pastor efrén durán

Esperanza

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En el 2010 cuando estuve con ustedes yo les hablé acerca de las cosas que nos habían pasado a nosotros como familia, les hablé del tiempo en que mi hijo, siendo criado en la Iglesia, yo soy cristiano hace 42 años, conocí al Señor a la edad de 17, 59 años y medio tengo, mis hijos nacieron en la Iglesia, yo no conozco otra vida que no sea esa, yo nunca me distancié del camino del Señor, mi esposa tampoco, nos convertimos igualmente para el mismo tiempo.

Y fue bien duro cuando descubrí que mi hijo se había hecho adicto a las drogas, y que mi hijo, llegó el momento en que él no pudiendo lidiar con las situaciones en el hogar teniendo una buena relación como teníamos, porque a pesar de su adicción a drogas yo no peleaba con él, yo lo amaba, yo no peleaba con él, traté de ayudarlo, pero recaía y recaía, y en su frustración se fue de mi casa, y cuando se fue de mi casa fue un tiempo tan y tan, y tan duro, y estuvimos hablando acerca de eso.

Bueno en ese entonces en el 2010 yo tenía cinco nietos, ahora yo tengo ocho nietos y como dicen los ticos "y el rancho ardiendo" porque viene otro en camino. Les conté en el 2010 cómo la desesperanza golpeó mi corazón y entré en una crisis tan y tan grande siendo Pastor, y habiendo comenzado a pastorear jovencito, yo hace 37 años que estoy pastoreando.

Les conté cómo en medio de la crisis un día estaba leyendo el Libro de Proverbios, el capítulo 31 que en forma específica dedica unos versos a la mujer llamados "La mujer virtuosa", y estando leyendo ese capítulo, de momento mis ojos se detuvieron en el verso 25, porque el verso 25 dice: "Fuerza y honor son su vestidura y se ríe de lo porvenir."

Y a mí me pareció en ese momento después de haber estado leyendo 30 años la Biblia, yo descubrí que por alguna razón el Libro de Proverbios me encantaba tanto, yo tengo que haber leído ese verso tantas y tantas, y tantas veces y yo nunca lo había leído, lo había leído y no lo había visto. Ese día estando en mi dolor y en mi desesperanza, cuando me encontré con el verso me detuve y dije: pero ¿ese verso existe?

Inmediatamente me pregunté: ¿cómo será posible que esa mujer puede mirar al mañana y reírse? porque yo no puedo reírme. Yo estaba pasando un momento en mi vida que yo no quería mirar al mañana para nada, yo lo único que veía era desastre, dolor. Para mí el mañana era miedo, era tragedia. Entonces yo comencé mi viaje, yo dije: yo sentía una envidia santa de esa mujer, yo quiero lo que ella quiere porque yo no quería seguir viviendo como yo estaba viviendo.

En esta mañana yo quiero continuar con ustedes donde lo dejé hace cerca de cinco años atrás. La versión de Dios Habla Hoy de Proverbios 31:25 lo dice de esta manera, dice: "Se reviste de fuerza y dignidad, y el día de mañana no le preocupa."

Yo recuerdo que en aquél entonces cuando yo leí el verso, el primer pensamiento que yo tuve fue: ¿será que esta mujer tiene una vida perfecta? pero tantos años de consejería inmediatamente derrumbaron ese pensamiento porque yo sabía que nadie tiene una vida perfecta, ¿quién la tiene? Abraham no la tuvo, David no la tuvo, Daniel, excelente individuo, mil veces mejor que cualquiera no la tuvo, José, oh José, tampoco la tuvo, Pablo, no la tuvo, Jeremías, no la tuvo, Isaías, no la tuvo, ¿quién la ha tenido?

Yiye Ávila, vecino mío allá en Puerto Rico que ya partió con el Señor, un hombre extraordinario que probablemente practicaba la oración cerca de 6 horas al día y practicaba el ayuno como pocas personas lo pueden practicar tampoco tenía una vida perfecta. Le dieron la noticia que su hija, estando en Miami, su ex-esposo la apuñaló. Él fue a la cárcel, compró un pasaje, fue a la cárcel de Miami, fue donde el hombre y le dijo: te perdono y te amo en el amor del Señor le dijo Yiye al hombre en la cárcel, y después de eso regresó a Puerto Rico, y al poco tiempo, un par de años después su hija Noemí, la mayor, se había ido de misionera a Venezuela y estando en Venezuela recibe una llamada telefónica donde hay un hermano que está enfermo y quisieran la oración, y ella prende el auto, va a orar por este hermano y en el camino se estrella y se mata.

Tantas son las historias de hombres de Dios que perdieron hijos en situaciones terribles. Estaba escuchando un día a Tommy Lee Osborn, estaba viejito, hablar con unos niños en la falda, estaba hablando acerca de la gracia de Dios y él dice: "la gracia de Dios fue cuando el avión en que iba mi hijo se estrelló" y dice: "y la gracia de Dios nos ayudó a enfrentar eso" ¿Quién tiene una vida perfecta? nadie tiene una vida perfecta.

Así que, de hecho ¿saben dónde existe una vida perfecta? le voy a decir dónde hay un lugar donde existe la vida perfecta, se llama "Facebook". Vidas perfectas en Facebook, gente con una profunda necesidad de reconocimiento, con una profunda necesidad de aceptación que usan redes sociales para mostrarle a la gente una vida que no tienen, y algunos creyentes somos ilusos que vemos esas páginas de Facebook que nos dan envidia, algunos hasta nos molestamos y nos enojamos ¿cómo será posible que esa persona tenga la vida perfecta, el esposo perfecto, la esposa perfecta, los hijos perfectos, van a los restaurantes perfectos, las vacaciones perfectas, los regalos perfectos en el cumpleaños, ¡es mentira! (risas).

Tengo una persona por allá por Arecibo que en Facebook tiene una vida perfecta y de hecho, algunas personas decían, yo escuchaba algunas personas y me daba risa porque yo he vivido la vida bastante para saber que es embuste, no es verdad (risas). A mí me daba risa todo eso pero lo veo, veo el empeño de todas estas personas de mostrar la vida perfecta; pero me daba cuenta que en un momento dado algunas personas hacían un comentario y otras decían wow qué tremendo, y de momento como que tenían un resentimiento, yo callaba, no hacía ningún comentario.

Hace un tiempo esta persona que tenía una vida perfecta vino a mi oficina, y cuando vino a mi oficina me dijo: tengo un matrimonio que es la porquería más grande de la vida, llevo años sosteniendo un matrimonio que no sirve Pastor, no sirve. Mi esposo cuántas veces h querido patearlo y botarlo, esta persona para hablar de su matrimonio usó adjetivos que me es prohibido usarlos en este lugar. Les atendimos, les ayudamos y como mes y medio después otra vez volvía la vida perfecta en Facebook.

Así que cuando usted vea que alguien tiene una vida perfecta en Facebook ríase, esa es una persona que tiene problemas emocionales, y si es usted huya de ahí, salga de ese territorio, no lo practique más ¿me explico? porque después de un tiempo los demás hermanos de este lugar, los que escuchen esta Palabra y la próxima se van a dar cuenta que usted tiene una deficiencia aquí adentro y aquí adentro (señalando el corazón y la cabeza).

Así que ¿por qué yo vuelvo sobre esta Palabra en esta mañana? porque luego que yo estuve aquí en el 2010, unos años después, yo estuve orando, y estuve orando por unos cuantos meses, en forma específica por tres meses y yo le dije al Señor: Señor yo quiero hablarle una Palabra a Tu pueblo pero yo no quiero predicar cualquier mensaje, yo quiero que Tú me des una Palabra, eso es lo que yo quiero, yo quiero una Palabra, y así oraba todos los días, dame una Palabra, dame una, y no pasaba nada.

A los tres meses literalmente me harté y le dije al Señor en mi buen puertorriqueño: "Chico ¿qué te pasa a Ti? yo llevo tres meses orando para que me des una Palabra para Tu pueblo y a Ti parece que no te interesa. A fin de cuentas yo no sé por qué rayos yo me estoy preocupando porque ellos no son hijos míos, son hijos Tuyos; se supone que Tú tienes que ser el que se preocupe por darles una Palabra a ellos, yo no."

Así que tuve mi discusión con Dios ahí tratando de torcerle el brazo a Dios para que me diera una Palabra, no pasó nada, nada, por la mañana. Pero luego por la tarde pasó algo interesante: yo estaba de lo más tranquilo, yo no estaba pensando en eso, me había olvidado del asunto, es más, creo que estaba mirando un programa en el televisor cuando de momento experimenté la Voz del Señor dentro de mí que me dijo: Quiero que le hables esperanza a Mi pueblo porque el enemigo le está robando la esperanza a Mi pueblo.

Yo me quedé así impresionado, el corazón me brincó, decidí irme de nuevo a la Escritura, yo había pasado mi crisis, volví de nuevo sobre el Proverbio 31:25, busqué otros pasajes más de la Escritura, busqué aquí, busqué allá y compartí la primer Palabra sobre esperanza en forma específica a raíz de esa experiencia carismática, eventualmente se convirtieron en tres palabras, la última la compartí los otros días. Y en esta mañana me levanté a las cinco de la mañana e hice un ejercicio no complicado y es que junté las tres Palabras, hice un bosquejo de las tres e hice una nueva Palabra sobre esperanza que es la que estoy soltando esta mañana para ustedes, así que este es el producto de tres años de digerir y de procesar una Palabra del Señor en mi corazón.

Cuando Dios me habla de eso a los pocos días yo estoy en internet y estando en internet, me encuentro con una persona que me presentaron una vez cuando yo tenía 38 años y él tenía 18 años, me lo presentaron un amigo mío, un joven me dijo: mira, conoce un amigo mío, nos dimos la mano y ya, no nos volvimos a ver. En algún momento dado yo pasaba por el mall allá por Arecibo y nos levantábamos la mano y ya está.

Yo me encuentro con este blog y este hombre está dando un consejo cristiano y cuando yo leo el consejo de él, el consejo es muy práctico, pero yo miro y yo digo, ese consejo es muy bueno pero ese consejo carece de esperanza, carece de esperanza, ¿por qué razón este Pastor le está dando este consejo a este hermano, por qué razón, independientemente de que le dé un buen consejo, por qué no le da una Palabra de esperanza? ese fue mi pensamiento.

Me olvidé del asunto, al otro día me levanto a orar y cuando me levanto de momento descubro que estoy intercediendo por ese hombre que lo había conocido a los 18 años, que no tengo relación con él, que ya tiene 38 años y que yo había escuchado en un momento dado que se había convertido en un líder de iglesia cristiana, un día yo estaba en un lugar público, en el estadio de Arecibo de baloncesto y de momento dijeron: queremos llamar al Pastor fulano de tal, voy a utilizar el nombre de Juan como nombre hipotético, les voy a decir por qué: porque descubrí cuando yo prediqué aquí en el 2010, descubrí que hay mucha gente de Arecibo que entra a la página de ustedes, mucha gente de Arecibo me dijeron: oye escuche tu mensaje, yo decía: ¿dónde? y me decían: León de Judá, yo decía: pero si ellos no estuvieron allí, no, es que entré a la página de internet yo lo sigo, y eso me pasó en varias ocasiones así que probablemente, eventualmente en los próximos días alguien va a entrar a la página, va a escuchar este mensaje y por eso quiero proteger la identidad de la persona, vamos a pensar que se llama Juan.

Así que de momento estoy en ese estadio y dicen: queremos pedirle al Pastor Juan que pase al frente para hacer una invocación y yo digo: a Dios mira él es Pastor, qué bien, porque no tengo relación con él, ahora; este es el Pastor que está escribiendo en el blog y escribe un mensaje que está ausente de esperanza, yo estoy orando por la mañana y caigo orando, intercediendo por él: Señor te pido por Juan, te pido que lo bendigas, llénale el corazón de esperanza, y mientras estoy orando por él así de esa manera que no sé por qué estoy orando por él porque no me interesaba orar por él honestamente, quería orar por mami, por papi, quería orar; por papi no, papi ya había partido con el Señor, por mis hijos, por mi esposa, por los hermanos de la iglesia, por esto y por aquéllo, por eso yo quería orar, por Pastores amigos míos que oro, no me interesaba orar por Juan para nada, pero me encuentro orando por Juan.

Y cuando estoy orando por Juan escucho esta nueva Voz que me dice: "Quiero que le hables de esperanza." Yo inmediatamente contesto, paro la oración y le digo: "no le voy a hablar, lo siento, él no es amigo mío, a mí no me gustan los problemas. Si yo voy y le hablo y después hace un chisme del asunto, ¿quién te crees que tú eres para hablarme a mí? ya olvídate de ese asunto" le digo a Dios, olvídate de ese asunto. Ustedes perdónenme pero Dios es mi papá, para mí es bien fácil porque yo tuve una excelente relación con mi papá y yo podía hablar con papi de esa manera: ay papi déjate de eso, papi déjate de eso, nah, sin faltarle al respeto. Así que para mí Dios es bien fácil, yo no tengo problemas de religiosidad para acercarme a Dios. Así que yo le decía: no, yo no voy a hablar, yo oro por él pero no voy a hablar con él.

