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Quiero presentarle a la Dra. Emma de Sosa, denle un gran aplauso a ella. No voy a hacer demasiado extendido, las mujeres han sido bendecidas en este fin de semana con su presentación extraordinaria, su espíritu, su sentido del humor, complejidad de presentación, muchas cosas bellas que yo sé que ustedes, los que no la escucharon ayer, van a tener oportunidad de constatar por su propia cuenta. Es un gozo verdaderamente tener a nuestra hermana que viene de Honduras, con su esposo, así que los hondureños y los centroamericanos están de fiesta hoy, que bueno. Eso me da gran gozo, gran alegría y yo sé que ella tiene una palabra para nosotros.
Desgraciadamente sus libros se le terminaron ayer y todas las cosas que trajeron, así que fue como que una plaga de langostas descendió sobre lo poco que trajeron. Pero yo sé que vamos a tener otra oportunidad en un tiempo no muy lejano para que ella nos continúe bendiciendo con lo que Dios le ha dado. Así que hermana, sea bendecida y bienvenida. Amen.
¡Aleluya! Es bueno estar en medio de la congregación de los santos. Yo lo voy a incomodar un poquito. Que tal si se pone en pie un momentito y levanta sus manos. Sabe que nosotros somos árboles de justicia, plantío de Jehová. Usted es un árbol, el árbol de vida está en usted. Así es que mueva sus ramas, mueva el árbol que usted es, ¿verdad? Las hojas son para sanidad a las naciones, así es que en sus manos hay sanidad. Mueva sus ramas y declare la bendición de Dios sobre este lugar, la presencia del Señor está aquí. Él es bueno, él es maravilloso. Adoramos al que vive, al eterno, al todopoderoso, al león más joven de la tribu de Juda. A él lo adoramos, lo bendecimos, lo exaltamos. A Jehová Shammah, el que siempre está presenta. Jehová Rohi el príncipe de los pastores, a Jehová shalom, el Dios de paz, lo bendecimos. Jehová, Tsidkenu, Dios nuestra justicia, lo bendecimos. Jehová, Tsidkenu, oh te bendecimos, Jehová, Sabaot, Dios de guerra, te bendecimos, Dios y declaramos que tu eres Señor en este lugar. Yo te bendigo amado hermano, tu que estás aquí, tu que escuchas por Internet sea la extremada bendición de Dios sobre tu vida. Que este sea un día que marque en tu calendario un antes y un después, que hoy puedas ser extremadamente bendecido a través de la palabra del Señor.
Sabes que la palabra del Señor puede ser como martillo que quebranta la roca, pero también puedes ser como una espada poderosa, más filosa que una espada de dos filos que penetra como una daga que puede penetrar tu corazón para separar lo que es del alma y lo que es del espíritu, una espada que penetre hasta los tuétanos y que hoy, hoy pueda ser definitiva para ti. Así es que abre tu espíritu, abre tu corazón para escuchar la palabra. No digas la palabra es para el que no vino, es para ti que estás aquí.
Así es que yo te bendigo y declaro que tienes un espíritu receptivo, un espíritu enseñable para recibir la palabra del Señor. La palabra es medicina a tus huesos. Tu puedes recibir sanidad hoy a través de la palabra. La palabra es viva y eficaz, trae vigor.
Sabes, Jesús dijo, mis palabras son mi espíritu y son mi vida. Así es que yo creo que tu hoy recibes vida del espíritu y eres vivificado a través de la palabra. Puedes sentarte, mi amado. Muchas gracias.
Brenda recibió al Señor ayer y es una extremada bendición, no solo para Mary Santiago, sino para todos nosotros, ¿verdad? Mary se va para Ocala, pero ella queda aquí muy bien ubicada. Y Anthony es el esposo de Brenda y yo sé que esta familia va a comenzar a caminar en los pasos firmes del Señor. Yo los bendigo de todo corazón.
Yo quiero que abran su Biblia conmigo un momentito en el Libro de los Hechos en el Capítulo 3. Mire, el Señor es maravilloso y tenemos un Dios muy eficiente que en 20 minutos vamos a llegar a donde Dios quiere que lleguemos. ¿Verdad? La unción es eficiente. Amen.
Si usted puede quedarse más yo no tengo problema, yo puedo estar aquí mientras esté hablando la palabra del Señor, yo puedo estar hasta el amanecer. Yo no tengo problema. Sabe, cantidad de veces yo me he parado a predicar sintiéndome mal de salud, y cuando yo comienzo a hablar la palabra, y yo me olvido de todo y cuando me bajo digo, ¿y qué pasó? Se me alivié, se me fue la fiebre, me sanó y todo.
Nosotros tenemos allá un dicho, en nuestra congregación, que lo primero que se convierte cuando llega la gente a la iglesia es el reloj y la cartera, o la billetera, porque nosotros sabemos cuando empezamos pero nunca cuando terminamos. Y la billetera se tiene que convertir, ¿verdad? Porque cuando tu das el corazón al Señor lo de menos es darle la billetera. Pero bueno, no voy a pedirles su billetera hoy. No se preocupen.
Vamos a ir a Hechos, Capítulo 3, yo creo que es una Escritura con la que todos estamos muy familiarizados y espero que Dios nos hable en este día. Vamos a leer del verso 17 en adelante.
