¿Estas apto para ofrecerle al mundo agua de vida?

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Juan capítulo 4 versículo 5: Es un largo pasaje pero lo vamos a abreviar y luego simplemente lo compartiremos relatándolo. De todas maneras ustedes se lo conocen bastante bien, la historia de la samaritana, Jesús y la mujer samaritana. El Señor se encuentra caminando y se detiene en un lugar en Samaria, en una ciudad que se llama Sicar de la provincia, la región de Samaria.

Dice: "Vino pues a una ciudad de Samaria" versículo 5 "llamada Sicar junto a la heredad que Jacob dió a su hijo José. Y estaba allí el pozo de Jacob. Entonces Jesús cansado del camino se sentó así junto al pozo, y era la hora sexta." Eran como las 12 del día, era medio día prácticamente. "Vino una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo: dame de beber, pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer. La mujer samaritana le dijo: ¿cómo Tú siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana?, porque judíos y samaritanos no se tratan entre sí."

"Respondió Jesús y le dijo: si conocieras el don de Dios y quién es el que te dice dame de beber tú le pedirías y Él te daría agua viva. La mujer le dijo: Señor no tienes con qué sacarla y el pozo es hondo, ¿de dónde pues tienes el agua viva?, ¿acaso eres mayor que nuestro padre Jacob que nos dió este pozo del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?."

"Respondió Jesús y le dijo: cualquiera que bebiere de esta agua volverá a tener sed, mas el que bebiere del agua que Yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él, en ella una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor dame esa agua para que no tenga yo sed y tenga que venir aquí a sacarla. Jesús le dijo: ve llama a tu marido y ven acá. Respondió la mujer y dijo: no tengo marido. Jesús le dijo: bien has dicho no tengo marido porque cinco maridos has tenido y el que ahora tienes no es tu marido. Esto has dicho con verdad."

"Le dijo la mujer: Señor me parece que Tú eres profeta" y entonces entra en un diálogo, vamos más adelante. Y está bien ya faltan pocos versículos, quiero armarla la parte más importante. Dice: "Señor me parece que Tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que Jerusalén es el lugar donde se debe adorar. Jesús le dijo: mujer créeme que la hora viene cuando ni en este monte ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis, nosotros adoramos lo que sabemos" porque la salvación viene de los judíos, del Mesías, "mas la hora viene y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren."

"Le dijo la mujer: sé que ha de venir el Mesías llamado El Cristo, cuando Él venga nos declarará todas las cosas. Jesús le dijo: Yo soy el que habla contigo." Bendiga el Señor Su santa Palabra, gracias Padre amén, gracias Señor entra esta Palabra en nuestros corazones Padre y permite que haga su obra y su efecto Señor lo tenga en nuestra vida en esta Congregación, en el nombre de Jesús lo pedimos amén, amén.

La razón por la cual he escogido este mensaje es muy sencilla, hace unos días atrás en la noche de víspera de Año Nuevo Dios me dió una Palabra para compartir con ustedes declarando mi sentir de que Dios nos está llamando en este año a consagrarnos, concentrarnos más que nunca en un esfuerzo de evangelizar. Juan ¿tú tienes sitio para sentarte? aquí adelante hay asiento así que ven por acá y siéntate por acá, perdona que te ponga ahí en el spotlight pero como, donde quieras aquí adelante puede ser no te vamos a cobrar más aquí adelante que allá.
Entonces estamos hablando acerca de la importancia de ser una Congregación evangelística Dios nos ha llamado, este es el tiempo Dios ha puesto tantas cosas lindas en esta comunidad. Cuando uno los ve a ustedes ve toda Latinoamérica reflejada y aún otros países del mundo, tantos temperamentos culturales diferentes, culturas, colores, sensibilidades culturales diferentes, diferentes niveles socio-económicos, intelectuales, diferentes capacidades, es un tesoro de gente que tenemos aquí para gloria del Señor. Y esa humanidad tan rica y tan diversa Dios la quiere usar para Su Gloria. Nosotros reprensentamos y encarnamos toda la comunidad alrededor de nosotros y Dios ha puesto en nosotros la posibilidad de alcanzar.

Blancos, negros, asiáticos, intelectuales, profesionales, gente humilde, gente que no abe leer y escribir, indocumentados, todos estamos aquí listos y esperando. Dios ha estado invirtiendo en esta Congregación tantas cosas lindas. Fé, intensidad, pasión para el Reino, dones del Espíritu, una visión aguerrida acerca del Reino de Dios. Y yo creo que estamos preparados, yo siento en mi corazón que somos como la mujer encinta, la matriz está ya que no puede más quiere dar a luz dentro de ella. Y yo creo que este año es un año que tenemos que dedicarle al Señor, poner en práctica las cosas que hemos recibido, darle más al Señor, evangelizar, dedicarnos a un evangelismo intencional.

Quiero decir con eso que Dios nos ha dado la bendición de crecer a través de los años y de ser una Congregación saludable pero Dios quiere que no solamente crezcamos de la forma orgánica y espontánea en que lo hemos hecho a través de diferentes programas, radio, internet, acción social, gente que invita a otros a venir a la Iglesia, familiares que vienen, amigos que oyen acerca de la Congregación. Dios quiere que nosotros nos pongamos, como que declaremos programáticamente una obra evangelística en la ciudad. Y eso a mí me atemoriza francamente, declarar estas cosas en público me compromete a mí, y si no lo hago este año pues voy a quedar mal así que también yo estoy comprometido con ustedes y ustedes conmigo ¿amén? todos con el Señor.

Vamos a hacer una obra porque este es el tiempo. Yo creo que Dios ha puesto en nuestras manos una unción, un llamado, una dotación, una pasión, dones y ahora tenemos que comenzar a lanzarnos para lo que Dios nos ha hecho. Es como el pueblo de Dios que está frente a la Tierra Prometida y hay un río ahí caudaloso frente de ellos y allá nos espera una tierra que fluye leche y miel, y hemos estado cuarenta años en el desierto, casi cuarenta años hemos estado de hecho aquí en Boston y en Cambridge, y este el tiempo de toda esa experiencia que Dios nos ha deparado en Egipto y en el desierto de ponerlas en práctica.

Dios nos ha ido formando, nos ha ido trabajando y yo siento como que estamos listos para entrar a esa dimensión adicional y es tiempo de encarar las tribus que están allá listas, esperando con sus lanzas y sus espadas porque el diablo no cede tampoco su terreno fácilmente tampoco ¿sabe?, pero la victoria es nuestra. Y somos como Josué que Dios le dice: Yo te he entregado toda la tierra que pise la planta de tus pies, como estuve con Moisés estaré contigo también. Como Dios estuvo con Su Iglesia en el primer siglo, como ha estado con la Iglesia a través de los siglos, como ha estado con otros cristianos en los grandes avivamientos de la historia Dios está con nosotros también.

