El pasado ya pasó

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Tenemos un invitado especial en esta mañana, amigo personal y de muchos años que conocemos, es el pastor Efrén Durán. Efrén es uno de dos pastores, su hermano también, Edwin Durán, de muchos años en el área de Arecibo en Puerto Rico, creo que es el Norte de Puerto Rico. Gente que amamos muchísimo y que Dios… tienen un testimonio muy lindo de cómo el Señor los sacó de, digamos, la religión por así decirlo, y los llevó a una experiencia frontal con el Espíritu Santo y con los dones del espíritu e hizo algo muy bello en la vida de su familia, una transformación radical. Eso llevó a la formación de una iglesia en Arecibo, que comenzó en una casa simplemente dando tumbones y aprendiendo cómo hacer el ministerio, porque su iglesia original los sacó de la Congregación porque no creían en los dones del Espíritu Santo y Dios bendijo mucho a esa Congregación.

Yo he tenido la oportunidad de predicar allá y de compartir enseñanzas con ellos. Una iglesia que ama la adoración. Ellos adoran con tanto fervor y es una iglesia muy vivaz, muy llena del espíritu, mucha juventud linda, cosas bellas que Dios hace a través de esa Congregación Comunidad Cristiana en Arecibo. Efrén ha venido muchas veces aquí a Boston pero nunca había tenido ocasión de invitarlo para que predicara. Y hace poco yo estuve allá con ellos y les dije, mire Efrén, cuando vuelvas tienes que venir a la iglesia y compartir la palabra con nosotros.

Así que vamos a dar la bienvenido a nuestro hermano Efrén Durán y vamos a recibir lo que Dios tiene para nosotros a través de él. Efrén, Dios te bendiga, un placer tenerte aquí.

Para mí es un placer estar aquí. voy a revelar esto, que estaba entreteniendo al nieto de Roberto que quería salir corriendo y yo lo entretuve ahí con fotos de mi nieto. Muchas gracias. Yo quiero compartir una palabra contigo en esta mañana. Quería decirte que a la edad de 17 años me convertí a Cristo. En estos días, dentro de unos días cumplo 55 y comencé a pastorear bien jovencito. Las circunstancias me obligaron. No soy pastor porque lo decidí o porque lo estudié, sentí en algún momento dado que Dios me cogió por aquí y a pesar de que yo no quería, en esto estoy. Peleé con Dios durante mucho tiempo pero al final me rendir, ahora amo lo que hago.

A los 17 años cuando me convertí como que me convertí con tanta convicción que yo mientras los otros muchachos de la iglesia querían novias y lo demás, y el vacilón en la iglesia, yo, no me interesaba nada de eso. Y dije Señor, yo quiero conocerte a ti de verdad y sé que tu tienes una… así, recién convertido sé que tu tienes una mujer para mí, yo simplemente oro para que en el tiempo correcto sea. Lo único que yo te voy a pedir es que yo quiero una mujer que sea mejor que yo. Eso es lo único que yo te pido, Padre, yo quiero una mujer que sea mejor que yo.

Y yo me cuidé, yo no tuve ninguna novia, yo no tuve intimidad con ninguna mujer, ni nada de eso, porque yo quería, cuando me casara, yo quería darle lo mejor… A veces los hombres piden mucho y dan poco. Yo decía, pues yo quiero darle a ella lo que pido, o lo que espero.

En fin de cuentas, oré y oré y oré hasta que yo dije, un día conocí a quien es mi esposa. Estaba en la iglesia simplemente que la conocí un poquito más en términos de amistad. Y yo cuando un día, recuerdo, que llegué a mi casa y dije, guau, Señor, esa mujer es mejor que yo. Y al poco tiempo, cuando ya tenía como 21 años, me hice novio de ella. Cuando me hice novio de ella le dije, yo desde que me convertí a Cristo, un día le dije al Señor, Señor, yo quiero tener tres hijos. Y le dije, pero te quiero decir, yo quiero tener tres hijos en un orden, yo quiero tener primero la nena, después yo quiero tener un nene, y después quiero tener una nena y los quiero tener bien rápido.

Y entonces, cuando me hago novio de ella le digo, oye, te puedo hacer una pregunta? Cuántos hijos tu quieres tener? Y ella me dice: me gustaría tener tres. Tres le digo yo, en algún orden? Y ella me dice, me gustaría tener primero una nena, un nene, y una nena. Y yo digo, no puede ser! Yo dije, Señor, Señor, tenemos tres hijos, queremos una nena, un nene, una nena.

Así que yo tengo tres hijos: yo tengo una nena, un nene y una nena. En estos días mi hija mayor y el segundo, tienen la misma edad. Los tuve bien rápido. Y del segundo al tercero se llevan 18 meses porque hubo un aborto. Era bien rápido, ve? En fin de cuentas tengo 5 nietos y quiero decirles que Dios me dio la mujer que yo pedí y Dios me dio los hijos que yo pedí.

Y yo les confieso a ustedes, les digo delante de Dios, que me relación de noviazgo duró un año, un mes y nunca yo tuve una sola discusión con ella, ni tampoco ella conmigo. No tuvimos una discusión entre ninguno de los dos, nada. Un día yo me molesté con ella porque ella no se cuidaba. Le dije, claro, tu no te cuidas, y me dijes, tu quieres pelear? Y yo dije, no. y ella me dijo, porque para pelear se necesitan dos y yo no voy a pelear contigo. Lo único que pasó entre nosotros siendo novios, fue esa diferencia.

Entonces Dios me dio la mujer que yo quería. Dios me dio los hijos que yo quería. Yo pensé que yo iba a tener una vida perfecta. Me casé y les confieso a ustedes que a los 6 meses de casado yo se la quería mandar al Señor. Pensé que iba a tener una vida perfecta, porque ahora que era cristiano y Dios me dio lo que yo le pedí. Y yo pensé que iba a tener hijos perfectos. Me tardé 10 años en descubrir, me tardé 10 años teniéndolos, en descubrir que yo no podía tener hijos perfectos. Que el único que podía tener hijos perfectos era Dios y Dios decidió no tenerlos, te hizo a ti y a mí.

Entonces, en estos casi 38 años que llevo en el Evangelio, que llevo conociendo al Señor, he tenido grandes y extraordinarios triunfos. He vivido momentos normales y he vivido momentos en que siendo creyente y siendo pastor he estado literalmente en el suelo, literalmente en el suelo.

