Omar Soto - El gozo del Señor, mi fortaleza es

TRANSCRIPT

¿Cuantos creen que en media hora puedo traer un mensaje de 6 páginas? Hay que tener fe, así que oren. Déjenme orar para bendecirnos a través de la palabra del Señor.

Padre te damos la gloria y la honra, Señor, porque sabemos que hasta aquí tu has estado con nosotros, Jesús. Sabemos que ahora que llegamos al momento donde compartimos tu palabra, Jesús, tu palabra es palabra que da vida, tu palabra es palabra que alienta, que confronta, que nos reta, así que Señor yo te pido que ahora en este momento nuestros oídos, nuestros corazones, nuestra mente, nuestro ser entero esté dispuesto, disponible para recibir tu palabra, Jesús. Te glorificamos Señor. Te pido, Señor, que uses mis palabras, Jesús. Sabes la petición que tengo delante de ti, Señor, así que yo confío en que Tu vas a responderlos. En el nombre de Jesús. Amen.

Bien, hermanos, quiero primero que nada darle un saludo a las personas que nos están viendo por Internet, también. Nos tenemos que acostumbrar a saludarnos. Sabemos que tenemos gente que nos están viendo desde Sudamérica, así que a ustedes de Sudamérica les mandamos un saludo, una gran bendición a ustedes, a los hermanos en México también y en cualquier otra parte donde nos estén viendo a través del medio de Internet. Les mandamos un saludo de parte de la congregación León de Judá.

Hermanos, todos nosotros sabemos que este año ha comenzado con un llamado bien grande que se nos ha puesto a nosotros como iglesia. Dios nos ha dado un llamado a nosotros como individuos, como hombres, como mujeres, como jóvenes, los jóvenes no se quedan fuera de este mensaje tampoco, ni los niños tan siquiera.

Dios nos ha hecho a nosotros un llamado para ser una iglesia de unción, para ser una iglesia de gozo, una iglesia que sabe cómo vivir en esa nueva dimensión a la cual El nos llama. Ahora, pero mis hermanos, hay algo bien interesante y es que esta unción no se recibe en una manera pasiva, la unción se recibe en una manera activa. Porque Dios está llamando a que cada uno de nosotros tengamos una mentalidad militante. Militante significa una mentalidad persistente, una mentalidad de guerra, una mentalidad que siempre está alerta de las cosas a su alrededor, del ambiente al su alrededor, de las personas a su alrededor, la necesidad de esas personas y aún la necesidad de uno mismo como individuo, como hombre, como mujer. Dios nos llama a tener una mentalidad alerta y militante.

Ahora, pero hermanos, es importante comprender que este llamado viene con una serie de retos y bendiciones también para nuestras vidas. El llamado de Dios nunca ha sido fácil para ningún individuo. Responder al llamado de Dios siempre ha sido una tarea bien difícil, bien ardua, pero siempre trae consigo grandes, ricas y abundantes bendiciones. A lo largo de la historia yo me enfoco mucho en el ejemplo de los discípulos, hermanos, yo creo que desde el servicio de despedida de año que el pastor compartió con nosotros esa visión que Dios ha sembrado en él, que yo entiendo que sale genuinamente del corazón de Dios.

Yo he estado meditando mucho en la iglesia del Libro de los Hechos, esa primera iglesia que comenzó a fundarse con los discípulos hace siglos atrás. Yo me imagino cuán interesante fue para cada uno de estos discípulos el haber respondido al llamado de Dios. Primero que nada Jesús se acerca a hombres comunes y corrientes, hombres que no tenían ningún grado académico, hombres que tal vez no tenían ninguna visión para el futuro, solamente pescar y hacer de sus cosas que estaban haciendo. Más sin embargo fue a esas personas a las que Dios llama. Y había algo en Jesús, hay algo en El que cuando El se acercó a ellos, no tuvieron ninguna otra elección sino que responder a ese llamado. Y respondieron con todo y sus dudas de quién era este hombre, pero al menos algo ellos sabían que había en la persona de Jesús, y tenían que responder, tenían que obedecer.

Ahora, en ese peregrinaje, mis hermanos y hermanas, todos sabemos que hubo muchas altas y bajas. Todos sabemos que los discípulos no fueron perfectos desde el principio. Ellos tuvieron sus experiencias con Jesús, caminaron con Jesús, comieron con Jesús, vieron los milagros que Jesús hizo, ellos también tuvieron la oportunidad de hacer milagros, de compartir el mensaje también, que Jesús estaba trayendo el mensaje del Reino de Dios, pero no fue hasta que el espíritu santo descendió sobre ellos que entonces ellos fueron equipados para llevar a cabo completamente la misión a la cual ellos fueron encomendados.

Saben mis hermanos, la misión de predicar el Evangelio a toda lengua, a toda nación, es algo que ningún ser humano puede hacer por su propia voluntad o por su propias fuerzas. Ninguno de nosotros aquí presentes, ninguno de nosotros tiene la capacidad de esparcir el mensaje del Evangelio por su propias fuerzas, por voluntad propia. Tu y yo necesitamos una capacidad especial de parte de Dios para poder llevar a cabo eso. Necesitamos ser envestidos por el poder de Dios, por la unción de Dios para entonces poder abrir nuestra boca y comunicar una palabra que no llegue hueca a la otra persona, sino que llegue con impacto y convicción a aquellos que la reciben.

Ese mensaje, mis hermanos, era un mensaje que iba a causar una revolución. Si ustedes se fijan en la persona de Jesús, Jesús causó revolución en el tiempo en el cual El estaba andando sobre la tierra. El mensaje de Jesús estaba alterando el status quo de la sociedad en aquel momento, estaba alterando el sistema político y religioso de los judíos, y por encima de eso estaba alterando también el sistema político de los romanos.