Y Dios está contigo no solamente con el Pastor. El Señor dice: como estuve con el Pastor, con los evangelistas estoy contigo también. Que Josué era un jovencito relativamente hablando. Ahora tenía sus batallas que había peleado también no se crea. Pero ahora él asumía el mando de Moisés ese gran siervo de Dios a quien Dios había respaldado con grandes señales y prodigios y él se sentía como inadecuado también, y no preparado porque le había caído el manto del mando a él y ahora él tenía que encabezar este gran pueblo, y entrarlos y encabezar la guerra de conquista de la tierra.

Pero el Señor le dice: no temas Yo estoy contigo. Yo he dado una orden de que todo lo que tú pises, lo que emprendas sea tuyo. Tú tienes el título judicialmente en tus manos ahora sólo falta simplemente que lo ejecutes y lo hagas una realidad. Yo creo que en Reino de los Cielos Dios ha declarado victoria sobre nosotros. Dios ha declarado crecimiento, prosperidad, abundancia, bendición. Y ahora Él dice: tú lo tienes, el título está en tus manos aunque tú no lo veas. Es una autoridad que Yo doy, es un decreto que Yo he dado. Ahora simplemente ejecútalo, materialízalo, hazlo real, que sea visible, práctico, aplicable. Entonces esa es la parte que a nosotros nos toca.

Y esa es la historia del pueblo de Dios. Dios da órdenes, declaraciones y nosotros aquí en la Tierra decimos: amén las tomamos y las convertimos en realidad. Y si nosotros nos movemos en la Palabra que Dios da no podemos ser derrotados. Entonces yo creo que así; yo me siento inseguro, soy honesto porque yo sé lo difícil que es hacer evangelismo en estos tiempos. El diablo se ha encargado de encerrar a Jericó con muros bien grandes e infranqueables, y altos. ¿Sabe que la primera ciudad que tuvieron que confrontar los judíos cuando entraron a Canaán fue Jericó?.

Y yo creo que Jericó es simbólico de las fortalezas y los principados, y las potestades, y las cosas en las cuales el imperio del mal está arraigado, establecido, apertrechado, atrincherado y él dice: bueno si tú quieres pasar por aquí tienes que pasar por encima de mí. El enemigo, Dios ha permitido que Satanás cierre nuestras ciudades con muros infranqueables. Dice la Biblia que Jericó estaba, sus muros estaban cerrados, bien cerrados. Los historiadores dicen que los muros de Jericó eran tan gruesos, tan densos, tan anchos que varios carros de caballo podían correr paralelamente uno al lado del otro a lo largo de esos muros. Eran altos y muy grandes, muy anchos.

Y ese era el muro. Yo creo que el enemigo ha establecido sobre nuestras ciudades muros de aislamiento, sospecha, de privacidad que nadie quiere que se le viole, de pluralismo que cuando nosotros anunciamos que Jesucristo tiene la respuesta y es el camino, la verdad y la vida la gente dice: ah ¿cómo usted me falta al respeto? yo creo en Mahoma o en Buda, o en Shiva o Bishnú o quien sea. Y nos sentimos como atemorizados de hablar de Jesucristo. Hay muros, muros psicológicos, muros culturales, muros judiciales que el enemigo ha establecido sobre esta cultura para cerrarla al Evangelio.

Los judíos se sentían inadecuados. Los muros definitivamente no eran franqueables por ellos este pueblo pequeñito que no tenía armas, no tenían un cañón ahí para mandarle un cañonazo a los muros, no tenían un tanque de guerra, tenían piedras, lanzas. No tenían metales para hacer ningún tipo de armamento de guerra. Y ese grupo pequeñito tenía que derribar ese muro para poder pasar y entrar a la Tierra Prometida. Es decir el primer contrincante que el Señor les da es cien veces más poderoso para resistir que lo que ellos pueden hacer.

Y por todo esto me estoy refiriendo al Evangelismo, estoy todavía en el texto hermanos. Después vamos a tener ocasión, esto vamos a estar hablando un poquito y reflexionando mucho sobre Evangelismo en los próximos domingos. Quiero instruírnos a nosotros todos y declarar la Palabra del Señor proféticamente. Así que, pero recuerden Jesús el evangelista está hablando con una mujer allí y está haciendo evangelismo. Y vamos después a entrar en el texto pero Dios pone en mi corazón algo que no comparti en el servicio de la mañana ¿no?.

Entonces Dios pone ese muro allí está cerrado, es una ciudad infranqueable muy por encima de los recursos que tienen a su disposición esos débiles hebreos que acaban de salir de la esclavitud y estuvieron cuarenta años dando vueltas en un desierto imagínese ¿cómo van a ganar una guerra?. Pero el Señor los pone a ellos allí. Yo digo de nuevo cuando yo miro yo digo: Señor ¿cómo será esto?. Siempre que Dios quiere hacer algo grande la mente dice ¿cómo será esto?. Cuando el Señor le anuncia a María: tú vas a ser madre del Mesías María le dice: Señor ¿cómo será esto? yo no conozco varón. No te preocupes el Espíritu Santo caerá sobre ti, descenderá sobre tu vida y el ser que tú vas a concebir de esa energía cósmica se va a llamar el Hijo de Dios.

Dios siempre tiene una solución ¿no?. Y yo me pregunto ¿cómo será esto?, ¿cómo vamos nosotros a conquistar?, ¿cómo vamos a duplicarnos, cómo vamos a triplicarnos?, ¿cómo vamos a llenar ese santuario que nos va a quedar corto?. ¿Cómo vamos a bendecir esta ciudad, cómo vamos a agarrarla y arrebatarle al diablo nuestras jovencitas que están siendo embarazadas prematuramente, nuestros jovencitos que están convertidos en depredadores de mujeres por las inseguridades de nuestras niñas y por la sensualidad que el enemigo ha infundido en sus corazones a través de los medios de comunicación, el comercialismo todas estas cosas?.

¿Cómo vamos a arrebatarle al diablo la gente de la droga, del alcohol, de la sensualidad, del vicio que el diablo se encarga de usar para pervertir esta nación y estas sociedades?. ¿Cómo vamos nosotros a romper y derribar los muros de Jericó?.