Al otro día en la mañana estoy orando por mi mamá, por mis hermanos, por mis hijos, por mis nietos y caigo orando por Juan: Señor bendice a Juan, llena el corazón de esperanza, y escucho esa vocesita que me dice: "Háblale de esperanza" "te dije que no le voy a hablar, yo lo siento, no me gustan los problemas, él no es mi amigo, manda a otro si Tú tienes tanta gente, él tiene que tener tantos amigos ¿por qué no mandas a alguien que sea amigo de él que no tenga complicaciones? yo te dije que yo no le voy a hablar.

Esta historia que les estoy contando transcurrió ocho meses, la vocesita: "Quiero que le hables" "te dije que no, yo no sé por qué Tú insistes que, te dije que no, yo no voy a ir, nunca le voy a hablar."

Después de ocho o nueve meses de estar esta vocesita ahí yo le dije: "Mira esto es lo más que yo puedo negociar Contigo" le dije a Dios. "Si Tú quieres que yo le hable tráelo a mi oficina, Tú lo traes a mi oficina y yo le hablo, si Tú lo traes a mi oficina yo le hablo, si Tú no lo traes a mi oficina no le hablo, se acabó el asunto, yo no quiero más hablar Contigo de este asunto, hablamos de cualquier otra cosa pero de esto no."

Volví a orar y me encontraba otra vez orando por él en el mes diez, en el mes once, y yo volvía y le decía: "Yo no sé por qué Tú insistes si ya yo te dije que yo no le voy a hablar, yo tiré la bolita en la cancha tuya, yo te dije: tráelo en la oficina y yo le hablo, Tú no lo has traído a la oficina, eso es problema tuyo ya."

Un año, doce meses, y al cabo de doce meses un jueves recibo un mensaje privado por Facebook, cuando lo abro era Juan, un año, decía: Hola Efrén, quisiera decirte que en mi trabajo se quieren desarrollar algunas actividades con iglesias y en la primera persona que pensé eres tú, me gustaría reunirme contigo, ¿puedo pasar por tu oficina?

Yo inmediatamente contesto: cómo no, ¿podemos vernos el martes a las 10 A.M.? y él me contesta: perfecto. Termina la comunicación y yo en mi mente estoy pensando: "Wow qué empeño tan grande Tuyo con este, ¿en serio?" le digo al Señor, "¿en serio?" y le digo: "pero hay algo que se te escapó, yo te dije que lo trajeras a la oficina pero era para hablar, para hablar, él viene a la oficina para asuntos de su trabajo. Okay, okay, okay" le digo "no voy a complicar este asunto, okay, voy a modificar un poquito la oración" le dije, "esto es lo que tiene que pasar: cuando él llegue a la oficina él no me puede hablar de trabajo, si me habla de trabajo yo no le voy a decir nada. Él tiene que sentarse en la silla en mi oficina y comenzarme a hablar de una vida destrozada porque, si Tú me estás diciendo que le hable de esperanza es porque ese hombre tiene que tener una vida destrozada, yo no lo conozco pero esa es la única manera, así que cuando eso pase, entonces yo le voy a hablar."

Llegó el martes, oré el viernes por la mañana, sábado por la mañana, el domingo me mantuve orando, lunes y martes por la mañana me levanté temprano y oré por esa reunión a las 10 de la mañana, y le dije: "Recuerda lo que te dije, se tiene que sentar en la silla y hablarme de su vida destrozada, y cuando me hable de su vida destrozada entonces yo le voy a hablar de esperanza."

A las 10 de la mañana nos encontramos, nos saludamos, fuimos a mi oficina, se sentó, y tan pronto se sentó me dijo: oye friend ¿tú sabes que yo me divorcié? bueno decir que me divorcié es poco: ya me divorcié dos veces, yo dije: ¿te divorciaste y te casaste con tu esposa otra vez? no, no, no, no me dice, no: me divorcié, me casé con otra mujer y me volví a divorciar de esa. Yo le digo: ah brother no sabía nada, cuánto lo siento.

Me dice: eso es una experiencia tan dura que a mi peor enemigo yo se la deseo. Y me dice: eso no es nada. Yo no estoy pastoreando, ah ¿tú no estás pastoreando? no, no, hace tiempo que no estoy pastoreando. Le digo: oye ¿cuándo comenzó y cuándo fue tu divorcio? y me dice: exactamente en Abril; en Abril yo comencé a orar por él. A todo eso yo no le digo nada, simplemente hablamos, y él me dice: eso no es todo brother, tengo cuatro hijos y yo le digo: wow, qué bravo eres, tengo cuatro hijos y el mayor tiene 18 años y tiene problemas de drogas, ya tuvo un caso en corte y próximamente tiene otro caso en corte, y eso me ha destrozado en corazón por dentro.

De hecho, te quiero contar la historia completa: yo no solamente dejé de pastorear, yo me aparté del Señor. Todo el rompecabezas se está armando dentro de mí con toda la información que él me está dando y yo estoy ahí con el corazón golpeando diciendo: cállate la boca pronto porque tú no sabes que esto es una cita con Dios, en mi mente estoy diciendo: tú no sabes que hace un año Dios me tiene orando por ti, yo no sabía por qué y tú no sabes que aquí hoy hay una Palabra para tu vida.

Él me sigue contando todo, me sigue diciendo: hace tres meses regresé a la iglesia donde me crié porque estaba tan perdido y tan perdido, pero a pesar de que regresé, el viernes estaba hablando con una persona que me está ayudando y le dije a esta persona: mira lo mejor que tú puedes hacer es, ni me busques ni me ayudes porque en mí ya no hay alternativa, es más, yo soy una persona que hace rato perdió la esperanza, me dice él, yo estoy ahí a punto de llorar con el corazón en la garganta.

Cuando él termina y me dice: esa es mi historia, yo le dije: pues yo te tengo que contar algo, y ahí comienzo a contarle todo esto que yo les conté a ustedes para resumir. Cuando yo comienzo a contarle esto Juan comienza a llorar, en cuestión de siete u ocho minutos le predico el mejor y más corto mensaje de esperanza que alguna vez he predicado. Le conté de la crisis con mi hijo, de mi desesperanza, le conté de Proverbios 31:25, le conté de la transición en mi vida, cómo yo descubrí el gozo a pesar que mi hijo seguía en la adicción a las drogas, cómo la vida me ha cambiado porque yo descubrí la capacidad de soñar nuevamente.

Hay un Salmo que dice, es el Salmo 126: "Cuando Jehová hiciere volver la cautividad de Sión seremos como los que sueñan, entonces nuestra boca se llenará de risa" ese Salmo es la evidencia de que los esclavos no sueñan. "Cuando Jehová nos saque de la esclavitud volveremos a soñar" el esclavo no sueña, solamente sueña el hombre libre. Hay algunos que han abrazado el cristianismo y lamentablemente por circunstancias viven en esclavitud y hace rato perdieron los sueños, así estaba yo y así estaba este muchacho joven Juan.

Mientras yo le estoy hablando él llora y llora literalmente como si lo estuvieran matando. Cuando yo termino él palmotea, él grita, él se agarra el pelo, él se levanta de la silla, dice: esto es increíble, yo no puedo pensar esto, esto es una cita de Dios conmigo, y llora, y se ríe, y palmotea otra vez, y yo le digo: yo puedo orar por ti y me dice: cómo no, así que me levanto de mi silla, él se para también, oro por Juan, él lloraba, nos abrazamos, él sale contento de allí, a los pocos días me dice: hice un nuevo escrito, a él le encanta escribir, tiene mucha habilidad para escribir, hice un nuevo escrito, me gustaría que lo leyeras y me lo envía, y hablaba acerca de que tuvo un encuentro con un Pastor que le habló acerca de cómo él escribía antes sin esperanza y cómo estaba en un proceso de recuperar la esperanza.

Para hacer la historia larga corta, hace dos o tres semanas fui a predicar a la iglesia de un Pastor amigo mío, este Pastor amigo mío, allí estaba yo predicando y estaba Juan en esta iglesia, está en esta iglesia de este Pastor amigo mío porque igual que Dios puso esa inquietud en mí ahora puso esa inquietud en este Pastor amigo mío que agarró a Juan bajo su tutela y lo está levantando, y lo está preparando para el ministerio. Ahora ya Juan está hecho un predicador de la Palabra, ahora tiene una vida extraordinaria. Cuando terminó la reunión fue y me abrazó y me dice: siempre me acuerdo de ese encuentro en tu oficina, aquél encuentro me marcó la vida, fue un encuentro con Dios, ese día yo recuperé la esperanza, ha sido un largo viaje Efrén y mira dónde estoy, mi vida ha cambiado producto del Dios de la esperanza que me visitó ese día en tu oficina. Juan tiene una vida cambiada porque Juan recuperó la esperanza, ¿amén?

Ahora, es interesante porque después que termina todo eso y yo tengo mi experiencia con Juan yo me voy a casa y al otro día estoy orando, y le doy gracias por todo eso, y de momento me encuentro orando y diciéndole a Dios: Señor pero yo no entiendo cómo Tú te empeñas tanto con una persona por la cual un concilio no da ni cinco centavos. Yo le traigo una persona que digo: tiene dos divorcios, cuatro hijos con problemas de drogas y con la justicia, era Pastor y se apartó del Señor, y regresó hace tres meses ¿quién lo quiere para el ministerio? ¿quién, qué concilio lo quiere? nadie, está descalificado ¿me explico?

De hecho, la comunidad cristiana es interesante, lo que se da en las comunidades cristianas. Si fue un sicario, mató en su país treinta personas, destrozó cien familias, vivió una vida llena de maldad, lo hizo intencionalmente, es un gran candidato para el ministerio; ahora se convirtió a Cristo, es un gran candidato para el ministerio, lo queremos para el Pastorado, lo queremos que cuente su testimonio y que predique, pero viene un hombre con una vida destrozada por causa del divorcio, se divorció no necesariamente porque tenía la intención de dañar a su propia familia; el sicario dañó treinta, cuarenta, cincuenta familias y nosotros decimos: está descalificado, no sirve.

Es como si pusiéramos a los dos aquí y dijéramos: "¿qué hacemos con el sicario?" "lo queremos para el ministerio" "¿qué hacemos con el divorciado" "crucifícalo, crucifícalo" y yo estoy ahí diciendo: Señor ¿por qué tanto empeño con este hombre? comienzo a llorar, "Señor pudieras abrir mi corazón para yo entender por qué Tú te empeñaste tanto con esta persona?" Señor que para efectos del mundo él no sirve, para efectos del mundo no vale.

Y escuché esa Voz que me dijo: "Soy Dios de pacto." Y cuando me dijo eso yo monté todos los muñequitos, porque Juan es hijo de Pastor, y en ese momento yo entendí que a pesar de las decisiones locas que tomó Juan, a pesar de las decisiones equivocadas, a pesar de todos los destrozos en su vida había un hombre antes que él, su papá, su mamá que oraban por Juan, y a pesar de la vida loca de Juan oraban por él, oraban por él.

Su papá no sabía que cerca de la casa de ellos se estaba levantando un Pastor de madrugada para orar por su hijo y le estaba dando una Palabra para su hijo. Y ese Dios es el Dios de los pactos, es el Dios tuyo y el Dios mío que te ha hecho promesas a ti, que te ha hecho promesas a mí y Él es el Dios extraordinario.

Así que yo no sé cuántos de ustedes escucharon la noticia: entre Noviembre y Diciembre aquí en Estados Unidos tres Pastores se suicidaron, tres se quitaron la vida. De hecho uno tenía doble culto como nosotros hoy, predicó el primer culto y no llegó al segundo culto, se quitó la vida. Hace tres semanas, una semana antes de yo salir para acá un Pastor en Estados Unidos se suicidó. Leí un reportaje que se hizo que dice: Pastores en alto riesgo, donde dice: 1500 Pastores mensualmente están renunciando al ministerio, 1500 Pastores renuncian al ministerio al mes, y la estadística decía que de los que se quedan, el 57% dice que se quedan porque no tienen otra alternativa, porque ellos no saben hacer otra cosa, o sea, el 57% de los que se quedan dicen que se quedan por una razón de: dinero, que si ellos tuviesen otro mecanismo para ganarse la vida ellos renuncian al Pastorado porque no les interesa seguir, perdieron la pasión, perdieron las ganas.

La pregunta es: ¿será cierto que el cristianismo, será cierto que el pueblo de Dios está siendo golpeado por la desesperanza? definitivamente que es cierto. Como dije, soy creyente hace 42 años, nosotros no escuchábamos de suicidio en el cristianismo, eso no se escuchaba. No se escuchaba de suicidio entre los hermanos de la Iglesia, mucho menos entre los Pastores, hoy día comunidades de fe experimentan gente que se suicida, hoy día podemos abrir las noticias y buscar tantos Pastores, unos que se suicidan y otros que han estado a punto de suicidarse, y que por la misericordia de Dios Dios intervino de una manera milagrosa y no se quitaron la vida, esa es la realidad.

