Perspectivas

30 de mayo del 2011 - Por Raquel De Jesús

Bienaventurado el hombre que tiene en ti sus fuerzas, en cuyo corazón están tus caminos. Atravesando el valle de lágrimas lo cambian en fuente, cuando la lluvia llena los estanques. Salmo 84:5-6

Al pasar de los años he aprendido a notar las personas de las cuales el Señor me ha rodeado y a aprender de cada una de ella, he aprendido que cada etapa de mi vida ha traído diferentes personas y en ocasiones, según las temporadas van cambiando así van también cambiando mis amistades, las personas con las cuales soy probada o incluso el tipo de líderes que el Señor a puesto en mi vida.

Hace muchos años escuché decir a alguien: “mira muy bien a tu alrededor porque de las personas de las cuales Dios te está rodeando hoy son un buen ejemplo de lo que Dios está haciendo en tu vida”.

¿De quién estás rodeada hoy? ¿Quién está siendo tu prueba o tu bendición en estos momentos? ¿Está esa persona en el trabajo o en tu propia familia haciéndote la vida de cuadritos?

Es todo cuestión de perspectivas, tal vez lo que tú piensas que esa persona está haciendo para hacerte la vida imposible, no está ni en sus más remotos pensamientos, y si tal vez estuviera en sus pensamientos hacerte daño recordemos que la palabra dice ¡que ninguna arma forjada contra nosotras prosperará!

He aprendido que muchas veces Dios permitirá personas en nuestras vidas que al parecer son un tropiezo o son de prueba a nuestras vidas pero, El que conoce cuál es el propósito que tiene para nuestras vidas, y quiere perfeccionar en nosotros su carácter para hacer de nosotros mejores cristianos, o simplemente quiere que estas personas sean usadas como instrumentos de Él para moldearnos al enseñarnos lecciones de vida que de otra forma no aprenderíamos.

¡Dad Gracias a Dios por todo! Esto nos dice la palabra ¿Qué tal si en esto incluimos al jefe que no nos gusta o al compañero de trabajo que no es tan agradable o a ese amigo que nos lastimó?

Cuanto podemos aprender en situaciones incomodas, en las cuales se ponen en relieve nuestras propia debilidades e imperfecciones y si muchas veces quitamos nuestra vista de nuestras propias amarguras y de nuestro propio dolor o queja podemos ver que tal vez y solo tal vez estas situaciones pueden transformarse en experiencias de crecimiento y de bendición.

Dios permita que nuestras pruebas diarias, el afán, la rutina, o las pruebas de la vida no nos roben la bendición de ver la belleza que hay cuando una mariposa sale de su capullo. La experiencia no es fácil, el proceso es doloroso pero el resultado es maravilloso.
Los resultados del proceso que estás atravesando en tu vida en estos momentos van a depender de cuál es tu perspectiva, o puedes aprender del proceso y usar tu prueba como un escalón hacia tu siguiente peldaño en Dios o puedes simplemente dejarte derrumbar y no seguir adelante. ¡Tú decides!!!

Dios ahora mi oración es que cada persona que pueda leer este pensamiento pueda encontrar en ti las fuerzas para seguir adelante y para renovar sus esperanzas y que aún en los momentos más difíciles puedan verte a ti y no a las circunstancias.