Experimentar la victoria en la guerra

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¿Cuántos están preparados para recibir la palabra del Señor, ahora? Hageo, el libro de Hageo. Es un libro pequeñito que está allí, es el antepenúltimo libro del Antiguo Testamento. Después viene Zacarías, y después Malaquías, si no me equivoco. Hageo, antepenúltimo libro del Antiguo Testamento. Vamos al Capítulo 1.

El Señor me ha estado hablando acerca de este libro y de los otros dos libros que le siguen y quiero compartir con ustedes algo en esta mañana que tiene que ver en parte con el tiempo que estamos viviendo de escasez y de dificultades económicas.

Quiero compartir con ustedes algunos pensamientos del Capítulo 1, les animo a leer todo el libro, son solamente creo que tres Capítulos, dos Capítulos. Voy a leer del Capítulo 1.

Dice: “…En el año Segundo del rey Darío en el mes sexto, en el primer día del mes, vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo… - vino esa palabra a dos personas, dos funcionarios - …uno se llamaba Zorobabel, hijo de Salatiel quien era gobernador de Judá, y también vino palabra a Josué, hijo de Josadac que era el sumo sacerdote, diciendo, así ha hablado Jehová de los ejércitos diciendo, este pueblo dice no ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada….” – eso es lo que estaba diciendo la gente y Dios está parafraseando lo que el pueblo de Israel está diciendo por ahí.

“… el tiempo no ha llegado para que la casa del Señor sea reedificada. Entonces vino palabra de Jehová por medio del profeta Hageo diciendo, ¿es para vosotros tiempo para vosotros de habitar en vuestras casas artesonadas y esta casa está desierta?...”

¿A qué casa se refería el Señor? A la casa desierta, su casa, su templo. “… pues así ha dicho Jehová de los ejércitos, meditad bien sobre vuestros caminos, sembráis mucho y recogéis poco, coméis y no os saciáis, bebéis y no quedáis satisfechos, os vestís y no os calentáis. Y el que trabaja a jornal recibe su jornal en saco roto. Así ha dicho Jehová de los ejércitos, meditad sobre vuestros caminos… - una segunda vez les dice, mediten sobre sus caminos - …. Subid al monte y traed madera y reedificad la casa y pondré en ella mi voluntad y seré glorificado, ha dicho Jehová. Buscáis mucho… - aquí vuelve el Señor a enfatizar cuál es el problema - … buscáis mucho y halláis poco, en quien cerráis en casa y yo lo disiparé en un soplo. ¿Por qué? dice Jehová de los ejércitos. Porque cuanto mi casa está desierta y cada uno de vosotros corre a su propia casa, por eso se detuvo de los cielos sobre vosotros la lluvia y la tierra detuvo sus frutos, y llamé la sequía sobre esta tierra, sobre los montes, sobre el trigo, sobre el vino, sobre el aceite, sobre todo lo que la tierra produce, sobre los hombres, sobre las bestias, sobre todo trabajo de manos…”

Mire que detallada es la descripción del Señor de lo que está pasando verdaderamente, detrás de una economía que no está funcionando como debiera. Entonces dice:

“… y oyó Zorobabel, hijo de Salatiel, y Josué hijo de Josafat, sumo sacerdote, y todo el resto del pueblo la voz de Jehová, su Dios, y las palabras del profeta Hageo como le había enviado Jehová, su Dios y temió el pueblo delante de Jehová…”

Ahí está la solución al problema. ¿Cuál fue la reacción del pueblo en vez de endurecer su corazón? Escucharon y ajustaron su corazón al mensaje del Señor a través de su profeta.

“….Entonces Hageo enviado de Jehová habló por mandato de Jehová al pueblo diciendo, yo estoy con vosotros, dice Jehová, y despertó Jehová el espíritu de Zorobabel, hijo de Salatiel, gobernador de Judá, y el espíritu de Josué, hijo de Josafat, sumo sacerdote, y el espíritu de todo el resto del pueblo y vinieron y trabajaron en la casa de Jehová de los ejércitos, su Dios, en el día 24 del mes sexto en el segundo año del rey Darío…”

Bendiga el Señor su santa palabra. Que lindo relato. Vamos a darle gracias. Señor, entregamos a ti esta lectura y esta meditación y pedimos que tu Espíritu Santo nos dirija y nos bendiga, Señor, en este momento al meditar sobre tu palabra. Danos tus enseñanzas y abre nuestros corazones y nuestras mentes para que podamos entenderte en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Sí, este texto ha sido parte de mi meditación en estos días. Hace unos tres años Dios activó las palabras de este libro en mi corazón acerca de cosas por venir y asuntos del futuro. Hageo es un libro muy profético, no solamente porque está escrito por un profeta sino porque también tiene partes que hablan acerca de tiempos mucho más allá de los tiempos en los cuales predicaba el profeta mismo. En algunos momentos el profeta Hageo, quizás sin saber lo que estaba diciendo ni viendo verdaderamente se remontó a la venida del Señor y este texto a veces como que nos introduce sin decirnos cuándo termina una cosa y comienza la otra en una visión profética para los últimos tiempos.

Pero el tiempo que concierne a Hageo es un tiempo en el cual el pueblo de Israel acaba de regresar, no hace mucho tiempo, del cautiverio en Babilonia. Dios había exiliado al pueblo hebreo por sus pecados y su idolatría y los había llevado cautivos a Babilonia y los había tenido allí durante 70 años, Dios había dicho que el pueblo iba a estar en cautiverio y lo había profetizado a través del libro de Daniel. Y el pueblo estuvo en cautiverio todo ese tiempo, y cuando ya se estaba acercando el final de ese tiempo Dios movió el corazón del rey Darío originalmente para que, y del rey Ciro antes, para que comenzara a permitir que el pueblo judío regresara del cautiverio a su tierra de nuevo. Y claro, antes del cautiverio el templo había sido destruido, los hebreos se había resistido al imperio babilonio y había sido ordenado que el templo, ese bello que había sido construido por Salomón fuera completamente destruido. Cuando los judíos regresaron a Jerusalén no había templo y tenían que comenzar otra vez a reedificar el templo.

Que interesante que hoy en día en el siglo XXI no hay templo de nuevo en Israel. El templo fue destruido en el año 70 después de Cristo por las tropas romanas en otra resistencia de parte del pueblo judío, una rebelión, y el imperio romano mandó a destruir de nuevo ese templo. Y desde entonces en los últimos dos mil años los judíos no han tenido templo.

