí con Meche fue eso, le dije, ‘Mira, Meche Dios es primero para mi y si Dios me llama un día a servirlo....’ Ella todavía no estaba entregada a la iglesia, venía de un trasfondo religiosos católico muy comprometido, pero yo le dije, yo estaba haciendo mi doctorado y mi meta y mis planes eran una vida académica de enseñanza, de profesorado, etc y quizás esa era la expectativa que ella tenía, ser esposa de un profesor universitario, y ella una profesional en su área, etc. Pero yo quise aclararle a ella que las cosas podían cambiar y gracias a Dios que lo hice, porque mire donde estoy 25 años después.
No quería que ella tuviera pretensiones.... ir con pretensiones falsas. Yo le dije, ‘lo que Dios me diga que yo haga, eso yo lo voy a hacer. Donde él me diga que yo vaya, yo voy a ir y si te vas a casar conmigo, tienes que entender eso.’ Y ella, gracias al Señor aceptó y Dios efectivamente eso fue lo que hizo, me cambió mis planes y aquí estamos hoy en día. Pero lo que quiero decir es que uno tiene que tener ese compromiso con Dios, ¿usted entiende?
La vida cristiana es una vida de compromiso radical y la vida llena del Espíritu Santo te transforma tu mente. La persona que tiene la presencia de Dios en su vida y que está poseída por el Reino de Dios, es una persona que todos los demás afectos y todas las demás lealtades están completamente en segundo lugar.
Aquí dice que “.... vinieron a los suyos...” Después de salir de la cárcel a donde fueron no fueron a donde papá y mamá o de sus hermanos de carne, no, fueron a donde los demás cristianos para notificarles de lo que Dios había hecho, que los había puesto en libertad.
Entonces, es importante, una de las maneras que tu puedes saber si tu eres una de las personas que estás llena del espíritu y que Dios es importante en tu vida, es dónde está el primer lugar de mis afectos, porque yo creo que muchas iglesias le hemos hecho una injusticia al pueblo de Dios haciéndole creer que simplemente ser evangélico, ser cristiano es venir a la iglesia de vez en cuando, hacer esto, hacer unos gestos superficiales y ya eso es ser cristiano. No es así. La vida cristiana es una vida radical.
Si usted lee la Biblia de Génesis hasta Apocalipsis usted ve un modelo que se establece de una vida verdaderamente que agrada a Dios, es una vida comprometida, es una vida sin barreras, es una vida sin límites al Señor, es una vida donde todo lo que tu tienes, todo tu amor, todos tus afectos están puestos en Dios. Eso define tu identidad, eso es lo que te guía en todas tus decisiones.
Y me toca eso que dice aquí, “... puestos en libertad vinieron a los suyos... – los demás cristianos- ... y contaron todo lo que los principales sacerdotes y los ancianos les habían dicho. Y ellos habiéndolo oído alzaron unánimes la voz a Dios y dijeron, ‘Soberano Señor, tu eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay que por boca de David, tu siervo, dijiste, ¿por qué se amotinan las gentes y los pueblos piensan cosas vanas....”
Cuando ellos vieron lo que Dios había hecho de llevar a estos hombres humildes ante el sanedrín, ante el concilio de la ciudad, ante las autoridades máximas de la ciudad, que estaban en contra de lo que ellos estaban predicando fue algo que causó en ellos un sentido de alabanza y de asombro de que tan rápidamente esta gente humilde pudiera llegar a tanta notoriedad ante las autoridades civiles.
Porque eso es lo que pasa cuando una iglesia está llena del Espíritu Santo una de las cosas que sucede es que comienza a haber conmoción en la sociedad. Una iglesia llena del Espíritu Santo es imposible de ignorar, por eso es que hoy en día hay tantas iglesias en Massachussets, por ejemplo, dondequiera que usted viaja, usted ve una iglesia, y no cualquier iglesia, iglesias preciosas que hay en Massachussets. Usted va a esos pueblitos de las afueras de Massachussets, hay unas iglesitas maravillosas, si usted va por ejemplo, por ahí por Ipswicht y va por donde está Gordon College, y Gordon Conwell, por Hamilton esas áreas históricas que están ahí desde el siglo 17 y 18, hay unas iglesias preciosas que están generalmente en lo que era originalmente la plaza del pueblo, con unas propiedades muy lindas en el frente, una iglesia con una torre que sube hacia el cielo y en el lugar escogido del pueblo están esas iglesias.
Sabe usted que originalmente en todo Massachussets, antes de que cualquier pueblo se estableciera había que primero poner una iglesia y esa iglesia tenía que hacer un pacto de los miembros, era un pacto con Dios. Todos los pueblos de Massachussets tienen pactos, eso es algo bien interesante. Todos los pueblos de Massachussets tienen... los pueblos antiguos tienen un pacto que se hizo originalmente entre los miembros.... porque eran todos cristianos y siempre se hacía un pacto con Dios acerca de ese pueblo.
La ciudad de Boston tiene un pacto que está ahí metido en la casa de estado. No lo respetan pero está ahí. La ciudad de Cambridge tiene escrito en el frente mismo de su casa de... el City Hall, la alcaldía. En la alcaldía de Cambridge hay una placa de cemento metida, incrustada en el edificio de la ciudad de Cambridge declarando su lealtad y su fundamentación en los valores de la palabra de Dios.