Dice, “… más ahora hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho como también vuestros gobernantes…”
Están hablando de haber crucificado a Cristo. “…. Pero Dios ha cumplido así lo que había antes anunciado por boca de todos sus profetas. Jesucristo había de padecer…”
Verso 19 que nos concierne mucho en este día, “… así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio y él, verso 20, envía a Jesucristo que os fue antes anunciado, verso 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de su santos profetas que han sido desde tiempo antiguo….”
Vamos a ver, yo quiero, un poquito ilustrar el verso 19. Aquí está el Apóstol Pedro hablando acerca de las cosas que han ocurrido después de la muerte y resurrección de Cristo y está estableciendo una verdad. Dice, “…así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados y venga de la presencia de Señor tiempos de refrigerio…”
Hay una diferencia entre estar arrepentido y estar convertidos. ¿Cuántos lo saben? Saben que muchas congregaciones están llenas de gente arrepentida, pero que no se ha convertido. Arrepentido es que tu te dueles de la vieja manera de vivir, te duele por las cosas que hacías que no eran correctas delante de Dios, el Espíritu Santo trabaja a través de la conciencia del ser humano. Todos nosotros tenemos una conciencia. La conciencia es tocada por el Espíritu Santo a través del espíritu humano y muchas veces aún cuando tu no conocías al Señor, hacías cosas y tu decías, que me reprende la conciencia o me remuerde la conciencia, aunque no eras cristiano todavía, aunque no había reconocido a Jesús, tu sabías que estabas haciendo algo que no era correcto, porque el Espíritu Santo te estaba dando convicción a través de la conciencia. Y entonces cuando viniste al conocimiento del Señor porque fue activada tu medida de fe por la predicación del Evangelio, por la palabra de Dios.
¿Cuántos saben que todos tenemos una medida de fe? A todos se nos dio una medida de fe. Pero esa fe es activada en el momento de Dios cuando viene la palabra activa que produce en ti esa fe para escuchar y para creer. Yo recuerdo en mi vida que me habían hablado del Señor y yo no quería oír absolutamente nada. Me decían que él era la solución para mis problemas pero yo estaba totalmente sorda y ciega. No sabía pero cuando llegó el día, cuando llegó el momento, cuando llegó el de repente de Dios porque cada quien tiene una hora debajo del sol, y llegó mi día de salvación y llegó mi hora y llegó mi momento, fue como que cuando predicaron esa palabra, como que se me abrieron los ojos como que se me encendieron las luces, algo pasó, ¿verdad Brenda? Algo ocurrió y lo mismo que habías oído antes ahora lo oyes de una manera diferente, lo captas en tu espíritu, lo oyes con entendimiento, se activa algo dentro de ti, hacen el llamado y tu no sabes qué pasó pero tu vas allí y comienzas a llorar, comienzas a acordarte de todo lo malo que hiciste y empiezas a llorar y ay, Señor, y por qué, y mira. Bueno, viene toda una revolución ahí adentro, comienza a confrontarse la luz del Señor con toda la tiniebla que estaba dentro de nosotros. Y eso nos provoca un arrepentimiento, la conciencia nos hace entender que no estábamos caminando en el camino correcto, y nos arrepentimos delante del Señor.
Pero luego, cuando el espíritu de Dios viene a tu interior, a tu espíritu comienza a alumbrar desde adentor a todas las áreas de tu vida, a tu mente, tu alma, todo tu ser, con el propósito de que te conviertas. Ahora, convertirte a qué o a quién. A la naturaleza de Cristo. Nosotros estamos en este caminar para modelar al Señor. Nosotros, los seres humanos de la nueva creación somos la imagen y semejanza de Dios en la tierra. Por eso es tan importante que los padres en una familia, papá y mamá, caminen de acuerdo a la palabra de Dios, porque cuando tu caminas de acuerdo a la palabra de Dios, de acuerdo a la Biblia, de acuerdo a las Escrituras, de acuerdo al Espíritu Santo de Dios tu vas a ser el modelaje para tus hijos de quién es Dios. Los niños aprender acerca de Dios por lo que ven en sus padres. Sus padres, si son nacidos de nuevo, deberían de ser la imagen y semejanza de Dios en la tierra.
Entonces, estamos aquí, no solo para habernos arrepentidos sino para convertirnos. ¿Saben qué? Me imagino que aquí igual que en Honduras, en el ejército hay una palabra acerca de conversión, me imagino que en inglés es lo mismo, o en Estados Unidos es igual. Cuando alguien, un soldado, va marchando y luego dicen, conversión izquierda, y entonces tienes que cambiar de dirección. O sea hay una instrucción en el ejército cuando vas marchando, una conversión es que tu cambias de dirección. Entonces, yo venía caminando en los principios del mundo, en los principios naturales, en lo que había aprendido en la escuela, en el colegio, en las revistas, en la televisión, etc. Pero cuando vino el día en que la luz llegó y me alumbró, entonces me dice, conversión, y yo tengo que empezar a tomar decisiones y a someter mi voluntad a la voluntad del Señor para convertirme a la naturaleza de Cristo. Yo no puedo seguir un caminar en el Señor sencillamente habiéndome arrepentido. Necesito convertirme.
Y la palabra me dice que cuando yo me convierto, además de arrepentirme, vienen de la presencia del Señor tiempos de refrigerio. Los tiempos de refrigerio tienen que ver con la presencia y la llenura del Espíritu Santo.