De paso, si usted va a Jerusalén, como yo he tenido la gracia de ir, lo que está hoy en día encima del recinto del templo es una mezquita árabe que es, la llaman la mezquita de la cúpula dorada, es una maravilla, bellísima. Yo he estado allí. No se puede entrar a ella porque solamente los árabes y los musulmanes pueden entrar, pero es una belleza arquitectónica y es inmensa y hoy en día todo el área donde estaba el templo salomónico ahora está gobernado y custodiado por autoridades musulmanas, aún dentro de Jerusalén, fíjese, esa área ahí no pueden entrar las autoridades judías. Han entrado una o dos veces y les han tirado piedras y todo eso, lo han hecho como para establecer su… pero aún dentro de Jerusalén mismo, y dentro de Israel, en esa área no pueden entrar los judíos.

¿Saben lo que ellos hacen? Ellos adoran, no sé por qué estoy diciendo esto pero debe ser importante. Los judíos adoran debajo, donde está el muro, el antiguo muro, que ellos saben que ahí fue donde estaba el templo salomónico. ¿Y saben cómo se llama ese muro? El muro de las lamentaciones. Yo he estado allí también. Es un lugar muy conmovedor. Ahí están 24 horas al día los judíos orando y clamando y lamentándose de que su templo todavía no ha sido reconstruido. Y ellos quieren reconstruir su templo, pero ahora está sin construir.

Y yo personalmente creo que estos libros de Hageo, Zacarías y Malaquías tienen que ver con la reconstrucción del templo hace miles de años atrás, pero también tienen una dimensión profética que se remonta a los tiempos actuales en los cuales también se espera que el templo judaico va a ser reconstruido otra vez.

Yo les digo, hermanos, el día que ustedes vean que se reconstruye el templo judío, hágase una reservación en un edificio bien alto y espere que el Señor va a venir en cualquier momento a llevarse su iglesia, porque las puertas estarán muy cerca de abrirse para la segunda venida de Jesucristo.

Pero oh Dios mío, alguien me ha dicho, apague su celular hermano, ese es el mío imagínese, el pastor dando mal ejemplo. Todos pecamos y de paso, alguien me dijo, Anita vino el domingo pasado, pastor, dígale a la gente que apague los celulares. Yo le dije, claro, Anita, se los voy a decir. Ahora se los digo. Todo eso estaba fríamente calculado. Yo lo puse allí para que sonara así, para que me recordara que apaguemos nuestros celulares. Yo no sé quién es ese imprudente pero voy a hablar con él para que salga de aquí. Óyeme tiene que coger el momento más dramático para interrumpir.

El caso es, hermanos, que yo creo que Dios está hablándole a la iglesia en este tiempo acerca de la reconstrucción del templo judaico y déjenme decirle algo aquí que ni debiera decirlo. Yo creo que nosotros, esta iglesia, que está ahora involucrada en un proyecto de construcción de su templo, hermanos, yo siento que hay como lejanos paralelismos allí con respecto a la construcción de nuestro templo. La iglesia de Jesucristo necesita estar reconstruyendo templos en este tiempo como señal de que el diablo ha querido destruir el testimonio del pueblo de Dios pero no lo va a poder hacer. El diablo ha querido suplantarse y ponerse encima de esos lugares donde debe ir un templo dedicado al Dios verdadero y la iglesia de Jesucristo tiene que resistir eso y tiene que estar reconstruyendo y construyendo sus templos.

Aquí en Boston, en esta ciudad, donde hay un testimonio ahora mismo apagado de la iglesia, esta nación, esta área de Nueva Inglaterra fue cuna del Evangelio, aquí llegaron los primeros puritanos y peregrinos a Plymouth, para establecer lo que iba a ser la nación más poderosa en la tierra, una nación que durante siglos estuvo fundamentada sobre valores bíblicos y ahora eso ha desaparecido. Y hoy en día muchas de las iglesias de Nueva Inglaterra están ocupadas por doctrinas de demonios, unitarianismo y una cantidad de otras cosas donde la palabra de Dios no está siendo predicada y ahí hay gente que debería sentarse a escuchar palabra de Dios pastoreando gente y no conocen al Dios verdadero. Y lo digo con humildad. Dios conoce mi corazón. No me siento mejor que ellos pero la verdad es la verdad.

Hay templos en Nueva Inglaterra que han sido tomados por doctrina hereje y por gente que no conoce al Dios de la palabra de Dios, y por eso se están muriendo esas iglesias y hay que pedirle al Señor, Padre, sopla para que esos templos puedan volver a ser retomados por el espíritu de Dios y que de nuevo, de esos púlpitos vuelva a sonar la palabra una vez dada a los santos.

Pero hay algo que Dios quiere que sus templos reconstruidos o construidos, hermanos. Y esto no son los mejores tiempos para estar construyendo templos. Miren lo que dice aquí, el Señor llama a su profeta, Hageo, para que le profetice al sumo sacerdote y al gobernador, es decir, a la autoridad civil, a través del gobernador, y a la autoridad religiosa, a través del sumo sacerdote. Y para que esos dos hombres que son autoridad sobre el pueblo reciban la palabra de Dios en representación de todo el pueblo que tiene que recibir esa palabra, y el Señor le dice, dile a esa gente que la gente está diciendo, el pueblo está diciendo, no ha llegado aún el tiempo, el tiempo de que la casa de Jehová sea reedificada.

Está diciendo, la gente lo que está diciendo es que no es el momento adecuado, no es el tiempo adecuado. Déjenme decir algo, hermanos, primeramente, mire, no hay ningún tiempo ideal para darle al Señor, ni para construir la casa del Señor. Siempre va a haber problemas, siempre va a ver carencias, yo no creo que ninguno de nosotros aquí pueda decir, ¿saben qué? guau, mi cuenta de crédito está tan buena y mi cuenta de banco está tan llena y atestada de dinero, que tengo que comenzar a darle al Señor porque es la única manera que puedo liberarme un poquito de todo el dinero que tengo. ¿Cuántos pueden decir que ese es su problema para hablar con usted después del servicio inmediatamente y pedirle un préstamo o algo así?