Y la solución que Dios les da es sencilla: "Griten, anuncien, declaren, adoren." La tecnología del Señor es mucho más sabia que la tecnología de los hombres. Es una tecnología muy económica. No se requieren grandes tecnologías ni aparatos mecánicos ni nada simplemente anuncia lo que tienes en tu boca, declara la Palabra del Señor. Somos un pueblo profético, ahora trabajamos, nos esforzamos, invertimos pero en última instancia es el Poder de Dios el que va a hacer la obra no nosotros.

Dios me dice: no te preocupes hay una manera de hacerlo, confía. Yo creo que uno tiene que simplemente lanzarse y dar un paso delante del otro y creer que Dios va a abrir el mar delante de nosotros. Todas esas imágenes están ahí en ese paradigma de la conquista de la tierra. Y yo quiero que nosotros nos llenemos de esa visión misionera, esa visión evangelística. Yo quiero que tú te conviertas hoy en un hombre, una mujer que dice: yo voy a traer vidas al conocimiento de Jesús. Y nosotros queremos que nuestra Iglesia se prepare para ser un lugar donde la gente pueda venir y recibir esa Palabra, y que nosotros hagamos diferentes actividades y usemos diferentes medios.

Pidámosle al Señor sabiduría para hacer la obra de Evangelismo que Dios quiere que hagamos porque la mies es mucha y los obreros son pocos, y los obstáculos son muchos pero también la gracia del Señor es grande así mismo. Estos son tiempos de cosecha no son tiempos de pérdida ¿sabe?. La gente dice que el mundo está difícil, yo no sé lo que Dios tiene para la humanidad. Yo creo que Dios va a estar delante de nosotros abriendo brecha y van a venir calamidades y van a venir crisis económicas, y vendrán cosas difíciles pero todo eso será por la gracia y la misericordia de Dios ablandando los corazones de los hombres para que sean salvos.

Porque ¿sabe? muchas veces tiene que venir primero como la ama de casa que coge la carne dura y la ablanda primero allí con un mazo ¿no? y le golpea la fibra para romperle la fibra para que quede suave, así mismo a veces Dios tiene que venir primero con juicio, tiene que venir primero humillando la altanería del hombre, su orgullo, su ubris, su gran sentido de que puede prescindir de Dios. Y Dios tiene primero que mostrarle a la humanidad autosatisfecha de que no son sino polvo para que Él entonces pueda levantarlos y restaurarlos.

Nadie puede ser salvo hasta que no humilla su intelecto ¿sabe?. Nadie puede ser salvo hasta que no se humilla delante de Dios. Esta cultura es demasiado próspera, demasiado autosuficiente. Su tecnología le ha deparado tantas cosas interesantes que se creen que pueden prescindir de Dios pero no saben que son simplemente energúmenos, son frágiles criaturas que necesitan de Dios, porque hay una eternidad con la cual se tienen que tropezar un día. Y hay cánceres, y hay hijos rebeldes, y hay matrimonios que se deshacen, y hay temor de la muerte, y hay vejez que viene. Todas esas cosas aunque usted sea muy rico tarde o temprano tiene que contender con esas cosas con la soledad, la tristeza, el temor, la neurosis, la ansiedad, la depresión, la vejez todas esas cosas y en esos momentos hay oportunidades para que le hablemos a la gente de Cristo.

Dios va a ir delante de nosotros como esos jugadores de fútbol defensiva que van adelante arrollando la oposición para que pase el que tiene la bola, nosotros tenemos la bola, se llama Cristo, se llama el Evangelio, se llama la Palabra de esperanza (aplausos). Dios irá delante de nosotros preparando el mundo. Vendrán cosas pero yo creo que las calamidades y los problemas y las crisis financieras que vengan serán para vida no para muerte, serán para preparar a la gente, ablandar su corazón porque Dios es misericordioso.

Así que yo no me atribulo mucho hermanos. Venga lo que venga Dios tiene buenas cosas yo lo sé y la gracia de Dios va a estar allí en medio de todas las tribulaciones y las luchas. Entonces vemos aquí de nuevo por eso me gustó este pasaje porque vemos a Jesús en Su rol evangelístico. Él va caminando, se sienta junto al camino, qué lindo este pasaje está tan lleno que nos tomaría horas desmenuzarlo. Dice que el Señor estaba cansado del camino. (canta) Cansado del camino (risas). Quizás lo tenemos que cantar después, estaba cansado del camino, cansado muy cansado.

El Señor era humano, nos quiere mostrar la humanidad de Jesús. ¿Sabe por qué el Señor puede ser una buena noticia para la humanidad? porque Él pasó por lo que hemos pasado nosotros. Dice que tenemos un sacerdote que conoce nuestra condición. Él estuvo donde nosotros hemos estado. Él se sintió solo, se sintió triste, fue tentado por el diablo mismo. Nosotros hemos sido tentados pero no tenemos el privilegio de que sea el mismo Satanás quien nos tiente directamente, siempre tiene un demonito allí secundario pero Él tuvo que bregar con el mero mero.

Fue tentado en todo dice mas sin pecado subió a la cruz, experimentó la agonía que ningún ser humano jamás podrá experimentar y por eso Él está allí para socorrernos, identificarse con nosotros. Él no tiene que hacer un esfuerzo objetivo para imaginarse lo que tú sientes. No Él lo sintió. Cuando Él ve tu dolor Él lo siente en Él y una neurona dentro de Él se recuerda de lo que Él pasó cuando era humano y es humano, ¿sabe que Él es Dios y hombre todavía allí en el cielo?. Cristo no se despojó de su humanidad cuando subió al cielo, es interesante y una ñapita teológica que yo les doy.

Cuando Él resucita tiene las marcas, come ¿no?, Es decir que yo creo que allá arriba Él es un ser raro, es una mezcla de humanidad y divinidad todavía, eso fue irrevocable Dios lo hizo no sé si le estoy volando la tapa de los sesos a alguien pero es interesante eso ¿no?. Así que Él conoce tu condición, Él sabe lo que este mundo necesita, Él resuena con nosotros y nuestras necesidades.

Entonces el Señor allí cansado se sienta pero Él nunca estaba demasiado cansado para evangelizar un alma. Nosotros nunca debemos decir: ¿sabes qué? estoy demasiado cansado, tengo demasiados problemas, tengo situaciones económicas que resolver no sé cómo hacerlo. No importa cuál sea tu situación siempre reserva un poquito de tiempo para hacer la obra del Señor. En tu trabajo, en tu casa, en tu escuela, en tu trabajo, en tu vecindario tú estás 24 horas al día destacado por el Señor para ser un agente de vida.

