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En esta vida que nosotros tenemos, lo que implica el caminar por fe implica el nosotros confiar en la palabra y las promesas que Dios nos ha dado, implica el nosotros poner un nivel de certeza en algo que no se ve y dejar que sea ese alguien quien guíe cada uno de nuestros pasos.
Ahora, es bien interesante porque sin usted saberlo en ese caminar van a venir un montón de otras voces que van a tratar de dirigir tus pasos. Se dieron cuenta lo que sucedió? Yo era el que estaba dirigiendo sus pasos y otra gente con las mejores intenciones querían ayudar a la persona, pero no estaban viendo lo que yo estaba viendo desde el lado de acá. Y esas voces te empiezan a decir, no, mira, has esto, oh mira aquella, no, vas por el lado incorrecto. Pero esas voces no están viendo lo que la persona principal está viendo para poder dirigir.
Y esas voces pueden distraer muchas veces, esas voces pueden confundir muchas veces, esas voces pueden venir a hablarle de parte de Dios pero realmente están hablando de parte ellos. Porque yo les leo este verso, vayan un poquito antes, capítulo 4, verso 7, capítulo 4, verso 7 de Segunda de Corintios, perdón. Miren cómo dice;
“… pero tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no se nosotros…”
De qué tesoro está hablando? Está hablando del tesoro de la bendición de tener el llamado de Dios en nuestras vidas, de que hay un poder, hay una unción que vive y se mueve en nosotros, que no es de este mundo sino que es algo sobrenatural, es algo fuera de este mundo porque proviene de Dios. Y esa unción, ese poder, esa dinamita Dios la ha puesto, la ha vertido en vasos de barro, la ha vertido en personas que son quebrantables, lo ha vertido en personas que pueden romperse en cualquier momento, personas que son frágiles, aunque pueden haber muchas personas aquí que usted los mira de primera intención y podrá parecer que tienen fuerza, que pueden resistir. Pero aún el más fuerte de apariencia física tiene su debilidad, tiene su flaqueza, cae. Aún la mujer que pueda tener la mirada más seria tiene su fragilidad por dentro.
Y en esas personas que Dios ha decidido depositar su bendición, es sobre cada uno de esas personas que Dios ha dicho como que, ah, esta muchacha se cree que no es nada pero conmigo sí lo es. A este muchacho le han dicho, tu no vales para nada, pero yo le digo a esa persona, sí vales para alguien. Y es sobre ese vaso que yo vierto lo que yo tengo.
Miren cómo dice esto, a mí me fascina este parafraseo que hay aquí en estos textos, dice:
“… tenemos este tesoro en vasos de barro para que la excelencia del poder sea de Dios y no de nosotros. Qué, estamos…. Miren cómo dice…. Atribulados en todo más no angustiados, en apuros pero no desesperados, perseguidos pero no desamparados, derribados pero no destruidos…”
Déjenme ver cómo yo puedo dramatizar estas palabras? Señor ayúdame aquí. Voy a leer estas palabras en otra versión para ver si hace mejor conexión. Dice:
“…. Así que estamos llenos de problemas, pero no estamos sin salida… esta es la versión Dios…. Una persona atribulada, cómo yo puedo identificar una persona atribulada? La persona se está jalando de los pelos todo el tiempo, como era César antes, que ya no tiene pelo porque se lo jaló todo. Se come las uñas hasta la carne, se la come la uña. Pero ve que está caminando para todos lados, pensando qué voy a hacer, qué voy a hacer, cómo voy a hacer esto, cómo voy a hacer lo otro. Está así de lado a lado, de lado a lado. Es un atribulo que está ahí. Pero no está sin salido.
El segundo, miren cómo dice, está un apuro, cuál es la mejor ilustración de una persona que está en apuro? Yo me imagino que de ustedes se están riendo porque el mejor ejemplo de una persona en apuros, es una persona que tiene que ir al baño. Esa es la mejor forma de identificar a alguien que tiene un apuro. Corre! Cuando hay un solo baño en la casa. Sal, que lo tengo que usar.
Ahora, imagínense ustedes una persona en ese tipo de apuro pero sin desespero. Cómo es eso? Con qué se come eso? Cómo dice después? Cómo es?
Estamos perseguidos pero no desamparados. Imagínense eso, que usted está huyendo de algo o de alguien pero que no está desamparado, desamparado como que uno no se siente solo sino aunque está esa persecución, usted tiene un sentido de presencia, algo que está con usted, o alguien que está con usted.
Y esa idea de estar derribados es como ese guerrero que pam, le dan un cantazo y se cae pero, luego se para y sigue ahí aunque le falte un brazo, pero sigue, y le dan otro cantazo y pam se cae de nuevo pero vuelve y se pare y coge su compostura y sigue adelante confiado, confiada.
Ese es el tipo de personas que esas caídas no definen el tipo de persona que es porque esa persona está definida por un Dios que lo levanta, que levanta su cabeza para que esa persona pueda seguir adelante.
