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Vamos a la Escritura. Vamos a ubicarnos en Primera de Reyes, Capítulo 17. Primera de Reyes, capítulo 17, Versículo 1 al 7. Y vamos a estar observando un pasaje de las Escrituras que nos narra acerca de la persona de Elías como Dios le habla, como Dios le utiliza y vamos a estar tratando la temática: la sequía nos prepara para lo que viene.
Primera de Reyes 17 y vamos a estar leyendo inicialmente el Versículo 1. Ahí con su Biblia abierta, permanezca ahí, vamos a orar y luego leemos el versículo.
'Padre te damos gracias porque Tú eres hermoso, Señor, porque Tú te haces presente en medio de tu pueblo que se determina a congregarse para adorarte, para bendecir tu nombre, y para escuchar y atender a lo que Tú tienes Padre, para nosotros, Señor. Padre, en esta hora llevamos cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo Jesús de tal manera Señor que todo aquello que tu has determinado que tu Palabra por la cual Tú la envías hoy haga en nosotros, así sea en este día. Señor estamos ante ti con un corazón abierto, con nuestros oídos espirituales alertas, atentos a lo que Tú tienes para nosotros, Señor. Gracias te damos por Tu Palabra en esta hora. Gracias porque Tú te dispones a hablarnos una vez más. Amén, amén, amén.
El versículo uno de ese Capítulo 17 dice de la siguiente forma: "Entonces Elías bisbita que era de los moradores de Galat, dijo a Acha: Vive Jehová, Dios de Israel en cuya presencia estoy. Que no habrá lluvia ni rocío en estos años sino por mi Palabra. Vive Jehová, Dios de Israel en cuya presencia estoy. Qué no habrá lluvia, ni rocío en estos años sino por mi Palabra.
En esta parte de este capítulo 17 de Primera de Reyes en el contexto literario de lo que está ocurriendo ahí en la narración bíblica encontramos que el Profeta Elías aparece por primera vez en la narración Bíblica y ese Versículo 1 en particular nos narra a nosotros o registra una Palabra de Dios dada al Rey Akat a través del Profeta. Los versículos siguientes, los versículos 2 al 7 registran la Palabra, una Palabra dada a Elías al Profeta que ya ha administrado la Palabra al Rey, registran los versículos 2 al 7 la Palabra dada a Elías y su complemento de provisión sobrenatural divina, como vamos a ver más adelante.
Pero hablando un poquito, ubicándonos un poquito más dentro del contexto de lo que está ocurriendo dentro de la narración bíblica quiero mencionar unos detalles para que entendamos el evento de lo que está declarando aquí Elías en esta Palabra profética. El Rey Acab se ha casado con Gesabeth, una mujer que no sirve a Jehová, sino que sirve a otros dioses. Una mujer no israelita, Dios había prohibido que los israelitas, que Su Pueblo escogido se juntase con otros pueblos, porque esto le llevaría precisamente a… ¿qué? A contaminarse y a alejarse de su Dios y a pecar yendo hacia otros dioses. Esta mujer influencia en el Rey Acab y también tiene influencia en el pueblo. Y Acab mismo por causa de haber sido influenciado, influencia en el pueblo y el pueblo es llevado, se deja conducir a… ¿qué? Y es conquistado a adorar a otros dioses. Y en particular esta mujer y el Rey Acab en este momento de la historia se han tornado a adorar al dios Baal - el dios cananita de la lluvia.
Así que un pueblo que había conocido al Dios Todopoderoso, al único Dios y verdadero Dios, se deja influenciar por todo lo que trae el paganismo y está en un momento de la historia alejado su corazón del único Jehová verdadero, Dios que existe y que vive. Ha alejado su corazón y está en pos… ¿de qué? De los principios y el paganismo del servicio y el seguir… ¿a quién? Al dios Baal, dios de la lluvia.
Quiere decir, entonces, que en este contexto es que viene la Palabra profética del instrumento de Dios, Elías al pueblo y ahí la palabra decía: "Vive Jehová, Dios de Israel, en cuya presencia estoy" y se anuncia un tiempo ¿de qué? de sequía. La Palabra profética es una palabra de juicio por causa de la condición del pueblo. Cuando Dios envía un juicio tiene un propósito, cuando Dios envía un juicio ulteriormente el propósito del juicio viene por causa de lo que el pueblo ha hecho, pero el propósito de Dios es volver a traer al pueblo a Sí, a que le sirva, a que corra lo que tiene que correr. Y aclaro de qué estoy hablando en el contexto para que entendamos lo que está ocurriendo, no en ningún sentido voy a estar hablando aquí de que Dios entra a juicio ni nada de eso. Simplemente estamos ubicándonos en el contexto para luego aplicar unas verdades a nuestra vida cristiana y a nuestra vida como iglesia.
Así que en el caso de Israel, la sequía que se anuncia viene por causa del pecado.
Nosotros en nuestra vida cristiana experimentamos diferentes situaciones, vivimos diferentes experiencias que pueden ser tipo sequía o que pueden ser de otras circunstancias y lo que quiero traer o desarrollar esta mañana es que vamos a estar tomando la experiencia de como Dios trabaja con el pueblo y especialmente con Elías para aplicarlo a como nosotros debemos vivir cada experiencia que viene a nuestras vidas en nuestra vida cristiana vivirla de tal manera que estemos observando y preparándonos para lo próximo que Dios tiene para nosotros.
Es por eso que este mensaje le titulé: "La sequía nos prepara para lo que viene".
Por ejemplo en nuestros tiempos a nivel de nación hemos estado pasando por una recesión económica que ya ven, pues estamos empezando a salir y se vislumbran mejoría, pero aún así todavía falta… ¿verdad? Bastante. Entonces hay una circunstancia, que si bien como nación seamos creyentes, o no seamos creyentes, nos toca vivir porque estamos en este mundo, estamos en esta nación y nos afectan directamente a nuestra familia, nuestra casa, nuestros budgets -nuestros presupuestos- nuestras finanzas. Pueden venir las preocupaciones, las diferentes circunstancias que en consecuencia de esta situación afecta nuestras vidas, afectan lo que hacemos, afectan nuestros planes y entonces cada circunstancia sea como esta que estoy dando el ejemplo -que todos en la nación estamos viviendo- como cualquier otra circunstancia o experiencia que vivamos en la vida, nos va a afectar pero nosotros tenemos que aprender a procesar todo lo que viene de tal manera que le saquemos provecho y bendición en el Señor y podamos entonces remontarnos y apuntar hacia lo próximo que Dios tiene para nosotros y nos sirva para aprender. Nos sirva para prepararnos.