Nosotros humanamente, en los trabajos, en la escuela, en el colegio, la universidad, uno dice, vamos a tener un break, o sea, un refrigerio, ¿verdad? Y tenemos de vez en cuando unos refrigerios, pero ¿saben qué? En la presencia de Dios hay plenitud de gozo y tu puedes vivir en un refrigerio continuo en medio de toda tribulación. Una cosa hermosa del Señor es que aunque la situación esté crítica, aunque las cosas estén pesadas, aunque las noticias estén dramáticas, tu puedes estar en refrigerio en medio de toda tribulación.
Sabes que cuando tu estás convertido y vives de verdad para el Señor, puedes estar en medio del infierno y vivir en el cielo, si me lo puedes entender. Es algo hermoso. Sabes, en nuestro país hemos estado pasando por muchas situaciones difíciles, tal vez si has leído en las noticias, ha habido asaltos, secuestros, cosas terribles, yo personalmente fui asaltada este año en el mes de marzo, me asaltaron con un arma, me la pusieron acá y me robaron la camioneta nueva que el Señor nos había provisto. Y una cosa es verla venir y otra es platicar con ella, ¿verdad? Cuando tu oyes, sí, oras así por las cosas pero mira, cuando yo, porque fue algo en un abrir y cerrar de ojos, cosas que aún de eso Dios tomó control. Mi esposo es un hombre muy saludable, es muy raro que se enferme pero cuando iba a venir a Boston se enfermó. No, no porque iba a venir aquí, no.
Pero en esa ocasión, en marzo, él se había torcido un tobillo jugando basketball, porque él es muy atlético ahí donde lo ven, y entonces se resbaló en una pelota, nuestro sietecito queriendo jugar con él, le tiró la pelota, él va caminado hacia atrás y se resbala y se golpeó la cabeza, pero también se torció el tobillo y bueno, se sentía muy mal, y en esa ocasión yo iba a ver a sus padres y normalmente él es que maneja y yo voy con él, pero yo tengo chofer de lujo, y me siento muy cómoda cuando él maneja, pero esa vez, de esas pocas y raras veces, yo iba conduciendo y fue bien tremendo, en un abrir y cerrar de ojos, no sé de dónde aparecieron los asaltantes y cuando yo voy a abrir la puerta me tienen puesta el arma y me empieza a insultar aquel hombre y a ordenarme que me pase al asiento de atrás porque querían llevarnos no sé dónde, a hacer qué se yo cuántas cosas con nosotros. Y yo no sé de dónde yo tomé la fuerza, yo estaba forcejeando con aquel hombre y él con el arma aquí, yo quería cerrar la puerta y él me la abría.
Bueno, pero finalmente, yo le tiré la llave del carro y le dije, aquí tienes el carro pero yo no voy contigo a ningún lugar. Pero, el asunto, yo no sé ni a qué hora se lo dije, ¿verdad? Yo después empecé a temblar, en el momento no, pero se llevaron la camioneta, cara, buena y todo pero en ese momento lo que importaba era que la vida mía no la habían tocado, todo estaba bien, aún pude sacar mi cartera, mi bolsa y estaba el teléfono y allí empecé a llamar a mi esposo. Pero lo que quiero decirte es que aún en medio de todo lo terrible que pueda pasar en un lugar, si tu vives en la dimensión del espíritu tu tendrás siempre refrigerio, aún en aquellas cosas que parecen negativas, que parecen malas, tu estarás en refrigerio.
Cuando yo ya volví en mí y comencé a meditar en todo lo que había pasado nunca reclamé, nunca me molesté, nunca me enojé, comencé a bendecir a los asaltantes y comencé a darle gracias a Dios. Señor, muchas gracias, Señor, muchas gracias. Gracias, gracias, gracias, fue como que empezó a brotar una gratitud hacia el Señor por su cobertura, por su cuidado, porque guardó nuestras vidas, por tantas cosas, estaba tan agradecida con el Señor. Y luego de eso, veo que siempre todas las cosas ayudan para bien, pero lo que quiero decirte es que aún en medio de las situaciones más difíciles tu puedes estar en refrigerio cuando tu te has convertido a la naturaleza del Señor.
Ahora, yo quiero ir un poquito más abajo, dice, esto es como una premisa para una promesa que está en el verso 20, dice, “… y él envía a Jesucristo que fue antes anunciado…”, obviamente esto es escrito después de que Jesucristo ascendió a los cielos, en el Capítulo 2 del libro de los Hechos, ya descendió el Espíritu Santo y llenó a todos los que estaban en el aposento alto, o sea, que no está hablando de la primera venida de Cristo, está hablando de la segunda venida del Señor Jesucristo. Dice, para que sea enviado Cristo que fue antes anunciado, pero está hablando de que él será retenido en los cielos, el verso 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas.
Si tu buscas en la nueva versión internacional o King James version, u otras versiones dice, a quien de cierto es necesario que el cielo retenga hasta la restauración de todas las cosas. Lo que está hablando es que el Señor Jesucristo ascendió a los cielos pero está retenido en los cielos y que su segunda venida, cuando él venga como Señor a recoger su iglesia será hasta el tiempo de la restauración de todas las cosas.