En la Universidad de Harvard hay edificios que declaran la afiliación de Harvard con Dios. ¿Sabe usted que Harvard fue fundado para ser un lugar para entrenar hombres para el ministerio. ¿Por qué se llama Harvard? Porque un hombre piadoso, cristiano comprometido llamado John Harvard, dio una cantidad de dinero sustanciosa y además toda su biblioteca cristiana, la dio para que se fundara esa escuela cristiana, para entrenar hombres para el servicio cristiano. Y por mucho tiempo Harvard fue un lugar donde se entrenaban. Después, cuando se fue secularizando, levantaron otra universidad porque vieron los cristianos piadosos, como Jonathan Edwards, y otros que se estaba secularizando, ya estaba comenzando el proceso y entonces fundaron la universidad de Yale en Connecticut, con el mismo propósito de levantar entonces una universidad que fuera verdaderamente ortodoxa y bíblica. Y cuando Yale también comenzó a pasar lo mismo, fundaron Princeton university en New Jersey con el mismo propósito. Hoy en día, esas son tres de las grandes, grandes universidades de EEUU, de las más ilustres, y las 3 además de otras, todas han ido apartándose hasta que ya son lugares absolutamente secularizados y totalmente hostiles a los valores bíblicos sobre los cuales fueron fundamentados.
En un sentido, esos lugares, entiéndanme bien, los primeros edificios, la tierra, los recursos fueron obtenidos para glorificar a Dios y no a cualquier Dios, el Dios de la Biblia y no a cualquier Dios de la Biblia, sino a Jesucristo, su Hijo, y para promover los valores de la palabra de Dios, los valores históricos.
Ahora, esas grandes universidades han evolucionado y poco a poco se fueron corrompiendo y esas cosas que fueron obtenidos por el pueblo de Dios para magnificar el nombre de Dios, ahora son usadas para subvertir las enseñanzas del Evangelio. Pero ¿saben qué? Yo creo que Dios tiene su tiempo para esas cosas y un día Dios va a reclamar lo que a él le pertenece, porque eso fueron los pactos que se establecieron, pactos legales, pactos tanto espirituales como jurídicos. Están ahí, los valores originales de esas instituciones eran para glorificar a Dios.
Y ¿a qué me refiero aquí, hermanos? Es que, mire, cuando esta nación en sus inicios estaba dedicada al Señor y servía a Dios y estaba llena del Espíritu Santo, Dios la prosperó, Dios la bendijo con grandes pensadores. En un tiempo aquí en Nueva Inglaterra la gente más educada y más intelectualmente desarrollada eran los pastores, eran las personas típicamente más eruditas en cualquier comunidad, eran los pastores, los grandes pensadores, los que publicaban los libros eran pastores cristianos. Y los pensadores eran cristianos también porque Dios cuando una comunidad está llena del Espíritu Santo Dios bendice esa comunidad, Dios le da sabiduría, Dios prospera su iglesia, Dios derrama los dones que esas iglesias necesitan para crecer. Y EEUU fue creciendo, fue prosperando. Pasó de ser una pequeña colonia aislada lejos de Inglaterra, a ser una nación poderosa que poco tiempo después dijeron, ‘ya nosotros no necesitamos a la madre patria, Inglaterra’, y se independizaron y llegaron a ser mucho, mucho más poderosos que el imperio británico. Porque una nación está fundamentada en la palabra de Dios, hay prosperidad, hay bendición. Las autoridades toman noticia, las autoridades están sujetas a la palabra del Señor.
Lo que pasa que la iglesia se va corrompiendo y se va mundanalizando y se va afiliando a los valores del mundo y va perdiendo su fe y va perdiendo sus distintivos y entonces también con eso va perdiendo su unción y su capacidad para ejercer influencia sobre el gobierno, sobre la economía, sobre las artes, sobres los medios de comunicación, sobre el mundo académico. Va perdiendo su unción como a Sansón que Dios le dio un poder especial, una fuerza especial mientras se mantuviera bajo su nazareato, una promesa de no cortarse el pelo, en el caso de Sansón, de no tomar vino, de no abusar su cuerpo. Dios lo bendijo, Dios lo ungió, pero cuando se corrompió perdió toda su fuerza.
Así pasa con la iglesia. Cuando la iglesia se mantiene llena del Espíritu Santo, cuando un hombre, una mujer toman en serio la palabra de Dios y viven conforme a los valores del Evangelio, esas personas se convierten en una fuente de influencia en su familia, en su comunidad, en su lugar de trabajo. Y la iglesia colectivamente comienza a influenciar y Dios comienza a bendecirla. Se levantan universidades, las aldeas se convierten en pueblos, y los pueblos se convierten en ciudades.
Eso es lo que pasa, esta iglesia, hermanos compuesta de inmigrantes y de gente recién llegada a EEUU que no conoce muchos de ellos el idioma, si esta iglesia se mantiene buscando de Dios, llena del Espíritu Santo, ordenando su vida conforme a la palabra del Señor, esta iglesia en años va a ser prosperada y bendecida más allá de lo que usted se puede imaginar. Ya lo está siendo, hermanos.