Y uno de esos días, hace unos años atrás, estaba estudiando, mirando la Biblia y cuando estaba mirando la Biblia mis ojos se depositaron en ese famoso Capítulo dedicado en honor a las mujeres del libro de Proverbios, Capítulo 31. Cuando leí el verso 25 yo me tuve que detener. El verso 25, Capítulo 31 de Proverbios dice:

“… fuerza y honor son su vestidura y se ríe de lo por venir…”

Y yo tuve que preguntarme en ese momento, me detuve porque yo me tuve que preguntar, cuando tu miras al mañana, te puedes reír? Porque esa mujer del libro de Proverbios, cuando mira al mañana, cuando ella mira al futuro hay risa en su boca. Y cuando yo me estaba haciendo esa pregunta me recordé que en la Biblia otra mujer se rió, Sara. Sara se rió y es interesante. Leo Génesis Capítulo 18, verso del 12 al 14 que dice:

“… Se rió pues Sara entre sí, diciendo, después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi Señor ya viejo. Entonces Jehová dijo a Abraham, por qué se ha reído diciendo, ¿será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? Hay para Dios alguna cosa difícil. Al tiempo señalado volveré a ti según el tiempo de la vida Sara tendrá un hijo…”

Es interesante. Dos mujeres se rieron, pero la risa de cada una de ellas era diferente. La risa de la mujer de Proverbios era una risa cargada de fe, cargada de esperanza, cargada de sueños. Es una risa que agrada a Dios. La risa de Sara es una risa cargada de sarcasmo. Cuando tu le dices a alguien una ironía, cuando tu le dices a alguien todo lo contrario. Ves a alguien que lo ves que diez libras más que antes y le dices, oye, te veo bien flaquito en estos días, ¿verdad? Y hace una sonrisa de esas que todo el mundo sabe que eso se llama sarcasmo, ironía. Estás diciendo algo que es totalmente contrario a lo que tu sientes. Sara se rió. La risa de Sara era totalmente contraria a lo que ella sentía.

Se supone que tu te rías de alegría. Ella no se reía de alegría. Ella se reía de tristeza. No la tristeza de un tercero. No la tristeza de un particular. La tristeza de ella misma. Por qué? Porque en algún momento dado ella escuchó lo que decía de Abraham y para ella. Cuando lo escuchó hacía casi 25 años atrás ella había empezado a escuchar y no había ocurrido absolutamente nada.

Cuando tu miras esos versos, tu descubres es una mujer que está viviendo una condición bien lamentable. Es bien lamentable porque ella… la historia si usted la ve con calma, lo que dice es que apareció el ángel de Jehová, aparecieron unos personajes celestiales, apareció el ángel de Jehová a hablar con Abraham. Abraham le dijo, quédense ahí un momentito, voy a decir que preparen comida. Le dijo a Sara, hey, ahí tengo el ángel de Jehová y con otros más y vamos a preparar comida. Hey, dice la Escritura que hicieron mantequilla, hicieron leche, panes y cogieron un becerro y lo asaron. Yo no soy cocinero pero yo me imagino debe haber transcurrido qué se yo, en matar un becerro, por lo menos, matarlo y asarlo, y todo lo demás, unas cuantas horas, ¿correcto?

Y luego de eso, se sentaron y se lo comieron. Y después de la comida es que el ángel de Jehová pregunta. Oye, dónde está Sara? Usted puede creer y si Roberto llega… no el ángel de Jehová, Roberto llega a mi casa, no el ángel de Jehová, Roberto llega a mi casa y cuando yo veo a Roberto entrar por la puerta, mi esposa está en el cuarto y yo le digo, mami, aquí está Roberto. Ella sale corriendo, si no está arreglada adecuadamente, ella se cambia rapidito pero lo más rápido que ligero se cambia, lo saluda y en seguida le dice, quieres café? Quieres algo? Este es cafetero así que le va a dar café, etc. Me explico? Pero ella va a salir rápido.

Ahora, imagínense han pasado, 4, 5 horas y Sara no quiere salir para nada. No quiere salir a ver a ese personaje tan importante que ha llegado a visitarlos a ellos. Ella no sale, de manera tal que este personaje, el ángel de Jehová es quien tiene que preguntar dónde está Sara? Sin embargo, sabemos que Sara era el prototipo de una mujer latina porque cuando Dios dice, está hablando acerca del hijo, dice que Sara estaba escondida, ¿verdad que sí? Detrás de la tienda, con el oído parado ¿verdad? Está con el oído parado así.

Yo antes de venir para acá compré regalos de Navidad de mi esposa, pero es un secreto, es un secreto de estado. Y entonces le estoy diciendo al hijo mío en la marquesina, Frenchi, le compré el regalo a mami. Cuando al momento veo que Frenchi hace así. Frenchi estaba montado en su automóvil, veo que Frenchi deja de mirarme a mí y hace así, y cuando miro para atrás, estaba mi esposa en la puerta tratando de escuchar qué es lo que yo le estoy diciendo en voz baja porque ella se sospecha que yo tengo algo, me explico?

Entonces, así estaba Sara. Es capaz de moverse y hacer algo como eso pero no es capaz de decir, encantada de que nos visite. Para mí es un placer tan extraordinario. Yo soy Sara. Vamos a tratar de servirles a ustedes lo mejor que pueda. Cualquier cosita que necesiten, no tengan ningún temor en llamarme. No es ninguna molestia. Será un placer. Nosotros en nuestra naturaleza es ser hospitalarios. Es por lo menos eso. Pero ella no, en todo momento se quedó allí y luego cuando escucha la voz de lo que el ángel de Jehová está diciendo, ella se ríe con sarcasmo, con ironía, será cierto? Será cierto eso?

Ahora, por qué? Sara era una mujer que vivía con dolor. Por qué Sara era una mujer que vivía con dolor? Sara era una mujer que vivía con dolor porque ella escuchó a la Dios y ella quiso ayudar a Dios. Ella quiso arreglar varias cosas y agarró y le dijo a Abraham, mira, como este asunto no sale, ahí está la mujer. Ahí está la sierva mía, tómate la sierva y… Usted se imagina?

Hermanos, yo no sé, yo soy hombre, pero si yo fuera mujer yo estaría loca. Sí, yo estaría loca, estaría loca decirle a mi esposo. Hey, cógete esa mujer y quédate allá. Esa noche en que yo sé que ella está ya, yo no dormiría. Me explico? Yo me quedaría ahí, qué noche más larga, Señor. Ese desgraciado, qué estará haciendo? Esto por cumplir conmigo, este infeliz la estará pasando bien también. Eso es lo que me falta ahora. No sé si me explico?

En fin de cuentas, la historia sabemos nosotros, la otra mujer al ratito se embarazó y después que se embarazó la cosa se complicó. Porque dice la Escritura que embarazada ella se paseaba y ahora se burlaba de Sara, porque ahora tenía algo, como quien dice, yo tengo aquí algo que Abraham quiere. Yo tengo aquí lo más que Abraham desea, un hijo, yo lo tengo aquí.

Entonces, ahora la vida de Sara se complica, por qué? Porque la sierva se burla de ella y la humilla. Y entonces Sara no tiene hijo, han pasados todos los años, dónde están las promesas de Dios? Dónde está ese Dios que nos prometió y que nos dijo que nos iba a dar cosas grandes y extraordinarias, que nos iba a dar hijos y que nos iba a dar una descendencia extraordinaria? Dónde está? Y ahora lo que tengo es esta mujer.

En fin de cuentas, le monta la guerra también a la mujer dentro de la casa, al nivel que después de eso, agarra Abraham y monta una pelea con Abraham también. Como si Abraham fuera el culpable. Ahora es culpa de Abraham también porque la mujer tiene un nene. Al fin de cuentas hace que Abraham la bote a la mujer con el nene. Después cuando tenía 14 años.