Pero ese Cristo humano-divino se sienta allí esperando una oportunidad que Él sabe que ha de venir y se acerca una mujer yo creo que símbolo de toda la humanidad perdida, una mujer samaritana a coger agua de un pozo. Es un pozo muy simbólico porque ese pozo lo cavó Jacob, padre patriarca de los judíos, de la religión judaica. Los samaritanos eran mitad judío y mitad otras tribus paganas, era una raza mixta. Tenían raza judía pero también tenían otras mezclas y su religión también era una mezcla de judaísmo y de otras religiones. Puede leer la historia de ellos en el Antiguo Testamento. Y esa raza mixta era despreciada por los judíos auténticos supuestamente según ellos que eran puros. Los judíos despreciaban a los samaritanos y los samaritanos devolvían el favor despreciándolos a ellos también.

Esta mujer no parecía tener nada que la recomendara pero el Señor se apiadó de ella y el Señor la valoró. Tenía todos los strikes en contra de ella; mujer en una sociedad que despreciaba a las mujeres y no las contaba como una entidad espiritual, las mujeres en el Medio Oriente son todavía un asterisco que Dios puso allí, una notita al cárcel es todo. No era valorada. Uno hubiera pensado que el Señor hubiera ido con el poco tiempo que tenía al jefe del pueblo o a una persona influyente pero no.

Esta mujer, mujer despreciable, segundo lugar samaritana como decimos, era mujer de un pueblo impuro que se había descarriado. Había abandonado los caminos de la verdad y todavía practicaban una mezcla rara de religión. Tercer lugar otro strike que tenía contra ella: una mujer de dudoso pasado. Cinco maridos entre comillas "marido" y el sexto tampoco era. Esta mujer era diligente déjeme decirle, perdía un marido y al ratito se encontraba otro de una vez. Algunas hermanas dicen: Padre dame esa unción, uno sólo yo no te pido más (risas).

Esta tenía seis detrás de ella y yo no sé si era porque era sensual o porque necesitaba tener un hombre al lado de ella. Hay mujeres que son así no es porque sean sensuales es simplemente porque se realizan con un cuerpo masculino al lado de ellas. Y esta mujer había tenido todos estos maridos y dicen algunos comentaristas del pasaje que quizás por eso se encontraba ella sola allí en esa plaza pública cogiendo agua cuando tomar agua del pozo era algo social. Quizás las otras mujeres de la aldea decían: ¡hm! vamos a cuidarnos de esta y cuando la veían venir halaban al marido y lo metían adentro de la casa y cerraban las puertas y las ventanas (risas).

Ella está sola allí y el Señor la vé. ¿Por qué el Evangelio registra estos eventos?. Porque yo creo que el Señor evangelizó a cientos y cientos de personas pero solamente tenemos unos cuantos ejemplos de lo que el Señor hizo. Yo creo que el Espíritu Santo quería que nosotros plasmáramos nuestros ojos sobre ese evento y que entendiéramos algo así como lo hizo con Saqueo, como lo hizo con la historia del hijo pródigo, con Bartimeo, con la historia del centurión romano y con tantos otros personajes de la Escritura. El Señor quería como escoger un personaje ejemplar en el sentido en que era un personaje representativo. Esa mujer representa a la humanidad.

Representa gente que está en tu vecindario, representa un homosexual que tú no quieres saber de él, representa la persona que se sienta a veces a tu lado en la Iglesia con tufo a licor, representa a la persona que huele mal, representa al desamparado allá afuera, representa al borrachón, a la persona corrupta sensualmente. Representa a gente que esa es la gente que Dios vino a buscar. La gente que nosotros pensamos están empedernidos.

Representa al intelectual secularista que desprecia el Evangelio y tiene ganas contra los evangélicos porque cree que son unos hipócritas. Representa al profesor universitario con su intelecto que piensa que Dios no existe y que son patrañas y el Evangelio es para los pobres, y los débiles, los que no tienen valor para encarar la vida con sus propias fuerzas y se inventan un Dios que sea como una almohadita que esté allí y les de tranquilidad.

Gente que nosotros no quisiéramos a veces que entraran a nuestra Iglesia pero esa es la gente que Cristo vino a salvar ¿sabe? y están en su vecindario. Es la gente que grita los sábados borracho en la noche y que le decimos: ¡cállate que quiero dormir! y se emborrachan todos los sábados y tienen peleas y nos agüan la fiesta, y nos crean problemas pero esa es la gente que el Señor quiere trabajar ¿no? y que nosotros tenemos que apiadarnos de ellas. Nosotros tenemos que estar con los ojos alertas.

El Señor vió a esa mujer, la entendió, sabía de lo que cojeaba de qué pie cojeaba y dejó que ella se acerque y le dice: dame de beber. ¿Por qué le dice el Señor así?. Yo creo que porque Él quería usar un anzuelo para atraerla. Esta mujer lo que estaba acostumbrada era a gente que rehuía de ella, que la despreciaba y le volteaba la cara. Quizá estaba con pintalabios y con un vestido provocador y con un caminar coqueto pero el Señor no dejó que eso lo atemorizara, dice: dame de beber.

¿Sabe también? los discípulos dice que al rato vinieron, lo encontraron hablando con una mujer y dijeron: uf ¿el Señor hablando con una mujer? los rabinos judíos y no querían que nadie los viera para que no pensaran otra cosa. Tenemos que despojarnos de esas tonterías hermanos, tenemos que despojarnos de esas. Yo creo que el Evangelio es llano, el Evangelio es al ras del suelo, necesita gente que huela a oveja ¿sabe?. Los evangélicos somos demasiado temerosos a veces lo que hacemos es proyectar nuestros propios demonios que tenemos adentro con una piedad falsa.

La gente quiere gente llana ¿sabe? gente que le hable en su propio lenguaje, gente que se arriesgue, que quiera ser sal de la Tierra. Que haga amigos en el mundo, que sepan reírse, que no tenga todo el tiempo que estar uno: ¡cuidado que ahí está el evangélico! no digamos esto o lo otro ¿no? son tonterías, si usted lo dice en su casa peor que ellos algunas veces seguramente.

Al Señor no le importaban esas cosas entonces toma a esta mujer y le dice: dame de beber porque Él sabía que esta mujer cuando Él le pidiera de beber siendo obviamente judío como ella reconoce, un hombre piadoso, ella no está acostumbrada a ese trato. El Señor se pone mas bien a merced de ella. Nosotros tenemos que aprender cómo ganarnos la gente antes de predicar el Evangelio ¿sabe?.

