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Si tiene su Biblia me gustaría que miráramos juntos Marcos capítulo 1 versículo 17. Y si usted mira cuidadosamente verá que este es el primer mandamiento que el Señor Jesucristo le dió a la Iglesia Nuevo-testamentaria. En este momento Él no tiene seguidores, no tiene discípulos y este es su primer mandamiento a aquéllos que han de seguirlo.
¿Sabe? todo el mundo tiene algo que le gustaría hacer en la vida y hay muchas causas en las que uno le gustaría involucrarse que claman nuestra atención. Vemos ahí mucha gente vestida de rosado porque están luchando contra el cáncer por ejemplo y eso es bueno pero hablemos acerca del llamado central, el primer llamado que Cristo nos hace a nosotros como creyentes, como seguidores de Él. No hay nada de confuso en ello. Vengan y síganme, libérense de sus pecados. Libérense, sean liberados de su miseria. Permítanme ayudarles.
Y eso es lo que Él hizo para mí. Mi vida era un verdadero desastre. Me había casado, divorciado, quería suicidarme, planifiqué el asesinato de un hombre, llegué a hacer eso, bebía alcohol todos los días y un día alguien se acercó a mí en el campus universitario y me preguntó: ¿conoces a Jesús?. Y es raro mientras les digo todas esas cosa yo aún asistía a la Iglesia. Yo era un diácono, yo servía la comunión todos los domingos y si me hubieras preguntado ¿eres cristiano? yo hubiera dicho: ¡claro que sí!, porque yo estaba viviendo en una gran oscuridad, no tenía la menor idea de lo que verdaderamente significaba ser cristiano.
Así que este hombre me testificó y me habló acerca de Jesús. Y yo le pregunté: ¿cuál es la diferencia entre tú y yo? él me dijo: tú conoces acerca de Jesús pero yo conozco a Jesús. Y cuando tú conoces a Jesús no puedes vivir en pecado y Él te sanará y es maravilloso. Así que yo doblé mis rodillas ante Jesús y mi vida fue transformada. Y dos semanas después me dijo: ¿sabes qué? ven conmigo a testificar en la universidad hoy y yo le dije: hey pásalo bien, yo no voy para allá. Él dijo: no, tú vienes conmigo y yo le dije: no, no yo no hago eso.
Lo único que me gusto es esa parte que dice que Él me bendice a mí, me da dinero, me permite sacar buenas notas, eso es lo que me gusta de Él. ¿Y sabes lo que me dijo? bueno me imagino entonces que no quieres ser cristiano. Yo le dije: claro que quiero ser cristiano, me dijo: bueno un cristiano obedece a Dios y Jesús nos dijo que teníamos que hacer eso, Él me dijo: Yo os haré pescadores de hombres. Él no dijo: oren a ver si es así, Él no dijo: piénsenlo, Él dijo: Yo los haré pescadores de hombres.
Así que ese es el primero llamado, que Él nos da liberación pero ¿sabe qué? no tenemos que estar totalmente liberados y libres para compartir nuestra fé porque aún esas primeras veces que yo comencé a testificar, aún en ese tiempo yo todavía estaba planeando asesinar a un hombre. Yo testifiqué durante todo un mes y entonces conocí a esta mujer. Comenzamos a conocernos y a salir juntos y ella me dijo una vez: hay algo malo en ti, tienes una tiniebla alrededor de ti, de tu vida y yo dije: bueno eso es asunto mío.
Ella continuaba preguntándome: ¿qué es, qué es, qué es lo que te pasa?. Bueno yo le dije: yo lo que voy a hacer es que quiero matar a un hombre y entonces le voy a pedir al Señor que me perdone y después voy a servir a Jesucristo. Y ella me dijo: ¿por qué no lo perdonas? y yo le dije: de ninguna manera, nunca lo voy a perdonar. Ella me dijo: Jesús no te permite matar a ese hombre. Y entonces yo le dije: bueno pues me iré al infierno porque yo lo voy a matar y Dios no me va a detener y el diablo tampoco me lo va a impedir, yo voy a matar a este hombre.
