Háblales de Jesús

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Quiero hablar de una fé vencedora, quiero hablar de la necesidad de hablarle a la gente acerca de Jesucristo, quiero presentar a Jesús como la solución a todos los problemas y las necesidades de la humanidad. Marcos 5 versículos 21 en adelante ¿cómo desatar el poder de Jesús en nuestras vidas?.

La Biblia nos habla acerca de esta mujer que es uno de los personajes más maravillosos e inspiradores que tiene toda la Escritura. En este tiempo en que nosotros hemos dicho que como Congregación queremos aprender a ser efectivos en el Evangelismo, queremos ser una Congregación contagiosa, que el Señor nos enseñe a cómo traer las vidas al conocimiento de Jesús esta mujer nos habla mucho acerca de que le presentemos a la gente a Cristo, que les hablemos acerca de Jesús que quiere sanar sus necesidades.

Yo quiero a través de estos sermones todo este año estar animándoles a enamorarse de la persona de Jesucristo y enamorar a otros con la persona de Jesús, contarle a todos los que podamos acerca de que Cristo tiene la solución a las necesidades de nuestra comunidad. La ciudad de Boston necesita conocer a Jesucristo como esta mujer necesitaba un encuentro con el Señor y nosotros tenemos que comunicarle al mundo.

Dice la Palabra que un hombre bien importante vino a donde el Señor y le pidió que fuera a su casa a sanar a su hija que estaba moribunda. Este hombre se llamaba Jairo. Jairo era un hombre importantísimo de la comunidad, él era una de las personas principales de la sinagoga local, era un hombre de prestigio social, de importancia social, se acercó y le pidió ese favor de que el Señor sanara a su hija y el Señor muy gentilmente accedió y se dirigió hacia la casa de Jairo. Y dice la Biblia que con Él iba una gran multitud de personas y aquí tomamos el pasaje en el versículo 24 de Marcos 5. "Dice que el Señor fue con Jairo y le seguía una gran multitud y le apretaban."

Muchas veces la Biblia nos enseña esta escena de que mucha gente se abalanza sobre Jesús y lo persiguen, lo buscan. Hay un pasaje que nos habla por ejemplo acerca de que una vez el Señor se reunió con sus discípulos después de enviarlos a una jornada evangelística y cuando ellos regresaron el Señor les dijo: Yo sé que ustedes están cansados, vámonos de vacaciones, vámonos a un lugar aparte. Y tomaron una barca y se iban al otro lado del lago ¿y qué pasó? que cuando escucharon que Jesús iba para allá todos se mandaron corriendo y cuando llega el Señor pensando que: wow un holiday, unas vacaciones ahí está toda la gente moviendo la colita como perrito contento esperando al Maestro para que les hable y dice que el Señor tuvo compasión de ellos y les bendijo y les predicó la Palabra.

En otra ocasión dice que el Señor estaba hablando a la gente y la multitud era tan grande que se agolpaban sobre Él y entonces no le permitían hablar, y entonces Él le pidió a Pedro que le dejara montar su barca y apartarse un poco para poder predicarles la Palabra. La gente perseguía a Jesús donde quiera que iba ¿por qué lo perseguía y lo apretaban como en este caso? porque el Señor tenía un mensaje de esperanza. El Señor no era como los fariseos y los directores de la religión oficial del país que le ponían a la gente una cantidad de cargas innecesarias o les presentaban una religión muerta. El Señor les presentaba la imagen de un Dios vivo, un Dios amoroso, todopoderoso, sanador, lleno de misericordia que perdonaba sus pecados, que quería relación con ellos, que quería sanar sus enfermedades, que quería bendecir sus matrimonios y sus vidas y por eso la gente lo perseguía y lo buscaba.

Yo creo que hoy en día la gente quiere un Cristo vivo y quiere que nosotros le presentemos ese Dios. El problema con mucha gente es que no quieren venir a la Iglesia simplemente a escuchar palabrería humana, quieren tener un encuentro personal con Jesucristo. Quieren ver una comunidad vibrante. Quieren que Dios se les haga real y por eso es que nosotros tenemos que pedirle al Señor que nos visite con el poder de Su Santo Espíritu y que nuestra Iglesia sea una Iglesia vibrante. Yo me gozo cuando venimos aquí a un servicio como el de esta mañana y podemos ver el pueblo hambriento, la gente adorando, hay risa, hay vitalidad, se siente el entusiasmo, la gente quiere ver eso.