Para aquellos que ustedes no sepan, Jesús, en el tiempo de Jesús, los judíos gobernaban políticamente la sociedad pero por encima de los judíos estaba el gobierno de los romanos también. Todo lo que pasara a nivel de la sociedad judía, de alguna manera u otra se iba a ver afectado también a nivel del sistema de los romanos. Y si los romanos se enteraban de eso, entonces los judíos iban a estar en problemas, porque los romanos le iban a decir: ‘¿qué pasa, ustedes no pueden controlar a este hombre así, ignorante, uno solo, no lo pueden controlar ustedes? Tienen que hacer algo porque sino nosotros vamos a tener que intervenir’.

Así que si ustedes ven la escala a lo que Jesús vino aquí a este mundo, no era tan solamente un mensaje así de amor y paz, y qué lindo te vez, que bueno, Dios te quiere mucho. No era eso nada más, pero era un mensaje bien confrontativo. Jesús si le tenía que decir algo en la cara a alguien, se lo decía. No iba a ir con palabras bien, bueno, si El usaba sus palabras apropiadas. Pero la cosas era que si El tenía que confrontar a alguien, El confrontaba. Y si El tenía que amar a alguien, El iba a amar a alguien. Y los discípulos entonces cuando llega el momento de ellos poder tomar ese llamado de Dios y ellos responder a ese llamado, ellos iban a hacer lo mismo. Ellos iban a continuar alterando ese status quo de la sociedad judía y de la sociedad romana también. Ellos sabían a lo que se estaban metiendo. Ellos sabían que ellos estaban jugando con sus propias vidas, pero ellos estaban asegurados que sus vidas no pertenecían ya a ellos, sino que le pertenecían al rey de reyes y Señor de Señor. Ellos sabían que sus vidas estaban más que seguras. Sabían que sus vidas corrían peligro, pero ellos estaban convencidos de quién los había llamado.

Yo quiero que ustedes vayan conmigo al Libro de los Hechos, Capítulo 4. Quisiera explorar un poquito más acerca de lo que significa vivir en la unción y en el gozo de Dios. En Efesios 4, verso 13, Hechos, Capítulo 4, verso 13 (están despiertos hermanos, eso me gusta, muy bien!). ¿saben qué? Yo voy a ser bien interactivo hermanos, más que tengo menos tiempo voy a ser bien interactivo así que ‘Camera man, get ready, you will have to follow me ‘cause I’m going to be moving around.’

Hechos, Capítulo 4, verso 13, dice: “... Entonces viendo el denuedo de Pedro y de Juan y sabiendo que eran hombres sin letra y del vulgo, se maravillaban y les reconocían que habían estado con Jesús, y viendo al hombre que había sido sanado que estaba en pie con ellos (porque era un hombre que estaba paralítico), no podían decir nada en contra de Pedro y Juan. Entonces les ordenaron (esto está hablando de los fariseos, los líderes allí en el concilio de los judíos), entonces les ordenaron que salieran del concilio y ellos conferenciaban entre si. Y se decían ‘muchachos, tenemos un grave problema. ¿Qué vamos a hacer con estos hombres? Tuvimos un problema con Jesús y ahora lo estamos viendo multiplicado con estos hombres. Gloria a Dios por eso. Gracias a Dios por ese tipo de problema, para algunas personas. ¿Qué haremos con estos hombres porque de cierto señal manifiesta ha sido hecha por ellos, notoria a todos los que moran en Jerusalén y ¿saben qué?, no lo podemos negar. Sin embargo vamos a poner nuestra mente maliciosa a maquinar. Para que no se divulgue más entre el pueblo, vamos a amenazarlos para que no hablen de aquí en adelante a hombre alguno en ese nombre de Jesús, y llamándolos les intimaron que de ninguna manera hablasen ni enseñasen en el nombre de Jesús. Más Pedro y Juan, sabiendo en quién han creído y en quién han confiado, les respondieron diciéndoles, ‘hombres, juzguen ustedes si es justo delante de Dios obedecerles a ustedes primero que a Dios, porque no podemos dejar de decir lo que hemos visto, ni lo que hemos oído. No podemos dejar de hablar de lo que hemos visto o lo que hemos oído.”

Yo creo, mis hermanos que cuando yo me pongo a reflexionar lo que significa vivir en la unción de Dios hay varias cosas que llegan a mi mente. Yo creo que todo el mundo aquí desea vivir en la unción de Dios ¿verdad? Si yo le pido que por una muestra de manos, ¿cuántos ustedes levantarían la mano de que quieren y desean vivir en la unción y en el gozo de Dios? Deja ver sus manos. Yo me imagino que todo el mundo aquí, ¿verdad? Yo creo que aún los que no conocen a Jesús todavía en sus vidas, pueden decir en sus corazones: ‘sí, caramba, yo quiero ¿por qué no?’.

Ahora, pero déjenme hacer otra pregunta. ¿Cuántos de ustedes están dispuestos a pagar el precio para vivir en la unción y el gozo de Dios? No muchas manos se levantaron. Escuché amenes, pero no muchas manos se levantaron. A ver voy a hacer la pregunta de nuevo, con una muestra de manos y amenes también no importa ¿cuántos de ustedes están dispuestos a pagar el precio para vivir en la unción y el gozo de Dios? Ay, ay, ay,..... miren lo siguiente hermanos, yo quiero que presten mucha atención.

Me voy a poner tal vez un poco emocional pero yo creo que entendamos con nuestra mente también. Yo creo que uno de los pasos más difíciles para poder vivir en el gozo y en la unción de Dios es decidir hacerlo. Es decidir hacerlo. El Apóstol Pablo, en el libro de Filipenses, Capítulo 2, él dice que es Dios el que pone en nosotros tanto el querer como el hacer, claro está. Todos nosotros podemos querer vivir en la unción de Dios. Yo quiero vivir en la unción de Dios. Mi esposa quiere vivir en la unción de Dios. Todos.