Así que dijo: ¿sabes qué? no voy a salir más contigo, tú eres un lío. Yo me imagino que ella debe haber orado por mí porque poco tiempo después de momento comencé a cobrar cariño hacia este hombre, mi corazón fue transformado. Tomó como un mes más después de eso de simplemente orar y entonces el Señor entró, y un día me dió amor por este hombre que yo estaba pensando matar. ¿Sabe? nosotros servimos un Dios grande y poderoso.
Pero ¿saben? yo vivía en una terrible oscuridad y Jesús me liberó. Ese hombre poco tiempo después trató de matarme a mí y mientras él trataba de matarme yo seguía gritándole que lo amaba. Finalmente ese hombre bajó sus manos y me dijo: ¿cómo puedo yo matar un hombre que me dice que me ama y verdaderamente siente eso, siente amor por mí?, así de grande es nuestro Dios, amén.
Desde ese tiempo en mi vida yo he ido a más de 45 naciones a través de toda la Tierra. He orado por gente en todas partes del mundo y como doscientas mil personas han venido a Jesucristo así que es mucha gente pero hay un precio que pagar, no es fácil. Una vez me encontré en Liberia en África Occidental y regresé después de eso a New Hampshire donde vivía, y me di cuenta que había contraído malaria. Casi me morí dos veces, no sabía qué hacer y le dije al Señor: Señor gracias por sacarme de África y Él me dijo: ¿sabes qué? quiero que regreses a África. Yo dije: estás loco, el doctor dijo que me moriría si vuelvo.
¿Y sabe lo que se me metió en la mente? la cruz. Pensé: mira lo que Él hizo por mí. Él recibió tantos golpes que casi era irreconocible y murió para salvar a los pecadores. Él no murió para bendecir a los cristianos, Él murió para salvar a los pecadores y ¿sabes qué dije? Señor voy a África de nuevo. ¿Sabe? la gente tiene cantidad de diferentes causas pero es solamente hasta que uno es quebrantado que uno arropa y abraza esa causa para la cual Dios llamó.
Hace poco estaba en CBS la farmacia y regresaba de allí, había allí un tipo deambulante, mi corazón saltó hacia él y me pregunté a mí mismo: ¿quién le habrá dicho jamás a este hombre que Cristo lo ama?. Y le dije: hey qué tal ¿cómo te va?. Y él dijo: ¿qué, quién me está preguntando? y él se dió cuenta que yo verdaderamente sentía amor.
Anoche estaba en un restaurante chino y le pregunté al mesero: ¿conoces a Cristo? este hombre nunca había oído de Cristo, no sabía quién era Jesús. ¿Qué es lo que me obliga, me lleva a hacer esto después de cuarenta y cinco años de ministerio?, ¿qué me obliga, me compele a decirle a la gente acerca de Jesús? pienso en la cruz. Pienso en lo que Cristo hizo por mí, pienso en el hijo pródigo, cómo el Señor llora por aquéllos que no están con Él y yo sé que el corazón de Dios está quebrantado por los perdidos, y yo le digo: Señor quebranta mi corazón con aquéllo que quebranta Tu corazón?. Si Tu corazón está quebrantado por los perdidos por qué no puede mi corazón quebrantarse ante los perdidos también?.
¿Has llorado tú alguna vez por Boston?, ¿has clamado por la gente de esta ciudad alguna vez?. ¿Qué precio estás dispuesto a pagar?. Sabe yo he metido de contrabando biblias en la China algunas veces, he trabajado con la iglesia subterránea allí, son la gente más maravillosa y asombrosa que usted se pueda imaginar. Hay un hombre por ejemplo que toma un taxi todos los días y va a alguna parte desconocida de la ciudad y después toma un segundo taxi y entonces en ese taxi él le testifica al chofer de ese taxi a riesgo de su vida, y me dice: uno de cada dos taxistas a los que yo le testifico acepta a Cristo como su Salvador.
Y eso es lo que la Iglesia subterránea en la China me ha dicho que le diga aquí a la Iglesia aquí en América: por favor no oren para que cese la persecución en China porque la persecución nos ha hecho fuertes y no nos vamos a detener por nada.
