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Dios puso algo en mi corazón esta mañana y funciona perfectamente bien con lo que los niños acaban de hacer hoy. Y tiene que ver con nuestro llamado fundamental como congregación, nuestro centro mismo de lo que somos, nuestra identidad.
Qué significa la palabra Judá, nosotros somos la congregación León de Judá. No tienen que gritarlo ni nada pero si saben lo que quiere decir Judá pueden asentir con la cabeza. Quiere decir alabanza, adoración. Judá quiere decir alabanza porque cuando nació Judá en el Antiguo Testamento, su mamá dijo, “Finalmente, saben lo que voy a hacer? Voy a adorar al Señor”.
Y nuestro llamado como iglesia se resume en muchas maneras en nuestro nombre. El león es una imagen de guerra, de realeza…. A nosotros como congregación a entrar en ese espíritu de guerra espiritual, pero también se nos llama a ejercer esa guerra espiritual a través de la alabanza y la adoración. Cada uno de nosotros tiene ese llamado. Y en el relato navideño vemos el concepto de la adoración relacionado y entrelazado con todo los relatos de la navidad.
Así que, por favor, abran conmigo sus Biblias en Mateo, capítulo 2. No sé si lo pueden poner en la pantalla en inglés entonces, Mateo, capítulo 2, versículos del 1 al 12.
“….Cuando Jesús nació en Belén de Judea en días del rey Herodes, vinieron del oriente a Jerusalén unos magos diciendo, “Dónde está el rey de los judíos que ha nacido porque su estrella hemos visto en el oriente y venimos a adorarle. Oyendo esto, el rey Herodes se turbó y toda Jerusalén con él, y convocados todos los principales sacerdotes y los escribas del pueblo, les preguntó, “Donde había de nacer el Cristo? Ellos le dijeron, “En Belén de Judea, porque así está escrito por el profeta y tu Belén, de la tierra de Judá no eres la más pequeña entre los príncipes de Judá, porque de ti saldrá un guiador que apacentará a mi pueblo, Israel. Entonces Herodes, llamando en secreto a los magos, indagó de ellos diligentemente el tiempo de la aparición de la estrella y enviándoles a Belén, dijo: “Id allá, y averiguad con diligencia acerca del niño y cuando le halléis hacédmelo saber para que yo también vaya y le adore. Ellos habiendo oído al rey se fueron y aquí la estrella que habían visto en el oriente iba delante de ellos hasta que llegando se detuvo sobre donde estaba el niño. Y al ver la estrella se regocijaron con muy grande gozo y al entrar en la casa vieron al niño con su madre, María, y postrándose lo adoraron. Y abriendo sus tesoros le ofrecieron presentes, oro, incienso y mirra, pero siendo avisados por revelación en sueños, que no volvieses a Herodes, regresaron a su tierra por otro camino…”
Oramos. Padre, en el nombre de Jesús hay algo en los corazones de los magos que tu quieres que nosotros tengamos, Señor. Señor, danos este corazón, el corazón de adorador en espíritu y en verdad que marque una nueva época en nuestras vidas y como congregación, Señor, para que podamos darte el tributo que mereces. Te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amén.
Los reyes vinieron a adorar al Señor, lo dice dos veces en realidad. Por eso vinieron ellos. Si usted lee los relatos navideños usted encuentra una y otra vez el tema de la alabanza y la adoración. En el principio mismo del relato cuando Zacarías, el papá de Juan, sacerdote, está ofreciendo su sacrificio y su adoración en el santuario, afuera, en el santuario había una multitud de personas adorando mientras él dirigía la alabanza dentro del santuario.
Fue durante ese tiempo de adoración congregacional que el ángel se aparece a Zacarías. Si vemos hacia el final del relato y pensamos en Simeón y en Ana también, quienes vieron a Jesús mientras él estaba siendo presentado en el santuario, qué hacían ellos una y otra vez en el templo?
Pasaron día y noche orando y adorando en el santuario, y cuando Simeón ve el bebé lo toma en sus brazos, mira a ese bebé, y le dice, “Dios, sabes qué? Terminé mi función.” Bendijo al Señor y dijo, “ya me puedes llevar contigo, estoy listo para ir, he visto a Jesús, he visto su gloria.”
Yo conozco gente como Simeón pero ya volveremos otra vez a esa parte. Hay otro lugar ahí donde se habla de adoración. Había otra persona que ni siquiera había nacido pero que también adoró a Jesús. Todavía estaba en el vientre de su madre. Saben de quién estoy hablando? María se aparece, va a visitar a su prima, Elizabeth. “Hola, cómo estás?” y en el momento en que Elizabeth escucha la voz de María, es llenada con el Espíritu Santo y el bebé salta dentro de su vientre.
