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Dice la palabra en Lucas 19, del 41 al 44: “Y cuando llegó cerca de la ciudad al verla lloró sobre ella, diciendo, “Oh, si también tu conocieses a lo menos en este tu día lo que es para tu paz, más ahora está encubierto de tus ojos porque vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con vallado y te sitiarán y por todas partes te estrecharán y te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti, y no dejaran en ti piedra sobre piedra porque cuanto no conocisteis el tiempo de tu visitación.”
Miren qué hermoso lo que Jesús… el corazón de Jesús se conmovió que lloró al ver la ciudad, al ver el rechazo. Yo lo que vengo es a ofrecerles paz, yo lo que vengo es a ofrecerles bienestar y no lo quieren. Miren, se pueden imaginar? Es como tener un regalo maravilloso, una hermosa herencia y que yo diga, no la quiero. Es para mí bienestar. Es para mí paz.
Entonces en este pasaje bíblico pues se le conocen como la entrada triunfal de Jesús que Jerusalén, pero para ponerlo en el contexto histórico apropiado, yo veo ahí 2 hechos importantes; el primero es que a estar alturas el ministerio de Jesús ya era público pero también estaba llegando a su máximo nivel de rechazo. Y segundo, que en este evento ocurrió el primer día de la semana, precisamente en la fiesta de la pascua donde se estaba celebrando la liberación del pueblo de Israel de la esclavitud de Egipto.
Dice que la multitud de discípulos sí estallaron en exclamaciones y alabanza pero hubo otra parte que lo rechazó, que no recibió ese tiempo de visitación y entonces Jesús llora. Se puede imaginar cuánto él llora cuando nosotros lo rechazamos, cuando nosotros vimos nuestras vidas en indiferencia a lo que él nos está ofreciendo.
He podido ver que hay muchas personas pasando situaciones muy difíciles pero que simplemente no quieren acercarse a Dios y no quieren nada con Dios. Y uno les puede hablar y uno puede ir y estamos viendo la necesidad en el mundo y con los vecinos, en donde nosotros estemos posicionados, y necesitamos ser estas estacas de fuego porque no va a ser en nuestras fuerzas ni con nuestras palabras, es el espíritu de Dios el que va a traer una transformación a las personas que no quieren ahora saber nada de él. Hay una necesidad. Estamos en medio de un mundo que está moribundo y que necesita una transformación.
Entonces yo puedo entender también que el rechazo es por ignorancia pero es voluntario. Mire, Jesús dice, porque no reconocisteis el tiempo en que vino a salvarte. Estamos viviendo esos tiempos de visitación donde el Señor no quiere que ninguna se pierda, sino que todos procedan al arrepentimiento. Y hay un tiempo de visitación que nosotros necesitamos conocer y para el que debemos estar alertas.
Cuando vemos en la Biblia esa palabra visitación, es como un tiempo especial en donde Dios viene e interviene en tu situación, en tu problema, en tu circunstancia, en tu salud, en tus hijos, en tu familia. Visitar en griego la palabra significa pasar, atravesar o recorrer, y visitación significa buscar.
Y cuando yo veo esto yo puedo ver que esos tiempos de visitación es como que Jesús viniera y pasa y recorre y llega hasta donde nosotros estamos para sacarnos de las circunstancias en las que nosotros estamos. Entonces, hay 2 causes en esta visitación, uno es de bendición, el otro de juicio.
Cuando leemos el pasaje que leíamos, el cauce de bendición Dios derrama su gracia sobre aquellos que reciben la salvación y caminan en obediencia. Entonces, si Dios nos está visitando ahora, si está trayendo esos tiempos de visitación donde él quiere poner ese fuego dentro de nosotros, tenemos que alinearnos, es que no podemos vivir vidas dobles, es que yo no puedo decir que amo a Dios pero sigo viviendo mi vida como yo quiero.
Yo siempre le digo algo a mis hijos, aunque ya son adultos, yo sé que como madre tengo que redargüir el pecado en ellos. Yo siempre les he dicho las cosas con Dios son o todo o nada, pero a medias no funciona. Entonces, son tiempos para alinearnos con Dios porque todos anhelamos esa bendición, todos queremos las promesas.
Dios ha hablado muchas cosas maravillosas a través de los profetas del año 2018, que es un año de nuevos comienzos, que es un año de cerrar ciclos pero comenzar un ciclo nuevo de bendición, que es un año de recompensa, de cosecha, de fructificar, de ensancharse, de multiplicarse. Y eso es maravilloso.