Ven la historia de ella? Ella era una mujer como tu y como yo, porque yo no te puedo decir en forma específica lo que hay en tu pasado. Pero yo sé lo que hay en tu pasado, yo sé. Te voy a decir lo que hay en tu pasado. En el pasado tuyo hay exactamente lo que hay en el mío. Te digo lo que hay en el mío? En el mío hay pecado. En el mío hay dolor. En el mío hay culpa. En el mío hay pérdida, y en mi pasado hay vergüenza, qué te parece?

Eso había en el pasado de Sara. Eso hay en el pasado mío. Yo descubrí hace tiempo que yo no puedo vivir ahí en el pasado. Hace tiempo lo descubrí. Sara vivía en el pasado. La risa de Sara era una risa ausente de fe, llena de sarcasmo que a Dios le molestó la risa de ella, porque era una risa que estaba cargada de incredulidad, eso fue producto de promesas simplemente que no se había dado el tiempo. Porque Dios promete, Dios no está obligado a que Dios te dice algo y salga corriendo, te voy a prosperar. Cuantos de nosotros hemos recibido esa palabra? Y lo que hacemos es, pensamos que mañana por la mañana me llega el cheque. Y para colmo cuando ocurre un testimonio así, hermanos, oré, pedí el dinero y cuando fui al correo había un cheque de 10 mil y nosotros pensamos que eso funciona así para todo el mundo, como si fuera magia. El cristianismo no es magia.

A veces una promesa de Dios se va a tardar mucho tiempo. Pero toda promesa de Dios se va a cumplir en el tiempo específico en que Dios lo tiene predeterminado. Toda promesa de Dios se va a cumplir.

Sara era una mujer que vivía con dolor. Sara era una mujer que vivía con culpa. Sara era una mujer que vivía con amargura. Sara era una mujer que no podía reírse del mañana porque Sara vivía en el pasado. Sara no podía disfrutar el día de hoy.

Los principios de la gente que son más felices, dicen, los principios de la gente que son más felices, dicen que no se puede reír del mañana quien no se ríe de su presente. Quien en el presente no puede reírse, no se puede reír del mañana. También dice que no se puede reírse de su presente, quien no se puede reír de su pasado. Y también no se puede reír se su pasado quien vive en el pasado. No se puede reír.

Le dije que no pude crear hijos perfectos, pero soy pastor, yo he vivido toda la vida ahí. He tratado de vivir una vida sin hipocresía, enseñándoles a mis hijos lo que es amar a Dios. Tengo una excelente relación con mis hijos. No vine aquí a jactarme, vine aquí a decirte la verdad. Tengo una excelente relación con mis hijos de que nos tocamos continuamente, de que nos llamamos continuamente, que nos vemos todos los días. en fin de cuenta, mis tres hijos se casaron y Roberto sabe, ¿verdad que sí? Hay que patearlos para sacarlos de casa, ¿verdad?

Están en casa todos los días con los nietos, todos los días. Cualquier excusa de ellos es buena para estar en casa y comer en casa. Y a mí me encanta, pero a mí me encanta que estén en casa. Eso era parte de mi sueño, de que ellos se fueran y regresaran y cuando se fueran nunca dijeran, ah, Dios mío, me casé y estoy contento con la vida que tengo, pero yo añoro ir a casa de papi y de mami.

Así que, gloria a Dios por eso. Pero ni un día cuando las torres cayeron en el 2001, el 9/11, martes, el 8, sábado cayeron en mi casa cuando mi nena de 19 años, estábamos reunidos y estábamos contentos porque mi otra nena con su novio se van a casar en dos meses. Acabaron de comprar un yeta nuevo, y estamos programando el yeta y ahí cuando de momento salimos, pusimos el yeta ahí, y estamos todos en casa, mi esposa estaba haciendo comida para todos y ahí estamos sentados cuando mi nena de 19 años me dice, papi, estoy embarazada.

Ahí estaba el novio de ella y yo no pude hablar. Yo sentí que el mundo se me fue. Escuché que ella lloró y abrazó a la mamá. Mi hijo estaba ahí, se sacó un grito de gemido y yo me quedo así diciendo, Dios, llevo tantos años enseñándole a la gente, yo llevo tantos años, yo soy un experto en resolverle problemas a la gente, esa es mi especialidad, y yo estoy aquí y escucho lo que mi hija me dice y yo no sé qué hacer. Estoy perdido, ayúdame, y cuando digo eso, yo tengo la imagen mental de un avión que se va cayendo y escucho la voz de un piloto que dice, hey, los motores no tienen fuerza, tenemos que tirar las cosas que no sirven para poder preservar la vida y en ese momento cuando yo tengo esa imagen mental, yo pregunto, qué es lo importante? Qué es lo que sirve? Y yo en ese momento sé la contestación es demasiado sencilla: mi hija. Qué es lo más importante que la apariencia? El qué dirán los demás.

En ese momento yo dije, yo hablé y dije, mamita, tu le pediste perdón. Escuché que tu le pediste perdón al Señor. Sí, papi, yo pedí perdón al Señor. Ok, pues yo te quiero decir que si tu le pediste perdón al Señor, el Señor te perdonó. Y si el Señor te perdonó, yo te quiero decir esto, yo también te perdono. Le dije al novio, tu tienes que decir algo? Y él, con los ojos cerrados llorando, hizo así, ni siquiera abrió la boca. Hizo así. Yo lo entendía. Yo no entendía, de la escuela que yo vengo que le haga eso a una hija mía, de donde yo vengo, yo vengo de un sitio bien malo donde me crié. El que le haga eso a una nena mía hay que darle con un bate, me explico?

Entonces, él no abre los ojos hizo así, y yo dije, ok, después… yo le dije, mi amor, yo no creo en el matrimonio por obligación. Ella me dijo, yo tampoco, papi, tu nos enseñaste bien. Yo tampoco. Yo dije, ok, perfecto, yo creo que en el matrimonio debe ser un asunto de convicción y yo le dije a él. Ok, yo te voy a hacer una promesa a ti. Yo no sé si te vas a casar con ella, pero yo te voy a prometer aquí hoy, delante de Dios y delante de mi familia, que si te casas con ella, yo te voy a tratar como un hijo. Y le dije, nos pusimos de pie, y dije, parece que es un buen momento para orar así que nos pusimos de pie, oramos. Cuando terminamos de orar yo fui donde él y lo abracé y le di un beso en el cuello, y le dije, yo creo que las cosas van a salir bien. Dios nos va a ayudar. Y él lloraba, y lloraba, y lloraba. Y luego de eso fui donde la nena mía y le dije, tu entendiste lo que yo le dije a él? Y ella me dijo, sí papi. Y yo le dije, si eso yo le dije a él, imagínate tu.