¿Saben qué? Mi hijo Noé era uno de esos saltarines. Uno se le acercaba a Kenny cuando ella estaba encinta, y enseguida lo sentía… Noé daba unas patadas tan fuertes dentro del vientre de su mamá.
¿Saben qué? Juan el Bautista, in Vitro, dentro de su madre, saltaba en adoración. Que Dios nos de un corazón así que salte. Cuando uno entra en la adoración le ha pasado alguna vez? Uno entra y algo dentro de uno salta. Es su espíritu reconociendo a aquél que ha hecho ese espíritu.
Les digo, mi mejor momento favorito durante cualquier día, es cuando yo veo a Noé, mi hijo y a Caris mi hijita, y no los he visto un buen rato y vienen saltando como…. Y Caris llega a mis rodillas su cara, y… mis llaves y mi celular en mi bolsillo, …. Contra…pero eso no la detiene. Es esa sensación de que no te he visto durante mucho tiempo y quiero estar cerca de ti. Que Dios no de…..que cuando entramos a adorar, algo dentro de nosotros diga, “Papi, Aba, te amo, te veo de nuevo”.
Oh, que nosotros seamos niños, una congregación inocente como niños. Y saben ustedes la palabra que alude a esa idea de saltar de deleite, Elizabeth salta de alegría, hay una palabra en hebreo gail. Es como que la misma palabra expresa…..
La palabra Abigail quiere decir simplemente volverse loco de alegría, estás gritando, estás gimiendo de felicidad. Es solo una notita… Abigail es de aba, mi papá, mi papi, y gail es gritar de alegría. Alegre, y nosotros tenemos que ser alegres.
La palabra dice que “Dios se regocijará con canciones sobre ti.” Como nosotros gozamos en su presencia él gozará también en nuestra presencia. Ser como niños, vimos hace un momento a esos niños haciendo esa adoración espectacular. Algunos de esos niños me matan. Y me parece increíble que pudieran conseguir que un varoncito que hiciera esa parte….
Eso conllevaba una adoración sistemática, bien elaborada, bien planificada. Pero también hay un tipo de adoración que es una adoración infantil cuando sacamos las sillas del medio y simplemente saltamos como monitos adorando y gozándonos en la presencia de Dios. Que Dios nos de ese tipo corazón, esa capacidad para liberarnos en la adoración y alabanza.
Pero, saben algo? No podemos hipnotizarnos o entrar en eso forzadamente, psicológicamente. Tiene que ser algo genuino, algo del corazón. Y hay otro elemento acerca de la adoración que es meramente externa, formal, de afuera. Digo ilustraciones concernientes a niños. Mi hijo Noé de vez en cuando asume una cierta mirada. Nunca se me olvidará, tenía año y medio, más o menos, lo llevamos al acuario un día, qué hace? Se pega al vidrio del acuario del tanque y pega la cara sobre eso y está mirando a los peces pasando y yo lo miré de momento y vi esa mirada en sus ojos. Es como que estaba allí pero también estaba en otro lugar. Y pensé para mí, guau, estoy contemplando lo que es esa mirada de maravilla, de asombro que sale del alma de una persona. No dura mucho, en un niño de esa edad.
Esa mirada también la vi en el despliegue de fuegos artificiales el 4 de julio. Y hace un par de semanas inclusive, la vi otra vez. En I wanna, el programa de los niños, y hay un tipo que se viste de león, es la mascota de I Wanna. Quizás nos visite por aquí algún domingo. Él llegó a una de las clases de escuela dominical donde están los niños de 3 y 4 años, y yo estaba espiando. Y vi a Noé, mi hijo, acercársele y está mirando a ese león raro y tiene esa mirada a la cual me estoy refiriendo.
Saben ustedes? Hay gozo pero también hay como un poquito de temor en esa mirada. Lo que está mirando es un león y no estoy seguro si me va a comer, y lo hace más interesante. Estoy tratando de enseñarle a mi hijo acerca del temor y Halloween y todo eso, y por qué no lo celebramos, y le digo, hay cosas a veces que nos da miedo. Y él me dijo, se siente bien tener miedo. Y tuve que hablarle acerca de eso. Pero ¿sabe qué? En realidad nada más aterrador que Dios.
Las crónicas de Narnia, una película, el león de esa historia y los niños en la historia dicen, “Ah, un león!” Es seguro, se puede confiar en él? Y el otro niño dice, “Bueno, no es muy seguro, no es muy manso el león”. Es un león, no es manso necesariamente pero es bueno.
