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Si hay una palabra que ejemplifica el sermón de hoy y la lectura es la palabra rotundo, el lenguaje que emplea el apóstol Pablo, las imágenes, las ilustraciones que emplea, es algo muy radical, total, rotundo, no hay vuelta floja en esto. Le invito a ir al capítulo 11 versículo 6, Romanos 11:6, dice allí: "Así también vosotros consideráos muertos al pecado". Ve esto de lo rotundo de cuando usted muere no es como que uh, está medio muerto, ya está muerto, ¿verdad que sí?, si no está muerto está vivo, no es como estar medio vivo o medio muerto, es como estar encinta, una mujer no está medio encinta, está encinta o no encinta, dice, "consideráos muertos al pecado, pero vivos para Dios, en Cristo Jesús Señor nuestro. No reine pues el pecado en vuestro cuerpo mortal."
¿Ve ahí de nuevo la idea?, no reine, cuando el pecado reina, Él está diciendo es algo total, que el pecado no os enseñoree, no reine, mucha gente piensa bueno, yo estoy medio en pecado, Pablo dice que no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal, de modo que le obedezcáis en sus concupicencias, si no presentáos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia. Con esto voy a concluir aunque el resto del capítulo es algo de lo que yo quiero hablar pero esto nos sirve como punto de partida.
"Porque el pecado no se enseñoreará de vosotros pues no estáis bajo la ley si no bajo la gracia", que el Señor bendiga su santa Palabra. Versículo 11, ¿por qué dice así también?, bueno, porque el apóstol Pablo está haciendo una conexión con lo que está antes de ese versículo 11 que acabamos de leer, ¿y qué es lo que está antes?, ya nosotros lo hemos tratado, cuando yo hablé acerca del bautismo hace unas dos semanas atrás, cuando tuvimos esos hermosos bautismos aquí al final del servicio, ese sermón yo lo usé para dar una enseñanza acerca de la naturaleza del bautismo, qué es el bautismo, qué simboliza el bautismo, qué es lo que sucede espiritualmente cuando nosotros entramos a las aguas bautismales y usamos parte de este capítulo, donde Pablo, pero fíjese en qué contexto Pablo habla del bautismo, y es concerniente al pecado, porque todo este capítulo 6 lo que a Pablo le interesa señalar es, cuando nosotros estamos en el evangelio, estamos en Cristo Jesús no se supone que nosotros continuemos con la misma manera de vivir, el mismo comportamiento, los mismos paradigmas morales caídos y pecaminosos en que vive la gente cuando no conoce al Señor, cuando estamos en Cristo somos nuevas criaturas, somos llamados a un nuevo estilo de vivir.
No podemos ser cristianos pero vivir como vivíamos cuando estábamos en el mundo. Y entonces Pablo al decir eso, usando una imagen apela al bautismo. Miren lo que dice, qué pasa cuando ustedes se bautizan, es cuando uno se muere, porque cuando uno se adentra en el agua uno es sumergido, y la gente que leía eso en Corinto, en Roma donde fuera en el mundo Grecoromano sobre todo si eran judíos entendían eso de el bautismo como les hablé acerca del baño ritual judío, era una inmersión total y era un cambio de vida, de identidad que el bautismo ejemplificaba.
Entonces Pablo dice así mismo cuando ustedes entran a los caminos del Señor, se supone que ustedes mueran y sean sumergidos en la muerte de Jesucristo quien murió al pecado y a la carne, y que cuando se levanten de esas aguas bautismales se levanten a una vida nueva, una identidad nueva, una forma de comportarse nueva, entonces por eso, Pablo usa esta imagen ¿no?, del bautismo como ilustración. ¿Ven por qué les digo que la vida cristiana es una inmersión?, es una nueva forma de pensar, de ser, de actuar y de creer, es un llamado a algo radical, y por eso es que Pablo usa la imagen de inmersión. Mucha gente no entiende esto, y desgraciadamente la iglesia le hace muy fácil a la gente pensar hoy en día, convertirse a Cristo es simplemente cambiar de carné, de católico a evangélico, en vez de ir a la iglesia católica pues vas a la iglesia que está al lado ahí en el vecindario, evangélica, y haces unas cositas por allí como evangélico, cantas y ya tú eres evangélico, y se supone que Dios venga entonces a ser tu proveedor, tu defensor, que Dios te de, que te sane, pero no entienden algo y es que Dios también demanda una completa entrega de tu ser, Él demanda que tú le entregues tus hijos, tu propiedad, tu dinero, tu negocio, tu matrimonio, tus apetitos, tus preferencias, tus prioridades, todo se supone que se lo entregues al Señor, es una vida de entrega total, de inmersión total.