Cada día están siendo asesinados en China, perdiendo sus trabajos, sus casas porque están predicando el Evangelio. Solamente en una ciudad hay 35 iglesias que el gobierno aprueba que prediquen como iglesias aprobadas pero hay 35.000 iglesias subterráneas. En China nosotros administramos escuelas para entrenamiento evangelístico. Es ciento por ciento ilegal hacer esto. Recientemente el gobierno descubrió que había una escuela en un cierto lugar. Las autoridades irrumpieron en el lugar, golpearon a los estudiantes, arrestaron al personal, golpearon al personal por tres días seguidos. En el cuarto día el persona evangelístico este entrenador comenzaron a recibir correos electrónicos de parte de los estudiantes preguntando: ¿cuándo comienza la escuela de nuevo?, ¡estamos listos!, ¿están bien?.
Dios mío qué compromiso tiene esta gente. ¿Saben ustedes que 35.000 personas llegan a Jesucristo en la China cada día?. China está cambiando por día. Sólo un dos por ciento de los cristianos americanos comparten su fé. Hemos perdido nuestra capacidad para compartir nuestra fé con la gente.
¿Cuál es la razón número uno por la cual usted no comparte su fé?. La razón es el temor. Uno tiene temor de ser rechazado. Uno no se siente equipado o capacitado, uno no sabe qué hacer así que uno se encierra. Quiero que haga algo para mí por favor ahora mismo. Quiero que mire a la persona al lado suyo ahora mismo, mírelo directamente a los ojos y quiero que diga: Cristo te ama, dígale: Cristo te ama y tú le importas, ahora déle un abrazo a la persona. Cristo te ama (ríen). Eso es ya somos evangelistas todo el mundo. Mi esposa quiere decir algo:
Esposa: Yo le dije esta mañana a mi esposo: no me pidas que hable ¿prometes?, siempre se da la misma historia. Para mí a mí me consideran evangelista por estar casada con él y es un tomador de riesgos, a él le gusta estar al borde del abismo, casi le gusta irse de boca. Cuando la policía viene y amenazan con cerrar las puertas de su ministerio él está feliz. Esa no es mi vida pero a mí me encanta decirle a la gente sobre Cristo porque tengo una historia, algo que contar.
Es una historia de relaciones, de esperanza, de conectarse unos con otros. Así que cuando yo entro a su Iglesia y soy penetrada por estos sonidos del español por todas partes como hoy por ejemplo hay algo que ya inmediatamente sé acerca de ustedes, que en su corazón hay esta importancia acerca de las relaciones, las amistades. La gente viene, me besa y agarra mi mano, no les importa que tenga la flu, me aman.
Así que algo yo sé: es que si hay un pueblo en esta Tierra que debiera poder compartir el Evangelio, que saben cómo amar, ustedes saben cómo comunicar si ustedes no pueden hablar se mueren, necesitan hablar con la gente, tienen que hacerlo. Y si ustedes no comparten eso se sienten secos por dentro. Ustedes fueron construídos latinos para comunicar el Evangelio. De hecho pienso que el pueblo latino tiene un llamado especial para compartir el Evangelio.
Ese avivamiento que está fluyendo por el mundo está tan enfocado en ustedes el pueblo latino. Es algo que no tiene precio, hermoso que ustedes llevan con ustedes mismos. Y esta atmósfera de Boston uno nota como que quiere arrancarles ese calor que ustedes tienen, quiere decirles: ah si ustedes quieren éxito no hablen acerca de Jesús. Si tú eres educado tú no vas a compartir, uno no quiere ofender, uno no quiere ser poco inteligente o demasiado que empuja a la gente, y esas voces que nos invitan a no hablar del Evangelio no vienen de Dios. Es el espíritu orgulloso de esta ciudad que trae frialdad y separación.
Así que mi Palabra para ustedes esta mañana es que sean quienes son, gente ambiciosa para con Dios, que tienen amor en su corazón y deje que ese amor hacia los perdidos neutralice esa voz de timidez y de privacidad y de no compartir el Evangelio. Yo he visto por ejemplo he observado madres hispanas con sus niños, nada les detiene de expresar lo que sienten acerca de sus niños. Uno vence el temor con amor eso es escritural ¿no?. Yo he visto padres tomar a sus niños, no les importa el peligro van a proteger a sus hijos.