Cuando nosotros adoramos, adoramos al león de la tribu de Judá. Adoramos a un Dios majestuoso y maravilloso. No es un Dios con quien podemos jugar, no se debe tomar livianamente tampoco, pero es bueno, que Dios nos de ese corazón de asombro y de maravillas.
Saben ustedes, los discípulos cuando estaban con Jesús, algunas veces se sentían cómodos con él y hablaban libremente, pero un día el Señor se quedó dormido en la parte de atrás de la barca. Recuerdan lo que pasó? Una tormenta se desató de momento. Los discípulos se están volviendo locos de miedo. Señor, no te da temor de que nos estamos muriendo aquí en el barco? Me imagino al Señor levantándose, tocándose la cara y mirando alrededor… Y el Señor dijo, “Tormenta, cálmate!” Y todo de momento se calmó.
La reacción de los discípulos, dice la Biblia, fue que tenían miedo de la tormenta, pero el texto bíblico aclara en una forma muy enfática, que tenían miedo a la tormenta, tenían terror de Jesús al ver su autoridad. Después de este milagro se preguntaron, bueno, qué es lo que tenemos dentro de esta barca? Podría ver todos se pusieron de un solo lado mirando con terror a esta figura misteriosa que era Jesús.
Que Dios nos de ese sentido de asombro y de temor… En el libro de los Hechos, vemos también que al ver los milagros que hacían los discípulos, dice que la multitud miraba y que la palabra que en el griego original se usa, se refiere a miedo, había como terror de lo que estaban mirando.
Dice en el salmo, adorad al Señor en el esplendor de su santidad. Yo tengo un amigo que una vez se encontró en una conferencia en la ciudad de Kansas, y allá visitó una iglesia que se mueve mucho en el ámbito profético. Y el pastor líder dijo, saben qué? Vamos a tomar un momento y yo voy a orar para que el Señor nos revele el temor del Señor en este momento. Silencio de momento y nada más, y este amigo me relata que lo único que él pudo hacer durante los próximos 90 segundos, fue tirarse al piso, quedarse en el piso tirado con su rostro al suelo y rogarle al Señor que no lo matara. Absoluto terror, temor.
Ahora, entendemos ese es un momento extremado, pero de vez en cuando es bueno tener un sentir así, un saborcito de temor a Dios. Le da peso cuando nos reunimos como congregación para adorar al Señor. Podemos ser como niños que agarramos el león y jugamos con la melena del león y nos subimos encima de él y le damos gracias a Dios que le está rugiendo a los malos, no a nosotros. Cuando Satanás nos ataca o cuando hay gente que quiere perseguirnos, no tenemos que tenerles temor a esas personas porque tenemos a un Dios que es mucho más aterrador que esos malos… y él está de nuestro lado.
Los tres Reyes Magos comprendieron ese espíritu de reverencia delante de Dios. Sabían que un gran rey estaba naciendo en su vida en ese momento, y llegaron a adorar a ese rey. No vinieron simplemente a hacerle caricias y chulerías a un bebé, vinieron a pagarle tributo reverente a un nuevo rey, a un gobernador que ellos sabían que tenía mucha más autoridad que la que ellos tenían.
Saben ustedes, hay muchas palabras en el Antiguo Testamento y en el Nuevo Testamento que aluden al sentido y al acto de la adoración. Yo hablé acerca de esto en la mañana. Los esquimales tienen como veinte palabras que se refieren todas a la misma cosa, la nieve. Tienen nieve que se puede apretar fácilmente, nieve liviana, polvorienta que se puede esparcir en el aire, la nieve que está ya como fuerte y pegada en la superficie. Por qué tienen ellos tantas palabras para referirse a un fenómeno que se llama nieve? Probablemente porque es una parte muy importante de sus vidas, la nieve.
Les animo a ir a google, al Internet, y buscar la palabra adoración en el griego, por ejemplo. Usted verá página tras página de palabras en el griego original y en la Biblia que se refieren a la adoración. Por qué? Probablemente porque era la esencia de sus vidas. Porque la adoración para un creyente es como respirar. La adoración es como el centro alrededor de lo cual todos nosotros giramos y nuestra vida se desenvuelve.
Estos reyes usan la misma palabra tres veces para referirse a su adoración a ese niño recién nacido. Es la palabra griega proscuneo y se refiere a arrodillarse y postrarse rostro abajo y darle tributo a un gran rey. Es como rebajarse a sí mismo para exaltar a uno que es mucho mayor que el adorador.