Debemos pues, mantener nuestra Fe y crecer en Fe. Agarrando del Señor y a través de las diferentes experiencias que vienen a nuestra vida. Es interesante, volviendo al pasaje de las Escrituras que el profeta que Dios utiliza para traer esta palabra a Israel, su nombre ya lo mencionamos es Elías, su nombre significa 'Jehová es mi Dios'. O sea que aún su nombre mismo ya le está hablando al pueblo. A un pueblo que se ha olvidado que Jehová es su Dios. El nombre mismo del profeta ya es profético para el pueblo, le está recordando 'Yo soy Jehová, el Dios al cual tú tienes que servir. Así como mi siervo, mi profeta, él me sirve a mí y Jehová, yo Jehová soy su Dios'. Así que el profeta llevaba un nombre que significaba el mensaje que estaba proclamando y Elías era un hombre de oración, un hombre entregado a Dios, un hombre entregado a agradar a Dios y a comunicar la palabra que Dios le daba. Históricamente y teológicamente hablando a través de las Escrituras podemos decir que Elías viene a ser un personaje en Israel de gran importancia para el pueblo de Dios. Fue de gran importancia en toda la narración bíblica que encontramos en Reyes y fue de gran importancia y es de gran importancia hasta el día de hoy en el presente para el pueblo judío. En la narración bíblica de Reyes vemos un Elías que los capítulos siguientes se narra y se cuentan incidentes de milagros, de señales, de prodigios que ustedes pueden haber escuchado aquí en Predicaciones de como Dios trajo palabras y realizó proezas y milagros a través de este profeta.
Así que pronunciaba la Palabra pero también entonces Dios lo utilizaba como un prodigio con señales, con milagros porque 'Jehová es mi Dios'. Y Elías también representa lo que significa hasta el día de hoy para los judíos el sentido de anuncio entre otras cosas de la venida del Mesías. A tal punto que los judíos en el presente para la Pascua dejan una silla vacía en sus mesas para cuando venga Elías porque están esperando que Elías venga primero antes de que llegue el Mesías; ya que para los efectos de los judíos el Mesías todavía no ha llegado.
Así que Elías tiene una importancia histórica y teológica para el pueblo de Dios, para nosotros también en este día. La base de la declaración de la Palabra que está dando el profeta se cimenta, la base es Jehová mismo porque él declara 'Vive Jehová. En cuya presencia estoy'. Lo que él comunica no lo comunica porque se le dio la gana comunicarlo. No lo comunica porque se le ocurrió de su cabecita, no lo comunica porque observó la condición del pueblo y dijo, “¡Ay! ¡Yo debo de darle una palabra fuerte a este pueblo!” Si que lo comunica responsablemente porque como profeta indaga antes su Dios y su Dios le comunica la palabra como instrumento fiel al Señor es usado para procesar eso que sale del trono de Dios para corrección, en este caso, de su pueblo. Y ya aquí -aunque no es la temática de hoy pero déjenme mencionar alguito. A veces yo hago eso en las Predicaciones- aquí nada más tenemos un principio, aquello que Dios usa dando palabra específica, sea profética, sea de conocimiento. Tenemos que ser celosos y cuidadosos de poder ministrar lo que Dios nos da, de no añadir y quitar y de no darle el tono que Dios no le haya dado, sino de ser fiel, íntegros a lo que Dios nos comunica porque 'Jehová es mi Dios'. Pero volvamos a la temática de hoy: 'Vive Jehová en cuya presencia estoy'. Elías basa lo que está diciendo en el hecho de que mi Dios vive y de que él vive, él como profeta como hijo de Dios, vive en la presencia de Dios.
Aquí vemos otro punto, aquellos que servimos al Señor, sea en el área profética, en el área que sea, tenemos que vivir ante la presencia de Dios para comunicar o hacer lo que Dios nos mande hacer. No puede ser basado en nosotros mismos sino en la verdad y en el hecho de que dependemos de ¿qué? de lo que fluye del Cielo, de lo que fluye del trono de Dios para poder ministrar su bendición y su Palabra a su pueblo.
Pero también esa frase o esa expresión 'Vive Jehová en cuya presencia estoy’, nos demuestra a nosotros que hay Fe en este profeta de Dios; que tiene que tener Fe y creer a lo que Dios le está comunicando porque si no tiene Fe en lo que Dios le esté comunicando lo que va a decir, lo que va a proclamar va a ser… ¿qué? Una palabra… ¿qué? muerta. Una palabra que el pueblo quizá no respondería aún cuando es una Palabra fuerte. El profeta de Dios -aquellos que ministramos al Señor en el área que sea, sea en el área de profecía o en el área que sea- tenemos que tener fe en Dios y mantener nuestra Fe independientemente en que área Dios nos usa, tenemos que ministrar en Fe de que estamos creyendo al Dios que nos está indicando lo que tenemos que hacer. Al Dios que nos está guiando a servirle de la manera que le estamos sirviendo. La Fe de Elías estaba basada en quien es Dios. Nuestra Fe en nuestro caminar en el Señor y en nuestro servicio a Dios tiene que estar basada en quien es Dios. Dios es el único Dios, Él es el verdadero, Él es Jehová de los Ejércitos. Él es mi Rey, Él es nuestro Señor, Él es el Señor de la Iglesia, Él es único Dios que reina y que vive por siempre. Esa es la base de nuestra entrega, esa es la base de nuestro servicio.
Y el punto principal es la realidad de que mi Dios vive y que se hace presente en todo tiempo.
Israel había conocido a un Dios vivo, a un Dios que caminó con ellos en el desierto, que les cuidó, que les guardó, que les dio provisión, alimento, agua que les sostuvo. Que les pasó a través, primero del Mar Rojo y luego a través de todo el desierto, que les entrega en un momento dado la Tierra prometida. Israel vio los milagros, los prodigios de este Dios vivo. Israel había conocido ciertamente a un Dios vivo, pero en este momento en la historia se había olvidado de mantener su Fe, de depositar su fe en el Dios vivo y le habían trasladado al dios pagano de la lluvia Baal.