Por eso es que el bautismo es tan apropiado para describir eso, se supone que hay una conversión total, un cambio total. Entonces Pablo dice que Cristo, mire el versículo 10 antes del 11: "Porque cuando murió al pecado murió de una vez por todas, más en cuanto vive, vive para Dios." Ese es Jesucristo, cuando resucitó resucitó para Dios, murió a la carne, al mundo, todo lo que era su naturaleza carnal humana no pecó nunca, evidentemente en su naturaleza humana resucitó en algo nuevo y diferente. Dice: "Así también vosotros", ahora entra en materia y usa esa imagen de que Cristo murió, fue sepultado, resucitó al tercer día, dice: "Así también ustedes, considérense muertos al pecado". A mí me impactó esa palabra, consideraos, considérense, porque si usted piensa, ¿qué es lo que significa considerarse?, quiere decir pensar en uno mismo de cierta manera, visualizarse, es como que visualízense como si ustedes estuvieran muertos al pecado.
Qué importante es cuando nosotros nos adentramos al evangelio que nosotros nos concienticemos acerca de la nueva vida que hay en Jesús. Qué importante es que pensemos en nosotros mismos como si ya estuvieramos muertos, yo creo que la mayoría de la gente no pasa por ese proceso cuando entra al evangelio, y como digo la Iglesia les hace fácil la cosa muchas veces a la gente, esa idea de que no, ahora soy evangélico, y vengo a la Iglesia y ya cuando salgo allá a la calle yo soy la misma persona, pero cuando entra a los caminos del Señor, cuando uno toma partido, eso quiere decir que hay una cantidad de cosas para las cuales ya morimos, y por eso es que algo serio mis hermanos, entrar en los caminos del Señor es algo serio, y una de las cosas precisamente es el pecado, el pecado puede ser muchas cosas como yo he dicho muchas veces, ¿no?, pero quiero entrar en esa idea de la santidad, la consagración total de nuestro ser al Señor, tenemos que considerarnos muertos al pecado, hay una manera de vivir.
Hay cosas que hacíamos antes que ya no las podemos hacer, hay cosas que antes nos entreteníamos pensando en ellas, ahora no podemos pensar más en ellas, había disfrutes y placeres, y cosas que antes nos permitíamos que ahora no podemos permitirnos, y esa renuncia a esas cosas tiene que ser tan total y radical que sea como si hubiéramos muerto a ellas. Yo creo que uno de los problemas muchas veces es que los cristianos no pensamos bien, conforme a lo que pase en tu mente va a ser tu comportamiento, conforme a qué tú le das atención mentalmente, en qué tú piensas, cuando tú estás manejando yendo de un sitio a otro, ¿en qué tú piensas?. Cuando estás frente al espejo si estás afeitándote, eres un hombre, si eres una mujer, lo que sea, ¿en qué estás pensando?. Cuando te vas a acostar en esos últimos minutos antes de perder la conciencia, ¿en qué piensas?.
Yo creo que una de las cosas que nosotros tenemos que hacer continuamente es guardar nuestra mente, y someter nuestra mente a los patrones de mente de un hijo cristiano. Esa palabra consideraos habla de vida mental, de visualización, de concebir, tenemos que continuamente reforzar la idea en nuestra mente que ya estamos muertos al mundo. Nosotros vivimos todavía amamos al mundo, el apóstol Juan dice que si uno ama al mundo se constituye en enemigo de Dios, si uno ama el mundo, las cosas que están en el mundo, dice no améis las cosas que están en el mundo. Yo le pido al Señor ayúdame a que cuando yo camine por el mundo y vea cuantas cosas pasan en el mundo que son contrarias a Tu Palabra, cada día yo pueda verme como que yo estoy muerto a esas cosas, no son para mí, soy un muerto en vida, en gran vida de paso, pero en un sentido es así.
Consideraos muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro. Porque la vida cristiana no es solo muerte, como yo he dicho muchas veces, es también vida, no lo dejan metido en el agua si no que lo sacan, ¿amén?. Y así mismo también es, Pablo juega con estas dos imágenes de muerte y vida, la vida cristiana es gozo, es paz para con Dios, es disfrute, es abrirnos a otras dimensiones de la existencia humana y de Dios. Entonces si morimos al pecado pero el beneficio es que entonces se prende la conexión con Dios y con el mundo del Espíritu y la eternidad, muertos al pecado pero vivos para Dios en Cristo Jesús Señor nuestro.