Estaba en Los Ángeles en Enero y el Pastor de Los Ángeles de una iglesia coreana me dice: Efrén si vieras que el 2014 fue tan y tan duro, le digo: ¿por qué?, me dice: un joven de 25 años de nuestra iglesia, un joven excelente, con buenas relaciones, todo el tiempo hablaba del Señor, tenía su negocio próspero, buenas relaciones con sus papás, nos dijo: me voy de vacaciones a Las Vegas, se fue para Las Vegas, cuando nos llega la noticia: se subió a un edificio en Las Vegas y se mató. Buscaron la computadora, buscaron el automóvil, buscaron el celular, han estado los padres buscando cuál fue la razón, buscaron las cuentas de banco, hay dinero en las cuentas de banco, no hay nada nebuloso en el celular, no hay nada nebuloso en la computadora, los padres, nadie sabe por qué razón los muchachos de la iglesia dicen: él me ganó para Cristo, todo el tiempo las conversaciones de él eran sobre Cristo.

Los padres tienen un gran dolor no solamente porque perdieron a su hijo sino porque quisieran saber por qué razón, qué fue lo que ocurrió y nadie sabe qué fue lo que ocurrió. Suicidio llegando al cristianismo, golpeando al cristianismo. Suicidio llegando a los Pastores, nosotros somos predicadores de esperanza, el mensaje del cristianismo es un mensaje de esperanza, ¿cómo será posible que nosotros hablamos de esperanza y nosotros no la tenemos? estamos fallando ahí. Estamos optando por opciones que son precisamente la evidencia de que llegamos a cero esperanza, a cero esperanza.

Yo pasé por mi crisis pero yo nunca en mi vida consideré el suicidio. Yo sí le dije a Dios: me gustaría que me llevaras. Eso está bien, eso se lo dijo Moisés a Dios: mátame ya, estoy harto ya, yo no parí a este pueblo, eso fue lo más que yo me acerqué a hace delante de Él ¿me estoy explicando bien?

Entonces tenemos que la mujer de Proverbios no tenía una vida perfecta, si no tenía una vida perfecta ¿qué tenía ella? ella tenía una vida como la tuya y como la mía. Llamaron de la escuela, dicen: ven a la escuela que tus hijos se pelearon, está haciendo números porque los gastos se han incrementado y la economía y los negocios están bajando, hay que hacer números, la llamaron y le dijeron: mira tu papá lamentablemente fue al médico y le dijeron que tiene cáncer, la llamaron y le dijeron: tu hermana se está divorciando, ella tiene una vida normal.

Y si entonces esta mujer tiene una vida normal como la tuya y como la mía ¿por qué ella se puede reír del mañana? la única conclusión es bien sencilla: la mujer de Proverbios se puede reír porque ella tenía una promesa, ella tenía una promesa.

Yo recuperé la risa cuando yo descubrí que yo tenía una promesa con respecto a mi hijo y se me había perdido la promesa. Y una de las cosas que yo estudié en Enero fue el poder tan grande de una promesa, yo quisiera mirar la Biblia ahora. Primera de Samuel capítulo 1 verso 8 en adelante, esta es la historia de Elcana, hay un hombre que se llama Elcana, y hay una mujer que se llama Ana, hay una mujer que no lo voy a leer aquí pero también forma parte de esta historia, ella se llama Penina. Penina era una diabla.

O sea, Elcana tenía dos esposas. Una era Ana que era estéril y la otra era Penina que tenía hijos y Penina era una diabla. Cuando iban a la iglesia era el mejor momento en el que Penina se jactaba para decirle: eres estéril, yo soy la preferida porque yo tengo hijos y tú no puedes, tú eres segunda, yo soy primera.

Esta es la historia y vamos a leer los versos, verso 8 dice: "Y Elcana, su marido, le dijo a Ana: Ana ¿por qué lloras, por qué no comes y por qué está afligido tu corazón? ¿no te soy yo mejor que diez hijos?" estos son los rasgos de una persona depresiva. Llora, ¿por qué lloras, por qué no comes? o sea una mujer puede llorar pero come, no está depresiva, está triste. Llora pero come, no está depresiva ¿okay? tiene una tristeza, tiene una tristeza, ese no es el caso de Ana.

Ana llora y no come, y está afligido el corazón, no hay manera, el viaje es largo, van hasta el templo y está preocupado por la salud de ella; cómete algo mujer, no puedo, tengo el estómago cerrado, no puedo comer, y llora y llora, y llora. Dice el verso 10: "Y ella con amargura de alma oró a Jehová y lloró abundantemente" verso 11 "e hizo voto diciendo: Jehová de los Ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva y te acordares de mí, no te olvidares de tu sierva sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida." Durante cuarenta y un años de mi vida yo pensé que Ana lloraba porque no tenía un hijo hasta que recientemente cuando volví a leer esto yo descubrí que estaba equivocado. Vamos a seguir el texto.

Mientras esto está pasando, mientras Ana está orando no está orando así tan claro como nosotros, Ana está balbuceando y el sumo sacerdote piensa que está borracha, así que la reprende y le dice: "Mujer, borracha llegaste" y ella le dice "yo no estoy borracha, yo soy una mujer con el corazón afligido" y es interesante que el sumo sacerdote, cuando escucha la contestación de ella él le declara una Palabra. En estos tiempos cuando un sumo sacerdote soltaba una Palabra eso era una profecía, eso se cumplía. De hecho en los tiempos de Jesús un sumo sacerdote soltó una Palabra profética con respecto a Jesús: es menester que uno muera por el pueblo y no que todo el pueblo muera por Él, y la Escritura dice que eso fue una profecía que soltó un sumo sacerdote acerca de Jesús.

Así que en el verso 17 del capítulo 1 de Primera de Samuel dice así: "Respondió y dijo: ve en paz y el Dios de Israel te otorgue la petición que le has hecho." Verso 18: "Y ella dijo: "Halle tu sierva gracia delante de tus ojos, y se fue la mujer por su camino, y comió, y no estuvo más triste." Esta es la evidencia de que ella salió de la depresión ¿verdad que sí? dice que comió, dejó de llorar, no estuvo más triste.

Ahora bien, si el problema de Ana es que Ana lloraba porque no tenía un hijo, y Ana no comía porque no tenía un hijo, el texto dice que Ana comió, el texto dice que Ana dejó de llorar, eso significa que cuando ella fue al templo el sumo sacerdote le dió un bebé, porque cuando le dió el bebé ella dijo: eso es todo lo que yo quería, yo lloraba por eso, porque no tenía un bebé, el sumo sacerdote le dice: oh, espérate, tú eres. Hace dos días llegó aquí una mujer con un bebé y me dijo: va a llegar una mujer dolida, una mujer con el corazón destrozado, ella es estéril, este bebé es para ella, se lo vas a dar, y entonces el sumo sacerdote le dice: espérate un momentito que aquí tengo el regalo de Dios para ti y le da el bebé, y por esa razón Ana come y se va contenta como el jibarito, loca de contenta; pero no, eso no fue lo que ocurrió.

Ana no estuvo más triste, Ana comió, pero a Ana no le dieron ningún bebé. ¿Por qué Ana se fue contenta, por qué Ana comió? Ana se fue contenta porque Ana recuperó una promesa. Cuando Ana recuperó la promesa llegó la alegría a su vida, llegó la alegría a su corazón y Ana dijo: se me abrió el estómago, tengo hambre, Ana comió y no estuvo más triste. Ese es el poder que tiene una promesa, ese es el poder extraordinario que tiene una promesa.

Al tiempo Ana tuvo su bebé conforme a la promesa. Déjame darte una buena noticia que tú la sabes, pero siempre es bueno darte una buena promesa: si Dios te hizo una promesa Él te la va a cumplir, Él no juega contigo, Él no te miente, Él no te engaña.

Ahora yo te pregunto en esta mañana: ¿dónde está tu promesa, se te perdió? Si tú estás llorando y estás triste probablemente te pasa lo que me pasaba a mí hace 10 años atrás, se me había perdido la promesa. Yo recuperé la risa no porque mi hijo regresó a casa, mi hijo seguía en las drogas y yo estaba contento porque yo recuperé una promesa, Dios se encargó de esa manera tan sabia que Él tiene Él se encargó de recordarme que Él es y verdadero, y que si Él promete, Él cumple.

Entonces yo dije: es verdad ¿por qué yo estoy llorando y estoy triste, y estoy deprimido, y camino cabizbajo, y la gente me dice: ¿qué te pasa? si yo tengo una promesa, yo estoy mirando mal, yo estoy mirando a mi hijo. Yo tengo que dejar de mirar a mi hijo y mirar la promesa, y eso yo comencé a hacer. Cuando llegaba mi hijo yo lo veía delgado y decía: ah Señor Tú me prometiste a mí y Tú vas a hacer algo nuevo.

Entonces la gente empezó a decirme: Pastor tú te ves contento, te ves contento, yo les decía: es que estoy contento. De hecho un día mi hijo llegó a mi casa y me dice: papi te voy a hacer una pregunta, y le digo: dime papi, y me dice: es que los amigos míos me dicen que tú te ves diferente, sí, los amigos míos dicen que tú te ves bien contento, y yo le digo: es verdad papi, yo estoy contento, y para mi hijo eso era como: no entiendo, yo sigo en las drogas ¿cómo tú estás contento? yo estaba contento porque yo había recuperado una promesa.

Ahora yo comía, ahora dormía bien, me levantaba, ya no me quería morir, al contrario, para nada me quería morir porque yo soñaba con ver la promesa, y de hecho un año después yo ví la promesa, porque un año después mi hijo regresó a los pies de Cristo, salió de ese mundo de perdición ¿me estoy explicando? él mismo me dijo: papi yo quiero cambiar, ¿tú me ayudas a cambiar? y hace nueve años de eso en Febrero del 2006. Él vino y me dijo: papi yo quiero cambiar, ¿tú me puedes ayudar? ¿Eh? llevo tiempo esperando este día, llevo tiempo mirando la promesa. Ese día yo quería brincar y golpear el techo del gozo y de la alegría que yo tenía pero yo lo ví antes en mi corazón con los ojos de mi fe, como la mujer de Proverbios, yo lo ví, yo lo ví, yo lo miré, yo lo gocé, yo lo contemplé.

¿Dónde está tu promesa en esta mañana? ¿se te perdió? si se te perdió es un buen momento. ¿Sabes qué es lo que más le duele a Dios? lo que más le duele es mi falta de fe, lo que más le duele es la incredulidad porque incredulidad es un ataque directo al carácter de Dios.

¿Sabes que la palabra incredulidad significa literalmente dos cosas? Número uno: tú no eres de fiar, y número dos, significa: tú no tienes palabra. ¿Sabes por qué fe agrada a Dios? porque fe significa: Tú eres de fiar, Tú tienes palabra.

Por eso la Biblia dice: "40 años estuve enojado con este pueblo por causa de incredulidad y dije: No entrarán en mi reposo." El adulterio de Israel no permitió que entraran a la tierra prometida, la idolatría de Israel no fue lo que impidió que entraran a la tierra prometida, no, no, fue la incredulidad cuando ellos dijeron: nos trajiste nuestros hijos a morir en el desierto, nos trajiste para matarnos a todos nosotros, y Dios dice: ¿cómo dicen ustedes eso? ¿Eso es lo que ustedes están diciendo? pues déjenme lo que Yo les voy a decir: ustedes no van a heredar la tierra prometida, ustedes dicen que sus hijos van a morir y Yo les quiero decir: todos los de 20 años para abajo, ellos son los que van a heredar la tierra prometida, y ellos fueron los que la heredaron.

¿Cuál fue el problema que impidió que ellos heredaran? No fue su pecado directamente, fue su incredulidad porque incredulidad es un ataque directo al carácter de Dios y Dios quiere que lo erradiquemos de nuestras vidas, Dios quiere que practiquemos la fe porque fe agrada a Dios. La Biblia dice que sin fe es imposible agradar a Dios. No importa lo que yo haga, si yo no tengo fe no puedo agradar a Dios.

Tus problemas no mueven la Mano de Dios, tú puedes tener diez mil problemas esperando a que Dios te los resuelva, Dios no está comprometido a resolver tus problemas ni mis problemas, Dios está comprometido con aquél que tenga fe. Si alguien tiene fe y aunque sea un solo problema, Dios está comprometido con esa persona porque aquél que tenga fe moverá la Mano de Dios.

La Biblia dice no solamente que sin fe es imposible agradar a Dios, dice que quiere que nosotros creamos que Él es galardonador de los que le buscan, es decir que Dios quiere que vivamos con expectativa. Algunos de nosotros somos creyentes y vivimos esperando el azote, y vivimos esperando la mala noticia, y vivimos esperando el día malo, y Dios dice: No, no, no, lo estás haciendo mal, tú tienes que esperar la bondad Mía, Yo soy bueno. Yo sé que el día malo forma parte de la vida pero yo vivo esperando el favor de Dios todos los días de mi vida, yo digo: Señor sorpréndeme hoy ¿qué tienes para mí hoy?

Ante ayer viernes nosotros, mi esposa y yo estábamos en Pensilvania y viajamos a Filadelfia de regreso el viernes por la noche para venir para acá, y hago el check-in, y cuando hago el check-in dice, yo le había dicho por la mañana: Señor ¿qué tienes para mí hoy? sorpréndeme, cuando por estoy haciendo el check-in por la mañana decía: congratulations, los hemos movido a primera clase sin costo alguno, de gratis, y yo digo: aaaahhh, ¿será verdad? y decía: pay: $0.0, yo dije: mami nos vamos en primera clase y de gratis. Yo vivo esperando el favor de Dios, ¿me explico? yo vivo esperando la bondad de Dios. Yo vivo de esa manera.

