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En el Capítulo 4 de Filipenses, en el versículo 4, dice:
“… Regocijaos en el Señor siempre, otra vez dijo, regocijaos. Vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres. El Señor está cerca, por nada estéis afanosos sino sed conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús…”
Aquí está [inaudible] poner Receta para la felicidad. Qué le parece, bonito título ¿verdad? Receta para la felicidad. ¿Verdad que sí? Si yo pongo eso en internet yo estoy seguro que lo va a buscar muchísima gente [inaudible] Receta para la felicidad o Receta para ser feliz, también.
Para mí es uno de los pasajes más densos de la palabra de Dios, acerca de cómo mantener la paz del corazón y cómo mantenernos felices y gozosos aún en medio de las pruebas. Esta epístola que es la epístola a los filipenses, fue escrita a gente que vivía en la ciudad de Filipos, por eso a los filipenses. Se llamaba así a los ciudadanos de esta ciudad de Filipos donde el Apóstol Pablo entró. Él le escribió esta epístola a esa gente mientras él estaba en la cárcel. Él estaba en la cárcel cuando escribió esta epístola.
Como ustedes saben las cárceles romanas no eran como las cárceles de Estados Unidos, que uno tiene aire acondicionado y televisión en colores y se queja porque lo que sirvieron fue arroz con pollo guisado y no otra cosa más exquisita. Las cárceles romanas eran cárceles bien, bien difíciles y muy oscuras y frías y terribles. Era una tortura en sí. La gente no era muy bien tratada.
El Apóstol Pablo en este caso ni siquiera estaba seguro de si iba a salir vivo o no de esa prisión. Así que imagínese, hubiera sido comprensible que él escribiera esta carta y que sonara un poco deprimido y triste, no? Después de todo estaba en una condición muy difícil en su vida. Sin embargo, esta carta se ha llamado la carta del gozo, la epístola del gozo. Porque tiene una cantidad de versiones de la palabra gozo, regocijaos, expresiones como mi gozo, gozad. Es una epístola que rebosa alegría, rebosa tranquilidad.
Y uno se pregunta, bueno, cómo pudo este hombre en circunstancias tan adversas no deprimirse y escribir una epístola que más bien llama a los que lo escuchen los que están afuera a regocijarse y a gozarse si él mismo habla.
[Inaudible] si usted ve al comienzo mismo de ella, ya está mencionándolo, la palabra gozo. Dice en el primer Capítulo, versículo 4:
“… Siempre en todas mis oraciones rogando con gozo por todos vosotros…”
Y más adelante él habla acerca de que él se goza porque sus prisiones han resultado más bien para provecho del Evangelio. Y en muchos pasajes donde se mencionan esta palabra de gozo y de la seguridad que tiene [inaudible]
Ahora, cuál era el secreto de Pablo? Por qué él estaba tan gozoso? No es [inaudible] Pablo sabía que él estaba en las manos de Dios y que ya si él moría o si vivía, su vida, su muerta estaba bajo la protección, la supervisión divina. Y que todo lo que pasaba en su vida tenía un propósito, tenía algo bueno por lo cual sucedía.
Ahora, dice, aún estando en la prisión me he dado cuenta que al estar aquí yo puedo testificar a los guardas que me rodean y el Evangelio yo veo que [inaudible] palacio del mismo César. Así que, que bueno que está sucediendo eso. Dice que él sabe que para él morir en [inaudible] presencia de Cristo. Es decir, ya la muerte a él no lo amenazaba porque él sabía que la muerte era simplemente una puerta [inaudible] y por eso es que decía, para mí yo creo [inaudible] porque estar con Cristo, porque él sabía que morirse era equivalente a estar con Cristo. Y por eso mucha gente a veces le tiene miedo a la muerte, porque no saben lo que les espera. Y aún muchos cristianos tienen miedo a la muerte. Pero cuando uno piensa que yo voy a estar con Cristo.
Y él decía, para mí estar con Cristo es mucho mejor. Entonces decía, si el quedarme en el mundo redunda en avances para el Evangelio, pues está bien, entonces me quedaré. Es decir, él se resignaba a vivir más que [inaudible] porque para él [inaudible] vivir es Cristo y morir es qué? Ganancia.