Tome su Biblia y mire el salmo 2. Describe muy bien esto a lo cual yo me estoy refiriendo. Dice, por qué conspiran las naciones y tratan de hacer cosas contra Dios en vano. Los reyes de la tierra tratan de hacer cosas en contra del Señor contra su ungido. Dicen ellos, rompamos el yugo de Dios en nuestra vida, saquemos las cadenas que han puesto sobre nosotros. Pero la Biblia dice, el que está en el trono en el cielo se reirá de ellos, se burla de ellos. Y entonces los reprende en su ira y los aterroriza en su ira, y dice, he instalado a mi rey en Sión sobre mi monte santo. Yo proclamaré la declaración de mi Dios. Dios ha dicho, tu eres mi Hijo hoy, yo te engendré.
Saben ustedes la frase Hijo de Dios? Claro, eso alude que Cristo es divino. Yo tengo un hijo, por ejemplo, y es humano como yo. A menos que sea cosa de ciencia ficción el niño sale diferente. Pero la frase que tenemos en la Biblia Hijo de Dios, implica también esta idea de Rey. Al rey se le llamaba también el Hijo de Dios. Así que cuando Cristo es bautizado y esa voz del cielo dice, “Este es mi Hijo”, también diciendo, “Este es mi Rey, el Rey que ha venido. Escúchenlo a él.”
Y el salmo 2 continua y dice, pídeme y te daré por herencia a las naciones, le dice al Rey, a su hijo. Vas a dominar sobre ellas con tu cetro y las quebrarás como si fueran piezas de barro. Así que, reyes, sean sabios, admitir amonestación, oh jueces de la tierra. Servid a Jehová con temor y alegraos con temblor. Honrad al Hijo, para que no se enoje y perezcáis en el camino, pues se inflama de pronto su ira. Bienaventurados todos los que en él confían.
Los reyes aquí en Mateo, en el relato que acabamos de leer, es como si hubieran salido exactamente del salmo 2. Ellos saben que un rey nuevo aparece en el escenario. Este es un rey que no se puede matar, un rey que tomará control de toda la tierra y realmente yo quiero estar del lado de ese rey. Así que estos reyes magos vienen, se postran sobre sus rodillas delante de él.
Y es la misma palabra que vemos en el libro de Apocalipsis también. Proscuneo habla acerca de todos esos ángeles que están alrededor, postrados alrededor del trono de Dios. Y dice en Apocalipsis que ellos se postran sobre sus rodillas y tiran al suelo sus coronas delante de ese gran Rey, y dice, alabanza, y gloria, y sabiduría, y gracias, y honor, y poder, y fuerza a ese, nuestro Dios por siempre y siempre. Proscuneo. Adoración.
Nosotros hemos estado orando al Señor, clamando por un gran avivamiento durante mucho tiempo para que venga sobre nosotros el Reino de Dios. Y en la medida en que ese reino va llegando a nosotros, mientras nosotros adoramos al Señor, y ese velo es levantado y vemos a Jesús en su majestad real, ese es el tiempo para nosotros arrodillarnos, y dejar nuestras propias coronas, ponerlas a sus pies, y decir, toda la gloria y el honor te pertenecen a ti Jesús.
Cuando nosotros adoramos, declaramos, Señor, tu eres el Dios, el Rey. Eres el Rey de mi vida y eres el Rey de esta tierra y tu estás tomando control.
Una notita adicional aquí. Estos tres reyes que llegaron a adorar a Jesús, probablemente no eran del mismo país ellos tres. No eran todos boricuas o lo que fueran, no eran de una sola nación. Tenemos reyes cada uno, en un sentido de autoridad de nuestros diferentes países. Allí en ese lugar había como unas Naciones Unidas en esos tres reyes. Eso en realidad era algo profético. Dios dice que un día todas las naciones vendrán a adorar a los pies de Cristo.
Eso es algo que tiene mucha vigencia para nosotros como congregación. Miren alrededor de ustedes. Habrá alguna línea de asientos que no tenga representantes de diferentes países? Quizás usted está sentado al lado de su esposa, o algo así pero. Es cierto, cuando uno mira desde aquí y ve una cantidad diferente de… Y también ahora que tenemos el ministerio en inglés, todavía la cosa se pone mucho más interesante y sazonada. Hemos contado en esta iglesia y tenemos ya más de 30 nacionalidades en nuestra congregación. Y la Biblia dice que eso constituye una señal profética, porque cuando personas de diferentes países se reúnen juntos para adorar al Rey, como los reyes que vinieron a adorar al bebé Jesús, estamos haciendo una declaración. Estamos diciendo, un nuevo Rey ha llegado a la tierra. Antes de ser gringo, nos estamos diciendo, soy ciudadano de ese nuevo reino. Amén. Gloria a Dios. Al unirnos en esta diversidad estamos diciendo que algo nuevo ha descendido sobre el ámbito humano, y que la llave a esto es, yo creo, la adoración.