Entonces dice: "Por lo tanto no reine el pecado en vuestro cuerpo mortal." La palabra que dice reine es basilegueto, que quiere decir eso un reino literal, el pecado no debe reinar en nuestro cuerpo mortal. Ahora de nuevo, Pablo siempre usa la palabra cuerpo en el sentido de todo lo que tiene que ver con el mundo, el tiempo y el espacio, puede ser la mente también, puede ser el cuerpo físico, puede ser el corazón, las emociones, todo eso que pertenece al mundo, en esas áreas, nuestro sistema nervioso, nuestras emociones, nuestros pensamientos, mi cuerpo, mis miembros, sean mis manos para pecar, mis órganos sexuales para pecar, todo mi cuerpo, eso tiene que, el diablo no debe reinar en eso, el pecado no debe reinar en eso.
¿Qué quiere decir reinar?. Dominar, controlar, determinar, entonces dice no reine el pecado en esas áreas de tu vida, no gobierne, no determine el pecado lo que tú haces con tu cuerpo, con los diferentes elementos de tu cuerpo, no te controlen, y eso es bien importante, miren lo que dice más abajo en el versículo 14, porque el pecado no se enseñoreará, la palabra es hermana de Curios, Jesucristo es el Señor, y entonces aquí hay un juego también de palabras, yo creo que dice hey, que el pecado no sea su Señor, ¿quien es su Señor?, Jesucristo. Cuando alguien se enseñorea de ti quiere decir que te domina, te controla y establece su control sobre tu vida.
Y sabe que una de las distintivas de los hijos de Dios es que no somos esclavos de nada. El apóstol Pablo dice que no se dejará controlar por nada, ni la comida, ni los apetitos sexuales, ni tampoco por la depresión, la ira, el resentimiento, la violencia, el temor, todas estas cosas que nos afligen porque no son solamente las adicciones más feas, las drogas, el alcohol, el juego, ninguna de esas cosas deben enseñorearse de uno. Uno de los argumentos que se ofrecen hoy día en todas las cuestiones sexuales por ejemplo en los géneros, la homosexualidad, el lesbianismo, todas estas cosas, es de que yo nací así, yo soy así, yo he tratado de cambiar pero no pude, por tanto me acomodé y tuve que aceptar lo que yo soy, uno escucha mucho ese argumento, muchas veces entre las personas de que yo traté y yo le oré a Dios mucho tiempo, y hablé con mi pastor y luché mucho tiempo contra este apetito y no cambié, y finalmente decidí que es que yo soy así, y usted tiene que aceptarme y amarme así como yo soy. Pero dice la Biblia aquí que para un creyente el pecado no puede dominarlo, y eso quiere decir que cualquier cosa que tú estés pasando en tu vida, lo que sea, cualquier dimensión, cualquier cosa que sea contraria a la vida de Dios en ti, el propósito que tiene Dios en tu vida, de nuevo, puede ser eso, depresión, ansiedad, resentimiento, puede ser un fracaso que te marcó y que determina muchas de las cosas, el temor que tú tienes, imagen, ninguna de esas cosas debe dominar tu vida, tú tienes que estar perpetuamente en lucha, en oración, clamor a Dios, adorando, leyendo la Palabra, conversando con tus hermanos, buscando liberación cada día más y más de esas cosas que te controlan.
El hijo de Dios es eminentemente libre. El Señor dijo conocereis la verdad y la verdad os hará libres. El que conoce al Hijo conoce la libertad mis hermanos. Ahora, como yo decía el domingo pasado, muchas veces Dios nos ha hecho libres y entonces esa libertad tiene que hacerse una libertad experiencial en nuestras vidas. Cuando uno descubre, por ejemplo voy a ponerme yo de ejemplo en este caso, cuando yo descubro un área de mi vida que yo encuentro contraria a lo que Dios quiere de mí, y lo que yo veo en mi autoimagen de un hombre libre en dominio de sí mismo, que sirve al Señor, yo enseguida lo nombro como un gigante que yo voy a descabezar, y entonces creo que Dios me ha dado el poder, y puede que me tome un año, dos años, tres años, pero yo sé que a ese gigante yo le voy a cortar la cabeza.
Y cada día yo vengo al Señor una y otra vez en la oración, y cuando el gigante me da por la cabeza y me tumba yo me levanto otra vez y vuelvo otra vez encima, pero yo no me someto al gigante, yo no me hago esclavo del gigante, yo sigo peleando y veo que Dios siempre me da la victoria, y hablo así en testimonio personal porque quiero inspirarte a que tú creas lo mismo. No importa cuál sea el área de tu vida en la cual tú estés en esclavitud o en lucha, cree que tú eres libre en Cristo Jesús. El Espíritu de Dios te ha hecho libre, porque dice la Biblia que el pecado no se enseñoreará de ti, no digas no puedo, esto es demasiado fuerte, esto me marcó demasiado, esto es genético, cree que Dios te ha hecho libre, por definición, si tú estás listo estás libre, y tú debes decir todo lo puedo en Cristo que me fortalece, no hay excusa, no podemos decir esto es un comportamiento que no tengo control sobre ello, no, el Espíritu de Dios que está en ti te va a dar poder para vencer cualquier cosa.