'En cuya presencia estoy’. ¿En presencia de quién estamos nosotros? En presencia de quien nos atrevemos a proclamar lo que proclamamos cuando ministramos la Palabra. ¿En presencia de quién comunicamos lo que tenemos que comunicar? ¿En presencia de quién pasamos nuestro tiempo? Ayer hablábamos de estar solas con el Señor, del tomar de la fuente. ¿A dónde vamos a tomar de la fuente? Elías estaba en la presencia de su Dios. Y esa expresión no solamente nos habla de cercanía con Dios sino que también nos habla de una relación de una posición oficial y de confianza en que lo que va a decir es válido porque lo está respaldando el Dios al cual sirve y el Dios que está ante su presencia.
Cuando nosotros ministramos al Señor no podemos confiar en nosotros mismos, tenemos que confiar ¿en quién? en el Dios que nos está dando lo que vamos a ministrar y que estamos en ¿qué? en su presencia. Pero esa frase 'En cuya presencia estoy' también ata a la persona que la dice -inclusive, y estoy hablando en el contexto del pueblo de Israel, a la pena de muerte si la Palabra pronunciada no se cumple- así que lo que Elías está pronunciando con sus labios tiene que ser una palabra que se pronuncia definitivamente creyendo a Dios en Fe y en confianza en el Dios al cual está sirviendo. Porque aún su propia vida puede estar en juego si esta Palabra no se cumple.
Así que la palabra del profeta viene a ser… ¿qué? la palabra de Dios mismo. Es interesante que la parte final de ese versículo uno cuando se proclama la palabra Elías declara, "no habrá lluvia, ni rocío en esto años," y luego dice, "si no por mi Palabra". ¿No deberíamos de decir...? -no hay una frase tradicional y oficial que debe de decir 'la palabra del Señor- ¿Jehová me dijo? Es interesante que el profeta está comunicando la Palabra de Dios pero en un momento dado dice, ¿si no por qué? Por mi palabra porque él sabe donde está parado. Porque él sabe que mi palabra no es mi palabra, mi palabra es la palabra que sale del trono de Dios. Así que la palabra del profeta y la palabra que sale del trono de Dios se unen y son una. Esta es la conciencia, esta es la confianza, esta es la Fe que tiene Elías cuando está comunicando la palabra al pueblo. Pero tenemos que avanzar en el pasaje Bíblico y tenemos que seguir adelante y quiero entonces repetir que el tipo de juicio, el tipo de palabra que se anuncia es una palabra de juicio donde se pronuncia ¿qué? en otras palabras: habrá una sequía porque no hay lluvia, ni hay rocío. No habrá lluvia, no habrá rocío sobre la tierra. Palestina tiene un buen patrón de lluvia y rocío pero en el verano, sino fuese por el rocío la vegetación… ¿qué? Moriría. Así que la lluvia y el rocío son igualmente importantes para nosotros en nuestros lugares pero para Palestina -como cualquier otro lugar- la lluvia y el rocío son importantes para mantener la vida de una población, de una región y en Palestina -vuelvo y repito- en particular en el verano si no es por el rocío, la vegetación, ¿qué? Se muere y cuando hay entonces tiempos de sequía como la que se está anunciando aquí en esta palabra profética… ¿qué ocurriría? Al no haber lluvia, al no haber rocío viene la hambruna, se muere la vegetación, no hay entonces frutos de la tierra, los animales también se mueren y hay un caos en la tierra.
La necesidad del rocío, por ejemplo, la vemos cuando Dios habla metafóricamente a Israel y le dice: 'Yo seré como el rocío para Israel' en el sentido de que el rocío… ¿es qué? Necesario. Que el rocío es indispensable tanto como lo es la lluvia. Así que la lluvia y el rocío se utilizan en las Escrituras de forma simbólica para hablarnos de bendición de Dios, para hablarnos de bienestar, para hablarnos de presencia de Dios en el pueblo, para hablarnos de prosperidad y aclaro en el sentido bíblico de la palabra prosperidad; no como está corriendo por ahí una doctrina de prosperidad que se sale de los principios bíblicos. Sino que prosperidad en el sentido de cuidado de Dios, de bendición, de bienestar de Dios para nuestras vidas. Así que lluvia y rocío lo que representan son la bendición de Dios sobre el pueblo y se está anunciando una palabra donde se está diciendo "la bendición de Dios se retira" por causa de… ¿qué? de la condición del pueblo. Pero vuelvo y repito, no es esa la condición de esta Congregación en este día, pero de lo que está pasando aquí vamos a seguir aprendiendo y observando unos principios que nos ayudan. Por otro lado, cuando hay mucha lluvia y cuando hay rocío significa para el pueblo de Israel que… ¿qué? Que el pueblo está en bendición, que el pueblo está en… ¿qué? En abundancia, que el pueblo está siendo favorecido por Dios porque está en obediencia. Así que cuando Elías proclama esta palabra está entendiendo lo que el profeta está diciendo porque ya en la ley del antiguo Testamento se le había comunicado la ley al pueblo y se le había dicho: "Si me obedeces, la tierra será bendecida. Pero si se alejan de mí adorando a otros dioses la tierra no recibirá lluvia, la bendición será retirada".
Así que cuando la palabra del profeta viene, el pueblo entiende, está entendiendo de que el profeta está hablando. No necesitaban mucha explicación y nosotros entonces aplicándolos la frase esta de la sequía, aplicándola a experiencias en general, del tipo que sean, que viene a nuestras vidas, nos podríamos preguntar ¿qué tenemos que hacer nosotros en tiempos de sequía? ¿Qué tenemos que hacer nosotros cuando por las razones que sean -razones pues que la vida trae, como el ejemplo que traje hace un rato de recesión económica, razones de por ejemplo cuando se nos muere alguien querido- diferentes circunstancias y experiencias que atravesamos en la vida, qué tenemos que hacer en tiempos de sequía; entre comillas digo ahora representando cualquier situación o experiencia en particular?
Número Uno: escondernos en Dios. Versículo 2 de este pasaje: 'Y vino a él palabra de Jehová diciendo -recuerden que les dije al inicio el primer versículo palabra al pueblo, del 2 en adelante palabra ¿a quién? al mismo profeta- ahora el 3: "apártate de aquí y vuélvete al Oriente y escóndete en el arroyo que Keré que está frente al Jordán", en medio de noche de sequía ya Dios tiene su plan para el profeta.