Fíjese cuando el Señor ve a Saqueo este otro pecador empedernido corrupto político oprimiendo a la gente, el Señor no lo rechaza tampoco. Saqueo tenía una herida por dentro. Tenemos que recordar eso, la gente a veces usted los ve por allá renegando de Cristo pero ellos en su ser interior desean conocer a Cristo yo creo. Al final de cuentas hay que ir por encima de toda esa retórica que ellos le ofrecen; hay un ser allí necesitado en su soledad del Señor.

Y Saqueo un corrupto político tenía una herida en su corazón. Se sube a un árbol para ver a Jesús cuando Él pase porque él cree que eso es todo lo que él merece, simplemente ver la sombra de ese ser, ese hombre que predica un Evangelio de gracia y de esperanza para los pecadores. Él no esperaba que el Señor lo iba a llamar. Y el Señor cuando lo ve ahí subido en el árbol sabe quién él es, sabe lo que hay en su corazón y le dice: Saqueo bájate de allí, esta noche me voy a comer un sancocho en tu casa así que prepáramelo, vamos para allá. Ni espera a que lo inviten Él se invita.

¿Sabe que hay mucha gente que le gusta así? hay gente que le dice: prepárame un mangú que me lo voy a comer allá en tu casa, una pupusa, unas tortillas, lo que sea ¿no?. A la gente le gusta servir porque lo que esperan es el evangélico: "no yo no como esa carne de cerdo eso es demasiado impuro para mí." Nosotros tenemos que ser gente de la tierra, a mí me gusta la gente llana, sencilla que no ande por allí y que usted le tiene que rendir grandes pleitesías, pantalleando como dicen por ahí algunos. Una piedad falsa.

Usted no tiene que probarle nada a nadie. Si usted tiene la santidad de Dios no tiene que estar vistiéndose por allí de santurrón, la santidad es algo que es orgánico, es algo que es total. Le sale por los poros aunque usted no quiera. Si usted lo tiene usted puede reírse, Jesucristo iba a las fiestas, comía lo que le ponían en frente y no voy a decir otra cosa para no crear por allí malos pensamientos en ustedes, bueno ahora sí lo tengo que decir se tomaba su copita de vino también, por favor yo no quiero agüarle la fiesta a nadie. Si usted ha padecido de paso el problema de alcoholismo ni lo toque ni lo huela pero aparte de eso el Señor. Y los fariseos renegaban de Él, lo criticaban. Decían: este es un comelón, un bebedor de vino.

El Señor era llano, era sencillo. Y Él cuando le dice a Saqueo: mira esta noche voy a comer contigo cuando llega a la casa está llena de otros pecadores como Saqueo, qué oportunidad evangelística tremenda. Y ahí estaban los fariseos comiéndose los nudillos y criticando al Señor mirándolo con ojos críticos: ah si éste fuera profeta no comería con esta gentuza. ¿No? pero el amor del Señor venció a Saqueo, y Saqueo se paró sin que el Señor le predicara nada y dijo: oh yo me arrepiento, si he engañado a alguien se lo devuelvo cuadruplicado y doy la mitad de todos mis bienes. Saqueo se convirtió con todo y zapatos y el Señor no disparó ni siquiera un tiro porque Su amor lo venció.

Nosotros tenemos que ser gente así hermanos, gente que nos ganemos a los demás. Seamos ferozmente santos pero también llanos, naturales, sencillos. Ganémonos a la gente con nuestra humanidad a flor de piel en otras palabras. Y esa es la mezcla que yo veo, el Señor le dice: dame de beber y la mujer se sorprende porque ella lo que espera es un rechazo, una mirada crítica y le dice: ¿cómo Tú siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana?.

El Señor dice porque mire cómo Él usa un símbolo que tiene que ver con su situación en ese momento, está cogiendo agua, el Señor prepara agua, vida, esperanza. El pozo es un pozo que indica la religión fallida del judaísmo. Encontraste la religión, la espiritualidad genuina, viva que Él quiere. Hay una serie de imágenes poéticas que se le ocurren al Señor y Él las ensambla en esa petición: dame de beber. ¿Señor cómo Tú? se sorprende, fue un acto redentivo lo que Él hizo. La afirmó, la bendijo con Su petición, la reconoció como un ser que podía dar, que tenía agencia como dicen hoy en día una buena palabra. Tenía valor inherente, podía bendecirlo a Él, servirle a Él.

Entonces el Señor aprovecha ¿no? Él la va jalando como un buen pescador hala un salmón o un pez espada, poquito a poquito cansándolo, lo hala poco a poco y le dice: "si tú supieras quién es el que te pide que le des de beber no solamente le darías sino tú le pedirías a Él y Él te daría agua viva." De nuevo ¿no? Él la enamora y la engatuza como decimos nosotros con esa declaración porque lo que Cristo quiere dar es agua viva.

El Señor establece una dicotomía entre el agua del pozo, esta mujer tenía que trabajar para sacar su agua. Era un símbolo, todo ese acto que ella estaba llevando a cabo era un símbolo espiritual. Ella tenía que venir de su casa cargando una tinaja pesada, vacía llegar allí, meter una lata o lo que fuera, no creo que hubiera metal en ese tiempo que pudiera pero algo, un envase bien hondo, llenarla de agua, halarla, sacarla, echarla sobre su tinaja, cojer la tinaja, ponérsela aquí ponérsela en la cabeza y volver otra vez donde ella vivía quizá bajando una cuesta que ella había subido antes, llegar a su casa, ponerla en un sitio, comenzar a dispensarla y al ratito tenía que volver otra vez al otro día con otras mujeres o sola a repetir el mismo acto, mañana y pasado mañana y hasta que se muriera tenía que hacer lo mismo, trabajo, esfuerzo.

Esa era la religión judía y es la religión en cualquier parte del mundo, seas tú religioso o seas simplemente secular tú tienes que ser como la mujer samaritana. La gente se toma una droga, les da ánimo y los hace sentirse como gigantes. Cuando la droga pasó lo que les queda es la quemazón de la droga y tienen que volver a meterse una dosis más grande porque ya su sistema nervioso se acostumbró a la primera dosis. El sensual tiene que acostumbrarse cada vez a cosas más prohibidas para poder sentir el mismo estímulo.