Y muchas veces ahí viene la parte esa de uno visualizarse a sí mismo como libre en Cristo Jesús. Uno tiene que pensar pensamientos de libertad y no de esclavitud. No te enfoques tanto en el problema, enfócate en Cristo que quiere libertarte, enfócate en tu identidad de persona libre, consideraos, vete a ti mismo, visualízate a ti mismo, como muerto ante eso que te aflige, y vivo para la justicia de Dios. Considérate muerto a la depresión y vivo a la conciencia de Dios. Considérate libre o muerto digamos a una adicción mental y vivo para la libertad mental y la santidad que hay en Cristo Jesús. Considérate libre de cualquier atadura emocional, de cualquier recuerdo pasado, y considérate vivo para una mente sana y buenas expectativas para el futuro en Cristo Jesús. No se enseñoreará, no te dominará, no te controlará.
Volviendo entonces pues, ni tampoco presentéis vuestros miembros al pecado como instrumentos de iniquidad. Bueno, habla de considerarse primeramente, ¿no?. Tu vida mental refuerza siempre en tu mente cosas positivas acerca de tu vida en Cristo Jesús. Considérate muerto ante todo lo que daña y vivo ante lo positivo. En esto pensad pero hay otra cosa también, otra manera de verlo es, no entregues, no presentes los miembros de tu cuerpo al pecado como para que el diablo te use a ti. No permitas por ejemplo que tus manos sean para robar, o para hacer cosas indebidas o para golpear a alguien, no, tus manos pídele al Señor que sean manos limpias, manos sanas, manos de amor, manos de restauración, tus pies que vayan a lugares donde el Espíritu de Dios se sienta cómodo morando, que tú seas una persona siempre diligente para hacer el bien, para estar donde hay necesidad.
Entonces Pablo dice, mira entonces en vez de tú entregar, la palabra presentéis es una palabra que luego Pablo usa de una manera muy interesante luego en el capítulo 12, Romanos, donde dice: os ruego que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios. La palabra presentéis es una palabra pasintemi, que es una palabra que se usa en el antiguo testamento, en el nuevo, para llevar un animal ante el sacerdote y presentarlo, ofrecerlo para que sea sacrificado para Dios. Es una consagración de esas víctimas para que sea sacrificada en honor a Dios, es una entrega total de esa víctima para propuestos de Dios en su gloria. Entonces ese es el lenguaje que Pablo usa, dice no paristemi las partes de su cuerpo, incluyendo su cerebro y su mente al pecado, para que sean usados para iniquidad, para maldad, ¿no?. En vez de eso, en vez de entregarlo de esa manera rotunda y completa, mire qué es lo que nosotros tenemos que hacer, si no, presentaos vosotros mismos a Dios, como vivos de entre los muertos. Entonces cada día tú tienes que venir delante del Señor y decir Señor, yo presento mi cuerpo y mi mente, mis emociones, mi voluntad, mi recuerdo, como un instrumento para Tu gloria, yo quiero ser un instrumento de bien en el mundo, yo quiero que uses los elementos de mi personalidad y mi cuerpo como palancas para Tú operar en el mundo.
El diablo quiere usar los elementos, las partes de tu cuerpo para hacer daño en el mundo, para hacerte daño a ti, para que tú le hagas daño a tus seres queridos, y tú sabes que no, tú le vas a decir al diablo yo no voy a entregar mi cuerpo para que tú los uses para tus propósitos malévolos, en vez de eso yo lo voy a entregar a Dios para que Él lo use para sus santos propósitos, mi mente va a pensar pensamientos nobles y buenos, mis manos van a sanar y a acariciar, mis pies van a caminar anunciando la Palabra del evangelio y haciendo el bien donde pueda, mi corazón va a ser usado para sentimientos nobles, y buenos, y edificantes.