En medio de la recesión que pudiese venir, ya Dios tenía su plan para nosotros. Y yo no sé si a ustedes les ha pasado pero en momentos de recesión a veces hemos experimentado más bendición que en otro momento. Así que en medio del anuncio de lo que venga, de la experiencia que pudiese venir sea cual fuese: positiva, negativa o termino medio entendamos y vivamos con nuestro corazón confiado de que Dios tiene cuidado de nosotros y que Dios nos manda… ¿a qué? A escondernos.
Ahora bien, ustedes cuando hace unos añitos atrás cuando éramos niños, ¿verdad? Y jugábamos a las escondidas, ¿se recuerdan? Y jugábamos a las escondidas y buscábamos el lugar, ¿verdad? Cuando todo el mundo corre a esconderse y el que tenía o la que tenía que buscar se quedaba en un lugar que no veía a nadie donde se escondían, nosotros buscábamos el lugar más oscuro, más difícil ¿para qué? Para que no nos encuentren. Porque si me encontraban a mí, de último me tocaba después a mí buscar, así era el juego, ¿verdad? Pero usualmente, había algún niño, alguna niña bien astuto y travieso que se escondían en un lugar que por más que tú buscabas... entonces no me recuerdo cual era la frase que se usaba pero ya uno tenía que declarar para que saliera, porque no había quien lo encontrara, ¿se recuerdan de eso? Los otros días, ¿verdad? Pero ¿saben qué? Nos tenemos que esconder nosotros. Así somos llamados a escondernos en el Señor. Dios nos llama a escondernos en tiempos de sequía, en cualquier experiencia que venga a nuestras vidas, que identificamos que va a afectar nuestras vidas de alguna manera que sea; Dios te dice:"escóndete en mí". Y Dios le dijo a Eláis 'Escóndete en el arroyo de Kerit,' y le dio instrucciones específicas 'Que está frente al Jordán' y Dios nos dice a nosotros "escóndete en tu Kerit. Yo tengo un Kerit para ti en medio de la sequía". El estar escondidos en Dios implica seguridad, implica cuidado de Dios. El Apóstol Pablo habló de esa seguridad cuando habló "Nuestra vida está escondida en Cristo". En Cristo es que estamos seguros, no estamos seguros en nosotros mismos, sino en Cristo. Así que cuando Dios nos llama y nos da instrucciones en esos tiempos de sequía tenemos que seguirlas como hizo el profeta Elías. Vemos entonces como Dios en medio de un anuncio de sequía para el trato de Dios con el pueblo, también Dios está tratando con su gente fiel, con su profeta.
Y ahora, sí, vamos a aplicarlo todavía más a nosotros. Dios está tratando con nosotros, sus profetas, porque este es un pueblo profeta. Dios está tratando con nosotros, con su gente fiel y nos dice: "escóndete en Kerit. Porque yo traigo cosas nuevas, porque yo traigo cosas para tu vida", porque lo que estás pasando, o las experiencias que vienen a tu vida, o que vienen a esta iglesia como Congregación te van a llevar a lo próximo que Dios tiene. Entonces debemos vivir esas experiencias en la vida o experiencias como Congregación, enfocados a sacar provecho, escondiéndonos en Kerit en la presencia de Dios para estar preparados para lo próximo que viene en el Señor. "Escondete en Kerit". En Kerit tenemos la protección de Dios y el enemigo no puede encontrarnos para dañarnos. Vamos a ver más adelante como ciertamente el cuidado de Dios estuvo sobre la vida del profeta ¿en dónde? escondido en Kerit. Así que cuando Dios nos ordena escondernos, hagámoslo. Hagámoslo en fe y en confianza porque Dios nos está preparando.
¿Qué tenemos que hacer en tiempos de sequía? Confiar en ese cuidado soberano de Dios. Confiar que Dios hará lo que sea necesario hacer. A veces vivimos experiencias apretadas en la vida, aún en lo financiero pero seguimos confiando en que Dios está en control y que Dios nos va a sacar al otro lado y a veces cuando menos imaginamos, ahí viene el auxilio de Dios. A veces pasamos unas experiencias más apretaditas que otras, pero le aseguro una cosa: Dios no falla. Dios no falla. Los hombres nos pueden fallar pero Dios no nos falla y Dios no le falló al profeta. Y es interesante que en el Versículo siguiente le sigue diciendo: "Beberás del arroyo. Y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer". Dios utiliza ahí a la naturaleza misma a su servicio para proveer al profeta. Y al profeta se le indica, se le dan instrucciones de que en Kerit va a beber del agua de Dios. Elías debería beber del agua que Dios iba a proveer en un tiempo que no habría agua, en un tiempo en que habría sequía. Dios provee en medio de la sequía, en medio de las experiencia, en medio de las circunstancias, Dios te da de lo que otros no tiene. Pero hay que ir y tomar del agua que ya Dios ha determinado proveer en Kerit.
Hablábamos del agua ayer cuando hablábamos de la temática de beber de la fuente y todos sabemos que el agua es indispensable para la existencia humana, para poder vivir y bíblicamente el agua representa eso: vida. Jesús mismo declaró a la mujer samaritana y esto lo hablábamos ayer, que "El que tomase del agua que Él le da" ¿tendría qué? "No tendrá sed, jamás" porque esa agua ¿qué da? "Da vida eterna". También Jesús dijo: "Si alguno tiene sed, venga a mí y beba". Porque él ¿es qué? el agua de vida eterna. Así que beber del agua divina implica vida, pero vida para vivir una vida cristiana en abundancia, estando satisfechos en Dios, en su presencia aún en tiempos de sequía. Dios sustentaría al profeta y le daría de beber en el arroyo de Kerit. Y podemos imaginar que la experiencia del profeta fue tal al ver Dios supliéndole sus necesidades físicas que su experiencia espiritual y su fe tienen que haber crecido. El suplir de Dios en lo natural y lo físico o las necesidades que él tenía debieron haber trabajado, esa experiencia debió haber trabajado en el interior del profeta para afirmar aún más la fe que ya el profeta tenía. Así que independientemente de las diferentes experiencias que vivimos en la vida, aprendamos e intentemos buscar en ella el lado positivo de la fe. El lado positivo de lo que Dios tiene, afirmar nuestros corazones en medio de las experiencias, en medios de las circunstancias porque
Dios nos está enseñando para lo próximo que viene, para que afirmemos nuestro corazón, nuestra confianza y sigamos adelante.