Así que es como el cristiano debe verlo. La vida y la muerte. Entonces, Pablo ya había entregado todo esos apegamientos que a nosotros nos mantienen aferrados a [inaudible]. Otra cosa que decía también, yo sé vivir en pobreza y en riqueza, en abundancia y en pobreza, carencia. Yo me conformo con cualquier cosa. Es lo que pasa es eso, que yo creo que mientras más [inaudible] eternidad, menos pesa este mundo y sus vaivenes.
Mientras más la eternidad sea [inaudible] para nosotros, menos debe importarnos el mundo. Hay gente que si la gente le da aplausos y lo aprueba y están contentos con ellos, están felices. Y si la gente los critica entonces no están contentos con ellos, quieren pegarse un tiro, porque su felicidad y su tristeza dependen de lo que pase en el mundo. Si todos los [inaudible] Dios existe, es bueno, pero si no se sabe de dónde va a venir el próximo cheque pues entonces Dios no me ama, Dios no existe, [inaudible].
El cristiano está convencido, sabe que este mundo es pasajero, este mundo es ilusorio. Si estamos bien, gloria a Dios, no hay nada de malo en [inaudible] televisor de 42” y hasta [inaudible]. Si usted tiene [inaudible] yo lo recibo muy bien. pero eso no es lo que nos da felicidad. Nosotros sabemos que la felicidad depende de otras cosas espirituales. Yo creo que mientras más lo eterno se hace poderoso en nuestras vidas, menos debe pesar [inaudible].
[inaudible] casi al terminar la epístola Pablo dice, “regocijaos en el Señor siempre”.
Sabe que ese es un llamado a los creyentes? Sabe que Dios te llama a regocijarte? El llamado gozo es algo emocional, es casi [inaudible] mandamiento que sería casi como una contradicción. Tienes que regocijarte. Pero es un llamado que él nos hace a regocijarnos.
Sabe yo creo que uno de los distintivos del creyente, sano, saludable y [inaudible] compenetrado para [inaudible] es el motivo de regocijarse. Poder reírse, poder celebrar, poder [inaudible] una buena música, una buena conversación, una taza de café con leche fría, azúcar parda, un poquito de canela [inaudible] disfrutar de cosas sencillas en la vida, eso es bueno.
La vida cristiano es una vida de gozo. Yo no creo que [inaudible] allí cabizbajos y deprimidos con la cara seria, [inaudible]. No, no, tenemos que regocijarnos. Tenemos que cultivar el regocijo. Sabe que regocijarse es una decisión yo le diría. Le cuesta tanto regocijarse como deprimirse. Es más, es una decisión, llegar al punto de estar deprimido requiere tanto esfuerzo como cultivar el gozo. Tenemos que cultivar el gozo y entender que la posición natural del creyente debe ser el regocijo y de vez en cuando si tenemos que deprimirnos un poquito, pues, amén, que vamos a hacer.
Pero la depresión debe ser como algo [inaudible] que viene como un perro sarnoso, váyase para allá enseguida. Usted no lo deja acercarse durante mucho tiempo. Esa ave de mal agüero [inaudible] quiere aceptar a uno [inaudible].
Pero qué pasa? Si usted las deja viene la depresión y se acerca y le pone el brazo alrededor. Y usted como que va [inaudible] depresivo. Y cuando viene a ver la depresión lo abraza y ya usted ve como ha [inaudible]. No, el momento rápido para cortar la depresión es cuando comienza a llegar a su vida, enseguida [inaudible] y remuévase, échela afuera, lejos de su vida. Ore, clame, adore, llame por teléfono a un buen amigo que le diga un chiste, o ponga un CD de adoración o vístase bien o póngase su [inaudible] y salga a la calle [inaudible] que sea alegre.
Regocijarse es una decisión, es un esfuerzo que uno tiene que hacer en la vida. Y es algo que a veces usted no va a querer regocijarse, pero entonces cuando usted hace un esfuerzo, usted descubre que tiene gozo, pero usted tiene que poner de su parte. Eso es muy importante, por eso es que Pablo dice, regocijaos en el Señor siempre, porque es un llamado, es una decisión.