Pero con la promesa viene una condición y es que si nosotros no estamos alineados quizás no vamos a experimentar bendición sino juicio. Porque mire, el segundo cause del que habla este pasaje es definitivamente juicio sobre aquellos que están en rebeldía porque cuanto no recibieron el tiempo de mi visitación, dice la palabra que leíamos en Lucas 19. Jesús lo que dijo fue, vendrán días cuando tus enemigos te rodearán con vallado y te sitiarán.
Yo creo que nadie de nosotros quiere eso. Todos queremos bendición entonces son días en los que Dios nos está llamando. Yo no sé si a usted le interesa, a mí me interesa. Y mi oración cada día es decirle, Señor, quita de mí lo que no te agrada, quita de mí lo que no es tuyo. Quiero ir hacia el camino de la perfección. Anhelo más de ti, más de tu presencia.
Entonces, al igual que las estaciones cambian y dan paso a un nuevo propósito en nuestra vida, esas visitaciones de Dios traen también a sus hijos nuevos propósitos y nueva vida. Por eso es que el Señor ha estado hablando sobre los cambios que se van a producir en 2018. Y son cambios de bendición y todavía tenemos un poco de tiempo de aquí a diciembre para decirle, Señor, hoy me alineo a tu voluntad. Anhelo ese fuego que tu quieres poner en mí porque anhelo que 2018 sea el mejor año de mi vida.
Recientemente entramos en… según el calendario judío, el calendario hebreo, entramos en el año 5778 aunque nosotros no nos movemos en ese calendario, yo creo que Dios se sigue moviendo a través de ese calendario. Ocurren cambios, Dios habla a través de este calendario y lo que yo podía ver es el significado, es un umbral que Dios abrió, una puerta. Pero esa es una puerta, Jesús dijo, yo soy la puerta. Y él es la puerta de las ovejas y lo que él está esperando es que ahora nos volvamos a él con todo nuestro corazón y entremos por ese umbral de bendición.
Es decisión nuestra. O lo recibimos o lo rechazamos. O entramos por ese umbral dejando atrás el pasado o simplemente nos quedamos del otro lado viendo como los demás van a ser bendecidos y nosotros seguimos aquí en la misma situación. Por qué? Porque no recibimos el tiempo de su visitación.
Lo único que está diciendo es vengan, si yo estoy aquí, yo soy la puerta. Yo he venido en su rescate. Entonces, dice la palabra también en Juan 10 que las ovejas oyen su voz. Vamos a ser guiados entonces el año que viene es un año de fructificación donde vamos a ver a Dios moverse de maneras nuevas en nuestra vida, pero tiene que haber un anhelo en nuestro corazón. Tiene que haber un anhelo como ir, como decía hoy el pastor Roberto, más profundo en la relación con él y a nuevas alturas espirituales.
Definitivamente podemos creer que Dios se está moviendo de maneras nuevas y nos está abriendo puertas, así que hay algunos puntos importantes para entender sobre qué es la visitación de Dios. Número 1 es que no reconocer el tiempo de visitación de Dios implica dejar puertas abiertas para el enemigo. En lugar de yo entrar por esa puerta de bendición que Dios me está abriendo, yo dejo puertas abiertas para que el enemigo entre. Y entonces por eso era que Jesús les decía, más ahora está encubierto de tus ojos, les dijo, porque vendrán días sobre ti cuando tus enemigos te rodearán con vallado y te sitiarán y por todas partes te estrecharán y te derribarán a tierra y a tus hijos dentro de ti.
Cuando yo leo esto yo entiendo que nosotros hay acciones que nosotros podemos tomar que van a bendecir o a maldecir nuestras generaciones. Las decisiones que yo como madre o como padre usted tome, van a bendecir o maldecir a sus generaciones. Es que tenemos que pensar en las generaciones que vienen y establecer un legado de bendición. Yo tengo que pensar que tengo que enderezar mi vida y tengo que recibir esos tiempos de visitación porque eso va a traer bendición a mis hijos y a mis nietos.
Pocas veces nosotros reflexionamos sobre cuánto las decisiones que nosotros tomamos afectan a los que vienen detrás de nosotros. Debemos tomar en cuenta de que hay muchas personas atrás siguiendo nuestros pasos. Hacia dónde los vamos a encaminar, hacia la puerta de la bendición o hacia la puerta de la maldición? Se corre un peligro por ignorar los tiempos espirituales que estamos viviendo por existen, yo pienso, 2 clases de ignorancia espiritual. Una es la involuntaria, la persona no conoce los tiempos por falta de enseñanza bíblica o por falta de formación espiritual. Y así está mucha gente ahí afuera, que necesita conocer la verdad. y cómo irán si nadie les predica? Pero también la voluntaria, o sea, es la persona que conociendo la palabra, que conociendo cuál es la voluntad de Dios sigue viviendo su vida como quiere.
