6 de diciembre del 2010 - Por Myrza Marilys Lassús
Al final del año, tendemos a pensar en cosas nuevas para nuestras vidas para el nuevo año y nos olvidamos de las cosas que prometimos hacer para el año que se va. Pero lo más importante es y debe de ser nuestra relación con Dios. Buscamos pertenecer a una familia, un grupo, una iglesia, un país…. pero mi intensión en mis oraciones y mi adoración no es pertenecer a nada ni a nadie, sino a nuestro Señor Jesucristo.
¿Qué quiere decir pertenecer al Señor?
Pertenecer al Señor es: confiar en El, creer en El, refugiarse en El, vivir en El y para El, amarle a Él, obedecerle a Él y nunca, nunca dudar en Su fidelidad. Que nunca olvidemos todo lo que nuestro Dios ha hecho por nosotros y por nuestras familias. Que todos los días podamos decir: "He encontrado en ti la razón de mi existir". Lo demás es extra.
Gracias Jesús por encontrarme, por salvarme y por hacerme tu sierva. Pertenezco a ti y pido que seas siempre el primero en mi vida. Te amo mi Dios.