Mantener limpio el fluir del espíritu

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Vamos a la palabra del Señor en el libro de los Hechos en el capítulo 2. Para los que nos visitan y los que no han estado por un tiempo recordemos que en todos los momentos en que yo pueda, que no intervenga otro tipo de situación, visitante, un viaje o lo que sea, yo voy a estar caminando a través del libro de los Hechos, como ustedes bien lo han escuchado pero lo voy a seguir repitiendo hasta que se les grabe. Mi deseo a través de este estudio es infundir en nosotros como congregación y como individuos, lo que yo llamo una mentalidad sobrenatural, un sensibilidad a las cosas del espíritu, un entendimiento de que la vida cristiana no se procesa en la manera en la manera en que se procesan los demás fenómenos de la existencia humana, sino que es algo que se navega en el espíritu.

El Apóstol Pablo dice que los que son del espíritu piensan en las cosas del espíritu. Habla del hombre espiritual o la mujer espiritual. Y para eso hay que renovar la mente y una de las maneras en que nosotros renovamos nuestra mente es meditando en la palabra de Dios, meditando en esos paradigmas, esos conceptos que nos registra la palabra de Dios y al nosotros ver esos textos, esas narrativas, estudiarlas, escucharlas expuestas en los diferentes momentos en que estudiamos la palabra del Señor, en nuestra mente va grabándose esa idea: yo soy un hombre, soy una mujer del espíritu, soy de la eternidad, no camino, no pienso, no hablo, no proceso los eventos de la vida en la misma manera que lo hace la persona natural, el hombre natural, la persona que procesa las cosas en la carne según la razón meramente.

Entonces al estudiar el libro de los Hechos que es un libro eminentemente sobrenatural, porque es los Hechos del Espíritu Santo en realidad a través de los Apóstoles, nosotros podemos entender mejor cuáles son esos patrones, esos hábitos del espíritu, esas formas en que el espíritu obra en la vida de los creyentes, y cómo nosotros interactuamos y nos relacionamos con ese Espíritu Santo.

Y uno de los pasajes claves en toda la Escritura está ahí en el capítulo 2, es el momento como yo decía hace unas semanas atrás, es el momento cúspide del proceso del Evangelio y también es el punto de partida de muchas cosas que vemos en el resto de la Escritura.

En el capítulo 2, comenzando con el versículo 1 se nos describe la venida del Espíritu Santo. El Señor Jesucristo les dice a sus discípulos:

No salgan de Jerusalén hasta que no hayan recibido poder de lo alto, hasta que no hayan recibido la promesa del Padre, por qué? Porque él los enviaba a aprender una tarea sobrenatural, una tarea humanamente imposible para un puñado de hombres y mujeres ignorantes, pobres, sin ningún tipo de influencia social, intelectual o política, conquistar el mundo, hacer discípulo a todas las naciones, conquistar Roma, ir hasta Egipto y las otras partes del mundo que ellos ni siquiera conocían, que ese Evangelio tenía que llegar. Cómo iba esa bandada de gente asustada, impotente, como eran ese puñado de creyentes, cómo iban ellos a cumplir esa tarea excepto que Dios los capacitara en una manera sobrenatural?

Y por eso el Señor Jesucristo le dijo, No se vayan de Jerusalén hasta que no hayan sido ungidos con poder de lo alto. Entonces aquí es el momento esperado, ellos han estado orando, han estado tramando, han estado juntos en espera de esa visitación que el Señor le dijo que vendría y llega el momento. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos. Recuerde de nuevo Pentecostés no es el nombre que se le dio a este fenómeno, a esta experiencia, Pentecostés ya era un día de fiesta solemne judía. Es como decir que el Espíritu Santo cayó el 4 de julio o Memorial Day, o cualquier otro día de esos de fiesta. Pero este era un día de fiesta solemne judío, religioso, espiritual, marcaba la culminación de la cosecha. Que lindo que el bautismo del Espíritu Santo sobre la iglesia, la iniciación del funcionamiento del Espíritu Santo vino cuando se completaban los 50 días de la cosecha. Guau! Iba a ver una cosecha mucho más hermosa, cosecha de almas.

Y ese día que se marcaba la culminación, y que había comenzado el día de resurrección, 50 días después que Cristo resucita se da. Es decir, ese período que culmina con Pentecostés comienza un domingo que fue el domingo en que Cristo se levantó de entre los muertos, primicia, dice, y la primicia era precisamente el día que iniciaba los 50 días hacia Pentecostés. Cuando se cortaba el primer grupito de espigas de trigo o de cebada o lo que fuera, el sacerdote lo cortaba iniciando el tiempo de la cosecha. Y 50 días después se concluía en el día de Pentecostés.

Es decir, la primera cosecha, Jesucristo resucitado, primicia de entre los muertos. Una nueva creación de Dios, 50 días después de cumple ese tiempo y se inicia la cosecha de la humanidad entera, se inicia la nueva era de la iglesia. Cuando llegó el día de Pentecostés estaban todos unánimes, juntos como tu madón epito auto, repitan eso, por favor todos: como tu madón epito auto. Estaban todos juntos, dice en un mismo acuerdo, en el mismo lugar más o menos la idea. Estaban con una idea clara, fija, todos estaban unidos.

Hermanos, qué importante es que las iglesias cultiven la unidad. Porque allí envía Jehová bendición y vida eterna, que hermoso es habitar los hermanos juntos en armonía.