Y la gente quiere ver también una Iglesia íntegra, una Iglesia sana donde no se les explote, donde no se les abuse, donde se les ofrezca un Dios misericordioso, donde haya integridad de parte de los líderes, donde la gente se comporte conforme a la Palabra que se predica. Y cuando la gente vea eso hermano la gente va a acudir, van a apretarnos, ese espacio se va a hacer pequeño porque yo creo que hay una multitud ahora mismo necesitada allá afuera. Nos quejamos muchas veces de que la gente es dura y que el mundo se está yendo al infierno y no quieren, yo creo que es mentira. Quieren que se les hable de Jesucristo, están simplemente esperando que se les hable de Cristo. Están simplemente esperando que usted y yo les presentemos a Jesús.

Por eso es que estamos arduamente trabajando porque yo sé que los campos están blancos para la siega y sólo faltan obreros que se lancen a cultivar el campo, porque donde quiera que haya una predicación, donde quiera que haya una vida de Dios manifestándose la gente va a acudir. Y dice sin embargo que había una mujer que desde hacía doce años padecía de flujo de sangre. Aquí hay un contraste, hay varios contrastes. Hay un hombre importante religioso, todas las cosas en su orden. Hay una multitud inmensa que está apretando y persiguiendo al Señor, y hay una mujer solitaria, perdida con una gran enfermedad y lleva años buscando una solución para sus problemas.

Era una enfermedad muy penosa la que esta mujer tenía, era una hemorragia contínua que no se le quitaba y la debilitaba. Hoy en día los médicos dirían que lo mínimo que ella tenía era una anemia crónica como consecuencia de esa sangre que siempre estaba goteando y escapándosele de su cuerpo. ¿Usted se puede imaginar quizás la verguenza de esta mujer?. ¿Usted se puede imaginar también algo que era que en un sentido esta mujer era impura ante los ojos del fariseísmo y de la ley mosaica porque su condición sangrienta la hacía por definición impura conforme a la ley mosaica que decía que una mujer en su período era impura y que tenía que estar alejada de su marido y alejada de la gente, y ella por su condición siempre estaba sangrando y por lo tanto ni se suponía que ella estuviera en compañía de gente decente y religiosa porque el mero hecho de tocarla los hacía ya a ellos impuros también. Era como una leprosa en un sentido.

Entonces esta mujer desesperada había buscado ayuda de los médicos durante doce años y dice que no solamente los médicos no le habían ayudado sino que le iba peor. Yo pensaba en eso la gente pensaría que como que eso ya no existe, hoy tenemos la medicina moderna y esos tiempos de los médicos charlatanes ya pasaron, no. Todavía hermanos. Yo les decía a los hermanos que ayer estaba leyendo un artículo de la revista Time Magazine, un exposure, una denuncia de la industria médica en los Estados Unidos. Los hospitales, las agencias de seguro, las personas que venden sillas de ruedas, camas médicas, los administradores de los hospitales denunciando y esto era un artículo de primera plana y una excepción que hace Time Magazine de publicar un artículo de 24.000 palabras, estamos hablando de diez, doce páginas equivalente hablando de cómo los hospitales, sobre todo los hospitales y la industria que está alrededor de los hospitales están robando y depredando al pueblo norteamericano.

Imagínese cuando una persona va a un hospital, todos los exámenes médicos y todas las cosas, dice que él examina el bill, la cuenta de como unos doce pacientes que escogieron al azar. Imagínese una cajita de gasa ¿usted sabe lo que es la gasa verdad? algo que se pone sobre una herida, una cajita de gasa: 77 dólares. Una aspirina: 1 dólar con $0.50, una aspirina que cuesta un centavo y medio si usted la compra y usted no tiene el poder de un hospital para comprar cientos o miles de cajita de aspirina que debe ser mucho más barata todavía, 10.000% más de lo que cuesta, y exámenes que deberían cientos de dólares al final $15.000, $10.000 ¿por qué? porque simplemente pueden y un director de hospital ganándose $1.600.000 - $1.700.000 al año ¿qué tiene que ver una persona ganarse tanto un administrador de un hospital por más dotado que sea? y todo eso se le transfiere al consumidor.

