TRANSCRIPT
Vamos a la palabra de Dios, Hechos, Capítulo 3, continuamos con nuestro estudio del libro de los Hechos y quiero tomar ahora este tiempo. El Capítulo 3, lo voy a tratar de cubrir en su totalidad, si Dios me da la sabiduría para ser económico y para ir al grano en los puntos especiales de este Capítulo tan elocuente en muchas, muchas, diferentes maneras.
Recordamos a los hermanos que estamos haciendo un recorrido a través del libro de los Hechos con todas sus enseñanzas bien profundas, bien poderosas. Pero voy a leer simplemente unos cuantos versículos, Capítulo 3 versículo 1 dice:
“… Pedro y Juan subían juntos al templo a la hora novena, la de la oración. Y era traído un hombre cojo de nacimiento a quien ponían cada día a la puerta del templo que se llama la Hermosa…”
El templo tenía diferentes puertas o portones bien grandes por donde entraban los adoradores a las diferentes secciones del templo. Y esta puerta tenía el nombra de la Puerta Hermosa. Y allí se sentaba este hombre para que pidiese limosna de los que entraban en el templo.
“… Éste, cuando vio a Pedro y a Juan que iban a entrar en el templo, les rogaba que le diesen limosna. Pedro con Juan fijando en él los ojos le dijo, “Míranos”, entonces él les estuvo atento esperando recibir de ellos algo. Más Pedro dijo, “No tengo plata ni oro” –famosas palabras. Cuántos han oído esa expresión del Apóstol Pedro?- …”No tengo plata ni oro pero lo que tengo te doy. En el nombre de Jesucristo de Nazaret, levántate y anda”. Y tomándole por la mano derecha le levantó y al momento se le afirmaron los pies y tobillos y saltando se puso en pie y anduvo, y entró con ellos en el templo andando y saltando y alabando a Dios. Y todo el pueblo le vio andar y alabar a Dios y le reconocían que era el que se sentaba a pedir limosna a la puerta del templo La Hermosa, y se llenaron de asombro y espanto por lo que le había sucedido….”
Bendiga el Señor su santa palabra. Amén. Bueno, aquí tenemos, hermanos, en este pasaje y en todo el Capítulo 3, yo diría que aunque ha habido otros momentos milagrosos como el bautismo de Pentecostés y otras cosas por el estilo, pero es como el primer milagro formal, claro que registra la Biblia en el libro de los Hechos. Es como el primer milagro que se da dentro de este nueva época después que Cristo ha ascendido en la época de la iglesia, esta iglesia que está en formación. Es el primer milagro.
Vemos aquí otro aspecto de la vida de la iglesia que el evangelista Lucas quiere presentarnos. Él nos ha hablado acerca de la vida de los primeros discípulos, como vimos la semana pasada, creo que fue o antepasada, la semana antepasada, sí. Y hemos visto diferentes cosas que han pasado porque son como momentos clave en el desarrollo de la iglesia. Y ahora él quiere enseñarnos algo que vamos a ver varias veces: sanidades y liberaciones de opresiones demoníacas en la gente.
Vemos aquí el mover milagroso, poderoso del Espíritu Santo, en una forma bien gráfica, la sanación, aquí lo llaman un cojo, pero probablemente era un paralítico porque es un hombre que no se puede mover de ninguna manera. Entonces vemos aquí este mover milagroso de Dios. Jesús de hecho había dicho que sus seguidores, que dice, sobre los enfermos pondrán sus manos y sanarán. Eso el evangelista Marcos lo registra en Marcos 16:18. Era una promesa de parte del Señor que aquellos que lo siguieran iban a hacer cosqas poderosas y que Dios haría sanidades a través de ellos.
Y entonces vemos aquí esa palabra, esa promesa del Señor Jesucristo cumpliéndose por primera vez a través de la oración, la intervención de Pedro y de Juan. Noten aquí algo, cositas interesantes, dice que Pedro y Juan subían al templo a la hora novena. Todavía los discípulos adoran a la costumbre judía, van al templo. La separación gradual que vemos en el libro de los Hechos todavía no ha comenzado a darse entre el judaísmo y el cristianismo. Estos cristianos todavía se consideran judíos, por la única salvedad que son judíos que han encontrado a su mesías y lo reconocen como la persona de Jesucristo. En eso se diferencian, pero en realidad ellos se ven como hebreos, judíos, unidos a la antigua Escritura de los profetas y todo lo que hoy llamamos el Antiguo Testamento y ellos van, como es de costumbre, a las oraciones a las cuales va un judío piadoso.
Y parece que allí se reunían todos los primeros cristianos también juntos a conversar y hablar de las cosas de Dios. Pero Pedro y Juan van en una especie de costumbre religiosa, de judíos piadosos al templo a la hora novena, es como las 3 de la tarde más o menos, es una hora específica cuando se daba la oración en el ritual judaico.