Elías también se le dio instrucciones que tendría que comer del sustento que Dios iba a proveer, o sea, no sólo agua sino que también se le dijo: 'Y yo he mandado a los cuervos que te den allí de comer'. Dios había ya dado instrucciones. Al arroyo que proveyera el agua, y a los cuervos que le proveyesen de comer. Pero es interesante que Dios utiliza a quien quiere como quiere. Porque ahora estamos hablando de animales, de aves. Los cuervos son depredadores o sea depredan los animales muertos, las carnes de los animales pero ¿para quién? ¿Para llevarselos a alguien para que coma? No; para sí mismos. Quiere decir entonces que Dios va a hacer el milagro de utilizar los cuervos para que depreden la carne de los animales pero que en vez de quedarse con ella se la lleven ¿a dónde? al profeta. Dios iba a suplir de la manera que a él soberanamente se le ocurre y determina suplir al profeta. Ahí está un milagro de Dios. Está el milagro del agua que saldría del arroyo y estaría el milagro de Dios supliendo a través de unos animales que lo que agarran es para sí mismos, no para llevárselo a nadie. Pero en este caso la orden divina salió del Cielo, salió del trono de Dios y los animales, los cuervos, llevarían provisión. Dios te envía cuervos y te provee lo que necesitas y estamos hablando materialmente, necesidades físicas y otras áreas. Dios utiliza a quien quiera utilizar. En otras porciones de las Escrituras, en otros pasajes bíblicos los cuervos representan cosas negativas, pero en otras ocasiones representan cosas positivas. En este caso Dios los utiliza positivamente para bendecir y dar provisión al profeta.
Yo he experimentado que Dios ha enviado sus cuervos en mi vida a través de los años, aún en lo financiero. Yo recuerdo en Puerto Rico hubo unos dos años que estuvimos dedicados a la labor misionera por completo, hicimos misiones por unos diez años. Pero en todos esos diez años dos dedicados por completo, sin trabajar secularmente. Y entonces dependíamos de la provisión de Dios y yo recuerdo que yo llegué un día a mi casa y frente a la puerta de entrada había dos empaques, dos bolsas o fundas de verduras, de alimentos. Nunca supimos quien las dejó en aquel lugar. Dios envió sus cuervos. Dios envió su provisión.
En esa etapa, en esos dos años -no sé si lo he contado antes, pero lo quiero contar para ilustrar lo que estoy diciendo- teníamos que pagar el mortgage de la casa, la hipoteca de la casa y nos faltaban 75 dólares y el pago se vencía al otro día. Esa noche tocan a la puerta, un pastor que vivía dos casas más abajo de donde nosotros vivíamos llegó con un sobre en la mano. Él sabía que estábamos en misiones y da la casualidad ¿verdad? de que ese día Dios lo tocó para que fuera a nuestra casa con un sobre y darnos una bendición. Y ¿saben qué? cuando abrimos el sobre ¿de cuanto era la cantidad? 75 dólares. Dios utiliza quien quiera utilizar envía sus ángeles, envía sus cuervos, pero envía provisión y suple a nuestras necesidades. Suple a nuestras necesidades físicas, suple a nuestras necesidades emocionales, suple a lo que necesitamos.
¿Cuántas veces ustedes no han recibido una llamada de un hermano o una hermano que le dice, "permíteme orar por ti," o "tuve un sueño," o "tengo una preocupación por ti y Dios me ha enviado esto," y es precisamente lo que tú necesitas? Dios envía y suple en medio de las experiencias, en medio de la sequía, en medio de las circunstancias. En Puerto Rico hicimos -como les mencioné- misiones mucho tiempo, la iglesia donde estábamos sigue haciendo misiones hasta el presente; yo recuerdo que en los tiempos en que nosotros estábamos allá, había una persona no creyente, no evangélica, vamos a decirlo así, que trabajaba con una agencia de seguros que se recogía por incendio o inundaciones o lo que fuese que se podía salvar la mercancía que estuviese razonablemente bien. Esta mercancía se la entregaban a esta persona y él estaba libre lo que quisiese con ella. Y nos llama a nosotros porque sabía que dábamos viajes misioneros a Haití, a los indios a suplir las diferentes necesidades y nos llamaba y nos daba de esa mercancía. Dios supliendo a través de sus cuervos. Y no solamente nos da la mercancía sino que luego venía "¿para dónde es que van?, ¿qué necesitan?" y hacía un cheque de a veces mil, dos mil o tres mil dólares para ¿qué? para ir a suplir a las necesidades de otros lugares. Dios supliendo aún a través de personas no creyentes, Dios utiliza a quien quiera utilizar para responder a nuestras necesidades.
Todas estas experiencias que vivimos en ese trato y en ese proceso de Dios nos hacen mantener nuestra fe y crecer en Fe en este proceso. Dios también le anuncia al profeta que le daría de comer, perdón ya le anunció que le daría de comer, pero entonces, los cuervos no solamente iban a llevarle carne sino que también los cuervos le llevarían pan.
El Versículo siguiente dice: "Y él fue e hizo conforme a la palabra de Jehová "él" se refiere a Elías. Elías obedeció. Dios le da las instrucciones y Elías obedece. Y luego dice "pues se fue y vivió junto al arroyo de Kerit que está frente al Jordán" y ¿qué ocurre? Versículo 6 "los cuervos le traían pan y carne por la mañana y pan y carne por la tarde y bebía del arroyo". O sea, los cuervos no solamente le traían carne sino que también le trajeron ¿qué? pan. La palabra pan en el hebreo es la palabra "leham" y se traduce por nuestra palabra pan, pero usualmente representa en la Biblia, en el hebreo, el alimento sólido en general. No solamente y exclusivamente lo que nosotros conocemos como pan, sino alimento sólido en general. Así que Dios le está proveyendo alimento sólido al profeta, le está provengo de lo que necesita en tiempos de sequía cuando otros no tendrían, el profeta, sí tendría. Dios te ha provisto, aún cuando otros no tienen nosotros hemos tenido aún para echar para adelante un proyecto de iniciar un nuevo edificio. Dios está proveyendo, Dios está bendiciendo aún en tiempos de sequía.