Cada día yo tengo que decir Señor úsame para Tu gloria, usa mi mente, usa todo mi ser para que Tú puedas tener alguien quien usar, el Señor necesita tener instrumentos en el mundo, el diablo quiere también sus instrumentos, y nosotros tenemos que escoger para qué y para quién va a ser usado mi ser, mi cuerpo, y tengo que decir Señor hoy yo consagro mi cuerpo para el uso de mis propósitos aquí en la tierra. Presentar nuestros cuerpos no para iniquidad si no presentaos vosotros mismos a Dios como vivos de entre los muertos y vuestros miembros a Dios como instrumentos de justicia, ¿ok?. Está esa idea, considérate santo, apartado para Dios, muerto al pecado y presenta tu vida cada día al Señor, conságrate y reconságrate cada día al Señor para que Dios te haga un instrumento de justicia en el mundo, la bendad, la bondad, la belleza de Dios, el orden de Dios tenga en ti el instrumento que Dios necesita para operar.
Entonces el versículo 14, ¿por qué podemos aspirar a esta vida de ser usado por Dios y de ser entregados a Dios?. Porque ya el pecado Dios ha hecho una declaración que el pecado no tendrá dominio sobre un hijo, una hija de Dios, porque no estamos bajo la ley, la ley se identifica con el pecado, porque a través de la ley viene el conocimiento del pecado, la ley es lo que señala claramente el pecado, si no hay ley entonces tú haces lo que te da la gana, ese es otro tema muy grande de explicar en la mentalidad Paulina, ¿no?. Pero dice no estáis bajo la ley si no bajo la gracia, ¿en qué sentido?, la vida cristiana es una vida de libertad, es una vida de gozo, es una vida de la bendición y la buena voluntad de Dios sobre nosotros.
Nadie puede estar oprimido si está en Cristo Jesús, porque operamos bajo la bondad, la gracia, la buena voluntad, las buenas intenciones, la misericordia, el perdón de Papá Dios, entonces ¿qué es lo que sigue?. Lo que sigue es bien importante también para que entendamos esto. Pablo es al que no se le escapa nada. Él era de los que decía mira cuando tú ibas yo ya venía. Entonces él estaba anticipando algo, cuando él dice eso él piensa hmm, pienso como buen abogado, hmm, yo sé lo que va a pasar, va a haber gente que va a decir por ahí bueno Pablo, si estamos bajo la gracia pues hey, ¿por qué entonces tenemos que estar haciendo esto y no haciendo?, ¡vamos a gozar, porque tenemos un Dios de gracia, un Dios que nos perdona!. Inclusive Pablo había bregado y en el mundo Grecoromano habían filosofías que decían no, que el cuerpo es una ilusión de todas maneras, así que hey, si tú pecas eso es una ilusión óptica, eso no hace nada, porque después de todo el cuerpo va a ser destruído y lo que importa es el espíritu, así que no le des tanta importancia si pecas o no pecas, el cuerpo es insignificante de todas maneras, así que úsalo para lo que sea.
Entonces había toda esa gente que pensaban así, y Pablo anticipa ese argumento que inclusive había entre los Corintios romanos parece, recuerde que Pablo le está predicando a una sociedad corrupta como hoy en día es, la sociedad romana era una sociedad pagano y total, era un mundo donde la sexualidad y la muerte todas estas cosas, donde no está Dios y Cristo con su sistema benévolo hay toda clase de inmundicia y maldad, le estaba predicando a gente que era cundida en el pecado como lo están en nuestra sociedad hoy día también. Y entonces esta gente buscaba cualquier excusa, cualquier razón para justificar su comportamiento. Y estos cristianos que entraban a la iglesia venían con esa mentalidad pecaminosa e iban a buscar cualquier manera de continuar haciendo lo que hacían antes, ahora en el evangelio, y Pablo quería convencerlos de que no, que tenían que comportarse de una manera radicalmente diferente a los patrones del mundo. Y una de las cosas era esta tendencia a comportarse igual porque Dios es amor, Dios conoce mi condición, entonces ellos preguntan, bueno pues, ¿pecaremos si no estamos bajo la gracia?. Él anticipando a ese argumento dice: "En ninguna manera, ¿no sabéis que si os sometéis a alguien como esclavos para obedecerlo sois esclavos de aquél a quien obedecéis?, sea del pecado para muerte o sea de la obediencia para justicia?". Cuánta gente en el evangelio hoy en día en las iglesias, este mensaje acerca de la santidad y de un cambio de vida no se predica con claridad por miedo a enajenar y molestar a mucha gente que está ahí en los asientos que a pesar de que aman a Dios y vienen a la Iglesia, continúan viviendo una vida turbia tras bastidores, detrás de las cortinas, vidas clandestinas.