Seguramente, como digo, iban a reunirse con otros creyentes. Vemos aquí sin embargo que Dios está preparando como un encuentro divino. A la misma vez que ellos van hacia el templo, están trayendo a un hombre, como es de costumbre, paralítico, dice que lo ponían cada día a la puerta de la Hermosa. Es algo repetitivo, hasta aquí todo va muy normal. Unos hombres van a adorar como siempre, otro hombre es traído quizás por sus padres, por un familiar que lo cargan, y lo ponen siempre en el mismo lugar para que recoja su limosna. Todo está como de costumbre, excepto, que Dios está preparando un encuentro divino, una cita divina. Es algo que Dios quiere demostrar. Dios está en el asunto, hay poder en el aire. Esa es la diferencia, cuando el Espíritu Santo está moviéndose en medio de una iglesia, una Congregación, en medio de la vida de un creyente, las cosas comunes y corrientes se tornan en cosas extraordinarias. Y Dios siempre está proveyendo oportunidades para manifestar su poder.
Así que vemos que se da este encuentro entre estos dos elementos, y la presencia del Espíritu Santo transforma. Quien sabe si Pedro y Juan no hubieran sido bautizados en el Espíritu Santo? O quién sabe si ellos muchas veces pasaron a este hombre, pero no sucedió nada? Pero cuando estaba la presencia del espíritu en la vida de ellos, entonces ellos pudieron transformar ese momento cotidiano en algo espectacular, algo dramático.
Eso pasa cuando hay unción en el aire, hermanos, cuando hay una persona llena del espíritu cosas que son comunes y corrientes se tornan en algo extraordinario. Yo recuerdo, por ejemplo, cuando el Señor Jesucristo va a la sinagoga y está allí predicando un sermón como invitado y dice la Biblia que una persona, una mujer que tenía un demonio lo manifiesta y el Señor Jesucristo reprende al demonio. Y el demonio mismo denuncia su presencia y el Señor lo confronta y esa persona es sanada. Esa persona iba a la iglesia estaba allí todo el tiempo, no había poder en el aire, era el judaísmo muerto, pero cuando el Señor estaba allí presente, ese demonio que estaba escondido tuvo que salir a la luz, tuvo que manifestarse para ser denunciado y para ser expulsado.
Que importante es hermanos, que nosotros llenemos nuestra vida cada día de esa presencia del espíritu, que cultivemos la presencia del Espíritu Santo en nuestra vida. Que le pidamos al Señor que nos llene cada día más y más de su poder porque eso lo que hace es la diferencia. Tantas cosas que pasan en nuestra vida común y corriente, a veces enfermedades, opresión, dificultades familiares, muchas cosas que quién sabe si hubiera la presencia de Dios manifiesta en el hogar, más oración, más palabra de Dios, Dios nos podría aclarar muchas cosas espirituales que están escondidas bajo la superficie, y podríamos entonces confrontarlas y vivir vidas más poderosas, más libres de todas las opresiones de la vida.
Así que es importante, por eso es que predicamos estos sermones acerca del libro de los Hechos porque podemos ver aquí la importancia de esta dimensión sobre natural. Ahora la dinámica del milagro este, es bien interesante: número 1, Pedro llega ante este hombre y le dice, “Míranos”, por qué le dice Pedro que lo mire? Yo creo que Pedro, inspirado por el Espíritu Santo entiende que hay algo, como una transferencia de poder que él quiere que se de a través de esa mirada. A veces nosotros imponemos manos sobre una persona para invocar sanidad. En este caso Pedro intuye que es importante que este hombre los mire a los ojos. Y este hombre dice que lo mira fijamente también, pero qué pasa? Él lo que está esperando es que le de una moneda. Él lo mira con interés material. Dice, bueno, este hombre quizás me va a dar 20 dólares, quién sabe? Me está diciendo que lo mire, o quién sabe si me va a enviar a un hospital para que me cure o lo que sea. Él está esperando algo extraordinario también, pero no está esperando lo que Pedro tiene en la mente, que es invocar el poder de Dios.
Pero, de todas maneras era importante ganarse la atención de esta persona. Y para mí, es interesante y es irónico que este hombre no está a tono en realidad, con lo que Pedro quiere hacer espiritualmente, sin embargo Dios aún así lo sana. Su fe es imperfecta, es como la mujer con el flujo de sangre que toca a Jesucristo por el borde de su manto. Quizás ella está simplemente pensando, bueno, es algo como un poco supersticioso, pero de todas maneras, esa fe, lo que Dios busca, hermanos, es ese contacto, esa conexión de alguna manera.
Nuestra fe no tiene que ser perfecta, muchas veces nuestra fe no es todo lo que debiera ser, pero ¿Saben qué? Tenemos un Dios misericordioso. Lo que Dios quiere es ese contacto, lo que Dios quiere es esa búsqueda, ese deseo, ese ponernos a tono con su persona. Lo demás él lo completa. Nuestra fe no tiene que ser perfecta. Nosotros no tenemos que ser perfectos para Dios moverse en nuestra vida, pero sí tiene que haber algún tipo de conexión.