A mí siempre me ha redargüido mucho Hebreos 10 cuando dice que el que peca obstinadamente ya no hay sacrificio por sus pecados, sino una terrible expectativa de juicio, y dice, dura cosa es caer en manos del Dios vivo. Porque si yo tengo conocimiento de pecado, pero a pesar de eso yo sigo viviendo mi vida como yo quiero, definitivamente ya no hay sacrificio dice la palabra.
Número 2, la visitación de Dios sucede por la absoluta gracia y misericordia de Dios pero siempre es precedida por el clamor y la búsqueda. Se da cuenta por qué son tiempos de búsqueda? Son tiempos de clamor, tiempo donde el oído de Dios está dispuesto a escucharlo. Cuáles son las peticiones de su corazón? Qué es lo que hasta ahora está afligiendo su corazón? Usted puede venir delante del Señor y traerlo al altar y él va a escuchar.
David decía en el Salmo 8:4, qué es el hombre para que tengas de él memoria y el hijo del hombre para que lo visites? Quizás la expresión de David fue en un sentido de, Señor, quién soy yo? Si yo soy un simple mortal, un simple pecador, pero gloria a Dios que él viene y nos visita en medio de nuestra condición y de nuestro pecado.
Y en el Salmo 80:14 David también hizo una declaración y decía, oh, Dios de los ejércitos, vuelve ahora, mira desde el cielo y considera y visita esta viña. Yo me imagino que el clamor de David cuando dice, oh Dios de los ejércitos, estaba en tiempo tal vez de guerra, o viviendo situaciones que él sabía que solo Jehová de los ejércitos lo podía sacar de donde estaba. Y su clamor era, visita esta viña. Quizás el clamor de nuestro corazón, Señor, visita esta casa, visita esta familia, visita mis hijos, visita mi esposo, visita mi trabajo, donde esté la necesidad va a haber un tiempo de visitación.
El Espíritu Santo de Dios vendrá ya no será por la fuerza ni por ningún poder, dice Zacarías, sino por el poder de su espíritu.
Número 3, la visitación de Dios puede suceder en más de una ocasión y puede venir en cualquier momento. En Hechos 15:14 dice cómo Dios visitó por primera vez. puedo ver aquí esa primera vez que no solo es una vez, puede haber una segunda, puede haber una tercera. Dios es un Dios de oportunidades, y cada día que amanece es una nueva oportunidad. Quizás ayer lo rechacé, ayer hizo oídos sordos a su voz pero hoy él me está dando una nueva oportunidad, mientras dure el hoy, dice Hebreos, ¿verdad?
Porque mañana no sé. El hoy existe, mañana no existe. Y ayer ya pasó. Entonces mientras dure ese hoy yo creo que tenemos que ser entendidos, ¿verdad? en los tiempos de cómo Dios se mueve. El Salmo 17:3 David también decía, tu has probado mi corazón, me has visitado de noche, me has puesto a prueba y nada inicuo hallaste, he resuelto que mi boca no haga transgresión.
Yo me imagino esos tiempos de visitación de David en la noche. Yo no sé si usted ha experimentado, o se duerme cada noche diciéndole, Señor, quiero una visitación. Yo creo que nosotros vamos a empezar a experimentar revelación aún mientras dormimos, Dios va a traer sueños y va a traer estrategias y va a traer soluciones, pero tiene que haber un anhelo en el corazón de decirle cada noche, te anhelo, Señor, visítame esta noche.
Entonces el Señor no está limitado por el tiempo, puede visitarnos en cualquier momento pero a la luz de la Biblia notamos que el Señor obra generalmente en un de repente. Hay muchos de repentes en la Biblia, como el que leíamos hoy en Ester 9. Y en un instante el Señor revirtió las leyes a favor de su pueblo.
Uno de los pasajes que Dios me ha estado hablando es Juan 5 donde habla del paralítico de Betesda, dice que el Señor se le aparece fue un tiempo de visitación, porque él llevaba 38 años postrado ahí esperando su sanidad pero tiene un tiempo de visitación, viene Jesús, se para frente a él y en un instante, dice la Biblia, lo sanó. Y le dijo, toma tu lecho y anda. Esos tiempos de visitación traen los de repentes de Dios.
Cuánto tiempo lleva esperando sus promesas? Cuánto tiempo lleva esperando una respuesta? Estos son tiempos de visitación.
Número 4, la visitación de Dios puede venir sobre multitudes o sobre una persona. Leíamos ahí en Lucas 19:44 que vino sobre toda una ciudad, pero dice en Primera Samuel 2:21, “y visitó Jehová a Ana y ella concibió y dio a luz 3 hijos y 2 hijas y el joven Samuel crecía delante de Jehová.”