El que tiene dinero necesita más dinero. El que llegó a la cúspide de la corporación como ejecutivo principal necesita ahora una corporación más grande qué regir. El que escribió el primer libro ahora necesita uno que sea un best-seller, un éxito de publicación para sentirse mejor y cuando tiene ese entonces ahora quiere ser poeta y no se contenta con criticar a los poetas sino que quiere ser él también un productor de poesía. No hay fin, no hay de hacer libros, no hay fin de hacer graneros siempre lo que te queda es hacer como el rico ese insensato que simplemente cuando tiene un granero ya dice: ¿qué haré con mi dinero? bueno destruiré esto y haré más grandes.

¿Usted ha visto eso? esa es la labor que el hombre ha recibido, el hombre caído construir graneros y después bajarlos y hacer otros más grandes. Así hace la gente en esta ciudad siempre están destruyendo edificios que son de lo más lindo y los tienen que destruir para hacer otro más grande y con más capacidad, terrible ¿no?. Como esta mujer. Eso es lo que el hombre es sin Cristo, sin Dios, tiene que procurarse su propia agua. Y esa agua como el agua de la mujer samaritana solamente satisface por un momento y después hay que buscar más agua. Y es un agua tóxica porque te llena por un momento pero también te resta algo siempre.

Los placeres del mundo, los éxitos del mundo siempre te roban algo a la vez que te dan algo y te van debilitando paulatinamente. Cristo dice: ¿sabes qué? mira. Si tú supìeras quién es el que te pide, Yo tengo un agua que es diferente al agua del pozo y es diferente al agua de tu religión. La religión es así también. La gente viene a la Iglesia un domingo, hace sus rituales, ve allí al sacerdote o al Pastor haciendo sus escaramuzas y sus cuestiones allí raras, se persigna o se levanta, levanta las manos porque le dicen que las levante, se va a su casa a su miseria de siempre y vuelve el próximo domingo para que le inflen la goma otra vez hasta que se le desinfla y vuelve el domingo otra vez.

Esa es la religión eso es lo que hace. Qué bueno es cuando una persona sabe que tiene el agua adentro. Dios nos ha llamado a ser camellos espirituales. Yo comparo a la gente a gallinas o a camellos perdonen que a veces soy (ríe), no son animales muy elegantes pero son reales ¿no?. Dios quiere que tú portes el agua tú mismo dentro de ti ¿cuál es el agua? se llama Cristo Jesús, se llama el Evangelio, la Palabra de Dios, los principios del Evangelio.

El Señor dice: Yo tengo un agua muy diferente a la que tú portas. No es el agua de la justificación por tus propias obras, tus propios esfuerzos es un agua que te viene gratis. El producto que yo vendo no tiene precio y sin embargo es gratis. Yo te lo doy, lo instalo dentro de ti cuando tú te abres a él y esa agua corre dentro de ti para vida eterna. Es un agua viva, no es un agua empozada de un pozo, es un agua que corre y hace ruido, que promete vida y gozo y esperanza como un arroyuelo nos deleita con su sonido, es un agua fresca, es un agua aireada oxigenada por su correr. Es el agua del Evangelio.

Y el Señor dice: Yo te puedo dar esa agua salta para vida eterna. Esa agua es gratis, tú la llevas dentro de ti no tienes que ¡wow! ¿quién no quiere ese producto?, y no solamente satisface tu sed física satisface tu sed emocional, espiritual, intelectual, da sentido, significado, propósito. Te enseña de dónde vienes, a dónde vas, te enseña a perder el temor de la muerte, te enseña cómo administrar tu vida cómo vencer tus demonios y tus ataduras, te libera. Esa es el agua que nosotros tenemos que ofrecerle al mundo agua de vida.

Pero hermanos yo les digo: antes de ofrecerle al mundo esa agua nosotros tenemos que beberla nosotros mismos primero. ¿Sabe? el mundo quiere un Evangelio que prometa algo. Muchas veces la gente mira a través de la vitrina, de las ventanas de nuestra Iglesia y lo que ve es la misma gente que está allá afuera: derrotada, bancarrota moralmente. Nuestra Iglesia tiene que ser diferente, nuestra comunidad tiene que ser diferente. Ustedes y yo tenemos que beber del agua del Evangelio primero hermanos. Tenemos que dejar que Cristo nos cambie, nos transforme, cambie nuestras familias.

Nosotros tenemos que ser auténticos portadores de la Verdad del Evangelio. Cuando la gente mire a nuestras casas, vea hombres consagrados a sus esposas. Mujeres llenas del Espíritu Santo y capacitadas con la autoridad que les da la Palabra de Dios. Hijos que honren a sus padres, estén estudiando y dedicados a una vida futura, estén posponiendo el placer para dedicarse al llamado de prepararse para el futuro y que puedan estudiar y graduarse, y ser hombres de bien, y mujeres de influencia en el mundo.

Necesita hombres y mujeres que han tomado sus apetitos y los han sujetado a los principios del Evangelio. Necesita trabajadores que le den a sus patrones ocho horas de trabajo por ocho horas de dinero. Necesita gente productiva, necesita gente transformada, gente liberada. Gente que ha cambiado su mentira por la verdad del Evangelio. Si nosotros no vivimos diferente al mundo no se vista que no va, el Evangelio no va a hacer mella sobre la Tierra. A menos que nosotros no primero ejemplifiquemos la vida, el agua de Dios que liberta no vamos a poder hablarle al mundo. Tenemos que someternos a la Verdad del Evangelio.

Hermanos yo estoy cansado y Dios sobre todo de gente que viene a la Iglesia, confiesa el Evangelio, saltamos, brincamos, levantamos polvo, se nos cae el moño y regresamos a la vida exactamente como entramos con los mismo problemas, mismas ataduras, mismos pecados, hermanos tenemos que cambiar. Usted y yo tenemos que sujetarnos al Evangelio, tenemos que vivir la Palabra de Dios. Tenemos que pedirle al Señor que nos crucifique y nos haga de nuevo. Tenemos que pedirle que quiebre las estructuras fallidas dentro de nosotros, que podamos expresar el amor de Dios, la compasión, la gracia, la misericordia, la paciencia, la bondad, la mansedumbre del Señor.

Un pueblo gracioso, un pueblo simpático, un pueblo atractivo. ¿Sabe lo que derrota al diablo en nuestras casas, en nuestros vecindarios? gente crucificada por el Evangelio. Gente que ha tomado su cruz y que la sigue. Gente que refleja el amor de Cristo, la personalidad de Cristo. Contra tales cosas no hay ley, contra tales cosas el diablo no tiene poder. No es el pentecostal que habla en lenguas por allí y está siempre moviendo la cabeza. Eso no afecta al diablo lo que afecta al diablo es una vida sometida a los principios del Evangelio. Gente que aman, gente santificada, tenemos que pelear por la capacidad de reflejar el amor, la gracia de Cristo.