Saben ustedes el texto que hay en apocalipsis que están rodeando el trono y dicen, con tu sangre, Señor, tu nos has comprado a nosotros, de cada tribu y lengua, nación y etnicidad, dice, tu los constituido en un reino. Nosotros tenemos un reino nuevo entre nosotros y estamos tomando control, porque el rey ha llegado.
Pero no termina allí el relato, dice, nos has hecho un reino pero también nos has hecho sacerdotes. Qué hace un sacerdote? Un sacerdote es un mediador a la adoración. La adoración es la clave. El texto apocalíptico dice que de momento surgieron voces de miles y de millares en el santuario, rodearon el trono y comenzaron a hacer un ruido de adoración diciendo, el cordero es digno.
Qué es lo único que puede mantener unificada una iglesia de más de 30 naciones? Vamos a ver. Buena organización, buen programa? O simplemente una idea de que es bueno estar contentos y estar unidos bien romántico. Nada de eso. No se trata de una organización, es de ser un organismo, al vivo. No es esto de tener altos ideales. Se trata de tener una experiencia común, la experiencia de adorar un rey que tenemos en común todos nosotros. Eso fue lo que unificó y trajo a ese mismo lugar a estos tres reyes. Y saben, eso es lo que nos unirá, eso es lo que nos mantendrá unidos a través del tiempo.
Saben, cualquier avivamiento que ha surgido a través de los siglos, siempre se ha caracterizado por ese fenómeno. Cuando el espíritu se mueve la gente comienza a cantar y a declarar, la gente comienza a adorar al Señor, y gente que normalmente no se verían juntos unos con los otros se hacen amigos.
Fue escandaloso el avivamiento en Azuza a comienzos del siglo XX, de que gente afroamericana, negros y blancos se unieran para adorar juntos. Era escandaloso! Solamente el poder del Espíritu Santo… Era adoración declarando que el Rey de Reyes ha llegado al escenario. Y Dios nos ha llamado, hermanos, a nosotros a hacer lo mismo, de asegurarnos de que cuando adoramos estemos declarando de que un día toda rodilla se doblará y toda lengua en los cielos y en la tierra, y debajo de la tierra confesará que Cristo es el Señor para gloria de Dios, el Padre. Y ese es nuestro llamado. Oh, Señor, que sea sincero ese llamado de adoración.
Saben, hermanos, no toda la adoración es sincera, genuina. En el relato que tenemos aquí de los reyes, los tres reyes, saben, no solamente había reyes buenos. En realidad debiera ser el relato de los 4 reyes, no los 3 reyes. Los tres buenos y un cuarto rey inexpresablemente malo. Uno de los versículos más aterradores de toda la Biblia, el Rey Herodes, parte judío y probablemente con una bella sonrisa en sus labios, diciéndoles a los magos siniestramente, hey, cuando encuentren al bebé déjenmelo saber porque yo también quiero adorarlo. Saben hermanos, no toda la adoración es la misma.
Jesús dijo acerca de los fariseos, en vano esta gente me adora. Son religiosos pero son hipócritas. En el Antiguo Testamento en el libro de Isaías, hay un momento en que Dios dice, ¿saben qué? Estoy harto de sus sacrificios y sus festivales de alabanza. ¿Saben qué? Déjenme descansar, esa adoración me apesta. Por qué no aprenden a comportarse bien, muestren misericordia con el pobre, con el huérfano. Aprendan a hablar la verdad. Aprendan a adorar con su vida y no solamente con su boca.
En el Nuevo Testamento vemos la adoración, nos dice, ofrece todo tu cuerpo como un sacrificio vivo, santo y aceptable, agradable a Dios para que eso es tu verdadero acto de adoración. No hay una línea divisoria entre lo físico y lo espiritual. Dios te dio un cuerpo. Es bueno, así que úsalo para buenos propósitos.