Y vemos cómo una industria que se supone que esté bendiciendo a la humanidad, la industria médica debería estar compuesta de gente llena de misericordia, de amor hacia el pobre, hacia el necesitado sin embargo desgraciadamente, yo digo: hay buenos médicos, en nuestra Iglesia hay médicos pero yo creo que así hay que tener cuidado y hay que hablar la verdad. En esta nación hay mucho médico, mucha industria médica que está depredando a la gente y haciéndole daño. Y es casi como que ya uno no sabe a dónde acudir para encontrar algo; los bancos nos roban por acá, los médicos por allá ¿dónde está la esperanza? yo digo que la única esperanza está en Jesucristo. La única solución, el único que no te defrauda, no te roba, no te engaña es Jesucristo.

Yo creo que llegará el día en que vamos a tener que depender como en el siglo primero de venir ante el Señor para que nos sane nuestras dolencias y quizás sea bueno porque vamos a Cristo como el último recurso muchas veces. Y yo le pido al Señor: Señor haznos un pueblo en el que Tu Poder corra de manera que la gente venga y sea sanada. Yo veía cómo el Señor una y otra vez sanó a todos los que se acercaron a Él una y otra vez. Déjame ver si encuentro un pasaje donde tenemos que pedirle al Señor que nos ayude a mostrarle al mundo a un Cristo de poder.

Mire por ejemplo dice aquí Mateo 5:23, dice aquí que: "Recorrió Jesús toda Galilea enseñando en las sinagogas de ellos y predicando el Evangelio del Reino y sanando toda enfermedad y toda dolencia en el pueblo y se difundió su fama por toda Siria, y le trajeron todos los que tenían dolencias, los afligidos por diversas enfermedades y tormenos, los endemoniados, los lunáticos y paralíticos y los sanó. Yo creo que es tiempo en que el ministerio de la sanidad vuelva a moverse poderosamente en medio de la Iglesia y tenemos que pedirle al Señor cuando nosotros cantamos: yo te busco, te anhelo, te necesito vamos a pedirle al Señor que desate Su Poder en medio de nosotros y que desate Sus milagros y Sus prodigios porque yo creo que el mayor recurso para la Evangelización es los dones del Espíritu Santo y las manifestaciones milagrosas del poder de Dios.

Así que vamos a pedirle al Señor que visite nuestra Congregación con el poder del Espíritu Santo porque lo necesitamos grandemente. Esta mujer acudió a los médicos y éstos no pudieron sanar su enfermedad. Nuestra comunidad latina o afroamericana aquí en esta ciudad, nuestros hijos siguen despedazándose, la violencia sigue comiéndose nuestra comunidad. Las adolescentes embarazadas prematuramente haciéndose abortos a diestra y a siniestra hiriendo su corazón y su mente con el recuerdo de un aborto porque cayeron en una trampa. Nuestros jovencitos convirtiéndose en depredadores de jovencitas antes de tiempo y nunca hay tiempo para eso de todas maneras.

Pero es tiempo de que nosotros le digamos a la gente: mira los trabajadores sociales son buenos y son necesarios pero no es la solución. El Gobernador y los políticos de Boston son necesarios pero no son la solución. Los médicos son buenos, son necesarios Dios los bendiga y los siga usando pero no son la última solución a los problemas del sida, de la droga. Los psiquiatras son buenos, los psicólogos son necesarios pero hay otras formas también de sanar a nuestra comunidad y Cristo es la respuesta.

Ya hermanos yo siento claramente al Señor decirnos: preséntenme a Mí como la alternativa. Preséntenme a Mí como la solución que lleva doce o ciencuenta o cien años buscando sanarse y las cosas se ponen peor. Lo que decía este escritor en el artículo este es que es irónico que mientras más la tecnología médica avanza más cara se pone y más fuera del alcance de la gente común y corriente. Y es lo que pasa que por más que el hombre sin Cristo, sin Dios por más que progresa tecnológicamente más se enchiva decimos nosotros más se enmaraña en el pecado, en la opresión, en la injusticia, en el crímen. Progresamos por un lado y por el otro se nos va la bendición.