Usted puede hacerlo. No me diga que no puede hacerlo. Usted puede regocijarse. [Inaudible] no lo pude hacer en la mañana, pero ahora lo estoy haciendo aquí, excelente, excelente, que bueno. Gracias a Dios que tengo fuerza para palear en la nieve. Padre, envía más, para hacer más ejercicios.
Uno debe, porque eso es lo que yo decía a Meche ahora cuando veníamos para acá, y le dije, ¿Sabe qué? Ya no me voy a quejar más de la nieve. A veces cuando salen los vecinos nos encontramos como refugiados de una guerra, paleando tres o cuatro, cada uno en su casa y nos miramos como sobrevivientes de una [inaudible].
Con la pala en la mano nos miramos y [inaudible] Y entonces decimos, oh, this is really bad! [Inaudible] saben que yo [inaudible] hacer una tontería, [inaudible] seguimos paleando y [inaudible] en algún momento se cansa, ya viene la primavera. En julio yo dudo que [inaudible] así que yo [inaudible] abril o mayo, por ahí, ya sé que se cansa de [inaudible] así que mientras tanto voy a gozarme, qué voy a hacer?
Si me quejo mucho, [inaudible] dentro de mí. Así que uno tiene que aprender a cultivar, hay formas de uno cultivar el [inaudible].
Aquí dice, regocijaos en el Señor. Sabe que eso es lo que hace la diferencia. Es cuando uno está tan lleno del Señor, yo creo que uno tiene que siempre estar cargando su batería en el Señor. Cuando usted está consciente del Señor eso es cuando usted puede aprender a regocijarse. Porque el diablo querer esquivarle el gozo y la consciencia de Cristo. Él va a querer que usted se enfoque en la nieve, se enfoque en los biles que tiene que pagar, en lo difícil del trabajo en ese [inaudible] que usted detesta, y todas estas cosas [inaudible] en eso, se concentre en eso y le quite la [inaudible] del Señor.
Entonces, regocijaos en el Señor. Yo creo que el creyente tiene que estar bien consciente de la presencia de Cristo siempre. Y tenemos que cultivar, por eso es que uno tiene en todo lo posible, en qué tu pasas el tiempo y en qué cosas tu dedicas tu mente, a qué cosas tu dedicas tu mente, tus pensamientos. Yo creo que tienes que tratar en todo lo posible de hacerte consciente siempre de la persona de Cristo [inaudible].
Si estás en la calle, si está manejando, estás en lugar… yo a veces me pregunto si yo tuviera que predicar ahora mismo en este momento me sentiría preparado? La verdad es que muchas veces no, me siento alejado, me siento como que este mundo pesa demasiado sobre mí y yo tendría que conseguirme [inaudible], cantar unos buenos [inaudible] para entonces poder estar en el humor de predicar. Yo creo que un hombre debe estar listo en cualquier momento para predicar la palabra, o para orar, lo que sea, porque uno siempre está cultivando la presencia de Cristo, la consciencia del Señor, la consciencia de que Jesús es eterno.
A veces un coro cantar, o un versículo recitar para mantener viva esa presencia del Señor en nuestras vidas. Regocíjese en el Señor. Hay veces también que yo no voy a querer regocijarme en la carne, y emociones, y voy a tener que regocijarme en el espíritu. Eso quiere decir que muchas veces, quizás las emociones, a flor de piel yo no me voy a sentir como que me quiero reír, pero muchas veces un regocijo del espíritu interior, uno sí puede sentir y cultivar. Y eso es importante.
O sea, regocijaos en el Señor siempre. Otra vez, digo, regocijaos. Hay que recordarle eso. Entonces, vuestra gentileza será conocida de todos los hombres…”
Por qué cree usted que Pablo dijo eso? Vuestra gentileza será conocida de todos los hombres, inmediatamente después de decir regocijaos. Yo creo que sí, yo creo que es algo… fíjate, una persona [inaudible] y deprimida no va a ser [inaudible], no va a parecer muy gentil. Ahora, usted sabe que una persona que tiene una sonrisa que es agradable, que está contenta, que es positiva en su actitud, verdad que la gente va a pensar, guau! Que simpática esa persona. Uno puede decir, vuestra simpatía sea conocida a todos los hombres.