Mire qué tiempo de visitación. Génesis 21:1 al 2 dice, “visitó Jehová a Sara como había dicho e hizo Jehová con Sara como había hablado y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez en el tiempo que Dios le había dicho.”
Esos tiempos de visitación traen nacimientos. Y nosotros naturales, espirituales. El Señor dijo que 2018 es un año de nacimientos. Y yo estoy esperando que nazcan todas las promesas, estoy embarazada de promesas. Así dice Lisa cuando canta, me embaracé de promesas.
Todos estamos embarazados de promesas. Estamos esperando ver cumplimiento, pues el tiempo es ahora. vale la pena alinearse, vale la pena ser obediente, vale la pena buscar su presencia y anhelar más porque él nos va a recompensar si lo que él quiere es bendecirnos. Por eso se dolió su corazón cuando entró a Jerusalén y lo rechazaron. Y él dijo, si supieran lo que yo les vengo a dar, si supieran lo que yo tengo para ustedes, ustedes me pedirían que yo pase. Como David decía, pasa por esta viña.
Anhelaríamos ese tiempo de visitación? Mire, qué beneficios o tengo si recibo los tiempos de su visitación? El tiempo de hambre es cambiado por tiempo de provisión. Estas son las promesas que el Señor tiene para nosotros en lo que está por venir.
Dice Ruth 1:6, “Entonces se levantó con sus nueras – está hablando de Noemí, – y regresó de los campos de Moab porque oyó en el campo de Moab que Jehová había visitado a su pueblo para darles pan.”
Habían experimentado una época de hambre por eso emigraron a Moab. Pero ahora escucha que hay un tiempo de visitación en Belén y que el Señor les está proveyendo de pan. Yo no sé si usted ha experimentado esos tiempos de escasez donde a veces no hay pan en la mesa. Pero cuando vienen esos tiempos de visitación, viene lo sobrenatural de Dios a poner el pan y a traer la provisión porque no hay justo desamparado ni su descendencia que mendigue pan. Esa es una promesa, vale la pena.
El tiempo de esterilidad es cambiado por un tiempo de fertilidad y multiplicación. Génesis 21, “visitó Jehová a Sara como había dicho e hizo Jehová con Sara como había hablado y Sara concibió y dio a Abraham un hijo en su vejez en el tiempo que le había dicho.”
Dios no es hombre mentir, cantaba Lucy. Él cumple sus promesas en su tiempo y cuando es mejor para nosotros.
El tiempo de cautiverio es cambiado por un tiempo de libertad. Eso fue lo que experimentamos ayer, un tiempo de libertad. Sofonías 2:7 dice, “Será aquel lugar para el remanente de la casa de Judá, ahí apacentarán las casas de Ascalón, dormirán de noche, porque Jehová, su Dios, los visitará y levantará su cautiverio.”
Cuántos nos hemos sentido con cadenas, no precisamente naturales, emocionales, espirituales? Simplemente sentimos que no avanzamos y que estamos en el mismo lugar. Pues estas cadenas se van a romper en los tiempos de visitación. Y el Señor nos va a llevar a los lugares donde él nos quiere, nos va a posicionar.
El tiempo de sombra y muerte es cambiado en un tiempo de milagros. Y esto es lo que muchos esperamos, esos tiempos de resurrección. Dice Lucas 7:13 al 16. “Y cuando el Señor la vio se compadeció de ella y le dijo, ‘no llores,’ y acercándose tocó el féretro y los que los que lo llevaban se detuvieron y dijo, ‘joven, a ti te digo, levántate.’ Entonces se incorporó el que había muerto y comenzó a hablar y lo dio a su madre y todos tuvieron miedo y comenzaron a glorificar a Dios diciendo, un gran profeta se ha levantado entre nosotros y Dios ha visitado a su pueblo.”
En los tiempos de visitación hay resurrección. Yo no sé qué está esperando usted que resucite en su vida, hay áreas en las que han estado secado, estériles y sin vida y yo estoy orando como oraba Ezequiel. “Sopla espíritu de Dios sobre estos huesos secos para que vuelvan a la vida.”
Cuando el Espíritu Santo sopla él sopla vida y resurrección sobre lo que está muerto, lo que está estéril, lo que está sin vida. Hay matrimonios sin vida, hay mujeres esperando que sus esposos tal vez resuciten. Es impresionante. Hay algo que Dios puso fuerte en mi corazón y es que Dios va a restaurar el sacerdocio de los hombres. Pero va a restaurar también la sabiduría en las mujeres porque muchas mujeres no han sido lo suficientemente sabias para que los esposos anhelen estar aquí recibiendo esos tiempos de visitación.