Yo creo que todos, ¿saben qué? darle al Señor tiene que ser una cuestión de principio y de fe, de disciplina espiritual, es la única manera, porque la carne y el diablo nunca le van a dejar a usted ser generoso para con Dios. Y uno que es como que tiene hacer un propósito, uno tiene que ponerse a luchar y a pelear con la Biblia hasta que se resuelva el problema y uno está convencido de que darle al Señor es bueno y es de bendición y que llueva, truene o ventee, me guste o no me guste, yo voy a ser generoso con el Señor, yo voy a asegurarme de que su casa esté repleta y bendecida y que tenga todo lo que necesita para su necesidades y sus ministerios.

Mucha gente dice, oh, no ha llegado el tiempo, yo voy a esperar a que me pegue la lotería, estoy jugando a la lotería y orando para que el Señor me de un buen boleto y que cuando me pegue, entonces le comenzaré a dar al Señor. ¿Saben qué, hermanos? Nunca va a llegar el momento.

A Dios hay que darle por fe, es un asunto de fe. Es en un asunto de creo o no creo y esto o es una mentira o es la verdad y lo que Dios dice y promete se va a cumplir en mi vida si yo soy fiel a él, y que mientras más las circunstancias alrededor de mí se pongan negativas yo le voy a creer al Señor y voy a tirarle esos pesos al diablo en la cara para que se moleste, se lo voy a dar al Señor en el nombre de Jesús.

Y esa unción profética del pueblo de Dios rompe el yugo. El pueblo hebreo, este pueblo judío, fíjese, esto es largo y quizás por lo que veo me voy a tener que tomar otro sermón más para terminar esto. Parece que hay dos o tres que están contentos de que así sea. Saben hermanos, esa palabra de Hageo tiene cola porque unos 18 años antes de que viniera esa palabra de Hageo al pueblo judío los hebreos habían comenzado a construir su templo, ellos habían fielmente habían comenzado a construir y habían comenzado a echar los cimientos del templo. ¿Pero saben lo que pasó? Vino oposición y si usted quiere vaya conmigo un momentito atrás, al libro de Esdras, otro de esos libros escondidos en la Biblia. Está al lado de Neemías, Esdras y Neemías son libros hermanos también porque hablan del regreso del pueblo de Dios a Jerusalén después del cautiverio.

Estos libros, Esdras y Neemías, aunque están bastante alejados en espacio de Hageo, son casi contemporáneos. Esdras y Neemías son un poquitito antes que se escribiera Hageo, recuerden eso, los hermanos nuevos en la palabra. Porque un libro esté alejado físicamente de otro no quiere decir que en términos de tiempo, esté igualmente de alejado. Esdras y Neemías fueron escritos más para menos en un tiempo, un poquito antes de Hageo, Zacarías y Malaquías.

Y miren aquí el historial de qué es lo que ha pasado. Cuando Dios le dice a Hageo, ve y predícale al pueblo y profetízale, lo que está pasando es que el pueblo, después de comenzar la construcción del templo, vinieron dificultades y se atemorizaron y detuvieron la obra. Y pasaron casi 20 años sin la obra continuarse, y entonces es cuando Dios envía al profeta Hageo y a Zacarías para que profeticen y les dice, profetízale al pueblo y dile qué es lo que está pasando aquí, por qué ustedes me han detenido la obra y ustedes están diciendo que todavía no ha llegado el tiempo. Vamos a ver cuándo llega el tiempo, vamos a ver.

Y mientras tanto ustedes están construyendo sus casas y están artesonándolas y le están poniendo caoba en las paredes, y están comprando ventanas de 600 dólares, y ustedes dicen que mi casa no ha llegado el tiempo de trabajarla todavía. Y ese es el contexto. Miren en Esdras, esto es interesante lo que ha pasado porque qué pasó, y es aleccionador, es muy iluminador este proceso espiritual. Por eso es que la Biblia está escrita, hermanos.

Why does God write the Bible and give it to us? It’s because as we read these events of scripture that happen hundreds and even thousands of years ago, we can extract, we can take out from them principles that are not limited to time or space. They are applicable to our own time and our own experience, so it’s not really important what happened ultimately in the past, what is important is the principles that are contained in that narrative that we can apply to our times. So when we go back to Esdras, chapter 4, we can see some principles there, how to act in times of crisis and opposition.

Aquí en el capítulo 4 de Esdras vemos lo que pasa cuando el pueblo de Dios fielmente comienza a construir el templo, porque el templo era importante para ellos, la adoración, y estaban escarmentados. Habían sufrido mucho por su olvido del templo y ahora quieren construir su templo, y miren lo que pasa. Dice, Capítulo 4, ellos comienzan a construir el templo y dice que:

“…oyendo los enemigos de Judá y de Benjamín que los venidos de la cautividad edificaban el templo de Jehová, Dios de Israel, vinieron a Zorobabel, el mismo Zorobabel al cual le profetiza Hageo, al gobernador, y a los jefes de casas paternas y les dijeron, edificaremos con vosotros porque como vosotros buscamos a vuestro Dios y a él ofreceremos sacrificio de los días, etc….”

Ellos vienen hipócritamente a decirles, déjenos trabajar con ustedes a construir el templo, pero lo que querían era espiar. Además eran impíos que no tenían la misma visión que tenían los hebreos y entonces el pueblo de Israel les contesta, en el versículo 3:

“… no nos conviene edificar con vosotros casa a nuestro Dios sino que nosotros solos la edificaremos a Jehová, Dios de Israel, como nos mandó el rey Ciro, rey de Persia…”

Ellos tienen buen deseo y dicen, no, déjennos a nosotros edificar la casa del Señor. Hermanos, las cosas de Dios deben ser hechas por el pueblo de Dios …. Yo le pido al Señor, Padre, bendice a tu pueblo, prospera a tus hijos de manera que nosotros no tengamos que ir a las autoridades financieras de afuera a pagarles dos veces, tres veces lo que cuesta el templo en intereses, para construir tu casa. Tu casa debiera tener gente que pudiera dar el dinero para construir tu templo. Y Dios quiere bendecir a su pueblo, Dios quiere prosperar.