Y yo veo esto, que en ocasiones Dios usa la mirada para transferir poder. El ángel, cuando se le aparece a Gedeón en el Antiguo Testamento para llamarlo que convertirse en el liberador de Israel de los marianitas, lo mira, dice, como que esa mirada lo comisiona y le transfiere poder a Gedeón. De ahí Gedeón sale hecho un liberador de su pueblo.
Hay algo, son misterios. Yo creo mucho en estos elementos proféticos, estos símbolos físicos de la transferencia de poder de Dios. El Señor Jesucristo muchas veces tocaba a la gente, en su promesa en Marcos 16 dice, que impondrán manos sobre los enfermos y sanarán. A veces él tomó, en un caso cogió tierra del suelo, escupió sobre la tierra, hizo una mezcla rara y la puso sobre una persona para sanarlo sobre sus ojos.
Hay muchas maneras. Yo creo que es importante que como cristianos nosotros aprendamos a discernir del Señor, esos símbolos, esas formas externas del mover de Dios. Nosotros los carismáticos pentecostales creemos que hay una bendición en pasar al frente, levantar las manos, arrodillarnos, danzar, salirse de lo común y corriente, porque a través de todos esos símbolos Dios hace muchas veces cosas maravillosas.
Pero el caso es que en este caso Dios usa la mirada de Pedro como una manera como de canalizar su poder a la vida de este hombre, aunque él tiene un entendimiento muy imperfecto de lo que está pasando aquí. Pero Dios es soberano, Dios quería hacer un milagro, Dios quería bendecir a este hombre. Y Pedro también, miren todas esta dinámica de este milagro, Pedro da una orden verbal. Note de paso, el hecho de que es Pedro quien encabeza esto, no es Juan. Juan está con él, pero qué está pasando aquí? Una cosa bien interesante del libro de los Hechos, es que el liderazgo espiritual de Pedro se está comenzando a perfilar en la iglesia. El Señor Jesucristo le había dicho a Pedro que él lo haría una columna de su iglesia, recuerdan? Pedro vino a ser el líder principal de los Apóstoles. Era reconocido como el número 1 y en muchas ocasiones en el libro de los Hechos vemos a Pedro tomando la delantera. Luego después surge el ministerio del Apóstol Pablo, pero en Jerusalén Pedro era el cabeza principal, la cabeza número 1 de todos los Apóstoles.
Y es interesante, claro, de ahí la iglesia católica, por ejemplo, ha tomado esta idea de la transferencia de autoridad apostólica. El Papa católico se supone que viene de una línea directa de Apóstoles o de personas que vienen desde el primer obispo, que fue Pedro, ese linaje a través de los siglos, porque se reconoce que Pedro tuvo un rol muy importante sobre la iglesia al principio mismo.
Aquí Pedro da una orden verbal y dice en el nombre de Jesucristo de Nazaret, se sano. Esta sanidad, nótese, se da en el nombre de Jesucristo. Es la primera vez en un sentido, que se da esta idea de el nombre de Jesucristo de Nazaret. Antes, Jesús mismo daba la ordenes en su propia persona, en su propio poder, ahora los discípulos usan el nombre de Jesús.
No ven ustedes aquí un poquito de una implicación de la deidad de Jesucristo también? Del hecho de que es en el nombre de Jesús. Pedro no dice en el nombre del Padre, nuestro Dios todopoderoso, en el nombre del Señor, refiriéndose a Jehová. No, dice en el nombre de Jesucristo de Nazaret. Y ese Jesucristo de Nazaret le da como una especie de carácter de importancia y de peso a la persona de Jesús, el nombre de Jesús es la clave. El poder, la autoridad.
La Biblia dice que de le dio a Jesús un nombre que es sobre todo nombre para que ante el nombre de Jesús se doble toda rodillo de lo que está en el cielo y la tierra y debajo de la tierra. El nombre de Jesús tiene gran poder. Yo he visto demonios temblar y huir de una persona cuando se usa el nombre de Jesús. Yo no conozco otro nombre que haga eso, sabe? Yo nunca he visto, y perdonen esto, nunca he visto a un demonio salir en el nombre de María, aunque gloria a Dios por María, no quiero con eso indicar ningún desrespeto, entiende? Pero háblele al demonio en el nombre de Jesús de Nazaret y usted verá la diferencia, no? gloria a Dios por eso. Es decir, Jesús, Cristo céntrico que tiene que ser el creyente.
Entonces, otra cosa bien interesante aquí es que cuando Pedro toca al paralítico, mire cómo le dice, el versículo 7 dice:
“… y tomándole por la mano derecha…” Ahora hubiera sido también por la mano izquierda, yo creo que se hubiera dado lo mismo, ahora no convirtamos esto en un rito que hay que coger a la gente por la mano derecha, para que Dios haga algo, no?
