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Una vez yo leí que todos nosotros debemos aspirar y buscar tener a alguien que está más atrás de nuestro propio camino, a quien nosotros mentoreamos. Que debemos tener a alguien a nuestro lado que esté en el mismo camino de nosotros, más como a nivel de amistad y de compartir, y que debemos también aspirar tener a alguien que está más delante de nuestro camino para recibir mentoría de esa persona. Así que yo tengo el privilegio de en esta mañana presentarles a alguien que está en ese lugar para mí, alguien a quien yo considero una madre espiritual, una mentora, a pesar de que estamos a tantas millas de distancia porque ella vive en Guatemala, y yo estoy aquí, pero de igual manera con Carolina, la misma cosa también, Olguita es muy cercana a ella y es su mentora también.
Así que es un privilegio tener personas que así que han dado más pasos que uno, no solamente por edad sino también por experiencia, profundidad, que valga la aclaración, ¿verdad? Que no es solamente por eso, sino por autoridad espiritual, por profundizar, por ejemplo, así que esa es la persona que la doctora Olga Martínez es para mí y yo sé que a través de … nosotros recibimos mentoría también a través de lo que leemos, de lo que escuchamos. A veces uno piensa que el mentor tiene que estar ahí al lado de uno, pero no es así. Uno puede tener un mentor aún a la distancia y en este caso, hoy, también ella va a mentorearnos a todos nosotros en lo que Dios le ha enseñado a ella para compartir. Olguita viaja internacionalmente impartiendo enseñanza tanto en el ámbito secular, entre comillas, como el eclesiástico. Es una miembro activa de su congregación.
Nosotros la conocimos a través de Carolina León Barrutia, ella comenzó un capítulo de Aglow hace casi 22 años porque yo sé que yo estaba esperando en ese tiempo, esperando a mi bebé. Ya mi bebé tiene 21 años así que… así que un poco después Olguita vino a invitación de Carolina, así que desde ese momento hemos tenido esa relación. Así que ella ha viajado varias veces acá. Tuve el privilegio de verla en su ámbito, en su ambiente natural, en diciembre, en Guatemala cuando visitamos Guatemala. Así que es un privilegio tenerla en esta mañana con nosotros. Yo sé que vamos a ser enseñada y bendecidas y el Espíritu Santo que está en ella también va impartir a nuestras vidas de una manera especial. Así que vamos a orar para que eso se quede ahí, bien adentro, y nos selle y nos transforme esta mañana, así que bienvenida Olguita.
Saben cuántos años tiene esta señora? Acaba de cumplir 70 años. Nadie lo diría, y saben, hablando de lo de la mentoría, ella hace ejercicios casi todos los días: va al gimnasio a hacer ejercicios, nada, así que a veces uno más joven dice, ay, levantarme temprano para ir a hacer ejercicios, no, conmigo, no. Y ella lo hace, así que no solamente mantiene su mente, su espíritu con ejercicios continuo todos los días, sino también su cuerpo así que ese es un buen modelo para todas nosotras imitar también.
He tenido la oportunidad de abrazar a algunas de ustedes y saludarlas, pero a otras no. Así es que ahí en su lugar reciba un abrazo mío, reciba un saludo mío, reciban mis cariños y reciban los cariños de mi país, Guatemala. Y ahora que ya saben mi edad, ¿verdad? Es el secreto de todas las mujeres. Está evidenciado pero realmente damos a gracias a Dios que nos permite llegar a estos años con salud, que nos permite servirlo y que nos deja a todas las que estamos aquí muchos más para poder servir. Ese es el propósito de nuestra vida y el propósito que él permite que podamos llegar a cierta edad sirviéndolo.
Padre, te damos gracias en esta mañana por lo que tu ya has hecho en nuestras vidas, en nuestros corazones. Te pedimos que sigas haciendo lo que tienes que hacer. Padre, yo te pido que esta enseñanza salga de mi espíritu unido a tu espíritu, al espíritu de cada una de las personas y hagas los cambios que tienen que ser hechos. Padre, te pedimos que no sea una enseñanza más, sino que realmente sea una capacitación que cambia nuestras vidas, que lo podamos poner en práctica. Te pedimos, Padre, que quites todas las defensas que a veces cada una de nosotras elaboramos pensando en que esto no es para nosotros, que ya lo sabemos, pero, Padre amado, hoy te pedimos que realmente tu nos confrontes por las cosas que tal vez ya sabemos, pero que tenemos que cambiar. Te lo pedimos en el nombre de tu hijo, Jesucristo.
Vivimos en un mundo cambiante. Hoy día cada vez es mucho más fácil procesar la información, cada vez hay comunicaciones más rápidas y más fáciles. También hay cambios climáticos muy fuertes, hay cambios sociales, hay cambios culturales. Sin embargo, hay algo que permanece y es la palabra de Dios. Y las relaciones interpersonales están en el corazón de Dios.
Si usted toma la Biblia, usted se va a dar cuenta que desde la primera a la última página Dios de qué nos está hablando. Nos está hablando de relaciones interpersonales. Si pudiéramos definir los Evangelios en dos palabras, en una palabra diríamos, relaciones interpersonales. Las relaciones interpersonales son difíciles. No son fáciles. Son complejas y es lo que nos mete a veces en problemas.
Los países tienen problemas de relaciones. Las familias, cuáles son los problemas que tienen? De relaciones. Y entre las iglesias, cuáles son los problemas que tenemos? De relaciones. Y a veces no le damos la suficiente importancia, pero es básico, es central en nuestra vida y es básico y es central también en un liderazgo.
Vamos entonces a ver acá qué es un liderazgo. Liderazgo según John Maxwell es influencia. Y tenemos que relaciones según Don Marshall es el mutuo compartir de una vida. Si nosotros juntamos estos dos conceptos vamos a ver que un líder debe de estar preparado para desarrollar relaciones de sinergia.
Cuáles son las relaciones de sinergia? Las relaciones de sinergia es la acción combinada o cooperativa que incrementa la efectividad de la persona. Son aquellas relaciones que hacen que en un equipo todos se beneficien. Cuando en una relación las personas entran a esa relación con la capacidad, con la idea de dar va a haber un beneficio mutuo en la relación. Va a ser una relación sinérgica. Por qué razón? Porque ambos se benefician. Por qué? ambos van con la idea de dar lo más que pueden en esa relación y no de obtener. Cuando tenemos relaciones de sinergia, relaciones de beneficio mutuo, el equipo crece y tenemos un equipo de liderazgo saludable.
La definición que acabamos de ver hace un momento nos lleva a tener implicaciones. Vimos que una relación es el mutuo compartir de una vida. Esto nos va a llevar a tener implicaciones. Una de ellas es la reciprocidad. Qué queremos decir con la reciprocidad? Con la reciprocidad lo que queremos decir es que en una relación ambas partes deben de poner algo. Si ambas partes no ponen algo la relación no se desarrolla. Claro, hay veces que alguien pone más, no los dos o los 4 ó los 5 que se van a relacionar deben de aportar en igual cantidad. Por ejemplo, en el liderazgo, el líder es el que más tiene que aportar en la relación. Pero los miembros del equipo también tienen que aportar.
Si no hay este aportar de todos, no hay un crecimiento, no se desarrolla la relación. Naturalmente, cuando la relación se rompe, también todos tienen parte en el asunto. Se ha fijado que cuando una relación se rompe, siempre la culpa la tiene el otro? Yo, como que ni existo, soy sombra. La culpa, todo es culpa de los otros, yo, pobre angelito. No hice absolutamente nada.
Tal vez hay más parte de culpa de las otras personas posiblemente, pero siempre en toda ruptura de relación hay una parte nuestra. E igualmente para que la relación sea restaurada, se necesita que ambos quieran, se necesita que ambos pongan de su parte. De lo contrario la relación no puede ser restaurada, no hay relaciones unilaterales.
Y cuando tratamos de ver una vida compartida, qué quiere decir? Será que las relaciones interpersonales son solo acciones? No. Fíjese que en las relaciones interpersonales hay algo mucho más las acciones, que el comportamiento. Porque nosotros qué somos? Somos espíritu, alma y cuerpo. Y una verdadera relación, una relación significativa, la relación que nos hace vibrar, la relación que nos da vida, la relación que edifica, la relación que aporta, es la relación que va de nuestro espíritu al espíritu de la otra persona.
Y esto a veces no es fácil. Hay gente que tiene una facilidad para tocar desde su espíritu el espíritu de otras personas y hay a quienes les cuesta muchísimo. Y hay quienes nosotros queremos tocar el espíritu de esa persona, y no se puede porque su espíritu está cerrado. Pero un líder tiene que tener la capacidad de poder tocar el espíritu de las personas.
Cómo se toca el espíritu de las personas? Bueno, lo primero es nuestra relación con Dios. En la medida que nosotros tocamos el espíritu de Dios. Cuando usted y yo tocamos el espíritu de Dios, es una relación, bueno, estamos en el éxtasis con el Señor. Es una relación que nos vivifica, nos llena de energía, nos llena de ánimo. Cuando usted termina de estar en la relación con Dios, así como Moisés, está nuestro rostro, cambia. En la medida que nosotros tengamos esa relación con Dios vamos a tener la capacidad de tocar el espíritu de las demás personas. Va junto, no van separados.