Hoy lo veía aquí con la alabanza, eran unos cuantos hombres pero más había mujeres. Cuántas anhelan? Yo lo anhelé por mucho tiempo, un transformación en mi esposo. Pero Dios primero restauró mi sabiduría y fue con sabiduría, con estrategias de Dios, con esos tiempos de visitación donde él me llenó de su espíritu, de su fuego para yo ir y ser esa ayuda idónea en traer una transformación. Pero si nosotros podemos estar aquí en la iglesia todo el tiempo o diciendo, yo soy una mujer realmente ejemplar, pero si yo no estoy dando mi testimonio, mi esposo nunca va a querer nada con Dios, porque dicen que los esposos cambian por las conductas de sus esposas, no por sus palabras. Pidamos sabiduría pero también esos tiempos de visitación que van a entrar a nuestros hogares para traer vida a lo que está muerto.
Los tiempos de ataques de los enemigos y aparente triunfo de ellos es cambiado por un tiempo de victoria visible a favor nuestro. Era lo que declaraba Lucy, ¿verdad? Jeremías 15:15 dice, “Tu sabes, oh Jehová, acuérdate de mí y visítame y véngame de mis enemigos.”
Yo creo que cuando oraba esto Jeremías tal vez se sintió olvidado por Dios, tal vez sintió, Dios no me escucha. Y su oración era, acuérdate de mí y visítame. Su esperanza seguía puesta en él, como nuestra esperanza necesita estar puerta en Dios. No podemos sentirnos olvidados. Muchos se han sentido olvidados o abandonados por Dios en este tiempo. Mucha gente me escribe y dice, Maggie, Dios se olvidó de mí. Ora porque tal vez a ti Dios te escucha. No, es que Dios ha tenido tiempos donde ha estado reteniendo las promesas porque él quiere que estemos alineados. Yo veo una gloria que va a ser derramada sobre nosotros, una gloria de Dios pero la gloria de Dios significa peso y si no estamos listos, si no estamos preparados esa gloria nos va a destruir. Son tiempos donde necesitamos también prepararnos.
El tiempo de aridez, esclavitud y pérdidas es cambiado por un tiempo de restauración y recuperación del tiempo y cosas perdidas. Esto es maravilloso porque son cosas que Dios está hablando que están por venir. Yo no sé si usted lo cree, pero yo le creo a Dios cuando me da una promesa y me aferro a ella y no me suelto como Jacob, yo le digo, ‘Señor, no me suelto hasta que me bendigas.’ Y de esta palabra yo me agarro.
Esa es la manera en que yo salí de los procesos en los que Dios nos metió como familia, 12 años de desierto donde uno ve nada, pero la palabra nos sostuvo. Y nos aferramos a las promesas. Yo tenía mi cuarto de guerra y un pequeño bañito, yo tenía un mural donde yo pegaba las palabras y donde yo hasta las fotos ponía de las promesas que Dios me había dado. El Señor va a restaurar mi familia, el Señor va a restaurar mi matrimonio. Ahí tenía las fotos de mis hijos, la foto de mi esposo, las fotos de nuestra casa que ya casa se caía, todo lo perdimos. Dios nos quitó la comodidad y se perdió la lavadora, la refrigeradora, la estufa, la licuadora, todo, todo se lo llevó. Se puede imaginar que el Señor no lo deje a usted como Job, solo con la ropa que tiene puesta. Eso es terrible experimentarlo. Pero lo que yo pude experimentar es el poder de Dios que simplemente vino a sacudirnos para quitar de nosotros lo que no servía, porque él tenía un propósito para nosotros como familia. Y le puedo asegurar que esos tiempos de restauración y recuperación no vienen como se fueron, vienen 10 veces mejor que como se fueron.
Ese es el Dios todopoderoso al que mi familia y yo conocimos. Todo lo que ha pasado en nuestra vida a causa… si hubieron tiempos de prueba pero él lo único que quería era por favor reciban mi visitación. Yo tengo un propósito. Nos alineamos todos con Dios. por eso yo les pido a las mujeres que sean mujeres sabias porque la mujer es el pilar que sostiene el hogar, la mujer es realmente el arma que Dios usa para traer la salvación a los hogares. Tenemos que ser sabias y no necias, porque dice que la mujer sabia edifica su casa, la necia la destruye.
En esos tiempos fue cuando más sensible tal vez se volvió mi oído a escuchar a Dios. y yo los reunía y les decía, esto es lo que Dios dice y así nos movemos. Y todos anhelaban porque todos queríamos salir de la situación en la que estábamos. Así fue como Dios nos sacó.
Dios puede hacer muchas cosas maravillosas en medio de las pérdidas que hayamos experimentado. Yo sé que vienen tiempos de restitución, que vienen tiempos de restauración, que vienen tiempos donde nosotros vamos a dar testimonio de la grandeza de Dios.
