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Pastor Carlos es un hermano muy querido para nosotros, lleva muchos años aquí en la ciudad de Boston y yo siempre he sentido como ese espíritu paternal de él. El me invitó cuando era nuevo aquí en Boston para predicar en su iglesia pentecostal, y yo nunca voy a olvidar que tu tomaste un momento de tener a todos abrazando a Dios. Eso yo nunca lo había hecho. Ay, fue poderosísimo. Así que Dios lo ha traído para compartir un testimonio un poquito diferente. Así que prepárense y reciban lo que Dios tiene para nosotros. Dios le bendiga hermano.
Agradezco la invitación que me extendió el pastor Gregory `para compartir con ustedes algo muy especial que Dios me ha dado. Me alegro mucho de estar aquí en esta tarde, poder compartir algo que pasé y que quiero como una voz profética llevarle a esta iglesia a esa palabra. Estos retiros que están llevando a cabo esta iglesia, lleva como fin movernos hacia otro nivel espiritual. Pero en cada mover espiritual tenemos que prepararnos. No llegamos a los lugares por casualidad, llegamos por dirección. ¿Cierto o falso?
Y tenemos que buscar la dirección de Dios en ese nivel para no llegar de sorpresa, para no llegar desordenadamente, por eso en esta tarde quiero aseverar lo que dije esta mañana que este mensaje, pues, es un suceso que pasó en mi vida en el ministerio. Llevo 35 años de casado con la misma esposa y con los mismos hijos. Llevo 33 años conociendo al Señor y como algunos 25 años en el ministerio, después que me botaron de Cagua.
Pero en este tiempo, últimos tres años, mi vida cambió y quiero traer como base bíblica el pasaje de Reyes, Primera de Reyes, Capítulo 19 y dice la palabra del Señor, verso 2 “entonces envió Jezabel a Elías un mensajero diciendo ‘así me hagan los dioses, y aún me añadan, si mañana a estas horas yo no he puesto tu persona como una de ellos. Viendo pues el peligro se levantó y se fue para salvar su vida.
Digan conmigo ‘salvar la vida’....
“.... y vino a Beerseba, que está en Judá, y dejó allí a su criado. Y él se fue por el desierto –digan ‘desierto’- un día de camino y vino y se sentó debajo de un enebro y deseando morirse –digan ‘deseando morirse’, yo no quiero estar ahí- y deseando morirse dijo ‘basta ya, oh Jehová, quítame la vida pues no soy yo mayor que mis padres y echándose debajo del enebro se quedó dormido. Y he aquí luego un ángel le tocó y le dijo ‘levántate y come’. Entonces él miró y he aquí a su cabecera una torta cocida sobre las ascuas y una vasija de agua, y comió y bebió y volvió a dormirse. Y volvió el ángel de Jehová la segunda vez, lo tocó diciendo ‘levántate y come porque largo camino te resta’. Se levantó pues, y comió y bebió y fortalecido con aquella comida y caminó 40 días y 40 noches hasta Horeb, el monte de Dios y allí se metió en una cueva donde pasó la noche. Y vino a él palabra de Jehová, el cual le dijo ‘¿qué haces aquí, Elías?’.
Oremos. Padre, que estás en este lugar, tu presencia la sentimos en tu espíritu. Creemos Dios mío que hay una porción maravillosa, una palabra que entregar a este pueblo. Permite, Señor que yo pueda fluir en tu espíritu para traer esta palabra. Y que pueda ser ministrada a los corazones y suplir necesidades que este pueblo tiene. Por Cristo Jesús te lo pido. Amen. Amen.
Digan ‘Gloria a Dios’.
La Biblia dice que Elías era un hombre sujeto a pasiones como las nuestras. Elías era un hombre sujeto a pasiones como las nuestras y hago esta aclaración porque todos somos hijos de Dios, somos siervos de Dios y vamos a pasar por ciertas etapas en la vida.
Y esta mañana mientras meditaba y el espíritu estaba hablándome en la adoración de la mañana, entendí por qué era que estaba aquí. Esta iglesia está ayunando, está preparándose para una etapa diferente, para una dimensión espiritual, para proyectar unos dones especiales que Dios ha entregado a esta iglesia, para alcanzar dimensiones que el espíritu santo está indicando, por eso el pastor está en retiro. Por eso es que la ciudad de Boston está siendo revolucionada.