Saben ustedes, el símbolo cuando uno levanta sus manos. Por qué hacemos eso de levantar las manos? No les parecía eso a usted cuando usted era nuevo en el Evangelio eso de que la gente levantara la mano? Yo recuerdo ir a una iglesia pentecostal cuando era un nuevo creyente, recuerdo que yo pensaba, me gusta el sermón pero ese lío de que estar levantando la mano y haciendo gestos, eso no me cae tan bien. Qué quiere decir esto de levantar uno su mano? Qué quiere decir normalmente en la vida cotidiana cuando uno levanta su mano? ¿Saben qué? No tengo armas. Puede arrestarme oficial. Simplemente lléveme donde usted quiere pero no dispare. En ese tiempo bíblico quería decir, en el tiempo del Nuevo Testamento quiere decir lo mismo, levantar las manos: quiere decir rendirse, darse por vencido. Por eso es que es tan difícil uno hacer eso cuando uno no entiende lo que está detrás. Quiere decir rendirse. Quiere decir, Señor, sabe qué, entrego las armas. He tratado de hacer las cosas a mi manera pero simplemente no funcionan. Así que, tómame, llévame como tu prisionero, Señor.
Se nos habla en el Nuevo Testamento acerca de una mujer que adoró a Jesús con todo su cuerpo. Tenemos a Jesús cenando en la casa de un fariseos, un líder religioso, ahí están ellos teniendo una cena muy decente. Esta mujer de la calle con esa actitud callejera, se dice a sí misma, saben qué, yo voy a meter a ese lugar y voy a ver a Jesús. Ella pasa a través de la gente que está a la puerta, se mete ahí al lugar de la cena, se arrodilla delante de Jesús, comienza a llorarle a Jesús encima.
A veces hablábamos de que los Kleenex debieran ser como el símbolo, el logo de nuestra iglesia. Y no es porque nosotros estemos de luto, sino porque el Señor está sacando nuestro dolor. Le ha pasado a usted alguna vez? Usted está en la iglesia y de momento salen lágrimas y usted se pregunta, pero de dónde salieron esas lágrimas? Es el dolor que está saliendo a través de sus ojos. Esta mujer comenzó a derramar su dolor a través de sus lágrimas sobre Jesús. Pienso que no había hujieres ahí pasando Kleenex. Era un lío. Ella está usando su cabello para limpiar el rostro de Jesús. Los fariseos religiosos se escandalizan de lo que están viendo. Dicen, cómo puede Jesús permitir que esta mujer lo toque? Casi me puedo imaginar a Jesús, esto es imaginario, pero puedo ver a Jesús tomando su rostro, levantando su mandíbula y diciéndole no te preocupes, no los mires a ellos, no les pongas atención a lo que están diciendo. Ella dijo, tu me acabas de ungir para mi sepultura. Mírame a mí, pon atención, tus pecados te son perdonados. Y me imagino esas palabras penetrando el alma de esa mujer.
¿Saben qué? Esa mujer no era pasiva, era sincera y estaba enfocada y estaba comprometida y determinada a adorar a Jesús. Y también los mismos reyes. Eso reyes eran poderosos, eran hombres ricos, pero tenían un mismo corazón.
Yo puedo visualizar en mi mente, hombres poderosos, ricos, pero con una mirada infantil, pero tenían la misma pasión, tenían esa misma obsesión de encontrar ese rey. Esta mañana nos reíamos acerca de la palabra obsesión, normalmente no se trata de una buena palabra, no la asociamos con cosas santas. Quiere decir, bueno, hey, necesitas relajarte un poquito. Pero saben algo? El Señor Jesús puede convertirse en nuestra obsesión magnífica. Deja que el Señor se convierta en tu adicción, como ese adolescente obsesionado diciéndole a su novia que no puedo mantenerme alejado de ti. Como el salmista que dice, mi corazón tiene sed de Dios, quiero estar cerca de mi Dios. Y por eso es que usted confrontó la nieve y vino aquí, a la casa del Señor. No fue por otra razón, por qué vino usted hoy a la iglesia? Porque yo quiero estar cerca de mi Dios. Yo quiero adorar a Jesús hoy. Por eso usted ha llegado a la casa del Señor. Esa es nuestra obsesión.
Saben ustedes, nuestros músicos, no es simplemente un acto más, no es un evento musical, artístico más para ellos. No es otro guiso para ellos. Dios nos ha dado adoradores aquí, gente con talento, con grandes dones espirituales, con un corazón obsesionado para adorar al Dios viviente y nosotros somos un reino de sacerdotes. Somos el equipo de adoración.
Ahora, el espíritu de adoración tiene que ser cultivado. Saben, adorar, en un sentido es como la cosa más natural del mundo. Qué es lo que vamos a hacer finalmente cuando estemos en el cielo por toda la eternidad. Yo creo que sí, va a haber un reino nuevo, una tierra nueva, cielo nuevo, va a haber mucha acción también. Yo no creo que vamos a estar ahí como fantasmas, simplemente flotando en el aire, yo creo que el enfoque de nuestra existencia va a ser adorar.