Hace unos días yo compartí el testimonio con muchas mujeres de que los ataques del enemigo siempre viene, él siempre va a querer intimidar, pero tenemos que estar firmes y convencidos que el poder de Dios es mayor que cualquier ataque que el enemigo quiera traer.
Y nuestra camioneta estaba estacionada frente a nuestra casa, vino un camión cargado con hierro y se estrelló contra la camioneta y la destruyó y fue pérdida total. A las 4 de la mañana me agarró un susto tremendo del impacto, pero si el carro no hubiera estado ahí se mete a nuestra casa, hubiera sido un desastre mayor, pero el Señor nos guardó y nosotros con mucha paz le dijimos, Señor, este carro era tuya así que tu te encargas.
Sabe qué pasó? Cuando hizo los arreglos mi esposo del seguro, pues le iban a dar apenas $2000 por el carro y entonces él me dijo, bueno, pues es algo, ¿verdad? En ese lapso Dios pone en mi corazón que ese dinero no va a ser para otro carro y decírselo a él era un poco difícil porque los hombres ya saben cómo son ¿verdad? Son proveedores, siempre están viendo por lo material, porque nada falte. Yo le digo, mira, ese dinero Dios puso en mi corazón que lo vamos a sembrar para la publicación del nuevo libro. Necesitábamos invertir en la imprenta y entonces me dice, bueno, si Dios te lo dijo está bien. Cuando dice no hay para dónde, ¿verdad?
Pero dos días después nos llama una familia y dice, necesito que vengan a mi casa y cuando llegamos dice, Maggie, este es el título de propiedad de mi camioneta y la llave y dice el Señor que este carro es para ti y que es el premio a tu obediencia y a tu fidelidad.
Es una camioneta Ford que está valorada en 110.000 dólares, es una camionetona. Por mis medios, no la hubiera podido tener, pero cuando Dios te da algo te da lo mejor. Pero primero prueba tu corazón. Él va a tratar primero con lo interno antes de restaurar lo externo. Por eso es que vale la pena alinearse con Dios y caminar en obediencia y en fidelidad a Dios. Recibamos esos tiempos de visitación porque así como vienen esos tiempos de visitación van a venir los tiempos de bendición.
Yo estoy convencida de que antes de que Cristo venga nosotros vamos a ver su gloria. Esa es la promesa de Isaías 60, “tinieblas cubrirán la tierra pero sobre nosotros resplandecerá su gloria.”
Así que lo que esperamos es que los tiempos de pérdida sean cambiados por tiempos de restitución y de recompensa. Y yo quiero hoy declarar esa palabra de Joel 2:23 y 26 dice, “Vosotros también hijos de Sión alegraos y gozaos en Jehová vuestro Dios, porque os ha dado la primera lluvia a su tiempo y hará descender sobre vosotros lluvia temprana y tardía como al principio. Las eras se llenarán de trigo y los lagares rebozarán de vino y aceite y os restituiré los años que comió la oruga, el saltón, el revoltón y la langosta, mi gran ejército que envié contra vosotros, comeréis hasta saciaros. Y alabaréis el nombre de Jehová vuestro Dios el cual hizo maravillas con vosotros y nunca jamás será avergonzado mi pueblo.”
Yo creo que esta mañana nuestro espíritu debe gemir y decir, necesitamos tu visitación. Pasa por mi viña, Señor, visítame. Póngase de pie un momento. Yo no sé si es usted uno de ellos o si realmente desea experimentar una visitación de Dios en su vida, en su familia, en su trabajo, en su ministerio, en esta nación, en esta ciudad, está dispuesto a pagar el precio? Está dispuesto a tener un espíritu de búsqueda, a tener esa sed de la presencia de Dios y esa hambre por su palabra?
Cuando el Señor hablaba de estacas, es que él quiere poner una estaca en la mano de cada uno, es el poder de su palabra. Definitivamente no hay otra manera de ganar las victorias si no estamos armados para los tiempos, porque no solo es hambre de él, no es solo sed de su presencia, es que necesitamos equiparnos con todo el poder de su palabra para contar estas maravillas y estos milagros.
Yo le decía, Señor, yo no quiero contar los milagros que leo en la Biblia, de los milagros que hiciste con Moisés, con Josué, con todos esos grandes en la Biblia, yo quiero contar lo que tu has hecho por mí, yo quiero contar las maravillas. Por eso le cuento ese testimonio porque yo sé que muchos necesitan fe para creer nuevamente que Dios es fiel para cumplir sus promesas y que sí ha habido pruebas, ha habido situaciones, pero Dios nos está quitando los pesos que hemos estado llevando y está diciendo, solo recibe mi visitación porque ahora vas a ser como una pluma. El Espíritu Santo te va a impulsar a donde yo te quiero llevar.