Y Dios quiere usar esta iglesia como modelo y vengo aquí no como pastor, vengo como profeta de Dios. Vengo para traer el mensaje y en medio de este ambiente espiritual no quiero parecer negativo, quiero traerle una palabra de motivación, de aliento, de esfuerzo, porque si nos sorprende el avivamiento no estando preparados, o estando enfermos físicamente, no podemos retener el avivamiento.
Y a través de la historia podemos hacer estudios que ha llegado avivamiento a las iglesia, que ha llegado avivamiento a las personas, que ha llegado avivamiento a los concilios y por estar enfermos mental, psicológicamente, espiritualmente, no han podido retener el avivamiento y no queremos que esta iglesia que Dios quiere usar como modelo, que Dios quiere usar como profeta, no pierdan en el avivamiento. ¿Estamos de acuerdo, hermanos? ¿Estamos de acuerdo, hermanos?
Elías acababa de tener un gran avivamiento, ¿qué avivamiento? Necesitaban algunas veces tener estos tipos de avivamiento, no, matar 400 personas. Ay! Bueno, hay otros avivamientos en la Biblia. Se murieron dos mentirosos, dos ladrones se murieron en el altar. ¿quiénes fueron? Y eso los trajo un avivamiento.
Ay, pero lo que les quiero hablar, hermanos, es sobre mi vida, lo que pasó en mi vida en estos dos años. Estaba en un tiempo de avivamiento, había movido la iglesia hacia el Strand estábamos gozando de un avivamiento, estaba teniendo un tiempo de oración intensiva. Me levantaba a las 4.30 de la mañana e íbamos a orar a una iglesia New Covenant desde las 5 de la mañana hasta las 7 de la mañana, de lunes a sábado. Un tiempo rico de adoración, un tiempo lindo de adoración, una intercesión profunda en el espíritu. Las cosas comenzaron a tambalearse. Llegó un momento en mi vida, que tiempo....... ah, bueno yo soy pentecostal.
Ah, bueno, entonces me lo hubieran dicho antes.
Hubo momentos en mi vida en medio de ese avivamiento que Dios estaba tratando con mi vida y yo ahora lo comprendo. Comenzó Dios a desintoxicarme, a tratar profundamente con mi vida. Lo primero que hizo fue que a través de los estudios había acumulado más de 4000 libros, entre ellos unos que le pedí prestado a Elding. Todos esos libros, que eran para mi, que representaban para mi un orgullo, representaban para mi el tenerlos en la entrada de mi hogar, en un display que la gente cuando llegara allí, dijera ‘¡qué mucho estudia este hombre!’. ¿Y los has leído todos? Todos los he leído, desde luego aunque fuera el título, ¿no?
Pero Dios sabía que el único que puede ocupar el lugar en el corazón es El, y lo primero que hizo fue que nos tuvimos que mudar en el apartamento, mi esposa me dio un ultimátum ‘no más libros en la casa’. Y por obediencia y no con agrado, los guardé en un lugar, allí cayó la lluvia, se mojaron, se perdieron todos los libros. Miles de dólares y no solamente en dinero, sino en orgullo, en posesión, en agrado.
Dios comenzó a tratar con mi vida. Cuando llegamos al Strand tuvimos un año muy bonito. La ciudad determinó no extenderme contrato, teniendo yo la garantía de poder seguir. No quise pelear el caso, pero todas estas situaciones comenzaron a tratar en mi vida y a drenar mi salud. Mi condición de salud empeoró, que así como declara la palabra de Dios, que Elías deseó la muerte, yo la deseé.
Planifiqué mi muerte, pero no me atreví a hacerlo porque frente de mi casa está el mar, la playa y decía planifico mi muerte. Y cuando me ponía a pensar que el agua estaba fría, desistía. Suena a risa y lo hago como comedia pero fue un momento de depresión increíble. Fue un momento que no podía ya orar porque si oraba, lo que salía era llorando, lamentándome, quejándome: ¿por qué a mi, Dios? ¿por qué me ha sucedido esto a mi, Señor? Te he servido por tantos años y así es que voy a terminar mi ministerio, mi vida, mi familia, todo lo que tengo.
Yo creo que en un momento dado Elías sintió esas situaciones, era perseguido, se metió en una cueva y la cueva llegó un momento, que mi hogar, mi condición era una cueva. Me desconecté totalmente de toda organización, de todo evento y en la cueva que tenía emocionalmente, es un momento muy terrible, hermanos. La única persona que me fue a visitar, de las pocas personas, fue el hermano Luis, no se si fue a..... pero es que nos conocemos hace tiempo, pero le agradezco.