Hermanos, sabe usted que la pre condición para cualquier visitación del Espíritu Santo es la armonía? Que la armonía presupone humildad, presupone ajustarnos unos a otros. Ayer, viendo yo esos hombres, hermana lamento decirle mujeres que estos hombres se la comieron. Sabe ya ustedes no son el único show en el pueblo, saben? Lamento decirle que hay otro vaquero ya aquí en Dodge City. Las hermanas dice, amén, gloria a Dios. No, esos hombres están poniendo las pilas, hermana. Que bueno, verdad que sí, las mujeres están deseosas que los hombres se levanten, no para oprimirlas sino para caminar junto con ellas. Amén.

Pero yo creo que una de las razones por las cuales se dio esa bendición, porque estos hombres están aprendiendo a trabajar en armonía, saben? Eso es bien importante. Cuando los hombres se sujetan unos a otros, es que hay demasiado vaquero por ahí de dos pistolas en el mundo y por eso es que los hombres a veces no podemos hacer nada y las mujeres están viajando a la velocidad de la luz y nosotros ahí con una carretilla más o menos y es porque no nos sujetamos, no nos dejamos quebrantar. La mujer aunque aparentemente la llaman el género débil, pero de débil no tiene nada. Esas mujeres nos envuelven en un solo dedito. Pero yo creo que es porque la mujer se sujeta al espíritu, la mujer es frágil ante el Señor, la mujer es como una niña, las mujeres son más sensibles al espíritu y como que pueden sujetarse más fácilmente. Nosotros los hombres, Dios nos ha hecho fuertes, líderes y a veces eso también se pervierte, es el lado oscuro del don y entonces no nos sujetamos y siempre estamos con esa violencia y esa actitud de que no nos sujetamos a nadie y queremos que nuestra agenda sea…

Y yo siempre le he dicho a los hermanos, recuerdan cuando yo fui a predicar allá el martes, hace tiempo, al grupo le decía, hermanos, tenemos que sujetarnos unos a otros, tenemos que amarnos, tenemos que ser mansos y humildes. Yo le doy gracias al Señor, porque estos hombres al trabajar juntos y al llegar allí y amarse como hermanos y poner a un lado las agendas, Dios ha permitido que se vaya levantando un grupo muy bello y que esa bendición de ese sábado, yo creo que fue por eso, así que varones, les animo, sigan en ese espíritu, que no se oiga aspereza en el ambiente.

Yo estaba pensando en eso los otros días, perdonen, tienen tiempo? Y si no, too bad. Yo estaba pensando, hablando con alguien, sabe que cuando se hizo el templo, el primer templo el Señor dijo que en el espacio donde se iba a hacer el templo no se debía oír el golpe de martillos. Cuando Dios dice las cosas, él es un detallista increíble, él no quería que se oyera en el lugar del santuario, mientras se construía el templo jamás golpes de martillos, sino que las piedras tenían que ser talladas en otro lugar y traídas y ajustadas unas con otras. No les vuela eso la tapa de los sesos? Que interesante, no?

Primero, yo creo que en la casa de Dios no debe haber violencia, en el sentido de la gente golpeándose unos a otros, criticándonos unos a otros, atacándonos unos a otros, debe haber armonía, paz, amor, gozo, bondad. Miren el fruto del Espíritu Santo, mansedumbre. Entonces es muy importante eso, escúchenme, hombres, esto es un freezbee, eso es gratis para ustedes. Mujeres, congregación León de Judá, unánimes, juntos, en unanimidad, en armonía. Por qué? Dios dice, yo no quiero violencia en este lugar porque mi espíritu va a morar en él. Reverencia. Y nosotros tenemos que ser como esas piedras del templo talladas por Dios para que podamos pegarnos unos a los otros, vamos a encajar. No era con cemento, ni con clavos, ni nada, no, era que las piedras ajustaban tan bien que podían…

Usted ha visto las piedras del muro de las lamentaciones? Esa es la fundación del templo. Son unas piedras gigantescas y esas piedras han permanecido siglos y siglos. Las otras fue porque las destruyeron los romanos, pero esas piedras, que eran la fundación están simplemente encajadas unas con las otras y así nosotros tenemos que ser.

Yo le tengo que pedir al Señor, Señor, moldéame para que yo pueda encajar con los demás hermanos. Hay que morir. En el matrimonio es igual. En el matrimonio… alguien me preguntó el otro día, bueno, que hay que hacer para tener un buen matrimonio? Yo le dije, morir mucho. Se lo dije inmediatamente. Es cierto. Por qué? porque hay cosas en tu vida que quizás si tu vivieras solo, tu no tendrías que cambiarlas. Están bien, no tienen nada de malo, pero como tu vives ahora a la luz de otro ser con el cual tu tienes que emparentar y empatar, hay cosas que si tu fueras una piedra solitaria en un pedregal, no habría problema, pero como tienes que ajustar muy bien con otra piedra, tienes entonces que tallarte, dejarte tallar por el Espíritu Santo para tu poder encajar con tu pareja. Digan gloria a Dios. Eso me salió tan bueno que quisiera grabarlos. Grábenme por ahí y déjenme oírlo otra vez. Eso es del Señor.

Hay que morir, hay muchas cosas que uno tiene que dejar atrás para que el matrimonio pueda funcionar bien. Y entonces dicen, pero por qué yo tengo que dejar eso si eso no es nada? No, no es nada en sí, solo, pero a la luz de tu pareja y de tu matrimonio, si tu quieres tener un matrimonio feliz y sólido y bendecido, sí es algo. Y si lo sacrificas Dios te va a bendecir por ello. Y si te dejas cortar ese pedacito Dios te va a dar otro pedacito mejor, porque eso es lo que hace que te hace tropezar. Unánimes juntos, estaban unánimes juntos.