Ahora, lo que quiero decirles es esto, lo siguiente, todo esto se los tengo que contar, porque soy pastor de una iglesia muy conocido en Arecibo, mi familia en un lugar bien público. Entonces fue un tiempo bien difícil esos primeros tiempos, fueron bien difícil cuando mi nena salía a cualquier sitio público. Ah, te casaste? Y ella le decía, no, no me casé, voy a tener un bebé. Y estaba mi esposa, y estábamos nosotros y la gente se ponía: ah, perdone, yo le decía, tranquilo, tranquilo, ya nosotros tenemos una especialidad en explicar esto. No se preocupen.

El mejor sitio para mi nena vivir era en mi casa. Ahí se sentía segura, salía de casa, no se sentía tan segura. Pero ahí estábamos, muchas veces simplemente un abrazo era todo lo que ella necesitaba, y llorar encima de mi hombro y nada más. Y yo decirle, todo va a ponerse bien.

Cuando fuimos a la iglesia yo conté en la iglesia, todo lo que pasó lo conté inmediatamente, antes que el diablo lo diga, yo lo dije. Así que le robé el tiro al diablo y le robé el tiro al diablo y el diablo no pudo decir nada, se quedó con las ganas. Y entonces la iglesia se convirtió en los protectores de mi familia, los protectores de mi hija y los hermanos eran los tíos del nieto mío que iba a nacer. Y eso fue un espectáculo cuando mi nieto nació y una alegría, porque fue todo sin apariencia, fue ahí a la luz. Me explico? Gente como tu y como yo que cometemos errores, que nos estrellamos pero hemos entendido lo que es la bondad y la misericordia de Dios. Un Dios que tiene una palabra que es de esperanza, una palabra de que si el diablo te roba los sueños aquí está Dios para restaurarlo.

Ese es el Dios de nosotros. Pero te cuento esto, un año nace mi nieto en mayo, y en diciembre tenemos una fiesta de la familia de mi mamá y es tan todos regados por Puerto Rico y se iba a hacer en la casa. Y yo dije… los que viven cerca pues saben, pero yo dije, los que viven lejos, yo no me voy a preocupar ahora para ir a explicarles, así que tenemos esa reunión de la familia, quien se casa es mi hija mayor, y ahora está mi nena. Mi nena es blanca de ojos azules y el nieto mío es más oscurito que Roberto. Imagínese. Sí, sí, es más oscurito que Roberto. Porque las dos nenas mías yo no sé si es del cielo o un asunto del diablo, se casaron con dos negritos, las dos. Son dos negritos extraordinario, yo tengo un arco iris en casa de nietos, que eso es increíble. Y el más que me come el coco, saben cuál es? El primero, el negrito primero que llegó, ese, ese es el nieto de mi dolor, ese es… yo soy loco con ese, y ese es locura conmigo también.

Bueno, pero ya mi nieto tiene, qué se yo, tiene 7 meses de nacido, y tenemos la fiesta de Navidad en la casa de mami. Y yo tengo una tía que es cristiana, pentecostal de doble tracción, usted entiende eso, ¿verdad? Y mi nena blanca de ojos azules con un bebé de 8 meses, negrito, en las manos y mi tía le dice a la nena mía: Yo pensé que la que se casó fue la otra? Y la nena mía le dice, Sí, sí, fue la otra, la mayor. Y mi tía le dice: Y el bebe? Y la nena mía le dice, ah, el bebé es mío! No puede ser, tu adoptaste un bebé? Y la nena mía le dice, no, yo no adopté este bebé, este es mi bebé. Y mi tía hace…. Y se fue y la dejó.

Yo estaba debajo de un árbol que me estaba tomando una Coca Cola, habíamos estado reunidos con la familia, pero era la hora de la comida y se había ido todo y yo me quedé un ratito tomando una Coca Cola solo ahí, cuando la nena mía viene, papi, papi, te tengo que contar. Qué pasó? Titi, si vieras…. Y para ser ligero, la nena me cuenta todo esto. Y yo le dije, ah, sí, sí, no le hagas caso, tu sabes que esas cosas pasan. No, la nena mía se estaba riendo y me dice, dónde está mami (mi esposa, su mamá)? Donde está mami y Mireli, mi otra hija? Y yo le dije, yo vivo mi mamá aquí y al lado mi hermano, mi hermana y yo le dije fueron a casa un momentito a buscar algo. Ah, y mi nena dice, tengo que ir a buscarlas para contarles esto. Ella va muerta de la risa.

Cuando mi nena va, muerta de la risa, para contarles a ellos, yo estoy sentado debajo del árbol tomando una Coca Cola, ella se ríe y yo estoy llorando. Saben por qué yo estoy llorando? Yo te voy a decir por qué yo estoy llorando. Yo estoy llorando porque mi hija se está riendo de lo que un día fue su dolor. Y esa es la vivencia más grande que yo tengo que mi hija está sana, pero que un día pasó. Esa es la evidencia más extraordinaria que en mi vida, que la nena mía es una nena que está destinada a disfrutar de las bondades, de la misericordia de Dios porque ha entendido lo que es tropezar, levantarse, experimentar perdón, misericordia y ser restaurado, me explico?

Yo le estoy dando gracias a Dios porque mi nena no está estacionada en el pasado. El pasado pasó, y ella tiene una vida diferente. De hecho, un año después se casó. Usted sabe quién fue el portador de los anillos, ¿verdad? El negrito, mi nieto, fue el portador de los anillos. Fue una boda sin apariencia, fue una boda real, fue una boda preciosa, fue una boda profética. Ahora mi nena está casada, el que era novio ahora es como un hijo mío. Me explico? La relación que tenemos es una relación extraordinaria.

Ahora, ellos tienen 3 hijos: tienen el negrito, tienen uno vainillita y tienen otra blanquita. Eso es bien extraño pero es así. Eso tienen. Solo puede reírse del mañana quien puede reírse de su presente. Solo puede reírse de su presente aquel que se puede reír de su pasado y solo. Y solo se ríe de su pasado aquél que no vive estacionado en su pasado.

Por qué? Porque en el pasado, en el mañana, están los ladrones del gozo. En el pasado están los ladrones del gozo que es culpa, vergüenza, pérdida, dolor, todo lo que yo mencioné ahorita. Quién puede vivir en ese lugar? En ese lugar de culpa, vergüenza, pérdida, dolor, pecado. Quién puede vivir en ese lugar? Es un lugar de desesperanza, nadie puede vivir ahí. Si tu por casualidad eres cristiano y estás estacionado en ese lugar, en esta mañana es un buen día para que tu salgas de ese lugar. Y tu salgas de ese lugar y descubras las bondades, las misericordias extraordinarias que Dios tiene para la vida tuya.

Ahí hay culpa, hay vergüenza, la culpa es algo terrible. Me explico? Y entonces qué hay en el mañana? En el mañana hay preocupación y miedo. Eso es otra cosa terrible. Preocupación.

Yo recuerdo cuando yo tenía12 años tuve un accidente en bicicleta, por poco me mato en la bicicleta y mi papá sabe lo que dijo? Me dio una clase de paliza, me dio una paliza. Me dijo quítate la ropa, me dio con una correa de cuero, me sacó sangre y me dijo, un año sin bicicleta. Imaginen, un año sin bicicleta. Y todos los amigos míos en el barrio usaban la bicicleta todo el tiempo y yo ahí sentado los miraba.