Hermanos, porque como ministerio, como hombre de Dios muchas veces hasta dudé, dudé hasta por qué había estudiado, dudé por qué había hecho tantas cosas, y cuestioné a Dios desde el principio de mi vida, por qué yo había abandonado mi carrera de actuaciones, por qué no estaba yo en el cine y por otro lado amigos que habían triunfado y que habían tomado y habían hecho películas y estaban millonarios.... me veía yo.
Saben, no se molesten por lo que yo voy a decir, ¿saben como llegué yo aquí hoy? En transportación pública. Tal vez 5 ó 6 años atrás, montarme en una transportación pública era para oh.... yo tenía que estar en Volvo.... tenía que tener bolígrafos de quinientos dólares. Una apariencia.
Y en este proceso Dios comenzó a tratar con mi vida, a detallar las áreas que yo necesitaba enmendar. ¿Cuántos le dan un aplauso al Señor? Una de las cosas que Dios me dio en este trato, yo creo que vayamos a la palabra del Señor.
Primera de Corintios 3:16. La palabra de Dios dice: “no sabéis que sois templo de Dios y que el espíritu de Dios mora en vosotros. Si alguno destruye el templo de Dios, Dios le destruirá a él porque el templo de Dios, el cual sois vosotros, santo es.”
No es mejor tiempo que ustedes están viviendo en el ayuno, porque no solamente el ayuno les va a ayudar a tener un contacto más sano con Dios, sino que va a desintoxicar y a sanar el cuerpo y a botar todas esas toxinas que tenemos porque uno suda.... digo, cuando está orando intensamente ¿no?. Cuando ayunas es para..... digo, un tipo pentecostal.
A mi me enseñaron, yo vengo de un movimiento en Puerto Rico que se llamaba Las Catacumbas, ¿qué será eso? Era un grupo de jóvenes locos, locos, locos, locos, pelo largo. Yo no tenía el pelo largo, lo tenía afro. Mi pastor tenía el pelo acá.... éramos el tipo de hippies, de ahí salimos, de un lugar en Puerto Rico que se llama el underground. Vengo de ese avivamiento, vengo de ese ambiente de búsqueda de Dios y a nosotros nos decían ‘cuando es ayuno se llama ‘frente en tierra’. ¿Por qué frente en tierra? Porque nosotros no teníamos templo y teníamos que poner la cabeza en la tierra pura y sudábamos. Por eso les digo que vengo de ese ambiente que cuando uno ora, uno suda porque es una lucha, es una guerra espiritual, y es maravillosa esa guerra espiritual.
Esta iglesia está buscando ese avivamiento y lo va a conseguir y lo tiene ya. ¿Cuántos lo tienen ya? Entonces retengamos ese avivamiento para la próxima dimensión. Alguien dijo una vez, no se qué filósofo fue, ‘mente sana, cuerpo sano’.
Pero mi vida totalmente, quiero caer otra vez al mensaje, mi vida comenzó a deteriorarse, a enfermarse. Tengo aquí, que esta mañana la puse aquí, todas estas eran las pastillas que yo usaba por la mañana, y eso es una tensión, hermanos, porque prediqué de salud, prediqué de sanidad divina. Hermanos, Dios llegó el momento por dos ocasiones o tres, una vez me entregaron una niña que los padres estaban encerrados en el cuarto fumando crack. La niña había inhalado el humo del crack, cuando yo voy a visitar esa familia sin saber, toco a la puerto, y lo primero que sale es el padre gritando, ‘ayyy, mi hija murió’. Estaba muerta por la inhalación del...... me la entregan en los brazos, oro por ella, y Dios le devuelve la vida.
O sea, he tenido experiencias profundas con Dios. Se lo que es vivir en el espíritu por tres ocasiones, Dios me saca del espíritu y me lleva a lugares tremendos. O sea, a la vida en el espíritu la conozco y verme en una condición, tomando todas esas pastillas por la mañana, cuando sé que Dios sana, cuestioné a Dios.
Vinieron dudas a mi vida. Dios estaba tratando con mi vida. Muchas veces nosotros tenemos que pisar fondo para estabilizar nuestra vida. Y tal vez tu, en esta mañana o esta tarde, estás descendiendo pero, acuérdate que va a llegar un momento en que no vas a poder descender y ahí vas a tener fortaleza para volverte a levantar. Y ahí vas a poder tener la fuerza, la experiencia, el ánimo, la destreza, la enseñanza para poder vivir una vida firme con Dios.