Así que yo veo ustedes son un pueblo protector, compasivo que ama y eso es todo lo que se requiere para tener un avivamiento, simplemente lo que tienen que hacer es darle un poquito de ese amor poderoso para los perdidos, ese amor hacia la familia dénselo a los demás con quien usted trabaja, la gente que está en diferentes partes, la gente que educa a sus hijos, los maestros, compartan el Evangelio con ellos. Tenemos que simplemente romper los candados que encierran sus puertas y soltarlos. No tengan temor ustedes tienen una Palabra que compartir.
Pastor: ¿saben ustedes? de la misma manera que se tornaron hacia una persona al lado suyo y le dijeron: Dios te ama ¿por qué no hacer lo mismo con su compañero, su vecino en su vecindario?. El Señor te manda, te ordena que lo hagas. Él no dice: ora a ver si es para ti, Él dice: id por todo el mundo y predicad el Evangelio.
Este Marcos 16:15 es el mandamiento final en el Evangelio según San Marcos. Así que vamos el primer mandamiento de Jesús en Marcos, vayan y anuncien el Evangelio y el último mandamiento: vayan y anuncien las buenas nuevas. Vemos su primer mandamiento, su último mandamiento son significativos. Este no es un mandamiento más son mandamientos significativos. Vayan por todo el mundo prediquen el Evangelio a toda la humanidad.
Así que tenemos que hacerlo ¿no creen ustedes?, ¿lo están haciendo?, déjeme preguntarle ¿usted lo está haciendo?, ¿está compartiendo su fé con alguien?. El truco más grande que tiene el diablo es cerrarle la boca a los cristianos, no oré suficiente así que no puedo hoy predicar el Evangelio, peleé con mi mujer hoy así que no puedo hablar de Cristo hoy. Mire si yo esperara a que fuera así nunca predicaría el Evangelio.
Mi esposa y yo tenemos una muy buena relación, treinta y ocho años no hay nada que ella se calla, me lo dice todo pero aún así yo voy y comparto el Evangelio con la gente y al final de todo nos amamos, nos besamos. Así que vamos ahora a Hechos capítulo 1 versículo 8, Hechos 1:8. He aquí las últimas palabras que el Señor da en Hechos antes de su ascención, después de ese mandamiento Él se va y hace 2.000 años que se fue. Una vez más un mandamiento significativo muy importante y si usted está de acuerdo diga amén conmigo.
No es como que: ah esto es una cosa más que quiero decirles antes de irme. Discípulos: estas son mis últimas palabras obedezcan este mandamiento. Dice: "Recibiréis poder cuando el Espíritu Santo haya descendido sobre vosotros y me seréis testigos en Jerusalén, Judea, Samaria y por toda la Tierra."
Así que ¿vemos algo no? recibimos el Espíritu Santo para una sola razón: ser testigos. ¿Está usted testificando? es por eso que usted recibe el Espíritu Santo y la Biblia que después de decir estas palabras Él asciende. Es interesante notar esto, que los discípulos no eran de Jerusalén ellos venían del área de Galilea a setenta millas al norte de donde ellos estaban, eran Galileos así que el Señor les dice: hey quiero que vayan y prediquen en Jerusalén.
Hace un par de años algunos de nosotros fuimos a Jerusalén y fuimos por todo Jerusalén y predicamos el Evangelio ¿y sabe lo que nos dijeron los cristianos?. Si ustedes tratan de predicar en Israel los van a apredear, los van a escupir y probablemten los maten, y entonces ellos me dijeron: ¿qué van a hacer? y yo dije: voy a predicar el Evangelio porque el Señor no dijo: vayan y prediquen solamente donde es agradable, donde hay la gente amistosa. Él dijo: vayan por todo el mundo y prediquen el Evangelio a toda la gente.