Un año, hermano, delante de Dios, te lo digo, delante de Dios, un año sin bicicleta. Y ahí estaba yo, y a veces los amigos a mí me decían, eh, móntate, móntate, tu papá no está. Yo no me atrevía, yo decía, monto en la bicicleta y cuando vaya llegando a la curva allá abajo viene papi y viene papi y me agarra, me da otra paliza con la correa de cuero otra vez, y me da otro año más. Y entonces yo dije, no, para nada.

Sabe, yo tenía la fecha exactamente cuando había ocurrido el accidente, y yo decía, se está llegando el año, se está llegando el año, voy a correr en bicicleta, se está legando el año. Llegó el año de correr bicicleta, llegó el año. Sabe lo que pasó? Es que la preocupación es terrible. Yo dije, yo sé que hace un año y si papi no lo sabe? Y si papi piensa que lo que van son 10 meses? Y yo me monto en la bicicleta y papi me ve y dice, mira, qué hace este infeliz que van más que diez meses nada más y me agarra y me da otra paliza y me extiende… ¿Sabe lo que yo hice? Y esto se le digo delante de Dios, yo le di tres meses de gracia a mi papá por las dudas. 3 meses de gracia a mi papá, por las dudas. Porque eso hace la preocupación, te roba el día de hoy.

Y si este avión se cae? Y si no se cae? Y si tengo cáncer? Y si es muscular solo? Y si es lo supuesto, se alimenta de los supuestos, preocupación. Mire la ansiedad que tenemos por cosas que casi nunca ocurren. Definición, que casi nunca ocurren. Nace del supuesto.

Jesús dice, hey, no te preocupes por el día de mañana. Vive el día de hoy. Es el único día que tu puedes vivir. Basta a cada día su propio mal. Eso nos enseñó Jesús. Miedo, el miedo es contrario a la fe. Miedo es terror, te roba los sueños, te roba la desesperanza, te roba la capacidad de soñar. Eso es miedo. Eso es miedo. Todo el mundo puede vivir el día de hoy. Yo puedo vivir el día de hoy con mis circunstancias. Sabe cuándo la cosa se complica? Cuando yo a mi día de hoy le tengo que añadir el peso del ayer, la eternidad del mañana. Es que la cosa se complica. Me explico?

Voy a poner un ejemplo que tal vez no es el mejor ejemplo pero es este. Digamos que yo soy mujer y estoy casado con un hombre inconsciente, como muchos latinos ¿verdad?, con un hombre inconsciente y entonces resulta ser que yo estoy casada 10 años con él y hoy voy a recoger la casa y este hombre salió del baño y dejó el pantaloncillo en el baño y yo digo, este infeliz, 10 años, 10 años llevo casada con él, 10 años llevo recogiendo los condenados pantaloncillos esos. Tengo 35 años. Las estadísticas me dicen que yo voy a vivir todavía 40 años con este infeliz. Yo tengo que recoger… llevo 10 años recogiendo pantaloncillos, yo tengo que recoger esos pantaloncillos 40 años más? Cuando el hombre llegue a la tarde del trabajo sabe que hay guerra, ¿verdad? Me explico? Sabe que hay guerra, sabe que la comida fría, sabe que se acuesta frío… Qué te pasa? Nada. Y dice, qué le pasará a la mujer?

Ahora, si yo estoy contento y estoy alegre y yo voy ahí cantando y yo voy al baño y yo veo el pantaloncillo en el suelo y yo no pienso en los 10 años, ni pienso en los 45 y veo el pantaloncillo así, es más, yo hago una ….. para el poquito… desarrollo una técnica y yo al pantaloncillo le hago así y lo tiro por el aire, hago así, tac, lo tiro y a la cesta, y sigo contento caminando. No se dañó mi vida, me explico? Estoy viviendo el día de hoy, solo el día de hoy. Eso es todo lo que yo tengo que hacer.

Pero en el mañana hay preocupación, hay miedo y eso es terrible. Yo sé lo que es vivir eso. En estos días estaba hablando con un pastor amigo mío y me dijo, hey, Efrén quisiera que fueras conmigo a tal sitio para hablar con unos pastores amigos míos que tienen problemas. Qué pasó? Mira, si vieras que son una gente muy buena, de una iglesia tremenda, pero pasa lo siguiente, el pastor un día va a la computadora y descubre que su hijo de 15 años está viendo pornografía de hombres. Ay! Comienza a trabajar el asunto con el hijo pero van dos meses, tres meses con el asunto y como que no avanza. El hombre está totalmente desesperanzado. Así que el hombre, es una persona muy reservada, decide que hay un pastor muy prominente, amigo de él, él dice, yo necesito buscar consejo con otro, alguien que me ayude. Va a donde el pastor prominente amigo de él, y le dice, tengo el problema. Y le cuenta todo su problema. Al final sabe lo que le dice el pastor prominente? Le dice, yo quisiera decirte algo pero no puedo decirte nada. Lamentablemente yo tengo el mismo problema que tu. Que te parece! Pastores! Hombres de Dios, con el corazón lleno de desesperanza. Hombres de Dios que perdieron la capacidad de soñar porque por alguna razón el enemigo le ha entrado y le ha robado sueños y le ha robado la esperanza del mañana.

Que te parece si entrevistamos a esos pastores. Y yo les digo, quiero que leas Proverbios 31:25. “Fuerza y honor son su vestidura y se ríe del porvenir”, y tu me expliques cómo tu miras tu vida mañana. No van a poder hablar. Ninguno de ellos puede hablar, porque su vida está llena de desesperanza. En vez de sueños tienen pesadillas.

Algunos de nosotros como creyentes lamentablemente cuando nosotros miramos al mañana, no podemos mirar al mañana como la mujer de proverbios, algunos de nosotros miramos el mañana como Sara, miramos al mañana con sarcasmo, y miramos al mañana con ironía. Yo te puedo decir, yo sé de lo yo estoy hablando, ok? Yo pasé por ese terreno.

Para ir bajando la cuesta, te digo lo siguiente. Hace cerca de 6 años atrás, aproximadamente 6 años atrás, mi hijo se fue de casa, criado en la iglesia, buena relación con él, extraordinaria, nos llevamos súper bien. Descubrí que mi hijo vivía adicto a la droga. Para mí eso fue terrible. Adicto a la droga. Él trató de resolver el asunto estando en casa. Fue tan difícil estando en casa. Nunca nos robó, nunca… pero ahí él seguía con su condición. Trataba de hacer fuerza por amor a nosotros, callado, deprimido. Yo entré en una depresión tan grande. Yo reservado, cómo hablar de esto? Tan duro.