Pero estamos dispuestos a hacerlo, estamos dispuestos a tomar las decisiones que se tienen que tomar para poder vivir en una manera plena y completa en la unción y el gozo de Dios. ¿Por qué digo esto, mis hermanos? Una de las cosas que envuelve vivir en la unción de Dios, toma sacrificio. Y no es cualquier tipo de sacrificio porque, miren, yo conozco gente que se sacrifican por ejemplo, por mantener sus familias. Hay gentes que trabajan 3, 4 trabajos y eso es un sacrificio bien grande por mantener a su familia, por poder pagar la renta, por poder tener comida, por al menos comprarse un par de zapatos al años. Eso es un tipo de sacrificio ¿No? Si.

Hay gente que se tiene que sacrificar, viajar tal vez, una, una hora y media para llegar a su trabajo o para llegar a una escuela para llevar a sus hijos a una escuela mejor, porque tal vez la escuela del vecindario no es muy buena, y eso es un tipo de sacrificio. Hay que levantarse a las 5 de la mañana, para agarrar el carro en un tiempo de frío, con mucha nieve y poder llegar a donde hay que llegar. Eso es un tipo de sacrificio y mucha gente pasa por eso.

Hay gente que tal vez después de este servicio se tienen que ir a trabajar y eso es un sacrificio. Pero el sacrificio que yo estoy hablándoles, hermanos, no tiene tanto que ver con esas cosas físicas que hacemos en el diario vivir. Tiene que ver más con sacrificio del alma, sacrificio del carácter, sacrificio de nuestra mentalidad, de nuestra manera de pensar.

Saben, estas son cosas que no son muy fáciles de dejarlas atrás, porque hay veces que el carácter cuando se convierte en algo que ya es usual, si cojo por ejemplo el carácter, porque hay gente que tiene un carácter que Dios se lo bendiga. Si tomamos por ejemplo el carácter, alguien que reconoce ‘caramba, mi carácter no es el mejor de los mundos y yo se que mi carácter hay veces que me impide no tan solamente relacionarme con otros, sino que también me impide acercarme a Dios. Y yo quiero que Dios haga las cosas a mi manera y Dios no puede hacer las cosas a mi manera.’ Así que por lo tanto una persona que reconoce eso, que ya sabe que engranado en su carácter allí hay una manera así medio maliciosa de trabajar con las cosas a su alrededor, ¿cuánto sacrificio le va a tomar a esa persona echar todo ese tipo de carácter a un lado y permitir que el nuevo carácter de Dios se forme en su vida? Porque esto no es fácil hermanos.

Yo mismo puedo identificar mi carácter y yo puedo enumerar, ok, yo tengo que cambiar en esto, tengo que cambiar en esto, tengo que cambiar en esto, pero me estoy haciendo responsable con alguna otra persona que me diga a mi ‘hey, Omar, vamos a ver tu lista ¿qué estás haciendo?. Yo me puedo decir ‘ah, está bien, yo trabajo en eso algún otro día, pero si yo no tuviera a alguien detrás de mi que me está dando ‘hey, ¿cómo estás? ¿qué estás haciendo? Es bien difícil hermanos, que otra persona me venga a decir a mi ‘Omar, mira, esta mentalidad tuya que tu tienes, que hay veces que tu tienes una falta de fe bien grande y se te hace difícil aceptar las cosas. ¿qué estás haciendo con eso? No ve vengas a mencionar eso, yo no estoy para pensar en eso ahora. Yo no quiero saber de mis deficiencias. Yo quiero ver cómo puedo mejorar. Hey, si tu quieres mejoras, tienes que trabajar con eso, de una manera u otra.

Personas que tal vez están atados a algún tipo de vicio o algún tipo de adicción. Hace poco, yo estaba viendo en el Discovery Channel de cómo gente que han sido atadas a algún tipo de adicción, sea de drogas, sea de sexo, sea de alcohol. Hermanos es bien interesante cómo la gente literalmente se amarra con cuerdas de acero a eso. Porque en ellos está la buena voluntad de dejar de hacerlo. Ellos saben que está mal. De alguna manera u otra en su mente ellos saben que no pueden seguir haciendo eso, que una o dos no es nada. Pero de alguna manera u otra en su ser están diciendo ‘pero, yo tengo que dejar de hacer esto, porque yo quiero algo mejor’. Esto impide de que de alguna manera u otra Dios pueda fluir en mi vida de una manera más llena, más completa. Pero no puede, dice, hermanos porque se les hace difícil. Pueden empezar y pasan una semana y después vuelven de nuevo. Si no tienen un grupo de personas a su alrededor que les de apoyo, que los mentoree, que los anime, esas personas vuelven y caen otra ven en esos caminos, y cuando caen, hermanos, es peor que la primera. Es peor.

¿Saben por qué? Porque es que como la carne de uno que se adapta a esas cosas. Para nuestra humanidad tan caída esas cosas que se convierten en adicción, le gusta la carne de uno, le gusta. Hay personas que no pueden estar en una fiesta si no es con una Corona y un pedacito de limón en la mano. Hay personas que si no fuman una caja de cigarrillos dentro de 5 horas, no están contentos. No tienen gozo. ¿Por qué? Porque no hay ese ingrediente que supuestamente satisface esa humanidad tan caída. Pero ¿saben qué?, mis hermanos, eso es parte de uno vivir en una nueva dimensión. Porque yo reconocer que esas debilidades están en mi y yo tengo, yo tengo, si está en mi el deseo de yo vivir en la unción y el gozo de Dios, yo tengo que hacer un esfuerzo conciente de sacrificar todas esas cosas que de alguna manera u otra me satisfacen, pero yo se que esa satisfacción no viene de Dios. Una satisfacción que me cubre así momentáneamente y nada más.