¿Qué quiere decir la palabra todo? quiere decir todos, todo el mundo. Yo recuerdo el primer día cuando llegamos a Telaviv todos los cristianos decían: es imposible no intenten, yo dije: no, tengo que hacerlo porque Él me lo ordena. Y ahí en Telaviv esa ciudad, segunda ciudad más importante en Israel llevamos a cabo nuestras presentaciones y yo le pregunté a los judíos: oigan ¿qué piensan de lo que acaban de ver?. Decían: hey creemos que es un maravilloso mensaje pero no sabemos quién es este Jesús del cual ustedes hablan. Yo dije: ¿están seguros?. ¿Saben que Él caminó por aquí hace un tiempo? era donde pasaba el tiempo hace tiempo atrás, me decían: no sabemos quién es y a nosotros nos resulta difícil pensar que hay tal cosa como un Salvador, no sabemos qué quiere decir eso de Salvador pero nos encanta su mensaje, por favor llévenlo a todas partes del país.
Y entonces cuando llegamos a Jerusalén los cristianos decían: han tenido éxito en todos lados pero no tuvieron éxito aquí. Así que nosotros llevamos unos parlantes portátiles, unas bocinas portátiles y hacíamos así presentaciones en las calles. Así que en un momento fuimos a un callejón. Todo el mundo se puso su maquillaje y todas sus cosas, oramos, tomamos nuestros parlantes portátiles, nos miramos unos a otros y dijimos: Dios te bendiga, te amo, ¡adelante, vamos! y nos pusimos ahí mismo en el medio de Jerusalén y comenzamos a hacer nuestra presentación.
Llegó la policía y les gustó y entonces comenzó a formarse un gentío, y había como setenta personas allí en ese momento. Y un tipo grandísimo, bien alto me dijo: hey será mejor que no hables acerca de Jesús porque te voy a derribar. Yo le dije: señor hombres más grandes que usted me han dicho lo mismo pero usted no se va a meter conmigo se va a meter con el Dios viviente si me toca.
Y entonces esta mujer que estaba al lado de él se volteó hacia él y comenzó a hablarle en hebreo, yo no sé lo que le estaba diciendo pero no parecía placentero lo que estaba diciendo porque luego de un minuto ese hombre salió corriendo y entonces ella se fue, y quedamos libres para predicar el Evangelio. Después de tres horas en la ciudad de Jerusalén yo comencé a llamar a las iglesias diciéndoles: hey todavía estamos aquí, algunos soldados acaban de aceptar a Cristo ahora mismo, madres aceptando a Jesús con nosotros. Y admitieron: ¿sabe qué? jamás había escuchado tal cosa.
Entonces las iglesias mandaron espías para que nos observaran como a cien yardas encubiertos para que nos observaran a nosotros porque sabían que lo que nosotros estábamos haciendo parecía imposible pero tanta gente vino a Jesucristo que ahora la Iglesia está saliendo también en Israel. ¿Vieron hermanos? ustedes pueden cambiar las cosas, pueden cambiar el medio ambiente, pueden cambiar el espíritu en una nación, pueden cambiar el miedo que hay en la ciudad si ustedes demuestran el amor de Dios y predican el Evangelio de Jesucristo abiertamente, libremente.
Así que en Hechos 1 el Señor da ese mandamiento y ellos predican en Jerusalén pero notamos aquí que no van a la segunda parte que es Judea. Judea está por el sur de Israel y en esa área hay muchos gentiles actualmente, ahí es donde están los beduinos.
Hechos capítulo 1 si uno va de Hechos 1 a Hechos 8 vemos que los discípulos no van ni a Judea ni a Samaria ni hacia los confines de la Tierra, se rehúsan los discípulos a ir a esas áreas, Jerusalén les gustaba demasiado muchas cosas buenas estaban sucediendo allí. Quizá treinta años después vemos lo siguiente: que la Iglesia tenía gran poder en Jerusalén pero no en las otras partes del mundo.
Así que entonces vamos más adelante a Hechos capítulo 8, antes de eso no habían ido a Judea ni Samaria y dice que hubo una gran persecución de la Iglesia en Jerusalén y entonces fueron esparcidos, la Iglesia fue esparcida por la persecución a las regiones de Judea y Samaria excepto los apóstoles. ¿Ven ustedes? no obedecieron el mandamiento de ir a Judea y a Samaria así que Dios entonces permitió una gran persecución para obligarlos a ir a estas regiones.