Para que el Espíritu Santo se pueda manifestar en una congregación tiene que haber armonía. Yo le doy gracias al Señor, no somos perfectos, de vez en cuando nos jalamos los moñitos allí, pero normalmente esta es una iglesia, gloria al Señor, que hay armonía, hay sus cosas, dónde no las hay? Y yo les digo hermanos, protejamos eso hasta el último segundo. Cultivemos la armonía, cultivemos el amor. Si hay algo, alguna aspereza, con alguien apresúrate a reconciliarte con tu hermano, no lo dejes ahí languideciendo y desangrándote, busca sanidad. Perdona y pide perdón y arregla las cosas con tu hermano para que pueda fluir la unción del espíritu en la congregación.

Porque cualquier cosita es como… la iglesia es como una vena, una gran vena y el conflicto es como crecimiento de grasa que crean arterioesclerosis en la vena, cualquier conflicto entre dos hermanos es un pedacito de grasa que impide un poquito del fluir del espíritu. La iglesia que no tiene un pedacito de grasa, la tubería está casi tapada 80%, necesitan una operación de esas que le hacen… le meten una zonda por ahí para rasparle todo lo que está ahí adentro. Tenemos que mantener limpio el fluir del espíritu.

Yo amo el Espíritu Santo, hermanos, como nunca en mi vida. Yo deseo que el Espíritu Santo descienda sobre esta congregación. Y yo le doy gracias a Dios porque mucha gente viene aquí y dice, pastor, su congregación es amorosa. El profesor Eduardo Ramírez que estuvo aquí en estos veintipico de jóvenes de Eastern University el domingo pasado, me escribió, como siempre lo hace cada año que viene, me dijo, pastor, su congregación es una congregación excepcional, el Señor la gloria. Estos jóvenes dice, se fueron tan animados y tan agradados del calor de esta iglesia, se sintieron como en su casa. Yo le dije, hermano, esta iglesia es suya cuando quieran venir. Para mí lo más importante es manifestar el amor de Cristo sobre todas las cosas. Todo lo demás es secundario, hermanos, el amor de Cristo por eso es tan importante.

Por eso es que yo creo que el escritor puso esto aquí: “… estaban todos unánimes juntos…” por eso yo digo, esperen, por qué? porque mientras oraban juntos, mientras clamaban al Señor, mientras derramaban lágrimas pidiendo la unción del espíritu cada día venían, se reunían, sus espíritus eran hermanados, purificados y entonces cuando la vasija estaba preparada vino el Espíritu Santo sobre sus vidas. Estaban unánimes y juntos.

“…Y de repente, dice, vino del cielo un estruendo como de un viento recio que soplaba el cual llenó toda la casa donde estaban sentados, y se les aparecieron lenguas repartidas como de fuego, asentándose sobre cada uno de ellos. Y fueron todos llenos del Espíritu Santo y comenzaron a hablar en otras lenguas según el espíritu les daba que hablasen….”

Yo decía, por eso hermanos, yo cada día me enamoro más y más del Espíritu Santo. Por eso en este tiempo… yo creo que estamos en un tiempo clave en que vamos a ver un derramamiento del Espíritu Santo increíble.

De paso, el próximo domingo es día de Pentecostés. El próximo domingo, ya llegamos a la conclusión de los 50 días que marcan. Así que el próximo domingo es día de Pentecostés y yo creo que esta estación, esta época en que estamos entrando es una época como nunca otra. Yo tengo grandes expectativas de ver la manifestación de Dios en una manera sin precedente en la historia de la humanidad. Muchas cosas que Dios ha hablado en mi corazón que yo pienso, bueno, me la está harbando a mí? No, se la está hablando a otros dondequiera. Esta mañana yo leía una carta que me habían enviado hacía como 3 semanas y yo no la había leído. Estaba allí en un sobre que me enviaron con unas grabaciones, una gente que tiene un don profético muy bello. Y yo pude leer esa carta y muchas de las cosas que esta gente decía acerca de esta época en que estamos viviendo ahora de la historia de la humanidad y de la iglesia, hacían resonancia en mí corazón. Yo creo que estamos entrando ya a los últimos tiempos y vamos a ver una gloriosa visitación del Espíritu Santo y yo quiero que mi iglesia se prepare, que mi iglesia esté lista para esa venida del espíritu de Dios.

Y yo quiero, yo mismo, estar listo y prepararme más y más para procesar esa presencia de Dios en mi vida y en mi ministerio y en el ministerio de esta iglesia. Es importante, hermanos, que nosotros entendamos esto.

Ayer mismo yo tuve una experiencia con respecto a eso. Yo iba a predicar, tenía la segunda predicación en el congreso de hombres y yo llevaba un sermón muy diferente, me había preparado para predicar, y había meditado y había orado, y de momento cuando llegué allí y fue más o menos cuando se paró el pastor Osorio a predicar, que algo me dijo, olvídate ese no es el sermón que tu tienes que predicar. Predica otra cosa y me dio exactamente el texto. Y yo prediqué sobre otro texto y creo que fue de bendición.

Pero mire esto, esto no es tanto la cosa. Yo le he dicho que muchas veces he tenido que hacer eso, más en esta etapa de mi vida, y yo creo que es por eso, porque según uno se va dejando guiar por el Espíritu Santo, el Espíritu Santo dice, ok, me estás escuchando, que bueno, te voy a dar más, te voy a dar más. Y a mí no me gusta pararme allí así sin preparar algo, pero cada día me encanta más fluir en el espíritu porque yo sé que si es de Dios, Dios va a proveer. Eso es lo bello y no hay nada como un pan recién horneado del espíritu, sacado del horno.