Recuerdo el día que se fue de mi casa, era un martes a las 9 de la mañana. Ese día se fue de casa. Yo le ayudé a recoger las cosas en su carro. Y lo despedimos a las 9 de la mañana en el balcón de mi casa. Nos despedimos abrazados, llorando. Yo sabía lo que significaba eso. El día que se fue yo me quedé a lo lejos mirando el carro de él, cuando desaparecía y junto con el carro que desaparecía también yo sentía que desaparecían mis sueños, también yo sentía que desaparecía mi esperanza. Yo decía, Señor, yo te amo desde que tengo 17 años. Toda mi vida te he servido a ti. He tratado de vivir una vida no hipócrita, Señor. No he tratado de jugar a la iglesia.

Cerré la casa. No había nadie en mi casa, y estuve como una hora caminando como un loco por la casa llorando, llorando y llorando, diciéndole a Dios, yo necesito que tu me des una palabra, yo necesito que tu me des una palabra, yo necesito que tu me des una palabra porque crisis llega a tu vida en ausencia de una palabra. Y cuando tu tienes una crisis, tu corazón está lleno de desesperanza, la mejor alternativa no es un antidepresivo, la mejor alternativa es una palabra del cielo.

Y yo estuve como una hora llorando y me fui a mi cama y me sequé mis lágrimas en la cama. Y yo tengo un librero en mi casa que había como 100 libros ahí y yo no podía ver porque tenía mis ojos llenos de lágrimas. Agarré cualquier libro que estuviera allí, cualquiera, yo cogí cualquier libro. El libro que cogí era “Fuego vivo, viento recio” de Jim Cymbala. Y yo, tiempo atrás lo había estado leyendo y lo había dejado a mitad, yo acostumbraba que cuando leo un libro, si por casualidad no lo voy a continuar inmediatamente le doblo la esquinita donde me quedé. Así que doblé la esquinita donde me quedé y yo miré y yo dije, ah, esto yo lo leí. Y pasé la página, y cuando pasé la página decía: “el tiempo más duro de nuestra vida fue el día que nuestra hija se fue de nuestra casa.”

Yo comencé a llorar, pero allí había esperanza, porque entonces terminaba contando el testimonio de cómo su hija, producto de la oración, vino, cómo su hija está casada, cómo están pastoreando, etc., etc. Y yo estaba… ustedes saben las posibilidades, entre 100 libros que están ahí de que yo meta la mano y que yo coja un libro y que esté justamente en una página donde tiene una situación parecida a la que yo estoy viviendo, y yo le estoy pidiendo a Dios durante una hora, Señor, necesito una palabra.

Eso no fue suficiente. Dios me tuvo que dar unas cuantas palabras para cimentar mi corazón. Saben por qué? Porque yo descubrí en este proceso que había ocurrido erosión de fe en mi vida, siendo pastor. Y que mi corazón se había llenado de desesperanza por alguna razón, erosión de fe. Yo necesitaba restaurar la fe mía en Dios. Fue un proceso, no ocurrió así, pero en ese proceso varias cosas pasaron.

Un día yo descubrí que mi hijo simplemente estaba así, su condición era esa, porque él simplemente tenía ataduras en su vida, que el día que él fuera libre de las ataduras, su vida iba a cambiar. Y ese día que yo descubrí eso, yo llegué a mi casa, y yo dije, que bruto, Dios mío, que bruto, Señor, si yo lo único que tengo que hacer es destruir las fortalezas que están en la mente de mi hijo. Si yo destruyo las fortalezas que el diablo ha puesto en la mente de mi hijo, la vida de él va a cambiar automáticamente. Así que yo empecé mi guerra personal contra el diablo por la vida de mi hijo. Y yo empecé, mañana, tarde y noche, mañana, tarde y noche, mañana, tarde y noche haciendo una misma cosa.

Yo no oraba por mi hijo, yo no oraba, yo no decía, cuida a Frenchy. Yo decía, Padre, gracias porque tu tienes a Frenchy, está bien cuidadito. Gracias porque tu lo tienes cubierto. Gracias por dondequiera que esté, no importa por donde camine, tu eres un Dios de pacto, él está atado con cuerda de amor. Me paré en el púlpito y dije, algunos de ustedes me pregunta por mi hijo Frenchy? Les voy a decir. Aquí lo van a ver nuevamente tocando y cantando y adorando a Dios. Un día lo van a ver. Yo lo tengo agarrado con cuerdas de amor.

Entonces yo decía, Padre ahora mismo el centurión me enseñó a enviar la palabra a distancia. El centurión dijo, no vayas a mi casa, envía la palabra, así que ahora mismo yo envío la palabra a la mente de Frenchy. Yo declaro en el nombre de Jesús que toda fortaleza se derrumba en el nombre de Jesús en la mente de Frenchy. Mañana, tarde y noche, mañana, tarde y noche. Tres meses llevaba así, 3 meses. Jueves a las 2.30 de la mañana envío la palabra y digo: Padre, estoy enviando la palabra a la mente de Frenchy.

Yo declaro que se derrumbe toda fortaleza del enemigo y cuando estoy orando así, digo, Señor, por qué tu no me haces un favorcito? Por qué tu no me mandas una señal, mándame una señal que esto que yo estoy haciendo, esta oración de esta manera, es la correcta, te parece, Señor? Te parece bien que me hagas eso? Jueves a las 2.30 de la mañana, ese jueves llegó Frenchy a mi casa al mediodía, me dio un beso, lo abracé. Tienes hambre? Sí, papi. Te compro comida? Sí, papi. Le compré comida. A las 3 de la tarde me dice, papi, yo puedo hablar contigo un momento? Y yo le digo, sí, mi amor.

Y nos fuimos al cuarto y ahí estábamos hablando y él me dice, escuche esto porque es tan… recuerde la oración que yo hacía. Yo envío tu palabra, yo declaro que se derrumba toda fortaleza en la mente de Frenchy. Frenchy me dice, yo te voy a decir algo, papi. Yo no me veo en la iglesia. Yo dijo, aja. Yo no me veo en la iglesia pero algo está pasando últimamente. Y digo, aja. Yo siento, yo digo tiene que ser Dios. Me dice él yo siento papi, que hay pensamientos en mi cabeza que se están derrumbando. Que te parece. Y yo, ah! Él está usando las mismas palabras que yo oro. Y yo le digo, y yo no quiero seguir con esta vida que yo estoy viviendo.

Y yo le digo, tu tienes algún problema para entender el amor de Dios? Y me dice, no papi, para mí el amor de Dios es bien sencillo. Para mí Dios es como tu me tratas a mí, así es Dios. Y yo dije, ah, que bien, pues yo te quiero decir qué es lo que se derrumba, soy yo. Soy yo que un día te dije que mi amor por ti era tan grande que si yo tenía que ir al infierno a pelear por ti, yo lo haría. Yo estoy en el infierno peleando por ti, todos los días yo soy el que envió la palabra derrumbando las fortalezas del enemigo que hay en tu mente porque el día que se derrumben tu vuelves.