Lo que yo me relaciono con Dios se va a manifestar en mi relación con las personas. Ah, no hermana, mire, yo con Dios, una relación linda, con los hermanos, no mucho. No, la cosa no es así. si usted tiene una linda relación con Dios, va a tener una linda relación con los hermanos. Y si tiene una relación con los hermanos va a tener también una linda relación con Dios.
De qué otra manera el líder puede mantener su espíritu abierto? Abriéndole su espíritu a Dios todo el tiempo. Cuando le abrimos nuestro espíritu a Dios todo el tiempo vamos a tener un espíritu abierto para las demás personas. Un equipo de liderazgo tiene que tener su espíritu abierto. Cuando el espíritu se ha cerrado, qué es lo que pasa? No podemos llegar a las personas. La persona no deja ser tocada, la persona que tiene el espíritu cerrado no es enseñable. La persona que tiene el espíritu cerrado es como que pone una barrera, que dice, aquí no entras.
Entonces tenemos que trabajar en el liderazgo para mantener nuestros espíritus abiertos en una buena relación con Dios presentándole tu espíritu delante de Dios, siendo totalmente franca delante de Dios. Nos damos en una relación cuando somos totalmente honestas, cuando nos damos totalmente, cuando somos francas, cuando somos sinceras. Cuando hacemos esto con Dios lo podemos hacer con facilidad con las personas. Cuando el espíritu está cerrado una de las maneras que el espíritu se abre es perdonando y pidiendo perdón. Por eso es tan importante el perdón, porque sino nuestro espíritu se cierra. Y el problema es que se cierra a una persona pero pronto se va a cerrando a las personas y vamos caminando con murallas que no dejan que nos relacionemos unos con otros.
Y qué es una tercera entidad? Qué entendemos por una tercera entidad en una relación? Esto es bien importante. Por qué razón? Una persona es una entidad, la otra persona en la relación es otra entidad, pero la relación en sí hace una tercera entidad. Y fíjese que nosotros muchas veces lo que queremos cambiar en una relación es a la persona, es que como ella no cambia, no va a cambiar, a no ser que deje que Dios la cambie. Lo que tenemos que cambiar es la relación con esa persona. Eso es lo que hay que cambiar. Ahí es lo que hay que trabajar.
Para ponerle un ejemplo: a veces usted mira parejas muy sencillos, sin mayor conocimiento de nada y se llevan tan bien la pareja. Por qué razón? Porque los dos están poniendo todo lo que son. Tal vez lo poco, pero lo están poniendo todo. Entonces logran una tercera entidad que se lleva bien. Pero por el contrario, de repente vemos una pareja; él con conocimiento de todo, magnífica persona; ella, con conocimiento de todo, magnífica persona, júntenlos y usted dice, pero si los dos son excelentes, sí, separados, pero por qué razón? Porque en la relación no están poniendo nada de su parte y en las relaciones hay que darse con honestidad, hay que darse con franqueza.
Y para tocar el espíritu de una persona no necesariamente tenemos que ser íntimo de esa persona. Yo no sé si usted ha ido a un almacén donde le aparece un dependiente que usted dice, aquí, no regreso. En un almacén, la cajera me gruñó en inglés y como yo no entiendo inglés, no entendí los gruñidos. No pude hacer la compra. Pero a los 10 minutos regresé y había otra cajera, y con esa cajera, miren, mi espíritu tocó el de ella y el de ella tocó el mío. Y en dos minutos estábamos platicándonos, ella me contó su vida, yo le conté a qué venía, me hizo otro descuento, me dio una tarjeta y miren cuál fue la diferencia en esa relación. Si a ninguna de las dos yo las conocía, la transacción fue la misma, pero qué pasó? Ella se dio por entero, tocó mi espíritu, pues yo pude tocar el de ella y las dos nos dimos en ese momento. Y hasta la invité a venir pero tenía que trabajar. Pero eso es tocar el espíritu de la otra persona.
Las relaciones también tienen categorías fundamentales. Cuáles son esas categorías fundamentales? Hay un tipo de relación que es cooperativa, con el propósito de lograr algo. Perdón, es cooperativa e instrumental. Qué quiero decirles con cooperativa e instrumental? Que las personas se juntan con el propósito de lograr algo. Tienen una meta. El liderazgo por ejemplo, tiene mucho de ese tipo de relación, porque hay un equipo que está para lograr algo.
Pero hay otro tipo de relación que consumatoria, que es la relación en sí lo que importa, por ejemplo, el matrimonio. Ahora, es muy difícil que las relaciones se den o solo cooperativas o solo consumatorias. Generalmente están combinadas. Y en el liderazgo a pesar de que hay más de la relación instrumental o cooperativa, también hay relaciones consumatorias, porque también es importante la relación en sí.
Y si entramos a las dimensiones fundamentales, entramos a un terreno difícil. Por qué razón? Porque nos habla de la cercanía o la intimidad entre las personas. Claro, en un matrimonio tiene que haber una cercanía, tiene que haber una intimidad. Y la pregunta siempre es, entre los líderes tiene que haber una intimidad, tiene que haber una cercanía? Bueno, eso hasta donde es esa intimidad, hasta dónde es esa cercanía, claro que tiene que haberla, hasta dónde es? El líder la decide con su equipo. Por qué razón? Porque si usted quiere entrar en intimidad con uno de los miembros del equipo y el miembro del equipo no quiere, usted shute. Sabe lo que significa la palabra shute? Que usted es metido. Metido, está invadiendo el espacio del otro. Y tal vez es el líder el que no quiere tanta intimidad y los del grupo están queriendo, entonces se siente como acosado. Estos límites tienen que ser definidos dentro del equipo, hasta dónde es necesario, hasta dónde no es necesaria la intimidad entre los miembros del equipo. Si se lograr una buena intimidad entre todos, pues, excelente, pero a veces depende mucho de las personalidades. Hay personalidades que usted no puede invadir, el espacio está nuevo, como que tiene que ir despacio, poco a poco.
Y aquí también vemos lo que se llama la acción y la extensión que también es importante tenerla presente. Esto quiere decir cuántas áreas de la vida de la persona yo tengo que abarcar. Si en este liderazgo dependiendo de lo que se trate el equipo, yo tengo que abarcar todas las áreas de la vida de la persona o solo abarcar algunas. Posiblemente no tengo por qué abarcar su trabajo, o no tengo que abarcar sus estudios. Hay que definir qué áreas se tienen que abarcar en un equipo de trabajo y hasta dónde se tiene que abarcar.
Y también acá va el factor tiempo. Definir cuánto tiempo del equipo yo voy a tomar para liderazgo. Porque de ahí resulta que quiero demasiado tiempo, y empiezan los problemas. Yo quiero llamar a su casa a cualquier hora y empiezan los problemas. Entonces, tenemos que saber cuánta extensión de tiempo y cuánto de la vida de la persona vamos a abarcar.
En toda relación interpersonal vamos a tener varios elementos. Ahí están. No hay ninguna relación interpersonal que no tenga estos elementos. Claro, según el tipo sea la relación, los elementos se van a dar mayor o en menor grado, y son más o menos importantes. Pero si nosotros los examinamos vamos a tener el amor. El amor usted dirá en una relación de liderazgo, tiene que haber amor? Claro que sí. El Señor nos da un mandato que dice: amaos los unos a los otros. No hay para donde. Claro, no tiene que ser en la misma intensidad como en un matrimonio, de la misma manera lógicamente. Pero el amor en un equipo de trabajo tiene que existir. El amor tiene que ser lo más duradero en un equipo de trabajo.
El respeto. El respeto en un equipo de trabajo entre los líderes es esencial. Tiene que haber respeto. Y sabe que el respeto es una de las cosas más olvidadas que hay hoy día. La confianza, yo le diría, que en un equipo de trabajo, entre el líder y los que están a su cargo, es el elemento más importante, la confianza. Un equipo de trabajo que no se tiene confianza, imagínese. Mejor se van para su casa definitivamente. Es básica la confianza en un equipo de trabajo.
La generosidad, la que menos nos gusta. ¿Verdad? Porque algunos en todas las áreas, usted sabe qué es esto? Sí? Codos, porque podemos ser codos, no solo en lo económico. Codos, hasta con la sonrisa. Hay quienes que parece que pagaran por sonreír. El entendimiento es lo que más cuesta. Le es fácil a usted entender a la gente? Ay, hay gente que de verdad cuesta. Y sabe una cosa, sabe cuál es el más difícil de entender? Uno mismo. A veces ni uno mismo se entiende, pero sí quiere que todos en la casa lo entiendan. Toda la iglesia lo entienda, pero usted no se entiendo. Y el día que usted amaneció de malas, ese día, hasta la cara lleva fea y quiere que toda la iglesia entienda que usted va de malas, que no se le acerquen, que usted va de malas. Entendernos es una de las cosas más difíciles que hay, pero es esencial en un liderazgo.