Hay que hacer una decisión concreta y rodearse de personas que te van a ayudar a poder sobrepasar todas esas cosas. Ese sacrificio aunque es difícil hacerlo, pero una vez que tu lo tomes convencido de que eso es lo que tu quieres, y convencido no tan solamente de eso, sino de las promesas de Dios que si Dios dice ‘Yo soy el que pone en ti, tanto querer como el hacer, Yo te voy a respaldar para que tu puedas alcanzar esa meta que tu tienes.’ Es el Señor el que nos respalda a nosotros para poder cumplir esas cosas que nosotros tanto anhelamos y deseamos.

Ahora, vivir en la unción de Dios no significa que todo va a ser difícil, contradictorio, o conflictivo, porque también están sus cosas positivas, hermanos. ¿Cuántos dicen amen por eso? una de estas cosas, miren qué interesante, una de estas cosas es saber que Dios ve algo en nosotros y que El lo quiere usar. El sentido de ser necesitado o necesitada. Todos ustedes, yo los miro a todos ustedes ahora, y todos ustedes tienen un gran deseo de ser necesitados. Todos ustedes, si alguien se acerca y le dice ‘mira, te necesito para algo’, digo no en una manera abusiva, pero si te dicen ‘te necesito para algo’, algo en tu mente como que va a registrar ‘guau, soy importante. Me necesitan. Puedo hacer algo’. Si un esposo le dice a su esposa ‘hey, te quiero, te amo, te necesito en mi vida’, esa esposa, digo, si es en una relación sana y saludable, porque tal vez hay unas relaciones matrimoniales que no están muy bien y si de repente el esposo le dice ‘te amo, te quiero, te necesito’, la esposa va a hacer como que ‘yeah, right’, como que tu carácter no va con lo que me estás diciendo. Hey, y viceversa, muchacha, no se rían, no se rían. Es algo que va viceversa también. Los hombres están ahí también. Pero digamos que es una relación sana y saludable, si un hombre le dice a su esposa ‘hey amor, te amo, te quiero, te necesito, tu eres parte mía’, esa esposa se va a derretir como mantequilla. Igualmente si la esposa le dice al esposo ‘hey amor, chulo, yo te amo, te quiero, te necesito’, ese esposo se a estremecer por completo. Pero todo viene de ese deseo de ser necesitado.

Déjenme hablarle a los solteros también para que no se queden atrás. Solteros, miren ustedes, porque yo creo que las personas que son solteras, le venga su momento o no le venga, yo creo que Dios los bendice a ustedes también ahí donde ustedes están ahora. Y yo creo que una persona soltera ahora mismo, lo que cree es en relaciones de amistad saludables. El un soltero, una soltera, poder tener una relación de amistad saludable que no tenga malas intenciones, pero que sí hay una relación de amistad saludable, si usted le dice a su amigo o a su amiga ‘oye, mira, yo te agradezco por tu amistad. Tu amistad significa tanto y vale tanto para mi’, esa persona se va a sentir como que ‘guau, caramba, gracias, gracias, yo no sabía que yo significaba tanto para ti’, y viceversa. Es algo que va de ambos lados. Pero es el sentido de ser necesitados, mis hermanos, de ser queridos. Y ¿saben qué? Cuando Dios te mira a ti, cuando Dios siembra sus ojos en ti, Dios te dice ‘Yo te amo, Yo te quiero, Yo te necesito’. Y saben que si Dios me dice eso a mi, me derrito como mantequilla, como agua me evaporo. Yo me hago de todo. Solamente por saber que Dios me quiere, me necesita.

¿Saben por qué mis hermanos? Porque hay veces que nosotros nos sembramos en sentido de culpa, nos sembramos en un sentido como que ‘guau, tres horas antes de venir aquí, yo cometí tal y tal pecado. Dios no me va a querer a mi’. Pero ¿saben qué? Embuste del diablo. Mentiras del diablo. Dios te ama aunque tu hayas pecado media hora atrás. Dios te ama, te quiere y te necesita como quiera, sea como sea. Digo yo espero que nadie haya hecho hace media hora atrás, porque bastante buena que estaba la atmósfera aquí.

Pero hermanos es ese deseo de ser necesitado que nos llama a vivir una vida de unción delante de Dios. Y ¿saben qué? Vivir en la unción de Dios tampoco no significa que toda la gente aquí va a tener una mayor manifestación de los dones del espíritu. No significa que todos ustedes, cuando vayan a orar por alguien, esa persona se vaya a caer, y va a caer temblando en el piso. No significa eso.

Algunos de ustedes sí, algunos de ustedes Dios le va a dar esa manifestación. La palabra así mismo lo dice, que a cada uno de nosotros se nos es dada una manifestación del espíritu. El espíritu se le puede manifestar a alguien allá arriba de una manera diferente como se le puede manifestar a una persona allá en la parte de atrás. Porque el espíritu de Dios conoce lo que El quiere y tiene para ti, y de acuerdo a la medida tuya El se va a revelar en tu vida. Algunos de ustedes hablará nuevas lenguas en este nuevo año, y yo estoy orando de que sea así. Algunos de ustedes hablarán palabra profética, y yo estoy orando de que sea así. Algunos de ustedes van a poner las manos sobre un enfermo, y ese enfermo o enferma se va a sanar en el nombre de Jesús. Algunos de ustedes se van a atrever de predicarle al jefe de la compañía, que antes ni lo hacían, y en el nombre de Jesús esa persona va a ser tocada y transformada por el poder de Dios. ¿Por qué? Porque ustedes están viviendo en una nueva dimensión. Esa unción de Dios, mis hermanos, los cubre a ustedes con una nueva autoridad. Esa autoridad para llevar sus vidas con una nueva fluidez. Es una nueva autoridad, hermanos, que no hay quién se les pare a ustedes de frente, hablando en términos espirituales. Como decía uno de los coritos ‘pelearán contra ti pero no te vencerán’. Pelearán contra ti pero no te vencerán. ¿Por qué? Porque contigo está, miren quién está, Sofonías.