Hombres de negocios que le roban a la gente en maneras bien sutiles y elegantes, que cambian sus libros y usan su conocimiento de contabilidad para hacer ver que su corporación perdió dinero para no pagar impuestos y no pagarle al pobre, se hace, hay corporaciones que no paga un sólo centavo de taxes, porque tienen un equipo de abogados que se aprovechan de cualquier hoyito en la ley de los taxes para no pagar impuestos. El abogado que usa la ley para hacer cantidad de cosas inclusive hoy la ley se usa mucho para promover leyes inmorales, indebidas, para robarle a la gente, para dejar libre a gente que debiera estar en la cárcel pagando sus culpas, y toda esa gente está en la Iglesia, viene a la Iglesia el domingo muchas veces, viene la persona que estuvo la noche antes que estuvo haciendo todo tipo de porquerías y sinverguenzerías, y viene a la Iglesia hoy porque ama a Dios pero no está dispuesta a entregarle a Dios esa parte oscura de su vida.
Personas que están oprimiendo a sus esposas o a sus hijos, o esposas que no están dándole a sus esposos el respeto debido, pero no le quieren entregar al Señor esa área de su vida, porque es doloroso, entonces viven una vida esquizofrénica, aman a Dios, sirven a la Iglesia, pero no le han entregado a Dios esa parte de su vida que no saben, eso no es de Dios, su comportamiento no es adecuado, ellos lo saben, pero no se lo han entregado todavía. Entonces toda esa gente que está sentada dice bueno pero Dios es misericordioso, Dios es bueno, Dios conoce mi situación, y no están en lucha contra ese pecado, si no lo practican, lo practican con una buena conciencia, y eso es lo que Pablo dice eso no es posible, no te escondas detrás de las cosas que dicen Dios es bueno y misericordioso, y Él conoce que tú eres débil, obedece al Señor.
Yo creo que uno de los grandes problemas de la Iglesia en este tiempo es eso, que nosotros pensamos que el Evangelio es puramente terapéutico. Es para que Dios me sane esta depresión que me está matando, para que Dios arregle a mis hijos que se están portando mal, para que Dios arregle mi matrimonio, para que Dios bendiga mi negocio, para que Dios me de la casa que yo tanto he deseado, y la gente viene a la Iglesia y espera que el predicador simplemente les de un masaje emocional, pero no entiende que muchas veces Dios quiere incomodarte para que tú entonces puedas tener la paz que tú estás buscando en tu vida, y que el rol del pastor es primero abrirte la herida, ponerle un poco de vinagre o de vino que te pique, y entonces poner el aceite de la bendición de Dios, pero la gente sólo quiere no, no me pongas el vino, ponme el aceite. Y entonces tenemos iglesias y gente que es así, solo quiere esa parte de arriba, pero Dios nos llama a una vida de entrega total, de dejar que la Palabra cale hondo en nuestro ser y nos cambie, nos transforme, esa es la parte más dura del Evangelio, y mucha gente quiere como digo esa parte fácil del Evangelio, el Dios que te ama y te comprende pero no saben el Dios que es santo, y el Dios que demanda absoluta sujeción a su Palabra y a su verdad, las dos cosas tienen que ir juntas, entonces por eso es que Pablo se toma su tiempo para este argumento.
Hoy en día no podemos entender el lenguaje preciso que Pablo usó en aquella época pero hay que transmitirlo, ¿cuál era la condición humana?, y es esta cosa de que Dios es un Dios de gracia solamente, pero Dios no es solamente un Dios de gracia, Dios es un Dios de santidad, de justicia también, y de integridad a su Palabra, y de expectativa que te vas a someter a Él en todas las áreas de tu vida, Él es las dos cosas, y por eso dice, ¿no saben que se someten a alguien como esclavos?.
Y miren la cosa con el pecado es eso, usted no puede jugar con el pecado. Hay gente que dice bueno este es un pecadito, y entonces tienen pecaditos, pecados, pecadotes, pecadosísimos, y ellos han dividido los pecados en una cantidad de categorías que Dios no tiene esas categorías, para Dios hay una sola cosa, pecado con o al final, y Él dice el pecado es algo que si tú le das una pulgadita se coje el pie completo, no te juegues con él, no digas no, bueno si yo practico, pero yo no soy esclavo del pecado, dice, si tú dejas que el pecado tome lugar en tu vida se va a convertir en algo controlador.