Yo espero con la ayuda del Señor que según pasen los años, si Cristo no ha venido todavía, León de Judá se llene de gente prosperada por Dios, que sean fieles al Señor, que le den al Señor y que sus hijos prosperados y bendecidos puedan darle al Señor para cualquier necesidad para avanzar el Reino de Dios. Ese es nuestro deseo, que esta comunidad sea prosperada y bendecida porque Dios es un Dios de bendición y que el pueblo de Dios sea llenado de toda provisión para que en la casa del Señor no falta nada y nosotros mismos podamos hacer la obra de Dios y no tener que estar dando nuestro dinero, el dinero de Dios a los impíos y a los inconversos, porque nosotros podemos hacerlo nosotros mismos.

Entonces, pero ¿Qué pasa? Como esta gente, mire, cuando el pueblo de Dios trata de hacer algo, hermanos, el diablo se molesta y siempre pone oposición. Cuando hay algo que va a bendecir el Reino de Dios le aseguro que activan enseguida algún diablito que está por allá durmiendo y le dicen, tírate encima de ese cristiano y hazle la vida imposible para que no avance.

Una hermana me decía hace poco, estoy sirviendo al Señor y desde que traté de servir al Señor de una vez me vino la oposición. Le dije, ese es el mejor indicio de que usted está en los caminos de Dios correctamente. Porque cuando queremos servir a Dios enseguida el diablo comienza a menear la cola, molesto, y viene un forcejeo a ver si tu te vas a dar por vencido. Y lo que uno tiene que hacer, como dice el escritor de Efesios, Capítulo 6, ¿Qué tenemos que hacer? Pararnos firmes y ponernos la armadura de Dios, dice, para que habiendo pasado el día malo estemos firmes y habiéndolo acabado todo estemos firmes.

Este es un tiempo para ponerse toda la armadura de Dios y para llenarse de la palabra de Dios. Este es un tiempo para que ustedes y yo estemos más que nunca metidos comiendo Biblia a todo lo que da. Llorando y ayunando para que el Señor fortalezca nuestra emociones, nuestra mente porque son tiempos difíciles y tenemos que estar plantados en la palabra del Señor para pelear.

Mire, qué pasa cuando vienen tiempos de dificultad, de crisis. Lo que usted tiene que hacer es arroparse con la bendición y la palabra de Dios y que rujan las ventanas, y que el huracán pasa y después cuando ya todo haya pasado usted abre la ventana otra vez y están los pajaritos cantando y usted vuelve otra vez a la vida normal.

Pero el diablo siempre va a atacarnos, cuando queremos hacer algo por Dios, mire, viene la oposición y si usted no sabe pelear en el espíritu le van a pasar por encima. Por eso es que el pueblo de Dios tiene que estar entendido en el arte de la guerra espiritual y de la palabra profética de Dios

La construcción de ese santuario que nosotros queremos hacer allí sería para que ahora mismo yo cogiera todos los planos y los cerrara y los mandara guardar en una bóveda del banco y dijera, voy a esperar a que pase todo esto antes de volver a pensar en la construcción de un templo. Este es el peor tiempo para nosotros estar, no es el tiempo como dice, aquí en Hageo, no es el tiempo y uno podría decir, no es el tiempo para continuar con la construcción.

Nosotros tenemos sin embargo, un reloj que está marcando de parte del gobierno de aquí de la ciudad y del estado, que nos obliga a continuar con el plan de construir este santuario. En algún momento vamos a hablar un poco más acerca de eso. Porque es lo que le digo, yo creo que esto está implicado en esto. Estamos viviendo tiempos proféticos, hermanos, y yo podría ahora mismo si fuera un hombre prudente, yo diría, vamos a detener esto, pero ¿saben qué? hay momentos en que hay que ser loco en el Señor, y hay que ser profético, y hay que decir, aunque no sea el mejor tiempo, aunque haya dificultad vamos a creer que Dios va a hacer un milagro, y Dios va a bendecir a su pueblo.

¿Saben qué? cuando Hageo le predica al pueblo de Dios vamos reconstruir el templo, hay crisis económica en el pueblo, hay crisis económica y por eso la gente está diciendo, no ha llegado el tiempo de construir el templo. Y el Señor le está diciendo, ustedes dicen que no ha llegado el templo pero yo veo las cosas diferentes. Mediten sobre sus caminos y entiendan bien por qué está pasando lo que está pasando más bien.

Y entonces hubo oposición de parte de esta gente y le escribieron una carta al rey acusando a los judíos de estar construyendo el templo sin autoridad. ¿Saben qué? ellos no han sacado los permisos así que cancélenle la construcción. Ellos le escriben al rey Artajerjes, creo que es, o uno de esos reyes, no importa cómo se llame tanto, pero le escribieron una carta, interesantemente, cuando Neemías trató de construir el muro pasó lo mismo también, vino oposición. Los adversarios le escribieron una carta al rey.

Dicen, entonces, mire, el versículo 4:4, “… el pueblo de la tierra intimidó al pueblo de Judá y lo atemorizó para que no edificara, sobornaron además contra ellos a los consejeros para frustrar sus propósitos, todo el tiempo de Ciro, rey de Persia, y hasta el reinado de Darío, rey de Persia. En el reinado de Asuero, en el principio de su reinado escribieron acusaciones contra los habitantes de Judá y de Jerusalén, mandaron carta de Jerusalén a Persia para decirle al rey, no permita que esta gente construya el templo…”

¿Por qué? Mire la acusación que le hacen, después vean esos Capítulos, pero en el versículo 16 Capítulo 4 dice, “… hacemos saber al rey que si esta ciudad fuere reedificada y levantados sus muros, la región de más allá del río, es decir, Jerusalén e Israel, no será tuya…”

¿Sabe qué pasa, hermanos? Que el diablo sabe que cuando la iglesia se pone de pie y comienza a establecer su presencia en la ciudad con templos gloriosos y con adoración poderosa, el diablo sabe que esa ciudad ya no va a ser de él, que los vecindarios van a comenzar a ser bendecidos, la gente va a comenzar a convertirse, la bendición va a venir, los demonios van a tener que ceder su agarre.

Y por eso en este tiempo en que yo creo que Dios quiere restaurar a Nueva Inglaterra y poner su bandera de nuevo en Nueva Inglaterra el diablo está forcejeando y resistiendo porque él no quiere que haya avivamiento en Nueva Inglaterra. Y solamente por medio de una guerra espiritual, esta región va a ser reconquistada para Cristo. El Señor dice que cuando usted quiere saquear la casa de un hombre fuerte, a menos que usted no lo ate primeramente usted no puede saquear su casa. Y el diablo no va soltar lo que él tiene, el diablo va a forcejear y va a tratar de impedir que las cosas de Dios se hagan.