Nosotros hemos visto como familias que han venido a León de Judá, que tienen con nosotros 10 años, 20 años han ido cambiando y han ido siendo prosperadas. Llegaron aquí simplemente, sabe con lo que vinieron, solamente con una maletita toda destartalada, y hoy tienen sus casas, hoy sus hijos han estudiado, están en la universidad. Yo les puedo dar ejemplo de eso, demasiado tiempo nos tomaría, pero han sido bendecidos, han sido prosperados.
Y eso es solamente en unos pocos años. Imagínense lo que puede pasar si Cristo no vien antes lo que va a pasar con esta comunidad con el paso del tiempo. Pero eso solamente sucede cuando la llenura del Espíritu Santo está en un lugar.
Yo les puedo hablar de esas familias pentecostales que vinieron a Nueva York, 40, 50 años, pobrecitos, los pobres de la tierra; hoy en día sus hijos son profesionales, son maestros de escuela, son presidentes de seminario, son personas que están en los lugares del gobierno y de la economía, porque donde viene la gracia, la llenura del Espíritu Santo, viene la prosperidad, viene la bendición, hermanos, por eso es que hay que cultivar eso, porque es hermoso cuando el orden de Dios entra y la gente se somete al orden de Dios. La iglesia adquiere influencia, la iglesia adquiere poder, la iglesia recibe recursos. Donde hay un pueblo que está haciendo lo que Dios dice que haga por fe, un pueblo obediente, un pueblo sumiso, un pueblo sujeto a la palabra de Dios, el mundo tiene que sujetarse al orden de la iglesia. El diablo no le puede arrebatar a la iglesia lo que Dios le da. La iglesia puede perderlo solamente si se olvida de esas sendas antiguas, cuando se olvida de esas prescripciones para la vitalidad. Entonces pierde su poder, entonces pierde su influencia. Pero cuando la iglesia se sujeta a la palabra del Señor, cuando una comunidad comienza a caminar dentro de los derroteros que marca la palabra de Dios, esa iglesia comienza a adquirir influencia. El gobierno toma noticia, como en este caso.
Los cristianos se sorprendieron de que Pedro y Juan fueran llevados, es como si los hubieran tomado y los hubieran llevado ante el Senado de los EEUU y ante la Casa de Representantes para preguntarles quiénes ellos eran. Y estos cristianos cuando escuchan eso, magnifican a Dios, porque tiene que ser un milagro que tan pronto el Evangelio está siendo llevado ante las autoridades para testificarles a los grandes de la nación. Eso fue un gran milagro y por eso ellos levantaron su voz y dijeron “....Soberano Señor, tu eres el Dios que hiciste el cielo y la tierra, el mar y todo lo que en ellos hay....”
Hermanos, yo creo que si la iglesia de Jesucristo aquí en León de Judá en Park Street Church, en Grace Chapel, allá en Lexington, en otras aldeas y comarcas de Massachussets y de Nueva Inglaterra, si las iglesias cristianas se ponen las pilas, el Senado mismo de EEUU, va a tener que notificar acerca de lo que está pasando aquí en Nueva Inglaterra y la iglesia va a comenzar a ejercer de nuevo la influencia que Dios le ha dado, porque Cristo dijo antes de irse a su asenso, dijo:
“... todo el poder me es dado en el cielo y en la tierra, por tanto id y predicad el Evangelio y haced discípulos a todas las naciones, y enseñarles a obedecer todas las cosas que yo les he mandado.....”
En otras palabras, el Señor Jesucristo le delegó autoridad a la iglesia y una iglesia llena del Espíritu Santo es una iglesia absolutamente conquistadora. Los primeros discípulos comenzaron así, un puñadito de hombres y mujeres pobres, completamente iletrados, sin ninguna influencia, pero cuando cayó el poder del Espíritu Santo sobre ellos se convirtieron en una fuerza arrolladora, y ahí comenzó el choque de poderes.
Inmediatamente cuando se levantó la iglesia con su unción, el mundo comenzó a militar contra ella. Vino persecución contra ella. Las autoridades se tiraron contra ese movimiento naciente de la iglesia, los primeros cristianos, y comenzó la persecución. Pero ¿qué pasa? Que cuando el diablo se lanza contra el mover del pueblo de Dios, Dios usa aún al diablo para avanzar los intereses del Reino de Dios.
Porque ¿qué pasó? Que cuando los cristianos fueron esparcidos y perseguidos y tuvieron que huir de Jerusalén, se fueron a Samaria y se extendió, por así decirlo, el virus del cristianos, comenzó a esparcirse a Samaria, como dijo el Señor, a Judea y a toda la tierra. Esos cristianos que estaban siendo perseguidos, llenos del Espíritu Santo caían en una pequeña aldea, comenzaban a testificarle a otros, se fundaba una iglesia, y el Evangelio comenzaba a expandirse.
Cuando el Señor está sobre una iglesia, cuando está sobre un pueblo, cuando está sobre una persona aún el diablo tiene que hacer el trabajo para bendecirlos. El diablo quiere matar, robar y destruir pero Cristo dice, yo he venido para que tengan vida y tengan vida en abundancia.
Cuando la unción de Dios está en tu vida, aún las maldiciones del diablo son tornadas en bendición, cuando el pueblo está bajo la bendición de Dios. Ustedes recuerdan la historia de Balaam, ese profeta hereje que hay, raro, un personaje raro en el Antiguo Testamento, que un rey enemigo de Israel.... Israel estaba en el mover de Dios, iba a conquistar, y este rey sabía que el poder de Dios estaba con Israel y tenía miedo y entonces se consiguió un profeta para que maldijera al pueblo de Israel, tipo brujería para que neutralizara al pueblo de Israel.