Los psiquiatras aumentan en el conocimiento del cerebro pero la locura y la neurosis, y el crímen y la anomía social aumentan por donde quiera. Aumentan las agencias de paz humana, Naciones Unidas, diferentes organizaciones y organismos de paz en el mundo y las guerras entonces brotan como viruses que resisten todo tipo de tratamiento. El terrorismo por donde quiera. Guerras nacionales por donde quiera. Como que ¿por qué? porque cuando uno busca sanidad en los médicos humanos si no la busca en Cristo tarde o temprano el diablo se sale con la suya hermanos porque nuestra lucha no es contra carne ni sangre sino contra principados y potestades.

Al final de cuentas hay una industria del mal que se llama el infierno y sus legiones que son los verdaderos orígenes de toda la maldad que hay en el mundo y contra eso ningún médico, ningún trabajador social, ninguna agencia educativa puede guerrear contra eso sólo Cristo que derrotó los poderes del diablo en la cruz del calvario. Ahora yo creo que con Crosto como fundamento y los valores del Reino de Dios como fundamento ahí los médicos y los trabajadores sociales pueden bendecir, los trabajadores sociales temerosos de Dios conforme a principios bíblicos pueden bendecir. El Presidente Obama o la Casa Blanca temerosa de Dios y usando la verdadera configuración que Dios le dió a la humanidad cuando la creó pueden hacer cosas grandes para la nación.

Y una nación donde hay justicia, donde hay equidad, donde hay las naciones del Reino va a ser bendecida, va a ser prosperada milagrosamente. La tierra va a dar su fruto, las tormentas va a ser retenidas por el Señor, los problemas sociales van a encontrar solución mágicamente porque la bendición de Dios estará sobre la Tierra. Pero donde hay aborto, donde hay homosexualidad pagada por el gobierno, donde hay hombres de estado y mujeres de estado que conspiran contra los valores del Reino de Dios por más que se esfuercen va a venir el desastre tarde o temprano. Va a venir el fracaso, van a venir las recesiones, las depresiones porque lo que hay es un poder demoníaco que no está siendo contenido por el poder de Cristo.

Yo sé que la ciudad de Boston si clamara al Señor, si la comunidad latina se pusiera de pie y dijera: Jesús socórrenos el Señor enviaría Sus ángeles y la bendición caería sobre nuestra comunidad, sobre nuestros hijos, nuestras escuelas, sobre nuestros vecindarios, nuestras calles, nuestros apartamentos, nuestras familias, y eso es lo que le pido al Señor: Señor enséñanos cómo ir hacia esta comunidad y decirle tomen refugio en el Hijo de Dios, el que derrotó a Satanás en la cruz.

La Biblia dice que Dios le dió un nombre que es sobre todo nombre para que ante el Nombre de Jesús se doble toda rodilla, lo que está en la Tierra, en el cielo y debajo de la Tierra por si hay duda de algo. El único que tiene poder para sujetar las huestes del infierno que sólo quieren robar, matar y destruir es el Hijo de Dios. Y Cristo lo ha puesto en la Tierra para que traiga paz a la humanidad, para que traiga solución a los problemas del hombre, para que la humanidad sea iluminada y sepa entonces cómo resolver los problemas milenarios de la guerra, el hambre, la pobreza, la opresión, la injusticia, la violencia. Cristo es la solución.

Esta mujer es una imagen de la humanidad perdida buscando ayuda, los médicos y en vez de irle mejor le va peor. Esos doce años es como símbolo casi de perfección como diciendo: lo agotó todo, ya llegó a sus límites doce años buscando solución y no la hay. Dice algo interesante que hay aquí, dice que: "Cuando oyó hablar de Jesús vino por detrás de la multitud y tocó su manto." Para mí eso es muy revelador "cuando oyó hablar de Jesús". Esta mujer se enteró de alguna manera que había un joven rabino por allí que predicaba un mensaje diferente al de los fariseos, los saduceos, los escribas.