Pero lo importante aquí es que lo tomó de la mano y lo levantó y al momento se le afirmaron los pies y tobillos. Yo me detengo sobre esto porque es bien interesante el hecho de que… Fíjese quizás cuando Pedro dijo, en el nombre de Jesucristo de Nazaret recibe sanidad, este hombre recibió la sanidad. Pero qué pasa si Pedro se hubiera quedado ahí, okay, hijo, que Dios te bendiga y bandéate como puedas por allá, Dios te… quién sabe si ese hombre se hubiera quedado ahí toda su vida paralítico.
Pedro tuvo que tomar como una especie de riesgo y yo digo a veces a la gente, don’t try this at home, pero lo tomó de la mano. Es como que a veces las intervenciones divinas necesitan una parte física también. A veces le pedimos, Señor, sáname, y oh Dios envía tu espíritu y levántame. Pero seguimos con la misma mentalidad de enfermo, entiende? Y yo creo que a veces Dios requiere un movimiento de fe también.
Señor, levántate. Pero, menso, levántate, ya yo te di la fuerza para hacerlo. Ponte, muévete. Es importante que nosotros cooperemos por así decirlo, con el Espíritu Santo también. Estoy deprimido allá en la casa, Señor, quítame esta depresión, pero se queda uno y se mete en la sábana más todavía alrededor del cuello y se mete más ahí en la cama y se atrinchera más todavía. Bueno, yo creo que si yo le pedi al Señor que me sane de la depresión o del desánimo, yo tengo que coger esa sábana, tirarla para un lado, darme un buen baño, perfumarme, ponerme la mejor ropa y decir, en el nombre del Señor yo creo. Y cuando usted hace eso comienza a fluir la bendición de Dios.
Eso es algo bien interesante. Los otros días yo estaba corriendo por la Sommerville, corro por la mañana cuando puedo, y me entró un dolor en una rodilla. Nada porque uno corre en el pavimento, y ya a los 35 años la cosa pues es… no es tan fácil como cuando yo tenía 20. Pero sentí algo, me estaba hincando la rodilla, y casi me siento tentado a detenerme y regresar a mi casa. Pero ¿Saben qué? Dios como que puso en mí suficiente fe porque ya me ha pasado antes eso mismo, y yo dije, Señor, en el nombre de Jesús yo voy a seguir y tu vas a ungir, porque una vez tuve… bueno, a través de los años uno siempre tiene diferentes tipo de… y yo he visto cómo verdaderamente cuando uno le cree al Señor y le ora, y reclama la bendición de Dios, Dios hace cosas increíbles. Dios restaura músculos, restaura articulaciones, cosas así. ¿Saben qué? Yo seguí corriendo, no lo voy a dar todos los detalles, pero seguí clamando al Señor, seguí orando y declarando unción y sanidad y seguía persistiendo el dolorcito esto. Y como tres veces en el proceso… pero yo seguí porque sentí como que esto era una prueba que Dios estaba poniendo para aprender algo acerca de la sanidad.
El resumen es que, hermanos, al rato ese dolor desapareció y yo lo hice, sabe, voy a correr más que nunca para que no lo vuelva a hacer, y seguí y gloria a Dios nunca más me ha afectado esa… y ya hacía varios días que me estaba hincando ese dolor precisamente. Yo creo en un Dios que sana, hermanos.
Pero yo creo que también cuando pedimos la sanidad y le clamamos sanidad al Señor, pues tenemos que hacer cosas que avalen lo que estamos declarando en nuestra vida. Tenemos que poner en práctica lo que declaramos. Nosotros, los pentecostales, somos muy buenos en decir esto y lo otro, pero cuando llega el momento de la prueba y de hacer cosas en el Señor, ahí es donde nos rajamos, como dicen los mexicanos.
Entonces Pedro dice, en el nombre de Jesús levántate y anda, pero no lo deja ahí, sino que lo toma de la mano, lo levanta y ahí en esa acción de fe es donde se desata el mover poderoso de Dios. Yo creo que hay una lección allí. Medite en eso. No siempre necesariamente se va a dar así pero hay ocasiones en que Dios te va a decir, ¿Saben qué? Tu me has pedido algo, pues muévete entonces.
Cuando Pedro dice, Señor, si eres tu ayúdame que yo camine sobre las aguas, como tu lo has hecho. Y qué le dice Jesucristo? Bueno, salte de la barca, atrévete si tu eres hombre, pues salta y vamos a ver qué pasa. Y Pedro se sale y caminó sobre las aguas, pero le falló su fe. Dice que cuando comenzó el ruido de las olas, y de la lluvia y los truenos, comenzó a hundirse porque le quitó la mirada de Jesús.
Muchas veces los milagros del Señor requieren que nosotros nos persistamos, nos mantengamos allí, guerreemos. Guerrera por tu milagro. Toma riesgos, muévete, acciona el poder de Dios en tu vida, en otras palabras. Para mí es una de las cosas más reveladoras, fue en el momento en que Pedro lo tomó de la mano y lo jaló de su lugar cuando el poder que ya estaba declarado sobre él se activó. Hermano y hermana, medite en eso. No tengo todo el tiempo para sacarle todo el jugo que quisiera a eso, pero hay mucho allí que podemos aprender.