Y este profeta cada vez que iba a maldecir al pueblo de Dios le salían palabras de bendición y el rey a cada rato y le decía, ‘pero no te pagué para que los maldijeras... ‘, y él dice, ‘no, es que no puedo, tengo que bendecirlos’. ¿Entiende?
Hermanos, esa es la cosa más linda, que cuando la gracia de Dios está en tu vida, cuando tu estás viviendo conforme a los principios del Evangelio, el diablo no te puede maldecir, el diablo no le puede hacer daño a tus hijos, el diablo no puede traer destrucción a tu hogar, el diablo no puede destruir tu vida, porque la bendición de Dios está sobre ti.
Lo que tu tienes que asegurarte es que tu hogar sea un lugar donde la bendición de Dios pueda reposar. Tu tienes que sacar de tu hogar todo lo que no sea de Dios. Tu tienes que instalar en tu hogar los valores del Reino de Dios. Tu tienes que comenzar a ordenar tu vida, poner las cosas bien con Dios, batallar contra la carne contra el diablo, contra el mundo, contra tu propia mente, ordenar tu vida para que tu casa sea un lugar donde esté la presencia del Señor.
Si la ciudad de Boston invitara a la presencia del Señor a entrar, esta ciudad en un momentito podría resolver sus problemas de criminalidad, de disfuncionalidad de las familias, de los jóvenes matándose unos a otros, porque viene la presencia de Dios y el diablo tiene que huir, tienen que huir las tinieblas y viene la prosperidad. Lo que pasa es que aquí los hombres de esta ciudad, los líderes de esta ciudad, con sus doctrinas secularizadas y racionales saben que se están comiendo un cable. Están viendo a sus hijos matarse unos a otros y viendo la disfuncionalidad de la familia en esta ciudad y todos los problemas que están pasando, pero no quieren dar su brazo a torcer.
Ellos todavía insisten en que hay una solución que no es la solución de Dios y mientas tanto sus hijos se están muriéndose, metiéndose droga, matándose unos a otros, las familias no están funcionando, las iglesias con todos sus millones de dólares no están dando pie con bola y ellos todavía insisten, ‘No, hay otra solución, queremos tratar’. Y lo que están haciendo es que están destruyendo el carro completamente. Mecánicos ineptos están bregando y trasteando con la cablería y están destruyendo el mecanismo completamente. Pero dicen, ‘No, yo se’.
¿Cuántos de esos hombres a veces así que son obstinados? Y su mujer le está diciendo, ‘pero, llama a un mecánico fulanito’. ‘No, yo se como hacerlo’ y jalan los cables y saltan las chispas y cuando viene a ver el carro destruido allí, ok, entonces vamos a llamar al mecánico.
Hermanos, el hombre en esta ciudad, y en esta nación como no quiere doblegarse ante la medicina de Dios están destruyendo sus ciudades, están destruyendo sus sociedades, pero la iglesia tiene que ponerse las pilas, como decimos, y buscar la presencia de Dios para que podamos hablarle con autoridad a esos líderes, seudo líderes que se han instalado allí, porque no están haciendo el bien para la comunidad. Pero a menos que la iglesia no obtenga su autoridad y sea una iglesia recta, una iglesia íntegra, una iglesia ungida, no podremos quitarle las manos a esos líderes que no están verdaderamente funcionando a favor de la comunidad.
Lo que pasó con la iglesia primitiva es que se mantuvieron firmes, fueron perseguidos, fueron atacados, fueron opuestos pero se mantuvieron, los martirizaron, los aislaron y enajenaron, pero ellos se mantuvieron en su fe, se mantuvieron firmes. Y en el año 325 DC el gran imperio romano con todo su ejército, todo su aparato, toda su economía, toda su influencia mundial cayó de bruces ante la persona de Jesucristo y se convirtió Constantino, y se convirtió todo el imperio romano al Evangelio, porque donde está el poder de Dios la iglesia avanza, la iglesia gana influencia.
Desgraciadamente, inmediatamente que obtuvieron el poder comenzaron a corromperse de nuevo. No supieron usar lo que Dios les puso en las manos y la iglesia cristiana, comenzó... cuando entraron toda esta gente influyente, con mucho conocimiento y mucho dinero, comenzaron a asumir la forma del mundo y ahí comenzó la degeneración de la iglesia, hasta que tuvo que venir la Reforma, en el siglo 16. Pero hubo tiempos de bendición y el Evangelio avanzó y se hicieron grandes cosas.
Pero nosotros estamos en una época, hermanos, como iglesia, yo creo que Dios está visitando la congregación León de Judá y Dios dice, ‘Yo quiero que estas cosas que se vieron en el libro de los Hechos se vean también entre ustedes: sanidades, señales, prodigios, conversiones, influencia en la comunidad, impacto sobre la ciudad, que las autoridades les tomen en serio, que sus hijos sean bendecidos, sus familias restauradas, su economía prosperada. Pero yo necesito que ustedes me tomen en serio, como esta gente me tomaba en serio, que para ellos era la vida de la iglesia, la familia de la iglesia, la familia de la fe, adorar al Señor y yo comencé a prosperarlos’.
