La perla de gran valor

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Hace unos meses, yo recibí un correo de una hermana que hablaba acerca de la formación de una perla, y esa reflexión me hizo detenerme y mucho de lo que leí ahí era acerca de procesos que uno también pasa en la vida. Y hoy yo he sentido como agarrar esa reflexión y ponerla en contexto como una prédica para compartirla aquí con ustedes.

Y lo titulé así como la perla de gran valor, yo sé que muchos de ustedes lo reconocerán porque es una parábola en la Biblia, pero yo les pregunto, no sé cuantos de ustedes sabrán, ¿cómo es el proceso de formación de una perla?, los que sean científicos, los que les guste la ciencia, en palabras bien sencillas yo les puedo explicar esto. Una perla la forma en que se desarrolla, ustedes saben que la perla está dentro de una ostra, y esa ostra se tiene que alimentar cada vez que se abre la concha, lo que ustedes ven adentro que es lo que usualmente se comen que es molusco, el animalito que está ahí adentro, ese molusco cuando se abre obviamente lo que está buscando es su comida y muchas veces al abrirse entran muchos agentes no deseados en su concha, puede ser un granito de tierra, puede ser un pedacito de coral, o puede ser desperdicio de algún otro animal, algo así.

El asunto es que cuando ese organismo entra dentro de esa ostra y cae cerca de este molusco, causa un sentido de irritación en la almeja, en la ostra, y esa irritación, ese dolor que le produce el sistema de defensa de esa ostra, es que comienza a soltar una sustancia conocida como nácar, el nácar es como una sustancia cristalina que va envolviendo ese organismo que se metió dentro de la perla y lo va formando, va dando como distintas capas para cubrirlo y que no le cause dolor o molestia a esa ostra. Ahora es bien interesante este proceso, yo no sé cuántos de ustedes sabrán pero es un proceso que promedio tarda como de ocho a diez años en que ese granito de arena termine formándose en una de las perlas que usted tiene en su collar o en sus pantallas, ¿cuántos tienen perlas, tiene perlas, las tiene puestas ahora?. Porque créame que esto le va a hacer algo. Muy bien, esas perlas son grandes, preste atención, esas llevan más de diez años cocinándose.

Lo más interesante para mí mis hermanos, es que ese proceso de formación que termina en algo bello, precioso, y hasta cierto punto codiciable, surgió de algo que irritaba, de algo indeseable, de algo no buscado, de algo ajeno al sistema de esa ostra, algo bello y precioso surgió de algo feo, irritable e indeseable. Vamos a la Biblia, Mateo capítulo 13, unos versos bien sencillos que quiero compartir con ustedes. Mateo capítulo 13 los versos 45 y 46, esto es Jesús hablando en uno de sus momentos donde se estaba dirigiendo a la audiencia por medio de parábolas, y después de una serie de mensajes que Él estaba usando para hablar acerca del reino de Dios, de repente llegó a este segmento donde dice: "El Reino de los Cielos es semejante a un comerciante, que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa fué y vendió todo lo que tenía y la compró." Mira qué interesante, este comerciante estaba buscando una perla única, de gran valor, no había ninguna otra que se comparara a esa perla. Y cuando la encontró se deshizo de todas sus cosas, lo vendió por tener las finanzas suficientes para ir y comprar esa perla, porque él sabía que esa perla iba a cambiar el resto de su vida.

Ahora, esta parábola tiene una interpretación que yo diría que es como una interpretación clásica, casi siempre hablamos, el significado de esta perla Jesús está diciendo que es el Reino de Dios, o la persona de Jesús, la perla en esta parábola significa Jesús, Él es esa perla. El comerciante somos nosotros, que andamos a través del mundo aquéllo de gran valor que va a cambiar nuestra suerte por así decirlo. Hay un aspecto de sacrificio en el hecho de que hay que darlo todo por obtener ese tesoro, y así como uno se sacrifica también hay un sentido de recompensa, porque cuando lo tienes te conviertes en parte del Reino de Dios, te conviertes en parte de la persona de Jesús, ¿amén?.

Jesús es la perla de gran precio, ¿cuántos han leído eso en Discipulado 1?, discipulado 1, 2, 3, el 3, ok, me confundí, ¿cuántos han visto eso en el Discipulado 3, la perla de gran precio?. Lo que esto significa mis hermanos es reconocer que así como esa descripción de como se forma una perla, Jesús también padeció su dolor, su sufrimiento, un proceso irritable, no deseado por darnos a nosotros la vida más bella que ninguna otra persona nos pueda ofrecer, vida eterna, reconciliación con el Padre. Por eso es que Jesús, esa perla tan deseable, codiciable entre todos los hombres, el único que realmente puede cambiar nuestra existencia, que puede cambiar nuestra dirección. Eso es una interpretación clásica de esa palabra, pero hoy yo me atreví a darle un twist a esta parábola, y la forma en que me estoy acercando a esta historia ahora es de la siguiente forma: la perla somos usted y yo, tú y yo somos esa perla, y el comerciante es Jesús, un comerciante que anda buscando algo de gran valor, y déjame pausar aquí por un momento.