Entonces, otra cosa interesante sobre este milagro es que la sanidad es completa. Cuando Dios hace las cosas, hermanos, él las hace de las a hasta la z, perfecto. Esto es una sanidad tremenda. El cojo salta, anda, alaba, poco le faltaba para hacer unas cuantas volteretas en los aires. Esto es una sanidad total, radical. Y más adelante en el Capítulo 3, en versículo 16, Pedro se refiere a ese hecho, dice aquí:
“… y por la fe en su nombre, Jesús, a este que vosotros veis y conocéis le ha confirmado su nombre y la fe que es para él ha dado a este esta completa sanidad en presencia de todos vosotros…”
Que lindo es cuando Dios hace unas de esas sanidades radicales, no? es precioso. A veces las sanidades de Dios son graduales, a veces no son totales, por qué, no me pregunte. Pero es lindo ver una sanidad total así, porque Dios puede hacer eso, Dios lo hace cuando él escoge de esa manera.
Ahora, otra cosa acerca de este milagro es que Dios escoge a una persona estratégica para llevarlo a cabo. Alguien conocido por mucho tiempo como un paralítico. No había duda de que un milagro se había dado. Este hombre era conocido en las calles. Ah, mira ahí está fulanito. Lo habían visto por años y años, había estado paralítico desde su niñez. Es decir, que no había manera de decir que esto era un truco, de que lo habían traído de otra parte. No, este hombre era conocido y era incontrovertible el milagro que Dios había hecho.
Una última cosa acerca del milagro, note el comentario de Pedro: No tengo plata ni oro, pero lo que tengo te doy. El poder de Dios siempre será mucho más útil para el progreso del Evangelio que el dinero o los accesorios físicos del poder. Eso es lo que yo aprendo de allí.
Cuantas iglesias tienen grandes bocinas y templos y phd en todos los pastores, pero no hay poder de Dios. Tienen un gran caudal de dinero pero una teología y una enseñanza en bancarrota completamente. No hay poder. Pero todo lo contrario, cuando el poder de Dios está en una iglesita, esa pequeñitas por allá, cuando la presencia de Dios se manifiesta en la adoración, donde hay gente que clama a Dios, donde hay gente que está buscando el poder de Dios que saben cómo desatar la presencia de Dios, suceden cosas.
Hermanos, yo prefiero en cualquier momento ser pobre pero tener la gracia de Dios en mi vida, que tener mucho dinero y ser un desgraciado. Es decir, no tener gracia, eso es lo que quiero decir.
Que lindo es, hermanos, nosotros tenemos siempre… bueno, le damos gracias a Dios por sus provisiones, le damos gracias a Dios por todas las cosas que él provee pero no nos olvidemos que es con gasolina espiritual que corre la iglesia de Jesucristo. No es con espada ni con ejército, sino con mi espíritu dice el Señor. Tenemos que cultivar primero la presencia de Dios, la llenura del Espíritu Santo. Antes de que usted busque cualquier otra cosa, asegúrese de que su saco esté lleno de dones del Espíritu Santo y del poder de Dios en su vida. Sea una persona hambrienta de la gracia y el poder de Dios. Eso es número 1.
Todo lo demás muy bueno, muy lindo, un templo bonito, precioso, una buena cuenta en el banco, tremendo, buenos aparatos electrónicos, maravilloso; pero si no tengo el poder de Dios, no te vistas que no vas para ningún sitio. El poder de Dios es primordial. Que bueno que Pedro pudo decir, mira hermano, estoy quebrado, no tengo nada en el bolsillo, pero ¿Saben qué? Tengo una cosita que va a ser mejor. Cuanto habría dado ese hombre por recibir lo que recibió de Pedro. El poder de Dios es más poderoso que cualquier cantidad de dinero o cualquier cosa material.
Pidámosle al Señor que podamos decir asimismo como Pedro, lo que tengo te doy. El diablo muchas veces le pregunta a los cristianos, bueno, qué tienes tu? Vamos a ver. Ojalá que usted diga, yo tengo el poder del Espíritu Santo conmigo. Tengo la presencia de Dios en mi vida y que usted pueda usar eso para llevar a cabo las tareas que Dios tiene para usted.
Miremos un poquito más adelante, me quedan unos minutos todavía. Dice aquí que:
“… teniendo asidos a Pedro y a Juan, este hombre estaba agarrado de ellos, lo que había pasado era algo verdaderamente extraordinario y surge una gran conmoción, la gente conoce este hombre, ve que está saltando, antes lo habían visto totalmente impedido, y Pedro, como en la primera vez en su primer sermón, qué hace? Aprovecha el momento para predicar otro sermón evangelístico. Se frota las manos y dice, aquí está mi oportunidad, carne fresca. Se reunió la gente alrededor de él y de nuevo importante uno aprovechar los momentos, hermanos. Dios nos abre momentos para predicarle a la gente, no sea lento ni perezoso, tampoco, predique el Evangelio a tiempo y a destiempo. Usted es un evangelista. Pedro aprovechó esta oportunidad. La gente estaba sorprendida y él en seguida aprovecha la oportunidad. Mire qué hace Pedro en este sermón?