El Señor Jesucristo dijo, el reino de los cielos, desde los tiempos de Juan el Bautista, el reino de los cielos avanza con fuerza y los valientes lo arrebatan. Es la única manera, el Reino de Dios siempre avanza en modalidad de guerra porque el diablo nunca quiere que el Reino de Dios avance, porque el Reino de Dios está en contra de él, de su ocupación ilegítima en la tierra. Y cuando el Reino de Dios avanza es peleando contra el imperio de Satanás, y por eso nadie crea que va a hacer algo significativo para Dios a menos que no sea primero con un forcejeo. Ahora, nunca forcejee directamente con el diablo, forcejea a través de la palabra de Dios, de los principios de Dios y con las armas del Evangelio, de la palabra de Dios.

Pero esta gente sabía y le decía al rey, si ellos erigen su templo se van a poner fuertes y ya no te van a servir, y eso es lo que el enemigo sabe y no quiere que el pueblo de Dios se fortalezca y que ocupe terreno y que se ponga fuerte y que tenga sus planta física y que crezca y que tenga… Satanás no quiere que esta iglesia crezca. Satanás no quiere que esta iglesia tenga un lugar más amplio para que pueda venir más gente, que podamos hacer más cosas. Él quiere una iglesia pequeñita, metida en un espacio de 20 por 20, la gente allí sentados unos encima de los otros alabando al Señor, como yo veo, a veces tantas iglesitas.

Cerca de nuestra casa hay una iglesia preciosa brasilera, son gente que aman al Señor, yo los veo siempre pintando el pedacito que tienen alquilado y hacen todo lo que pueden y siempre los veo con algo nuevo que están haciendo, cada vez que paso por ahí, lo que pasa es que soy un pendenciero, siempre mirando a ver qué es lo que están haciendo cuando estoy doblando para ir a nuestra casa, siempre puedo estar y miro por ahí a ver qué están haciendo. Es una iglesia linda pero tienen un templo alquilado y hace poco le pusieron allí la calle nuestra se convirtió solamente para residentes y todos los espacios donde podían estacionarse, ahora ya no pueden estacionarse, la iglesia ha mermado muchísimo. Y yo digo, caramba, lo que esa iglesita necesita es un buen templo, donde ellos puedan adorar al Señor y servir al Señor, y ¿saben qué? desgraciadamente esta ciudad y esta región está llena de templos muertos, vacíos, con una o dos gente allí asustada, metido, muriéndose y una palabra aguada, diluida y pidiendo que el pueblo sea alimentado y que haya crecimiento.

Porque el diablo no quiere que las iglesias vivas, avivadas, llenas del Espíritu Santo tengan sus templos. Y han cantidad templos en Nueva Inglaterra hoy en día que no tienen la palabra de Dios y yo le pido al Señor, Señor, has algo, una redistribución masiva porque las iglesias necesitan sus lugares para fortalecer a sus pueblos. Yo le doy gracias al Señor por la bendición que nosotros tenemos, dos edificios, cada vez que yo llevo gente al nuevo edificio allá, se quedan boquiabiertos. Esos negociantes que le dieron a Samuel los dos mil dólares, o al centro de recursos académicos, los llevé por allá, tres o cuatro de ellos, hermanos, el asombro de ellos, de lo que está iglesita ha podido hacer allá, se quedaban boquiabiertos. Y ahora quieren traer a otros más para que le enseñemos el templo, lo que hemos hecho aquí. Estos dos edificios los hemos hecho a pulso, pulseando con Satanás y con las circunstancias. Si nosotros hubiéramos esperado a que todo estuviera bien y que las cosas estuvieran color de rosa, nunca hubiéramos hecho nada.

Porque es que a Dios hay que glorificarlo cuando las cosas no te van bien. Esos son los tiempos para que el pueblo de Dios se crezca y haga lo que tiene que hacer, hermanos. Y ahí es donde uno aprende verdaderamente a confiar en el Señor, que Dios es fiel, que Dios nos saca de los aprietos, que cuando viene la carencia siempre podemos decir, nada me faltará porque el Señor está conmigo en el valle de la sombra de muerte. No temeré.

Cuando viene las pruebas es cuando el pueblo de Dios más debe pintarse la boca bien y ponerse colorete en los cachetes y seguir adelante y celebrar al Señor. No es tiempo para deprimirse, hermanos, no es tiempo para estar llorando allí como si no tuviéramos un Dios todopoderoso.

El pueblo de Dios se dejó intimidar, mandaron las cartas y el rey mismo dio la orden de que se detuviera la obra. Pasaron 18 años y el pueblo ahí aplatanado sin construir el templo. Y miren lo que pasa, vayamos al versículo 23, entonces, versículo 24 dice:

“…. Entonces cesó la obra de la casa de Dios que estaba en Jerusalén y quedó suspendida hasta el años segundo del reinado de Darío, rey de Persia….”, que es cuando comienza nuestra historia en el libro de Hageo, una larga gira, pero ahí llegamos pero hemos aprendido un par de cositas en el camino. ¿Verdad que sí? Así es la palabra de Dios, es muy linda.

Entonces, miren lo que pase en el Capítulo 5, ahí mismo de Esdras todavía. Que lindo es el Señor, como una cosa se compagina con la otra, porque estamos leyendo historia no estamos leyendo cuentos de hadas. Capítulo 5, Esdras, dice.

“.. Profetizaron Hageo y Zacarías, hijo de Ido,…” ahora estamos donde estábamos en Hageo, “… ambos profetas a los judíos que estaban en Judá y en Jerusalén en el nombre del Dios de Israel quien estaba sobre ellos. Entonces se levantaron Zorobabel…”

¿Recuerdan a Zorobabel? Un nombre difícil de no recordar, “… hijo de Salatiel y Josué, hijo de Josadat, y comenzaron a reedificar la casa de Dios que estaba en Jerusalén y con ellos los profetas de Dios que les ayudaban…”

Que lindo. Y ¿saben qué? Ya decidí, voy a terminar dentro de unos 7, 8 minutos, digan gloria a Dios todos. Y voy a seguir el domingo que viene si Dios me permite, porque esto es bello, esto es muy lindo, todo lo que Dios tiene para nosotros allí. Pero, yo creo que lo que Dios nos está diciendo es precisamente eso, no te amedrentes. Dile a tu hermano ahí al lado, no te amedrentes. Dile así, no te amedrentes.