Hace unos años atrás yo iba para Nicaragüa, íbamos con dos hermanos más, íbamos a llevar ayuda para Nicaragüa, medicamentos, ropa, zapatos, dinero, etc., habíamos comprado los tres pasajes y nos vamos temprano para el aeropuerto, como a las 4 de la mañana estábamos allí en el aeropuerto en San Juan, en Copas que es la línea aérea que nos va a llevar a Nicaragüa, y la persona me dice: ¿cuál de ustedes es Efrén Durán? yo digo: yo, usted no se puede ir, yo digo: ¿pero cómo va a ser? se pueden ir ellos dos pero usted no se puede ir, yo digo: imposible.

Pero déjeme decirles algo: a las dos de la mañana cuando yo me levanté para bañarme yo le dije a Dios: Señor a veces uno tiene en el aeropuerto pero hoy, hoy no voy a tener problemas en el aeropuerto, hoy no Señor, hoy yo declaro que yo voy a ver el favor Tuyo en una forma tan extraordinaria Señor que yo me voy a gozar y me voy a alegrar, y me metí a bañar, ahora me dicen: usted no se puede ir, yo digo: ¿cómo que no me puedo ir? si compramos los, no señor su pasaje está cancelado y cuando eso pasa que me están hablando yo digo en mi mente a decirle a Dios: hello, hey chico ¿Tú sabes lo que están diciendo aquí, tú sabes que esto no se parece a lo que yo hablé Contigo a las 2 de la mañana? oye se te olvidó; yo a las 2 de la mañana te dije que yo iba a ver el favor Tuyo de una manera tan extraordinaria así que mira a ver lo que haces, yo de aquí no me muevo.

Me dicen: usted no se puede ir, oye: ¿y el vuelo de la tarde? no hay vuelo en la tarde, no hay vuelo mañana y no hay vuelo pasado mañana, hay vuelo el jueves y yo digo: pero jueves ya yo terminé mi trabajo, voy para Costa Rica, no señor usted no se puede ir. Y mientras está pasando eso viene un hermano de la iglesia y me dice: ¿qué es lo que está pasando? y yo le digo: que me dicen que no me puedo ir, que no hay manera, que no hay vuelo ni en la tarde, ni mañana, ni pasado mañana ni nada, y yo le digo: hablen con un supervisor y mientras el supervisor viene yo le digo: hello ¿qué te pasa a Ti? Tú sabes que yo vivo esperando el favor Tuyo ¿verdad que sí? eso ya lo hablamos, lo hablamos a las dos de la mañana.

En eso me dice: ¡no se puede ir! y uno de los amigos míos dice: olvídate de eso, vamos un momento a American, pero ¿a American para qué? vente conmigo, y vamos caminando a American. American está vacío, no hay nadie, hay solamente una persona en el counter. Mi amigo le dice a la joven de American, solamente una persona que estaba en el counter: joven ¿usted tiene algún vuelo para Nicaragüa? y la joven dice: déme un momento Señor, sí señor, pero no hay más que uno, e íbamos caminando tres, no hay más que uno y mi amigo dice: no se preocupe que no necesitamos más que uno, pero ¿llega hoy? sí, sí, llega hoy a las 5 de la tarde, okay, así que damos toda la vuelta así.

La mujer dice: pero hay un pequeño problema señor y entonces mi amigo dice: ¿cuál es el problema? y la mujer dice: ese único vuelo que hay es en primera clase, entonces mi amigo dice: ah ¿ese es el problema? mi amigo sacó una tarjeta de esas American Express Platinum, de esas con las que usted puede comprar el mundo con ella, saca una tarjeta American Express Platinum y le dice: ¿con esta tarjetita yo puedo comprar este pasaje? la mujer le dice: señor esto es una platinum, con una platinum usted puede comprar no este pasaje, puede comprar muchos pasajes de estos. La mujer pasó la tarjeta, salió el pasaje ahí, ella cogió el pasaje y se lo dió a mi amigo, mi amigo cogió el pasaje, me lo dió en la mano, me golpeó por el hombro y me dijo: disfruta tu viajecito en primera clase mientras tu hermano y yo nos vamos en segunda.

Yo le dije a Dios: hoy yo voy a ver Tu favor en el aeropuerto de una forma extraordinaria, y aunque el diablo se metió (aplausos). De esas yo te puedo contar tantas historias. Yo vivo esperando el favor de Dios, yo no vivo esperando el azote de Dios para nada.

Termino contándote esta historia. Como te digo yo tengo ocho nietos, yo acostumbro, cuando llegamos de viaje nosotros les damos regalos y para hacerlo más fácil les damos dinero a los nietos, les damos dinero, ellos lo saben ya. Yo tengo una nieta que se llama Micaela, pero Micaela desde que tiene tres años por ahí, dos años por ahí ya tiene noción de lo que es el dinero. Yo llego de viaje y todos me dan besos, y Micaela llega donde mí y me dice: abuelo, la plata, abuelo, la plata. Entonces los padres la reprenden y la castigan, la han castigado. Yo le digo a la mamá: no la castigues si tú hacías lo mismo cuando chiquita, los demás hermanos no pedían nada pero tú siempre me pedías plata. La mamá dice: no yo no soy como ella, ella es todavía.

En fin de cuentas, han reprendido a Micaela en tantas maneras, no han logrado cambiar a Micaela, lo único que han logrado es hacerla más inteligente. Cuando yo llego de viaje, llego al family y ahí llegan todos ellos, llegan todos a darme besos y abrazos. De hecho mi nieto mayor cuando tenía como diez años, ya cumplió trece, cuando tenía como diez años le dice que Micaela viene así que los papás no la vean para pedirme plata, y Micaela se hace la que me dice algo en voz bajita, y el negrito, yo les dije la vez pasada que mis dos hijas blanquitas se casaron con dos negritos y que yo pensé en un principio que era un ataque del diablo para mi familia (risas) pero no, no, no,no, era una bendición así que yo tengo ocho nietos y los tengo de todos los colores: los tengo blanquitos, trigueñitos, negritos, todo, y el primero es un negrito, un negrito extraordinario, eso es una chulería.

Y el negrito, bien consciente y bien maduro, y el negrito le dice a Micaela: Micaela, ¿tú le estás pidiendo plata a abuelo? tú sabes lo que mami y papi te dijeron a ti, no le puedes pedir, se lo voy a decir para que te castiguen, ¿qué va a pensar el abuelo de nosotros? aquí lo importante es que abuelo llegó, dice, no es que nos dé dinero, entonces Micaela se queda así.

En Enero yo llego y no había cambiado plata, así que están todos ellos y yo les digo: mis hijos, mañana les doy plata porque no cambié dinero, todos dicen: está bien abuelo, y Micaela dice: pero ¿por qué, pero por qué? yo digo: Micaela porque no cambié plata Micaela, pero ¿cuándo? mañana cambio y te voy a dar, cuándo yo te he prometido algo y no te lo he cumplido ¿verdad? sí, sí abuelo.

Se fueron a jugar y como a las tres o cuatro horas se iban de casa y todos vinieron a darme besos para irse y Micaela se quedó para última, fue donde mí, me dió un beso y un abrazo, y cuando me dió el beso y el abrazo puso su boca en el oído mío y dijo: "ay papá Dios que se acuerde" (risas). No han podido cambiar a Micaela, Micaela siempre vive con la expectativa de que abuelo tiene algo para ella.

Ahora es interesante porque Dios es mejor que yo, es mil veces mejor que yo y Él quiere que tú sepas, que tú creas que Él es galardonador tuyo si tú lo buscas a Él. Micaela me conoce a mí, ella sabe que siempre quiero lo mejor para ella, no importa lo que sus papás dice, ella siempre viene así, ella siempre viene con expectativa donde abuelo. De hecho yo les pregunté los otros días a todos nosotros: ustedes no hagan lo de Micaela, ustedes ¿cuando abuelo llega de vieja ustedes viven con expectativa de que abuelo les va a dar? y hasta el negrito dijo: sí abuelo, sí, jaja, sí abuelo. Ellos no lo dicen pero ellos lo viven, tienen la expectativa en su corazón.

Dios es mejor que yo, Dios es mejor que cualquiera de nosotros como Pablo dice: "Si nosotros podemos darle buenas dádivas a nuestros hijos" mi Padre Celestial, el Dios tuyo, el Dios mío, Él es bueno y Él quiere que tú sepas que Él es galardonador de aquéllos que le buscan, de manera tal que es un buen tiempo para tú y yo levantarnos, recuperar mi promesa y vivir por ella.

Job dijo: "Aunque Él me matare en Él esperaré" y termino con estas palabras. Hace poco estaba leyendo el mensaje de un predicador americano y él decía: "esperanza es la habilidad de escuchar la música del mañana, fe es el coraje para bailar el día de hoy."

¿Tú te puedes poner sobre tus pies? yo simplemente quisiera tener una Palabra de oración sobre ti. Padre: en esta mañana yo te alabo y te doy gracias, te doy gracias por el privilegio de poder llegar hasta aquí y compartir de Tu Palabra y compartir de Tus verdades, y compartir de las cosas que nos pasaron. Señor: gracias por la vida de Juan, gracias por la restauración de su vida, gracias porque él perdió la esperanza, llegó hasta el fondo, pero Tú eres un Dios de pacto, Tú te ocupaste de él y hoy lo tienes en un lugar alto Padre santo porque Tú eres el Dios de toda esperanza.

Gracias porque Ana nos enseña a nosotros el poder tan grande que hay en una promesa, cómo una promesa Tuya, cómo una Palabra Tuya nos puede sacar de la crisis en cualquier momento dado. Ojalá que todos en esta mañana podamos salir de este lugar habiendo encontrado la promesa, habiendo recuperado la promesa que se perdió en el camino Señor, que podamos salir del lugar como salió Ana que dice el texto: "Y comió, y no estuvo más triste" porque sabía que tenía una promesa sembrada en el corazón, tenía una Palabra sembrada en el corazón.

Señor yo bendigo este pueblo en esta mañana en el Nombre de Jesús y oro para que la Gracia Tuya sea sobre ellos Señor, y Tú cumplas cada plan, cada propósito que Tú tienes con este pueblo, con las vidas de mis hermanos, con sus familias, con sus hijos, los bendigo en el Nombre de Jesús. Bendigo sus generaciones y las próximas generaciones porque Tú eres Dios de pacto, en el Nombre de Jesús gracias Señor, amén, amén, amén, muchas gracias mi hermano Dios te bendiga mucho.

El pasado ya pasó

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Tenemos un invitado especial en esta mañana, amigo personal y de muchos años que conocemos, es el pastor Efrén Durán. Efrén es uno de dos pastores, su hermano también, Edwin Durán, de muchos años en el área de Arecibo en Puerto Rico, creo que es el Norte de Puerto Rico. Gente que amamos muchísimo y que Dios… tienen un testimonio muy lindo de cómo el Señor los sacó de, digamos, la religión por así decirlo, y los llevó a una experiencia frontal con el Espíritu Santo y con los dones del espíritu e hizo algo muy bello en la vida de su familia, una transformación radical. Eso llevó a la formación de una iglesia en Arecibo, que comenzó en una casa simplemente dando tumbones y aprendiendo cómo hacer el ministerio, porque su iglesia original los sacó de la Congregación porque no creían en los dones del Espíritu Santo y Dios bendijo mucho a esa Congregación.

Yo he tenido la oportunidad de predicar allá y de compartir enseñanzas con ellos. Una iglesia que ama la adoración. Ellos adoran con tanto fervor y es una iglesia muy vivaz, muy llena del espíritu, mucha juventud linda, cosas bellas que Dios hace a través de esa Congregación Comunidad Cristiana en Arecibo. Efrén ha venido muchas veces aquí a Boston pero nunca había tenido ocasión de invitarlo para que predicara. Y hace poco yo estuve allá con ellos y les dije, mire Efrén, cuando vuelvas tienes que venir a la iglesia y compartir la palabra con nosotros.

Así que vamos a dar la bienvenido a nuestro hermano Efrén Durán y vamos a recibir lo que Dios tiene para nosotros a través de él. Efrén, Dios te bendiga, un placer tenerte aquí.

Para mí es un placer estar aquí. voy a revelar esto, que estaba entreteniendo al nieto de Roberto que quería salir corriendo y yo lo entretuve ahí con fotos de mi nieto. Muchas gracias. Yo quiero compartir una palabra contigo en esta mañana. Quería decirte que a la edad de 17 años me convertí a Cristo. En estos días, dentro de unos días cumplo 55 y comencé a pastorear bien jovencito. Las circunstancias me obligaron. No soy pastor porque lo decidí o porque lo estudié, sentí en algún momento dado que Dios me cogió por aquí y a pesar de que yo no quería, en esto estoy. Peleé con Dios durante mucho tiempo pero al final me rendir, ahora amo lo que hago.

A los 17 años cuando me convertí como que me convertí con tanta convicción que yo mientras los otros muchachos de la iglesia querían novias y lo demás, y el vacilón en la iglesia, yo, no me interesaba nada de eso. Y dije Señor, yo quiero conocerte a ti de verdad y sé que tu tienes una… así, recién convertido sé que tu tienes una mujer para mí, yo simplemente oro para que en el tiempo correcto sea. Lo único que yo te voy a pedir es que yo quiero una mujer que sea mejor que yo. Eso es lo único que yo te pido, Padre, yo quiero una mujer que sea mejor que yo.