Una semana después, me dijo, ese día se fue y me dice, tu puedes orar por mí? Yo llamé a mi esposa, fuimos al cuarto, oramos por él. Él lloró. Nos dio un beso y un abrazo a los dos, se fue. Una semana después me dijo, papi, tu me ayudas? Yo no quiero seguir viviendo esta vida. Hace 5 años que regresó. Hoy está en el Señor, está casado, toca en la iglesia, adora al Señor. No tiene una vida perfecta, pero es un hombre perdonado, es un hombre perdonado como tu y como yo, es un hombre perdonado. Dios es bueno. Dios es extraordinario. Dios hace cosas increíbles. Todo el mundo puede vivir el día de hoy. Eso es lo único que Dios espera.

Dios espera que tu no vivas en el mañana porque en el mañana hay culpa y vergüenza, y la Escritura dice que todo eso que era tu pasado, Dios lo cogió y lo lanzó al fondo del mar y Dios ni se acuerda más de eso. Si Dios no se acuerda de eso, que es a él a quien le tendría que importar porque él es que está perdonando, pues para qué rayos yo me voy a recordar de algo que ya Dios me perdonó y me libertó a mí. El mañana mío está seguro, esta seguro en las manos del Señor. Mi mañana está bien seguro.

Antes se cantaba un corito así, no temo al mañana, yo se que él preparó mi futuro, no temo al mañana, mi vida está segura en él. Tu vida está segura en él. Él es tu Dios. Él es mi Dios, me explico? Nosotros somos hijos de un Dios extraordinario, de un Dios poderoso, de un Dios extraordinario. Ah, extraordinario o interesante es esto. Yo no empecé a vivir con gozo cuando Frenchi llegó. No. yo empecé a vivir con gozo cuando yo empecé a creer. Me explico?

El día que yo descubrí, Dios mío, si yo estoy orando mal, por eso es que yo estoy así en esta angustia. Y yo empecé a creer, y yo empecé a declarar, y yo veía a mi hijo tocando. Yo lo veía con su guitarra, tocando. Él toca guitarra y piano y yo lo veía tocando acá arriba. Y yo empecé a decirlo. Entonces mi vida cambió porque ahora cuando mi hijo venía, yo lo veía delgadito y lo veía en la conducta en que él estaba, pero a pesar de eso, yo decía, lo veo así, pero no le hago caso de eso. Yo lo veo de otra manera.

Has leído el libro de hebreos que dice, de esos hombres que por la fe dice que hicieron algo increíble. Dice que lo miraban de lejos, lo creían, lo saludaron y lo confesaron. Ellos hacían 4 cosas: lo miraban de lejos, y cuando lo miraban qué hacían? Mientras más lo miro a mi hijo por la fe más lo creo. Y mientras más lo creo, más lo saludo, más me lleno de gozo y de alegría. Y mientras más me lleno de gozo de y alegría, más lo confieso, más me lleno mi boca para decirlo. Y mientras me lleno mi boca para decirlo más ganas me dan de mirarlo y continuamente por los 4 vientos comenzó a llegarme palabra, a llegarme palabra, gente que me decía, oye, tuve una experiencia. Tuve un sueño anoche, vi a tu hijo nuevamente tocando en la iglesia, cantando y adorando. Vi a tu hijo grabando un disco.

El próximo año empezará a grabar un disco. Tienen una banda formada que suenan lo más bien, y ya tienen en planes comenzar a grabar un disco. O sea, tantas cosas que empezaron Dios a mostrarme de aquí y de allá, y entonces qué pasaba? Mientras esas cosas ocurren, mi fe se alimentaba, más yo lo veía, más lo creía, más lo saludaba, más lo confesaba. Mi vida cambió no cuando Frenchy llegó, mi vida cambió cuando yo decidí creer. Mi vida cambió cuando mi fe fue restaurada porque mi fe se había perdido en el camino y mi corazón se había llenado de desesperanza.

Una actividad del enemigo es tratar de llenar tu corazón de desesperanza. Una actividad del enemigo es que tu miras a tu mañana y tu no te puedas reír. Pero yo te quiero decir, junta, piensa en las palabras que Dios te ha dado. Cuando tu pienses en las palabras que Dios te ha dado, yo te garantizo, yo estoy seguro que todos nosotros aquí tenemos suficiente palabra de Dios sembrada en el corazón para dar un vistazo al mañana y reírnos, para dar un vistazo al mañana y decir, oye, que Dios me ha dicho a mí? Qué Dios te ha dicho a ti? Qué a Dios te ha dicho a ti? Acaso Dios no te ha dicho que él ha puesto su mano sobre tu vida? Acaso no te ha dicho que él ha puesto su mano sobre tu casa? Acaso no te ha dicho que ha puesto su mano sobre tus hijos?

Yo te quiero decir, Dios es un Dios de pacto, que bendice las generaciones de aquellos que le aman a él hasta mil generaciones. Él es así. Él cumple lo que promete. Él cumple lo que dice, pero qué quiere el enemigo? Que tu y yo no llenemos de desesperanza, como esos pastores que entre uno y otro, somos comunicadores de esperanza y esos pastores estaban comunicando desesperanza entre ellos mismos. Saben por qué? Porque el enemigo había logrado martillar dentro de sus corazones y robarles. Qué mensaje pueden darle ellos a las comunidades de fe si ellos perdieron la esperanza para mirar al mañana?

Pero Dios en esta mañana quiere recordarnos a nosotros que él es el Dios de toda esperanza, él es el Dios de toda esperanza cuando dice, qué fue lo extraordinario de Abraham. Abraham cometió muchos errores, metió la pata muchas veces. Pero qué fue lo extraordinario de él, dice la Escritura, él creyó en esperanza contra esperanza. Eso en español significa, cuando ya no había esperanza porque él miró la esposa y estaba, como decimos nosotros en Puerto Rico, desbaratá, destrozado.

La miró a ella estéril, vieja, destrozada, desbaratá. Se miró él mismo, y dijo, rayos yo tampoco tengo alternativa. Cuando él miró a ella y lo miró a él y dijo, aquí no hay esperanza, aquí no hay esperanza, en esa mujer ni en mí, en los dos no hay esperanza, cuando no había esperanza, la Escritura lo que dice es, él decidió, él tuvo la actitud de creer en Dios. Él decidió tener esperanza cuando no había esperanza. Él creyó en esperanza contra esperanza porque él dijo, el Dios mío tiene dos características, número 1 es fiel, para cumplir su palabra y número 2 él es todopoderoso para hacerla, todopoderoso para hacerlo. El Dios tuyo, el Dios mío es todopoderoso para cumplir todo aquello que él te ha prometido a ti, si tu lo crees y si tu lo crees, llena tu boca y confiésalo.

Ahora, yo termino con esto, con algo que Dios me dijo en esa época. Me dijo que nunca en la vida se me ha olvidado y nunca se me olvidará. Si tienes una palabra mía en tu corazón por qué vives como si no la tuvieras? Si tienes una palabra en tu corazón por qué tu vives como si no la tuvieras? Tu te puedes poner sobre tus pies.