Y eso es lo que yo quiero dejar este día en su corazón. ¿Qué significa restauración? Restaurar es volver al modelo original. Cuando un artista tu le llevas y le dices, mire, quiero que me restaure este cuadro, o que me restaure esta estatua o esta escultura, ellos necesitan una fotografía de cómo era originalmente para poderla restaurar y dejarla igual como era.
Ahora, nuestro modelo original no es Adán, nuestro modelo original es Cristo el hombre de la nueva creación. Sí, hombre apláudalo, fuerte, así, déle a él el aplauso porque lo merece. Amen.
Tu modelo original es el hombre de la nueva creación, en el cual Dios pensó desde el principio y que lo creó a imagen y semejanza suya. Tu crees que cuando Dios formó a Adán del polvo de la tierra, Dios sabía que Adán iba a fallar. Claro, Dios es omnisciente, todo lo sabe y todo lo conoce. Ahora, tu crees que Dios ya tenía un plan alternativo para cuando el hombre fallara. Claro que sí, Dios sabía que tendría que enviar a su Hijo el que en el principio era el verbo, en el principio era la palabra pero luego en Juan 1 vemos que dice, en el principio era Dios o era el verbo, el verbo era con Dios y se hizo carne y habitó entre nosotros.
Dios tenía una alternativa, Dios tenía un plan alterno porque sabía que el hombre iba a fallar. Ahora, el postrero Adán, Jesucristo el Hijo del hombre, el sí es la imagen y semejanza de Dios en la tierra, porque él no falló, en él no hubo pecado, en él no se encontró ni siquiera que protestara cuando era llevado como oveja al matadero, entonces, tomo de él hoy mi modelo, no es Adán, es Cristo. Entonces, cuando venga la restauración de todas las cosas, cuando todas las cosas se aliñen al modelo que es Cristo, ahora, la palabra nosotros conocemos a través de la Escritura a Cristo, el que es la palabra, estas son las cartas que dan testimonio de él. El Señor Jesucristo le dijo a los fariseos, vosotros escudriñáis las Escrituras porque creéis que en ellas está la vida pero no queréis venir a mí. Ellas dan testimonio de mí pero yo soy el camino, la verdad y la vida. Entonces, la Escritura da referencia de quién es él, pero cuando tu vienes a él, es que verdaderamente le conoces por vivencia, por experiencia, no solamente por referencia y teoría, sino un conocimiento íntimo de quién es él, cuál es su naturaleza, qué puedes esperar de él.
Ahora, la palabra nos dice también que tu te conviertes en aquello que adoras. Es decir, que si tu adoras a Dios tu te convertirás en la imagen y semejanza de Dios, o serás la naturaleza de Cristo en la tierra en cuerpo de hombre. Entonces, la restauración tiene que ver con muchas cosas que tienen que ser restauradas en la tierra, tienen que ser restaurados los principios bíblicos, la verdad de Dios tiene que ser restaurada en la tierra, en su iglesia. Pero, para que todo esto pueda ser restaurado lo primerititito que debe ser restaurada es la comunión del hombre con su Padre, la comunión del hombre con Dios.
Ayer, yo hablaba un poco de lo que ocurrió cuando este primer varón y primera mujer pecaron. Dios le habla y le dice dónde estás, y Dios no le estaba preguntando en qué ubicación geográfica. Dios sabía que estaba en el huerto de Edén, él mismo los había puesto ahí. Lo que le está preguntando es, dónde estás en tu relación conmigo. Cuál es tu posición ahora después de que has fallado, cuál es tu actitud, cuál es tu reacción, dónde estás tu. Y saben que esa es la misma pregunta que Dios nos hace cuando fallamos. El punto es que este primer varón y esta primera mujer no actuaron como hijos de un Padre amoroso. Ellos actuaron sencillamente como creación. Y ellos lo que hicieron fue que tuvieron miedo, tuvieron vergüenza y se escondieron, pero un hijo cuando ha fallado, lo que hace es venir a los brazos de su padre y decirle, perdona, fallé pero sé que me vas a dar una oportunidad. Te he fallado, perdona, papá.
Mira, cuando nuestros hijos hacen alguna travesura, nuestros hijos biológicos estoy hablando, piensen algo que no está bien, el hijo que tiene confianza con su padre, el hijo que considera que su padre le da seguridad, que su padre le ama a pesar de lo malo que haga, ese hijo va a esperar que papá llegue y le va a decir, papá perdóname, mira quebré la lámpara de la sala así es que perdóname. Si me vas aponer trabajos o a lavar el auto, o algo, para pagarla, pero aquí estoy, pero yo lo hice. Eso es lo que hace un hijo que tiene confianza en que su padre le da seguridad y no lo va a rechazar sino que le va a amar a pesar de lo malo que haya hecho.
O cuando el hijo ya le dieron carro y tuvo un accidente, el que sabe que su padre le da seguridad y le ama a pesar de lo malo que hace, le va a llamar y le va a decir, mira papá, tuve un pequeño accidente, me dieron, me pegaron, que se yo, por atrás, ven estoy en la calle tal, pero perdona. Y sabe que su papá va a ir y va a ir a defenderle y va a ir a hacer lo que sea necesario, pero no lo va a dejar de amar.