Ese misterio, esa bendición está puesta en un vaso de barro. Y qué mas dice? Sigo leyendo, un poquito más adelante, verso 16, mire cómo dice:
“… por tanto no desmayamos antes aunque nuestro hombre exterior, nuestra mujer exterior se va decantando, el interior, qué pasa?, se renueva de día en día…”
Óigame porque estábamos orando hace unos minutos atrás… un Dios que tiene la intención de renovar a sus hijos y a sus hijas día tras día. Y nos es una renovación como tómate esta pastilla y verás que el próximo día te vas a sentir en las nubes, sí, vas a estar en las nubes porque vas a estar como que… en la capa de ozono o algo así. Pero la renovación que Dios trae es una renovación que llega a niveles que ninguna otra cosa podrá llegar. Esa es la renovación, el reposo que Dios quiere dar.
Verso 17, “… porque esta leve tribulación momentánea produce en nosotros un cada vez más excelente y eterno peso de gloria…”
Piense en la tribulación que tu tienes ahora, tu dirías que esa tribulación es leve? No? Saben cuál es la tribulación de la cual estaba hablando Pablo? Es lo que estábamos leyendo aquí. Él estaba diciendo, mire cuál es su tribulación, estamos atribulados, estamos en apuros, estamos perseguidos, estamos desamparados, ven acá, esos 4 adjetivos a él usa son algo fuerte, son graves. Algo tenía que estar pasando que le estaba causando presión a él, más sin embargo él puedo decir todo lo opuesto, hey, estoy pasando por esto pero tengo esto por delante.
El ver las cosas con esa perspectiva de la fe permite decir, todo eso, ah, eso es leve, eso es pasajero, eso es como quien dice una pajita en el hombro y pac uno se la quita de encima.
Ríase un momento por favor. Sí, porque yo sé que las cosas que estoy diciendo pueden sonar a veces como que, eso es como dicen easier said than done, como dicen, más fácil decirlo pero más difícil es hacerlo. ¿Verdad? Ah,… miren el verso 18, qué dice?
“… no mirando nosotros las cosas que qué?, que se ven sino las que no se ven porque las cosas que se ven son temporales pero las que no se ven son eternas…”
Óigame, y ese misterio está puesto en vasos de barro. Oye, mi hijo, mi hija me sigue dando dolor de cabeza, qué tu estás viendo? Estás viendo el dolor de cabeza o estás viendo los planes eternos que Dios tiene para esa persona? Sigue flaqueando con el mismo problema, qué estás viendo, estás viendo el problema o estás viendo la restauración eterna que Dios tiene para tu vida? Oye, sigo bebiendo, bueno, sigue bebiendo pues. Sigo bebiendo… me levanto y me acuesto con la botella. Pues que estás viendo, mi hermano, estás viendo la botella? Doble? O estás viendo la restauración eterna que Dios tiene para ti?
Vean mis hermanos, déjenme decir esto, porque yo puedo seguir mencionando ejemplos que pueden ser bien cercanos al tuétano de nuestra vida. Yo puedo seguir viendo el esposa, la esposa que te sigue sacando canas y tu como que guau, qué voy a hacer con esta persona. Y yo puedo decir, mira, qué estás viendo? Estás viendo lo que se ve o estás viendo lo que no se ve? Estás viendo el problema que tiene esa persona ahora mismo o estás viendo lo que no se ve que es lo que Dios estás haciendo en medio de la vida de esa persona?
Lo que Dios está haciendo tras bastidores, lo que tu estás viendo como quien dice, esta persona que le sale el ogro de repente y Dr Jekill y Mr Hyde como quien dice, le sale este monstruo así, eso es lo que tu ves de frente. O estás viendo a través de los ojos de la fe que es un Dios que está trabajando en ese carácter de esa persona para renovarla y restaurarla a las intensiones que Dios tiene.
Es más, estás viendo un monstruo o una monstrua dentro de ti? No, no una mosca, una monstrua, un monstruo dentro de ti que te asusta cuando sale y tu dices, como que, oh, de dónde salió eso? Estás viendo lo que se ve o estás viendo lo que no se ve? Qué es lo que Dios está haciendo en tu vida?
Y cuando estamos hablando de lo que no se ve me refiero a las acciones que Dios está haciendo en ti y se le estás prestando atención a esas acciones y dejando que esas acciones verdaderamente dominen sobre tu vida para que entonces esa vasija que tu eres, esas partes que están rotas, quebrantada Dios las pueda restaurar al propósito y la imagen y la forma en que él quiere para que entonces nosotros podamos decir, mira, yo estoy caminando en una dimensión que es fuera de este mundo. Sí, yo veo todos estos errores, todas estas imperfecciones pero mis ojos del espíritu están viendo una cosa totalmente distinta.
Óigame, si yo me dejo llevar por lo que yo veo, yo no estaría aquí predicándoles ahora mismo, hace rato yo estaría sabe Dios dónde. Estaría por allá, por Monterrey, haciendo sabe qué. Por que Monterrey? No sé. Solamente quise decir un sitio.