Sabe lo que aleja mucha gente? Así el cristiano [inaudible], santurrón, [inaudible], siempre con una palabra espiritual en la boca, no se ríe con nadie, no se ríe de un chiste, todo es malo, todo es pecado. Esa persona no es atractiva. Ahora, cuando uno tiene gozo en su corazón y uno se alegra la gente ve eso y dice, guau! Qué simpática esa persona. Qué agradable. Para mí una de las cosas más atractivas de un cristiano es eso, y una de las cosas que más atrae a la gente hacia el Evangelio es la alegría del pueblo de Dios.
A mí me gusta cuando la gente, [inaudible] y sonriente [inaudible] y siempre dicen, guau, tu iglesia el domingo vino este hermano judío [inaudible] y [inaudible] una ciudad de Inglaterra. Y yo entré a saludarlo, darle las gracias por haber venido y todo eso, y me dijo, mira, que linda es tu iglesia, que alegre, que simpáticos, nos trataron tan bien. Tiene una iglesia preciosa. La alabanza tan linda, y nos sentimos como en nuestra casa.
Yo creo que [inaudible] eso, ¿verdad? Claro. Y ¿Saben qué? La gente viene, tenemos muchos defectos pero una de las cosas que la gente siempre dice es que somos una iglesia simpática, una iglesia hospitalaria, la gente y por favor tenemos que cultivar eso. Ojalá hubiera aquí 500 personas para poder decírselo, que nosotros como iglesia tenemos que cultivar eso, tenemos que cultivar la armonía, el gozo, la alegría, la risa. A mí me gusta cuando la gente se ríe en el servicio, en vez de esa actitud de oh, santo glorioso y [inaudible] te alabamos, oh, Jehová.
En vez de decirle, Padre, te amamos. Que bueno tu eres. Dios no necesita fórmula. Dios no necesita tanto [inaudible]. Dios es un Dios sencillo. Y nosotros tenemos que ser así. La risa agrada al Señor. Venid a su santuario con alegría, con gozo y regocijo. Al Señor le gusta la risa.
Entonces dice, vuestra gentileza, esa es una palabra bien profunda, [inaudible] esa palabra es una palabra tan maravillosa que quiere decir también, vuestra gracia, vuestro cariño. Es una palabra que quiere decir, cuando tu te das para la gente asumiendo que son buenos y te tienen que probar que son malos, entonces para tu creer, pero tu primero crees eso [inaudible] que se encuentra que son malos.
Es una actitud también, como la actitud de un abuelo, que tolera mucho, perdona mucho, asume lo mejor de la gente. Eso quiere decir la palabra gentileza, trata la gente con gracia, misericordia, amor, perdónalos, bendice, tolera. Es una cualidad preciosa que nosotros los cristianos tenemos que cultivar, hermanos, la gracia.
Para mí, yo creo [inaudible] vale más que óigame, esa actitud de gracia y de simpatía debe ser la cosa más preciosa para un hijo de Dios. Yo quiero con el paso de los años ser más agradable a la gente, más atractivo a la gente, más cordial, porque eso es lo que refleja el carácter de Cristo Jesús, [inaudible] endúlzame, endúlzame porque es necesario.
Muchos de nosotros parece que hemos sido saturados con una porción de limón agrio. [inaudible] y nos cultivaron por días y días y días. Señor, endúlzanos. Porque [inaudible] Señor, endúlzanos.
[Inaudible] la gentileza sea conocida de todos los hombres y sabe qué, hermano? Mire, cuando usted tiene que darse para los demás ese es uno de los antídotos más grandes para la depresión. Mucha gente vive deprimida porque juzgan a los demás, siempre están criticando a los demás, siempre están asumiendo lo peor de los demás. Se creen que todo el mundo está en contra de ellos, hay tanto rencor en su corazón.