En el versículo 27 dice, “.... porque verdaderamente se unieron en esta ciudad contra tu santo Hijo Jesús, a quien ungiste, Herodes y Poncio Pilato con los gentiles, y el pueblo de Israel, para hacer cuanto tu mano y tu consejo habían antes determinado que sucediera....”
En otras palabras, la crucifixión de Jesucristo, la persecución de los primeros Apóstoles, la persecución de Herodes y todas esas cosas, no fueron porque ellos lo querían hacer, fue porque Dios los mandó a hacerlo. Cristo no fue crucificado porque simplemente no le quedó alternativa. No, Cristo fue crucificado porque fue la voluntad del Padre, porque fue un propósito que Dios tenía. Dios estaba dirigiendo la historia de la humanidad, llevando las cosas al punto en que el Señor muriera por nuestros pecados y entonces viniera el tiempo de la iglesia. Y ellos reconocen esto y adoran al Señor.
Dice: “.... para ser cuanto tu mano y tu consejo habían determinado que sucediera...”
Y ahorta mire la petición, a mi me encanta esta oración de los primeros discípulos. Yo le pido al Señor a eso se cumpla en nuestra iglesia y en este ministerio, versículo 29 dice:
“..... y ahora Señor, mira sus amenazas y concede a tus siervos con todo denuedo hablen tu palabra....”
¿Qué quiere decir denuedo? Quiere decir con todo valor, con toda efectividad, con toda intensidad, con toda seguridad, con toda capacidad para influir con su palabra. Nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, dale a la iglesia denuedo, dame denuedo’. Una persona llena del Espíritu Santo cuando habla la palabra de Dios tiene un peso especial, cuando testifican no lo hace necesariamente con palabras elocuentes o palabras frondosas, o poéticas, pero hay algo de autenticidad en el testimonio de esa personas, hay que el inconverso lo escucha y siente como que tiene una cualidad de sinceridad y de autenticidad que él sabe que algo importante hay ahí que tiene que escuchar.
Sin embargo, cuando uno no tiene la unción de Dios usted puede hablar en sonetos clásicos y la gente no va a sentir nada porque no es cuestión de palabrería, es cuestión de la unción de Dios, el denuedo de Dios. Y nosotros tenemos que pedirle al Señor, ‘Padre, dale a tu iglesia valor para testificar. Dale a tu iglesia efectividad para hablar la palabra del Señor. Danos esa autenticidad, que sepamos que estamos contigo y por lo tanto cuando hablemos, hablaremos de experiencia y no simplemente porque lo oímos de otra persona.
Dice, “.... que hablen con todo denuedo tu palabra mientras extiendes tu mano para que se hagan sanidades y señales y prodigios mediante el nombre de tu santo Hijo Jesús....”
Hermanos, cuantos les gustaría ver señales y prodigios y milagros en medio de la iglesia. Tenemos que anhelar eso, hermanos, tenemos que pedir al Señor, ‘envía tu lluvia como cantamos el domingo pasado en el servicio de las 12, vivifícanos con tu espíritu. Tenemos que pedimos al Padre, ‘Padre, extiende tu mano para se hagan señales y prodigios y milagros en medio de nosotros...’
Porque Dios quiere una iglesia que tenga el espacio para que el Espíritu Santo se mueva y se hagan milagros de sanidades, liberaciones espirituales, milagros de provisión y de bendición, y de conversión de la gente. Va a ser una iglesia que el mundo va a mirarla y va a ser intrigado por esa iglesia y va a querer venir a ella. Allá afuera el mundo está despedazándose y necesitan ver comunidades donde la vitalidad de Dios esté presente, donde la vida de Dios esté en manifestación y nosotros queremos ser ese tipo de iglesia.
“... Cuando hubieron orado, dice, el lugar en que estaban congregados tembló y todos fueron llenos del Espíritu Santo y hablaban con denuedo la palabra de Dios....”
Lo que ellos pidieron se cumplió, ellos pidieron la llenura del Espíritu Santo y el Espíritu Santo descendió sobre ellos. Aquí hay algo interesante, sabe, que esta gente probablemente ya estaba llena del Espíritu Santo o quizás muchos de ellos fue la primera vez. Fíjese que aquí nadie oró por ellos, nadie le impuso manos, pero había en ellos pasión por Dios. Le pidieron al Señor que los visitara, había clamor y Dios bendijo, y Dios hizo caer sobre ellos el Espíritu Santo y recibieron la llenura del Espíritu Santo.
Sabes que tu puedes recibir la llenura del Espíritu Santo varias veces a través de tu vida. Yo no creo que la llenura del Espíritu Santo se recibe una vez para siempre. El Apóstol Pablo en Efesios, Capítulo 5 dice, “sed llenos del Espíritu Santo...”
En otras palabras, en el presente continuo ‘vivid llenos del Espíritu Santo’. Yo creo que nosotros tenemos que venir continuamente ante Dios y decirle, ‘Padre, lléname del Espíritu Santo’, cada día tenemos que hacerlo.
Yo les he dicho, esta mañana antes de venir aquí a predicar, tengo un largo día delante de mi, ay de mí, si yo no vengo ante el Padre Celestial y digo, ‘ Padre, lléname con el Espíritu Santo esta mañana, renueva mis fuerzas y dame la llenura de tu espíritu’.