Cuando tú comienzas con un pitillito de marihuana, para sentirte más relajado, para conversar mejor y sentirte más alegre en las fiestas, pero después vas a necesitar dos pitillos para tener el mismo efecto, y después vas a tener que estar todos los días comprándole a ese tipo siniestro y dándole tu dinero, y se convierte en una esclavitud, y así es como pasa con todo, con el sexo, con la pornografía, con la ira, con el abuso de la gente, con la avaricia del dinero. Si tú comienzas con un poquitito y le das rienda suelta la comida se convierte en tu gobernador y tu rey, y Dios dice no le des una pulgadita de entrada en tu vida a ninguna de esas cosas. No digas bueno, esto yo me lo voy a permitir porque Dios sabe que yo trabajo demasiado duro y tengo tantas tensiones que tengo que permitirme este escapito de vez en cuando. No lo hagas porque es que en Dios no hay un poquito, o mucho o muchísimo, en Dios es todo sí y amén, si tú cometes, no lo hagas, entonces si tú practicas el pecado tú eres esclavo del pecado, el pecado te va a dominar a ti, por lo tanto emancípate de él y no le des ni una entradita pequeña. Si tú practicas el pecado eres esclavo del pecado.
Versículo 17 dice: "Pero gracias a Dios que aunque érais esclavos del pecado habéis obedecido esa forma de doctrina a la cual fuisteis entregados". Está hablando en pretérito, aunque érais esclavos del pecado ahora son libres, siempre que la Biblia habla del pecado entre los hijos de Dios habla en pretérito, algo que pasó ya, y así debe ser, qué triste que entre muchos de nosotros todavía hay que hablar de presente, estamos en lucha todavía, es otra cosa, es un proceso, pero tú estás en lucha de tu emancipación, ya tú no eres esclavo, tienes armas ahora, tienes libertad para obrar. Aquí hay que señalar esto, aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados, habéis obedecido de corazón. Hermano la vida cristiana es una vida de obediencia a esta palabra que está aquí, esta es la doctrina de Dios.
Esta es tu colección de responsabilidades y derechos, tú tienes que conocer esta palabra, nosotros tenemos que estudiar la doctrina de Dios, esto que yo le estoy enseñando es doctrina y tú tienes que recibirla de corazón y entregarte a ella, no es solamente algo emocional, no es presentarte a ti mismo, si no también creo que es una cosa de concientemente creer estas enseñanzas de que tú has recibido la Palabra y comprometerte de corazón. Yo creo que Pablo todavía está usando aquí la figura del bautismo, en que antes de bautizarse todavía debía conocer la enseñanza, a qué le estaba diciendo sí cuando se bautizaba, estaba diciendo sí Jesús es el Hijo de Dios, que es Dios mismo, que encarnó en hombre, que murió y fue crucificado, que resucitó al tercer día, que reina en los cielos, que viene otra vez, que Dios es santo, que Dios demanda completa sujeción de nosotros, todos esos aspectos de la doctrina cristiana, tú tienes que saberlos.
Tienes que de corazón aceptarlos, tienes que entregarte a ellos, tienes que vivirlos cada día, y eso es lo que Pablo está diciendo. Pero gracias a Dios que aunque érais esclavos del pecado habéis obedecido a Dios en aquella forma de doctrina a la cual fuisteis entregados, noten de nuevo ese lenguaje rotundo, fuisteis entregados, creísteis de corazón y recibisteis de corazón, esclavitud o libertad, muerte o vida. La vida cristiana es una cosa así de sí o no, de entrega total o rebeldía secreta pero rebeldía, y entonces dice: "hablo como humano por vuestra humana debilidad que así como presentasteis vuestros miembros para inmundicia e iniquidad, así ahora para santificación presentad vuestros miembros para servir a la justicia." De nuevo la misma idea, cuando tú estabas sin Cristo tú entregabas tu cuerpo, tus emociones para que el diablo las usara como él quería, pero ahora dice entrega esas mismas cosas y presenta tus miembros para ser un siervo de la justicia y para la santificación, porque cuando érais esclavos del pecado érais libres acerca de la justicia.
Ya es el punto final del apóstol Pablo, dice cuando ustedes estaban en el pecado érais esclavos del pecado, pero así como eran esclavos del pecado la justicia no podía manifestarse en ustedes, la santidad de Dios, es lo que yo digo. Un hombre, una mujer, si vive como un chivo sin ley, goza mucho de la vida, disfruta mucho de la vida, muchas cosas, pero Dios no tiene conexión con él, está muerto a Dios, las bendiciones del reino de Dios no vienen a su vida, la comunión con Dios, el derecho, la eternidad pasarlo con Dios, está muerto a todas esas cosas, está vivo para un sistema muy imperfecto pero está muerto para la influencia divina, ¿y qué pasa cuando tú mueres entonces a ese estilo de vida?, se prende la luz en el aspecto de la relación con Dios. Y Pablo dice o tú aceptas el dominio del pecado y la muerte en tu vida o aceptas el dominio de la bondad y la santidad, o aceptas el control que el diablo quiere matar robar y destruir en tu vida, o aceptas el control de Jesucristo que ha venido para que tengas vida y la tengas en abundancia. Yo te podría preguntar, ¿a cuál señor quieres tú servir?. Porque tienes que servir a alguien, tú tienes que servir a alguien. Pablo lo usa en términos de esclavitud, es un servicio total y real, está usando las imágenes de un esclavo, y Pablo dice todo mundo es esclavo de alguien o de algo, la pregunta es ¿quién va a ser su dueño, si el diablo que te va a usar para provecho propio, o si Dios tu Padre que te va a usar para bendecirte a ti o bendecirte a los tuyos y darte vida eterna?.