Pablo habla muchas veces acerca de esto en sus enseñanza. Dice que ellos llegaron a todas las casas de Jerusalén, la persecución alcanzó y el caos cundió entre todos los discípulos en Jerusalén. Pero la Biblia dice que después que se fueron de Jerusalén comenzaron a predicar el Evangelio en todos estos lugares. ¿Saben ustedes? Jerusalén puede ser su glesia por ejemplo, su lugar. Uno llega a su Iglesia y se siente cómodo, qué bendición estar allí pero después de eso salgan y si ustedes no obedecen una gran carencia de paz entonces va a resultar en sus vidas, carencia de gozo.
Por ejemplo ¿saben ustedes que el Señor se llama a sí mismo como el Señor de la mies, el Señor de la cosecha?. Es increíble, es maravilloso. Una vez me encontraba en una aldea en el África. El brujo de la aldea tenía un control absoluto del pueblo. Había violado a todas las jovencitas cuando tenían ocho años, había puesto maldiciones sobre la gente y la gente vivía en completo miedo, temor de ese hombre.
Yo no conocía la historia pero llegué a la aldea, comenzamos a predicar el Evangelio y el brujo se puso sogas en las muñecas y me dijo: si alguno de ustedes se atreve a quitar esas sogas de las muñecas la persona morirá allí. Liberia tiene el nivel más alto de muerte infantil en todo el mundo. Así que ellos ponen esos amuletos, esas sogas, las ponen en los cuellos, en las muñecas, en los tobillos de los niños supuestamente para protegerlos de la muerte.
Todo el mundo allí era negro y quizás ustedes se habrán dado cuenta de que yo soy blanco y sin embargo yo comencé a predicarles que Jesús es el Señor de señores, Rey de reyes y que ese brujo no es nada comparado con nuestro gran Dios. Y esos brujos comenzaron a amenazar nuestras vidas pero en medio mismo de mi predicación algo maravilloso sucedió: el brujo salió del área donde estaba, corrió y se tiró de bruces a mis pies y comenzó a clamar por misericordia y dijo: estoy equivocado, he cometido graves errores, pidió que lo perdonara. Y yo le dije: mas bien pídele a Dios y a la gente de la aldea que te perdone.
Y cuando este hombre se arrepintió los africanos comenzaron a danzar allí mismo con el gozo que ustedes jamás podrían imaginarse. Y yo les dije: corten las sogas esas, y ellos dijeron: no pero nos vamos a morir si hacemos eso. Yo les dije: corten las sogas, y ellos dijeron: es que nos vamos a morir. Así que yo le dije a un viejo: señor usted no se va a morir y él cortó las sogas, la gente estuvo esperando allí que el hombre cayera muerto.
¿Saben ustedes el relato de Pablo cuando esa serpiente lo mordió? la gente esperaba que Saulo muriera allí mismo, él esperaba morir. Treinta segundos después esto es lo que sucedió: este hombre dijo aleluya, nunca he conocido tanta alegría, tanto gozo.
¿Saben ustedes? seiscientas personas cortaron esas sogas ese día. Nunca había tenido una Iglesia cristiana en ese lugar y una de las iglesias más poderosas que tenemos en Liberia se encuentra en esa aldea y el brujo desapareció, se fue de la aldea. Los niños tenían sueños de que él los estaba persiguiendo con un machete, se levantaban gritando todas las noches. Después de ese día jamás volvieron a soñar que estaban siendo perseguidos.
Hace poco recibí un correo electrónico de otra aldea que visité el año pasado. Un demonio de diez pies de alto estaba aterrando pero encontró que Jesucristo lo aterró. Cuando nosotros comenzamos a orar para que ese demonio saliera de esa aldea la gente estaba muriendo de ataques cardíacos por miedo cada día, colapsos nerviosos. Entramos a esa aldea, predicamos el Evangelio, llevamos a esa aldea a Jesucristo, echamos a ese demonio y unos meses después recibí un correo electrónico; la gente no había plantado nada en tres años por el temor que tenía, ahora están volviendo a plantar cosas. Nadie ha muerto de un ataque cardíaco, la paz del Señor está en la aldea me dicen la gente.