Después que yo terminé de predicar, al final de día, vino el hermano Héctor. Héctor, ven acá un segundito, por favor. Héctor es un hombre de Dios, es un hombre que ha estado muchos años en nuestra iglesia callado, un hombre respetable y respetuoso, muy especial, una familia muy bella. Y el hermano Héctor no es dado a estar con… yo nunca lo he escuchado a él hablar de estar con muchos alardes del espíritu ni nada por el estilo, pero si pueden poner un micrófono por favor. Pero Héctor vino y compartió conmigo algo al final y yo quiero simplemente… porque esto es acerca de cómo vivir nuestra vida fluyendo en el espíritu, lo importante es escuchar del espíritu y cuando el espíritu se está moviendo…

Héctor, dime algo de lo que tu compartiste conmigo ya al final del servicio? Dios les bendiga. Dios me les bendiga, queridos hermanos. Para mí la primera vez venir a hablar a petición del pastor frente a ustedes y resulta que en el día de ayer cuando nos preparábamos para asistir a la actividad de hombres saliendo del baño Dios me habló, me dijo, abre tu Biblia y vete a Lucas 5 y léelo.

Permítanme leerlo primero como el mandato que él me dio.

“Aconteció que estando Jesús junto al lago de Genesareth el gentío se agolpaba sobre él para oír la palabra de Dios….”

Así mismo, queridos hermanos, cuando llegamos a la actividad junto a mi hermano Félix, yo abrí la Biblia en el mismo capítulo Lucas 5 y le manifesté a él, mira, Dios me habló esta mañana de que abriera en mi Biblia Lucas 5, pero antes de manifestárselo a él se lo había manifestado a un hermano, el hermano Andrés que es ujier acá, a la entrada del edificio, y le dije, siento que aquí se va a hablar sobre esto. Y él me dijo, espera confirmación. Y así mismo dejé la Biblia abierta en la mesa, cuando el pastor dijo que había cambiado el sermón y que abrieran Lucas, capítulo 5, yo me quedé boquiabierto. Yo no tuve que hacerlo, ya estaba ahí. Y eso fue una confirmación y es algo de que no es casual. Eso quiere decir que Dios se está moviendo alrededor de nosotros y que el pastor está siendo grandemente usado por Dios para manifestarnos a nosotros a través de él, el mensaje. Queridos hermanos para mí fue una gran confirmación el día de ayer.

Gracias Héctor. Amén. Amén. La razón por la cual yo le pido a Héctor mismo que comparta es simplemente para ilustrar esta idea de que bello es cuando nosotros aprendemos a navegar en el espíritu y escuchar. Yo creo sin embargo, hermanos, que el Espíritu Santo siempre nos está hablando lo que pasa es que a veces no lo escuchamos, somos torpes, no somos diestros en discernir la voz de Dios. Porque cuando me vino eso, no fue como un ángel que me dijo verbalmente. No, fue algo, una impresión bien clara. Ese pasaje como que se me sembró en la mente. Yo dije, bueno, yo no sé por qué pero… y entonces yo conozco el pasaje comencé a pensar, claro que sí perfecta coincidencia con este momento de hoy.

Es bueno dejarse guiar por el Espíritu Santo. Es bueno, yo podría darle varias ilustraciones, pero me tomaría todo el sermón, pero ojalá, porque son ilustraciones. Esta misma semana, yo compartía una ilustración muy larga, pero no la voy a hace ahora mismo con los hermanos ayer, de como Dios me llevó a hacer una llamada telefónica estratégica y abrió una puerta extraordinaria. Simplemente escuchando su voz y accediendo a él.

Ahora, uno tiene que tener mucho cuidado con eso. No toda impresión es de Dios, hay que tener mucho cuidado con Dios, sabe. Yo he visto gente cometer serios errores, serios errores con respecto a eso. Uno tiene que tener mucho cuidado y experiencia, confirmación y sobre todo cuando son cosas muy delicadas en la vida. Uno tiene que buscar una seguridad y caminar muy cuidadosamente y sobriamente en el Señor.

Pero Dios quiere que aprendamos a fluir en el espíritu, a escuchar del espíritu, que nuestra vida está lubricada continuamente con el aceite, el ungüento del espíritu. Por eso él quiere bautizar las congregaciones. Y por eso en este tiempo yo estoy hablando tanto del Espíritu Santo y yo les animo, mis hermanos, mis hermanas a buscar esa llenura del espíritu en su vida, buscar ese bautismo del Espíritu Santo.

Si tu no has tenido todavía esa experiencia gloriosa hemos orado muchas veces aquí por los hermanos y las hermanas, seguiremos haciéndolo y tu también ahí en tu propia vida busca y espera y anhela y pídele al Señor ese bautismo del Espíritu Santo porque no podemos simplemente, bueno, yo acepté a Cristo un día y ya soy evangélico, tengo mi carnet para comprobarlo y no necesito más nada. No, hay una segunda experiencia, esa que el espíritu a través de Jesucristo le dijo a los discípulos esperen hasta que sean bautizados con poder de lo alto, investidos con poder de lo alto.

Entonces vino el Espíritu Santo sobre los discípulos y de ahí en adelante, desde ese momento en adelante vemos al Espíritu Santo manifestado en las páginas del Nuevo Testamento en muchas diferentes maneras.

En el libro de los Hechos lo vemos llenando muchas funciones, desde que cae sobre los discípulos. Cuáles eran algunas de esas funciones? Que son las mismas funciones que el Espíritu Santo quiere llenar en nuestra vida hoy, en tu vida y en la vida de la iglesia. Mire, yo veo que los discípulos recibieron denuedo. Digan denuedo. Es una palabra muy rara. Yo podría decir que recibieron valor, recibieron pasión, recibieron atrevimiento, coraje, podría decirse también, para testificar de Cristo Jesús.