Porque aquí es donde yo veo que este mensaje puede impartir algo a cada uno de nosotros, si usted se considera una perla eso significa que detrás de esa perla o en la esencia de esa perla hay experiencias de dolor, hay experiencias de irritabilidad, hay experiencias no deseadas, que uno ha vivido, que uno se ha tenido que exponer a ellas, sea por accidente, que la otra de nuestras vidas buscando safisfacer su hambre se abre y oops, se contamina ese organismo interior, o como también puede ser que hay fincas de perlas, y las fincas de las perlas es algo más intencional porque ya no es accidental si no que es intencional.

Donde las almejas las cogen e insertan dentro de las almejas no tan solamente un granito de arena, insertan otras cosas para que la perla se desarrolle a distintos tamaños y en distintos colores. Las perlas naturales versus las perlas cultivadas, unas el proceso se da por accidente, en la otra el proceso se dió intencionado, alguien intencionalmente con agresividad abrió una ostra, insertó algo en ella y la cerró. Otro término científico, un proceso manipulado, apúntate esa que de esa hablamos mañana.

Pero miren mis hermanos, todo esto imparte un sentido de luz, porque cuando nosotros vemos nuestras vidas, todas las experiencias que nosotros hemos tenido, nosotros hemos sido expuestos a una serie de cosas, sea ya por accidente o por intencionalidad de otros, que de alguna manera u otra quitan un balance en nuestro interior, y producen una serie de cosas que causan dolor, irritabilidad, cosas con las cuales uno no se siente cómodo, cosas que tal vez uno ni se atreve a contarlas por un sentido de verguenza que hay en el interior y uno prefiere mejor cerrar eso y no dejar que nadie lo vea ni que nadie lo toque. Y empezamos a soltar nácar, y empezamos a desarrollar capa tras capa, capa tras capa para esconder eso.

Y eso podría sonar como si nosotros intencionalmente nosotros estamos guardando esas experiencias de dolor, pero lo lindo de todo esto es que ese comerciante con C mayúscula sabe lo que hay dentro de esa perla, sabe las cosas a las cuales esa perla ha sido expuesta, sea ya por accidente o por un proceso intencional, manipulado. El comerciante sabe lo que hay, porque él sabe cuando está encontrando una ostra naturalmente que él mismo se tire al agua buceando y la encuentre, o que vaya a una finca directamente y la compre, pero él sabe que eso es ya un proceso totalmente diferente, él sabe el valor que hay en cada una de ellas.

Es como una persona que sabe de diamantes. Cuando yo fuí a comprar el anillo de bodas mío y de mi esposa, cuando me empiezan a hablar de todos los tipos de kilates que tiene el diamante, los distintos cortes que tiene, los distintos ángulos que se dan para reflejar tanta o no tanta luz, y los residuos de carbón que tiene adentro cuando yo no veo nada a menos que tenga la lupa esa puesta en el ojo para ver los dichosos trazos de carbón ahí adentro, esa persona que sabe tanto de diamantes, también sabe el proceso que ese diamante pasó para llegar a una sortija. Un proceso también doloroso, un proceso de como agarrar una piedra de carbón e ir dándole cantazos con martillo hasta que ese diamante va saliendo y una vez sale no brilla, ese diamante está opaco, lleno de tierra, de sucio, y hay que pulirlo en distintos ángulos, ir dándole forma, poquito a poquito, hasta que de una piedra así de grande termina un diamante así de chiquito. De una piedra así grande sacan dos o tres y le dan la forma que tiene ahí en su anillo.

Todo ese proceso mis hermanos implica un proceso de dolor, de cosas que se van marcando, de ese elemento, de ese objeto, y Dios ve un valor en ello y dice vale la pena dar mi vida por ella, eso es lo que hace el comerciante, cuando encuentra esa perla dice yo puedo sacrificar mi vida misma por esa perla, y cuando el Señor te ve a ti, me ve a mí, cuando Él ve tus experiencias de dolor, tus experiencias de fracaso, cuando has tenido que ser frustrado por X, Y, Z, Él ve eso, lo ve, Él se da cuenta que esas experiencias que para ti son indeseables, vergonzosas, que tú ni quieras hablarlas con nadie porque te traen una serie de recuerdos que tú no puedes ni concebirlos más en tu mente, esas son las experiencias que el Señor ve y dice eso vale mucho para mí, porque de ahí es de donde está saliendo mi hijo, mi hija que tiene gran valor, sea por accidente o sean intencionales, de ahí es de donde Yo estoy sacando una perla de gran valor, y es una perla que Yo quiero que sea parte de mi Reino, Yo no quiero que esa perla esté en una vitrina, yo quiero que esa perla esté adornando mi Reino.