Este rabino no le predicaba de un Dios odioso que si cometían un error les enviaba un rayo para partirlos enseguida, les habló de un Dios de misericordia, de amor, un Dios generoso, un Dios paciente, un Dios que se interesaba en el pobre, un Dios que se interesaba en la persona no educada, un Dios que estaba dispuesto a trabajar con la gente y ser paciente con ellos en sus luchas y en sus búsquedas. Un Dios real, un Dios que bajaba a la tierra y se hacía personal y quería relación con ellos y que entraba en sus corazones y vivía dentro de ellos no ese Dios distante que había que apaciguar con un sacrificio de sangre, un Dios que sólo el sacerdote sumo podía entrar una sola vez al año con una campanita en los tobillos por si acaso le partía un rayo adentro porque se había portado mal y entonces había que halarlo con una soga para no entrar en ese lugar que era terriblemente aterrador.

Ese era el Dios judío y entonces viene Jesús diciéndoles: hey Su Padre les ama, ustedes son Sus hijos, Él no rechaza a los que se humillan a Él quiere relación con ustedes y esta mujer escuchó hablar de ese Jesús. ¿Quién le dijo a ella acerca de Jesucristo? abrió un día la computadora y en facebook vió la página de Jesús y los discípulos le enviaron, twitter un mensaje. ¿Cómo escuchó ella?. De paso les digo hermanos una de las cosas que usted puede hacer acerca de Evangelismo ¿por qué no coje usted y toma a diez personas que usted conoce y envíeles un mensaje? hay tantas buenas cosas hoy en día en las computadoras. Oh mire Dios habla hoy coja diez hermanos y dígales ¿le gustaría a usted inscribirse? o haga un forward de una lectura.

El hermano Ernst Diehl que Dios lo bendiga si me está escuchando lo saludamos a él y a su esposa y a Richard nos decía: mira Roberto ya que tú estás hablando acerca de Evangelismo ¿por qué no sugerirle a la gente que envíen los mensajes de Dios habla hoy a cinco o diez personas y que los anime a inscribirse y a recibir esto?. Youtube tiene algunas cosas maravillosas, escoja algo de buen gusto, algún mensaje pequeño o algo así y conviértase en evangelista. De paso les digo una cosita hermanas esto es una ñapita mía, yo sé que muchos de ustedes envían palabras diarias pero les animo a que tengan cuidado también de pedirle permiso a la gente que le envían porque ellos tienen que pagar esos mensajes entonces tengan cuidado asegurándose de que no seamos más carga porque hoy en día hay mucha gente enviando esos mensajes también y hay que tener cuidado.

Cuando hagamos evangelismo hagámoslo con buen gusto, con prudencia pero también sean un poquito atrevidos pero hay muchas maneras. La gente necesita, vamos a buscar forma de hablarle a la gente para que escuche de Jesús. Use los medios de la tecnología, nosotros queremos producir diferentes recursos para que ustedes los tengan, una tarjetita para un cajero o para un mesero que lo atienda o para una amiga, lo que sea un mensaje de alguna forma pero vamos a convertirnos. Yo creo que si nosotros comenzamos a tirar la semilla ella va a hacer su obra. Nosotros lo que tenemos que hacer es sembrar y dejarle al Señor el resultado, esa es la consigna que yo creo que Dios le está dando a la Iglesia.

Imagínese yo le estoy pidiendo al Señor que me de sabiduría para hacer una convocación de todos los pastores que yo conozco y las iglesias aquí en la ciudad de Boston y vamos a declarar así como yo lo he hecho aquí en León de Judá un año para ver qué pasa donde el Evangelismo se convierta en la consigna número uno de las iglesias de Boston o de Nueva Inglaterra y donde nosotros comencemos a usar. Imagínese estos americanos que viven en el internet si comenzaran a desarrollar medios de levantar a Jesucristo ante la comunidad y comenzáramos a predicar sermones evangelísticos y a presentar a Jesús y hablarle a la comunidad de Cristo, hacerlo de diferentes maneras y hacer reuniones evangelísticas y atrevernos simplemente y dejar entonces que Dios haga la obra, yo creo que nos podríamos sorprender de los resultados.

