15 de marzo 2010 – Por Carmen Ray-Calvo
Jehová es bueno, fortaleza en el día de la angustia; y conoce a los que en él confían. Nahúm 1:7
Si usted está enfrentando un problema no permita que ese problema le robe su gozo, porque perderá su fuerza y estará vulnerable a los ataques del enemigo. Ya que uno de sus propósitos es mantenernos angustiado y turbados. La palabra de Dios nos dice en Juan 14:1: “No se turbe vuestro corazón; creéis en Dios creed también en mí”. En este versículo Jesús está hablando a nuestro corazón.
Después de un tiempo de oración e inquirir si mudarnos a Florida o no, adquirimos una casa muy bonita que nos motivó a mudarnos. Pero no sentía paz para hacerlo todavía ya que no estaba dispuesta a compartir la idea con mi pastor, a quien tanto amo. Luego mi esposo me dijo que no quería que nos mudáramos por ahora. Rentamos la propiedad y buscamos otra casa cerca de la que hasta entonces teníamos. Durante el proceso de mudarnos nos llamaron para informarnos que el sistema de aire acondicionado se había dañado y que era conveniente cambiarlo. Esta noticia me afligió un poco porque esto nos conllevaría a un gasto no programado. En oración se lo presenté al Señor, inmediatamente vino a mi mente el versículo 7 del capítulo 1 de Nahúm, y al leerlo me dio paz y no permití que esto me quitara mi gozo, en unos pocos días todo se resolvió y volvimos a la normalidad, gracias a Dios.
Oración: Amado Padre Celestial te doy gracias porque en todo momento tú palabra nos consuela, recordándonos que tenemos un padre amante que no nos dejará ni nos desamparará. En Cristo Jesús Amén.