Así que hoy decidamos como nunca antes volvernos a Dios y buscar su rostro. Yo pienso que tiene que haber una desesperación, que Dios está buscando aquellos que están desesperados por su presencia, que estén desesperados por su visitación, que estén desesperados por más de él. A ésos Dios los va a visitar, y con ésos Dios va a hacer cosas extraordinarias porque no lo rechazaron sino que le abrieron la puerta de par en par.
Yo he abierto la puerta de mi casa y le he dicho, Señor, entra, pasa por mi viña, visita mi casa, Señor, que aquí haya un altar donde tu presencia habite. Yo no quiero un hogar donde se respire división, contienda, pleitos, enojos, yo quiero un lugar donde tu presencia esté, donde tu Espíritu Santo habite, donde el Espíritu Santo de Dios no sea contristado, un lugar de paz, porque donde el espíritu de Dios está hay libertad.
Vamos a caminar en libertad. No somos esclavos. Así que, Padre, aquí estamos hoy. yo veía aquí mucha gente con mucha hambre y con mucho deseo, con mucha necesidad, qué tal si se acerca al altar 5 minutos nada más y le vamos a pedir al estómago que espere, 5 minutos para declarar un tiempo de libertad. Que usted se vaya convencido hoy que el Espíritu Santo va llenar su casa, va llenar su familia, va a llenar su hogar.
Nosotros no queremos irnos de este lugar sin bendecir las familias, porque es la misión que Dios nos entregó a mi esposo y a mí. Yo quiero invitar a Benjamín, si está por ahí, que venga. El Señor dijo, van como a Abraham y Sara muchos lugares a declarar que serán benditas las familias de la tierra.
Y yo sé que hay familias aquí que han pasado situaciones dolorosas y duras, hay familias que están experimentando división, situaciones duras, pero hoy es un día de visitación. El fuego de Dios estaba cayendo desde ayer en este lugar y sigue aquí la presencia de su espíritu. El Señor quiere traer esa restauración y esa sanidad así que Padre, aquí estamos delante de ti y en tu presencia. Gracias Espíritu Santo de Dios.
Padre, hoy Señor venimos declarando que estas familias, que estos hombres y estas mujeres y que sus hijos habitan bajo el abrigo del Altísimo, que cada uno de ellos mora bajo la sombra del Omnipotente, que cada uno de ellos dice a Jehová que es su esperanza y que es su castillo, que es su Dios en el cual ellos confían. Ellos hoy quieren, Señor, llegar delante de ti para saber que tu los liberarás del lazo del cazador, de la peste destructora y que con sus plumas los cubrirás y debajo de esas alas estarán ellos seguros.
Padre, estas familias, estos hombres y estas mujeres saben que tu eres su escudo y adarga es su verdad, que ninguno de ellos va a temer del terror nocturno ni saeta que vuele de día ni pestilencia que ande en la oscuridad, ni mortandad que en medio del día destruya porque ellos van a ver caer a su lado mil y diez mil a su diestra, más a ellos no llegará. Ciertamente ellos con sus ojos van a ver la recompensa contra los impíos porque han puesto a Jehová que es su esperanza y al Altísimo por su habitación. No le sobrevendrá ningún mal.
Declárelo. No me sobrevendrá ningún mal ni plaga tocará mi morada, pues a sus ángeles mandará cerca de mí para que me guarden en todos mis caminos. Y sabe que el Señor en las manos lo llevaré para que su pie no tropiece en piedra. Ustedes van a estar sobre el león, sobre el áspid, y lo pisarán y hollarán cachorros de león y al dragón, dice el Señor, por cuanto en mí han puesto su amor, yo también los libraré y le pondré en alto por cuanto ha conocido mi nombre. Ustedes me invocarán y yo les responderé y con él, dice, estarán aún en medio de la angustia, él estará y los librará para que lo glorifiquen y los saciará a cada uno de larga vida y salvación, en el nombre de Cristo Jesús.
Padre, recibimos hoy esos tiempos de visitación, Padre te pedimos que ahora tu Espíritu Santo sople, sople aliento de vida y resurrección sobre aquello que ha estado muerto o estéril o sin vida. Señor, tu enviaste al profeta cuando tu pueblo decía, estamos perdidos y no tenemos esperanza, y le dijo, habla mi palabra, pero llama al espíritu de Dios que sople aliento de vida y resurrección.