Y así tu cada días tienes que pedirle al Señor ‘lléname con el Espíritu Santo, permite que en mi vida se hagan señales y prodigios, permíteme ser un hombre, una mujer, que viva en el plano sobrenatural’.
Una persona llena del Espíritu Santo vive en el plano sobrenatural siempre. Para la persona llena del Espíritu Santo lo sobrenatural es natural. Dios le habla, Dios le da sueños, Dios le da palabra de consejo, Dios establece citas divinas con la gente.
Yo estaba hablando el domingo pasado acerca de citas divinas y compartía con el servicio en inglés anoche acerca de eso. No se si fue con ustedes que les hablé acerca del etíope, que Dios establece una cita divina entre Felipe y el etíope. Este gran oficial de la reina Candace de Etiopía está inquieto por la palabra del Señor y está leyendo porque eso es lo que pasa cuando el Espíritu Santo se mueve, hay gente inquieta y Dios envía a Felipe, su evangelista, para que le predique la palabra para que el Evangelio ahora corra a Etiopía, África, al área del norte del África misma.
Este viernes Meche y yo íbamos a cenar en un sitio y el tren donde ella venía, porque yo venía de otro lado, nos íbamos a encontrar en el restaurante se atoró y lo que pensamos que iba a ser una espera de 10 minutos, yo, por ella, se terminó en 40 minutos. Y ahí estoy yo en el restaurante que no se que hacer, yo me he comido dos rollitos de pan, se me acabó el pan. Estoy ahí moviéndome las manos porque la gente me está mirando pensando, ‘lo plantó, lo dejó plantado la mujer’, me estoy sintiendo mal y al lado mío hay un señor mayor, porque eran unas mesas que estaban bastante pegadas unas de las otras y él también está solo y vino solamente a comer él solo. Y lo oí hablar con la mesera y le dijo que él había sido profesor visitante en la universidad de Harvard hacía 30 años, le dijo él a ella. Y dice, ‘hace 30 años yo vine a este restaurante cuando apenas estaba comenzando’.
Y el caso es que cuando lo escuché decir, no tenía más nada que hacer, excepto escuchar la conversación. Meche me dice que yo soy la persona más pendenciera del mundo. Lo escucho decir que fue profesor en la universidad de Harvard y ¿saben qué? en mi espíritu yo sentí que Dios quería que yo hablara con ese hombre. Pero yo no sabía cómo meterle mano al anciano este que está aquí al lado, entonces hice un comentario tonto ahí, de algo. Le desee buen apetito cuando le vino la comida, pero él no hizo resonancia al asunto. Me dijo gracias y eso fue todo.
El caso es que pasó el tiempo, y como dije tenía mucho tiempo yo ahí esperando, y entonces al final él se volteó hacia mi y me dice, ‘guau, se ha tardado tu comida’, y yo le dije ‘ciertamente, no la comida sino la mujer es la que se ha tardado’. Entonces yo le digo ‘escuché que usted fue profesor en la universidad de Harvard. Yo me gradué, le dije, yo hice mi doctorado en la universidad Harvard’. Me dice, ‘guau, tremendo, qué bueno, y ¿qué estudiaste?’
Ya estaba abierto el hombre, ¿ve? Entonces dice, “¿Y qué estudiaste?”. ‘Bueno, estudié literatura hispanoamericana’. ‘Guau, dice, mi esposa tiene un doctorado en poesía y yo soy física, estudié física y soy profesor de física en la universidad en Haití’.
Y entonces comenzamos a hablar de literatura, y de física y todo este tipo de cosas y al final este hombre me dice lo siguiente..... Recuerde que yo sentía que Dios quería que yo hablara con este hombre, y creo que Dios me puso allí solamente para hacer una influencia positiva y benévola en su vida de parte de un evangélico.
Entonces en un momento, como que se enterneció, y me dijo lo siguiente ‘Mira, yo he tenido dos grandes influencias en mi vida: la primera fue mi trasfondo evangélico fundamentalista. El hombre había crecido en un hogar cristiano fundamentalista. Y la segunda influencia ha sido mi entrenamiento científico, como físico. Y me dijo, y yo cuando era joven y entré a la universidad a estudiar física, me encontré que la religión me estaba pidiendo que mirara el mundo a través un agujero, me dijo ‘un pigeon hole’, que lo mirara a través de un agujero, y yo decidí no mirar al mundo a través de un agujero, y renuncié a mi religión.’
Y dijo él, ‘y lo que no me gusta de la gente religiosa es que cada uno se cree que tienen la verdad y habla mal de las otras religiones.’
Ahora, yo no estaba allí, ya el hombre había pagado su check, su cuenta y todo, ya se iba. Yo no estaba allí para comenzar a decirle, ‘no, usted está equivocado porque solamente Jesucristo ......’ Hay que tener sabiduría ¿entiende?