Así que yo les animo en el nombre del Señor este año que se atrevan a invitar. Yo cuando entré un joven el hermano José que está por ahí atrás vino con su familia, invitó a una señora, una hermana que viniera hoy a visitar la Iglesia. Otra persona me encontré allí creo que se llama David si no me equivoco no sé si está por allí, lo saludé y le dije: ¿es la primera vez que tú vienes a la Iglesia? me dijo: sí me invitó una hermana no recuerdo su nombre ahora. Qué lindo.

Yo creo que si nosotros comenzamos a hacer eso Dios se va a glorificar en una manera increíble y vamos a tener mucha gente viniendo y recibiendo al Señor y entonces nos toca a nosotros discipular a esa gente, trabajar con ellos, ser una Iglesia amorosa, receptiva, hospitalaria. Si usted tiene que salirse de su asiento para que se siente un inconverso hágalo ¿ok? no se incomode. Vamos a ser una Iglesia hospitalaria.

Una jovencita norteamericana quizás está por aquí ahora mismo no sé dónde está pero me decía lo contenta que ella se siente de venir y visitar la Iglesia. Vino esta mañana, estuvo en el servicio en inglés y ahora está por ahí en algún sitio me dijo: porque es que me encanta la Iglesia, la gente me trata tan bien, son tan hospitalarios. Yo digo: gloria a Dios qué bueno. Vamos a hacerlo de diferentes maneras, vamos a atrevernos porque las mujeres como esta mujer y los hombres necesitan que alguien les hable de Jesús porque eso fue lo que hizo la diferencia.

Cuando ella oyó hablar de Jesús dijo: esta es mi oportunidad y entonces se metió entre la multitud, oyó que el Señor estaba pasando por su ciudad, maquinó para ver cómo lo hacía y entró entre la multitud, me imagino que se abrió paso, se metió entre los hombres y las mujeres, llegó, malas miradas quizá para ella por donde quiera pero ella decía: si tan sólo yo tocare el borde de Su manto seré sana.

Y es interesante eso. Mire yo les decía a los hermanos esta mañana que si esta mujer hubiera estudiado teología o hubiera ido a algún seminario no se hubiera atrevido a hacer lo que ella hizo. A veces la ignorancia es buena y necesaria. A veces se necesita esa gente atrevida arrebata'a que se tire y haga lo que tiene que hacer y el Señor honra a la persona atrevida. Quizá no tenga toda su teología perfectamente alineada pero hay un corazón deseoso y Dios tiene misericordia de ellos. Porque esta mujer no le pidió permiso a Jesús, ella lo que hizo fue: yo le voy a robar como pueda la energía a este hombre y voy a obtener mi sanidad.

Ella en realidad estaba pensando en términos de magia, de brujería quizás. Ella dijo: este hombre tiene poder, si yo le toco la ropa el poder va a salir de Él. Ella no estaba pensando: le voy a pedir permiso, le voy a presentar mi caso, le voy a pedir que me sane como hicieron todos los demás. Ella se acercó por detrás sin decirle nada al Señor y dijo: este hombre tiene tanta fuerza que si yo meto la mano dentro de Él y lo toco Él va a darme poder y va a hacer lo que tiene que hacer. Qué maravilloso es el Señor.

El Señor es como un depósito de fuerza y de poder y por donde Él camina el Reino de Dios va con Él y va la sanidad, va el consuelo, va la respuesta a las necesidades de la humanidad. Y esta mujer tocó a Jesús y recibió la respuesta a su necesidad. Dios sanó su vida, el Señor Jesucristo la tocó y lo que los médicos no pudieron hacer el Señor lo hizo.

Hermanos vamos a hablarle a la gente de Jesús, vamos a predicar a Jesús como la respuesta a todas las necesidades de la humanidad. El Señor no necesita gente perfecta, esta mujer no era perfecta, ella no conocía todos los detalles de la persona de Jesús ni cuál era el protocolo que había que seguir para recibir sanidad, ella violó todos los protocolos habidos y por haber pero el Señor honró su fé y tenemos que decirle a la gente: mira ven a Jesús no importa cuál sea tu situación, no importa que tú no entiendas todos los detalles acerca de Él, no importa que tú estés viviendo con alguien sin casarte, no importa que seas un homosexual, no importa que seas un adúltero, no importa que estés alcoholizado ven y pon tu mano sobre el Señor y Él hará la obra y deje entonces que el Señor haga lo que sabe hacer.