 

 

Hay un pasaje de Sofonías que me cautiva cada vez que yo lo leo. Sofonías, Capítulo 3, verso 17, tal vez muchos de nosotros conocemos este pasaje. Es más yo creo que hasta lo podemos decir de memoria, dice “Jehová está en medio de ti, poderoso, El salvará, se gozará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”.

Hermanos, pónganse de pie. Yo los voy a poner a hacer esto. Si, pónganse de pie con la Biblia en su mano. Y ustedes van a decir ese verso dirigidos a ustedes mismos. En el nombre de Jesús todos juntos vamos a decir “Jehová está en medio de mi, poderoso, El salvará, se gozará sobre mi con alegría, callará de amor, se regocijará sobre mi con cánticos”. Ay, ay, ay.......

¿Lo crees? ¿Lo quieres? Tomen asiento. Ya voy terminando.

Yo quiero romper ese verso, hermanos. Porque ese verso tiene tanto que dar. Cuando yo escucho ‘Jehová está en medio de mi’, ¿saben lo que eso significa? Eso significa que la cobertura de Dios está en medio de mi vida. La cobertura de Dios está en mi vida. no hay nada que pueda cambiar esa realidad, ni yo tan siquiera puedo cambiar esa realidad. Una vez Dios se para sobre mi, ya las cosas en mi vida comienzan a cambiar. Yo puedo hacer que esas cosas se tarden, yo puedo ser tan cabecidura de no recibir esa cobertura de Dios y quiero hacer entonces las cosas que yo quiera hacer, pero la cobertura del santo está en medio de mi.

La presencia de Dios está en medio de nosotros y ¿saben qué, mis hermanos? Hay algo tan interesante con respecto a la presencia de Dios. Y en este aspecto yo le quiero hablar directamente a los jóvenes que están aquí; jóvenes aún y jóvenes en edad. En Hechos, Capítulo 5 hay un relato de Ananías y Safira, no zafiro, Safira, esposo y esposa. Estaban aquí en la iglesia del primer siglo, ellos estaban, parte de su dinámica, parte del mover del espíritu de Dios en ellos, era que ellos estaban repartiendo sus posesiones los unos a los otros para que todos vivieran en igualdad. Y estas dos personas, Ananías y Safira estaban vendiendo una de sus tierras y cuando la vendieron ellos tomaron la decisión personal de no traer todos los bienes delante de los Apóstoles sino que se quedaron con parte.

Miren lo que dice en el verso 3: “... Y dijo Pedro, Ananías ¿por qué llenó Satanás tu corazón para que mintieses al espíritu santo y sustrajeres del precio de la heredad, reteniéndola, no se te quedaba a ti y vendida, no estaba en tu poder? ¿Por qué pusiste esto en tu corazón? No has mentido a los hombres sino que a Dios. Al oír Ananías estas palabras cayó como guanábana en el piso y expiró. Y vino un gran temor sobre todos los que lo oyeron, (y miren esto, jóvenes, escuchen bien) y levantándose los jóvenes lo envolvieron y sacándolo lo sepultaron.” Primera parte. Cierra el telón. Abre el telón.

“Pasando un lapso de tiempo como de 3 horas sucedió que entró su mujer, Safira, y no sabiendo nada de lo que había acontecido, Pedro le dijo ‘Dime, ¿vendiste en tanto la heredad?, y ella dijo ‘si, en tanto’, y Pedro le dijo ‘porque conviniste en tentar al espíritu del Señor he aquí a la puerta los pies de los que han sepultado a tu marido (eso es los jóvenes), y te sacarán a ti y al instante ella cayó -como otra fruta que se cae del árbol-, como un mango del árbol, (cayó muerta) y la sacaron y la sepultaron junto a su marido.”

A esos jóvenes, ¿tu sabes lo que yo les digo? Yo les digo ‘the body bag removers’ en otras palabras ‘los saca muertos’. Yo me estaba preguntando, la presencia del Señor en ese momento estaba tan ...... a fuego limpio estaba la presencia de Dios ahí, que cuando estas dos personas llegaron y mintieron, no en contra de nadie, mintieron directamente en contra de Dios y de su espíritu. Hey, Dios dice ‘papito, mamita, tal vez tenían buenas intenciones en traerme aunque sea la mitad de tu dinero, pero that’s not the deal. Te fuiste a juste.’

La presencia de Dios estaba tan fuerte en ese lugar que solamente las personas que vivían de acuerdo a la voluntad de Dios podían resistir estar ante la presencia de Dios. Y a mi me está tan interesante porque los jóvenes, como lo dice ahí la Biblia, los jóvenes fueron los que sacaron esos cuerpos. Así que los jóvenes en ese instante estaban cubiertos con la presencia de Dios en medio de sus vidas porque la presencia de Dios no los consumió a ellos tampoco, sino que ellos estaban cubiertos por su presencia también, para poder sacar todo aquello que era vil y malo.

Are you guys listening to me? Are you sure that you’re listening to me? I was asking myself ¿quién podrá estar en la presencia de Dios y quién entrará en el lugar santo? Como dice el salmo 24 “el limpio de manos y puro de corazón, el que no ha elevado su alma a cosas vanas ni jurado con engaño, él recibirá bendición de Jehová y justicia del Dios de salvación”. Jóvenes, Dios te llama a ser una generación de manos limpias, de corazón puro, que no hayas elevado tu alma a cosas vanas, ni que tu boca haya hablado perjurio. Dios está buscando una juventud purificada completamente por El. Dios está buscando una generación de jóvenes limpia y pura delante de El.