Veamos entonces el amor cómo debe manifestarse en un liderazgo. El amor en un liderazgo básicamente va a ser enfocarnos en los demás. Un líder tiene que dejar de enfocarse en él mismo y enfocarse en los demás. El líder que no puede enfocarse en los demás, más que en él mismo, no va a tener un liderazgo efectivo. Y la palabra de Dios es clara, miren lo que nos dice Mateo 7:12:
“…Así pues hagan ustedes con los demás, como quieran que los demás hagan con ustedes porque en eso se resume la ley y los profetas…”
La famosa regla de oro. Un líder tiene que tener lo que se llama un caminar alto. Cuál es el caminar alto? El caminar bajo es cuando el líder trata a los demás, ay, menos de cómo lo tratan a él si él es el líder. Un caminar medio es cuando el líder trata al equipo como el equipo lo trata a él. Pero un caminar alto es cuando el líder trata a los de su equipo mejor que como él es tratado. Y ese es el caminar que Dios quiere para nosotros. Ese es el caminar que él quiere en todas las relaciones interpersonales. Cuando en la familia nosotros tratamos mejor que como nos tratan. Es el ejemplo que dio Meche en la mañana hace un ratito. Esta mujer estaba siendo maltratada, pero cuando ella empezó a tratar mejor, las cosas cambiaron, el clima emocional cambió. Y el líder es el que va a marcar el clima emocional de su equipo. Todos influyen, ya lo vimos, todo influyen, pero el que va a marcar el clima emocional es el líder. Y lo va hacer con un caminar alto.
Cuál es el contenido del amor? Cuál es el contenido del enfocarnos los unos a los otros? Lo primero que tenemos es la preocupación. Un líder que no se preocupa por su equipo no va a funcionar. Tiene que dar el ejemplo porque el líder es un manual andando. Así de sencillo. Si él en su equipo se preocupa por otros, los otros se va a ocupar entre sí y se van a ocupar por él. Una de las mayores quejas que yo he visto en los equipos de liderazgo es: el líder nunca se preocupa de mí. El líder nunca me llama por teléfono. El líder nunca me visita si estoy enfermo.
Yo no le quiero decir que el líder tenga que estar todo el tiempo como que usted es un niño, cuidándolo. No. Pero las relaciones interpersonales se dan cuando nos preocupamos los unos por los otros. Y yo sí creo que debemos preocuparnos los unos por los otros, cuidarnos mutuamente. La preocupación es el cuidado mutuo que nos tenemos. Cuando yo la cuida a ella, ella me cuida a mí. Si esto se logra en un liderazgo vamos a caminar todos bien.
A veces tenemos la excusa, ah, no, si es servir al Señor, servir al Señor no tiene uno por qué estarle dando palmaditas en la espalda. Yo creo que cuidarnos, preocuparnos, sí es parte de la relación. Por qué lo creo? Porque Dios se preocupa por nosotros. Jesús se preocupa por nosotros. Dios se preocupó de tal manera que dio a su Hijo Jesucristo para que nosotros tengamos vida eterna. Y si queremos tener un liderazgo al estilo de Jesús tenemos que preocuparnos los unos por los otros.
La bondad. Fíjese que la bondad es el relacionarnos de una manera amable. Sabe que a veces cuesta ser amable. Hay veces que no tenemos ganas de ser amables. No estamos en condiciones de ser amables, sin embargo, es parte de la hermandad. Un hablar amable… que a veces somos groseros con nuestras palabras, groseros para tratarnos unos con otros en el equipo, groseros para tratarnos en la familia, y un hablar amable, un hablar bondadoso nos va a dar un sentimiento de hermandad, nos va a dar unidad. Fíjese que Dios nos habla de manera amable, hasta cuando nos da los jaloncitos nos habla de manera amable.
Simpatía. Ay, ese líder sí que es antipático. Tendrá que trabajar. Yo no puedo tener un líder antipático. Usted tiene un líder antipático? Sí, quieren un líder antipático. Eso es fácil. Más difícil es que sea simpática, que tenga simpatía. La simpatía la van a dar las acciones. Cuando usted mira las acciones de una persona, eso es la simpatía, no es tanto el físico, o que sea payaso, sino que son las acciones lo que van a dar la simpatía. Y eso es básico. Si usted es líder prepárese. Va a tener que perdonar, perdonar y perdonar. Y si está en un equipo de trabajo va a tener que perdonar, perdonar y perdonar. Usted sabe cuántas veces no podemos manejar un liderazgo, o estar en un equipo de trabajo si no estamos en el perdón.
Ahora vamos a ver cuáles son los principios relacionales del amor. Cómo podemos saber, aparte de los elementos que tenemos que poner en práctica, cuáles son los principios relacionales en un liderazgo para que se manifieste el amor?
La perspectiva. Qué es la perspectiva? La perspectiva es ver el cuadro completo. El líder no puede ver solo una parte de la situación en su liderazgo. No puede ver solo una parte de la persona, el líder tiene que ver un cuadro completo. Muchas veces los líderes cristianos solo vemos nuestro pedacito. Lo que a mí me toca y mi grupito, pero ¿saben qué? nosotros y nuestro grupito somos parte de otro grupote. Y ese grupote es parte de otro grupote. Y tenemos que ver el cuadro completo. No somos un equipito aislado, dependemos unos de otros. Y cuando no vemos el cuadro completo, qué nos puede pasar? Nos puede pasar lo que le pasó a Nabucodonosor. Fíjese que él era tan orgulloso que solo vio su pedacito. Él agarró a las personas más importantes, los más inteligentes, con esos se quedó y no vio el cuadro completo de la nación. Qué pasó? Dios tuvo que trabajar en él y después de que era rey, lo llevó a vivir de la peor manera, hasta que reconoció que Dios era el Soberano. Tenemos que ver el cuadro completo.
Qué otro principio tenemos? Tenemos el principio del intercambio. Ese principio es bien sencillo, difícil de hacer, ponerse en los zapatos del otro. Si algo es difícil es ponerse en los zapatos del otro. Pero cuando logramos ponernos en los zapatos del otro, vamos a entender al otro. Posiblemente nos vamos a dar cuenta que si yo estuviera en su lugar, haría lo mismo y peor todavía. Sí. Es cuando como cuando censuramos a los gobernantes, a saber, si nosotros fuéramos los gobernantes cómo seríamos? O cuando censuramos al líder, a saber, si yo fuera el líder cómo sería? A lo mejor sería peor que aquel que estoy censurando. Eso de ponernos en los zapatos del otro ayuda mucho.
Hay dos personajes que uno es ejemplo de lo que no debe ser un liderazgo y la otra, sí es un ejemplo. Está el caso de Abigail y su esposo Nabal. Nabal era…, espero no tenga ninguna similitud con ningún esposo acá, porque era feo. Me refiero a su actitud, me refiero a su modo de ser. Cuando le tiene que dar comida a los hombres de David que habían sido buenos con los hombres de él, qué hace? No le importa. No los quiere ayudar. Hay que ver lo que les pase. Solo vio su pedacito, nada más.
Pero qué hizo Abigaíl? Abigaíl es ejemplo de lo que debe de ser las relaciones en un liderazgo, y en todo tipo de relación. Qué hizo ella? Ella fue a dar, ella fue a ofrecer, ella agarró lo que tenía, ella se fue con David, ella fue amable, ella para cariñosa. Por qué? Porque era una mujer bondadosa, era mujer linda y qué pasó? Tocó el espíritu de David y lo tocó de tal manera y David tocó el espíritu de ella, lo tocó de tal manera que salvó a todas las familias del lugar. Una mujer que toca el espíritu de las personas puede salvar a su familia, puede salvar a las familias de la cuadra, puede salvar a todas las familias que tiene cerca cuando sabe tocar el espíritu de alguien. Y mire, y lo tocó tanto que después David se casó con ella. Ya esa parte, déjenla por un lado, ahí ya no entramos.
Y tenemos acá entonces otro principio: el principio del carisma. A veces decimos, ay, tan carismático, por qué? Su físico. No, realmente el carisma es interesarse por las personas. Y un líder tiene que interesarse por las personas, tiene que interesarse por las personas más que en sí mismo.
Jonatán apoyó a David para que fuera rey. Y un líder tiene que apoyar a su gente para que crezca, para que se levanten, para que un día sea su sucesor. Ay, pero a veces los líderes qué hacemos? Que no hay ninguno, solo a los de guate. Sabe que hacemos allá? Cuando alguien va creciendo y ya nos va a quitar del puesto lo apachamos de alguna manera. Y a veces somos expertos en buscar formas de apachar al que va creciendo en el grupo, cuando ya vemos que este nos puede pasar, ahí buscamos la manera de ver cómo lo apachamos. Por qué razón? Porque no queremos que crezca.
Para una reflexión: está aplicando usted estos principios en su liderazgo? Se están manifestando en su liderazgo? Se están manifestando en su familia? Se están manifestando en la mía estos elementos del amor? Eso solo Dios nos puede dar la respuesta. Solo Dios puede saber y confrontarnos que si realmente hemos estado aplicando este principio del amor en nuestro liderazgo, si realmente hemos dejado el de centrarnos en nosotros mismos y centrarnos en los demás. Si Dios nos muestra que tenemos que hacer un cambio en esa área, tenemos que pedirle a él que nos ayude a hacer ese cambio.