Necesitamos matrimonios liberados, familias liberadas. Y yo les digo hermanos cuando usted asume esa carga de Cristo, cuando usted asume el yugo que el Señor le pone usted encuentra libertad, encuentra sanidad. No es solamente con la espada en la mano que se vence a sanidad, a Satanás se le vence con las manos aquí confesando gracia, misericordia y amor. El diablo no puede hacer contra eso.

Por eso el Señor derrotó a los principados y a las potestades fue en la cruz no con una espada en la mano fue allí crucificado y atado imposibilitado de moverse con su corazón latiendo por amor a la humanidad, eso fue lo que derrotó al diablo. Sangre saliendo de su costado ¿sabe? sufrimiento, heridas en las espaldas. Eso es lo que derrota al diablo, es el amor, es la compasión, es el hombre que se somete a la Palabra de Dios y se compromete a vivir una vida sencilla. La persona que perdona, la persona que es paciente y humilde no la persona que anda con el látigo ahí en la mano y con el juicio en la boca siempre dispuesta a criticar o a atacar a alguien. Eso no es el Evangelio.

Tenemos que ofrecerle al hombre y a la humanidad agua de vida, agua fresca, sencilla a una temperatura fresca que refresque su corazón. Este mundo está lleno de hipócritas y de fariseos y el mundo ya no quiere saber de eso. El mundo quiere gente que deje gotas de sangre en su rastro porque están cargando la cruz, están muriendo poco a poco a sus pecados y están experimentado el gozo del Señor. Cada día se hacen más livianos, más sencillos, más ligeros, más gozosos porque están perdiendo el peso de la carne y están aprendiendo el caminar de una persona liberada de su humanidad gravosa. Eso es lo que el mundo quiere esa agua de vida.

El Señor dice: esa agua Yo te la puedo dar. Hermanos nosotros tenemos que ofrecerle al mundo agua de vida. Agua que nosotros mismos hemos tomado para poder hablar de ella con autenticidad. Vamos a dejarlo allí pero de nuevo; esta mujer es tocada por ese mensaje de Jesucristo y esa mujer se convierte en una gran evangelista. Pero el Señor le dice, primero ella le dice: bueno Señor wow ese producto yo lo quiero ¿dónde tengo que firmar? yo quiero veinte cajas de esa agua, instálame de una vez el componente adentro.

El Señor dice: un momentito búscame a tu marido y tráemelo aquí. ¿Marido yo? no tengo marido. Tienes razón porque cinco maridos has tenido y aún el sexto no es tuyo. Hay que arreglar cuentas, hay que predicar a la gente la Verdad del Evangelio. Hay que predicar un Evangelio porque la gente no va a encontrar la paz que necesitan si no se sujetan también a los principios del Evangelio. Así como nosotros nos ponemos la cruz hay que decirle a la gente también: si alguno quiere ser mi discípulo tome su cruz cada día y sígame, que mi yugo es fácil y ligera mi carga.

Hay mucha gente que quiere religión, quiere liberación pero no quiere el proceso de someter su pasado al Señor. Interesantemente no sabemos qué hizo la mujer al final de cuentas, si trajo a su marido o no porque la historia no nos dice, yo asumo que en algún momento el Señor dialogó con ella, le habló acerca de su pasado. El Señor gentilmente le dijo a la mujer: ¿sabes qué? Yo te voy a dar esa agua tú la puedes recibir, pero también tienes que bregar con tu comportamiento, tienes que bregar con tu pasado.

Pero mire cómo se lo dice en una manera gentil no en una forma self rigtheous, no una forma como autosuficiente y despreciativa ¿no?, dice gentilmente, le recuerda: hay cosas que tú tienes que bregar con ellas. Yo digo que nosotros tenemos que mezclar como Iglesia un Evangelio de gracia, misericordia y amor pero también un Evangelio de Verdad y anunciarles que para ser liberados allá van a tener que dejar sus cosas.

Pero lo que el Señor nos dice es que nosotros tenemos que invitar a la gente a entrar al Evangelio y una vez que dicen: sí entonces les vamos gentilmente, gradualmente enseñando a liberarse y despojarse de su estilo de vida. El Señor no te dice primero: deja tus demonios y entonces ven, no dice: ven y Yo te ayudaré a vencer tus demonios. Y vas a tener que tomar tu pasado.

No temas si tienes ataduras si tu pasado no está totalmente arreglado y tienes ataduras, y trabas y deudas no te apures; ven a Cristo y el Señor te ayudará. Y nosotros tenemos que ser el tipo de Iglesia que permita que la gente tenga proceso. Un santo no se hace de la noche a la mañana hermanos. Un hombre de Dios se toma tiempo para formarse y Dios no va a enviar gente aquí para que la hagamos dos veces hijos del diablo. Hay gente que viene a la Iglesia y los deformamos con un legalismo y una falta de comprensión y de complejidad pastoral.

Esas iglesias nunca van a crecer y yo espero que se mueran, perdónenme que se les diga así mismo porque muchas veces esas iglesias lo que crean es gente rebelde contra el Evangelio. Esta Iglesia está abierta a todo el pecador que quiera venir a entregarse a Jesús, abrimos las puertas.

Con todo amor les digo: el que no se sienta cómodo con ese approach nuestro lo siento mucho, pero si usted viene a esta Iglesia tiene que saber que esta es una Iglesia donde nosotros queremos predicar un Evangelio de gracia y de verdad las dos cosas unidas como era Jesucristo, dice que era lleno de gracia y de verdad. Mucha gente sólo quiere la verdad pero no quiere la gracia, otros quieren la gracia pero no quieren la verdad. Nosotros somos una Iglesia de gracia y de verdad.

Queremos una Iglesia que entienda, una Iglesia de corazón pastoral. Cuando la gente entra al Evangelio vienen con cantidad de trabas y problemas. Vienen divorciados, vienen con una mujer que no es su mujer original, la dejaron por allá por República Dominicana, Guatemala donde sea, tienen otras cosas. Vienen con un enjambre de problemas, vienen viviendo sin casarse, vienen con ataduras de homosexualidad, alcoholismo, violencia, todo una cantidad de cosas. El Señor dice: ven Yo te voy a trabajar, Yo te voy a sanar Mi agua va a correr a través de ti. Una Iglesia de procesos.