Este grupo étnico jamás había escuchado el Evangelio fue la primera vez que ese grupo étnico había escuchado el Evangelio en África, y ahora ellos están llevando el Evangelio de aldea, en aldea, en aldea. Uno puede cambiar el mundo, usted puede cambiar el mundo en el poder de Jesucristo y el diablo quiere mantenerlo callado.
Ahora tenemos un video que queremos mostrarles y mi hijo Jeremías va a venir y va a presentar este video.
Jeremías: ¿cómo están ustedes?. Le quiero mostrar un video que titula: ¿A quién le importa?. Está escrito por un señor William Booth ¿recuerdan el líder del Ejército de Salvación? Salvation Army. ¿Sabe que? el Salvation Army no era siempre esta organización que está ahí pidiendo dinero frente a Walmart, originalmente se trata de uno de los movimientos de Evangelismo más poderosos que han visitado nuestra nación en nuestra historia. Así que William Booth escribió este poema por el amor tan grande que le tenía a los perdidos.
Y nosotros tomamos ese poema de William Booth e hicimos un video con él así que usted puede tomar su mente ahora mismo y ubicarla como si estuviera en medio de un océano, imagínese una roca masiva en el medio de ese océano y usted va a ver que hay muchos tipos diferentes de personas encima de esa roca en el medio del océano, gente con diferentes amores, intereses, pasiones, ídolos, pecados diferentes y gente que también están metidos en el océano mismo. Y ustedes van a ver que hay un mundo inmenso alrededor de nosotros que se está perdiendo.
Pero la gente que se encuentra sobre la roca sólo se preocupa sobre sí mismos y les importa más su propia felicidad que sacar a la gente del agua. Hay una cita que me encanta que dice: el tener misericordia o compasión no sustituye la acción. Si nos sentimos mal por esos dos billones de personas en el mundo que no conocen a Jesús el que nos sintamos mal no los va a llevar a ellos a que conozcan a Jesús pero si tomamos un paso hacia adelante y decimos: voy a arriesgar algo para decirle a la gente sobre Jesucristo eso es lo que va a traer avivamiento al mundo, sobre todo en esta generación donde todo lo que necesitamos hacer es simplemente el pueblo, la gente que lo haga así que espero que disfruten de este video, muchas gracias.
Vamos a cantar una canción con ustedes la cual habla acerca de la gran comisión que nosotros tenemos, de cómo hemos sido llamados por Dios para decirle a la gente acerca de Jesús y eso le va a costar algo, le va a costar su vida pero ¿saben? van a recibir una mejor vida. Porque ¿saben ustedes? cuando uno se da a los demás y uno se da a los perdidos uno entonces descubre a Jesús.
¿Sabe dónde está Jesús? no está en la roca ahí en la seguridad, está en el agua allí con los perdidos, Él está acercándose a ellos alcanzándolos y Él les dice lo siguiente en Lucas 2:2: Oren al Señor de la mies para que los labradores, los trabajadores vayan a trabajar en la mies porque la cosecha, es decir la mies es mucha pero los obreros, los trabajadores son pocos.
Hermanos, hermanas el problema no está con la cosecha, el problema está en los obreros, la mies está ahí. Así que si ustedes quieren decirnos a nosotros sus pastores y quieren compartir con nosotros diciendo: ¿sabe qué? yo quiero ser uno de esos que compartan su fé. Es más si uno no sabe cómo hacerlo simplemente testifique, diga su historia. Nada puede derrotar la historia que usted tiene para decir, nadie podrá decirle: oh tu testimonio está equivocado porque es su historia.
Quizá usted le puede decir a una persona: mira yo no tengo gran mensaje pero déjame decirte lo que Jesús hizo por mí. Nosotros queremos regresar con ustedes, queremos decirles exactamente cómo hacerlo y queremos ayudarlos a llegar a ser poderosos guerreros en el Evangelismo pero hoy mismo usted podría comenzar simplemente con su testimonio compartiendo su experiencia. Ahora si usted quiere decirnos a nosotros: sí quiero hacerlo, quiero comenzar obedeciendo a Jesús y decirle a otros acerca de Jesús, según mientras cantamos esta canción póngase con nosotros si usted siente ese llamado y cante con nosotros, le invitamos ahora si usted desea tener esa efectividad evangelística póngase de pie y le invitamos a cantar con nosotros ahora.