Número 1, quita la mirada de sí mismo y de Juan y la pone escuetamente sobre Jesús. Dice, por qué ustedes nos miran a nosotros? Quién somos nosotros? No somos nadie. Miren a Jesús, el que ha hecho este milagro. Eso es lo que debe hacer todo siervo de Dios, debe quitar la mirada de sí mismo y ponerla sobre el Señor.
Nosotros somos simplemente un dedo que apunta hacia Jesucristo. Cuantos creen eso? Amén. Hoy en día yo veo mucho en la televisión, todos estos sistemas evangelísticos, qué pasa? Se glorifica tanto a la persona. Hoy en día los predicadores son como artistas de cine, grandes casas, aviones privados por donde quiera, hoteles de $ 5000 la noche, corbata de $ 400, y fulanito de tal, fulanito de tal, son como artistas de cine, hermanos.
Ahora, yo creo que está bien que se reconozca la importancia de un nombre, porque todo se mueve hoy en día con la publicidad y todas estas cosas. Yo veo, por ejemplo, las diferencias entre un Billy Graham, la gente hablaba de las campañas de Billy Graham, amén, pero yo siempre vi en Billy Graham, a un hombre que apuntaba siempre hacia Jesucristo. Siempre sobrio, nunca llamando tanta atención hacia sí mismo. Era importante, sí, el nombre de él, porque la gente sabía que cuando estaba Billy Graham, que iban a recibir buena palabra, buena enseñanza, un hombre ungido de Dios, pero no había ese culto a la personalidad que hoy en día hay en muchos casos.
Hermano, no adore a ningún hombre por favor. No ponga su mirada sobre ninguna persona. Nosotros somos columnas muy, muy fallidas. No ponga su fe en ningún pastor, ni en ninguna iglesia tampoco, póngala en Jesucristo porque cualquier hombre le va a fallar a usted, sabe? Póngala en Jesús. Una iglesia le puede fallar, pero Cristo nunca le va a fallar.
Pedro dice, “… por qué os maravilláis de esto? Por qué ponen los ojos en nosotros? Como si por nuestro poder o piedad hubiésemos hecho andar a este hombre. El Dios de Abraham, de Isaac y de Jacob, el Dios de nuestros padres ha glorificado a su Hijo Jesús…” usted ve? Es Cristo quien ha hecho este milagro a través del Padre, que lo ha glorificado a él.
Ve aquí esta interacción también el principio de la Trinidad, el esbozo de la Trinidad, el Padre glorifica al Hijo haciendo milagros en el nombre del Hijo para que se sepa que el Hijo es el Hijo y que es el Mesías que él ha enviado.
Entonces Pedro dice, no nos miren a nosotros, no nos adoren a nosotros, no nos conviertan ahora en un culto a nuestra personalidad. No, Dios, usando a su Hijo Jesucristo ha hecho esto para glorificar a su Hijo. Es muy importante esto. Y ha glorificado a su Hijo Jesús, edocsasen, es una palabra quiere decir, de donde viene la palabra docsología, lo ha hecho glorioso, la ha exaltado, lo ha adornado, le ha dado una gloria especial a su Hijo, haciendo esto que ustedes ven aquí. Esto es para el mérito de Jesús y no para nuestro mérito.
Otra cosa, en la manera en que Pedro habla hay una confrontación clara y directa. Los judíos han crucificado al autor de la vida. Irónicamente lo han matado al que es el autor de la vida. Ahora, quién es el autor de la vida sino Dios? ¿Verdad que sí? Hay algo interesante ahí también, no? es una implicación de que Jesucristo es Dios, porque solo Dios crea vida, sí o no? y Cristo dice, es el creador de la vida, es autor de la vida, entonces hay una implicación allí.
Ve por qué la iglesia siempre ha creído que Jesucristo es Dios? Porque es que en la mente bíblica, como que no hay separación entre el Hijo y el Padre, de su divinidad. Dios es el creador de la vida, es el autor de la vida. Dice en el versículo 14:
“… vosotros negasteis al santo y al justo y pedisteis que se os diese un homicida, y mataste al autor de la vida…”
Entonces hay una confrontación de la gente. Hermanos, y Pedro no lo hace en una forma cruel o dañina. Él simplemente está notificando, ustedes mataron al que da la vida, es una ironía. Yo siempre he dicho que a la gente hay que hablarle acerca de sus pecados, pero no con guille de ser uno más santo que ellos ni nada, sino simplemente hablarle de que todos somos pecadores y necesitamos arrepentimiento y sanidad a través de Jesucristo.
No podemos obviar eso, no podemos quitar la importancia del pecado, la santidad del arrepentimiento, del repertorio cristiano. Entonces Pedro los confronta y les deja saber que ellos han hecho algo terrible y que han matado al que Dios mismo autorizó como el Hijo de Dios, como el Mesías, y que ellos necesitan arrepentirse.