Así que Dios cumple la palabra que pronuncia al profeta, también cumplirá la palabra de sequía que anunció al pueblo. La Escrituras nos hablan a nosotros de alguien que es el "pan de vida". Jesús, es el pan de vida y el que "viene a Jesús -dicen las Escrituras- no tendrá hambre" pero ese versículo bíblico no solamente se aplica para el momento en que nos convertimos sino que no tendremos hambre en nuestra vida cristiana. Cuando venimos al Señor -y ahora le estoy dando un énfasis al no tener hambre en el sentido espiritual- no tendremos ya hambre, porque en el Señor somos saciados, pero tenemos que ir a Kerit porque en Kerit es que Dios nos ha de suplir su pan y su bendición. Tenemos que ser obedientes como el profeta Elías. Dice la Escritura que el "profeta fue e hizo como Dios le mandó".
A veces nosotros queremos recibir las bendiciones de Kerit pero sin ir a Kerit y sin hacer lo que Dios nos manda hacer... Queremos tomar del "pan de vida" cada día pero a veces no vamos a donde tenemos que ir. Dios nos sostiene en medio de la sequía pero tenemos que seguir las instrucciones de ir a nuestro Kerit. Ciertamente, Dios sostuvo al profeta y ciertamente Dios nos sostiene a nosotros pero el profeta obedeció y nosotros tenemos que obedecer. En la obediencia del profeta vemos a un hombre que sigue creyendo a Dios, porque si tú no crees que Dios ha de proveer en el lugar que te dijo, tú te vas para otro lado. El profeta mantuvo su fe y se mantuvo ante el anuncio de sequía. Nosotros tenemos que mantener nuestra Fe y tenemos que obedecer. Dice que "vivió junto al arroyo", se fue y vivió junto al arroyo. Vamos a ir y vamos a vivir junto a nuestro Kerit. Hay que hacer conforme y accionar y actuar conforme a las instrucciones que Dios da. No podemos tomar otra ruta.
A veces escuchamos la palabra y nos gozamos "¡Ay, sí Señor, Tú nos vas a cuidar, porque Tú has hablado!" pero después cuando tenemos que seguir las instrucciones y los detalles de lo que tenemos que hacer, cogemos por otro ladito, cogemos por otra vía, por otra ruta, Dios no cumple lo que prometió no porque no quiso sino porque nosotros no cumplimos nuestra parte. Dios espera que vayamos a Kerit porque en Kerit está la bendición y la provisión de Dios. Hay que hacer conforme a lo que Dios nos dice. Hay que ir a donde Dios nos dice que vayamos y ciertamente ya leímos que los cuervos venían ¿y? le servían. La autoridad y la palabra de Dios se cumplen a cabalidad. Dios no falla. Esa es una de las experiencias o una de las verdades que aprendemos en Kerit. La realidad de que Dios no te falla. ¿Tú has visto....? Claro que sí, que Dios no te ha fallado y ahora Dios le está hablando a una persona en particular. Si tú has visto en el pasado como Dios no te ha fallado, que tú fe no decaiga te dice el Señor en esto que estás viviendo en el presente. Porque así como Dios hizo en el pasado así tú harás en el presente y aún más. Tú has visto. Y también te dice pueblo, el Señor ¿tú has visto yo he hecho en medio de ti? Así que pueblo yo no he de fallar, yo tengo para ti todavía cosas mayores. Tú has visto pueblo y verás, te dice el Señor.
Volviendo a las Escrituras, repetimos, los cuervos venían y le servían. Se cumplió la palabra proclamada por Dios para el profeta. Se cumplió porque el profeta obedeció. Con esto vemos que la fe está ligada a la obediencia. Y la obediencia está ligada a la fe por cuanto que creemos a lo que Dios ha dicho, obedecemos y por cuanto obedecemos vemos que Dios cumple lo que ha dicho. La obediencia lleva a crecer en fe al ver que Dios cumple lo prometido. La obediencia lleva a un proceso mayor, a una etapa mayor de avanzar en ver la realidad del cumplimiento de Dios.
La fe bíblica es aquella que está ligada con lo que Dios dice, por eso digo la obediencia está ligada a la Fe. La fe bíblica es una que obedece porque está de acuerdo con aquello que Dios dice. En obediencia me someto a las instrucciones de Dios y entonces avanzo en lo que Dios tiene para mí y a la misma vez mi fe crece en el Señor. Crecemos en nuestra fe, crecemos en el Señor dadas las experiencias que vivimos constantemente por causa de obedecer a la palabra de Dios. Pero ¿qué ocurre? volviendo entonces al versículo que le sigue encontramos lo siguiente: versículo 7: "pasados algunos días, se secó el arroyo porque no había llovido sobre la tierra". Ese versículo bíblico me deja ver a mí que la primera palabra profética que se le da al pueblo se cumplió. No había llovido sobre la tierra. ¿Okay?
Dios cumplió la palabra de juicio para el pueblo. Ya habíamos visto que Dios cumplió la palabra que le había dado al profeta de provisión pero ahora pudiéramos decir que a Elías se le pudiera estar poniendo en tela de juicio la provisión de Dios. A Dios, Señor pero ¿cómo me mandaste a Kerit y ahora que pasó? No había llovido, como no llovió se secó pero Tú dijiste que aquí yo bebería del arroyo. Y ¿que pasó, Señor? Dios te proveyó en Kerit, pero Dios te lleva a otro lugar porque Dios tiene otros planes y en esos otros lugares también te proveerá.
A veces Dios nos envía Kerit pero es por un tiempo que vamos a estar en Kerit. Luego Dios tiene otros lugares donde tenemos que ir y también obedecer y también entraremos en el proceso de mantener nuestra Fe y de crecer en Dios pero tenemos que movernos de Kerit.
A Dios: "Señor, Tú me fallaste. Se secó el arroyo", podría haber dicho el profeta. Pero, el profeta... ¿qué hizo? El profeta no comenzó a quejarse, "pero Señor Tú me mandaste aquí y el arroyo se secó." ¡No!", el profeta simplemente siguió las instrucciones próximas que Dios le iba a dar. Y no podemos entrar a todo el pasaje que sigue solamente voy a leer un versículo.