Mis hermanos y hermanas, cuando nosotros andamos por fe andamos definitivamente caminando en un terreno que Dios mismo ha separado para nosotros. Y aquí es donde yo quiero, como quien dice, darle algo más tangible a usted. Bueno, yo sé que estaba hablando cosas tangibles, pero yo quiero que usted salga de aquí con esto: mire aún esa misma oración que hicimos hace unos momentos, una oración por descanso, mire que usted llegue a su casa y que usted lo crea por fe, que usted lo crea por fe que cuando usted se va metiendo en la cama y empieza a estirar las piernas y se empieza a acurrucar así, yo no sé cómo usted hace con la almohada, si usted da puños a la almohada o algo, y como que abraza esa almohada, yo no sé si usted usa una pijama con calcetines de Winnie the Pooh o algo así, yo no sé qué es lo que usted usa, yo no sé si usted se pone los pantalones de Sponge Bob o algo así para dormir, pero lo que sea que usted use, mire, piense que usted está durmiendo en la presencia de alguien que quiere darle descanso. Eso yo lo puedo ver a través de la fe solamente. Si yo me acuesto pensando en lo que yo estoy viendo con mis propios ojos, si yo me acuesto como quien dice, en mi mente con todas las cosas que yo tengo ahí de frente a mí, mire, me acuesto y a los 5 minutos voy a abrir el ojo de nuevo. Me acuesto de nuevo y a los otros minutos abro el otro ojo. Yo voy a estar así toda la noche porque no estoy confiando, no estoy creyendo en la palabra del Señor de que él quiere que nosotros podamos descansar, que podamos….
Miren, les voy a terminar diciendo este testimonio: antes de yo llegar aquí a León de Judá como algunos de ustedes saben, yo estaba en una iglesia en Springfield, una iglesia bien parecida a esta, bien enérgica, bien.. en aquel momento cuando yo llegué esta iglesia estaba entrando en una avivamiento espiritual y había mucha actividad en la iglesia. Era como dos veces al mes se hacían vigilias, de viernes a sábado, pero eran vigilias a fuego, allá había niños, había jóvenes, había adultos, todo el mundo orando, cantando.
Hubo un tiempo en el cual se invitó a una mujer que tenía un don profético de los más genuinos que yo he visto y que yo he experimentado y esta mujer, una noche de esas vigilias, el Señor la llevó a ministrarle al pastor principal de la iglesia y en esa iglesia el altar era como, obviamente era mucho más grande que este y tenía como extremos hacia las esquinas, y ese tiempo el pastor estaba bien atribulado por distintos proyectos que estaba la iglesia, cosas que el Señor estaba poniendo en su corazón, y se podía ver la tribulación que él tenía en su cara, en su rostro se le notaba. Eran como las 10 de la noche, mis hermanos, empezando esa vigilia, eran como las 10 de la noche y el Señor movió a esta mujer para ministrarle al pastor y comienza a orar por él y le dice, pastor, el Señor te va a dar un sueño profundo ahora mismo. Mis hermanos, este pastor cayó como una guanábana en el altar. Nosotros podíamos escuchar hasta sus ronquidos literalmente pero Dios lo puso a dormir a él en una esquina del altar.
Usted dice, en una vigilia, como va a ser! Tiene que estar orando, es el pastor! Mire, ese hombre durmió en esa esquina hasta las 5 de la mañana. Cuando se levantó a las 5 de la mañana, usted lo notaba en su rostro, su rostro brillaba. Él se levantó como que, uh, y él dice, cuánto tiempo pasó? Él ni se dio cuenta de la hora. Miren mis hermanos, yo creo que Dios puede ministrar a ese nivel también. Porque a veces nos ajetreamos tanto por las cosas que tenemos alrededor y hay veces que nos creemos Dios, que podemos hacer las cosas por nuestra propia fuerza, y hay veces que Dios está ahí como esperando, hmm, yo voy a esperar a que tu sistema haga un shut down completo. No, no, no es que va a esperar a que te haga un shut down, pero hay veces que él mismo tiene que intencionar un…, déjame darle el botón de reset a esta persona para que baje las revoluciones.
Yo lo creo, mis hermanos, miren yo no sé por qué Dios ha puesto esa carga en mí hoy en esta noche en particular, pero sí, si de algo sirve que yo sé que sí, reciba eso. Cuando usted salga de aquí hoy camine por fe y no por vista. Cuando llegue a su casa dele un beso a su esposa, a su esposo, al perrito, a la perrita, el gato, y di voy a dormir en presencia de Papá hoy. Mire, acurrúquese, no te tomes la pastilla para dormir, yo lo digo por fe. Si tu tomas pastillas para dormir, no te la tomes hoy. Yo creo que Dios te va a permitir descansar. Si no sucede, pues mira, ven y échame la culpa. Yo le tiro los 20 a Dios después. Pero créelo. Es más elimino lo que acabo de decir, borra eso, yo sé que Dios te va a permitir descansar, es por fe, es por fe.