Yo sentí que Dios me había puesto allí simplemente para que yo, ese hombre se fuera con una buena impresión de un Evangélico, porque yo le había dicho que yo era pastor y que habíamos hablamos acerca de eso, que yo pastoreaba una iglesia hispana aquí en Boston, etc. Y por eso fue que él me dijo acerca de su formación religiosa. Entonces yo le dije, ‘yo estoy de acuerdo, yo creo que nosotros tenemos que respetarnos, nosotros tenemos que respetar a la gente de otra fe porque en ellas he descubierto que hay gente que son temerosas de Dios y son gente moral y ética. No podemos echarle tierra a la fe de los demás. Tenemos que respetarlos aunque no estemos de acuerdo con ellos. Y él me dijo ‘En eso yo estoy de acuerdo’.
Y entonces en ese momento llegó Meche y fíjese, este señor le dijo a Meche, ‘¿saben qué? Ese hombre es un buen hombre, le dijo, y si yo fuera a una iglesia yo iría a la iglesia de él aquí en Boston’. Y entonces se despidió y se fue como el etíope en su camino, y quién sabe qué Dios puede hacer a través de esa conversación. ¿Quién sabe si por medio de una conversación inteligente ahí con un cristianos temeroso de Dios y que él sabe que es un cristianos que cree en la Biblia como la palabra de Dios? Ese hombre puede comenzar un proceso que Dios lo puede llevar antes de que se muera a un conocimiento y a una aceptación de Jesucristo.
Pero lo que quiero decirles, termino con eso ¿no? que cuando Dios está en tu vida Dios te abre citas divinas. Dios te permite ser influyente en la vida de las personas. Dios en un avión puede ponerte una persona a quien tu le puedas hablar. Usa las oportunidades que tu tienes, porque yo creo que cuando tu vida se vaya llenando de la presencia magnética del Espíritu Santo tu vas a descubrir momentos y oportunidades donde tu le vas a poder hablar a alguien acerca del Evangelio.
Si tu eres un joven en la escuela, Dios te va a dar una palabra. Comparte la palabra. Esta misma semana Dios me permitió descubrir que una persona a quien yo le testifiqué tímidamente hace 25 años y que es una persona ultra secular y ultra intelectual y yo cuando el Señor estaba despertándome espiritualmente me atreví tímidamente a hablarle muy brevemente de mi experiencia espiritual y yo pensé, ‘este se va a reír de mi, pero tengo que hacerlo porque si no lo hago estoy traicionando a ese amigo’. Y yo había compartido con él en otros ambientes que no eran de Dios en ese tiempo, y tenía temor de que él pensara, ‘este se fue a los aleluyas y se convirtió en un religioso ya y todo eso...’, pero obligándome a mi mismo le compartí algo de mi experiencia. Fue breve y 25 años después mi amigo me llama y me dice, ‘Tu te recuerdas del día que tu me dijiste tal y tal cosa’. Y yo le dije, ‘claro que sí, siempre lo he recordado, porque siempre me sentí como un poquito inadecuado cuando le dije aquello y pensé, no hubo resonancia en él, no dijo nada, se quedó callado’. Y me dijo ‘en 25 años yo no he dejado de pensar en ese momento y quiero hablar contigo y tenemos una cita para vernos esta semana que viene’.
Porque es que nosotros no podemos..... hermano, si tu tienes el poder de Dios en tu vida, si tu tienes la unción de Dios en tu vida, Dios va a comenzar a hacer cosas tremendas en tu vida. Va a haber señales y prodigios, va a haber citas divinas. Tu vas a comenzar a ejercer influencia en tus amistades. Dios te va a poner oportunidades y tu vas a tener que pasar por esa puerta en el nombre del Señor aunque sea con mucho temor y temblor, pero hazlo en el nombre de Jesús, atrévete a compartir la fe que Dios te ha dado. Dios te ha hecho ganador, no te ha hecho perdedor. Dios te ha hecho para ejercer influencia, no para ser influenciado. Dios te ha he hecho para ser líder, no para ser dirigido y contaminado por otros. Dios te ha hecho para ser cabeza y no cola, como dice la palabra del Señor, y tu tienes que andar con esa autoridad, tu tienes que andar con esa seguridad de que donde yo camino el Reino de Dios camina conmigo, donde yo hablo, la autoridad de Dios está hablando a través de mi porque yo soy miembro de la iglesia de Jesucristo, yo soy miembro de un ejército que está conquistando, y la iglesia de Cristo necesita establecer ese momentum, ese ímpetu, comenzar a moverse con el poder de Dios y si tu, y tu, y tu, y cada uno de nosotros aquí comienza a ejercer la influencia que Dios nos ha dado por fe, dondequiera que es nuestro lugar de trabajo, o de estudio, o de vivienda o lo que sea, Dios va a hacer algo maravilloso en nuestra comunidad. Dios va a conquistar esta comunidad. Dios va a hacer milagros y prodigios cuando nosotros comencemos a movernos por fe, porque cuando la unción de Dios la hemos recibido, la hemos confesado, la hemos declarado dentro de nosotros entonces ahora tenemos que, como dice el Apóstol Pablo, avivar el fuego del don de Dios que está en nosotros. Tenemos que comenzar a usarlo por fe, aunque tu no te sientas como un león, ruge como un león.
Y ese gatito manso y tímido se va convertir en un león. ¿Cuántos dicen gloria a Dios? Aunque tu no te sientas como un evangelista ungido, comienza a hacer obra de evangelista y vas a ver que tienes el poder de un evangelista dentro de ti. Aunque tu no te sientas que tienes el don de sanidad, comienza a orar por los enfermos en el nombre de Jesús y Dios va a hacer señales y prodigios en tu vida.