Cuánto realmente yo estoy centrada en mí misma, o cuánto realmente me interesan más los demás. Quién va primero? Yo o los otros.
Y ahora entremos a otro de los elementos que tenemos acá: el respeto. Qué es el respeto? El respeto es el reconocimiento de la dignidad de una persona. Y qué nos dice Colosenses? Miren, “…..compórtense sabiamente con los que no creen en Cristo aprovechando al máximo cada momento oportuno que su conversación sea siempre amena y de buen gusto así podrán saber cómo responder a cada uno….”
Mis amadas hermanas, como está nuestra conversación? Muy linda, muy interesante. Que bien! Saben que las conversaciones a veces van en detrimento, las conversaciones más altas son las que hablan de ideas, bajan un poquito de tono cuando hablan de cosas, y se van para abajito cuando hablan de personas. De qué será lo que más hablamos? De cosas, ideas o personas? Si somos honestas, de personas. Como que tenemos que elevar nuestra conversación.
En su equipo de liderazgo de qué habla? De ideas, de cosas o de personas? Si estamos hablando de personas subamos nuestro nivel.
Cuál es el contenido? En el respeto lo básico es valorar a los integrantes del equipo y que los integrantes del equipo valoren al otro con su valor intrínseco. El valor intrínseco que Dios nos ha dado. En la familia nos tenemos que valorar con el valor intrínseco que Dios nos ha dado. Ese valor que no se quita con nada aunque hagamos lo peor. Sabe que aunque su esposo haga lo peor, los hijos hagan lo peor, el líder haga lo peor, su valor intrínseco sigue siendo como persona. Porque es el valor que Dios le da.
Y en un liderazgo también tenemos que aprender a reconocer el valor del carácter. Qué es el carácter? A veces pensamos que carácter es, ay, yo soy muy dulce…. Mal carácter. No, carácter es otra cosa. El carácter es hacer lo correcto cuando tengo que hacer lo correcto. Y un líder puede cometer equivocaciones de cosas que no sabe, esas se corrigen aprendiendo, pero las equivocaciones de un líder por falta de carácter, esas pueden ser terribles. Un líder tiene que hacer lo que tiene que hacer cueste lo que cueste. Ay, que me va a ir mal…. Bueno, le va a ir mal, pero tiene que hacer lo que tiene que hacer, cueste lo que cueste, lo vea quien lo vea. Saber que Dios siempre está viendo.
El reconocimiento. Entre el equipo de liderazgo es importante, es otra de las áreas de problemas siempre. Es que no me reconocen lo que hago. Es que nunca me dan las gracias. Ha oído eso? Es que nunca me dicen que qué bien lo hice. Es que no son agradecidos. Claro, no nos van a dar las gracias todo el tiempo, pero sí tenemos que darnos las gracias, sí tenemos que reconocer lo que unos hacen por otros. Dios nos manda a ser agradecidos, a dar gracias a él todo el tiempo por lo que tenemos, pero también debemos de dar gracias a las personas que nos están rodeando.
Cuando empezamos a dar gracias por el equipo que tenemos y las personas que nos están rodeando, nos vamos a dar cuenta cuán hermosa es nuestra vida con las personas que nos puso alrededor, cuál enriquecedora es nuestra vida con las personas que nos puso alrededor. El problema saben en qué está? En que a veces somos buenas para ver los defectos y no para ver el potencial. Y un líder tiene que ver el potencial de la gente más allá del defecto. Para ver el defecto no necesita ser líder, para eso todos los vemos los defectos. Somos cazadores de errores pero ver el potencial de la gente eso es otra cosa. Saber ver lo que está debajo de la persona y hasta dónde se le puede llevar y cuánto puede dar, si se le respeta, si se le da reconocimiento, si se la da aprobación. La aprobación retroalimenta y en un liderazgo tiene que retroalimentadas las cosas buenas, tiene que haber aprobación. En la casa tenemos que tener aprobación los unos con los otros. Las mamás para corregir, buenísimas, doctorado… para aprobar las cosas buenas de los hijos… pasan por un lado y pasan por el otro. Tenemos que aprobar.
Y la aceptación, qué es la aceptación? En un equipo de liderazgo cada miembro debe sentirse aceptado, sentir que tiene un lugar, sentir que ahí está cómodo, sentir que ahí lo aprecian, que ahí lo respetan, de lo contrario, imagínese trabajar en un equipo donde usted no se siente aceptado, con qué ganas va a trabajar? Cómo va a hacer su trabajo? Malo. Tenemos que trabajar en el equipo de liderazgo para aceptarnos los unos a los otros, lo cual no es fácil, porque somos diferentes. Y qué bonito es aceptar a los que son iguales que yo, pero a los que son diferentes, ahí ya la cosa cuesta.
Pues bien, razones por las que las líderes no se ganan el respeto. Yo se las podría centrar en dos: una de ellas es que un líder cree que porque le dieron el puesto ya lo van a respetar. O porque es más grande, o porque tiene canas, o porque tiene más tiempo en el Señor. No, el respeto se gana. Y cómo se gana el respeto? Ya lo vamos a ver. Cuál es el comportamiento del líder para ganarse el respeto?
La otra razón por la cual un líder a veces no se gana el respeto, es porque tiene más necesidad de aceptación que de respeto. Y el líder que tiene entonces por su necesidad de aceptación quedar bien con todos, deja que le falten el respeto. Y empieza a no separar los límites, a pasarse sobre el límite.
Cómo se empiezan a pasar sobre el límite en un liderazgo? Las bromas. Y las bromas cada vez van subiendo más de tono, van subiendo más de color y cuando sentimos nos estamos faltando el respeto los unos a los otros. Hoy día yo he visto que a los líderes se les respeta poco, se les contesta mal. Yo les quiero decir, usted al líder no le puede contestar mal. Simple y sencillamente porque es el líder. El día que usted sea es otra cosa, pero al líder hay que respetarlo. Ay, sí, pero fíjese que es más chiquito que yo. No importa. Sabe menos que yo, que lo voy a respetar. No importa, es la autoridad delegada. Acaba de entrar en el Señor y yo mire cuántos años tengo. No importa, es la autoridad delegada.
Fíjese que en la iglesia está el pastor y está el pastor asociado que es el hijo del pastor. Es para mí un joven de 35 años. Mi hijo trabaja exactamente a la par de él, los dos juntos, ellos tienen leyes que han puesto, estatutos que han puesto, reglas que han puesto, y yo tengo que obedecerlas, yo tengo que sujetarme a lo que ellos me dicen y si me dicen, esto se puede hacer, esto se hace; esto no se puede hacer, esto no lo hago. Tengo que respetarlos aunque sea mi hijo y aunque sea, los dos que yo los puedo ver como unos jovencitos, pero son los líderes que Dios puso sobre mí.
Claro, el líder tiene que darse a respetar. Cómo va el líder a edificar el respeto? Fíjese que el líder tiene que hacer cosas para edificar el respeto. El líder tiene que empezar respetándose él mismo. Si él no se respeta, olvídese, no lo van a respetar. Cómo se respeta un líder? Lo primero que tiene que hacer es un buen desempeño. Usted va a respetar a un líder que se desempeña bien. Vamos a respetar a un líder que no cambia sus convicciones. No es un líder que hoy dice una cosa y mañana dice otra. Hoy está hasta arriba, mañana está hasta abajo. Puro yoyo. En todo lo que hace, en todo lo que dice, eso no es un líder al que nosotros vamos a respetar.
Qué otra manera se va a dar a respetar un líder? Un líder se va a dar a respetar sabe cómo, cuando es puntual, porque cuando el líder no es puntual, está robando la vida a la gente que está con él. Y los del equipo tienen que ser puntuales. La impuntualidad, mis amados hermanos, es quitarle la vida a otra gente. Por qué razón? El tiempo es vida. Y si yo lo hago esperar a usted una hora, le quité una hora de su vida. Así de sencillo. Eso es crucial en un equipo de trabajo.
El líder también tiene que ir más allá de las perspectivas del equipo. Por qué? porque el líder es el que marca la dirección. El líder tiene que ir al futuro, o sea, que el líder tiene que ir en su pensamiento como antes, tiene que ver las cosas como antes, tiene que visualizar antes lo que va a pasar. Por qué razón? Porque al visualizar antes las cosas que van a pasar, las puede prevenir.
Pero imagínese que un líder hasta que el asunto está grave toma cartas en él. No, el líder tiene que ver venir las cosas y tiene que ver muchas veces cómo las detiene. Y un líder tiene que ser exitoso en la medida de hasta donde puede, en todas las áreas de liderazgo: casa, trabajo, liderazgo. Ah, es que aquí en la iglesia, yo soy exitosa, pero en mi casa…. Aquello va fatal. Eso no puede ser. Tiene que haber un equilibrio en todo. Aquí miren, ja, pero en el trabajo… ahí casi que ya me sacan. Tiene que haber equilibrio. La vida es equilibrio y tiene que haber equilibrio en todas las cosas de nuestra vida.
Fíjese que a mí me llama mucho la atención lo que dice Primera de Tesalonicenses 5:12 y 13 dice:
“… que reconozcan a los que trabajan entre vosotros y los presiden en el Señor y os amonestan, y que los tengan en mucha estima a causa de su obra….”