Pero así me vi, cuestionando a Dios. No podía orar de rodillas, como era la costumbre mía. Tenía que irme a la orilla de la playa a meditar, a orar y cuando veía que ya la emoción estaba llegando para querer llorar, dejaba de orar y oraba de muchas maneras, pero nunca de rodillas porque lo que parecía era llorar y llorar.
Veía una película, anoche vi Cinderella, me puse ...... por qué no está ahora. No, que va. Lloro por la mañana. Y diciendo secretos..... Alguien le dijo que una raya más al tigre no le hace daño.
El asunto es que toda esta situación, yo creo que Elías cuestionó a Dios, cuando dice la palabra ‘Elías era un hombre sujeto a pasiones como las nuestras’. Mi cuerpo se está muriendo por dentro. Una mañana cuando salimos del templo en la oración, yo me sentía como cosas se estaban desprendiendo de mi, como que estaba muriendo. Y no eran cuestiones espirituales, era que estaba muriendo. Porque cuando el páncreas deja ya de funcionar es que se está muriendo. Cuando el corazón no bombea la suficiente sangre es que se está debilitando, se está muriendo. Y cuando órganos, el hígados, y todos esos órganos internos que tenemos, la vida es que se está muriendo. Yo le dije a mi esposa ‘Siento que me estoy muriendo’.
Una vez salía del supermercado y quise caminar, hago las compras y cuando salgo del supermercado me tuve que sentar porque comencé a marearme y a sudar. Yo pensé que allí me iba a morir. Quiero mostrarles algo en este proceso Dios me hizo reflexionar y pensar en mi vida primeramente: cómo está tu vida en esta tarde?
Algunas veces nosotros le prestamos atención al cuerpo. Hermanos, el cuerpo es templo del espíritu santo. Tu cuerpo es habitación, la dirección de donde está Dios es donde tu estás. ¿Escuchaste eso? La dirección, el teléfono como tu te puedes conectar, es que Dios está allí. Si está Dios, esa es la dirección. Alaban a Dios.
Llegó Elías, en ese momento de la cueva, primeramente él come, el agotamiento, hermanos, es muy terrible. Uno pierde la visión, por eso es que uno tiene que saber descansar. Tal vez lo tienes, tal vez no, pero por lo menos trata de descansar lo suficiente. Las horas más importantes del sueño son de 2 a 4 de la mañana. Y esas horas son las horas que muchas veces uno se despierta y pierde el sueño, porque los problemas y las situaciones, y es ¿por qué? Porque hay algo ahí, hay algo que te impide que tu descanses. Si él sabe que si te puede robar las horas donde el cuerpo se repone, al otro día tu estás más enfermo, y así vas, poco a poco.
Y nosotros desconocemos todas esas cosas. Pero en este proceso que Dios me llevó, me hizo aprender tantas cosas y yo no sabía nada de medicina, nada de sangre, nada de alimentos y en año y medio, Dios transformó mi vida. ¿Cuántos alaban a Dios por eso?
¿Saben por qué Dios transformó mi vida? Para traerle una voz profética a esta iglesia y a otras iglesias, para que se preparen, para que cuiden su templo, el templo que Dios le ha dado, la habitación del espíritu santo que Dios te va a usar grandemente, que Dios va a proyectar su imagen a través de ti.
¿Saben qué es proyectar la imagen de Dios? Que cuando te vean a ti, vean a Dios mismo, vean el poder de Dios en tu vida. Que no solamente te vean a ti por verte sino que vean a un hombre o a una mujer de Dios, una persona que está entregada totalmente a Dios. Ese es el deseo de Dios en esta iglesia. No solamente que tengan nombre, que es la iglesia más grande. No, que es la iglesia que lleva el avivamiento y lo comparte con otras iglesias.
Yo creo que cuando Dios llama a Elías de la cueva, le dice ‘sal fuera’, con todo respeto quiero tomar esa posición porque por ese período de tiempo estuve encerrado. Pero Dios le dice ‘mira, te esperan grandes cosas, largo camino y vas a ungir al rey del norte, y vas a ungir al rey del sur, y vas a ungir a aquel profeta para que sea tu sucesor’. Y en este día, hermanos, yo me quiero ubicar para coger esta iglesia y ungirla con la palabra de Dios para que pueda llevar el mensaje y sanar la herida a muchos pueblos.