Y eso es lo que el Señor nos comparte a cada uno de nosotros. Esta parábola se puede ver de ambas formas, y la tenemos que ver de ambas formas. Por un lado, nosotros estamos en búsqueda de algo de gran valor. Miren esto, como comerciantes estamos buscando algo que le pueda traer satisfacción a nuestra vida, estamos buscando encontrar algo que nos pueda cambiar la suerte. Muchos encuentran eso en distintas cosas, algunos encuentran eso en poder tener una buena familia, sólida, y su perla es su familia, otros lo encuentran en un trabajo, otros lo encuentran en una buena botella de alcohol, otros lo encuentran en una buena mujer, un buen hombre, otros lo encuentran en el dinero que puedan tener en su cuenta bancaria.

¿Saben qué?. Hay algunos que lo encuentran en la Iglesia, y hacen de la Iglesia su mundo, sin necesariamente prestar atención al hecho de que quien está detrás de la Iglesia hay una cabeza que es Cristo, ponen en un pedestal la Iglesia en lugar de poner en un pedestal la cabeza de la Iglesia. Cuando nosotros encontramos el Reino de Dios, y el Reino de Dios no necesariamente es un sistema de gobierno, el Reino de Dios es una sed de principios, de valores, es un estándar que fue ejemplificado en la persona de Jesús y que Jesús nos dió un modelo para nosotros vivir en un modelo de lo que es el Reino de Dios.

Cuando nosotros vivimos como el Señor manda, como Él pide de nosotros, en amor soportándonos unos a otros, viviendo en unidad, tolerándonos unos a otros, cuando nosotros logramos vivir así podemos decir el Reino de Dios está en nosotros, porque estamos viviendo de acuerdo a esos principios y eso le da valor a tu vida, eso le da valor a la persona que está al lado tuyo, juntos hacemos un valor mucho más grande de lo que el stock market puede hacer en Nueva York. Ahora pero cuando ese mensaje se transmite a tu vida personal, ten por seguro que Jesús está mirando el valor de esa perla, la esencia que está ahí encerrada dentro de todas esas capas de nácar, Él está mirando ahí adentro. Yo me imagino que algunos de ustedes están diciendo ahora mismo, bueno yo soy una perla biiieeen grande, porque mira que yo he tenido que soltar capa tras capa tras capa de nácar y nacarile, sigo soltando capas y capas. Mira mientras más grande sea tu perla, mayor valor tú vas a tener delante del Señor, recibe eso para tu vida.

¿Por qué digo eso mis hermanos?. Tenemos un Señor que se apiada de nosotros, tenemos un Señor que sabe lo que somos, tenemos un Señor que conoce muy bien la pata por la cual cojeamos. Pero eso no le impide a Él el poder llegar y encontrarse contigo y decir, hah, valió la pena dar mi vida por esta persona, valió la pena hacer un sacrificio por esta perla, que tal vez otras personas han despreciado pero para mí es una perla de gran valor, eso es lo que el Señor hace contigo, así es como Él te trata, así es como Él nos trata.

Así que en esta noche mis hermanos reciban este mensaje, usted es una perla de gran valor. Las experiencias de la vida tal vez lo han o los han obligado a desarrollar muchas capas para proteger eso que irrita tu vida, pero al fin y al cabo, esas cosas que irritan te llevan a convertirte en una persona de mucho valor para Dios. Yo sé que estas palabras pueden ser fácil decirlo pero difícil creerlo a veces, yo sé que muchas veces ese dolor, esa irritabilidad que estamos sintiendo es tan palpable, está tan a flor de piel que muchas veces no nos deja ver ese valor que podemos encontrar detrás de todas estas cosas, pero yo quiero orar esta noche mis hermanos, yo no me quiero ir esta noche sin orar por esto.