Porque Dios no tiene nada que obtener de ti, Él te ama gratuita y generosamente, ¿a cuál de esos dos señores quieres tú servir?, porque tú te vas a hacer esclavo de alguien, finalmente, y dice ¿qué provecho tú le sacabas a tu vida, esa vida que cuando piensas en ella ahora te averguenzas de ella, nos avergonzamos nosotros de nuestros pecados en la vida anterior, sabes que uno tiene que decir, Señor, enséñame a averngonzarme de lo que yo hacía, muchos de nosotros no llegamos a ese punto de avergonzarnos de las cosas que hacíamos antes, las tenemos ahí y decimos esas eran locuras de juventud, y decimos que buenas eran, pero ya nosotros, yo soy ya adulto, ya me casé ya soy formal, así que ya tengo que, pero la Biblia quiere que nos sintamos avergonzados de lo que hacíamos, que nuestra transformación sea total, que cuando nosotros nos veamos haciendo ciertas cosas en el pasado digamos, wow, que feo eso, me averguenzo de ello. Así debe ser de radical la conversión de un hijo de Dios, porque después de todo el resultado de eso era muerte, y ahora hemos sido libres, y el fruto de eso debe ser la santificación, y el fin de todo eso la vida eterna.
Y Pablo concluye con el versículo más bello de todos, uno de los versículos más bellos de toda la Escritura, versículo 23: "Porque la paga del pecado es muerte, más la dádiva de Dios es vida eterna en Cristo Jesús Señor nuestro." Gloria al Señor, y ojalá que eso sea nuestro sentir hermanos.
Vamos a ponernos de pie un momento y hacer una confesión en nuestros corazones. El pecado lo único que te puede dar a ti y a mí es muerte, fracaso, sinsabores, mala conciencia, malos pensamientos, insomnio, pero la dádiva de Dios, el don de Dios, el regalo de Dios es vida eterna en Cristo Jesús, muerte o vida eterna qué tú quieres, vamos a ver si te dieran a escoger, no hay que pensarlo mucho, abraza la vida eterna la santidad, la paz con Dios, la justificación por medio de Dios en Cristo. Vamos a pedirle al Señor en esta mañana, queremos vivir en Tu luz, queremos hacer Tu Voluntad, queremos hacer solamente lo que Tú quieres que hagamos, transfórmanos y cámbianos, entregamos nuestros miembros de nuestros cuerpos exclusivamente a ti, los presentamos ante ti, rehusamos ser instrumentos del mal y de la injusticia, reina Tú solamente en nuestra mente, reina Tú en nuestras emociones, reina Tú en nuestros recuerdos, reina Tú sobre nuestro dinero, reina Tú sobre nuestras relaciones sociales, reina Tú sobre nuestras profesiones y trabajos, reina Tú en nuestros hogares, reina Tú en nuestra vida familiar.
Rehusamos, nos rehusamos a someternos al dominio de Satanás y su infierno, sus tinieblas y su oscuridad, y abrimos nuestra vida a Tu santo gobierno, Tu santo control en nuestros corazones, esta Iglesia cada día más Tu cuidado, Tu protección, la ayuda de Tu Espíritu Santo para ser la comunidad que Tú quieres que seamos, ayúdanos y trabaja en nosotros cada día más para ser lo que Tú quieres que seamos. Nos sometemos, nos entregamos a ti, nos sometemos bajo Tu dominio y nos vemos a nosotros mismos como muertos al pecado y resucitados a un Cristo puro, sano, santo, limpio, al Reino de Dios y los valores de ese Reino, a la doctrina de la Palabra de Dios, báñanos ahora, sumérgenos en Tus aguas, y sácanos de aquí comprometidos con esta verdad de corazón Señor, gracias, en el nombre de Jesús oramos, amén y amén Dios les bendiga mis hermanos.
Qué bueno es saber que no estamos solo en esta lucha por la santidad, que Dios es nuestra fortaleza y que Él pelea por nosotros, gracias Señor.