Dice: "vino luego a él palabra de Jehová diciendo 'Levántate, vete a Sarepta de Sidón y mora allí. Y aquí yo he dado orden a una mujer viuda que te sustente'". Tuvo la experiencia de Kerit, obedeció, mantuvo su fe, su fe tenía que haber crecido, pero ahora nos vamos de Kerit para otro lugar. Y en ese otro lugar ya Dios tiene provisión. Cada experiencia en nuestras vidas nos lleva hacia un próximo lugar y en ese próximo lugar vamos a seguir aprendiendo para uno próximo que Dios tiene. Así que podemos decir que cada experiencia, cada Kerit en nuestras vidas nos debe trabajar en nosotros para preparación de lo que Dios tiene para nosotros para preparación de lo que viene. ¿Qué vino después para Elías? Ya lo leímos, ustedes han estudiado este pasaje de la viuda de Sarepta. Dios le provee a través de una mujer viuda un puñado de harina, un poco de aceite que le queda, tiene que preparar comida al profeta. Pero luego entonces ni el aceite ni la harina faltó.
Y el profeta pudo haber dicho: "¡Ay, Señor! pero, ¿por qué no permitiste que el arroyo siguiera fluyendo agua y qué los cuervos me siguieran trayendo carne en vez de llevarme donde esta mujer que nada tiene?" El profeta obedeció que parece ilógico, pero también la mujer obedeció. Cada experiencia nos lleva a… ¿qué? A obediencia y a crecer en Fe
¿Qué más vino después para Elías? Vino la resurrección del hijo de Sarepta. Cuando el hijo muere, Elías ora por él y Dios lo resucita. ¿Qué más vino después para Elías? Vino según la narración bíblica de Reyes, vino la confrontación con los 400 profetas de Baal. ¿Recuerdan? Israel se había apartado adorando al dios Baal, el dios de la lluvia, Elías los confronta. Preparó un altar, echa agua en derredor del altar y les dice "Oren ustedes a Baal para que envíe fuego, para que consuma el holocausto". Pero ellos allá hicieron cuanta ceremonia pudieron hacer y nada pasó. Pero cuando Elías echa agua en derredor del altar que él prepara para Jehová, descendió el fuego y consumió aún en el agua. Y consumió el holocausto y Jehová demostró a través del fuego que Baal dios de la lluvia, realmente no es dios de la lluvia porque había habido sequía en toda la tierra y que Dios es Dios del fuego, de lluvia, de toda la naturaleza porque Él es el único Dios.
Cada experiencia que vino después de la experiencia vivida va llevando al profeta de gloria en gloria. Cada experiencia que vivimos en el Señor y que somos obedientes y mantenemos nuestra fe nos llevan a crecer en fe y a vivir de gloria en gloria. Cada Kerit nos prepara para lo próximo que Dios tiene para nosotros.
¿Qué más vino después para Elías? Vamos a pasar al Capítulo 18 -no me voy a detener mucho en este pasaje bíblico- pero quiero mencionar unas cositas. ¿Qué más vino después para Elías? La confianza y la fe de Elías en Dios fue probaba por tres años y medios luego de declarar la Palabra de que vendría sequía sobre la tierra. Efectivamente por tres años y medio no llovió sobre la tierra. La fe de un hombre al comunicar una palabra, Dios cumple exactamente lo que ha se ha pronunciado a través de los labios del profeta. Pero pasaron tres años y medio ¿saben? la fe del profeta tuvo que mantenerse en esos tres años y medio. Pero llega un momento en que el tiempo ya pasó y Dios ha de enviar lluvia. Y a través del mismo profeta que declaró sequía ahora viene una palabra donde se declara que vendrá lluvia sobre la tierra.
Capítulo 18 versículo 41 dice de la siguiente forma: "entonces, Elías dijo a Acab: 'Sube, come y bebe, porque una lluvia grande se oye'". Todo esto ocurre después del evento de derrotar a Baal. Ya el Dios Baal fue derrotado, ¿verdad? Ahora cuando el pueblo comprende quien es Jehová de los ejércitos, ahora se retira la palabra de juicio y viene la lluvia de bendición. Dice: “Porque una lluvia grande se oye". Aquí el profeta está declarando una palabra de que lluvia grande se oye cuando no hay lluvia, cuando todavía está la sequía presente. Hay Fe en el corazón del profeta y hay obediencia. Acab subió a comer y a beber y él subió a la cumbre del carmelo y postrándose en tierra puso su rostro entre las rodillas. Declara la palabra que Dios le da a declarar y luego se va a orar y postra su rostro entre las rodillas, se inclina a orar y se postra ante Dios y ¿qué estaría haciendo Elías? Clamando para que la lluvia viniera. Declara la palabra y luego clama. También eso nos deja ver los procesos de los siervos de Dios. Uno obedece, uno declara lo que Dios dice, a veces uno está comunicando una palabra que no entiende por qué la comunica pero Dios sabe. Pero también uno pasa sus procesos en el Señor. Y entonces mientras Acab está allá comiendo y bebiendo y luego en el Versículo 43 dice: "Y dijo a su criado, 'sube ahora y mira hacia el mar'" y "Él subió y miró y dijo ' No hay nada' y él le volvió a decir 'Vuelve siete veces'. A la séptima vez dijo 'Yo veo una pequeña nube como la palma de la mano de un hombre que sube del mar' Y él le dijo: 'Ve y di a Acab 'Unce tu carro y desciende para que la lluvia no te ataje'". Envía al criado no una vez, no dos, no tres, ni cuatro, ni cinco, sino siete veces. Siete veces en la Biblia representa la plenitud de Dios y a las siete veces es que el criado ve la pequeña nube que anuncia la lluvia que Elías ya había dado la palabra profética y entonces cuando la pequeña nube sale Elías manda decir al Rey Acab 'Prepara tu carro, muévete que viene una grande lluvia'. Y efectivamente el milagro de Dios ocurrió, se cumplió la palabra profética de que la lluvia vendría. Acab, entonces, se les dan esas instrucciones y dice el Versículo 45: "Y aconteció que estando en esto, que 'los cielos se oscurecieron con nubes y viento y hubo una gran lluvia'" conforme a la palabra que salió que se le dio al Rey Acab 'Vete y dile que una grande lluvia viene', así mismo Dios lo cumplió.