El limpio de manos, ¿sabes por qué el limpio de manos? Tus manos, ¿tu sabes lo que significa? Acción. Tus manos significan en acción, con tus manos tu haces todo lo que quieres hacer. Vas aquí, vas allá y haces y deshaces. El puro de corazón, que tu corazón sea o no limpio en gesto genuino delante de Dios y que no hayas elevado tu alma a cosas vanas tan pasajeras que se van con el viento. Hoy día la juventud se ..ahhh.... se ...ahhh..... es como un suspiro, de verdad, es como que ...ahhhh.... sentimos un aire y ya como que ...uhhh. No, Dios no quiere eso, muchachos. Dios quiere una juventud consagrada, dedicada a El. Un pueblo militante es lo que El está buscando. Un pueblo que no se avergüence de El.

¿Qué es lo que dice Lucas, Capítulo 9? Lucas 9:26, dice (esto es Jesús hablando) “Porque el que se avergonzare de mi y de mis palabras, de este se avergonzará el hijo del hombre cuando venga en su gloria y en la del padre y de los santos ángeles.”

Dios no quiere jóvenes y gente. Dios no quiere gente wishy washy, ¿ustedes entienden lo que es eso verdad? Wishy washy es como que ‘hey, ¿quieres hacer algo? Ah...... no me atrevo, no.... eso es wishy washy. Y Dios, eso no es lo que Dios está buscando. Dios está buscando gente que se atreva a pararse en la brecha. Eso es lo que Dios está buscando.

Yo conozco por ejemplo a mi hermano Chavo, muchos de nosotros sabemos que él estuvo en el ejército. Cuando llegaba el momento de empezar a enlistar la gente. Ellos no te tratan como que ‘ay, ¿cómo estás? Bienvenido, bienvenido al ejército. Ellos no lo tratan así. Claro que es lo primero que te hacen, te empiezan a gritar en la cara.......... twenty,..... oh, no….. fifty…..y por ahí sigue. Te tratan así. Te tratan fuerte, te tratan firme. ¿Por qué? ¿Cómo dice este refrán? Desperate times calls for desperate measures. Momentos desesperados llaman decisiones desesperadas. Ahí en la línea de la batalla tu tienes que estar con la cabeza enfocada en algo y que nada ni nadie te puede sacar de ahí.

Y eso es lo que Dios está buscando con cada uno de nosotros: hombres, mujeres, jóvenes, niños. Eso es lo que El está buscando. El no está buscando ‘no, Señor, yo quiero hacer esto, aquello.’ ‘Ah, ¿tu quieres hacer esto, aquello y lo otro? Pues, vete, no te necesito entonces, vete. No sirves.

De verdad, hermanos, el momento está llegando de que Dios nos va a empezar a confrontar así a nosotros. Yo lo creo así. Yo lo creo así de que el tiempo se está acercando, de que eso de venir con excusas blanditas a donde Dios, ese tiempo se está acabando ya. Si ustedes miran el Evangelio y donde yo veo relatos de Jesús donde dice que a las cabros las va a poner a un lado y las ovejas a otro, en ese momento no va a haber tiempo como ‘ah, Señor,...’ No, tu eres un cabro, echa para allá. Tu eres una oveja, vente conmigo ahora. El es así. Yo lo leo en su palabra. Va a llegar el momento donde ya la coronilla de Dios se llega a su tope y el que es, es y el que no es, no es.

Hermanos, es un tiempo de decisión. Jóvenes es un tiempo de decisión. Ya no es tiempo de andar por ahí pajareando como uno quiera. Es tiempo de ponernos donde el cinturón donde va y comenzar a buscar vivir en la unción y en el gozo de Dios.

Termino con esto, hermanos. Dice ese pasaje de Sofonías otra vez, dice que “el Señor se regocijará sobre ti con alegría, callará de amor, se regocijará sobre ti con cánticos”.

Es bien interesante porque en el mensaje de Año Nuevo el pastor estaba diciendo que el gozo del Señor iba a ser una de las armas que El nos iba a dar para ministrar a otros, para confrontar los poderes del enemigo. ¿Saben por qué, mis hermanos? Porque cuando usted estaba seguro y segura de que la unción de Dios está en ti y sobre ti, eso se manifiesta en gozo. El gozo es una de las maneras que se manifiesta a la gente que tenemos a nuestro alrededor.

Dice Neemías en el Capítulo 8. él dice en un momento “el gozo del Señor, mi fortaleza es”. Pero ¿saben qué? Tenemos que entender, significa el gozo del Señor sobre ti. En otras palabras que el Señor se goza sobre ti. El te ve a ti y le sale una sonrisa a Dios. El mira tu cara y le sale una sonrisa en su cara, en su corazón. ¿Por qué? Porque tu eres su hijo, tu eres su hija. Y El te necesita, El te quiere. El quiere que tu seas parte de ese ejército. El quiere que nosotros todos seamos una comunidad militante delante del mundo y delante de El.

¿Y saben qué, mis hermanos? El gozo es clave. No podemos entrar a esta vida como .... ay..... toma esa canción ahí, dale..... No podemos entrar así, con una mentalidad de ‘ok, aquí voy’. No podemos. Ok ya. Ahora pon algo de trompeta, victoria.

Tenemos que entrar con una mentalidad más valiente de victoria, hermanos. Así es como tenemos que venir delante de El. Así es como tenemos que venir delante de El. Oh, pero pastor Omar, no entiendo todas las cosas, no comprendo todas las cosas. Ahora que.... No importa, lánzate en fe y a medida que tu vayas caminando el Señor se va a mostrar a tu vida y te va a enseñar todas las cosas que El quiera hacer en ti y a través de ti. No tienes que tener todo el rompecabezas en su lugar desde el principio. El rompecabezas tu sabes que se va a armar a medida que Dios te vaya dando cada una de las piezas para ponerlas en su lugar.