Aquel, dice la palabra, que va a reemplazar el sol mismo, no necesitaremos el sol más, porque la gloria de Dios su resplandor, será nuestra luz, dice la Biblia. Hermano, tu fuiste hecho para adorar a Dios pero simplemente porque sea algo natural, no quiere decir necesariamente que surja dentro de ti naturalmente. Es natural, por ejemplo, comer? Cuántos de nosotros sabemos que es difícil muchas veces con un niño de 2 ó 3 años llevarlo a que coma su comida?
La adoración tiene que ser cultivada. Algunas veces quizás no te sientas como que quieres adorar. Algunas veces quizás te sentirás como que eres pecador, no te vas a sentir bien, te vas a sentir como cruel, indispuesto, con sueño. A veces sabe que uno se levanta los domingos y no se siente exactamente como un cristiano. Y esas son las mañanas en que más debemos escoger adorar.
Saben, por ejemplo, ayer por la mañana, pusimos algunos regalos debajo del árbol navideño. Nuestros dos hijos se levantaron y les dijimos, quédense allá arriba que vamos a entregar los regalos. Ellos saben simplemente que es un juego y entonces pusimos los regalos, y los niños comienzan a bajar por la escalera y estamos ahí esperando en expectativa. Y Caris, mi hijita de año y medio, quien sabe exactamente lo que ella quiere en la vida, se acerca y tenemos una cantidad de regalos, ¿saben qué? Ella deja los regalos y se va a las galletitas. Y le decíamos, aquí hay regalos, nos tomó mucho tiempo envolverlos, tuvimos que convencerla que vea los regalos y después lo que más le interesó fue el papel de envoltura. Pero cómo puede ella llegar a entender que eso es una actividad que es alegre y agradable.
La oración es algo que necesitamos desempacar. La Biblia dice, probad y ved que es bueno el Señor. No hay nada más delicioso que gustar de la dulzura del Espíritu Santo. Pero eso es algo que adquirimos, es un gusto que no nos viene naturalmente, tenemos que aprender. Es algo que tenemos que cultivar.
Una historia más acerca de Noé y ya…. Un día estoy yo jugando con Noé afuera, cuando es otoño y hay muchas hojas en el piso, y ese día estábamos visitando a mis padres donde hay árboles y mucha grama, y yo estoy allí barriendo un montón de hojas secas, y yo voy afuera con Noé y le digo, Noé puedes jugar con las hojas, dos años tiene. Y él me mira y dice: Qué es lo que quieres que haga? Por qué crees que yo voy a creer jugar con las hojas? Entonces yo tomé y lo tiré dentro de las hojas, y se quedó ahí patas arriba, boca arriba, mirando como, no estoy seguro de que me gusta esto. Pero entonces, de momento, como que su rostro comenzó a cambiar y se dio cuenta, guau, esto va a ser muy divertido. Entonces comenzó y se lanzó otra vez sobre las hojas.
Dios ha preparado un montón de hojas, ha preparado una mesa para nosotros. Todavía no nos damos de cuan disfrutable es eso. Ese es el gozo de experimentar lo que es la adoración. Quizás, esa experiencia de adoración será diferente para cada uno de ustedes. A veces la adoración puede ser algo bien alto, bien ruidoso. A veces cuando lee los salmos, uno como que tiene esa sensación de que estos judíos sabían adorar.
Pero saben que muchas veces en la Biblia también la adoración es silenciosa y callada. Algunas veces el silencio puede estar más lleno del espíritu de adoración que la canción más alta que podamos levantar delante de Dios. La adoración va a ser una experiencia diferente en tiempos diferentes. Nos encontraremos componiendo cosas de exquisita belleza delante de nuestro Dios. Por ejemplo, el servicio de adoración de navidad el domingo pasado. Guau, qué les pareció eso? Como una persona detrás de la otra y uno se pregunta, guau, son profesionales? No, eran gente nuestra, nuestro pueblo y la danza hermosa aquí delante del altar. Algunas de las cosas más exquisitamente bellas que la humanidad ha elaborado a través de la historia fueron elaboradas para la gloria de Dios.
Ustedes habrán escuchado, por ejemplo, acerca del gran compositor Juan Sebastián Bach. Al final de cada una de sus maravillosas composiciones musicales, Juan Sebastián Bach siempre ponía 3 letras: SDG, soli Deo gloria, a Dios solamente la gloria.