Pero cuando usted perdona, cuando usted tolera, cuando usted tiene gracia para con los demás, usted va a ser una persona más saludable funcionalmente. Y usted va a sentir gozo sobre la [inaudible] y paz en su corazón. Va a dormir más tranquilo.
La persona que critica, la persona que siempre está viendo lo malo de los demás no puede hacer [inaudible] amor y su afecto hacia los demás. Esa persona, esa actitud crítica se [inaudible] hacia adentro y le causa depresión, contamina su paisaje interno. Entonces, uno de los antídotos contra la depresión, la tristeza, es eso. Y una de las cosas que hace que uno más se sienta gozoso es eso, el tener gracia para con los demás.
Ya voy terminando. Dice aquí, el Señor está cerca. Por qué dice él? Después de ese regocijaos, dice, vuestra gentileza sea conocida, y entonces añade, el Señor está cerca. [Inaudible] el Señor está cerca. Saben por qué? El Señor está cerca, por qué? Por qué es importante? Una persona cuando sabe que Cristo está cerca [inaudible].
Ahora, qué quiere decir el Señor está cerca. Eso se puede interpretar en dos maneras diferentes. El Señor está cerca puede querer decir, el Señor viene pronto, la venida del Señor. No sabemos exactamente qué Pablo quiso decir con esta expresión: el Señor está cerca. Pudo querer decir que el Señor viene pronto.
Pero a mí me parece como que yo podría entender eso, pero y si es así, eso [inaudible] cómo puedo el sentir que la venida de Cristo está cerca ayudarnos a tener una vida más feliz? Alguien me puede decir? Cómo puedo eso impactar mi gozo? Cuando [inaudible] está cerca que la palabra del Señor [inaudible] porque yo estoy más cerca [inaudible] O sea, el Señor se puede decir que está a flor de piel, por eso es que dice, yo estoy en la puerta [inaudible] con él y él conmigo. [Inaudible]
Apenas uno lo busque lo encuentra. Exactamente. Yo creo que cuando dice regocijaos en el Señor siempre [inaudible] estar cerca [inaudible] mañana [inaudible]
Es una manera, es cierta. Las dos interpretaciones están cerca. Por acá.
Yo creo que Pablo es un evangelista, yo creo que [inaudible] la gentileza es una actitud, es una orden. Lo vemos como gentileza, como una [inaudible] es un fruto [Inaudible]
Yo creo que todas estas interpretaciones son apropiadas. [Inaudible]
Cuando dice el Señor está cerca, yo lo puedo sentir como que está [inaudible]
La cercanía del Señor. [Inaudible] tener tan cerca, debe ser de [inaudible] tantas cosas [inaudible] de complicarse la existencia [inaudible] su vida porque el Señor está cerca. No sabemos cuándo [inaudible]
Entonces, yo creo que lo importante es eso, hay muchas maneras. Esto es una expresión que es muy rica en sus explicaciones. [Inaudible] Cristo viene pronto y si Cristo viene pronto, para qué me preocupo? Ya pronto va a ponerle fin a este mundo cruel. No más [inaudible], no más peligro, no más caída en el hielo, el Señor está cerca. Ya toda esta tragedia en la vida [inaudible] es una manera.
La otra manera es el Señor está cerca de mí. El Señor está ahí pegado a mí. Él te escucha. Él está tan cerca como tu corazón y entonces [inaudible] cualquier momento. [Inaudible] tu ayuda, él tiene una respuesta para toda la necesidad. Entonces la cercanía del Señor, él no está tan lejos.
Hay un pasaje, no me acuerdo exactamente, [inaudible] tan lejos que [inaudible]. Es decir, que cuando tu sabes que Cristo está tan cerca de ti, he aquí, yo estoy con vosotros, todos los días hasta el fin del mundo. [Inaudible] por que tu estarás conmigo. Yo estoy a la puerta y llamo, si tu me abres la puerta, yo entraré y cenaré con él y él conmigo. Hay una relación continua.