Cuando era profeta de Dios, conforme a lo que proclama con tus labios que sale del trono de Dios, exacto como sale del trono de Dios, Dios lo cumplirá. Y tu fe crecerá al ver a Dios obrando. Pueblo de Dios conforme a aquello que sale del trono de Dios y que tú proclamas y te determinas a hacer, Dios lo cumplirá e irás creciendo de gloria en gloria al ver al Dios obrando en cada experiencia como iglesia. Y sigue diciendo: " Y aconteció que estando en esto, los cielos se oscurecieron con nubes y viento y hubo una gran lluvia. Y subiendo Acab vino a Jezeel y la mano de Jehová estuvo sobre Elías el cual ciñó sus lomos y corrió delante de Acab hasta llegar a Jezeel". Había una distancia desde el monte donde estaba Elías hasta Jezeel. Acab iba en ¿qué? en carros. Elías iba ¿qué? Elías dice que corrió pues solamente ocurrió el milagro de la lluvia después de una sequía de tres años y medio. Ahí también hay otro milagro. Elías está en el monte, Elías va corriendo no tiene ningún medio de transportación. El rey Acab va adelante conforme a las instrucciones que se le dio pero... Elías llega primero.
Dios le lleva, Dios le pasa adelante. Pueblo de Dios, Dios te pasa adelante. Y quizás llegues primero que muchos otros que van corriendo, o que muchos otros que van en carros aunque vayamos caminando, aunque vayamos solo con nuestros propios pies. Dios nos pasa adelante porque Dios se propone su propósito en nosotros. Cada experiencia, iglesia del Señor, cada experiencia sea tipo sequía o sea la que fuese, que vivimos en el Señor, debemos vivirla en obediencia, debemos vivirla en fe manteniendo nuestra fe. Nos va a llevar a ver a Dios obrando y esa experiencia nos prepara para lo próximo que viene. Así como vemos en la narración en la Biblia de la vida del profeta Elías cada experiencia luego de Kerit, vino a ser una experiencia de ¿qué? de gloria en gloria, de milagros y prodigios, de bendición de Dios de obrar tremendo y poderoso de Dios. Pero tuvo que pasar por depender de Dios en ¿qué? en Kerit.
Iglesia de Dios en este lugar, tú has dependido de tu Dios en Kerit por lo tanto Dios te lleva a lo próximo, por lo tanto Dios te lleva y una lluvia de bendición grande se acerca. Una lluvia de bendición grande viene para su pueblo por cuanto hemos sido fieles en Kerit, por cuanto hemos esperado la provisión de Dios en Kerit, por cuanto hemos batallado contra las vallas que se levantan en nuestra sociedad. Por cuanto hemos sido obedientes al Señor, por cuanto hemos entrado en cada etapa en los procesos que Dios nos lleva. Hemos sido obedientes, hemos mantenido nuestra Fe, hemos crecido, hemos madurado. Es tiempo de Dios para movernos para lo próximo.
Iglesia de Dios has sido fiel en tu Kerit, prepárate para la lluvia torrencial que viene. ¿Cuál es tu sequía? Dios te está preparando -ahora estoy hablando en el sentido individual- Dios te está preparando independientemente de la experiencia o de la circunstancia aprendamos a depender de Dios, a mantener nuestra Fe, a obedecer, a acercarnos más y más a Dios en nuestro Kerit y Dios mostrará su poder. Maduraremos, creceremos en fe, avanzaremos en el Señor y Dios utilizará de cada experiencia para prepararnos para lo próximo que tiene para nosotros.
Puestos en pie, por favor.
Te adoramos, Dios. Te adoramos, Señor. Bendito eres Dios, bendito eres Señor. Levanta tus manos al Cielo mientras escuchamos esa melodía. Y dile "Gracias, Señor". Gracias Señor porque reconozco que Tú has dado provisión en mi Kerit. Gracias, Señor porque me enseñaste a ir a Kerit. Gracias, Señor porque allí encontré tu arroyo, porque allí bebí de tu agua y comí de tu provisión y de tu pan. Comí de esa carne suculenta que me serviste en tiempos de sequía cuando se supone que no hay carne. Gracias, Señor porque en esa experiencia en Kerit aprendí que Tú eres un Dios fiel. Pero digámosle también "Te doy gracias, Señor, porque mi fe se ha mantenido, se sostuvo y creció en Kerit y ahora voy avanzando a alcanzar y agarrar y lograr lo próximo que Tú tienes para mí. Ahora voy avanzando a confrontar a los profetas de Baal a los Baales de nuestra sociedad. Ahora voy avanzando para poder bendecir otras vidas con prodigios, señales y milagros que Tú haces en mi vida y medio de tu pueblo para bendecir otras vidas en necesidad. Ahora voy avanzando para bendecir otras vidas alcanzándolas para Ti, Señor. Ahora voy avanzando a lo próximo que Tú tienes para mi vida. Ahora voy avanzando a lo próximo en lo cual Tú me quieres utilizar como instrumento tuyo en medio de tu pueblo para servirte a ti. Ahora voy avanzando como Iglesia para lo próximo que Tú tienes Señor. Ahora voy avanzando como Iglesia para lo próximo que Tú has determinado en tu plan porque has visto Señor que hemos procurado serte fiel, mantener nuestra fe en nuestro Kerit y ahora como Iglesia nos llevas a lo próximo, Señor. Digamos: Señor, aquí estamos. Cuenta con nosotros una vez más. Te adoramos Señor. Padre yo bendigo este pueblo en esta hora. Yo declaro palabra de bendición sobre esta Congregación, yo declaro Palabra de bendición sobre cada vida que está aquí en este lugar. Yo declaro palabra de bendición sobre cada madre, sobre cada esposa, esposo, hijos, hermanos, familiares. Yo declaro palabra de bendición sobre sus vidas para que sean aún más fortalecidos en Kerit y para que sigan avanzando hacia lo próximo que Tú tienes para ellos, Señor. Yo declaro para ellos fortaleza, yo declaro aún mayor crecimiento en fe, yo declaro Señor bendición sobre tu pueblo. Yo declaro, Señor que tus dones se sigan derramando aún más en medio de tu pueblo.
Yo declaro Señor, que aún más llores sanidades, milagros y prodigios así como hiciste con el profeta Elías ocurrirán Señor en este lugar como han ocurrido en el pasado, aún más, como han ocurrido en Kerit, aún más han de ocurrir, Señor y que tu nombre sea exaltado a través de tus obras, Señor. Yo declaro que tu palabra sea proclamada en este lugar y que las vidas sigan viniendo ante ti para recibirte para ser transformadas, que este lugar se siga llenando de vidas nuevas, de vidas que vienen con necesidad y Tú les rescatas y les transformas. Gracias, Señor porque Tú vas a seguir operando el milagro más grande de la salvación en este lugar. Gracias Señor por todo lo próximo que Tú traes para esta Iglesia. Los bendigo en tu nombre. Amén, amén, amén.