Qué me está diciendo aquí? Me está diciendo que tenemos que tener al líder en estima, aunque nos amoneste. Hay que tenerlo en estima. Y cómo vamos a mostrar nosotros respeto? Una de las formas de mostrar respeto es la obediencia. Ahí va el líder, ni caso le hago, solo lo dejo hablando. Es falta de respeto y el líder también tiene que tener respeto por su equipo. El cumplir con lo que tenemos que hacer es una manera de lograr el respeto en un equipo. El hablarnos educadamente, si no necesitamos gritarnos ni decirnos cosas así, usted sabe, ….. así, esas, que usted se lo dice a Juan para qué? lo oiga Pedro. Y lo dice aquí para que lo oigan así. Esas son faltas de respeto que no deben darse en un liderazgo.
Pregunto para una reflexión: Cómo está el respeto en su equipo de trabajo? Hay que incrementarlo, incrementémoslo. Cómo está en la casa el respeto? Tenemos que incrementarlo? Tráeme la toalla. Apúrate, son las 6!! Te dije que corriendo, venís como que tortuga. Yo no sé de dónde me lo inventé. Y cuando llegamos a la iglesia, hermano, bienvenido. Y en la puerta otra vez, te dije que te apures que tengo hambre. Equilibrio. Equilibrio en todas las áreas que podamos ser personas que fomentamos el respeto. Mire, si algo se ha perdido hoy día es el respeto. Hablamos como queremos, decimos lo que queremos, herimos como queremos.
Vamos a entrar a otro que no se ve ahí, la confianza. Esta es la más importante en el liderazgo, bien difícil, porque miren lo que es la confianza. Es la condición por medio de la cual nos hacemos dependientes de otras personas para un resultado o consecuencia. Y Corintios 4:2 nos dice:
“… ahora bien, se requiere de los administradores que cada uno sea hallado fiel…”
La confianza es una decisión. Usted toma la decisión de confiar en alguien. De hecho, las decisiones de confianza usted las toma todos los días desde que se levanta. Usted decide confiar en el que va manejando en el vehículo en el que usted se va. Ahí está la primera decisión de confianza. Usted cuando compra algo confía en lo que le están vendiendo. Cuando oye a alguien, confía en lo que le están diciendo. Es una decisión.
Pero también es un proceso relacional. Usted no va adquirir la confianza de sus líderes por una vez que hicieron las cosas bien. La confianza es un proceso que se va desarrollando. Y la confianza lo más difícil es que es un riesgo. Cuando usted confía en alguien usted confió y si le fue mal la decisión de quién fue? Suya. Es que yo confié, sí, pero quién decidió confiar? Uno. De quién es la culpa? Si a culpables vamos de uno. Por qué? Porque confió en la persona equivocada. No habría visto en esa persona los elementos o los contenidos de la confianza, que veamos cuáles son.
La confiabilidad. Usted sabe si una persona es confiable a medida de que le ha encargado varias cosas y ha funcionado. Entonces usted sabe que es confiable. De lo contrario no sabe si es confiable.
La responsabilidad. Si usted sabe que una gente es irresponsable y confía en ella, cuál va a ser el resultado? Porque mire, la confianza no puede ser fragmentada o la persona es confiable en todas las áreas, o no es confiable en nada. Pero no puede ser que usted tenga un equipo de liderazgo que puede confiar en esto, como que fueran rompecabezas. No. La confianza debe ser en un grupo de liderazgo total, todos entre todos y en todas las áreas.
La lealtad. Esto sí que…. Yo no sé si usted ha visto dentro de las otras iglesias como hablan del líder y después ay, que tal estás? Como me gozo en que seas mi líder! O al revés, ¿verdad? Ha oído eso?
El otro les decía a unas personas, ah, pero que tan mal se llevan pues con esa persona, pero es la primera que invitan a la hora de una reunión. Si no les gusta, si no la quieren ver, es la primera que invitan. Por qué? Porque no hay lealtad. La lealtad es algo en lo que tenemos que trabajar. No podemos ser desleales con la gente con la que trabajamos. No podemos ser desleales. No podemos, yo siempre he dicho que uno no puede morder la mano que le está dando de comer. Si usted está trabajando en un lugar no hable del jefe. El jefe le está dando de comer. Gracias al jefe compró su carrito, su casita y estamos hablando mal de él encima. Pero no nos gustaría que nos pasara a nosotros, que la persona que trabaja con nosotros hable mal después de que nosotros le estamos pagando y dando de comer. No nos gusta. La lealtad.
La fidelidad. Todo esto va combinado: la lealtad, la fidelidad, van combinados. Fíjese que Dios es un Dios fiel, fiel, fiel y si usted quiere un liderazgo al estilo de Jesús tiene que ser fiel en el equipo, tiene que ser un líder fiel. Si usted es un líder intermedio, tiene que ser fiel con los que están de cabeza suya y tiene que ser fiel con los que tiene en su equipo. Tiene que tener fidelidad en los dos niveles. Tiene que ser con fidelidad en los dos niveles.
Credibilidad. Sabe qué es la credibilidad? Si digo sí es sí. Y si digo no es no. No se preocupe, yo lo hago, yo lo hago. Y usted no hace nada. Yo traigo, yo traigo. Y no trae nada. Yo me hice responsable, no lo traje pero asumo la responsabilidad. Cuál responsabilidad si no lo trajo? Si usted se comprometió, se comprometió, aunque tenga que venir a hacerlo de cabeza, enferma, como sea, se comprometió, se comprometió. Usted dijo que llegaba y llega en burro, pero llegue. Sí, así de sencillo. Sí, pero llegue. Eso es la credibilidad. Con la mayor tranquilidad dice, ay, no pude, fíjate. Y deja al líder ahí, deja a todo el equipo porque no pudo. Y busca cualquier excusa que a lo mejor es hasta mentira. Porque si no lo va a poder hacer, llame antes, y arréglelo cómo lo puede cubrir. Así de sencillo. A veces hay trabones, llame antes y arregle cómo se puede cubrir. Pero hágalo.
Y luego vamos a tener la seriedad. Mi amada hermana, si usted se decidió a servir al Señor, de ser parte de un equipo, usted tiene que ser seria. Ay, hoy sí lo sirvo, pero mañana no porque estoy cansada. No. Las cosas en mi casa…. no, servir al Señor no es juguete. Estar en un liderazgo, en un equipo de trabajo no es juguete.
Yo veo que a veces para el trabajo somos serios, para las cosas del Señor, no. Ay, como es para el Señor, sí, precisamente como es para el Señor tiene que haber excelencia. Al trabajo sí llegamos puntual porque ni modo, pero a las cosas del Señor, no, porque es para el Señor. Eso no puede ser.
Y respuestas predecibles. Usted si quiere ser una persona confiable, de credibilidad, tiene que tener respuestas predecibles. Es que no sé como me va a salvar. No, las respuestas tienen que ser predecibles. No sé qué me va a decir. No, las respuestas tienen que ser predecibles. Usted tiene que trabajar en eso en su equipo de trabajo, que ahí todos los que digan es sí, lo que digan es no. Son confiables, las respuestas son predecibles.
Las personas en qué confían en el líder? Porque también las personas depositan su confianza en el líder. Y el líder tiene esa responsabilidad. Ser líder no es fácil. Es bien difícil. Solo se logra unido del Señor. En qué confía la gente en el líder? Bueno, en el juicio.
Usted sabe que su líder está cuerdo. Al menos eso cree. Cree que sabe a dónde lo lleva, cuáles son las metas. Porque si no cree que su líder está cuerdo, pues vamos mal, ¿verdad? Usted sabe que su líder es una persona íntegra en todas las áreas de su vida, que es franco, que no le dice mentiras blancas. Sabe cuáles son las mentiras blancas? Las mentiras sociales. Sabe que es un líder veraz, que si le dijo una cosa es porque es. En qué va a confiar usted en el líder? En la perseverancia. Usted no quiere un líder que a la primera de cambio, cuando las cosas se ponen feas, sale corriendo y los deje a todos en el equipo y ahora qué hacemos, a quién ponemos.
Usted tiene que desarrollar esas características si es un líder, tiene que desarrollar su carácter. Ya hablamos de esto. Tiene que ser honesto. Y un líder honesto, pues, es un líder que no tiene una imagen falsa, que como soy líder soy perfecto, fíjese, ya no tengo errores, ya no tengo emociones, ya no siento nada. Los líderes tenemos un montón de errores, cometemos equivocaciones, somos personas y podemos tener una imagen falsa. Hasta caminamos diferente porque somos el líder. No, eso no puede ser, no puede ser.
Esas son las características que un líder tiene que desarrollar. Por qué? Porque su equipo espera eso.
Vamos a ver cómo podemos edificar confianza en un grupo. La confianza definitivamente empieza en uno mismo. Ahí empieza la clave. Ya vimos como podemos ser un líder confiable. Un líder también edifica la confianza cuando es accesible. Antes yo lo podía hablar al hermano, a la hermana, ahora ya no porque es líder, ya tengo que pedir cita. Ya si lo saludo nunca me da la cita. Yo no lo puedo hablar ahí en el equipo porque ahora es líder. No. El líder tiene que ser accesible.