Do not fear. Don’t be afraid. Don’t let yourself be intimidates, do not be intimidates.

No te amedrentes cuando vengan los problemas, las dificultades. Si Dios ha puesto algo en tu corazón concibe un sueño para el Señor y no te amedrentes. No dejes que el enemigo, no dejes que el diablo, no dejes que la circunstancias, no dejes que la gente y sus murmuraciones, que no conocen al Señor, te amedrenten y te quiten la mirada de Dios que te ha dicho, yo soy fiel, yo estaré contigo dondequiera que tu vayas. No temas, solamente esfuérzate y sé valiente porque yo estaré contigo, yo te he entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies, dice el Señor.

Esa es la palabra de Dios, hermanos, para los que creen. Entonces, cesó y ellos escucharon la palabra del Señor. Dice entonces en el versículo 5:3, “… en aquel tiempo vino a ellos Tatnai, gobernador del otro lado del río y Setarboznais, su compañero y le dijeron así, ¿Quién os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros?

Fíjense que interesante. Ellos comenzaron a construir y dijeron, ¿saben qué? a pesar de esa orden del rey nosotros vamos a comenzar a construir, ya bregaremos con eso cuando llegue el momento. Hay que ser atrevido en el Señor a veces. No estoy diciendo que rompan, que quebranten la ley, pero en este caso ellos lo hicieron así. Había una orden de 18 años emitida por otro rey que decía, no pueden seguir construyendo. Cuando vino la palabra de Dios y la palabra profética de Dios, ellos se llenaron de, porque hay que creerle al Señor, la palabra de Dios rompe estructuras. Cuando usted recibe una palabra de Dios vaya al banco con ella, porque esa palabra es una llave mágica que abre la puerta de la misericordia y la bendición de Dios. Y ellos dijeron, si Dios nos ha dicho esto, nosotros vamos a lanzarnos en el nombre del Señor.

Todo lo que yo le digo al Señor, Padre, es tu voluntad que ese templo se construya, porque si es tu voluntad no importa lo que pase, eso se va a construir. Lo único que importa en su vida es que Dios le ha hablado. Si Dios le ha hablado, tírese encima de los dragones, lo que sea y siga para adelante porque el Señor está con usted. Dios le va a abrir puertas, usted no sabe cómo pero él lo va a hacer. Tírese en el nombre del Señor.

If God has spoken the word to you, if you’re sure of the word that God has given you and you’re sure that you’re acting within the spirit of God and his will, go for it. Do not be afraid, do not be intimidates. Whatever comes out of the mouth of the Lord, you can go to the bank with it. You can believe that you’ll be blessed. It doesn’t matter how difficult the circumstances are, it doesn’t matter how adverse the situation around you, how many people you have in opposition, you just go, keep walking in the name of the Lord and let your faith break through the mountain. You’ll come to other side. We have to believe in the word of the Lord.

En este caso ellos tenían la oposición del rey mismo de Persia, y ellos comenzaron a construir. Claro, ¿Qué pasó? Otra vez los denunciaron, le preguntaron quién os ha dado orden para edificar esta casa y levantar estos muros, versículo 3. “….ellos también preguntaron, cuáles son los nombres de los hombres que hacen este edificio….” Guau, eso le mete miedo a cualquiera.

“… más los ojos de Dios estaban sobre los ancianos de los judíos…”

Cuando usted está haciendo la voluntad del Señor, hermanos, los ojos del Señor están sobre usted, y la bendición de Dios vendrá tarde o temprano vendrá. No le tema al diablo, no le tema a las circunstancias, es más no le tema ni aún a su propio corazón, no le ponga atención a los gritos de su carne y diga, yo voy a hacer lo que me dice la palabra de Dios. Porque hay muchas cosas que las tenemos que hacer contra nuestra propia carne y nuestra propia mente. Y a veces cuando estemos dando pasos de fe todo dentro de nosotros va a estar diciendo, te vas a morir, te van a dar, te van a encarcelar. Usted tiene que seguir hacia adelante en el nombre del Señor. De pasos de fe. No se deje llevar por las emociones. El que se deja llevar por las emociones no hace nada.

Nosotros no vivimos por emociones, vivimos por lo que ha salido de la boca de Dios, que Dios ha declarado, los principios de la palabra de Dios. Tenemos que vivir conforme a principios. Hermanos, es tiempo de que el pueblo de Dios aprenda a vivir conforme a la palabra de Dios, el radar de Dios, el mapa de Dios, no lo que le dice su mente o sus emociones. Dios quiere levantar un pueblo aguerrido, por eso es que a veces permite que vengan los gigantes a perseguirnos para que aprendamos lo que es la guerra. Si todo le va bien al pueblo de Dios nunca desarrolla músculos espirituales.

¿Usted sabe cuando es el tiempo para crecer? Tiempos cada este. Cuando está la prosperidad, olvídese, porque nadie crece porque todo está bien, pero cuando hay prueba y usted tiene que poner en práctica la palabra de Dios ahí es donde se crece y después cuando usted tiene sus medallas, se sienta en su casa a tomarse un cafecito y recuerda, esa me la gané yo en tal fecha y usted entonces está preparado para la próxima batalla, y usted tiene autoridad para hablar y testificarle a otros de las proezas de Dios.

Hay gente que no puede testificar de Dios porque no han experimentado la victoria en la guerra. Y Dios permite a veces que venga la guerra a nuestra vida para que creemos corazón de guerreros, hermanos, para que podamos profetizarle a otros y evangelizar a otros y consolar a otros, y animar a otros y darle gloria al Señor siempre en nuestra vida.

Entonces, ellos hicieron cesar la obra y entonces los hebreos mandaron una carta al rey, mandaron una carta, fíjese Dios les dio inteligencia para que recordaran la orden original que había dado Ciro hacía décadas atrás donde Ciro, otro rey de Persia, había dado una orden de que los judíos pudieran edificar su templo, y ellos recordaron eso. Usted ve, hermano, cuando usted está haciendo la voluntad de Dios viene iluminación, viene sabiduría, viene inteligencia y Dios le permite entonces encontrar la ranura por donde usted puede salir al otro lado.