Pero Adán y Eva no estaban seguros, no tenían la revelación de que Dios era Padre y no estaban seguros de cuál iba a ser la actitud de Dios por eso se escondieron, tuvieron miedo, tuvieron vergüenza. Pero Jesús, el Hijo del hombre, en todo momento supo que su Padre le oía, que su Padre le amaba, aún cuando fue a resucitar a Lázaro y habló y dijo, no digo esto por causa de ti, sino de ellos, porque sé que tu siempre me oyes. Jesús tenía la seguridad y la certeza que su Padre siempre le oía.
Entonces, tiene que ser restaurado en nosotros la relación de hijos con nuestro Padre Dios. Alguien puede estar años en una iglesia, puede recibir todos los discipulados bíblicos, puede estar en el seminario bíblico y ser un huérfano. O sea, no caminar como un verdadero hijo de Dios.
Dios quiere quitar las marcas de orfandad de sus hijos, quiere atraer nuestro corazón al suyo para que sepamos que él es un Padre bueno que siempre nos ama a pesar de lo que hagamos, porque nosotros podemos fallar, pero si nuestro corazón es recto para ir delante de él y nos dolemos porque le hemos fallado, él siempre tendrá misericordia para restaurarnos.
Nosotros vemos que la Biblia dice que David era un hombre con un corazón conforme al corazón de Dios. Ahora, tu te dices, pero cómo es posible si David lo que hizo, se acostó con Betsabé teniendo tantas mujeres, y aparte al marido Urías Eteo lo manda poner al frente de la batalla para que lo maten, cómo es que ese hombre era conforme al corazón de Dios? Sí, porque aunque lo hizo, inmediatamente se arrepintió y se dolió y fue delante de su Padre cuando él tuvo conciencia de pecado, fue delante de su Padre y se puso en ayuno y en clamor y a llorar y aunque pagó la consecuencia porque el hijo de esa relación murió, pero su corazón siempre estuvo presto a arrepentirse.
Entonces, Dios quiere un pueblo que tenga un corazón sencillo y sensible al amor de su Padre, que nosotros sepamos que aún cuando fallemos tenemos un Padre de amor que nos espera. Sabe, nosotros dentro de la estructura de una congregación, de una iglesia, puede que el día de hoy tengamos una posición y que dentro de dos años no la tengamos, quizás hoy eres un diácono y dentro de, que vengan las elecciones, no les estoy profetizando a los diáconos, pero, puede ser que ya no lo sean. Sí, pero sabes que en el regazo de tu Padre, tu siempre tendrás un lugar, tu podrás sentarte en las piernas de papá y nunca nadie te podrá quitar tu lugar. Y aunque tu te portes mal y te vayas por otro lado, siempre que regreses tendrás tu lugar en el regazo de papá.
Eso es lo lindo del Padre que tenemos. Y eso es lo primero que tiene que ser restaurado. De eso depende otro montón de cosas. Yo no puedo ser un buen ministro si no soy un buen hijo de mi padre. Es interesante que aunque el Señor Jesús fluía en los cinco ministerios de oficio, era el Apóstol de Apóstoles, él era el profeta de los profetas, confirmado, él era el mayor evangelista porque él mismo era las buenas nuevas. Él era el rabí, el maestro y él era el príncipe de los pastores. Fluyó en los cinco ministerios, tenía todos los dones que le acompañaban, sin embargo, cuando se le hizo la ceremonia de adopción, sabe que el pueblo judío cuando los varones tienen 30 años le hacen una ceremonia de adopción.
Para poderle hacer esa ceremonia primero investigan en la comunidad judía cómo es el comportamiento de ese muchacho, de ese varón. Investigan si él cumple con lo que dice la torá, si él es respetuosos, si honra a sus padres, si es un hombre que sabe administrar bien el dinero, que sabe ahorrar, etc., y cuando han dado todos los certificados de que él tiene un comportamiento maduro, entonces los padres considerando que él es un hijo maduro, le hacen una ceremonia de adopción a los 30 años y allí es cuando le transfieren las empresas, o le transfiere propiedades, o le delega dónde él va a trabajar, o económicamente lo certifican como un hijo maduro para administrar la herencia.
Pero en el caso del Señor Jesucristo cuando llegaron los 30 años, recuerde que 30 era el año del sacerdocio. Para que alguien pudiera ser sacerdote necesitaba haber cumplido los 30 años y haber sido aprobado y haber tenido una ceremonia de adopción, por eso se escoge 30 años.
Pero en el caso del Señor Jesucristo cuando él cumplió 30 años antes de iniciar su ministerio, que era lo que iba a administrar de parte del Padre, le hicieron su ceremonia y fue Juan el Bautista quien lo hizo en el río Jordán. Pero cuando Juan está derramando el agua o sumergiendo a Jesús quien lo certifica no es José, probablemente José ya había muerto, es el Padre que está en los cielos. Y se oyó la voz que dijo, este es mi Hijo muy amado en el cual tengo complacencia.
Ahora, yo quiero que tu veas que el Padre no dijo, este es el Apóstol muy amado, el Padre no dijo, este es el profeta muy amado. El Padre no dijo, este es el evangelista muy amado, o este es el pastor muy amado, él dijo este es mi Hijo muy amado en el cual tengo complacencia. O sea, mi amado que antes que el ministerio, antes que cualquier cosa, está que tu puedas ser certificado por el Padre como un hijo que agrada su corazón, alábale y apláudele fuertemente.