Ahí está Pedro cuando en ese mismo momento cuando cae el Espíritu Santo mucha gente afluye a donde están los discípulos porque los están escuchando hablar en otras lenguas y hablar en lenguas, en ese momento el Espíritu Santo se manifestó con lenguas humanas. Eran las lenguas de todos esos judíos que habían venido a Jerusalén de diferentes países donde se encontraban, precisamente para celebrar Pentecostés. Los judíos siempre han estado esparcido por todas partes del mundo y como aquí en Estados Unidos, por ejemplo, que los judíos hablan inglés, o en Europa donde hablan francés, o alemán o cualquier otro de los idiomas europeos, o en Latinoamérica donde hablan español, todos esos judíos que vivían en diferentes partes del mundo, trabajando en comercio, en las diferentes cosas en que siempre han trabajado los judíos, habían llegado a Jerusalén para celebrar ese festival. Y cuando oyen a estos hombres y mujeres indoctos hablando en todos esos idiomas que ellos entienden, se quedaron boquiabiertos. Y entonces llegó una gran multitud alrededor de ellos, y ese Pedro que se acobardó ante una sola sirvienta que le dijo, tu eres de los discípulos de Jesucristo y él dijo, quién yo? Le dijo no conozco a ese hombre. De momento ahora se para como un general y les predica acerca del Cristo resucitado. Y los confronta, les dice, ustedes crucificaron al autor de la salvación. Y esa gente cayó y dijo, varones, hermanos, qué tenemos que hacer? Y él les dijo, recibid a Cristo y sed llenos del bautismo del Espíritu Santo.

Pedro tuvo un coraje, un valor. Y una de las cosas que el Espíritu Santo hace cuando nosotros somos llenos del Espíritu Santo, nos da valor para testificar, nos da efectividad, nos da denuedo para testificar. Y vemos a los discípulos de ahí en adelante testificando en diferentes situaciones ante autoridades, multitudes, funcionarios, como Felipe, ante el etíope, funcionarios del gobierno, diferentes personas con denuedo.

Otra cosa que vemos, vemos al Espíritu Santo dando efectividad y elocuencia en el ministerio. Estos hombres y mujeres se convirtieron en grandes instrumentos del Señor dondequiera que iban. Eran efectivos. No eran perfectos pero eran efectivos.

Yo he visto eso en las iglesias que cultivan la llenura verdadera balanceada del Espíritu Santo son iglesia bendecidas. Crecen, testifican y hablan con efectividad acerca del Señor Jesucristo como Señor y salvador. Tenemos que pedirle al Señor, Señor, lléname de esa efectividad por medio de tu Espíritu Santo.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo por dondequiera facilitando milagros. Donde está el Espíritu Santo hay milagros, hay señales, hay prodigios, surgen cosas sobrenaturales sobre las que hablaba el hermano Héctor.

Vemos por ejemplo, poco tiempo después que se derrama el Espíritu Santo están Pedro y Juan en la puerta de la hermosa, hay un cojo de nacimiento allí, y el Señor viene sobre Pedro, él testifica, declara sanidad sobre ese paralítico y este hombre que llevaba años y años ahí cojo, paralítico, sentado mendigando, de momento se para, salta y glorifica a Dios y crea toda una sensación, porque el Espíritu Santo facilita milagros. Donde se cultiva la presencia y el mover del Espíritu Santo hay una atmósfera donde Dios puede obrar. Se genera fe en la gente y entonces Dios puede hacer las cosas que él quiere hacer.

Otra cosa que vemos también aquí. Vemos al Espíritu Santo disciplinando y castigando. Sabe usted que el Espíritu Santo no es solamente para pasarle la mano a la gente y decirle Dios te ama, Dios te acepta como tu eres. Yo creo en todo eso, yo creo en la gracia de Dios, yo creo en la iglesia de misericordia, he hablado de amor y todas estas cosas, pero ¿saben qué? El Espíritu Santo también es siniestro, sabe. Le da una bofetada al más bonito. El Espíritu Santo confronta. El Espíritu Santo castiga.

Ananías y Safira, eso no pasó en el Antiguo Testamento con Elías, eso pasó en el Nuevo Testamento. Donde está el Espíritu Santo con poder hay confrontación, hay temor de Dios. Se requiere santidad. Amén, hermanos. Esa vida laxa en que vive tanto cristianismo hoy en día cuando está la llenura del Espíritu Santo verdaderamente la gente tiene temor de hacer ciertas cosas. Hay que hablar la santidad, hay que hablar la verdad de Dios, hay que confrontar las cosas que no están bien. Y cuando está el Espíritu Santo en medio de una congregación el Espíritu Santo puede castigar y disciplinar.

Yo he oído gente decir, no, eso de que Dios puede enfermar a una persona, Dios no enferma a nadie, mire, eso suena bonito pero no es bíblico, no es verdad. Ahí está en Primera de Corintios, dice, aquellos que comen de la cena del Señor y no disciernen el cuerpo del Señor, dice, por eso están muchos de ustedes enfermos y algunos hasta duermen. ¿Sí o no? Quién los hace dormir en otras palabras le corta el pescuezo? El Espíritu Santo porque no están….

Hermanos, donde está la presencia de Dios moviéndose hay que tener cuidado. Camina ligerito, sabe? Eso es algo que a mí me molesta en extremo hoy en día con tanto evangélico en esta nación norteamericana sobre todo. Los amo y lo saben tremendamente, pero veo muchas iglesias donde todo es amor y aceptación y gracia y que Dios te ama, Dios quiere prosperarte, Dios quiere hacerte un millonario, Dios quiere darte tres carros y 4 perros de raza, etc. y cantidad de cosas y nada de, sí, pero Dios espera que tu hagas ciertas cosas, tienes responsabilidad, tienes que comportarte de cierta manera, tienes que caminar rectamente delante de Dios, tienes que darle al Señor, tienes que dejarte confrontar, tienes que morir a muchas cosas.