Sois templo del espíritu santo, nos tenemos que cuidar físicamente. En este período de tiempo comencé a hacer una análisis, ¿cuántos pastores se estaban muriendo? ¿cuántos hombres de Dios, mujeres de Dios, la iglesia están padeciendo de enfermedades? El estrés, las preocupaciones, la depresión, los niveles de azúcar, el corazón, problemas mentales, problemas espirituales de toda índole.
Y Dios me trajo un pasaje, vayamos al otro pasaje, Primera de Timoteo, Capítulo 1, verso 4. Pablo ya maduro en el Evangelio, ya experimentado en las cosas de la vida, que había tenido un gran ministerio y le dice a Timoteo “ni prestes atención a fábulas y genealogías interminables que acarrean disputas más bien que edificación de Dios que por fe, así te encargo ahora –escuchen bien- pues el propósito de este mandamiento es el amor nacido de corazón limpio y de buena conciencia y de fe no fingida”.
Esa palabra ‘fe no fingida’ me dio duro. Porque muchas veces nosotros queremos vivir una fe, demostrar una fe que no tenemos basada en andamientos, en estructuras, en conceptos, en tradiciones que muchas veces cuando venimos a ver, no tenemos ya fe, lo que tenemos es unos mandamientos, unas estructuras que están sosteniendo la débil fe que tenemos.
Por eso Dios en ese proceso de desintoxicarme comenzó a decirme ‘Carlos, evalúa tu fe’. Pero para evaluar tuvo que bajarme, triturarme, para restaurar un Carlos nuevo. Comencé a ir al gimnasio, al principio el entrenador me dijo ‘levanta la barra’, 45 libras, y como..... cogiendo medidas ¿eh? Para impresionarme, y cuando la levanté la barra de 45 libras se iba.
Pero Dios es bueno. Digan, Dios es bueno. Fue el comienzo de Dios a restaurar mi vida. Y es el momento de hoy para Dios restaurar tu vida también. Es hoy, no mañana. Es hoy, es ahora. Digan ‘ahora, voy a tomar control de mi vida porque el avivamiento que viene yo soy parte de él’. Denle un aplauso al Señor.
Gritémoslos todo ‘yo soy parte del avivamiento’.
Comencé a ir al gimnasio, comencé a tratar con mi vida. La gente comenzó a salir de la iglesia y a irse y pastor, unos se iban, unos no decían que se iban, y eso dolía, pero yo dije, no, yo tengo que tomar control de mi vida. Les voy a decir algo, dinero se puede ir, gente se puede ir, amigos se pueden ir, pero que no se te vaya tu familia, que no se te vayan tu esposa o tu esposo. ¿Me oíste? Que no se te maltraten tus hijos. Ese es el regalo más lindo que tenemos nosotros, nuestros hijos, nuestra esposa, nuestro esposo, es lo más bello que hay. Cuando todos se vayan, tu familia va a permanecer en las buenas, bueno algunos..... pero se supone que en las malas también. Por lo menos ahí dice ‘en las buenas y en las malas’, pero mi esposa se quedó conmigo maravillosamente. Mis hijos se quedaron y quedó un grupo siempre de fieles. Damos gloria a Dios por los fieles. ¿Cuántos son fieles a esta iglesia? No, no ¿cuántos son fieles a este iglesia? ¿Los de allá arriba son fieles a esta iglesia? Levanten la mano.
Y Dios siguió tratando con mi vida. cuando comencé a ir al gimnasio tenía que ir en horas donde nadie había. Era como la mujer samaritana, que iba en horas donde nadie estaba. Ella llegaba a mediodía porque era ramera y tenía 5 maridos y el que tenía no era de ella, y era criticada, y entonces yo iba al gimnasio a las horas que nadie había.
Y allí hacía lo que podía sin saber. Iba al sauna y era mi lugar de oración, al sauna orando, porque sabía que allí podía orar. Todo ese proceso trató con mi vida. No importa dónde esté, hubo un poeta latinoamericano, no se de dónde es, pero dijo una vez, y dijo una verdad clara, Rubén Darío dijo, ‘no importa la posición del cuerpo siempre que el alma esté de rodillas’. Amen. ‘No importa la posición del cuerpo si tu alma está de rodillas’, ora a Dios, ora a Dios, ora a Dios dondequiera que puedas. Medita en Dios en todo momento que puedas, porque Dios está ahí contigo. Aunque aparentemente tu no lo sientas.