Mientras tu relación de hijo no sea restaurada con el Padre, no pretendas ser un buen evangelista, un buen pastor, un buen Apóstol, no pretendas ni siquiera ser un buen esposo, ni un buen padre de familia, porque la paternidad de Dios rebelada a tu corazón te da seguridad, la paternidad de Dios te da identidad y cuando tu caminas como un verdadero o una verdadera hija de Dios vas a poder ser una buena esposa y un buen esposo porque no importa lo que te digan, nada te hará cambiar de opinión de quién tu eres en Cristo Jesús porque el Padre te lo ha rebelado. Amen.
Y cuando tu tienes la identidad bien clara de quién tu eres y quién es tu Padre, tu vas a poder ser un buen padre o una buena madre. No importa lo que el enemigo te quiera venir a decir, tu tienes identidad y tu tienes seguridad de quién tu eres y tu vas a poder dar de lo que el padre te ha revelado que quiere que tu seas.
Muchas veces uno humanamente quiere agradar a las personas con cosas que están en el corazón de uno, pero no en la otra persona. Un ejemplo, a mi me gustaba mucho cada vez que yo salía o cuando era una fecha especial, uyo quería llevarle un regalo a mi esposo. Me gusta mucho regalar, soy regalona y me gusta mucho comprar para regalar. Así es que yo andaba por las tiendas y lo que más me gustaba yo le compraba la camisa que más me gustaba, obviamente por mi naturaleza le compraba la camisa anaranjada, o la camisa verde limón, o la amarilla fuerte a mi gusto…. Que se miraba un poco así flojita pero cuando yo llegaba bien emocionada a regalarle él quedaba viendo aquello. Yo ya sabía, no se la va a poner. No es su gusto, estoy pensando en mí, en agradarme yo, no estoy pensando en lo que le gusta a él.
Y luego me di cuenta que aún para hacer un regalo tu necesitas la dirección del Espíritu Santo. Y aún para hacer otras cosas en el hogar, aún lo que vas a cocinar, si quieres agradar a la otra persona, no vas a hacer lo que te gusta a ti, tienes que pensar en lo que le gusta a él, ¿verdad? Y conozco una persona que decía, ay, le voy a hacer una comida a mi esposa. Y le hacía espaguetis, y él detestaba los espaguetis, pero a ella le gustaban. Entonces, aún para eso tu necesitas la dirección del Espíritu Santo, y la dirección del Espíritu Santo viene cuando tu estás caminando como un verdadero hijo de Dios y tu Padre que te ama y que te da identidad y te da seguridad se asegura que te sea revelado cada detalle de tu caminar. Los hijos, nosotros no podemos tratar por igual a todos los hijos, cada uno es diferente. Nosotros tenemos cinco hijos biológicos, una adoptiva y todos son totalmente diferentes. Entonces, hay gente que dice, no, yo soy equitativo, les compro a todos por igual. No, no puede ser así, porque cada uno tiene su propia personalidad. Pero aún para eso necesitas la dirección del Espíritu Santo.
Entonces, tu no puedes ser un buen esposo, ni un buen padre si tu no has sido un buen hijo del gran rey. Pero aún para ser un buen hijo de tus padres biológicos necesitas sentirte y saber que eres un buen hijo del Padre Dios todopoderoso, el dador de todas las cosas.
Ahora, cuando tu como hijo vas a casa de tu papá o de tu mamá, tu tienes libertad de abrir la nevera, ¿verdad? Abrir la refrigeradora, tomar agua, si necesitas ¿sí o no? Puedes hacerlo, te sientes en libertad porque esa es la casa de tus padres, de tu papá de tu mamá. Ahora, yo te pregunto, tu tienes esa misma libertad para ir a la casa de tu Padre y abrir la despensa de él y tomar todas las cosas que él tiene para ti? A veces no, a veces nos parece que Dios está muy ocupado para oírnos. A veces nos parece que Dios tiene otras prioridades y que no nos tiene a nosotros en su primera lista, pero yo vine para decirte que tu Padre bueno te ama como hijo y tu estás siempre en primer lugar. Amen. Tu necesitas saber que él es tu Padre amoroso, y que quiere que tu camines en confianza con él.
Y una vez que es restaurada esa relación, entonces tu podrás esperar la restauración de todas las demás cosas. Todo tiene que ser restaurado, los principios morales, la relación entre padres e hijos, la relación de una generación a la otra. Todo eso va a ser restaurado, pero lo primeritito que tiene que ser restaurado es la paternidad de Dios rebelada a tu vida.
Si eso no se restaura las demás cosas no vendrán. Dios quiere que vivamos como hijos suyos. Dice la Escritura que Jesucristo a los suyos vino, los suyos no le recibieron, pero a los que hemos creído en su nombre se nos ha dado la potestad, la autoridad delegada de ser hechos hijos de Dios ¿verdad? Porque tu escoges, tu escoges caminar como un hijo. El Padre siempre está con sus brazos abiertos, pero muchas veces nosotros nos estamos perdiendo más de la mitad del paquete que nos corresponde como hijos porque pensamos que no tenemos derecho o porque hay tantas heridas de rechazo, o tuvimos un padre natural que nos malatrató tanto que pensamos que el Padre de los cielos es igual, que está esperando que cometas un error para golpearte.
