Por Fanny Rodríguez
“Porque mejor es la sabiduría que las piedras preciosas; Y todo cuanto se puede desear, no es de compararse con ella” Proverbios 8:11
“Y dijo: De cierto os digo, que el que no reciba el reino de Dios como un niño, no entrará en él.” Marcos 10:15
Un periodista le hizo una entrevista a un hombre sabio y al entrar en la habitación le preguntó: “¿Qué es lo que más le sorprende de la humanidad?” él respondió: “Que se aburren de ser niños y quieran crecer rápido, para después desear ser niños otra vez. Que desperdicien la salud para hacer dinero y luego pierdan el dinero para recuperar la salud. Que ansían el futuro y olviden el presente, y así no viven ni el presente ni el futuro. Que vivan como si nunca fuesen a morir y mueran como si nunca hubieran vivido...”
La periodista quedó en silencio un rato y le dijo: “¿Cuáles son las lecciones de vida que las personas debemos aprender?” Y con una sonrisa respondió: “Que aprendan que no pueden hacer que nadie los ame sino dejarse amar. -Que lo más valioso en la vida no es lo que tenemos sino a quién tenemos. Que una persona rica no es quién tiene más sino quién necesita menos, y Que el dinero puede comprar todo menos la felicidad. Que el físico atrae, pero la personalidad enamora…”
Esta es solo parte de la entrevista y las afirmaciones del hombre sabio las vemos claramente en este tiempo donde la gente vive sin propósito, tratando de satisfacer necesidades personales que nunca logra satisfacer. Pero sabemos que el único que nos da sabiduría para vivir una vida plena es Jesús. Si seguimos su ejemplo no hay manera de equivocarnos. El nos dijo que nos hiciéramos como niños para entrar en el reino de los cielos; Nos enseñó que nuestra prioridad debe ser amar a Dios sobre todas las cosas y al prójimo como a nosotros mismos.
El sabio comentó que “lo mas valioso en la vida no es lo que tenemos sino a quien tenemos,” esto es verdad si tenemos a Cristo como el centro de nuestra vida, realmente lo tenemos todo. Él puede guiar nuestra vida transformar nuestro carácter al carácter de Cristo y seremos atractivos. Si hemos aceptado a Cristo en nuestros corazones Él nos da entendimiento para usar nuestras habilidades y también para usar nuestro dinero; primeramente en las obras del reino y después en lo que necesitamos y deseamos. La manera de buscar esa sabiduría es a través de su Palabra, leyéndola diariamente, de la oración y siendo instrumentos para que su gracia se manifieste hacia otros. Cultivando una vida de comunión con el Señor viviremos victoriosos ante toda situación.
Padre Celestial ayúdanos a llevar vidas que te agraden y que demostremos a los que nos rodean que Tu gozo y Tu paz nos inunda aun en medio de dificultades, y problemas y que alcanzamos victoria en Tu nombre. Te lo pedimos en el nombre de Jesús.