Saben hermanos, Dios va a levantar gente en esta Congregación para que hagan grandes cosas para Dios también, escriban hermosa poesía para la gloria de Dios, para que puedan jugar con una destreza maravilloso para la gloria de Dios, que puedan pintar para la gloria de Dios, que puedan edificar edificios para la gloria de Dios. Vamos a adorar al Señor con excelencia un día.
Pero ¿Saben qué? La adoración puede ser también un poco desordenada en un sentido. Por ejemplo, cuando David danzó delante del Señor, ¿Saben qué? No era ballet necesariamente clásico. Él se ….. se quedó en paños menores y simplemente saltó como un loco delante de la presencia de Dios. Y dijo, ¿Saben qué? Eso yo lo hice delante de mi Dios y me rebajaré aún más si es necesario para su gloria.
Hermanos, hay diferentes tipos de adoración y lo importante es que lo hagamos, que participemos en ello en cada lugar, en cualquier manera, en cada minuto, lugar de nuestras vidas escribamos siempre SDG, solamente de Dios la gloria. ¡Aleluya! Dios nos está llamando a adorarle. Nos ha hablado proféticamente como Congregación acerca de nuestro llamado adorador.
Recuerdan ustedes, una reunión de oración que tuvimos hace unos meses atrás? Cuando una hermana que casi nunca participa en el servicio públicamente Dios le dio como una canción susurrada y no tenía palabras, era como un gemido, era como una alabanza sin palabras, era simplemente el espíritu viniendo, llamando a Dios sin palabras, era una palabra profética de momento que surgió de la Congregación y en esa profecía el Señor nos decía, los voy a entrar a un nuevo tipo de adoración como iglesia. Y yo quiero decirle sí Señor, amén, a ese llamado.
Y quiero cerrar con esta ilustración final. La Biblia dice que cuando adoramos a Dios, cuando contemplamos su gloria, nosotros a la misma vez reflejamos la gloria de Dios. Como Moisés, por ejemplo, cuando estaba allá arriba en la montaña y qué pasa? Su rostro estaba refulgiendo tanto que la gente se asustó de él.
Quiero compartir esta historia y tengo permiso de parte de una familia para compartir esta historia. Una mujer de nuestra familia Congregacional cerca ya de la muerte, los doctores había dicho probablemente hoy puede morir y su hija me llamó para que fuera al hospital a orar por su mamá, y ella sabe que ella misma hubiera podido orar con su madre pero quiso que yo fuera allá. Entonces nosotros llegamos allá, y era una abuela ahí peleando por su vida sobre el lecho de la muerte. Y uno podía detectar que a través de su vida esta mujer había tenido que pelear muchas veces. Esas matriarcas que han sufrido arduamente por sus familias, y se sentía muy incómoda esta abuela, esta mamá, y estaba muy seria, y mientras yo estaba allí apenas me contestó, yo estaba tratando de conversar con ella, nada, no contestaba, no contestaba.
Y yo le pregunté a ella, hermana, le gustaría recibir a Jesús? Y ella asintió con su cabeza silenciosamente. Entonces yo comencé a orar con ella, a lo máximo yo esperaba que ella simplemente asintiera con su cabeza lo que yo estaba diciendo. Y yo dije, Señor Jesús, y de momento escuché una voz, Señor Jesús, con gran firmeza, eran las primeras palabras que ella había dicho, era como que estaba diciendo, “¿Saben qué? Conversación superficial no me interesa, voy a usar mis últimas fuerzas para lo importante”. Entonces oramos con ella. Eso nos ha pasado varias veces con abuelas aquí de nuestra Congregación, yo regreso después, ¿Saben qué? Ella había cambiado su rostro, un día mucho mejor, entonces yo regresé y pudimos hablar un poquito más que la primera vez.
Sinceramente ella estaba poniendo su fe en el Señor, ahora ya estaba en un hogar de cuidados donde ya se sentía un poco mejor, estaban cuidando menos intensivamente, y ¿Saben qué? Les aseguro, llego al cuarto donde ella está, y esta vez estaba brilloso y una sonrisa y una mirada que se había suavizado. Y había una belleza que brillaba a través de ella. Y dice su compañera de cuarto que en medio de la noche muchas veces escuchaba su adoración. Y saben cuál es el nombre de esta señora? Luz. Su nombre quiere decir Luz.
Saben hermanos, cuando nosotros adoramos, cuando nosotros abrimos nuestros corazones al Señor, la gloria de Dios nosotros la reflejamos. Hermanos, que seamos una Congregación adoradora que adora en espíritu y en verdad. Oh, que sea genuina nuestra adoración. Quiero invitarles a ponerse de pie y vamos a cerrar en oración.