Nuestro llamado es simplemente ponerlos en contacto con Cristo Él hace la obra hermanos. Póngale la mano de esa persona en la mano de Jesús y Él hará lo que Él sabe hacer en Su manera y en Su forma. Traiga a la gente al Señor, dígale: mira si tú tienes problemas, si tienes necesidad, si hay pecado en tu vida tú eres un candidato perfecto para el Evangelio y únete a todos los demás que estamos aquí luchando de la misma manera buscando sanidad también del único sanador que hay en el universo Cristo Jesús. Preséntele a Cristo, no le presente religión, no le pida que se haga evangélico, no le pida que se haga miembro de León de Judá, dile: conéctate con Jesús, pon tu mano sobre el manto de Jesús.

Levantemos a Cristo porque cuando Cristo sea levantado Él hará el trabajo. Cuando nosotros le presentemos a la gente a Cristo y les digamos: refúgiate en Él el Señor va a abrirles los ojos y va a arrancar el hipnotismo, el hechizo que tiene la gente de creer que Cristo es una amenaza para sus vidas, de creer que el Evangelio es algo para hipócritas y para fracasados, el Señor va a hacer esa obra. Porque hay un velo que cubre el entendimiento de la gente y ese velo no lo podemos razgar nosotros pero Cristo lo hace desaparecer en un instante. Pero preséntale a Jesús, Jesús, Jesús.

La consigna para nosotros en este tiempo es Cristo, Cristo, Cristo. Preséntele a Jesús, use el nombre de Jesús lo más que usted pueda y levante al Hijo del Hombre. Cristo dice que si el hijo del hombre fuere levantado Él atraerá a todos hacia sí mismo. Nosotros lo levantamos y Él los atrae. Esa es la promesa, esa es la consigna, Cristo es la solución, vamos a presentar a Jesús como el que tiene la respuesta y esta comunidad va a ser salva, va a ser sanada. Los americanos van a venir, los africanos van a venir, los afroamericanos van a venir, los chinos van a venir, los ricos van a venir, los intelectuales van a venir, los pobres van a venir, los necesitados van a venir, los jóvenes van a venir porque el Señor los va a atraer a sí mismo.

Simplemente asegurémonos de llenar la ciudad del nombre de Jesús. Vamos a desatar una epidemia sanadora, una epidemia de vida. No una epidemia de muerte sino una epidemia de Cristo, un contagio comunal de Jesús y vamos a convertirnos en portadores de ese virus de vida, de ese gérmen de bendición, esa semilla de transformación para la comunidad y para la ciudad. En el nombre de Jesús desatamos ahora mismo esa bendición. Baje su cabeza o levántela al cielo como usted quiera pero pídale al Señor que nos enseñe cómo esta comunidad con un flujo de sangre que la está matando y la está debilitando, se le está escapando toda la vida a esta comunidad.

La sangre le está fluyendo. Come y tiene anemia porque hay un escape de vida contínuo, inventa cosas y no le dan paz. Desarrolla tecnologías y su problema es peor todavía porque necesita que el Hijo de Dios cierre el flujo de la sangre, la fuente del mal. La fuente del mal es el espíritu demoníaco, los poderes que rigen esta ciudad y que siembran muerte y destrucción y se necesita que el Hijo de Dios venga y cierre ese hoyo por donde se escapa la vida y lo selle para que se pueda retener el beneficio. El único que puede hacer eso es el Hijo de Dios, Jesús, Jesús, Jesús. Él tiene poder.

Vamos a presentarlo, vamos a levantarlo, vamos a exaltarlo, vamos a predicar a Cristo y vamos a asegurarnos de ser contagiosos en el nombre de Jesús pedimos la unción de Dios sobre este pueblo, estas palabras Señor bendícelas y contágianos con el poder de Cristo y te pedimos por esos hombres, esas mujeres con flujo de sangre allá afuera en las calles, llévalos a nosotros y desata un gérmen de bendición y de vida sobre la comunidad de Boston Señor. Gracias.