Fíjese que ahí en la Biblia tenemos un ejemplo de accesibilidad que a mí me gusta mucho, y es el caso de Rebeca. Le pongo ejemplos de mujeres porque estamos mujeres. Cuando a ella le piden agua para beber, qué hace ella? Ella es accesible y da el agua al siervo de Abraham, le da el agua, y no solo le da agua a él sino que le da agua a los camellos. Pero nosotros no queremos caminar un poquito más de ser accesibles, sino que exactamente lo que nos piden.
No, un líder tiene que caminar la segunda milla. Ay, le pidieron la camisa, tiene que dar el saco. Un líder tiene que dar siempre más. Tiene que ser accesible. Claro, usted no va a estar llamando al líder a su casa y a su trabajo, cada media hora, porque tampoco. Pero equilibrio para las cosas, pero sí tenemos que saber cuándo somos accesibles para atender a la gente.
Otra cosa bien importante para edificar la confianza es crea lo mejor de las personas. Si usted cree, el líder que cree lo mejor de su equipo, va a sacar lo mejor de su equipo. Por qué? Porque eso van a ser sus diálogos internos. Cuáles son los diálogos internos? Son estos pensamientos que hay aquí en la cabeza todo el tiempo. Y ahorita, yo sé que usted tiene algunos. Esos diálogos internos de lo que usted cree de la gente van a ser el resultado. Crea lo mejor de la gente. Es que me puedo equivocar, se puede equivocar, es un riesgo, pero creer en alguien da buenos resultados.
Para una reflexión: Cómo está la confianza en su equipo? La ha edificado? La tiene que edificar? Qué cambios tiene que hacer? Recuerde, un equipo en el que no hay confianza, no es equipo. Así de sencillo. Por qué? Porque estamos todos desconfiados los unos de los otros, no confiamos en que la gente va a hacer las cosas. No confiamos. No puede ser, tiene que edificarse la confianza.
Y veamos ahora, la generosidad. Es la inversión que nosotros hacemos en los demás. Cómo vamos a invertir en los demás? Preocupándonos los unos por los otros a fin de estimularnos al amor y a las buenas obras. Cómo vamos a ser generosos? Mire, en tiempo el líder tiene que tener tiempo para el trabajo del Señor, el equipo tiene que tener tiempo. Es que ya voy corriendito porque no tengo tiempo, y todo lo hacemos corriendito. En el Señor no puede haber corrienditos. El Señor no anda corriendito de nosotros. Nos da tiempo o usted lo tiene que corretear? Yo no veo. El Señor ahí está. Entonces, lo más que podemos hacer por él es darle tiempo, pues, si no nos pide mucho.
Usted tiene que dar información. Hay líderes que cómo saben y no enseñan nada. Por qué? Porque si el otro sabe mucho va a saber más que yo. Si usted quiere ser trascendente en un liderazgo enseñe, deje seguidores. Esa es la trascendencia. Usted se muere y los otros siguen. Porque le cuento que todos vamos por ese camino. Así es que muy líderes pero ese es el caminito.
Afecto. Mire, un líder tiene que dar afecto. Cuando un líder da tiempo, información y afecto, qué está dando? Está dando apoyo, y cuando da apoyo hay crecimiento del grupo y hay buenas relaciones.
Y veamos ahora los principios de la generosidad. El primer principio que tenemos es el principio de la huerta. Ahí tenemos a Moisés y Josué. Moisés y Josué estuvieron juntos por 4 décadas. Se dieron tiempo el uno al otro, se apoyaron el uno al otro por 40 años, en las buenas y en las malas. Las relaciones hay que cultivarlas. No se dan por sí solas, hay que regarlas y regarlas todos los días.
Tenemos el principio del ciento uno por ciento. Qué es este principio usted me dirá? Es que yo con mi equipo no tengo nada en común, todos somos tan distintos. Busque el uno por ciento que tenga en común y a ese uno por ciento dele toda la fuerza. Es que yo con mi esposo no tengo nada en común. Busque el uno por ciento con el que tenga acuerdo y dele toda la fuerza.
Mire, Pedro estaba defendiendo la inclusión de los gentiles que hizo Dios. Pedro fue amonestado porque le estaba predicando a los gentiles, y le estaba predicando a Cornelio. Y qué hizo él cuando lo confrontaron? No se puso a pelear, buscó el punto en el que estaba de acuerdo en común con los religiosos, que era que cada persona que verdaderamente tenía un convencimiento creyente en Jesús, tenía el Espíritu Santo. Ese era el punto en común, y eso fue lo que él tomó para entrar en unidad.
La celebración. Sabe usted dónde se prueba una verdadera relación? Cuando usted se alegra que le pasó algo bueno. Pero cuando se alegra de verdad. Ay, que bueno lo que te pasó y en el fondo, Señor, por qué no fue a mí a la que le pasó eso? No crea, no es fácil eso a veces. Es cuando verdaderamente usted se alegra del triunfo del otro, cuando verdaderamente usted se alegra que Dios le dio al otro lo que usted quería para usted. Ahí se mide una verdadera relación.
A veces estamos orando dos personas por lo mismo. Dios se la da a una y a uno no. No es fácil alegrarse. Pero ahí se prueba la verdadera relación. Usted se recuerda el caso de Saúl y David? David había vencido a Goliat, había vencido a los filisteos, iban de regreso a su casa y cuando las mujeres israelitas empiezan a decir, David, mató a diez mil, Saúl solo a mil, qué hizo Saúl? Se enojó, se puso bravo, lo empezó a perseguir. Por qué? Porque no pudo celebrar el triunfo de la otra persona.
Y por último tenemos el entendimiento. Toda relación debe de añadir valor a la persona. No quitarle valor. Una relación es significativa cuando usted se relaciona con la persona le da valor a la persona, añade a la persona, hace crecer a la persona, hace resaltar lo mejor de la persona, hace que la persona sea efectiva. Esas son las relaciones saludables que Dios quiere para nosotros. Por eso dice que dos son mejor que uno, porque si uno cae el otro lo sostiene.
Y veamos el contenido del entendimiento. Comunicación adecuada. Un líder que no tiene una comunicación adecuada con su equipo de trabajo no funciona. Que entiendo por comunicación adecuada? Una comunicación que es clara, concreta, directa, que puede dar las órdenes con claridad, con seguridad, concretas. No que yo te digo, porque yo creo para... una confusión. Que usted hasta cuando da una dirección lo mandan por aquí, y luego para allá y después…
El otro día una persona le daba una dirección para llegar a mi casa y le decía, mira, te venís por un banco que ahora es tal banco, y antes era tal otro, y antes era otro y después vas a llegar a otro banco, que ahora es tal banco y que antes era…. Imagínese esa persona, nunca llegó a mi casa, por supuesto. Anda todavía buscando los bancos.
La comunicación tiene que ser clara. La visión tiene que ser clara. Usted tiene que tener la visión de lo que está haciendo para transmitirla con claridad. Si no la tiene usted con claridad, no la puede transmitir al grupo. Todos tienes que tener la visión.
Cada quien debe de conocer su responsabilidad. Es que yo no sabía que me tocaba a mí. Ha oído usted eso? Es que yo creí que le tocaba a no sé quién. Es que yo no sabía que yo tenía que hacerlo. Tenemos que conocer nuestras responsabilidades y tenemos que saber lo que estamos haciendo. Si usted está en equipo de trabajo que lo que le toca hacer no lo sabe hacer, apréndalo. Así de sencillo.
Mire dónde lo aprende. Busque un libro. Métase al Internet. Pregunte. Vea qué hace y aprenda. Pero hágalo bien. Hágalo con excelencia porque es para el Señor, no para nadie más.
Y vamos a ver ahora los principios. Por favor escuche, escuche, escuche, escuche. No hable antes de que el otro haya terminado. Conoce a alguien así? uno va por la mitad y ya le contestaron. Uno va por la mitad y le ponen a uno el resto de la frase. Eso no es escuchar. No oiga, escuche, escuche es ir más allá de las palabras, es entrar al corazón de la persona, es entrar al espíritu de la persona, es entrar a las intensiones de la persona, es ponerme en el zapato del otro. Todo eso es escuchar.
Quiere buenas relaciones en su casa? Escuche. Es que me aburro. Escuche. Es que mi marido cómo habla. Escúchelo. Quiere buenas relaciones con los líderes? Escúchelos. Porque eso si nos gusta a que nos escuchen, eso es bonito.
La asociación. Miren, en un equipo de liderazgo tenemos que estar juntos porque si trabajamos juntos vamos a tener buenos resultados. Ahí no estoy yo solo, estamos asociados todos. Y debemos de gozarnos el equipo de liderazgo solo por el hecho de estar juntos. No porque tenemos que trabajar. Solo por el hecho de estar juntos debe de haber gozo. Por qué razón? Jesús tiene gozo de estar con su iglesia. Y la relación mejor que tenemos es la relación con Jesús, es una relación de gozo y así debe de ser la relación los unos con los otros.