Yo te quiero invitar a ti, así rapidito, yo sé que aquí ya estamos terminando. Yo te quiero invitar rapidito, si tu eres una persona que tu corazón ha sido sacudido como fui yo, no te sientas mal, ok? No te sientas mal. Todos somos sacudidos. Si tu vida está siendo sacudida, si tu fe está siendo sacudida, si tu fe necesita ser renovada, si tu fe ha sido erosionada por los golpes de la vida, por promesas que simplemente tu pensaste que eran para hoy y no son para hoy, las hizo Dios pero son para mañana. Pero, tranquilo, toda palabra de Dios se va a cumplir. Yo te animo a que tu vengas aquí y tengamos un momento una palabra de oración.

Si hay alguien así sino créeme que yo me arranco ahorita otra vez, a predicar otra vez con el mismo gozo, porque yo te estoy compartiendo lo que yo honestamente en mi corazón creo, he creído que era para ustedes. Amén.

Yo simplemente te digo, habla con Dios ahí. Yo te quiero decir, nadie me puso las manos a mí. Fue una experiencia solo. Yo la tuve entrando a mi casa cuando yo dije, ay Dios mío, que bruto si yo estoy orando mal. Señor, gracias, me llegó por revelación. Y ese día yo comencé a orar algo diferente. Nadie estaba conmigo a las 2.30 de la mañana cuando yo le dije, mándame una señal, a las 2.30 y 12 horas después mi hijo venía con la señal en la boca de él, la señal de que esa oración de que yo estaba haciendo era correcta.

Así que si usted tiene un familiar que tiene alguna atadura, yo te digo, sería bueno que tu empieces a practicar mandarle la palabra a la mente, mandar la palabra del Señor al corazón a la mente, para romper toda fortaleza, y que tu vives felizmente libertad porque si tienen una palabra de salvación, no ores por salvación, por él, él va a venir, ora para que se quebrante, que se quebrante lo que lo tiene atado. Envía la palabra para que se quebrante aquello que el enemigo ha construido en la mente de él y él sea libre. No importa quién sea, no importa dónde esté, la palabra llega. Lo importante es que tu envíes la palabra. Amén.

Yo te animo para que en esta hora tu levantes tu corazón aquí y simplemente le des gracias a Dios si tu piensas que en esta mañana algo, ha habido algo de Dios para tu vida, si tu piensas que en esta mañana algo de lo que yo he dicho, ha tocado tu corazón porque te ha confrontado, te ha confrontado con alguna realidad tuya, o te ha confrontado con algún episodio en tu vida que tu estás pasando con algún familiar, en donde tu has perdido sueños en el camino, yo te quiero decir en esta mañana hoy es un buen día para empezar a soñar. Hoy es un buen día para empezar a restaurar aquellos sueños que Dios te había dado durante tanto tiempo y que tu pensaste que ya Dios se había olvidado de eso, que se había acabado, que eso tal vez fue un malentendido de algún profeta que vino por aquí, de alguien que oró por ti. Yo quiero decirte, no fue un mal entendido. Dios es fiel. Toda palabra de él se va a cumplir en el tiempo de él. Amén.

Padre, en el nombre de Jesús en esta hora yo te alabo y yo te doy gracias porque hasta aquí tu me has traído, Señor, para comunicar, Padre, una palabra, Señor, sobre este pueblo en nombre de Jesús, yo oro para que tu nos bendigas. Yo oro para que ahora mismo tu Espíritu Santo empiece a moverse por este pueblo, tu Espíritu Santo empiece a moverse aquí.

Tu estás aquí. Tu hace rato que te estás moviendo, desde que estamos adorándote en esta mañana tu te estás moviendo. Tu fuiste el primero que llegaste a esta reunión convocada por tu espíritu para tocar, para bendecir, para hablarnos, Señor, y en esta hora yo oro y yo declaro Señor eterno, que tu Espíritu Santo que está aquí, está produciendo convicción de los corazones de mis hermanos para creer que en este día se está restaurando fe, que en este día se está restaurando esperanza, que en este día corazones están empezando a soñar, que en esta mañana, en este día sueños están siendo restaurados en los corazones de vida que habían perdido sus sueños en el camino, simplemente por golpes de la vida, o por golpes del enemigo. Padre, pero en esta hora, estamos tomando autoridad para resistir la mentira del enemigo y declarar que la mentira del enemigo es exactamente eso, una palabra de mentira.

Pero la palabra tuya es una palabra de verdad y estamos enviando la palabra tuya de verdad a la mente de mis hermanos, a la mente de tus hijos, de mis hermanos, de tu pueblo, declarando, Señor, que tu eres el Dios que viene a poner sueños en su mente, a poner sueños en sus corazones. Señor, a sembrar esperanza, esperanza contra esperanza, esperanza contra esperanza, cuando ellos pensaban que no había más alternativa para creer Señor, en esta mañana estamos declarando que esperanza está naciendo en los corazones de tu pueblo, esperanza para soñar, esperanza para reírse, esperanza para mirar al mañana con gozo y con alegría, y declarar que tu eres el Dios de su mañana, que tu eres el Dios de su presente, pero tu eres el Dios de la mañana de ellos, que ciertamente cada uno de ellos son hijos tuyos llenos de grandes promesas que tu has declarado sobre sus vidas.

Padre, que el nombre de Jesús, Espíritu Santo has una obra grande, toca, produce convicción, cambia actitudes de nuestros corazones, cambia actitudes en nosotros, Señor, has una obra tan grande, oh, que cuando salgamos de este lugar salgamos con la profunda convicción de que hay un sabor a ti en nuestra boca, que hay un sabor a ti en nuestro corazón, que hay un sabor a ti en nuestra mente. Todo nuestro ser está saturado con el sabor al Dios del cielo, que hay un sabor a tu Espíritu Santo en nuestra vida, en esta reunión. Padre, en el nombre de Jesús estamos declarando esta palabra. Yo te bendigo a ti, yo bendigo tu casa, yo bendigo tus hijos, yo bendigo tu negocio, tu trabajo, tus estudios.

Yo declaro que aquellos están lejos van a regresar al camino en el nombre de Jesús yo declaro una palabra de salvación sobre aquellos que están alejados. Yo declaro que se quebrantan fortalezas, que se quebrantan ataduras. Yo declaro que se rompen cadenas en el nombre de Jesús como se rompieron las cadenas y las fortalezas que ataban a mi hijo. Yo declaro que en el nombre de Jesús y yo envío la palabra a tu familiar y yo declaro que se quebranta y se rompe en el nombre de Jesús y yo declaro que Dios hace algo nuevo. Yo declaro en el nombre de Jesús tu tiempo nuevo sobre tu vida. Yo declaro que vienen tiempos de refrigerio sobre tu vida.

Yo declaro sobre esta iglesia tiempos nuevos en el nombre de Jesús, yo declaro sobre este pueblo y sobre este ministerio, yo declaro tiempo de refrigerio del Señor, tiempo nuevo. Yo declaro que Dios está metiendo la mano alrededor del cielo y está cambiando la hora para este lugar en el nombre de Jesús y que van a ver cosas grandes y cosas extraordinarias en el nombre de Jesús. Yo lo declaro, lo declaro, lo declaro en el nombre de Jesús. Gracias, gracias, gracias, Señor. Gracias Señor en el nombre de Jesús. Gracias Señor.