Si Dios va a traer gente aquí va a traer gente complicada escúcheme. Cualquier Iglesia que esté haciendo obra de Evangelismo va a tener que bregar con mucha gente que va a venir con ataduras porque este siglo y el siglo anterior ha producido una cantidad de gente con unos problemas que no están en el manual sinceramente, y se necesita gente bíblica y espiritualmente sabia que le pidan al Señor sabiduría para cómo bregar con esto que se me viene aquí que se me aparece aquí en frente.

Y tenemos que ser gente sabia y entendida que es una Iglesia, mire yo digo nuestra Iglesia es de teflón aquí no se nos pega nada, que venga lo que venga y limpiamos las paredes y quedan igualitas al otro día. No sea tan melindroso, seamos llanos, campechanos. Dios quiere gente campechana, gente sencilla de corazón, gente que le hable a las personas con un Evangelio real. Deje todo ese vocabulario espiritualoide farisáico y háblele a la gente en lenguaje que puedan entender adecuado a su situación y denles tiempo. Yo me encargaré de anunciar nuestro Evangelio, nuestros líderes y pastores vamos a predicar el Evangelio de verdad. Usted quédese tranquilo, lo suyo es traer peces aquí nosotros los pescamos con la Palabra de Dios.

Usted traiga la gente al Evangelio y el Señor se encarga no usted, usted no hace un santo Dios lo hace, el Espíritu Santo, la Palabra de Dios, nosotros vamos a anunciar la Palabra con amor, misericordia y Dios lo va a ir trabajando y formando. Yo deseo que nuestra Iglesia sea como una maquinaria compleja y sutil que cuando la gente entra a ese engranaje de esta comunidad viva comienzan a pasar como una piecita en una industria pasando, cada pedacito la va formando en diferentes maneras hasta que salen del otro lado y nunca van a salir del otro lado, saldrán cuando se mueren porque es un proceso a largo plazo. Pero que nuestra Iglesia sea una conversación, ayude un poquito, y después otra, y después una clase de discipulado, y un sermón y un encuentro, y una amistad y un servicio, y un dar, todas estas cosas van formando y configurando un hombre, una mujer de Dios.

Y eso es lo que es una comunidad viva, evangelística, pastoral va formando a la gente con los dones del pueblo de Dios. El amor, la gracia, la misericordia, comprensión, sabiduría, justicia, verdad, ejemplo, dar, servir, dejarse servir. Todas esas intervenciones nuestras y dirigidas por el Espíritu Santo van creando hombres y mujeres transformados. Nuestra función es traerlos a la máquina, meterlos por el primer engranaje y el Espíritu Santo los va llevando.

Tenemos que ser gente de amor y de misericordia. Yo no sé qué pasó con esta mujer, no me dice a mí si se divorció de su marido, si lo dejó y volvió al primero quién sabe. Yo creo que no nos dicen precisamente para que nosotros pensemos ¿qué pasó con ella?. Yo creo que como todo hay procesos. Quizás se quedó con el sexto marido y el Señor dijo: está bien no te preocupes, comienza de nuevo; borrón y cuenta nueva, sólo pórtate bien de aquí en adelante.

El Señor es más misericordioso que la mayoría de nosotros que hemos sido perdonados de cosas mayores. Yo no entiendo al Señor nunca lo entenderé, pero yo sé que mi deseo es traer al mundo a Cristo y anunciar la Verdad del Evangelio en una forma íntegra, auténtica transformadora, que el Señor nos ayude para no irnos ni de un lado ni del otro, siempre en la tensión, el filo de la gracia y la verdad, la misericordia y la justicia, el amor y la integridad. Tenemos que caminar en ese punto. Dios nos ayude a ser evangelistas balanceados.

Vamos a bajar nuestras cabezas. Yo deseo que el Señor nos toque, nos transforme, el Señor trate con estas. Señor ayúdanos este año y los próximos años. Padre hemos declarado algo, hemos querido hacer algo para Ti. Ayúdanos, ayúdanos, úngenos, capacítanos, dótanos, perdónanos, no somos instrumentos dignos de ser usados por Ti pero en Tu misericordia Tú nos usas. La samaritana no era digna de convertirse en una evangelista y sin embargo Tú la usaste dice para evangelizar a toda su aldea. Ninguno de nosotros es digno pero Tú nos haces dignos.

Mira esta Iglesia. Úngenos como cada uno de nosotros seamos instrumentos en el mercado, en la plaza, en la universidad, en el salón de clases, en la cocina, en la calle, en el tren donde sea Padre úsanos, úsanos como Jesús fue usado en un camino polvoroso de Samaria úsanos a nosotros también Señor y haznos portadores de Tu Verdad. No sé cómo lo vas a hacer, no me explico ni tengo la menor idea pero yo creo que Tú eres un Dios de milagros.

Estamos aquí, yo digo: heme aquí Congregación León de Judá envíanos a nosotros, envíanos a nosotros. Yo declaro un año de pesca milagrosa Señor, de cosecha abundante, de multiplicación de panes y de peces para darle de comer a toda la multitud, eso es lo que anhelamos Señor. Ayúdanos, ten misericordia, cúbrenos, guárdanos, protégenos, séllanos Señor, que el diablo no se ría de nosotros sino ríete Tú de gozo al ver a Tu pueblo haciendo las cosas que Tú lo has mandado a hacer y haciendo Tu Voluntad.

Queremos traer deleite a Tu corazón de Padre, queremos ser un instrumento Señor digno de todo lo que Tú has hecho habitar en medio de nosotros. Te alabamos Señor te glorificamos.

Hermanos yo quiero así baje su cabeza un momentito manténgala allí, quiero hacer un llamado también. Si alguien esta tarde desea entregar su vida a Jesús hemos hablado de Evangelismo, hemos hablado de un agua que es como ninguna otra agua y esa es el agua que el Señor te ofrece en esta tarde. Si alguien ha venido a la Iglesia esta tarde y todavía no ha bebido del agua que es Jesucristo yo quiero ofrecértela gratis y decirte que lo único que tiene que hacer es como hizo esa mujer samaritana: Señor dame de esa agua.

Si alguien quiere entregar su vida al Señor Jesús lo invito a entregar su vida esta tarde para que no se vaya de aquí. Dios te bendiga, Dios te bendiga, hermanos se levantan. Bebe de esa agua, bebe del agua de vida que Cristo te da, deja que el Señor transforme tu vida. No pongas los problemas adelante, no pongas las ataduras, no pongas las trabas, no pongas las dificultades delante de ti, pon a Cristo delante y las ataduras vendrán después y Él resolverá todas estas cosas.