Elías en esa cueva decía, Dios se fue de mi, ya no..... vino por segunda vez el ángel, pero ya... pero Dios le dijo ‘Sal de esa cueva, porque largo camino te resta’. Y cuando uno oye esas palabras de Dios, hace año y medio, estuve encerrado en la cueva. Este es el primer mensaje que traigo afuera de mi iglesia, este es el primer.... Todo este mes voy a estar predicando en diferentes iglesias, pero doy gracias a Dios que Dios comenzó en esta iglesia, porque Dios quiere usar a esta iglesia.
Vuelvo y repito, Dios la quiere usar, pero quiere sanarla, quiere que comencemos a alimentarnos correctamente, quiere que nosotros nos ejercitemos, que movamos. Hermanos..... mire, en este tiempo yo hice relaciones con personas que no eran cristianas. Ah! si porque muchas veces nosotros, nuestro círculo se va cerrando más y pocos son los que podemos evangelizar porque nuestro círculo se convierte en círculo pequeño de hermanos solamente. Y nosotros tenemos que ..... si queremos alcanzar, si queremos traer el avivamiento a otras personas tenemos que expandir el círculo de amistades para poder hablarle el Evangelio.
Comencé a hacer amistades con africanos, con musulmanes, y a todos les hablé del Señor. Es un tiempo maravilloso. Usted me pregunta a mi ‘¿cómo se siente pastor? El mejor tiempo de mi vida estoy viviendo ahora.
Yo creo que cuando Dios le dice a Elías ‘sal de ese lugar y vas a ungir a los reyes norte y a reyes del sur, al profeta Eliseo’, fue el tiempo más maravilloso porque muchas veces nosotros pensamos que nuestro ministerio se acabó, que ya no hay más para nada, las críticas, las murmuraciones del árbol caído comenzamos a hacer cosas de él, a destruir. Pero Dios, Dios tiene reservado siempre para ti y para mi una nueva dimensión, un nuevo campo que experimentar, unas palabras de ánimo para otros.
¿Saben lo que es ungir reyes? Cuando ya Elías decía, ‘ya yo estoy para .....’ Pero Dios dice ‘no,’, Dios te dice que todavía no es tu tiempo, que hay tiempo maravilloso para tu vida, que comience a tratar de sanar y de ejercitarte, de comer correctamente, de tomar suficiente agua. Nosotros tenemos, hermanos, muchas veces nosotros decimos ‘Señor, sáname’ y recibimos la sanidad, pero luego comienzas tu a creer, no solamente a decir ‘Dios me sanó’. No, comienza a tratar con tu vida, a cuidarte, a descansar, a respirar. Lo más maravilloso es ir a la playa a respirar.
Uno decía ‘ay, ¿para qué es el aire? Ah, para llenar los pulmones. Yo no sabía para qué. bueno, simplemente.... Pero cuando tu respirar llega ese oxígeno a tus pulmones. Cuando llega ese oxígeno, ahí hay unas 5 portaciones que tiene la sangre que coge ese oxígeno y te lo lleva a tu sistema muscular porque a través de las vitaminas, es lo que ha aprendido, a lo mejor hay otra gente que me puede ilustrar, pero es lo que he aprendido, coge esas vitaminas, especialmente el hierro y te lo transporta al sistema muscular y tu te vas reponiendo. Solamente oxígeno. ¿Por qué? Porque tu consigues paz, tranquilidad. Puedes ver la vida desde otro ángulo, no solamente trabajar, hacer cosas, simplemente Dios te pide ‘paz, tranquilidad, comienza a alimentarte correctamente’.
Podría hablar sobre la alimentación pero el tiempo no me da, pero si el consejo y el testimonio de mi vida. Yo podía haber estado en la tumba. Podía haber estado en un hospital, pero Dios ha renovado mi vida. Dios renovó la vida de Elías y Dios quiere, en esta tarde, renovar tu vida. Dios quiere tratar con tu vida.