No se oye esa parte. Todo es la mermelada y nada de comerse el pan, como los niños. Lamben la mermelada y entonces te dan el pan para que le pongas más mermelada. Cómete el pan también. Hay que buscar la otra parte también, la responsabilidad, lo que Dios espera de nosotros. Donde está el Espíritu Santo, hermanos, hay una expectativa de parte de Dios, que su pueblo va a regirse por los principios y los conceptos de la palabra de Dios. Señor, ayúdanos a ser una iglesia de santidad, una iglesia que te agrade, comienza conmigo, yo le digo al Señor. Padre ayúdanos a tomar muy en serio las cosas de tu palabra. Líbranos del mal. Líbranos de la tentación y ayúdanos a nosotros mismos a caminar de manera que tu te agrades de nosotros.

Yo veo aquí un llamado a la santidad. Ananías y Safira para mí, son una muestra. Donde está el Espíritu Santo hay seriedad. Hay que tener cuidado. Se habla claro. Se confronta el pecado, la gente es confrontada en sus comportamientos, hay expectativa de que tu te vas a regir por los caminos de Dios en todas las dimensiones. Yo creo en una iglesia profética, yo creo que en este tiempo el ministerio de Elías se va a hacer más y más fuerte. Ese último tiempo en que vendrá el profeta Elías a la tierra, o su encarnación, o su espíritu va a haber mucha confrontación en la iglesia.

Vamos a comenzar con la iglesia, hermanos, la iglesia tiene que arreglar muchas cosas. Hay que hablar claro. Yo creo en ese espíritu confrontativo. Yo sé que ustedes nunca lo han visto en mí pero…. se supone que se rían. Yo sé que muchas veces puede parecer un poquito áspero, pero hermanos yo creo que hay que tener cierta seriedad en las cosas de la vida, hay que caminar de cierta manera delante de Dios.

La iglesia de Jesucristo es una iglesia que tiene que reflejar el orden de Dios. Si queremos ser bendecidos tenemos que reflejar el orden de Dios. Por eso, entonces veo al Espíritu Santo disciplinando, castigando.

Otra cosa, veo al Espíritu Santo dando conocimiento profético, entendimiento, como al hermano Héctor a quien le habló y le dijo, yo quiero que se predique este pasaje en mi iglesia hoy. Es intuición profética.

Los discípulos entendieron que Ananías y Safira no habían vendido todas las propiedades que ellos decían. Se habían quedado con parte del dinero. El Espíritu Santo les dio entendimiento profético. Muchas veces a Pedro le dio entendimiento profético para que fuera a la cosa de Cornelio, conocimiento profético.

Vemos al Espíritu Santo también bautizando a mucha gente y llenándolos con su energía, a los 120 los bautiza, a Cornelio y sus amigos y familia los bautiza, a los efesios, los discípulos en Efesios en el capítulo 19 los bautiza, a los samaritanos los bautiza con el Espíritu Santo. Y el mismo Pedro cuando predica su primer sermón a 3000 personas habla acerca de que conviértanse y reciban la llenura del Espíritu Santo. Por eso es que yo creo, hermanos, que eso del Espíritu Santo no es solamente para la gente súper espiritual es para todo el que cree, todo el que ha recibido a Cristo como su Señor y salvador.

Hay un pasaje, no lo voy a buscar, bueno sí, aquí está, dice:

“Arrepentíos y bautícese cada uno de vosotros en el nombre de Jesucristo para perdón de los pecados y recibiréis el don del Espíritu Santo porque para vosotros es la promesa y para vuestros hijos y para todos los que están lejos, para cuantos el Señor nuestro Dios llamare…”

La experiencia del bautismo del Espíritu Santo es para todo creyente, no es solamente para los súper espirituales. Todos tenemos que buscar esa experiencia y vemos al Espíritu Santo de ahí en adelante bautizando mucha gente.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dando revelación. Hablé de conocimiento profético y revelación es más o menos lo mismo. Pedro tuvo su visión al respecto de Cornelio. A Ananías el Señor le haba y le dice, Ananías, ve a tal calle allá hay un hombre que se llama Saulo, yo tengo propósitos con ese hombre, ve, ora por él, ora para sanidad y para el bautismo del Espíritu Santo. Y Ananías se sorprende al principio porque ha oído hablar de Saulo, que es terriblemente anti cristiano, pero va en obediencia y Dios hace una obra maravillosa allí. Recibió revelación.

A los Apóstoles cuando iban a predicar en cierto lugar le dice, no, y después van a otro lugar, tampoco allí, después van a otro lugar y les dice, ahí es donde tienen que ir. Que bello es navegar las tareas de la vida cristiana con dirección y revelación de parte del Espíritu Santo. Cuantos errores nos evitaríamos y cuanto trabajo innecesario. Hay revelación.

Otra cosa, vemos al Espíritu Santo dirigiendo la obra evangelística. El Espíritu Santo coordina los movimientos y las decisiones de la iglesia. Uno de mis pasajes favoritos es Hechos 13 cuando están allí esos Apóstoles y profetas, perdón, profetas y maestros, dice, reunidos para ministrarle al Señor y mientras están ministrándole al Señor, dice que vino el Espíritu Santo y les dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado.