Quiero decirte particularmente en mi vida, yo trabajé desde los 8 años de edad, desde que yo llegaba de la escuela, yo tenía que poner a un lado mi mochila y trabajar en la farmacia de mis padres. Yo era la cajera a los 8 años, a los 10 años yo recetaba, inyectaba y hacía de todo. No tenía salario pero yo tenía que trabajar. Y yo me acuerdo un día estaba un señor y me dice, bájeme ese frasco de talco, bájeme ahora ese otro frasco. Y él empezaba a comprar, y ese otro, ya cuando tenía como 5 frascos, yo era una niña, yo me enojé, yo le hice así, un gesto feo y mi papá me agarró de una orejita, me llevó a una bodeguita que estaba ahí atrás y me dijo, mire muchachita, cuando usted tenga lo suyo propio haga como quiera, pero ahorita usted tiene que hacer buena cara y si 20 frascos tiene que bajarlos, tiene que hacerlo. Sí, papá esta bien. Y siempre trabajé, siempre.
Ayer les compartí a las mujeres que a los 18 años ya yo estaba casada y tenía 3 trabajos a tiempo completo y toda mi vida fue trabajar, trabajar, trabajar. Y aún cuando estaba haciendo mis estudios doctorales yo tenía dos trabajos a tiempo completo más los estudios. Trabajaba en una escuela en la mañana, en la tarde en un colegio, no sé a qué horas estudiaba, pero trabajaba siempre.
Y entonces cuando yo vine al Señor me era tan difícil sentarme, o sea, yo pensaba que en el Señor tenía que estar trabaje, trabaje, trabaje, que todo era actividad. Y cuando alguna vez porque estaba muy cansada me sentaba un momentito y llegaba algún hermano a la casa, yo me paraba inmediatamente. Me daba vergüenza que me vieran sentada porque mi mentalidad era que para ser aceptado tenías que trabajar, trabajar, trabajar, porque eso es lo que mi papá me mostró.
Y olvídese usted, yo creía que había que trabajar duramente para poder ser acreedor a una remuneración. La primera vez que me invitaron a predicar a algún lugar y me dieron una ofrenda, yo la devolví porque no me sentía bien de recibirla. Y recuerdo que ese pastor era en un área de una finca y el pastor dijo, ah, que bien, ella devuelve la ofrenda, y luego me siguió invitando mucho porque yo devolvía la ofrenda. Pero ya la tercera vez, me dice el pastor, hágame un favor, fírmeme aquí que usted recibió la ofrenda, pero siempre me la devuelve. No le vuelvo a aceptar una invitación porque él le decía a los demás que yo la había recibido pero yo la devolvía. Pero Dios comenzó a trabajar conmigo y hasta que me fue rebelada la paternidad de Dios por encima de la paternidad biológica que yo había tenido de mi papá, hasta entonces puedo decir que yo comencé a caminar en sanidad.
Pero mucha gente aún puede estar en el ministerio, puede estar ejerciendo una función de liderazgo y todavía no sentirse con esa plena libertad de ir donde papá, abrir su corazón y tomar de todo lo que le pertenece. Porque todo lo suyo es nuestro. Nosotros somos coherederos con Cristo con todas las riquezas en gloria
Ahora, yo quiero decirte esta mañana, no puedo entrar en toda la restauración de todas las áreas, tal vez el próximo culto podamos entrar en otras restauraciones que tienen que ser dadas pero, yo quiero decir en esta mañana es sumamente importante que tu hayas perdonado a tu padre o tu madre biológica o toda figura de autoridad que hayas tenido sobre ti para que pueda venir la sanidad, que el enemigo no se aproveche sino que haya sanidad en tu corazón y te pueda ser revelada como es la naturaleza de tu Padre Dios para que tu entonces camines en seguridad y en identidad, seas una persona firme y segura, que no importa si hoy tienes una posición y mañana no la tienes. Eso no te afecta porque tu sabes quién eres en Cristo Jesús.
El Padre quiere revelarse a ti como el Padre bueno y que tu vivas confiado que no te faltará nada porque sabe de nosotros depende que Jesucristo regrese y que regrese pronto porque aquí dice que él está siendo retenido en los cielos hasta la restauración de todas las cosas. Si nosotros somos restaurados como hijos, seremos instrumentos para restaurar todas las demás cosas que tienen que ser restauradas, que tiene que ver con la restauración del tabernáculo de David, tiene que ver con la restauración de los ministerios, con muchas cosas, con el gobierno de Dios en la iglesia, pero lo primero que tiene que ser restaurado es tu condición de hijo.
Ahora yo quiero hacerte una pregunta porque no quisiera irme de este lugar sin que tengas la oportunidad de que cambie tu condición en este día, si hay personas que no sienten libres como hijos del Padre, personas que a veces se sienten rechazados por Dios o que se sienten intimidados, o que aún cuando hacen algo malo entran en condenación en lugar de ir directamente al Padre para ser perdonados y liberados. Si hay alguien que entra fácilmente en condenación por cosas del pasado, o entra en culpabilidad, yo quisiera que pases al frente, yo quiero declarar una palabra de bendición sobre tu vida antes de irme y te estoy hablando porque yo era una persona que pasaba en condenación todo el tiempo y siempre estaba pidiendo perdón por las mismas cosas hasta que un día el Señor me dijo, de qué estás hablando. Desde la primera vez yo lo borré de la lista.