Cuando nosotros vivimos en esa unción y en el gozo del Señor, hermanos, ¿saben qué? Todas las cosas son distintas. Todas las cosas son distintas. Tu sabes ¿cuánto una sonrisa puede hacer? Ustedes se han visto en el espejo y han tirado una sonrisa a ver cómo se ven. Usted se puede reír de usted mismo mirándose en el espejo y riéndose, sea porque se vea feo o se vea raro, pero se va a reír, sea como sea.

¿Saben qué? Una risa es una de esas muestras acerca del gozo de Dios, pero el gozo de Dios va más allá. El gozo del Señor es algo que está ahí en tu ser. Es algo que está ahí presente. Es algo que tu cara lo va a demostrar. No vas a estar ahí todo amotetado todo el tiempo, pero tu cara lo va a demostrar. Porque tu sabes que el gozo del Señor está ahí sobre ti. El se regocija en ti. El se regocija en todo lo que tu haces. Es más, yo me atrevo a decir esto, el Señor se regocija aún en tus faltas, porque El se glorifica aún más, para levantarte y formarte en el tipo de persona, en el tipo de hombre, en el tipo de mujer, en el tipo de joven que El quiere que tu seas en el día de hoy.

El llamado del Señor está ahí en medio de nuestras vidas. ¿Cuál es nuestra respuesta? ¿Cuál es nuestra respuesta, hermanos y hermanas? ¿Cuál va a ser tu respuesta, joven que me escuchas? ¿Cuál va a ser tu respuesta, joven universitario que me escuchas, que estás buscando cómo definir tu carrera profesional, que estás buscando tal vez quizás, con quién casarte y hacer una familia? ¿Cuál va a ser tu respuesta, jefe de familia que buscas por distintas maneras de que tu familia siempre tenga lo mejor? Y cuando Dios empiece pedir de ti ¿cómo vas a responder ese llamado? ¿Cómo vas a responder ese llamado, mujer, madre, esposa, que hay veces que la vida, el tiempo ni te da, y quisiera que haya un día más en la semana y tal vez 4 horas adicionales en el día para poder tal vez hacer las cosas que quieres hacer? Pero cuando Dios empiece de ti ¿cuál va a ser tu respuesta? ¿Cuál va a ser mi respuesta como pastor cuando Dios empiece a demandar más de nosotros como pastores, como líderes de la iglesia?

Dios llama a una iglesia que viva en unción y en gozo. No una iglesia que se queje. No una iglesia que se la pase preguntando por qué esto y para qué aquello y cómo es, y dónde fue y quién dijo. No, Dios lo que quiere es una iglesia que diga ‘Señor, aquí estoy. Estoy dispuesto. Estoy dispuesta. Contigo yo se que lo vamos a hacer. Contigo yo se que lo voy a lograr. No importan las situaciones difíciles a mi alrededor, yo se que Tu te vas a encargar de todas y cada uno de ellas, porque yo se que a medida que yo entregue mi vida delante de Ti, Tu, que eres poderoso para hacer mucho más de lo que yo te puedo pedir, Tu te vas a encargar de responder.

Vamos a ponernos en pie, iglesia. ¡Aleluya! Hermanos yo, así en este espíritu de adoración, hermanos, yo siento en mi corazón hacer una pregunta. Yo quiero invitar a, si tu has escuchado este mensaje y tu no conoces al Señor Jesús todavía como tu salvador personal, como tu Señor, como tu amigo, como aquel que te llama a vivir una vida distinta a la que estás viviendo ahora. Si tu no has conocido al Señor. Si tu no has dicho ‘Señor, tómame. Cambia mi vida. yo te necesito, así como tu me necesitas, yo te necesito a ti’. Si tu quieres tomar esa decisión en este día, yo te invito a que tu uses este momento para eso. Si tu quieres levantar tu mano ahí donde estás, o si quieres venir al frente como un acto de fe, como acto así militante, como una persona que se atreve, no es una persona tímida, pero en una persona que se atreve a este principio ‘Señor, heme aquí. Toma mi vida. transfórmame por completo’. Si tu quieres ser esa persona hoy, yo te invito a que tu así lo hagas. Tu puedes levantar tu mano, que tu puedas venir aquí al frente y digas ‘Señor, mi vida es tuya.’ Amen. Dios te bendiga mi hermanos. Si estás en el balcón y si quieres levantar tu mano, y si quieres bajar aquí abajo, ven, baja, no importa. El Señor Jesús es la respuesta para cada una de tus necesidades.

El Señor Jesús es la respuesta para tu vida. No dejes pasar esta oportunidad de dejar que El entre en ti, que El te tome, te transforme y te renueve. Y de la misma forma yo extiendo este llamado a toda la iglesia congregación León de Judá que está aquí escuchando hoy. Extiendo el llamado a aquellos que nos están escuchando y viendo por el Internet.

Si tu quieres que este año sea un año en que tu puedas vivir en unción y en el gozo de Dios y tu quieres tomar esa decisión ‘Señor, yo quiero que tu llenes mi vida con tu unción, con tu gozo. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser ese instrumento tuyo. Yo quiero que esa agua tuya corra en mi y a través de mi para ser de bendición a otros. Yo quiero ser esa persona que no tiene miedo en hablar, que no tiene miedo en avergonzarse en hablar de ti. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser esa persona que dirige a mis jefes y colegas de trabajo a ti. Yo quiero ser esa persona que alcanza mi compañeros en la universidad. Yo quiero ser esa persona que alcanza a mis compañeros en la escuela superior elemental, intermedia. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser esa persona que cuando camino por Washington Street en Jamaica Plane que otros puedan sentir tu presencia en mi. Yo quiero ser esa persona. Yo quiero ser esa persona, Jesús’.