Que lindo es cuando los que ministran en el ministerio son gente verdaderamente llamada por Dios. Saben que hay mucha gente que se ha invitado a sí misma al ministerio y no siendo llamados por el Señor? Yo creo que hay una parte muy grande de gente en el ministerio ahora mismo que a veces bien intencionados tienen amor por las almas, tienen amor por el Reino de Dios, Dios les ha dado ciertos dones y ya por eso creen que Dios los ha llamado al ministerio pastoral, por ejemplo. Y Dios no los ha llamado al ministerio pastoral, Dios los ha llamado quizás para que apoyen a su pastor, sean maestros en una iglesia, hagan obra de evangelismo, pero no necesariamente para que encabecen una iglesia. Y yo creo que hay mucha gente hoy que se ha invitado pero no han sido llamados.

Entonces por eso viven a veces vidas infructíferas e infelices en el ministerio. Yo veo a veces personas que me da pena en el sentido más respetuoso de la palabra porque ellos mismos se quejan, no ven fruto, están amargados en el ministerio, su vida es una retahíla de tragedias y de fracasos y yo quisiera tener el valor a veces de decirle, hermano, quién soy yo para decir eso quizás, no me atrevo, decir, hermano, Dios no te ha llamado al ministerio pastoral. Como se atreve uno a decirle a una persona algo así?

Yo creo que cuando Dios te llama Dios te prospera y te bendice. No es posible que tu puedas llevar 20 años en el ministerio apretando el acelerador y nunca arranca. Eso no es de Dios. Cuando te bendice, Dios te respaldo. Va a haber pruebas, definitivamente pero también va a haber bendición, va a haber crecimiento, va a haber confirmación de que tu ministerio es de Dios. Pero mucha gente están enamorados del ministerio, no enamorados del Dios del ministerio.

Pero cuando hay palabra de Dios, Dios confirma y entonces viene la bendición. El Espíritu Santo dijo, apártenme a Saulo y a Bernabé para la obra para la cual yo los he reservado, y dice que los ungieron e impusieron manos y comenzó la obra más poderosa de toda la historia evangelística y apostólica. Todo un ala del ministerio nació porque el Espíritu Santo mismo appointed, asignó, estableció. Dice que él mismo estableció Apóstoles, profetas, pastores, maestros y evangelistas.

Cuando una iglesia se mueve en el poder del Espíritu Santo Dios habla, confirma, establece y la gente fluye en el don para el cual Dios le ha llamado. Es muy importante, pidámosle al Señor, Padre, danos sabiduría, danos el mover de tu espíritu para que nosotros podamos discernir dónde es que tu nos quieres, qué piedra yo soy. Soy piedra de fundación, piedra de pared, piedra de columna, piedra de techa, cuál es la parte que tu quieres que yo juegue? Porque todos somos parte del cuerpo y todos somos importantes.

Y pedirle al Señor, Espíritu Santo háblanos, enséñanos cuál es la función que tu quieres que nosotros desarrollemos. Es decir, esa visitación, esa venida del Espíritu Santo entre otras cosas desató todo esto que el Espíritu Santo hace y debe y tiene que hacer en nuestras vidas y en nuestros ministerios también.

Otra cosa, veo aquí el Espíritu Santo desató toda una ola de sanidades y liberaciones y milagros extraordinarios. Lo sobrenatural tomó control de la vida de la iglesia. Ángeles se aparecen, cadenas se caen, temblores inducen gente a convertirse al Señor, como el carcelero de Filipos. Extraordinarias sanidades se hacen, gente queda ciega por el juicio del espíritu, muertos son resucitados, todo porque se ha desatado un ambiente de milagros.

En Hechos, capítulo 5, versículo 12 al 16 veo por ejemplo, dice:

“… Y por las manos de los Apóstoles se hacían muchas señales y prodigios en el pueblo y estaban todos unánimes en el pórtico de Salomón, de los demás ninguno se atrevía a juntarse con ellos más el pueblo los alababa grandemente, y los que creían en el Señor aumentaban más, gran número así de hombres como de mujeres….”

Miren que ambiente más eléctrico había en ese lugar. “… tanto que sacaban los enfermos a las calles y los ponían en camas y lechos para que al pasar Pedro a lo menos su sombra cayese sobre alguno de ellos. Y aún de las ciudades vecinos muchos venían a Jerusalén trayendo enfermos y atormentados de espíritus inmundos y todos, digan todos, todos eran sanados….”

¡Aleluya! Oigan hermanos, me encantaría ver eso. Yo quiero ver eso aquí en la ciudad de Boston. Tenemos que pedirle al Señor, Padre envía una bomba atómica aquí a Nueva Inglaterra que ese mismo ambiente sobrenatural se manifieste en medio de tu pueblo. No queremos business as usual, no queremos las cosas comunes y corrientes, queremos la gloria de Dios. Tenemos que estar inquietos pidiéndole al Señor más y más de esa atmósfera sobrenatural.

En último lugar vemos al Espíritu Santo facilitando el esparcimiento del Evangelio por medio de ese ambiente milagroso. Vemos los viajes de Pablo, vemos a Felipe encontrándose con el eunuco. Y algo interesante, ¿saben qué? otra cosa que yo creo que hace la presencia y la obra del Espíritu Santo, yo nunca lo había puesto así de esa manera, y yo creo que les va a ser difícil a ustedes decir amén a esto, persecuciones, persecuciones. Cuando el Espíritu Santo se mueve, hermanos, los demonios se molestan. Hay mucha gente endemoniada que cuando ven la cruz y el poder del Espíritu Santo comienzan a manifestar toda esa porquería que tienen adentro. Cuando la iglesia comienza a predicar a Cristo, como Señor, como salvador, y los valores del Evangelio y toda esa gente que no se conforma a esos valores, le crujen los dientes porque hay mucha gente…. Cuando una iglesia está moviéndose hay persecución. Sabe que nosotros hemos sido objeto de persecución? Y últimamente ha habido… el diablo se ha estado moviendo por ahí: críticas en la comunidad gay, homosexual, lo voy a decir asimismo, que el diablo se moleste si quiere, es su problema. Hay salió un artículo esta misma semana acusando a la senadora Chan Díaz, voy a hablar, que importa, de haber asistido a una de nuestras cenas, la cena de Alfa y porque ella asistió a la cena, y como ella ha sido apoyada por la comunidad gay aquí en South End, por eso le salieron, como dicen, de centellas, rayos y centellas le cayeron encima porque asistió a una iglesia que es discriminatoria contra los homosexuales.