Entonces viene luego la misericordia. Dice:
“… más ahora, hermanos, sé que por ignorancia lo habéis hecho como también vuestros gobernantes –versículo 17-“
En otras palabras, no se preocupen, está bien, no se vayan a pegar un tiro, todavía hay esperanza, no? Cójanlo suave, no? sí, hicieron un error pero hay una posibilidad de solución. Versículo 19:
“… así que arrepentíos y convertíos para que sean borrados vuestros pecados, para que vengan de la presencia del Señor tiempos de refrigerio…”
Cuál es el llamado? Está bien, cometieron un pecado, pero la esperanza está. Arrepiéntanse y conviértanse al Señor. Cambien de mente. Recuerdan qué era arrepentimiento? Cambiar de mente, cambiar de dirección, cambiar de comportamiento. Esa es la respuesta.
Aquí hay algo interesante, no tengo tiempo para tantas cosas pero, fíjese que en el primer sermón Pedro dice, arrepiéntanse, bautícense para perdón de pecados y recibirán el don del Espíritu Santo. Porque en ese contexto era lo que llamó la atención de la gente fue el derramamiento del Espíritu Santo. Aquí fíjense que él omite esa parte del bautismo del Espíritu Santo. Una notita ahí, simplemente un detalle. Interesante, no? como que en esta ocasión esa parte no parece tan relevante, no es que no sea importante el bautismo del Espíritu Santo, pero él no lo menciona.
Y así en diferentes ocasiones en la Biblia no hay como una consistencia total acerca de que esto tiene que ir después de lo otro, y después de lo otro. Pero solamente me parece interesante, no? porque en este caso él no menciona como en el primero la cuestión del bautismo del Espíritu Santo.
Y finalmente, un versículo que a mí me cautivó mucho, el 21, dice:
“… para que él envíe a Jesucristo que os fue antes anunciado, versículo 20, entonces 21, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas de que habló Dios por boca de su santos profetas…”
Es decir, hablando de Jesucristo dice, a quien de cierto es necesario que el cielo reciba. En otras palabras, como que el cielo retenga, que el cielo aguante a Jesús, que él esté allá arriba como está todavía hace 2000 años que el cielo lo está recibiendo, lo está aguantando allá. Él está allí esperando su momento. Ese Jesús es importante que se quede allá arriba, hasta qué tiempo? Hasta los tiempos de la restauración de todas las cosas.
La palabra restauración es apocatastaceo, de donde viene la palabra apocalipsis, apocatastaceo, es el final de los tiempos. Ahora, qué esto de la restauración de los tiempos? El Apóstol Pedro no explica, ni la Biblia explica, qué quiere decir Pedro. Pero es interesante a la luz de lo que hemos estado diciendo, yo creo, hermanos, que Jesucristo no vendrá. Yo me aseguré de leer algunos comentarios, por ejemplo el de John Wexley, que es uno de los grandes hombres de Dios, es exactamente lo que yo pienso que quiere decir esto. Yo no creo que Jesucristo va a venir hasta que no se den ciertas correcciones que tienen que darse en este mundo, hasta que Dios no haya cumplido su propósito.
El Señor Jesucristo le dijo a la iglesia, id y haced discípulos a las naciones. El Señor le dio a la iglesia autoridad. El Señor, yo no creo que va a venir necesariamente hasta que la iglesia no haya hecho todo lo que tiene que hacer aquí en la tierra. Yo no creo que Jesús va a venir hasta que Israel no llegue a su punto de conocer algo del Señor. Yo creo que tienen que darse ciertas correcciones, ciertas cosas en este mundo. Yo no creo que Cristo va a venir a un mundo totalmente caótico y deshecho, yo creo que todavía la iglesia tiene que establecer mucho orden en este mundo, y todavía todo lo que la iglesia tiene que cumplir en esta tierra no se ha dado.
Yo no creo que Jesucristo va a venir hasta que no haya, por lo menos, no sé exactamente lo que quiere decir, pero hasta que no haya una restauración de este mundo. Y por eso es que yo vivo siempre diciendo, Señor, qué es lo que tu tienes en mente? Qué es lo que tu vas a hacer todavía? Porque todavía queda mucho por hacer. Yo no creo que este mundo todavía esté restaurado como Dios lo quiere y esa es mi señal de que ya mi tiempo se termina. Como ustedes ven estoy tratando de ser más responsable con ustedes, sobre todo en el verano que la paciencia de la gente está un poquito más baja.
Pero no, estoy entrenando también para ser un poquito más parco en las enseñanzas porque sino no se puede ir por todas partes. Pero, es importante, hermanos, que nosotros le pidamos al Señor claridad acerca de eso. Señor, qué es lo que te falta todavía por hacer antes de que Cristo venga?