Yo le voy a pedir ahora que se pongan un poquito de pie. Estamos un poco atrasados pero vamos a tratar de adelantar. Voy a pedirle que se estire un poquito. Vamos a hacer un poquito la gimnasia cristiana, usted diga, a veces estoy con Cristo arriba, arriba. Toque el techo. Toque el techo. Toque el techo.
A veces estoy sin Cristo, abajo, abajo. Vamos agáchese, hasta el suelito, hasta el suelito. Llegando, llegando. Pero como no me gustar arriba y abajo, arriba y abajo, mejor me quedo arriba, arriba, arriba, arriba. Ahora siéntese.
Y le voy a dar unos dos minutos, tres minutos para que usted con la persona que tiene a la par le comente de todo lo que vio aquí, en qué cree que su liderazgo anda muy bien, o en qué cree que su liderazgo necesita trabajar. Y si usted no es líder, pues, comente en qué cree que su casa está bien o qué cosas necesita edificar. Haga el ejercicio porque esto nos va a dar un poquito de auto revelación de cómo estamos. Trate de hacer el ejercicio.
Cambie con la otra persona para que sea recíproco. Muy bien, vamos a continuar. Tenemos todavía un poquito aquí adelante para no dejar esta parte inconclusa.
Y entonces vamos a ver qué perjudica una relación. Lógicamente una relación se va a perjudicar cuando no se trabajan estos elementos que vimos y cuando los principios relacionales que vimos no se llevan a cabo.
Entonces, se va a perjudicar la relación, puede ser que se perjudique en el área del amor, en el área de la confianza, en el área del respeto, en el área de la generosidad o el entendimiento. Identificar el área de problema es bueno porque es en esa área en la que hay que trabajar, y no se puede sustituir un área por otra.
Usted me dirá, mi equipo está mal en el área del amor, pero estamos bien en el área de la confianza. No, no se puede sustituir un área por otra. Tienen que edificarse todas las áreas. Qué pasa cuando hay problemas en alguna área? Bueno, viene el conflicto. El conflicto simple y sencillamente yo le diría que es un desacuerdo. En una palabra, un desacuerdo entre personas interdependientes, porque claro, para que haya conflicto tenemos que ser interdependientes.
Cuando hay conflicto nosotros podemos hacer muchas cosas. Una cosa es ignorarlo. Aquí no pasa nada. Aquí todo está bien. Negar el conflicto, hermana, yo veo que su equipo… No, aquí no pasa nada. Luego en su familia, no, no, no, todo bien. Todo de cabeza pero estamos bien. A veces huimos del conflicto. Tengo con conflicto en la iglesia, qué hago? Me voy para otra. Váyase a otra a tener conflicto a otra y así camine y salte. O qué puede hacer? Arreglar el conflicto de la índole que sea. Enfrentarlo a la manera de Dios.
Tenemos diferentes niveles de conflicto. El número 1 es el fácil de resolver y ahí es donde se deben resolver los conflictos. Por qué? Porque ahí todavía nos estamos hablando realmente, queremos resolver el conflicto, somos francos, con hablar las cosas se arreglan. Si dejamos pasarlo al número 2 pues vamos a entrar ya a los desacuerdos.
Ya los desacuerdos, la comunicación ya no es tanta, ya no nos hablamos con tanta franqueza. Ya somos medio hipócritas, ¿verdad? Nos saludamos así como que está todo bien, pero no está todo bien.
Si sigue su curso hay ruptura de la comunicación y ahí es más problema la solución. Y si seguimos nos volvemos personas antagónicas. Y el último nivel del conflicto es cuando entonces mejor me voy. Y salgo huyendo y dejo la obra del Señor tirada. La obra de Dios no se puede quedar tirada. No porque seamos insustituibles, usted no lo hace, lo levanta otro. Así. Tal vez con menos conocimiento que usted pero con más corazón para servir al Señor.
Veamos entonces ahora las etapas del conflicto porque mire, el conflicto no surge así de la nada. El conflicto tiene etapas que se pueden ver en la batalla de Hai. Mire, en la batalla de Hai, qué pasó? Creían que iban a enfrentarse a unos poquitos y resultó que enfrentaron a un montón y así nos pasa a nosotros en el conflicto. Está primero la etapa del síntoma. Nos damos cuenta que algo anda mal, yo como que veo que la fulanita no está igual conmigo, como que ya no me saluda igual, como que ya no viene a todas las reuniones, como que ya falta mucho. Es la etapa del síntoma. Vemos que lo cotidiano, lo que llevábamos tiene una interrupción, hay un vacío, empezamos a notar el vacío. Yo creo que mi marido ya no se me acerca mucho. Empezamos a ver una interrupción. Mis hijos ya no me buscan tanto. Hay una interrupción.
Luego viene la etapa de la confusión. Qué estará pasando? Se ha hecho esa pregunta? Por qué será que ya no viene la fulanita a las reuniones? Por qué será que ya no me saluda? Y tantas cosas, es la etapa de la confusión. Y en esta etapa de la confusión fíjese que es bueno hacer lo que hizo Josué. Qué hizo Josué? Josué agarró a los ancianos, postró rodilla en tierra y le preguntó a Dios, qué estaba pasando y que le diera sabiduría para saber lo que tenía que hacer.
Pero sabe qué hacemos nosotros? Está bueno que usted busque alguien de su confianza para orar, pero sabe qué hacemos nosotros? Buscamos a otro para contárselo y otro para contárselo y cuando venimos a sentir ya tenemos equipitos y grupitos. El conflicto ahí está.
Y luego viene la tercera etapa, la etapa de la revelación. Fíjese que Dios a Josué no se lo reveló todo, pero sí le reveló lo que estaba pasando, le reveló que había pecado, le reveló que había robo, le reveló que había desobediencia. Y cuando nosotros le pedimos revelación a Dios de qué está pasando, fíjese que Dios revela. Y sabe, Dios sabe qué nos revela a veces? Que la otra persona tiene conflictos personales, que la otra persona está pasando por dificultades económicas, que la otra persona tiene problemas familiares, y que tal vez el que no me salude o el que no venga no tiene nada que ver conmigo. Pero yo lo personalizo todo, como soy tan importante, parezco niño de dos años, todo gira alrededor mío. Y a lo mejor la persona… y eso lo revela Dios.
Entonces, revélate a ser. Si la persona tiene conflictos, problemas, qué voy a hacer? La busco para ayudarla. Así de sencillo. Qué hizo Josué? Fue con Acán y lo confrontó y cuando Acán le dice, sí, yo he robado, yo tengo ahí escondido todo lo que robé, pues, ahí Josué hace lo que Dios le había indicado, ¿verdad? Que era quemarlo porque esa era la ley.
Pero nosotros qué hacemos cuando Dios revela cosas? Porque también Dios nos puede revelar que el problema es nuestro, que las que estamos conflictuadas somos nosotros, que las problemáticas somos nosotros, y las que no andamos bien somos nosotros. Entonces ahí el conflicto se puede arreglar fácil. Tal vez con buscar a la persona, con hablarle, con cambiar de actitud. No me saluda, saluda. No me saluda la primera vez, la saludo dos. No me saluda dos, la saludo tres, a la cuarta me va a saludar. Y se arregló la cosa. A veces los conflictos son sencillos, a veces los conflictos son malos entendidos. Así de simple, ¿verdad?
El otro día me dice una persona, ahí al lugar donde yo voy a nadar, estás enojada conmigo? No, le digo yo, por qué? es que como no estás en tu casillero donde te viniste a la par del mío. Sí, le digo yo, porque el mío se arruinó. Me cambiaron de lugar porque se arruinó la chapa de tantas cosas que le meto al casillero. Pero ella ya pensaba… pero si no me lo dice qué pasa? Ay, está brava conmigo, qué será? Qué habré hecho? Y allá empieza uno a dudar, empieza uno a especular, a suponer cosas. Y si usted supone cosas, actúa sobre las suposiciones. Y cuando siente que hay un distanciamiento que se pudo haber arreglado con preguntar, qué te pasa? Así de sencillo.
Veamos entonces cómo solucionar algunos conflictos. Mateo 18:15 es muy claro:
“… si tu hermano peca contra ti, ve y repréndelo a solas. Si te escucha has ganado a tu hermano…”
Es decir, ir y hablar con la persona para reconciliarnos. Yo pienso que lo primero que tiene que haber es la reconciliación, porque se reconcilian las personas, no los problemas. Primero tiene que haber una reconciliación. Es prioridad porque si lo dejamos pasar mucho tiempo, qué va a pasar? Se endurece el corazón, se agranda el problema, se vuelven más triangulaciones, o sea más equipos, de unos sí y otros no, viene la raíz de amargura. Dios no quiere que tengamos raíz de amargura.
Entonces, quién toma la iniciativa? Mire, no importa quién la toma. Si usted la tiene que tomar, tómela. Si es la otra persona la que la toma, tómela, pero que alguien la tome. No, yo espero que venga. Hágalo en privado. Mire, a veces con pedirnos perdón, con perdonarnos se arreglan a veces las cosas, llevarlo a la cruz el conflicto, perdonándonos, reconciliándonos. Dios no quiere que nosotros estemos sin reconciliación. Cuando nos pedimos perdón la gracia de Dios baja sobre nuestras vidas.