Pero muchas veces aunque el perdón ya está si no lo recibimos volvemos y nos sentimos condenados por situaciones del pasado y no entramos en la libertad, yo quisiera que vinieras al frente porque el Padre quiere manifestarse a tu vida y quiere darte identidad de hijo o de hija, él quiere hacer algo maravilloso con su iglesia en la tierra y yo quiero bendecirte este día, declarar que esa revelación es activada para ti y yo sé que hay varones aquí que necesitan esa revelación, sé que hay varones que a veces luchan con su propia su vida y se frustran porque no pueden lograr la victorias que quisieran.
Luego quisiera pedirte que me apoyes por favor orando por los varones de Dios. ¡Aleluya! Luis Enrique Dios te ama tanto y yo desde anoche supe que tenía que traer esta palabra por ti. Dios va a hacer algo maravilloso en tu vida. Dios te ama. Pastores sientan la libertad si ustedes quieren ministrar a alguien. Espíritu de Dios yo te suplico que esta mañana por tu inmensa gracia tu traigas revelación a cada corazón de que son hijos de un Padre bueno. Oh, Padre, muchas gracias por cada hijo e hija tuya que están en este lugar, les sea revelada la paternidad de Dios. Yo te suplico que la sangre del cordero sea efectiva en esta hora para borrar de sus memorias las obras muertas, que la sangre de Cristo ahora sea efectiva para borrar toda memoria negativa de su relación con su padre biológico. Oh en el nombre del Jesús yo te suplico, revélate al corazón de cada hijo, revélate Dios por favor en el nombre del Jesús. Oh…… en el nombre del Jesús venga la revelación a tu corazón. Revélate Dios, revélate Dios… oh….. te ama el Señor, te ama tu Padre.
Yo declaro que es activado ahora espíritu de revelación sobre sus vidas y viene la sanidad completa, se va toda condenación de sus corazones y provoque Dios en ustedes el anhelo de buscar al Padre y de estar en paz en su relación con el Padre. Oh muchas gracias, te bendigo varón de Dios, te bendigo de todo corazón, sea activado en ti hoy la condición de hijo, seas bendecido, seas bendecido. Yo hablo paz interior a tu corazón, yo hablo ahora a tu espíritu para que sea despertado como fue despertado el espíritu de Zorobabel que puedas ser un edificador de la casa, que sea revelado cuánto te ama tu Padre y cuánta seguridad puedes tener en él. Él es un Padre bueno, te bendigo, bendigo a tu esposa, tus hijos, tus nietos. Seas muy bendecido este día en el nombre del Jesús que puedas ser marcada tu vida, un nuevo comienzo para ti. Gracias, espíritu de Dios. Gracias por cada vida, por cada corazón. Gracias, Señor. Gracias, Espíritu Santo. Ministra por favor los corazones. Oh….. ¡Aleluya! Padre, gracias, gracias por tus hijas, hijos amados. Sea revelada tu identidad y tu naturaleza a ellos. Te bendigo en el nombre del Jesús. Declaro una restauración plena en tu vida, en tu corazón. Sea restaurada tu condición de hija con el Padre, sea un nuevo comienzo para ti este día. Seas bendita en el nombre del Jesús. Muchas gracias, Padre. Muchas gracias. Declaro un nuevo comenzar para ti, un nuevo comienzo para ti, sea revelado el amor del Padre a tu vida. Oh espíritu de Dios, muchas gracias. Ministra a cada corazón, Señor por favor. Muchas gracias, en el nombre del Jesús. Yo te bendigo poderosamente. Oh Señor, nunca es tarde para comenzar a caminar como hijo tuyo. Oh, yo te bendigo en el nombre del Jesús. Oh…. Que ahora pueda recibir la ministración del Padre bueno, del Padre que te ama. Oh… del padre que te acepta y te recibe. Oh, santo…. Rigo, puedes venir….. Abrázalo por favor. Oh….. te bendigo, te bendigo, oh, que venga la revelación de quién eres. La hija del Dios altísimo, la hija amada, la muy mimada te bendigo en el nombre del Jesús, sean sanadas tus memorias en el nombre del Jesús. Gracias, Señor. ¡Aleluya! ¡Aleluya! Gracias, Señor. Gracias, muchas gracias. Muchas gracias, Dios. Muchas gracias. Sea sanado tu corazón, mi hermana en el nombre del Jesús. Gracias, Señor.
Padre, yo te bendigo por tu hijo amado, sea ministrado tu corazón ahora, te bendigo en el nombre del Jesús. Oh….. venga la revelación de la paternidad de Dios a tu vida, te bendigo. Oh…. En el nombre del Jesús, gracias, Padre, en el nombre del Jesús. Ministra su corazón en el nombre del Jesús. Gracias, Señor por la obra poderosa tuya. ¡Aleluya! Oh, sí, Señor los bendigo en el nombre poderoso de Jesús. Declaro la sanidad del corazón, un nuevo comienzo, la fuerza de Dios en tu vida, varón, que Dios quiere usarte poderosamente. Venga la revelación de la paternidad del Dios todopoderoso a ti. Oh… en el nombre del Jesús. Quebranto toda atadura del pasado sobre tu vida. Oh, en el nombre del Jesús. Gracias, Padre en el nombre del Jesús.
Padre, gracias en el nombre del Jesús. ¡Aleluya! Pueblo de Dios levántate y canta por favor. ¡Aleluya!