Y yo me cuidé, yo no tuve ninguna novia, yo no tuve intimidad con ninguna mujer, ni nada de eso, porque yo quería, cuando me casara, yo quería darle lo mejor… A veces los hombres piden mucho y dan poco. Yo decía, pues yo quiero darle a ella lo que pido, o lo que espero.

En fin de cuentas, oré y oré y oré hasta que yo dije, un día conocí a quien es mi esposa. Estaba en la iglesia simplemente que la conocí un poquito más en términos de amistad. Y yo cuando un día, recuerdo, que llegué a mi casa y dije, guau, Señor, esa mujer es mejor que yo. Y al poco tiempo, cuando ya tenía como 21 años, me hice novio de ella. Cuando me hice novio de ella le dije, yo desde que me convertí a Cristo, un día le dije al Señor, Señor, yo quiero tener tres hijos. Y le dije, pero te quiero decir, yo quiero tener tres hijos en un orden, yo quiero tener primero la nena, después yo quiero tener un nene, y después quiero tener una nena y los quiero tener bien rápido.

Y entonces, cuando me hago novio de ella le digo, oye, te puedo hacer una pregunta? Cuántos hijos tu quieres tener? Y ella me dice: me gustaría tener tres. Tres le digo yo, en algún orden? Y ella me dice, me gustaría tener primero una nena, un nene, y una nena. Y yo digo, no puede ser! Yo dije, Señor, Señor, tenemos tres hijos, queremos una nena, un nene, una nena.

Así que yo tengo tres hijos: yo tengo una nena, un nene y una nena. En estos días mi hija mayor y el segundo, tienen la misma edad. Los tuve bien rápido. Y del segundo al tercero se llevan 18 meses porque hubo un aborto. Era bien rápido, ve? En fin de cuentas tengo 5 nietos y quiero decirles que Dios me dio la mujer que yo pedí y Dios me dio los hijos que yo pedí.

Y yo les confieso a ustedes, les digo delante de Dios, que me relación de noviazgo duró un año, un mes y nunca yo tuve una sola discusión con ella, ni tampoco ella conmigo. No tuvimos una discusión entre ninguno de los dos, nada. Un día yo me molesté con ella porque ella no se cuidaba. Le dije, claro, tu no te cuidas, y me dijes, tu quieres pelear? Y yo dije, no. y ella me dijo, porque para pelear se necesitan dos y yo no voy a pelear contigo. Lo único que pasó entre nosotros siendo novios, fue esa diferencia.

Entonces Dios me dio la mujer que yo quería. Dios me dio los hijos que yo quería. Yo pensé que yo iba a tener una vida perfecta. Me casé y les confieso a ustedes que a los 6 meses de casado yo se la quería mandar al Señor. Pensé que iba a tener una vida perfecta, porque ahora que era cristiano y Dios me dio lo que yo le pedí. Y yo pensé que iba a tener hijos perfectos. Me tardé 10 años en descubrir, me tardé 10 años teniéndolos, en descubrir que yo no podía tener hijos perfectos. Que el único que podía tener hijos perfectos era Dios y Dios decidió no tenerlos, te hizo a ti y a mí.

Entonces, en estos casi 38 años que llevo en el Evangelio, que llevo conociendo al Señor, he tenido grandes y extraordinarios triunfos. He vivido momentos normales y he vivido momentos en que siendo creyente y siendo pastor he estado literalmente en el suelo, literalmente en el suelo.

Y uno de esos días, hace unos años atrás, estaba estudiando, mirando la Biblia y cuando estaba mirando la Biblia mis ojos se depositaron en ese famoso Capítulo dedicado en honor a las mujeres del libro de Proverbios, Capítulo 31. Cuando leí el verso 25 yo me tuve que detener. El verso 25, Capítulo 31 de Proverbios dice:

“… fuerza y honor son su vestidura y se ríe de lo por venir…”

Y yo tuve que preguntarme en ese momento, me detuve porque yo me tuve que preguntar, cuando tu miras al mañana, te puedes reír? Porque esa mujer del libro de Proverbios, cuando mira al mañana, cuando ella mira al futuro hay risa en su boca. Y cuando yo me estaba haciendo esa pregunta me recordé que en la Biblia otra mujer se rió, Sara. Sara se rió y es interesante. Leo Génesis Capítulo 18, verso del 12 al 14 que dice:

“… Se rió pues Sara entre sí, diciendo, después que he envejecido tendré deleite, siendo también mi Señor ya viejo. Entonces Jehová dijo a Abraham, por qué se ha reído diciendo, ¿será cierto que he de dar a luz siendo ya vieja? Hay para Dios alguna cosa difícil. Al tiempo señalado volveré a ti según el tiempo de la vida Sara tendrá un hijo…”

Es interesante. Dos mujeres se rieron, pero la risa de cada una de ellas era diferente. La risa de la mujer de Proverbios era una risa cargada de fe, cargada de esperanza, cargada de sueños. Es una risa que agrada a Dios. La risa de Sara es una risa cargada de sarcasmo. Cuando tu le dices a alguien una ironía, cuando tu le dices a alguien todo lo contrario. Ves a alguien que lo ves que diez libras más que antes y le dices, oye, te veo bien flaquito en estos días, ¿verdad? Y hace una sonrisa de esas que todo el mundo sabe que eso se llama sarcasmo, ironía. Estás diciendo algo que es totalmente contrario a lo que tu sientes. Sara se rió. La risa de Sara era totalmente contraria a lo que ella sentía.

Se supone que tu te rías de alegría. Ella no se reía de alegría. Ella se reía de tristeza. No la tristeza de un tercero. No la tristeza de un particular. La tristeza de ella misma. Por qué? Porque en algún momento dado ella escuchó lo que decía de Abraham y para ella. Cuando lo escuchó hacía casi 25 años atrás ella había empezado a escuchar y no había ocurrido absolutamente nada.

Cuando tu miras esos versos, tu descubres es una mujer que está viviendo una condición bien lamentable. Es bien lamentable porque ella… la historia si usted la ve con calma, lo que dice es que apareció el ángel de Jehová, aparecieron unos personajes celestiales, apareció el ángel de Jehová a hablar con Abraham. Abraham le dijo, quédense ahí un momentito, voy a decir que preparen comida. Le dijo a Sara, hey, ahí tengo el ángel de Jehová y con otros más y vamos a preparar comida. Hey, dice la Escritura que hicieron mantequilla, hicieron leche, panes y cogieron un becerro y lo asaron. Yo no soy cocinero pero yo me imagino debe haber transcurrido qué se yo, en matar un becerro, por lo menos, matarlo y asarlo, y todo lo demás, unas cuantas horas, ¿correcto?

Y luego de eso, se sentaron y se lo comieron. Y después de la comida es que el ángel de Jehová pregunta. Oye, dónde está Sara? Usted puede creer y si Roberto llega… no el ángel de Jehová, Roberto llega a mi casa, no el ángel de Jehová, Roberto llega a mi casa y cuando yo veo a Roberto entrar por la puerta, mi esposa está en el cuarto y yo le digo, mami, aquí está Roberto. Ella sale corriendo, si no está arreglada adecuadamente, ella se cambia rapidito pero lo más rápido que ligero se cambia, lo saluda y en seguida le dice, quieres café? Quieres algo? Este es cafetero así que le va a dar café, etc. Me explico? Pero ella va a salir rápido.

Ahora, imagínense han pasado, 4, 5 horas y Sara no quiere salir para nada. No quiere salir a ver a ese personaje tan importante que ha llegado a visitarlos a ellos. Ella no sale, de manera tal que este personaje, el ángel de Jehová es quien tiene que preguntar dónde está Sara? Sin embargo, sabemos que Sara era el prototipo de una mujer latina porque cuando Dios dice, está hablando acerca del hijo, dice que Sara estaba escondida, ¿verdad que sí? Detrás de la tienda, con el oído parado ¿verdad? Está con el oído parado así.

Yo antes de venir para acá compré regalos de Navidad de mi esposa, pero es un secreto, es un secreto de estado. Y entonces le estoy diciendo al hijo mío en la marquesina, Frenchi, le compré el regalo a mami. Cuando al momento veo que Frenchi hace así. Frenchi estaba montado en su automóvil, veo que Frenchi deja de mirarme a mí y hace así, y cuando miro para atrás, estaba mi esposa en la puerta tratando de escuchar qué es lo que yo le estoy diciendo en voz baja porque ella se sospecha que yo tengo algo, me explico?

Entonces, así estaba Sara. Es capaz de moverse y hacer algo como eso pero no es capaz de decir, encantada de que nos visite. Para mí es un placer tan extraordinario. Yo soy Sara. Vamos a tratar de servirles a ustedes lo mejor que pueda. Cualquier cosita que necesiten, no tengan ningún temor en llamarme. No es ninguna molestia. Será un placer. Nosotros en nuestra naturaleza es ser hospitalarios. Es por lo menos eso. Pero ella no, en todo momento se quedó allí y luego cuando escucha la voz de lo que el ángel de Jehová está diciendo, ella se ríe con sarcasmo, con ironía, será cierto? Será cierto eso?

Ahora, por qué? Sara era una mujer que vivía con dolor. Por qué Sara era una mujer que vivía con dolor? Sara era una mujer que vivía con dolor porque ella escuchó a la Dios y ella quiso ayudar a Dios. Ella quiso arreglar varias cosas y agarró y le dijo a Abraham, mira, como este asunto no sale, ahí está la mujer. Ahí está la sierva mía, tómate la sierva y… Usted se imagina?

Hermanos, yo no sé, yo soy hombre, pero si yo fuera mujer yo estaría loca. Sí, yo estaría loca, estaría loca decirle a mi esposo. Hey, cógete esa mujer y quédate allá. Esa noche en que yo sé que ella está ya, yo no dormiría. Me explico? Yo me quedaría ahí, qué noche más larga, Señor. Ese desgraciado, qué estará haciendo? Esto por cumplir conmigo, este infeliz la estará pasando bien también. Eso es lo que me falta ahora. No sé si me explico?

En fin de cuentas, la historia sabemos nosotros, la otra mujer al ratito se embarazó y después que se embarazó la cosa se complicó. Porque dice la Escritura que embarazada ella se paseaba y ahora se burlaba de Sara, porque ahora tenía algo, como quien dice, yo tengo aquí algo que Abraham quiere. Yo tengo aquí lo más que Abraham desea, un hijo, yo lo tengo aquí.

Entonces, ahora la vida de Sara se complica, por qué? Porque la sierva se burla de ella y la humilla. Y entonces Sara no tiene hijo, han pasados todos los años, dónde están las promesas de Dios? Dónde está ese Dios que nos prometió y que nos dijo que nos iba a dar cosas grandes y extraordinarias, que nos iba a dar hijos y que nos iba a dar una descendencia extraordinaria? Dónde está? Y ahora lo que tengo es esta mujer.

En fin de cuentas, le monta la guerra también a la mujer dentro de la casa, al nivel que después de eso, agarra Abraham y monta una pelea con Abraham también. Como si Abraham fuera el culpable. Ahora es culpa de Abraham también porque la mujer tiene un nene. Al fin de cuentas hace que Abraham la bote a la mujer con el nene. Después cuando tenía 14 años.

Ven la historia de ella? Ella era una mujer como tu y como yo, porque yo no te puedo decir en forma específica lo que hay en tu pasado. Pero yo sé lo que hay en tu pasado, yo sé. Te voy a decir lo que hay en tu pasado. En el pasado tuyo hay exactamente lo que hay en el mío. Te digo lo que hay en el mío? En el mío hay pecado. En el mío hay dolor. En el mío hay culpa. En el mío hay pérdida, y en mi pasado hay vergüenza, qué te parece?

Eso había en el pasado de Sara. Eso hay en el pasado mío. Yo descubrí hace tiempo que yo no puedo vivir ahí en el pasado. Hace tiempo lo descubrí. Sara vivía en el pasado. La risa de Sara era una risa ausente de fe, llena de sarcasmo que a Dios le molestó la risa de ella, porque era una risa que estaba cargada de incredulidad, eso fue producto de promesas simplemente que no se había dado el tiempo. Porque Dios promete, Dios no está obligado a que Dios te dice algo y salga corriendo, te voy a prosperar. Cuantos de nosotros hemos recibido esa palabra? Y lo que hacemos es, pensamos que mañana por la mañana me llega el cheque. Y para colmo cuando ocurre un testimonio así, hermanos, oré, pedí el dinero y cuando fui al correo había un cheque de 10 mil y nosotros pensamos que eso funciona así para todo el mundo, como si fuera magia. El cristianismo no es magia.

A veces una promesa de Dios se va a tardar mucho tiempo. Pero toda promesa de Dios se va a cumplir en el tiempo específico en que Dios lo tiene predeterminado. Toda promesa de Dios se va a cumplir.

Sara era una mujer que vivía con dolor. Sara era una mujer que vivía con culpa. Sara era una mujer que vivía con amargura. Sara era una mujer que no podía reírse del mañana porque Sara vivía en el pasado. Sara no podía disfrutar el día de hoy.