Es que no tengo ganas. Mire, sabemos que no es cosa de ganas. Yo, una vez fui a pedir un perdón casi sin ganas, sin querer hacerlo, en obediencia de Dios y en ese momento, mire, Dios tocó mi corazón de tal manera que ya fui genuino porque Dios lo que quiere es obediencia.
Ahora bien, a veces si ya tenemos, aparte de que nos reconciliamos, a veces se tiene que quedar ahí. Pero hay veces que si el problema es mayor, hay veces que hay que arreglar situaciones de trabajo, hay que arreglar situaciones de vida, que a veces usted se va a tener que confrontarse con alguna persona. Ahora, a veces la confrontación se puede hacer el mismo día que nos reconciliamos. A veces no se puede. A veces se necesita un proceso unilateral. Qué quiero decirle con esto? Dios a veces necesita trabajar en nuestro corazón y en nuestra vida unilateralmente, necesita mostrarnos en qué fallamos, necesita mostrarnos nuestras emociones, necesita mostrarnos las equivocaciones, necesita mostrarnos los mecanismos de defensa que estamos usando.
A veces no es cosas de que perdonémonos y vivamos felices. Tiene que haber un proceso para la reconstrucción de la relación y Dios también va a trabajar en la otra persona. Si nosotros vamos guiados por el espíritu de Dios en el momento en que hacemos la confrontación, va a dar resultados. Por qué? Porque vamos guiados por el espíritu de Dios. Dios también ya trabajó en el otro, no solo en mí. En la confrontación lo que nosotros debemos de tratar es de arreglar las cosas porque si usted y yo vamos a la confrontación, es que yo le voy a demostrar que yo tengo la razón. Yo la voy a demostrar que yo soy más maduro por eso yo fui primero. Mejor que vayamos a la confrontación pues no es para eso. Hay que ir con el deseo de encontrarnos el uno al otro y que si Dios nos puso juntos vamos a encontrar el camino para ir juntos, yo con mis defectos, el otro con sus defectos, pero vamos a encontrar a veces dónde podemos darnos el brazo y caminar juntos para hacer lo que tenemos que hacer, lo que Dios nos ha mandado a hacer.
Y entonces en la confrontación veamos la actitud es básica. Yo tengo que ir con la actitud de encontrarme con el otro. Y el otro tiene que ir con la actitud de encontrarse conmigo, de buscar el camino juntos. Eso es básico. Si no llevamos esa actitud, no van a funcionar las cosas.
Y veamos algunos lineamientos para la confrontación. Lo primero que hay que hacer es orar, orar y orar hasta que Dios diga vaya. Separe a la persona de la acción. Qué difícil es eso! Cuando tenemos conflicto con alguien toda la persona la vemos negra, toda la persona la vemos horrible, toda la persona la vemos mala, toda la persona la vemos que está mal. …………………………… (inaudible) hay que separar a la persona de la acción.
Hable, no ataque. Es que yo le voy a decir…. Ni vaya. Vaya a hablar, no a atacar en lo personal porque entonces ya atacamos a la persona como persona porque ya revolvimos todo. Eso no es fácil. Qué más tenemos que hacer? Trate un solo asunto. Los que nos salimos por la tangente ¿verdad? Estamos hablamos de lo que pasó hace una hora y empezamos a hablar de lo que pasó hace 10 años, lo que pasó hace tres meses, lo que pasó hace 5 meses y aquello se vuelve un ….. por favor, hay que ser específico. Estamos hablando de esto, de esto. Qué me quieres decir con esto? Qué estás tratando de decir? Ser específicos, no generalidades, de que no sabemos ni de qué estamos hablando.
Ha tenido usted conversaciones así? no sabe ni de qué está hablando. Evite generalidades. Mire, no diga, siempre haces lo mismo. Nunca me escuchas. Nunca tal cosa. Toda la vida… eso no es cierto. Estamos exagerando. Y cuando decimos eso, hay defensa. Dígale a una persona, nunca me escuchas y si nunca la escucha, menos la va a escuchar ahora. Uno mismo se ata.
Evite el sarcasmo. Mire, algo pasó. Evite el sarcasmo. Como no nos están diciendo lo que queremos oír, a veces nos empezamos a reír así, como con sarcasmo, con desdén, ah, porque los gestos hablan mucho, una cierta sonrisa, el piecito lo empezamos a somatar.
Aclare, si necesita que le aclaren cosas, pida aclaración. Explore si necesita conocer más. Extiéndase, pida que se extiendan, si eso es la confrontación. Y por favor, escuche. Si no tiene la razón reconózcaselo y si la tiene cállese, no vaya a decir, te lo dije. Conoce eso, ¿verdad? Ya sabía yo.
Y si usted quiere hacer críticas a la situación preséntelas como una sugerencia, no como una crítica, como una sugerencia. Y cuando tenga que hacer una crítica a una persona, primero enfoque lo positivo, luego haga la crítica haciendo ver el error como algo que se puede arreglar y finalice valorizando a la persona.
Aquí tenemos el caso bíblico de Natán y David. Natán tuvo que confrontar a David, pero cómo lo confrontó. Primero había escuchado la voz de Dios, conocía bien, bien el problema, conocía la raíz, porque a veces queremos confrontar a la gente y ni sabemos el problema. Por ahí alguien nos contó de oídas. No, él conocía el problema, sabía la raíz del problema y sabía las consecuencias del problema, conocía bien y había oído la voz de Dios antes de la confrontación.
Cuándo es el momento de llamar mediadores? Si el conflicto no se arregló con la confrontación llamemos mediadores. Lo dice la palabra de Dios en la Escritura.
Cualidades de un mediador. Fíjese que no cualquiera puede ser un mediador. Tiene que tener empatía con los dos lados. Tiene que ser imparcial porque sino se va a ir de un lado. Tiene que ser profesional, yo le llamaría madurez en el Señor. No vaya a llamar de mediador a uno que el domingo pasado conoció al Señor. Y que tenga confidencialidad. Ah, mire, esto es clave. Contame qué pasó ahí adentro en la confrontación, pero me lo contás con detalles. Usted no puede contar nada ni con detalles, ni sin detalles. O sea, un poquito te voy a contar pero no vayas a decir nada. No, no, no. Sabe qué va ir a decir, pues, al otro también le dice que no diga nada. Todos los saben menos el confrontado.
Hay dos tipos de mediadores: un mediador pasivo y un mediador activo. Cuál es el mediador pasivo? El mediador pasivo, como su nombre lo indica, actúa poco en la mediación, más que todo el mediador pasivo lo que tiene que hacer es que los otros dos se encuentren, pero la comunicación entre las dos partes es directa, pues, uno se comunica con el otro. El mediador, más que todo, va orientando como va la comunicación entre uno y otro y facilitándola, y hace reuniones juntos.
Ahora, el mediador activo ya toma más parte en la mediación. El mediador activo ya a veces lo que hace él es lo que uno dijo hablarlo para que el otro lo escuche. Ya va tomando como una parte más directa, ya sirve como un canal de comunicación. Además el mediador activo ya tiene que saber bien, bien, cuándo preguntar, cuándo presionar, cuándo extenderse, cuándo concluir. Ya tiene que tener más cualidades el mediador activo.
Y el mediador activo por lo general primero se reúne con una parte y luego se reúne con otra. Y no importa cuántas veces necesita reunirse con A y cuántas veces necesita reunirse con B, hasta que considera que es el momento adecuado los junta. Y no importa cuántas veces los tiene que juntar.
Luego tenemos aquí los pasos para la mediación. Si usted va a ser un mediador, por favor, reúna toda la información, no vaya con lo que le contaron y con lo que le contó una de las partes. Tiene que identificar cuáles son los puntos de conflicto. A medida, a veces, lo que pasa es que se ha vuelto tan grande que ya no sabemos dónde empezó el conflicto. Como no somos ni francos ni honestos, ni siquiera con nosotros mismos, ni sabemos dónde empezó el asunto. Entonces, identificar los puntos de conflicto no es fácil. Tiene que formular preguntas, tiene que saber cuándo preguntar, cómo preguntar para ahondar. Tiene que hacer enunciados con sus palabras. Los enunciados tienen que ser fieles, no pueden ser interpretaciones. Tiene que repetir las frases claves. Siempre en una confrontación van a haber frases claves, puntos clave que el mediador activo tiene que conocerlos. Tiene que hacer aclaraciones. Tiene que buscar alternativas. Recuérdese que vamos a solucionar cosas.
En el mediador pasivo las alternativas, la solución, las buscan las dos personas confrontadas. Aquí el mediador activo busca él también soluciones. Él propone a las dos partes las soluciones. Y tiene que ir cerrando áreas de acuerdo. Ya hay acuerdo en esta área, cerrémosla. Ya hay acuerdo en este aspecto, cerrémoslo. Acuerdo en este otro aspecto, cerrémoslo. Acuerdo aquí, cerrémoslo. Son cerrar las áreas de acuerdo.
Y aquí para finalizar esta parte de hoy en la mañana, aquí tiene la bibliografía que yo utilicé para esta presentación. Usted puede consultar todos estos libros, verificar la veracidad de la información, ampliarla, aumentarla y utilizarla de la manera que considere conveniente.