Dice también en otra parte que hasta los tiempos de los gentiles, cuando se haya cumplido el tiempo de los gentiles entonces Jesucristo vendrá. Es decir, Dios tiene un reloj, lo mínimo que eso quiere decir es que Dios sabe el momento preciso. Hay cosas que tienen que pasar en este mundo, hay restauraciones, hay correcciones que tienen que darse en este mundo antes de que el Señor venga. Y lo que tenemos que hacer, por lo menos yo sé esa cantidad, no sé exactamente todo. Habla aquí de la cual hablaron los profetas antiguos. Bueno, vaya a los profetas. Yo en este verano cuando estuve de vacaciones recorrí todos los libros proféticos, estoy haciendo un resumen, estoy sacando todos los textos proféticos, y yo veo allí claramente la restauración de Israel, el juicio de las naciones, cambios en la naturaleza, muchas cosas que tienen que suceder, de las cuales hablan los profetas: Isaías, Ezequiel, Jeremías, Zacarías, Malaquías, Joel. Hay muchas cosas que tienen que pasar antes de que Cristo venga y no todas han sucedido todavía.
Así que no se compre el paracaídas todavía porque quien sabe si todavía le falta tiempo antes de que usted suba. Hay mucha gente que dice, bueno, ya mañana y quién sabe Cristo puede venir en cualquier momento. Pero no se vaya tan rápido todavía, hay mucho trabajo que hacer aquí en la tierra, sabe? Y mucha bendición que todavía Dios quiere darle a su pueblo. Amén.
Así que apriétese los cinturones todavía, mi hermano, mi hermana, porque cosas buenas van a pasar. Amén. Gloria al nombre del Señor.
Vamos a ponernos de pie y vamos a darle gracias a Dios por su palabra. Vaya después durante la semana, medite en este milagro. Pídale Señor, yo quiero vivir esa vida milagrosa de estos primeros discípulos. Caramba, cómo se movía el Señor. Yo vivo con hambre y sed de ver ese mover de Dios en la vida de su iglesia. Un nuevo Pentecostés, necesitamos un bautismo del Espíritu Santo, un mover de Dios en la iglesia para que se den esos momentos. Porque la gente entonces va a estar interesada en escuchar y Dios va a abrir oportunidades para que le prediquemos el Evangelio.
Hoy en día la iglesia se mueve y ni una mosca se da por enterada y por eso es que hay que estarle rompiendo la puerta a la gente para que nos dejen entrar a hablar del Evangelio. Si el espíritu de Dios se está moviendo, si hay unción de Dios en los aires, la gente va a venir y vamos a tener nosotros que aprovechar oportunidades que Dios va a abrir en nuestras vidas. Yo quiero que Dios nos de una iglesia radioactiva, yo quiero ser una persona magnética para Dios. Tengo que llenarme del Espíritu Santo. Tengo que vivir una vida… hay que pagar un precio, esta gente había pagado un precio, habían recibido la unción del espíritu.
Pídele a Dios que te haga interesante, pídele a Dios que te haga intrigante. Pídele a Dios que te haga magnético para que otros vengan y te pregunten, qué es lo que tu tienes? Dime. Qué es lo que hace la diferencia en tu vida? Y nosotros podamos hablarle de ese Cristo que conocemos.
Así, Padre, en el nombre de Jesús pedimos en esta mañana, Señor, una fresca unción de tu espíritu. Gracias porque tu dejaste registrada en tu palabra estos milagros, Señor, que nos recuerdan sobre todo que tu no has terminado con nosotros. Tu quieres que esto mismo se de en nuestros tiempos en tu iglesia, en este lugar, Señor, en esta Congregación. Envía tu espíritu, Padre, haznos gente evangelística, haznos gente inquieta, haznos gente, Padre, que Dios se mueva de tal manera alrededor de nosotros que sea imposible esconder el hecho de que Cristo vive y que Dios lo ha glorificado por medio del poder de su espíritu en su nombre.
Yo bendigo a mis hermanos, Señor, en esta mañana y pido que tu gracia repose sobre cada uno de ellos. Bendice sus vidas, Señor, llévalos de este lugar con tu bendición y con la presencia poderosa de tu espíritu, Señor. Sus temas, sus luchas, sus dificultades, sus retos, trabajos, falta de trabajo, vivienda, falta de vivienda, situaciones matrimoniales o familiares, Padre, sus emociones, yo declaro ese mover poderoso de Jesucristo en sus vidas, y que al salir de aquí, Señor, salgamos como Pedro y Juan a ser testigos de un Cristo que todavía vive, un Cristo resucitado, un Cristo de poder, un Cristo de milagros y de sanidades, Señor. Llénanos con tu espíritu de nuevo Padre, porque sin tu espíritu no podemos hacer nada. A ti damos toda la gloria y toda la honra, Señor, y apuntamos hacia ti, Señor Jesús, el único y sabio Dios, el único que merece toda gloria, toda honra, todo honor por los siglos de los siglos. A ti Señor te adoramos, bendito sea tu nombre, amén y amén. Gloria al nombre del Señor, hermanos. Les bendigo en el nombre de Jesús. Amén. Amén