Y Ezequiel llamó al espíritu de Dios, sopla de los 4 vientos y aquellos huesos se llenaron de carne y cobraron vida, y eran un ejército poderoso. Yo declaro hoy, Señor, que lo que hasta ahora han visto como huesos secos ahora vuelve a la vida por el poder de tu resurrección y en el nombre de Jesús venimos a bendecir cada familia, venimos a bendecir a las mujeres que están criando solas a sus hijos, venimos a declarar un tiempo de restauración, de restitución, que los esposos pródigos, los hijos pródigos vuelven a casa, que tu traes aún, Señor, provisión divina porque hemos declarado hoy, Señor, que el tiempo de tu visitación trae pan, trae cosecha, trae fructificación, trae multiplicación.
Señor, hoy en el nombre de Jesús yo bendigo, Señor, las manos de cada varón. Padre, bendice el trabajo de cada uno, bendice la obra de sus manos y que en el nombre de Jesús no haya más hombres fracasados o derrotados porque no han podido llevar el pan a su casa. El Señor conoce, se compadece, él sabe que son proveedores y cuánto su corazón se duele cuando hay falta de trabajo y no pueden llevar lo necesario o no pueden cubrir las cuentas, pero esos tiempos de visitación como sacerdotes de su casa vayan hoy a declarar esa visitación en sus hogares porque a causa de esa visitación vendrá la provisión.
Llame a sus hijos, bendígalos, llame a su esposa y declaren juntos la presencia de Dios en ese hogar para que venga la bendición. Padre, hoy profetizamos en el nombre de Jesús que Jehová resplandece sobre cada hogar, que Jehová, el más alto y sublime, el omnipotente, los cubre con su sombra. Hoy declaramos, Señor, que las tinieblas tendrán que huir, que serán disipadas de cada hogar y de cada familia, porque la luz de Cristo viene ahora sobre sus hogares, la luz de Cristo viene sobre sus hijos, la luz de Cristo viene sobre ustedes para sacarlos de las sombras a su luz admirable.
Señor, hoy declaramos que cada hogar, cada familia se levantará como la luz de la aurora, irá en aumento hasta que el día sea perfecto. Padre, profetizamos sobre cada familia e invocamos el nombre de Jehová Jireh el proveedor. Declarando bendición sobre cada hogar, declarando las bendiciones de Deuteronomio 28, serán benditos, Señor, benditos será toda la obra de sus manos. Tu haces prosperar lo que pones en sus manos, Señor, sorpréndelos con milagros sobrenaturales de provisión. Da órdenes divinas, Señor, aún de lugares inesperados para bendecirlos porque tu conoces la necesidad de cada uno.
Hoy declaramos, Señor, lo que dice tu palabra en el Salmo 37:19, no serán avergonzados en el mal tiempo y en los días de hambre serán saciados. Hoy declaramos, Señor, que Jehová Sabaot, el todopoderoso, el Señor de ejércitos, guarda su familia de todo mal, de toda asechanza del enemigo. Declaramos que este no va a ser un año más de conflicto, no va a ser un año de destrucción sobre su casa, no va a ser un año de pérdida, sino que 2018 va a ser un año de bendición, de multiplicación, de fructificar, de ampliar, de ensanchar esas estacas y alargarse y ensancharse.
En el nombre de Jesús declaramos hoy, Señor, que Jehová Sabaot pelea la batalla por ustedes. Nos apropiamos hoy, Señor, de Isaías 49:25 que dice, tu pleito yo lo pelearé y yo mismo salvaré a tus hijos. Tu vienes ahora en una ayuda de tus hijos, Padre, vienes de nuestro ayuda, como un poderoso gigante y declaramos que tu alzas tu rostro hoy sobre cada familia, sobre esta congregación, Señor. Declaramos que vienen esos tiempos de expansión, porque tu has visto lo que han sembrado, Señor, aún sus pastores, la siembra que han hecho aún con lágrimas, Señor.
Pero declaramos, Señor, que ahora viene la recompensa, que ahora viene la retribución, que ahora vienen esos tiempos de reposo, Señor, donde verán la manifestación de tu mano poderosa obrando milagros creativos y sobrenaturales para la expansión de esta congregación.
En el nombre de Jesús, Señor, declaramos hoy, Señor, que tu entras con esos tiempos de visitación a cada familia y que las bendiciones del Salmo 128 están hoy sobre cada familia, dichosos todos los que temen al Señor, los que van por sus caminos, lo que ganen con sus manos eso comerán, gozarán de dicha y prosperidad, en el seno de su hogar su esposa será como vid llena de uvas alrededor de su mesa. Sus hijos serán como vástagos de olivo, tales son las bendiciones de los que temen al Señor. Que el Señor los bendiga desde Sión y vean la prosperidad de su hogar todos los días de su vida, que vivan para ver a los hijos de sus hijos y hoy, Señor, lo establecemos y lo declaramos en el nombre de Jesús.