Y entonces, si Cristo está tan cerca de ti tu puedes hablar a él en cualquier momento. Él es tu fortaleza, él es tu seguridad. Entonces, tu no tienes que sentirte desamparado, el Señor está accesible, en otras palabras, y está tan cerca como tu próxima oración. [Inaudible]
El Señor está cerca. Entonces dice, “… por nada estéis afanosos, sino sean reconocidas delante de Dios en toda oración y ruego por acción de gracia…”
No estén afanosos por nada, hermanos, sino más bien [Inaudible] que la oración es una válvula de escape para mí. Cuando yo estoy ansioso [inaudible] yo clamo al Señor y yo después [inaudible] Señor, necesito [inaudible]
Para mí orar no es tanto dar una receta al Señor, una lista de compra, como dejar salir mi ansiedad, mi temor, mi angustia, conversar con mi gran amigo, mi Padre, mi Dios. Y eso me da a mi paz. Sabe que [inaudible] como un buen psiquiatra por una hora [inaudible] claro que sí. Para mí la oración es más eso que otra cosa, es estar consciente de la eternidad, estar consciente de la cercanía de mi Dios, un lavado de cerebro literalmente donde yo me sumerjo en las aguas de lo eterno.
Miren, deje de estar ansioso, ore, pásese 15 ó 20 minutos orando. Si quiere llorar, llore delante de Dios. Tiene que quedarse [inaudible] con Dios. Si usted está contento con Dios, háblale con respeto, [inaudible] pero comparta con el Señor su molestia. A Dios no le molesta que usted se queje. Muchos de los salmos son quejas delante de Dios: por qué me has salvado? Por qué me has dejado?
Entonces, use ese recurso de la oración. Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas por [inaudible]. [Inaudible] por qué no recibí? Porque no pedís. Preséntele al Señor una y otra vez sus peticiones, clame al Señor y eso también es un antídoto contra la depresión, la ansiedad, [inaudible], la tristeza.
Clame a Dios. De una buena llorada delante del Señor. Déjele saber sus peticiones, sus necesidades, cuitas, temores, y eso va a poner paz a su espíritu. El Señor lo va a escuchar.
Entonces, fíjense hay muchas cosas, gentileza y gracia para con los demás. El cultivar el regocijo como algo valorativo en la vida. El estar conscientes de la presencia de Dios y cultivar la presencia [inaudible] en su vida y en lograr continuamente.
Yo les digo una cosa, hermanos, cuando yo tengo que orar, si paso mucho tiempo sin orar el verdadero Roberto sale a la luz enseguida, un tipo neurótico, ansioso, y en algún punto depresivo, un monstruo. Es como Frankestein, me va saliendo por todos los lados [inaudible] Mi verdadera naturaleza se manifiesta. Yo tengo que tomarme pastillas de oración cada dos horas para poder mantener a raya la verdadera naturaleza mía. Si yo no oro, el monstruo sale. Así que yo [inaudible] a orar continuamente y cómo poder vivir, [inaudible], sentir, delegar todas las presiones de la vida y del ministerio si no es estando siempre cerca de su mundo [inaudible]
Les digo hermanos que eso funciona. Yo soy un adicto a la oración, porque si no la tengo comienzo a temblar [inaudible], ponerme neurótico.
Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y cuál era el resultado de eso? La paz de Dios que sobrepasa todo entendimiento mantendrá vuestros corazones en Cristo Jesús.
El resultado de todo eso es paz, gozo, regocijo, descanso. La paz de Dios mantendrá vuestro corazón y mente en Cristo Jesús [inaudible].
Usted quiere gozar de la vida, mantenerse contento en medio de las pruebas? Cultive recursos. Recursos. [inaudible] de la vida cristiana, ser una persona gentil, simpática, perdonadora, llena de gracia, cultivar el sentido de la presencia de Cristo en su vida, y de su segunda venida y orar siempre como una práctica higiénica, [inaudible] la válvula [inaudible] hará que venga la paz a su espíritu y entonces mantendrá su corazón, su mente, dónde reside la ansiedad, el temor, la angustia, la depresión? En la mente.
Entonces, si esas cosas son mantenidas en Cristo Jesús usted va a ser una persona saludable, va a ser una persona gozosa y podrá vivir en paz. Así que ahí usted tiene la receta de un maestro. Receta para ser feliz.