Y que hay de nuestros derechos, la primera enmienda de los Estados Unidos, que dice que tenemos derecho de nuestras creencias espirituales? Somos nosotros una secta falsa por ahí comiéndose a los niños? Somos una iglesia, hay millones de gente que cree como nosotros en esta nación, la mayoría de esta nación, y sin embargo quieren marginarnos y meternos en una esquina porque hablamos la palabra de Dios.

Yo no voy a dejarme acobardar por el diablo, hermanos. Escúchenme bien. Y si están escuchando ahora mismo, que lo escuchen claramente, esta iglesia no va a dejar de predicar la palabra de Dios claramente. Si quieren ladrar, intimidar, amenazar, todo lo que quieran, pero no vamos a comprometer el Evangelio. No es que yo voy a estar en una guerra activa, para qué? yo amo esa comunidad, se lo he dicho en tantas maneras ya cuando he podido y eso para mí es simplemente un punto de muchas otra cosas que me preocupan en la vida cristiana en general.

Pero cuando llega el momento de decir eso, hablamos de tantas otra cosas, como hay que hablar contra el adulterio y como hay que hablar contra el rencor, como hay que hablar contra el latrocinio y todas las demás, la promiscuidad y la pornografía, y el divorcio y todas cosas que dañan la vida del ser humano. También hablamos en el momento adecuado de ese aspecto, ese fenómeno. Eso es todo. Pero habrá persecución, hermanos, habrá persecución para los que hablan el Evangelio.

Cuando una iglesia está llena del Espíritu Santo está buscando la santidad de Dios, se molestarán los principados y las potestades. Cuando se declare que Jesucristo es el Señor, el diablo no quiere aceptar eso y se molestará y usará diferentes maneras de intimidar, pero nosotros tenemos que mantenernos firmes, porque eso es lo que está matando esta nación, cristianos acobardados, que están cada día callando más y más la verdad de Dios para no molestar a la gente, para que no molesten con ellos porque creemos que con esa simpatía falsa vamos a ganar a la gente. El diablo nunca se va a convertir, hermanos, por más que usted dance delante de él y se cambie el moño y se pinte los labios de diferentes colores, él seguirá siendo diablo.

Él quiere que usted se convierta a él, él no se va a convertir a usted. Así que será mejor, de la cara simplemente y sea frontal. Y predique el Evangelio y sea claro.

Entonces lo voy a dejar ahí, hermanos, hay muchas cosas que podemos sacar de este capítulo 2. Yo quiero que la próxima vez hablemos acerca de las lenguas, el viento y el fuego que se manifiesta aquí en este maravilloso pasaje. Lenguas repartidas como de fuego y también un viento recio. Qué quería decir el Señor con estas cosas? Pero vemos aquí, donde está el Espíritu Santo moviéndose hay denuedo para testificar, efectividad y elocuencia en la predicación, milagros, disciplina y castigo, conocimiento profético, bautismo del Espíritu Santo, revelación para la obra, dirección pormenorizada del Espíritu Santo, sanidades y liberaciones frecuentes y el esparcimiento del Evangelio por diferentes maneras incluyendo la persecución.

Que el Señor te bendiga, mi hermano. Enamórate del Espíritu Santo. Ponte de pie. ¡Aleluya! Vamos a decirle al Señor, Señor amamos tu espíritu. Amamos la energía de tu espíritu, Señor. Amamos la electricidad, el calor, la calefacción que da tu espíritu y queremos ser calentados por ti, Señor. Toma tu iglesia, Señor, toma control de este espacio, Espíritu Santo. Señor, toma control de cada brasita que está en cada asiento, comienza con la mía, Señor.

Estamos enamorados de ti y queremos ver tu gloria. Queremos ver tu gloria. Espíritu de Dios, Espíritu Santo apodérate de esta iglesia. Posesiónate de esta congregación. Señor, amamos tu espíritu y pedimos que nos bautices y nos llenes cada día más y nos ayudes a caminar, Señor, como tu quieres que caminemos. Guárdanos del mal, guárdanos de errores, guárdanos de entusiasmos excesivos, no autorizados por ti, Señor. Guárdanos de excesos. Ayúdanos a caminar dirigidos específicamente, balanceadamente por ti, Señor, paso a paso. Amamos tu presencia espíritu de Dios.

Dile al Señor, te amo y te necesito y te deseo, te requiero espíritu de Dios. Queremos más de ti. Queremos más de ti. Queremos que nuestras reuniones, Señor, sean reuniones donde tu presencia manifiesta esté en medio de nosotros, Señor. Queremos que nuestra adoración, Padre esté caracterizada por esa presencia tuya, Señor. Bendecimos estos músicos, Señor, y declaramos sobre ellos esa mentalidad de la cual hemos hablado, Padre, en el nombre de Jesús.

Comienza conmigo, Padre. Pon en nosotros apetito de adorar, de estar en tu presencia, tener intimidad contigo, Señor. Oh espíritu de Dios, queremos más de ti. Queremos de tu gloria. Bautízanos, llénanos, bautízanos, radicalízanos, Señor. Radicalízanos, Señor.