Tenemos que creerlo hermanos, que es la única manera que lo que yo estoy hablando desde el púlpito se va a convertir en realidad en la vida de ustedes y en la vida mía. Tenemos que hacer la obra del Espíritu Santo, hacer la obra de Dios.
Pongámonos de pie. Vamos a darle gloria al Señor en esta mañana. Vamos a pedirle al Señor que nos haga una comunidad influyente, que nos haga una comunidad poderosa, que las obras del Espíritu Santo, hermanos, yo quiero que tu creas en el nombre de Jesús que si el espíritu de Dios está dentro de ti, no hay nadie que te pueda resistir. El diablo se tiene que sujetar a ti, el mal se tiene que sujetar a ti, los problemas de ebriedad se tienen que sujetar a una iglesia llena del Espíritu Santo, pero es que tenemos que creerlo, tenemos que revolucionar nuestra percepción de nosotros mismos. Nosotros hemos recibido la unción del santo de Dios pero no lo hemos creído, no nos movemos, no hemos hecho movidas de fe. No nos hemos aventurado a comenzar a usar tímidamente, mínimamente lo que Dios nos ha dado.
Los dones de Dios se desarrollan a medida que nosotros comenzamos por fe a usarlos. No es por emociones. Nadie va a venir a donde ti y te va a decir, tu tienes el don. No, Dios lo ha dicho en su palabra entonces tu tienes que creerlo y entonces tienes que comenzar a moverte y a vivir esa vida de un hombre, una mujer de Dios, un guerrero de Dios.
El problema del pueblo de Dios es que decimos las cosas, las confesamos con la boca, pero ahí nos quedamos. Y cuando llega el momento de ponerlas en práctica nos acobardamos porque es riesgoso y podemos hacer el ridículo, y si no funciona quedamos feo y entonces por eso nos aguantamos.
Pero Dios dice, ‘no, comienza a caminar sobre las aguas, sal de tu barca y comienza a caminar sobre las aguas. En mi nombre, echa la red en mi nombre y yo haré milagros en tu vida’.
Pero tienes que pagar el precio, tienes que creerle a Dios, tienes que dejar esa mentalidad de evangélico pasado por agua y convertirte en un guerrero de Dios, una guerrera de Dios, un hombre, una mujer que viva para el Reino de Dios, un hombre que sepa que su familia primera es la familia de la fe, un hombre, una mujer que ponga su lealtad primero en el Reino de Dios. su padre y su madre son segundos ante el Reino de Dios, su comodidad es secundaria ante la seguridad de que está haciendo la obra del Señor, su dignidad personal es totalmente terciaria ante la seguridad de que está siendo un instrumento de Dios, y si tiene que hacer el ridículo lo hace, porque Dios es más importante que su dignidad.
Esa es la postura, la mentalidad que Dios honra y que bendice, a través de la cual hace grandes cosas en la vida de un hijo suyo. Yo te suplico en el nombre de Jesús, ponte las pilas. Si yo tuviera que decir el título del sermón ‘Ponte las pilas’, ese es el título de este sermón. Comienza a creer que Dios ha hecho algo en tu vida.
En el nombre de Jesús, levanta sus manos ahora mismo y recibe poder para evangelizar. Di conmigo, ‘Yo tengo el poder, yo tengo la unción, tengo la unción de Dios dentro de mi, soy una gigante espiritual, un gigante espiritual. El Espíritu Santo mora dentro de mi. Dios me ha llamado para hacer proezas en su nombre para derrotar a Satanás, para hacer huir las huestes del infierno, para conquistar ciudades, para ganar corazones, para sanar enfermos, para entender la palabra de Dios, para hablar el Evangelio con poder y autoridad y para tener victoria sobre mis dificultades, sobre mis enfermedades, sobre mis limitaciones, sobre mis ataduras, sobre mis temores, sobre mi pasado, sobre mi presente y sobre mi futuro.
Soy una gigante espiritual, soy un siervo de Dios, estoy lleno del Espíritu Santo. Cristo mora dentro de mi, el espíritu hace proezas dentro de mi y me muevo con el poder del Espíritu Santo. No temeré lo que me pueda hacer el hombre. Creeré que si Dios está conmigo yo soy más que vencedor y que más poderoso es el que está dentro de mi que el que está en el mundo y por lo tanto voy a hacer las obras de Dios y voy a triunfar y mi vida será llena del Espíritu Santo porque Dios lo ha prometido y él ha de cumplir.
Ahora, gracias Señor, gracias por tu unción, gracias por tu llenura, gracias por tu visitación. La recibo, la recibo, la recibo en el nombre de Jesús. ¡Aleluya! Gloria al Señor. Amen. Amén.
Créelo en el nombre de Cristo, créelo en el nombre de Jesús. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gracias, Señor. Te adoramos. Gracias Señor, te bendecimos. Creemos que tu tienes autoridad, creemos que tu eres un Dios poderoso, creemos que tu tienes, Señor, la misma fidelidad que mostraste para con estos siervos tuyos en el siglo primero. Tu vas a hacer proezas, tu vas a hacer grandes cosas en esta comunidad, Señor. La recibimos la promesa de tu santo espíritu en este día, Señor. Gracias, gracias, Jesús. Gracias, Señor, dale gracias y gloria al Señor.