Si ese es tu sentir y si tu quieres hacer así, no tan solamente sentirlo, pero hacer así, yo también a ti te invito a que pases aquí al frente y vamos a orar. Vamos a pedirle que el Señor nos cubra con su unción. Y una vez que tomes ese paso, hermano y hermana, persiste. No te rindas hasta que tu consigas esa cobertura de Dios que tanto tu anhelas en tu vida.

El miércoles pasado el pastor hablaba acerca del ciego Bartimeo, de cómo él no se dejó llevar por las personas que le gritaban ‘Deja al Maestro tranquilo, no lo molestes’. Mientras más le decían, más alto él gritaba ‘Jesús, hijo de David, ten misericordia de mi’. El no se rindió, él persistió hasta que consiguió lo que encontraba, hermanos. Y lo mismo va para nosotros. De no rendirnos hasta que encontremos y alcancemos esa cobertura, esa unción, ese gozo, ese amor, ese valor de Dios para llevar nuestras vidas a cabo. ¡Aleluya!

Padre, te damos la gloria y la honra, Jesús. Esto es un momento sagrado delante de ti Señor. Esto es un momento donde estamos respondiendo a tu palabra, Señor. Como decíamos hace unos minutos ‘ tu palabra que nos confronta, tu palabra que nos alienta, tu palabra que nos llama a llevar vidas distintas para tu honra y tu gloria’. Jesús aquí están tus hijos e hijas, Señor. Hay hombres, hay mujeres, hay jóvenes que están diciendo ‘Señor, heme aquí. Llena mi vida con tu unción. Llena mi vida con tu gozo. Llena mi vida con tu amor. Llena mi vida con tu poder, con tu autoridad.’ Señor, hay personas escuchando a través del Internet que te están diciendo ‘Señor, heme aquí, ¿cómo puedo ser de bendición a mi familia? ¿Cómo puedo ser de bendición a mis amistades, a mis comunidades, Señor? Yo necesito tu unción’. Y Padre, he aquí estamos. Danos tu cobertura, Señor. Danos tu cobertura, Jesús. Derrama sobre nosotros, Señor, ese río de agua viva, mi Dios, que nos llene y que nos impulse, mi Dios, a hacer la diferencia en el mundo donde vivimos, Señor.

Padre, yo intercedo por jóvenes. Yo se que han venido una palabra a la juventud de esta iglesia, and Father I lift them up before you, right now, Lord Jesus and I pray that in each one of their hearts, that your Holy Spirit may bring conviction of the things that You want to do in and through their lives, Lord God. That their life is not going to be mediocre, even at their young age, Father, You are calling them to be part of your army. You’re calling them to be bold people that speak your truth and that live according to your standards, Father. So I pray for each one of them right now, wherever they are, in the balcony, in their chairs or even here in the altar. Father I pray that you may begin and You work in them and they may be able to live in your anointing, to live in your joy, Father.

Y por las familias también, Señor. Yo pido por matrimonios aquí representados ahora, Jesús. Padre que tu unción y tu gozo cubra matrimonios que están aquí presentes ahora mismo, Señor. Que esa unción y ese gozo restaure relaciones que han sido quebrantadas, que restaure la comunicación entre esa pareja, Señor, que tu restaures la intimidad en sus vidas, y que ellos puedan disfrutar, Señor de ese amor que tu tienes para cada uno de ellos. Con hijos e hijas Señor, que seas tu también ministrando a cada uno de ellos.

Padre, hay personas aquí que tienen lugares de trabajo que son poco hostil, Señor y yo pido que tu unción y tu gozo refleje tu luz, Señor. Que tu unción y tu gozo refleje tu luz a compañeros de trabajo, Jesús, en esos lugares , en esas oficinas, en esos cubículos, Señor, donde se pasan horas delante de la computadora trabajando, Señor. Yo pido que tu irradies, irradia tu amor, Señor a las que son secretarias, los que son maestros que enseñan en escuelas públicas, en universidades, en seminarios. Yo pido que tu unción les cubra, mi Dios para que la enseñanza que impartan, Señor sea una enseñanza, mi Dios que forme hombres y mujeres dignos de llevar tu nombre en medio de sus vidas, Jesús.

Padre, y como un ejército nos paramos firmemente y decimos: ‘Satanás hasta aquí tu has llegado. No más, no más, no más. No más, no más. Ya no tienes lugar con tu pueblo. No tienes lugar porque Jehová está en medio de ti, poderoso, El salvará, El salvará, El se encargará de hacer que las situaciones obren en favor tuyo, y el enemigo va a pisar sobre su cabeza con toda la autoridad y poder que El te da.

Padre nos afincamos a ti, Jesús. Y decimos, Señor no te vamos a soltar. No te vamos a soltar. Vamos a orar. Vamos a buscar de ti. Vamos a meditar tu palabra. Nos vamos a congregar. Vamos a cantar. Vamos a reflexionar. Vamos a meditar, a hacer todo lo que sea necesario, Señor hasta que seamos investidos por completo de tu unción, de tu gozo en medio de nuestras vidas. Oh, gracias Jesús. Gracias Señor. Padre bendice a tu pueblo. Bendice a tu pueblo, Señor, que cuando salgan por esas puertas, Jesús, tu cobertura sea con ellos aún más, tu fuego sea con ellos aún más. Que tu les consumas, Señor. Que esta palabra siga rebotando en sus mentes, Señor, y los anime a acercarse a ti aún más. Gracias te damos Jesús. A ti sea la gloria, la honra y el honor, por siempre Señor. Amen. Amen. Gracias Jesús.