Los principios de la gente que son más felices, dicen, los principios de la gente que son más felices, dicen que no se puede reír del mañana quien no se ríe de su presente. Quien en el presente no puede reírse, no se puede reír del mañana. También dice que no se puede reírse de su presente, quien no se puede reír de su pasado. Y también no se puede reír se su pasado quien vive en el pasado. No se puede reír.

Le dije que no pude crear hijos perfectos, pero soy pastor, yo he vivido toda la vida ahí. He tratado de vivir una vida sin hipocresía, enseñándoles a mis hijos lo que es amar a Dios. Tengo una excelente relación con mis hijos. No vine aquí a jactarme, vine aquí a decirte la verdad. Tengo una excelente relación con mis hijos de que nos tocamos continuamente, de que nos llamamos continuamente, que nos vemos todos los días. en fin de cuenta, mis tres hijos se casaron y Roberto sabe, ¿verdad que sí? Hay que patearlos para sacarlos de casa, ¿verdad?

Están en casa todos los días con los nietos, todos los días. Cualquier excusa de ellos es buena para estar en casa y comer en casa. Y a mí me encanta, pero a mí me encanta que estén en casa. Eso era parte de mi sueño, de que ellos se fueran y regresaran y cuando se fueran nunca dijeran, ah, Dios mío, me casé y estoy contento con la vida que tengo, pero yo añoro ir a casa de papi y de mami.

Así que, gloria a Dios por eso. Pero ni un día cuando las torres cayeron en el 2001, el 9/11, martes, el 8, sábado cayeron en mi casa cuando mi nena de 19 años, estábamos reunidos y estábamos contentos porque mi otra nena con su novio se van a casar en dos meses. Acabaron de comprar un yeta nuevo, y estamos programando el yeta y ahí cuando de momento salimos, pusimos el yeta ahí, y estamos todos en casa, mi esposa estaba haciendo comida para todos y ahí estamos sentados cuando mi nena de 19 años me dice, papi, estoy embarazada.

Ahí estaba el novio de ella y yo no pude hablar. Yo sentí que el mundo se me fue. Escuché que ella lloró y abrazó a la mamá. Mi hijo estaba ahí, se sacó un grito de gemido y yo me quedo así diciendo, Dios, llevo tantos años enseñándole a la gente, yo llevo tantos años, yo soy un experto en resolverle problemas a la gente, esa es mi especialidad, y yo estoy aquí y escucho lo que mi hija me dice y yo no sé qué hacer. Estoy perdido, ayúdame, y cuando digo eso, yo tengo la imagen mental de un avión que se va cayendo y escucho la voz de un piloto que dice, hey, los motores no tienen fuerza, tenemos que tirar las cosas que no sirven para poder preservar la vida y en ese momento cuando yo tengo esa imagen mental, yo pregunto, qué es lo importante? Qué es lo que sirve? Y yo en ese momento sé la contestación es demasiado sencilla: mi hija. Qué es lo más importante que la apariencia? El qué dirán los demás.

En ese momento yo dije, yo hablé y dije, mamita, tu le pediste perdón. Escuché que tu le pediste perdón al Señor. Sí, papi, yo pedí perdón al Señor. Ok, pues yo te quiero decir que si tu le pediste perdón al Señor, el Señor te perdonó. Y si el Señor te perdonó, yo te quiero decir esto, yo también te perdono. Le dije al novio, tu tienes que decir algo? Y él, con los ojos cerrados llorando, hizo así, ni siquiera abrió la boca. Hizo así. Yo lo entendía. Yo no entendía, de la escuela que yo vengo que le haga eso a una hija mía, de donde yo vengo, yo vengo de un sitio bien malo donde me crié. El que le haga eso a una nena mía hay que darle con un bate, me explico?

Entonces, él no abre los ojos hizo así, y yo dije, ok, después… yo le dije, mi amor, yo no creo en el matrimonio por obligación. Ella me dijo, yo tampoco, papi, tu nos enseñaste bien. Yo tampoco. Yo dije, ok, perfecto, yo creo que en el matrimonio debe ser un asunto de convicción y yo le dije a él. Ok, yo te voy a hacer una promesa a ti. Yo no sé si te vas a casar con ella, pero yo te voy a prometer aquí hoy, delante de Dios y delante de mi familia, que si te casas con ella, yo te voy a tratar como un hijo. Y le dije, nos pusimos de pie, y dije, parece que es un buen momento para orar así que nos pusimos de pie, oramos. Cuando terminamos de orar yo fui donde él y lo abracé y le di un beso en el cuello, y le dije, yo creo que las cosas van a salir bien. Dios nos va a ayudar. Y él lloraba, y lloraba, y lloraba. Y luego de eso fui donde la nena mía y le dije, tu entendiste lo que yo le dije a él? Y ella me dijo, sí papi. Y yo le dije, si eso yo le dije a él, imagínate tu.

Ahora, lo que quiero decirles es esto, lo siguiente, todo esto se los tengo que contar, porque soy pastor de una iglesia muy conocido en Arecibo, mi familia en un lugar bien público. Entonces fue un tiempo bien difícil esos primeros tiempos, fueron bien difícil cuando mi nena salía a cualquier sitio público. Ah, te casaste? Y ella le decía, no, no me casé, voy a tener un bebé. Y estaba mi esposa, y estábamos nosotros y la gente se ponía: ah, perdone, yo le decía, tranquilo, tranquilo, ya nosotros tenemos una especialidad en explicar esto. No se preocupen.

El mejor sitio para mi nena vivir era en mi casa. Ahí se sentía segura, salía de casa, no se sentía tan segura. Pero ahí estábamos, muchas veces simplemente un abrazo era todo lo que ella necesitaba, y llorar encima de mi hombro y nada más. Y yo decirle, todo va a ponerse bien.

Cuando fuimos a la iglesia yo conté en la iglesia, todo lo que pasó lo conté inmediatamente, antes que el diablo lo diga, yo lo dije. Así que le robé el tiro al diablo y le robé el tiro al diablo y el diablo no pudo decir nada, se quedó con las ganas. Y entonces la iglesia se convirtió en los protectores de mi familia, los protectores de mi hija y los hermanos eran los tíos del nieto mío que iba a nacer. Y eso fue un espectáculo cuando mi nieto nació y una alegría, porque fue todo sin apariencia, fue ahí a la luz. Me explico? Gente como tu y como yo que cometemos errores, que nos estrellamos pero hemos entendido lo que es la bondad y la misericordia de Dios. Un Dios que tiene una palabra que es de esperanza, una palabra de que si el diablo te roba los sueños aquí está Dios para restaurarlo.

Ese es el Dios de nosotros. Pero te cuento esto, un año nace mi nieto en mayo, y en diciembre tenemos una fiesta de la familia de mi mamá y es tan todos regados por Puerto Rico y se iba a hacer en la casa. Y yo dije… los que viven cerca pues saben, pero yo dije, los que viven lejos, yo no me voy a preocupar ahora para ir a explicarles, así que tenemos esa reunión de la familia, quien se casa es mi hija mayor, y ahora está mi nena. Mi nena es blanca de ojos azules y el nieto mío es más oscurito que Roberto. Imagínese. Sí, sí, es más oscurito que Roberto. Porque las dos nenas mías yo no sé si es del cielo o un asunto del diablo, se casaron con dos negritos, las dos. Son dos negritos extraordinario, yo tengo un arco iris en casa de nietos, que eso es increíble. Y el más que me come el coco, saben cuál es? El primero, el negrito primero que llegó, ese, ese es el nieto de mi dolor, ese es… yo soy loco con ese, y ese es locura conmigo también.

Bueno, pero ya mi nieto tiene, qué se yo, tiene 7 meses de nacido, y tenemos la fiesta de Navidad en la casa de mami. Y yo tengo una tía que es cristiana, pentecostal de doble tracción, usted entiende eso, ¿verdad? Y mi nena blanca de ojos azules con un bebé de 8 meses, negrito, en las manos y mi tía le dice a la nena mía: Yo pensé que la que se casó fue la otra? Y la nena mía le dice, Sí, sí, fue la otra, la mayor. Y mi tía le dice: Y el bebe? Y la nena mía le dice, ah, el bebé es mío! No puede ser, tu adoptaste un bebé? Y la nena mía le dice, no, yo no adopté este bebé, este es mi bebé. Y mi tía hace…. Y se fue y la dejó.

Yo estaba debajo de un árbol que me estaba tomando una Coca Cola, habíamos estado reunidos con la familia, pero era la hora de la comida y se había ido todo y yo me quedé un ratito tomando una Coca Cola solo ahí, cuando la nena mía viene, papi, papi, te tengo que contar. Qué pasó? Titi, si vieras…. Y para ser ligero, la nena me cuenta todo esto. Y yo le dije, ah, sí, sí, no le hagas caso, tu sabes que esas cosas pasan. No, la nena mía se estaba riendo y me dice, dónde está mami (mi esposa, su mamá)? Donde está mami y Mireli, mi otra hija? Y yo le dije, yo vivo mi mamá aquí y al lado mi hermano, mi hermana y yo le dije fueron a casa un momentito a buscar algo. Ah, y mi nena dice, tengo que ir a buscarlas para contarles esto. Ella va muerta de la risa.

Cuando mi nena va, muerta de la risa, para contarles a ellos, yo estoy sentado debajo del árbol tomando una Coca Cola, ella se ríe y yo estoy llorando. Saben por qué yo estoy llorando? Yo te voy a decir por qué yo estoy llorando. Yo estoy llorando porque mi hija se está riendo de lo que un día fue su dolor. Y esa es la vivencia más grande que yo tengo que mi hija está sana, pero que un día pasó. Esa es la evidencia más extraordinaria que en mi vida, que la nena mía es una nena que está destinada a disfrutar de las bondades, de la misericordia de Dios porque ha entendido lo que es tropezar, levantarse, experimentar perdón, misericordia y ser restaurado, me explico?

Yo le estoy dando gracias a Dios porque mi nena no está estacionada en el pasado. El pasado pasó, y ella tiene una vida diferente. De hecho, un año después se casó. Usted sabe quién fue el portador de los anillos, ¿verdad? El negrito, mi nieto, fue el portador de los anillos. Fue una boda sin apariencia, fue una boda real, fue una boda preciosa, fue una boda profética. Ahora mi nena está casada, el que era novio ahora es como un hijo mío. Me explico? La relación que tenemos es una relación extraordinaria.

Ahora, ellos tienen 3 hijos: tienen el negrito, tienen uno vainillita y tienen otra blanquita. Eso es bien extraño pero es así. Eso tienen. Solo puede reírse del mañana quien puede reírse de su presente. Solo puede reírse de su presente aquel que se puede reír de su pasado y solo. Y solo se ríe de su pasado aquél que no vive estacionado en su pasado.

Por qué? Porque en el pasado, en el mañana, están los ladrones del gozo. En el pasado están los ladrones del gozo que es culpa, vergüenza, pérdida, dolor, todo lo que yo mencioné ahorita. Quién puede vivir en ese lugar? En ese lugar de culpa, vergüenza, pérdida, dolor, pecado. Quién puede vivir en ese lugar? Es un lugar de desesperanza, nadie puede vivir ahí. Si tu por casualidad eres cristiano y estás estacionado en ese lugar, en esta mañana es un buen día para que tu salgas de ese lugar. Y tu salgas de ese lugar y descubras las bondades, las misericordias extraordinarias que Dios tiene para la vida tuya.

Ahí hay culpa, hay vergüenza, la culpa es algo terrible. Me explico? Y entonces qué hay en el mañana? En el mañana hay preocupación y miedo. Eso es otra cosa terrible. Preocupación.

Yo recuerdo cuando yo tenía12 años tuve un accidente en bicicleta, por poco me mato en la bicicleta y mi papá sabe lo que dijo? Me dio una clase de paliza, me dio una paliza. Me dijo quítate la ropa, me dio con una correa de cuero, me sacó sangre y me dijo, un año sin bicicleta. Imaginen, un año sin bicicleta. Y todos los amigos míos en el barrio usaban la bicicleta todo el tiempo y yo ahí sentado los miraba.

Un año, hermano, delante de Dios, te lo digo, delante de Dios, un año sin bicicleta. Y ahí estaba yo, y a veces los amigos a mí me decían, eh, móntate, móntate, tu papá no está. Yo no me atrevía, yo decía, monto en la bicicleta y cuando vaya llegando a la curva allá abajo viene papi y viene papi y me agarra, me da otra paliza con la correa de cuero otra vez, y me da otro año más. Y entonces yo dije, no, para nada.

Sabe, yo tenía la fecha exactamente cuando había ocurrido el accidente, y yo decía, se está llegando el año, se está llegando el año, voy a correr en bicicleta, se está legando el año. Llegó el año de correr bicicleta, llegó el año. Sabe lo que pasó? Es que la preocupación es terrible. Yo dije, yo sé que hace un año y si papi no lo sabe? Y si papi piensa que lo que van son 10 meses? Y yo me monto en la bicicleta y papi me ve y dice, mira, qué hace este infeliz que van más que diez meses nada más y me agarra y me da otra paliza y me extiende… ¿Sabe lo que yo hice? Y esto se le digo delante de Dios, yo le di tres meses de gracia a mi papá por las dudas. 3 meses de gracia a mi papá, por las dudas. Porque eso hace la preocupación, te roba el día de hoy.