Yo quiero orar por cada uno de nosotros que muchas veces se nos hace difícil ver el valor de eso que está en el interior. Quiero orar por aquéllos de nosotros que muchas veces dejamos que la irritabilidad domine por encima del hecho de que Dios nos está mirando con unos ojos de gracia, de misericordia, de sentido, de propósito, y está diciendo tú vales para mí, por más chiquita o grande que pueda ser tu perla tú vales para mí. Yo quiero ponerte a ti en un lugar donde tú puedas ver el valor que tú tienes, yo quiero usarte a ti para adornar una de las coronas de la Iglesia, yo quiero usarte a ti para adornar una de las coronas que va a estar sobre la cabeza de un hermano, de una hermana tuya cuando llegue al Reino.

Yo quiero usarte a ti para al Yo exponerte a la vida de una persona tú puedas traer una sonrisa a la cara de esa persona, y que tu dolor sirva de consuelo al dolor de otra persona, que lo que te irritó a ti Dios lo pueda usar para suavizar la irritabilidad de otros, que lo que otros causaron en ti sin tú quererlo, que Dios pueda usar esas experiencias para usarte a ti como fortaleza para otras personas a tu alrededor, otras personas que sufrieron tal vez la misma violencia que tú, y que están encerrados cubriendo ese dolor, y no saben que ese dolor cuando está en las manos del Señor ese dolor se puede convertir en una herramienta de gran poder. Si estas palabras hacen eco en tu corazón hoy yo te invito a que te pongas de pie y que podamos orar a la luz de estas palabras.

Señor Jesús dirigimos a ti nuestro corazón y nuestra mente en este momento Señor. Primero que nada gracias por tu Palabra, Tu Palabra es vida, Tu Palabra es luz, Tu Palabra es verdad. Y cuando nos exponemos a ella Señor hay cosas que suceden en nuestro interior, y en esta noche Dios esta palabra que hemos compartido en algún aspecto nos habrá causado risa, pero al mismo tiempo nos produce un profundo efecto de reflexión, sobre nosotros poder ver nuestras experiencias del pasado, no en una manera negativa, si no reconocer que todas esas cosas funcionan Señor, para el cumplimiento de Tus propósitos en medio de nosotros. Solamente a través de Tus ojos, nosotros podemos decir que no ha sido en vano, el haber sido expuesto a las cosas que hemos sido expuestos, o el haber hecho las cosas que hicimos, o el haber tenido que soportar las cosas que nos hicieron, que tal vez en el momento causaron su molestia, causaron su dolor, pero es bueno saber que solamente en ti todas las cosas operan. Solamente en ti nosotros podemos decir gracias Señor porque lo que está por venir es mucho mejor que las cosas que yo he vivido Señor. Podemos Señor dejar que Tú nos tomes en tus manos y dejar que seas Tú quien determine el valor de nuestras vidas, y no ninguna persona a nuestro alrededor. Así que Jesús en esta noche yo pido por cada uno de mis hermanos y hermanas, que están procesando esta reflexión que han recibido, en la mejor manera que Tú sabes como Señor, yo te pido que esta palabra llegue a ese corazón, que cumpla el propósito con el cual Tú lo estás enviando, y que cada uno de nuestros corazones se puedan abrir Dios al trato que Tú quieras hacer en nuestras vidas, que nuestros ojos se puedan abrir a la realidad que Tú quieres y no la que nosotros veamos, y que nuestra mente le de el valor a nuestra vida que Tú le das.

Tú eres ese comerciante Señor que dió su vida, sacrifió todo por comprarnos a nosotros, nosotros que pensábamos que éramos una ostra más tirada en el mar o en una canaste, Tú te acercaste y nos diste valor, ayúdanos a siempre vernos a la luz de esta verdad que Tú eres el que nos da valor, que Tú eres el que nos afirmas y que permites que muchas veces pasemos por circunstancias que nos van a fortalecer aún más, para alcanzar las cosas que Tú tienes para nosotros. Cumple Tu propósito en nuestras vidas Jesús, es mi deseo, es mi oración, es mi esperanza, que al nosotros salir hoy de aquí Señor, que esta Palabra nos ayude a abrir nuestros ojos a la realidad que Tú ves en nosotros, al valor que Tú ves en nosotros, y que podamos contentarnos con el hecho de que Tú nos haces parte de Tu Reino, y también que al nosotros encontrarte a ti esa perla de gran valor, que también podemos alcanzar esa identidad única a través de ti y de Tu persona.

Danos Tu bendición en esta noche, a medida que salimos de aquí y regresamos a nuestras casas, o donde quiera vaya a ser el próximo destino que vayamos en esta noche, Padre que esta Palabra siga siendo eco en nuestro corazón, y que sobre todas las cosas Tu amor sobre abunde en nuestra vida, gracias te damos por tu Hijo Jesús, amén y amén. Dios les bendiga mis hermanos, hermanas, salúdense los unos a otros, nos veremos Dios mediante en el concierto de Omar Salas así que bendiciones.