10 de enero del 2011 - Por Betsy Behan
Estando persuadido de esto, que el que comenzó en nosotros la buena obra, la perfeccionará hasta el día de Jesucristo. Filipenses 1:6
Entre otras cosas tenemos un nuevo comienzo cuando iniciamos un nuevo trabajo, un nuevo negocio, una nueva carrera, un nuevo año, un nuevo lugar para vivir. Este último fue mi motivación para empezar de nuevo, cuando decidí a principios de enero del año 2005 obedecer al Señor mudándome desde New York hasta Boston. Esta decisión ahora suena fácil decirla, pero por varios años estuve totalmente en contra de tomarla.
Amigas, al llegar a Boston yo estaba, y me sentía en pedazos, para empezar cuando me mude no tenía una cama propia donde dormir, emocionalmente me sentía destruida, y con el ánimo en el suelo, pero gracias a Dios su fidelidad se manifestó con aliento que mantenía mi fe viva de que El Señor me ayudaría. ¡El Señor nos da sorpresas! En esta ocasión me sorprendió tomando los pedazos de mi vida, y en lugar de armarlos me rompió en pedacitos tan pequeños que sólo Él podría armarme de nuevo, es decir que pasé de pedazos a cenizas; por otro lado las cosas no eran como parecían, lo que el enemigo utilizó para traer duda a mi mente con la constante pregunta de: Si estoy aquí en obediencia ¿porqué todo está en mi contra?
Al principio yo no entendía nada de nada, y mi deseo era regresar a New York...algo así como el pueblo de Israel cuando se vio en el desierto y deseaban regresar a Egipto, pero El Señor sabe más que bien que hay momentos en los cuales debe llevarnos hasta el polvo para poder hacernos de nuevo. Cuando enfrentamos situaciones que nos dejan en pedazos el proceso de armar nuestras vidas se hace doloroso, pero si le permitimos al Señor que sea El que nos arme, aún si El considera necesario rompernos más, el dolor se hace más llevadero, y estamos seguros que El nos hará conforme al modelo indicado para la misión que tiene designada para cada uno, y no debemos olvidar que SU OBRA EN NOSOTROS NO TERMINA. Es decir que él sigue moldeándonos.
Las experiencias vividas, y las situaciones que enfrentamos "Definen nuestro carácter" Saquemos lo mejor de ellas, esto nos proporcionará un carácter de bendición para nosotros mismos, y para los demás.
Cuando le permitimos a Dios que nos tome en sus manos, y sea El que nos moldee estamos confiados porque estamos en las manos perfectas. Cuando le permitimos al Señor que nos haga, y nos coloque en el lugar que él quiere, estamos preparados para vencer, y nuestra base se mantiene firme, porque El conoce mucho más de lo que podamos entender, y conocer. El se toma Su tiempo, nos arma, con amor y misericordia, lo hace pausada, delicadamente, y con mucho cuidado porque "Somos Su más valiosa pieza de arte"
Dios nos reviste de Su gracia, y nos toca con su Espíritu Santo. Amigas, éste año nuevo es una buena oportunidad para permitirle al Señor que nos moldee, para renovar nuestros votos, en general, un "Nuevo Comienzo".
Amado Dios: Te entregamos nuestras vidas en tus manos, renuévanos con un nuevo comienzo, moldéanos. Ayúdanos a ser como quieres que seamos, y a estar donde quieras que estemos. Queremos entender que la buena obra que comenzaste en nosotros la perfeccionarás en Tu día. ¡Amén!