Y si este avión se cae? Y si no se cae? Y si tengo cáncer? Y si es muscular solo? Y si es lo supuesto, se alimenta de los supuestos, preocupación. Mire la ansiedad que tenemos por cosas que casi nunca ocurren. Definición, que casi nunca ocurren. Nace del supuesto.

Jesús dice, hey, no te preocupes por el día de mañana. Vive el día de hoy. Es el único día que tu puedes vivir. Basta a cada día su propio mal. Eso nos enseñó Jesús. Miedo, el miedo es contrario a la fe. Miedo es terror, te roba los sueños, te roba la desesperanza, te roba la capacidad de soñar. Eso es miedo. Eso es miedo. Todo el mundo puede vivir el día de hoy. Yo puedo vivir el día de hoy con mis circunstancias. Sabe cuándo la cosa se complica? Cuando yo a mi día de hoy le tengo que añadir el peso del ayer, la eternidad del mañana. Es que la cosa se complica. Me explico?

Voy a poner un ejemplo que tal vez no es el mejor ejemplo pero es este. Digamos que yo soy mujer y estoy casado con un hombre inconsciente, como muchos latinos ¿verdad?, con un hombre inconsciente y entonces resulta ser que yo estoy casada 10 años con él y hoy voy a recoger la casa y este hombre salió del baño y dejó el pantaloncillo en el baño y yo digo, este infeliz, 10 años, 10 años llevo casada con él, 10 años llevo recogiendo los condenados pantaloncillos esos. Tengo 35 años. Las estadísticas me dicen que yo voy a vivir todavía 40 años con este infeliz. Yo tengo que recoger… llevo 10 años recogiendo pantaloncillos, yo tengo que recoger esos pantaloncillos 40 años más? Cuando el hombre llegue a la tarde del trabajo sabe que hay guerra, ¿verdad? Me explico? Sabe que hay guerra, sabe que la comida fría, sabe que se acuesta frío… Qué te pasa? Nada. Y dice, qué le pasará a la mujer?

Ahora, si yo estoy contento y estoy alegre y yo voy ahí cantando y yo voy al baño y yo veo el pantaloncillo en el suelo y yo no pienso en los 10 años, ni pienso en los 45 y veo el pantaloncillo así, es más, yo hago una ….. para el poquito… desarrollo una técnica y yo al pantaloncillo le hago así y lo tiro por el aire, hago así, tac, lo tiro y a la cesta, y sigo contento caminando. No se dañó mi vida, me explico? Estoy viviendo el día de hoy, solo el día de hoy. Eso es todo lo que yo tengo que hacer.

Pero en el mañana hay preocupación, hay miedo y eso es terrible. Yo sé lo que es vivir eso. En estos días estaba hablando con un pastor amigo mío y me dijo, hey, Efrén quisiera que fueras conmigo a tal sitio para hablar con unos pastores amigos míos que tienen problemas. Qué pasó? Mira, si vieras que son una gente muy buena, de una iglesia tremenda, pero pasa lo siguiente, el pastor un día va a la computadora y descubre que su hijo de 15 años está viendo pornografía de hombres. Ay! Comienza a trabajar el asunto con el hijo pero van dos meses, tres meses con el asunto y como que no avanza. El hombre está totalmente desesperanzado. Así que el hombre, es una persona muy reservada, decide que hay un pastor muy prominente, amigo de él, él dice, yo necesito buscar consejo con otro, alguien que me ayude. Va a donde el pastor prominente amigo de él, y le dice, tengo el problema. Y le cuenta todo su problema. Al final sabe lo que le dice el pastor prominente? Le dice, yo quisiera decirte algo pero no puedo decirte nada. Lamentablemente yo tengo el mismo problema que tu. Que te parece! Pastores! Hombres de Dios, con el corazón lleno de desesperanza. Hombres de Dios que perdieron la capacidad de soñar porque por alguna razón el enemigo le ha entrado y le ha robado sueños y le ha robado la esperanza del mañana.

Que te parece si entrevistamos a esos pastores. Y yo les digo, quiero que leas Proverbios 31:25. “Fuerza y honor son su vestidura y se ríe del porvenir”, y tu me expliques cómo tu miras tu vida mañana. No van a poder hablar. Ninguno de ellos puede hablar, porque su vida está llena de desesperanza. En vez de sueños tienen pesadillas.

Algunos de nosotros como creyentes lamentablemente cuando nosotros miramos al mañana, no podemos mirar al mañana como la mujer de proverbios, algunos de nosotros miramos el mañana como Sara, miramos al mañana con sarcasmo, y miramos al mañana con ironía. Yo te puedo decir, yo sé de lo yo estoy hablando, ok? Yo pasé por ese terreno.

Para ir bajando la cuesta, te digo lo siguiente. Hace cerca de 6 años atrás, aproximadamente 6 años atrás, mi hijo se fue de casa, criado en la iglesia, buena relación con él, extraordinaria, nos llevamos súper bien. Descubrí que mi hijo vivía adicto a la droga. Para mí eso fue terrible. Adicto a la droga. Él trató de resolver el asunto estando en casa. Fue tan difícil estando en casa. Nunca nos robó, nunca… pero ahí él seguía con su condición. Trataba de hacer fuerza por amor a nosotros, callado, deprimido. Yo entré en una depresión tan grande. Yo reservado, cómo hablar de esto? Tan duro.

Recuerdo el día que se fue de mi casa, era un martes a las 9 de la mañana. Ese día se fue de casa. Yo le ayudé a recoger las cosas en su carro. Y lo despedimos a las 9 de la mañana en el balcón de mi casa. Nos despedimos abrazados, llorando. Yo sabía lo que significaba eso. El día que se fue yo me quedé a lo lejos mirando el carro de él, cuando desaparecía y junto con el carro que desaparecía también yo sentía que desaparecían mis sueños, también yo sentía que desaparecía mi esperanza. Yo decía, Señor, yo te amo desde que tengo 17 años. Toda mi vida te he servido a ti. He tratado de vivir una vida no hipócrita, Señor. No he tratado de jugar a la iglesia.

Cerré la casa. No había nadie en mi casa, y estuve como una hora caminando como un loco por la casa llorando, llorando y llorando, diciéndole a Dios, yo necesito que tu me des una palabra, yo necesito que tu me des una palabra, yo necesito que tu me des una palabra porque crisis llega a tu vida en ausencia de una palabra. Y cuando tu tienes una crisis, tu corazón está lleno de desesperanza, la mejor alternativa no es un antidepresivo, la mejor alternativa es una palabra del cielo.

Y yo estuve como una hora llorando y me fui a mi cama y me sequé mis lágrimas en la cama. Y yo tengo un librero en mi casa que había como 100 libros ahí y yo no podía ver porque tenía mis ojos llenos de lágrimas. Agarré cualquier libro que estuviera allí, cualquiera, yo cogí cualquier libro. El libro que cogí era “Fuego vivo, viento recio” de Jim Cymbala. Y yo, tiempo atrás lo había estado leyendo y lo había dejado a mitad, yo acostumbraba que cuando leo un libro, si por casualidad no lo voy a continuar inmediatamente le doblo la esquinita donde me quedé. Así que doblé la esquinita donde me quedé y yo miré y yo dije, ah, esto yo lo leí. Y pasé la página, y cuando pasé la página decía: “el tiempo más duro de nuestra vida fue el día que nuestra hija se fue de nuestra casa.”

Yo comencé a llorar, pero allí había esperanza, porque entonces terminaba contando el testimonio de cómo su hija, producto de la oración, vino, cómo su hija está casada, cómo están pastoreando, etc., etc. Y yo estaba… ustedes saben las posibilidades, entre 100 libros que están ahí de que yo meta la mano y que yo coja un libro y que esté justamente en una página donde tiene una situación parecida a la que yo estoy viviendo, y yo le estoy pidiendo a Dios durante una hora, Señor, necesito una palabra.

Eso no fue suficiente. Dios me tuvo que dar unas cuantas palabras para cimentar mi corazón. Saben por qué? Porque yo descubrí en este proceso que había ocurrido erosión de fe en mi vida, siendo pastor. Y que mi corazón se había llenado de desesperanza por alguna razón, erosión de fe. Yo necesitaba restaurar la fe mía en Dios. Fue un proceso, no ocurrió así, pero en ese proceso varias cosas pasaron.

Un día yo descubrí que mi hijo simplemente estaba así, su condición era esa, porque él simplemente tenía ataduras en su vida, que el día que él fuera libre de las ataduras, su vida iba a cambiar. Y ese día que yo descubrí eso, yo llegué a mi casa, y yo dije, que bruto, Dios mío, que bruto, Señor, si yo lo único que tengo que hacer es destruir las fortalezas que están en la mente de mi hijo. Si yo destruyo las fortalezas que el diablo ha puesto en la mente de mi hijo, la vida de él va a cambiar automáticamente. Así que yo empecé mi guerra personal contra el diablo por la vida de mi hijo. Y yo empecé, mañana, tarde y noche, mañana, tarde y noche, mañana, tarde y noche haciendo una misma cosa.

Yo no oraba por mi hijo, yo no oraba, yo no decía, cuida a Frenchy. Yo decía, Padre, gracias porque tu tienes a Frenchy, está bien cuidadito. Gracias porque tu lo tienes cubierto. Gracias por dondequiera que esté, no importa por donde camine, tu eres un Dios de pacto, él está atado con cuerda de amor. Me paré en el púlpito y dije, algunos de ustedes me pregunta por mi hijo Frenchy? Les voy a decir. Aquí lo van a ver nuevamente tocando y cantando y adorando a Dios. Un día lo van a ver. Yo lo tengo agarrado con cuerdas de amor.

Entonces yo decía, Padre ahora mismo el centurión me enseñó a enviar la palabra a distancia. El centurión dijo, no vayas a mi casa, envía la palabra, así que ahora mismo yo envío la palabra a la mente de Frenchy. Yo declaro en el nombre de Jesús que toda fortaleza se derrumba en el nombre de Jesús en la mente de Frenchy. Mañana, tarde y noche, mañana, tarde y noche. Tres meses llevaba así, 3 meses. Jueves a las 2.30 de la mañana envío la palabra y digo: Padre, estoy enviando la palabra a la mente de Frenchy.

Yo declaro que se derrumbe toda fortaleza del enemigo y cuando estoy orando así, digo, Señor, por qué tu no me haces un favorcito? Por qué tu no me mandas una señal, mándame una señal que esto que yo estoy haciendo, esta oración de esta manera, es la correcta, te parece, Señor? Te parece bien que me hagas eso? Jueves a las 2.30 de la mañana, ese jueves llegó Frenchy a mi casa al mediodía, me dio un beso, lo abracé. Tienes hambre? Sí, papi. Te compro comida? Sí, papi. Le compré comida. A las 3 de la tarde me dice, papi, yo puedo hablar contigo un momento? Y yo le digo, sí, mi amor.

Y nos fuimos al cuarto y ahí estábamos hablando y él me dice, escuche esto porque es tan… recuerde la oración que yo hacía. Yo envío tu palabra, yo declaro que se derrumba toda fortaleza en la mente de Frenchy. Frenchy me dice, yo te voy a decir algo, papi. Yo no me veo en la iglesia. Yo dijo, aja. Yo no me veo en la iglesia pero algo está pasando últimamente. Y digo, aja. Yo siento, yo digo tiene que ser Dios. Me dice él yo siento papi, que hay pensamientos en mi cabeza que se están derrumbando. Que te parece. Y yo, ah! Él está usando las mismas palabras que yo oro. Y yo le digo, y yo no quiero seguir con esta vida que yo estoy viviendo.

Y yo le digo, tu tienes algún problema para entender el amor de Dios? Y me dice, no papi, para mí el amor de Dios es bien sencillo. Para mí Dios es como tu me tratas a mí, así es Dios. Y yo dije, ah, que bien, pues yo te quiero decir qué es lo que se derrumba, soy yo. Soy yo que un día te dije que mi amor por ti era tan grande que si yo tenía que ir al infierno a pelear por ti, yo lo haría. Yo estoy en el infierno peleando por ti, todos los días yo soy el que envió la palabra derrumbando las fortalezas del enemigo que hay en tu mente porque el día que se derrumben tu vuelves.

Una semana después, me dijo, ese día se fue y me dice, tu puedes orar por mí? Yo llamé a mi esposa, fuimos al cuarto, oramos por él. Él lloró. Nos dio un beso y un abrazo a los dos, se fue. Una semana después me dijo, papi, tu me ayudas? Yo no quiero seguir viviendo esta vida. Hace 5 años que regresó. Hoy está en el Señor, está casado, toca en la iglesia, adora al Señor. No tiene una vida perfecta, pero es un hombre perdonado, es un hombre perdonado como tu y como yo, es un hombre perdonado. Dios es bueno. Dios es extraordinario. Dios hace cosas increíbles. Todo el mundo puede vivir el día de hoy. Eso es lo único que Dios espera.

Dios espera que tu no vivas en el mañana porque en el mañana hay culpa y vergüenza, y la Escritura dice que todo eso que era tu pasado, Dios lo cogió y lo lanzó al fondo del mar y Dios ni se acuerda más de eso. Si Dios no se acuerda de eso, que es a él a quien le tendría que importar porque él es que está perdonando, pues para qué rayos yo me voy a recordar de algo que ya Dios me perdonó y me libertó a mí. El mañana mío está seguro, esta seguro en las manos del Señor. Mi mañana está bien seguro.