Eso es lo que yo he creído, que cuando yo estoy en la voluntad de Dios, Dios me va a dar sabiduría para yo salir adelante, cualquier prueba, cualquier dificultad. Eso es lo que tenemos que pedir, Señor, danos sabiduría. Ayúdanos a estar tan llenos de tu Espíritu Santo que cuando venga el problema mi mente reciba iluminación tuya y yo sepa por dónde ir adelante. Eso es lo que tiene el hombre, en estos tiempos de prueba y de carencia económica hay una solución para tu problema económico y si tu estás lleno del espíritu de Dios y estás haciendo la voluntad de Dios, Dios te va a dar esa sabiduría para que tu puedas ir adelante y darle el pan a tu familia, comida a tu familia y no necesites ir a estar mendigando por allí.

Yo siempre digo, Señor, ayúdame a estar en tu voluntad para que yo pueda recibir la sabiduría que yo necesito para continuar haciendo tu voluntad y prosperar en medio de la dificultad.

Dios les dio sabiduría a los judíos y ellos mandaron una carta diciendo, Ciro, que es autoridad en Persia, hace décadas atrás dio una orden de que este templo se construyera. Busquen en los registros, busquen en los records legales de Persia y ustedes van a encontrar esa carta allí. Y si esa carta está allí, esa carta tiene superioridad sobre la orden actual, esa carta es un documento legal y ustedes están comprometidos a dejarnos construir nuestro templo.

Fíjense, cómo el Señor les dio sabiduría. Y no tengo tiempo para leerlo todo, mire lo que dice el Capítulo 6:

“…Entonces el rey Darío dio la orden de buscar en la casa de los archivos, donde guardaban los tesoros allí en Babilonia, y fue hallado en Acmeta, en el palacio que está en la provincia de Media, un libro en el cual estaba escrito así…”

Guau, yo me siento como que voy a violar mi promesa de 5 minutos porque esto es bello. Esto es bello. Dice, encontraron allí, se encontró el documento legal y dice, “….memorias, en el año primero del rey Ciro, el mismo rey Ciro dio orden acerca de la casa de Dios la cual estaba en Jerusalén para que fuese la casa reedificada como lugar para ofrecer sacrificios y que sus paredes fuesen firmes…”

Hermanos, las paredes del templo de Dios tienen que ser firmes, los fundamentos del templo de Dios tienen que ser fuertes, firmes. La casa del Señor tiene que ser bien hecha, que su altura de 60 codos y de 60 codos su anchura, y 3 hileras de piedras grandes, y una de madera nueva y que el gasto sea pagado por el tesoro del rey y también los utensilios de oro y de plata de la casa de Dios, los cuales Nabucodonosor, sacó del templo y los pasó a Babilonia, sean devueltos y vayan a su lugar al templo que está en Jerusalén y sean puestos en la casa de Dios.

Hermanos, cuando el pueblo de Dios se pone los pantalones y le cree al Señor y se llena del poder de Dios, el diablo tiene que soltar todo lo que ha agarrado y aún el hombre, las autoridades seculares tienen que darle al pueblo de Dios lo que necesita para llevar a cabo la obra de Dios.

Cuando estos hebreos se atrevieron a creerle a Dios y se pusieron a la obra, Dios dio la solución. Y no solamente eso, sino que se encontró allí que Ciro había dicho que se pagara el costo de la construcción del templo.

Y mire esto, tiene usted que leerlo antes de irse. Entonces cuando el rey, como se llame, encontró la carta dio una orden, mire lo que dice en el versículo 6:

“… dio una orden, dice, ahora pues Tatnai, gobernador del otro lado del río, Setarboznai, etc., dice, dejad que se haga la obra de esa casa de Dios, que el gobernador de los judíos y sus ancianos reedifiquen esa casa de Dios en su lugar y por mí es dada orden de lo que habéis de hacer con esos ancianos de los judíos, para reedificar esa casa de Dios, que de la hacienda del rey que tiene del tributo del otro lado del río, sean dados puntualmente a esos varones los gastos para que no cese la obra…”

Gloria al Señor. “…. Y lo que fuere necesario, becerros, carneros y corderos para holocaustos al Dios del cielo, trigo, sal, vino y aceite, conforme a lo que dijeron los sacerdotes que están en Jerusalén, les sea dado día por día sin obstáculo alguno para que ofrezcan sacrificios agradables al Dios del cielo y oren por la vida del rey y por sus hijos…”

Guau. Gloria al Señor. Hermanos, saben, Dios quiere que estas autoridades, nosotros estamos diciendo, oh estas autoridades no son creyentes. Miren, estos reyes eran de lo más sanguinarios que ha habido en toda la historia y a esos reyes los puso Dios a bendecir al pueblo de Dios para construir su templo, y les dice y oren por nosotros, por si acaso.

Dios quiere un día que la iglesia, hermanos, tenga esa autoridad, que los gobernadores y los reyes, y los presidentes verdaderamente, no ceremonialmente le pidan a los cristianos que oren por ellos, que los bendigan. Ese rey, dice el versículo 11, “….y por mí es dada orden que cualquier que altere este decreto se le arranque un madero de su casa y alzado sea colgado en él. Y su casa sea muladar por esto, y el Dios que hizo habitar allí su nombre destruya a todo rey y pueblo que pusiera su mano para cambiar o destruir esa casa de Dios la cual está en Jerusalén. Yo, Darío, he dado el decreto, sea cumplido prontamente….” Gloria al Señor.

Que bella es la palabra de Dios. Hermanos, todo eso viene cuando se le cree a Dios, todo eso viene. Las circunstancias eran penosas, terribles, trágicas, imposibles, no se podía, pero vino la palabra de Dios, vino la palabra profética. Hermanos, yo creo que yo estoy, hoy estoy predicando en el poder y la autoridad profética de Dios y esta palabra yo la estoy predicando para decirle a Satanás, suelta tus manos de este proyecto, en el nombre de Jesús y que sea dada orden a quien quiera que la necesite recibir para que esa casa se construya en el nombre de Jesús y para gloria de él.