Si has llegado a dónde hayas llegado, comienza de nuevo. Dios es el Dios las oportunidades. La gente dice, no, América es el lugar de las oportunidades. No, es Dios. Es Dios el Dios de las oportunidades. Nosotros como personas hemos llegado a estos países, ¡oh, América, el lugar de las oportunidad! Es Dios, es Dios el Dios de las oportunidades. Tómalo hoy, recibe ese Dios en tu vida. restaura tu vida a través de la dimensión del espíritu cuidando tu cuerpo, cuidando tu salud, tratando que tu familiares permanezcan.
¿Cuántos alaban a Dios por eso? Denle un aplauso fuerte a Dios.
Ahora voy al gimnasio cuando más concurrido está. Ah! ¡Aleluya! mi esposa me dice ‘no usas pantalones cortos, ni vayas con tirillas así de la camisetita enseñando.....’ No, no y salgo de casa con sudadera y cuando llego a los lockers, allí me pongo mi sudadera finita, así enseñando los músculos.... Es que me resta un largo camino y lo voy a disfrutar.
Yo le prometí a mi esposa una vez que yo iba durar 100 años y molestándola a ella y se lo voy a cumplir. No si, dicen todas.... pero cuando uno está dos, tres días fuera, dicen ¿dónde estás nene?
Voy al gimnasio, hay muchachos de 18 años, jóvenes. Yo soy el papá o el abuelo de ellos, soy el más mayor, y compito con ellos, compito con ellos. ¿Cuántos le vas a poner? 200. 200 van. ¿Cuántas repeticiones? Diez repeticiones. Diez repeticiones. ¿Cuántos sets? Tres, ahí van. Compitiendo con jóvenes, cuando un año atrás no podía levantar la barra de 45 libras ni hacer una repetición. ¿Por qué? Porque tomé control de mi vida.
¿Cuántos van a tomar control de su vida? ¿Cuántos van a tomar control de su vida? Si no tomas control de tu vida, las enfermedades las vas a tomar, los sentimientos la van a tomar, las situaciones, el ambiente, todas esas cosas las van a tomar. Y Dios te ha dado autoridad a ti para tomar control de tu vida.
Vamos a estar de pie y vamos a darle gracias al Señor. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Gloria a Dios. Cierre sus ojos por un momento. Medita en estas palabras que has recibido de tomar control de tu vida, de evaluar la situación donde estás y decir ‘me voy a levantar. Voy a restaurarme. Me voy a sanar. Dios me ha dado la habilidad, Dios le dio la habilidad al cuerpo para sanarse por sí solo’.
Toma control y dile ‘Señor, hasta aquí llegó mi frustración. Hasta aquí llegó mi depresión. Hasta aquí llegué. Señor, voy a salir de esta cueva. Voy a salir de esta situación. Voy a retomar lo que el diablo me quitó. A mi me quería quitar el ministerio, me quería quitar la salud, me quería quitar la vida. pero, yo le dije u me dije para mi ‘ya, voy a retomar, voy a avanzar, Señor, tu estás conmigo’.
Yo te digo en esta tarde, Dios está contigo. Dios no te ha abandonado. Es un proceso que Dios está usando para desintoxicarte, para que dejes atrás aquellas áreas que no te van a servir para la dimensión espiritual que Dios te lleva, para la dimensión que el espíritu santo está indicando en esta iglesia, para una dimensión profética, para alcanzar los pueblos, las naciones.
Comentaba con el hermano que me fue a llevar a la oficina, Omar, Dios bendiga a Omar. Muchos años atrás Dios nos dijo en Puerto Rico, los quiero llevar a una dimensión y los quiero usar alrededor del mundo. Nosotros no entendimos eso. y por no entenderlo, perdimos el gran avivamiento en Puerto Rico de la iglesia donde estábamos. En base de esta experiencia yo no quiero que esta iglesia, ni otras más, perdamos lo que Dios tiene para nosotros.
El avivamiento equivale a mucho sacrificio y no podemos dejarlo perder por nada. Por descuido mío, por no saber cuidar mi vida por poco, no solamente el avivamiento, sino la vida misma, pierdo. Y en esta tarde Dios te dice ‘toma control de tu vida’. Vuelve y dile al Señor ‘Señor, voy a tomar control de mi vida. el ministerio que tu tienes es mío y lo voy a ejecutar, lo voy a llevar a cabo, lo voy a restaurar, Señor. Este templo, es tuyo Señor. Te lo entrego nuevamente. Dame la sabiduría, dame el conocimiento para restaurar mi cuerpo, tu cuerpo, tu templo. Hoy es el día, hermano. Hoy es el día hermana. El altar está abierto para poder orar contigo.