Antes se cantaba un corito así, no temo al mañana, yo se que él preparó mi futuro, no temo al mañana, mi vida está segura en él. Tu vida está segura en él. Él es tu Dios. Él es mi Dios, me explico? Nosotros somos hijos de un Dios extraordinario, de un Dios poderoso, de un Dios extraordinario. Ah, extraordinario o interesante es esto. Yo no empecé a vivir con gozo cuando Frenchi llegó. No. yo empecé a vivir con gozo cuando yo empecé a creer. Me explico?

El día que yo descubrí, Dios mío, si yo estoy orando mal, por eso es que yo estoy así en esta angustia. Y yo empecé a creer, y yo empecé a declarar, y yo veía a mi hijo tocando. Yo lo veía con su guitarra, tocando. Él toca guitarra y piano y yo lo veía tocando acá arriba. Y yo empecé a decirlo. Entonces mi vida cambió porque ahora cuando mi hijo venía, yo lo veía delgadito y lo veía en la conducta en que él estaba, pero a pesar de eso, yo decía, lo veo así, pero no le hago caso de eso. Yo lo veo de otra manera.

Has leído el libro de hebreos que dice, de esos hombres que por la fe dice que hicieron algo increíble. Dice que lo miraban de lejos, lo creían, lo saludaron y lo confesaron. Ellos hacían 4 cosas: lo miraban de lejos, y cuando lo miraban qué hacían? Mientras más lo miro a mi hijo por la fe más lo creo. Y mientras más lo creo, más lo saludo, más me lleno de gozo y de alegría. Y mientras más me lleno de gozo de y alegría, más lo confieso, más me lleno mi boca para decirlo. Y mientras me lleno mi boca para decirlo más ganas me dan de mirarlo y continuamente por los 4 vientos comenzó a llegarme palabra, a llegarme palabra, gente que me decía, oye, tuve una experiencia. Tuve un sueño anoche, vi a tu hijo nuevamente tocando en la iglesia, cantando y adorando. Vi a tu hijo grabando un disco.

El próximo año empezará a grabar un disco. Tienen una banda formada que suenan lo más bien, y ya tienen en planes comenzar a grabar un disco. O sea, tantas cosas que empezaron Dios a mostrarme de aquí y de allá, y entonces qué pasaba? Mientras esas cosas ocurren, mi fe se alimentaba, más yo lo veía, más lo creía, más lo saludaba, más lo confesaba. Mi vida cambió no cuando Frenchy llegó, mi vida cambió cuando yo decidí creer. Mi vida cambió cuando mi fe fue restaurada porque mi fe se había perdido en el camino y mi corazón se había llenado de desesperanza.

Una actividad del enemigo es tratar de llenar tu corazón de desesperanza. Una actividad del enemigo es que tu miras a tu mañana y tu no te puedas reír. Pero yo te quiero decir, junta, piensa en las palabras que Dios te ha dado. Cuando tu pienses en las palabras que Dios te ha dado, yo te garantizo, yo estoy seguro que todos nosotros aquí tenemos suficiente palabra de Dios sembrada en el corazón para dar un vistazo al mañana y reírnos, para dar un vistazo al mañana y decir, oye, que Dios me ha dicho a mí? Qué Dios te ha dicho a ti? Qué a Dios te ha dicho a ti? Acaso Dios no te ha dicho que él ha puesto su mano sobre tu vida? Acaso no te ha dicho que él ha puesto su mano sobre tu casa? Acaso no te ha dicho que ha puesto su mano sobre tus hijos?

Yo te quiero decir, Dios es un Dios de pacto, que bendice las generaciones de aquellos que le aman a él hasta mil generaciones. Él es así. Él cumple lo que promete. Él cumple lo que dice, pero qué quiere el enemigo? Que tu y yo no llenemos de desesperanza, como esos pastores que entre uno y otro, somos comunicadores de esperanza y esos pastores estaban comunicando desesperanza entre ellos mismos. Saben por qué? Porque el enemigo había logrado martillar dentro de sus corazones y robarles. Qué mensaje pueden darle ellos a las comunidades de fe si ellos perdieron la esperanza para mirar al mañana?

Pero Dios en esta mañana quiere recordarnos a nosotros que él es el Dios de toda esperanza, él es el Dios de toda esperanza cuando dice, qué fue lo extraordinario de Abraham. Abraham cometió muchos errores, metió la pata muchas veces. Pero qué fue lo extraordinario de él, dice la Escritura, él creyó en esperanza contra esperanza. Eso en español significa, cuando ya no había esperanza porque él miró la esposa y estaba, como decimos nosotros en Puerto Rico, desbaratá, destrozado.

La miró a ella estéril, vieja, destrozada, desbaratá. Se miró él mismo, y dijo, rayos yo tampoco tengo alternativa. Cuando él miró a ella y lo miró a él y dijo, aquí no hay esperanza, aquí no hay esperanza, en esa mujer ni en mí, en los dos no hay esperanza, cuando no había esperanza, la Escritura lo que dice es, él decidió, él tuvo la actitud de creer en Dios. Él decidió tener esperanza cuando no había esperanza. Él creyó en esperanza contra esperanza porque él dijo, el Dios mío tiene dos características, número 1 es fiel, para cumplir su palabra y número 2 él es todopoderoso para hacerla, todopoderoso para hacerlo. El Dios tuyo, el Dios mío es todopoderoso para cumplir todo aquello que él te ha prometido a ti, si tu lo crees y si tu lo crees, llena tu boca y confiésalo.

Ahora, yo termino con esto, con algo que Dios me dijo en esa época. Me dijo que nunca en la vida se me ha olvidado y nunca se me olvidará. Si tienes una palabra mía en tu corazón por qué vives como si no la tuvieras? Si tienes una palabra en tu corazón por qué tu vives como si no la tuvieras? Tu te puedes poner sobre tus pies.

Yo te quiero invitar a ti, así rapidito, yo sé que aquí ya estamos terminando. Yo te quiero invitar rapidito, si tu eres una persona que tu corazón ha sido sacudido como fui yo, no te sientas mal, ok? No te sientas mal. Todos somos sacudidos. Si tu vida está siendo sacudida, si tu fe está siendo sacudida, si tu fe necesita ser renovada, si tu fe ha sido erosionada por los golpes de la vida, por promesas que simplemente tu pensaste que eran para hoy y no son para hoy, las hizo Dios pero son para mañana. Pero, tranquilo, toda palabra de Dios se va a cumplir. Yo te animo a que tu vengas aquí y tengamos un momento una palabra de oración.

Si hay alguien así sino créeme que yo me arranco ahorita otra vez, a predicar otra vez con el mismo gozo, porque yo te estoy compartiendo lo que yo honestamente en mi corazón creo, he creído que era para ustedes. Amén.

Yo simplemente te digo, habla con Dios ahí. Yo te quiero decir, nadie me puso las manos a mí. Fue una experiencia solo. Yo la tuve entrando a mi casa cuando yo dije, ay Dios mío, que bruto si yo estoy orando mal. Señor, gracias, me llegó por revelación. Y ese día yo comencé a orar algo diferente. Nadie estaba conmigo a las 2.30 de la mañana cuando yo le dije, mándame una señal, a las 2.30 y 12 horas después mi hijo venía con la señal en la boca de él, la señal de que esa oración de que yo estaba haciendo era correcta.

Así que si usted tiene un familiar que tiene alguna atadura, yo te digo, sería bueno que tu empieces a practicar mandarle la palabra a la mente, mandar la palabra del Señor al corazón a la mente, para romper toda fortaleza, y que tu vives felizmente libertad porque si tienen una palabra de salvación, no ores por salvación, por él, él va a venir, ora para que se quebrante, que se quebrante lo que lo tiene atado. Envía la palabra para que se quebrante aquello que el enemigo ha construido en la mente de él y él sea libre. No importa quién sea, no importa dónde esté, la palabra llega. Lo importante es que tu envíes la palabra. Amén.

Yo te animo para que en esta hora tu levantes tu corazón aquí y simplemente le des gracias a Dios si tu piensas que en esta mañana algo, ha habido algo de Dios para tu vida, si tu piensas que en esta mañana algo de lo que yo he dicho, ha tocado tu corazón porque te ha confrontado, te ha confrontado con alguna realidad tuya, o te ha confrontado con algún episodio en tu vida que tu estás pasando con algún familiar, en donde tu has perdido sueños en el camino, yo te quiero decir en esta mañana hoy es un buen día para empezar a soñar. Hoy es un buen día para empezar a restaurar aquellos sueños que Dios te había dado durante tanto tiempo y que tu pensaste que ya Dios se había olvidado de eso, que se había acabado, que eso tal vez fue un malentendido de algún profeta que vino por aquí, de alguien que oró por ti. Yo quiero decirte, no fue un mal entendido. Dios es fiel. Toda palabra de él se va a cumplir en el tiempo de él. Amén.

Padre, en el nombre de Jesús en esta hora yo te alabo y yo te doy gracias porque hasta aquí tu me has traído, Señor, para comunicar, Padre, una palabra, Señor, sobre este pueblo en nombre de Jesús, yo oro para que tu nos bendigas. Yo oro para que ahora mismo tu Espíritu Santo empiece a moverse por este pueblo, tu Espíritu Santo empiece a moverse aquí.

Tu estás aquí. Tu hace rato que te estás moviendo, desde que estamos adorándote en esta mañana tu te estás moviendo. Tu fuiste el primero que llegaste a esta reunión convocada por tu espíritu para tocar, para bendecir, para hablarnos, Señor, y en esta hora yo oro y yo declaro Señor eterno, que tu Espíritu Santo que está aquí, está produciendo convicción de los corazones de mis hermanos para creer que en este día se está restaurando fe, que en este día se está restaurando esperanza, que en este día corazones están empezando a soñar, que en esta mañana, en este día sueños están siendo restaurados en los corazones de vida que habían perdido sus sueños en el camino, simplemente por golpes de la vida, o por golpes del enemigo. Padre, pero en esta hora, estamos tomando autoridad para resistir la mentira del enemigo y declarar que la mentira del enemigo es exactamente eso, una palabra de mentira.

Pero la palabra tuya es una palabra de verdad y estamos enviando la palabra tuya de verdad a la mente de mis hermanos, a la mente de tus hijos, de mis hermanos, de tu pueblo, declarando, Señor, que tu eres el Dios que viene a poner sueños en su mente, a poner sueños en sus corazones. Señor, a sembrar esperanza, esperanza contra esperanza, esperanza contra esperanza, cuando ellos pensaban que no había más alternativa para creer Señor, en esta mañana estamos declarando que esperanza está naciendo en los corazones de tu pueblo, esperanza para soñar, esperanza para reírse, esperanza para mirar al mañana con gozo y con alegría, y declarar que tu eres el Dios de su mañana, que tu eres el Dios de su presente, pero tu eres el Dios de la mañana de ellos, que ciertamente cada uno de ellos son hijos tuyos llenos de grandes promesas que tu has declarado sobre sus vidas.

Padre, que el nombre de Jesús, Espíritu Santo has una obra grande, toca, produce convicción, cambia actitudes de nuestros corazones, cambia actitudes en nosotros, Señor, has una obra tan grande, oh, que cuando salgamos de este lugar salgamos con la profunda convicción de que hay un sabor a ti en nuestra boca, que hay un sabor a ti en nuestro corazón, que hay un sabor a ti en nuestra mente. Todo nuestro ser está saturado con el sabor al Dios del cielo, que hay un sabor a tu Espíritu Santo en nuestra vida, en esta reunión. Padre, en el nombre de Jesús estamos declarando esta palabra. Yo te bendigo a ti, yo bendigo tu casa, yo bendigo tus hijos, yo bendigo tu negocio, tu trabajo, tus estudios.

Yo declaro que aquellos están lejos van a regresar al camino en el nombre de Jesús yo declaro una palabra de salvación sobre aquellos que están alejados. Yo declaro que se quebrantan fortalezas, que se quebrantan ataduras. Yo declaro que se rompen cadenas en el nombre de Jesús como se rompieron las cadenas y las fortalezas que ataban a mi hijo. Yo declaro que en el nombre de Jesús y yo envío la palabra a tu familiar y yo declaro que se quebranta y se rompe en el nombre de Jesús y yo declaro que Dios hace algo nuevo. Yo declaro en el nombre de Jesús tu tiempo nuevo sobre tu vida. Yo declaro que vienen tiempos de refrigerio sobre tu vida.

Yo declaro sobre esta iglesia tiempos nuevos en el nombre de Jesús, yo declaro sobre este pueblo y sobre este ministerio, yo declaro tiempo de refrigerio del Señor, tiempo nuevo. Yo declaro que Dios está metiendo la mano alrededor del cielo y está cambiando la hora para este lugar en el nombre de Jesús y que van a ver cosas grandes y cosas extraordinarias en el nombre de Jesús. Yo lo declaro, lo declaro, lo declaro en el nombre de Jesús. Gracias, gracias, gracias, Señor. Gracias Señor en el nombre de Jesús. Gracias Señor.