Y se necesita un pueblo que le crea al Señor, hermanos. Yo les he dicho que Dios les está quitando a ustedes la grasita de bebé y quiere ponerles a ustedes cuerpo de hombres y mujeres del espíritu. Dios quiere un pueblo, hermanos, déjenme decirles, Dios está bregando con León de Judá, los tiempos de jugar a niños se pasaron ya y esta iglesia va a tener que aprender a ser iglesia o algo va a pasar. Tenemos que ir ahora de niños a hombres y mujeres de Dios. Esta iglesia, tenemos que dejar de hablar, hablar, y tenemos que poner nuestra vida donde está nuestra boca. Tenemos que aprender a vivir como guerreros y guerreras. Tenemos que poner nuestra vida sobre la mesa del sacrificio y decirle, Señor, vivimos para ti, nuestra vida es para ti, nuestro dinero es para ti, nuestro tiempo es para ti, nuestros talentos son tuyos, nuestras casas son tuyas, nuestros trabajos son tuyos.

Nosotros tenemos un lugar no construido por mano de hombres y eso es donde está nuestro afecto. Un día usted podrá vivir en mansiones de inmenso tamaño uy provisión, pero ahora aquí en la tierra, mientras usted pueda aquí, trabaje para el Señor y avance en el nombre de Jesús. De su vida al Señor, recuerden el mensaje del domingo pasado, inviertan donde polilla no corrompe, donde ladrón no roba. Ahí invierta, ponga su tesoro allí porque donde esté su tesoro estará su corazón. Viva como un hijo de Dios, viva como un hombre, una mujer del Reino de Dios, no viva con un pie en el mundo y otro pie en el Reino de Dios, viva con los dos pies en el reino del Señor, en la palabra de Dios. Usted o es o no es, usted o vive conforme a la palabra del Señor o sálgase del Evangelio, hermano. Créale al Señor. Dios quiere una mente renovada en el pueblo de Dios, les digo, en el nombre de Jesús Dios quiere renovar nuestra mente en este tiempo. Dios está haciendo algo diferente en un tiempo diferente. Hay que cambiar de manera de pensar, hay que cambiar de corazón, hay que cambiar de mentalidad, hay que cambiar de actitud y disposición.

Dios quiere hombres y mujeres llenos del Espíritu Santo, hombres y mujeres que sepan caminar como un ejército bien formado. Por esos sermones sobre autoridad. Dios se los dio a ustedes y me lo dio a mí porque Dios le está diciendo a la congregación León de Judá, aprendan a caminar como soldados y guerreros que saben ceñirse a la autoridad de Dios y de sus autoridades espirituales.

Dios está preparando esta iglesia, le está hablando a esta iglesia. Lo que estamos predicando es palabra profética de Dios y esa palabra va a abrir cosas, hermanos y va a desatar cosas. Es tiempo de entrar a la madurez ahora, es tiempo porque Dios quiere bendecirnos, Dios quiere cosecha para su pueblo pero no se la va a dar a un pueblo indolente y tibio. Oh, hermanos, si usted quiere recibir la bendición de Dios póngase las pilas, póngase la armadura de Dios y reciba la palabra de Dios porque en esa palabra hay bendición.

Vamos a ponernos de pie, hermanos y vamos a darle gloria y honra al Señor. Pídale al Señor que meta esta palabra en lo profundo de su corazón en esta mañana. Y haga un propósito en su vida de caminar como un hijo y una hija de Dios que traiga alegría al corazón del Padre. Entregue su vida al Señor, entregue su tesoro al Señor. Para Dios no hay difíciles, no hay imposibles, para Dios todo es posible y fácil.

En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús pedimos ahora mismo que los principios del Reino de Dios se apoderen de nuestra mente. Padre comienza conmigo, Señor.

Begin with me, Father. I pray that you will change my heart, my mind, my spirit, my outlook, Lord, and make me what you want me to become, Father, the leader that you want me to become, whatever it is that you want us to do, Father. Conform us to you, conform our mind, conform our spirit to you, Father. We need you.

Queremos cambiar, queremos ser diferentes, queremos ser tu pueblo guerrero, Padre, queremos saber cómo lidiar con las ataduras y los obstáculos del enemigo. Danos el poder, Señor porque tu prosperas a tus hijos en medio de tiempos difíciles. Oh, Señor, tenemos la victoria.

We have the victory, Father. We have the weapons, the weapons of our warfare are not of the flesh, they’re weapons of warfare in the spirit, they’re weapons of light, they’re weapons of truth, of goodness.

Las armas de nuestra milicia no son carnales, dice el Señor, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas. Oh, Señor aviva a tu pueblo, renueva tu pueblo, llénanos con el poder del Espíritu Santo, Señor. Renueva nuestra mente, danos un corazón guerrero, Señor. Danos un corazón que sepa cómo despojar el reino del enemigo, Señor, y traer vidas al conocimiento de Jesús. Te adoramos, Señor, te bendecimos y te exaltamos en esta mañana. A ti Señor sea la gloria y la honra.

Dele gloria al Señor. Comprométase ahí, hermano, hermanas, comprométase en esta mañana a ser un hombre, una mujer de Dios. Comprométase a vivir, arrepiéntase de la tibieza, arrepiéntase de una mente dividida, una mente dividida no agrada al Señor, nadie puede conseguir nada con una mente dividida. No crea el que piensa así que recibirá nada del Señor, dice el Apóstol Santiago, renueva nuestra mente, Padre. Renueva congregación León de Judá, levántate un pueblo atrevido, guerrero, escandalosamente valeroso, atrevido, Señor. Oh, Padre, límpianos, límpianos, purifícanos, purifícanos.

Gracias, Padre, gracias. Nos comprometemos, Señor, Padre, que esta palabra ni una sola letra de ella caiga a tierra, Padre, ni regresará a ti vacía, lo creo. Gracias, Padre. Te adoramos, te bendecimos. Despide a tu pueblo en paz, Señor en esta mañana, y dale una semana de bendición y de éxito y de triunfo, Padre. Provéele a tu pueblo, Señor, provéele a tu pueblo y bendice a tu pueblo. Te damos gracias en el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Gloria al Señor.

Hermanos, les bendigo en el nombre del Señor, salude a su hermano e infúndale ánimo. Váyanse con la paz del Señor, nos vemos si Dios permite el próximo domingo o miércoles. Que la gracia del Señor sea con ustedes. Están bendecidos.