¿Cómo nos puede utilizar Dios?

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Segunda de Reyes capítulo 2: el Señor me ha dado este mensaje como un desafío para mi vida, y esta tarde va a ser un desafío para usted. La Palabra de Dios es un desafío en esta tarde para usted, para mi vida, para nuestra vida para que no seamos más los mismos, para que no estemos acomodados, debemos de salir de esa comodidad. Pablo decía: "No os conforméis."

El gran problema muchas veces de nosotros es la conformidad. Ya tengo mi casa, ya tengo mi casita, ya tengo la Iglesia, ya. Nos acomodamos. Pero esta tarde es para movernos, para retarnos, es un reto que vengo a hacerle a través del mensaje de la Palabra de Dios, de la experiencia de este hombre, tres cosas vamos a ver en esta tarde.

Dice el Libro de Segunda de Reyes capítulo 2, versículo 2, comienza así la experiencia de dos hombres, dos hombres; el maestro y el discípulo. Segunda de Reyes capítulo 2 dice así: "Dijo Elías a Eliseo: quédate ahora aquí porque Jehová me ha enviado a Betel; Y Eliseo dijo: Vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré, y descendieron pues a Betel."

"Y saliendo Eliseo, los hijos de los profetas que estaban en Betel le dijeron: ¿sabes que Jehová te quitará a tu señor hoy de sobre ti? y él dijo: sí, yo lo sé, callad."

"Y Elías le dijo: te ruego porque Jehová me ha enviado al Jordán, y él dijo: vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré. Fueron pues ambos."

Versículo 7 dice: "Vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas y se pararon delante lejos, y ellos dos se pararon junto al Jordán. Tomando entonces Elías su manto, lo dobló y golpeó las aguas las cuales se apartaron a uno y otro lado, y pasaron ambos por lo seco."

El versículo 9 dice: "Cuando hubieron pasado Elías dijo a Eliseo: pide lo que quieras que haga por ti antes que yo sea quitado de ti; Y dijo Eliseo: te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí. Él le dijo: Cosa difícil has pedido. Si me vieres cuando fuere quitado de ti, te será hecho así, mas si no, no."

Amén, repitan: "cosa difícil", amén, vamos a orar. Te alabamos Padre y te glorificamos una vez más, qué bueno es estar en Tu Casa Señor, gloria a Tu Nombre Señor. Te rogamos para que el Espíritu Santo en este momento pueda impartir, compartir, ministrarnos, bendecirnos a cada uno de nosotros. Queremos un buen alimento de Tu Palabra Señor, estamos en el lugar correcto para adorarte Señor. Oh Dios Señor glorifícate y muévete como nunca antes Señor. Háblanos en esta tarde con todo Tu Poder y Tu autoridad, nos regocijamos de estar aquí en Tu Casa Señor. Úngenos y bendícenos para Tu gloria, para Tu honra, gracias Señor en el Nombre de Jesús, amén.

Puede sentarse mi apreciado hermano. Comparta con la persona que está al lado y dígale: "Dios me va a hablar en esta tarde" amén, amén. Vean mis apreciados hermanos: ¿por qué nosotros vemos? mejor dicho: yo le he rogado al Señor y les confieso que le he dicho al Señor: Señor quiero ser una bendición, he venido a este país para ser un impacto y quiero realizar un impacto a través de la bendición de Dios y el Poder de Dios en las manos de Él, de Su Voluntad, impactar para ganar gente para el Señor, tengo una gran pasión de ganar mucha gente para el Señor, siempre estoy motivando a las iglesias sobre Evangelismo para ganar almas para el Señor.

Entonces quiero decirles: pero ¿cómo nos va a utilizar el Señor, cómo, de qué manera? y aquí encontramos, vamos a hablar de tres puntos importantes. Primero: encontramos al discípulo que se llama Eliseo y el maestro Elías, Elías ya se va a marchar, pero entonces hay una actitud y aquí va el primer punto: debemos tener hambre y sed de Dios, un anhelo tremendo por las cosas de Dios, así Dios nos va a bendecir.

Fíjese que Dios le dice aquí, mejor dicho el Profeta Elías en el versículo 2: "Quédate ahora aquí porque Jehová me ha enviado a Betel" y Eliseo le dijo: "vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré; Descendieron pues ambos". Fíjese la actitud de él: yo también quiero eso, no me voy a quedar aquí, yo quiero lo que tú quieres.

Fíjese la actitud de él, versículo 4 lo que dice: "Y Elías le volvió a decir: Eliseo, quédate aquí ahora porque Jehová me ha enviado a Jericó, y él le dijo: vive Jehová y vive tu alma que no dejaré; Vinieron pues ambos a Jericó." Quédate aquí, no, yo quiero también Jericó, yo anhelo también Jericó, donde Dios te va a llevar yo también quiero esto. La actitud de este discípulo, de este hombre que veía en su maestro, él tenía un hambre, una sed de la Palabra de Dios ¿amén?

Llegando ya al final de la jornada dice: "Elías le dice: te ruego que te quedes aquí porque Jehová me ha enviado al Jordán, y él le dijo: vive Jehová y vive tu alma que no te dejaré; Fueron pues ambos al Jordán." Qué pasión, qué deseo, qué inconformismo de tener lo que tenía, él quería más y más, y más ¿amén?

Este anhelo y deseo por la Palabra del Señor, por la oración, por el ayuno, por las cosas espirituales, por conocer más de Dios, por conocer más la Palabra de Dios, debemos tener este anhelo porque hay mucho que Dios nos quiere dar para cada uno de nosotros ¿amén?

Cuando estaba ministrando la Cena del Señor el Pastor Isaías decía: "hay bastante de Dios, hay bastante de Él" muchas veces nosotros estamos buscando poco, y fíjese el clímax de todo esto. El versículo 9 dice: "Cuando habían pasado Elías dijo a Eliseo: Pide lo que quieras que haga por ti antes que yo sea quitado; Y le dijo Eliseo: te ruego que una doble porción de tu espíritu sea sobre mí."

¿Qué le pidió a él? Fíjese: él no pidió como muchas veces nosotros queremos ¿no? "ay yo quiero un carro como el que tiene mi vecino, ay yo quiero una casa como la que tiene mi hermano" no, él pidió doble, quiero más. Hay un anhelo, un deseo, hay una sana ambición; bueno, esa palabra ambición es mala ¿no? pero hay una sana, santa ambición podríamos decir así de desear más, del querer más, y de la unción de Dios que él quiere doble porción ¿amén? Muchas veces nosotros estamos buscando sólo poco de Dios, una oracioncita, una lectura bíblica nada más, no lo buscamos a Él, hay que querer más y más de Dios.

Y fíjense una cosa importante en el versículo 9 que me llama la atención, perdón versículo 7, dice: "Y vinieron cincuenta varones de los hijos de los profetas, y se pararon delante a lo lejos" a lo lejos, repitamos esta palabra "a lo lejos". Yo puedo entender que aquí hay 52 profetas, cincuenta de un grupo y hay dos diferentes, Elías y Eliseo. Esos cincuenta no sabemos el nombre de ellos, no sabemos qué hicieron pero ellos siempre estaban a lo lejos, y me puedo imaginar que ellos están lejos de la Palabra, lejos de la unción, lejos del Espíritu Santo, pero estos dos son diferentes, ellos quieren más, y más, y más. Ellos son diferentes, ellos marcaron, hicieron un impacto en la historia ¿por qué? porque estaban cerca y querían más del Señor. Ellos no fueron el montón, ellos querían más y más, y más de Dios.

Muchas veces nosotros andamos lejos de las cosas espirituales, nos conformamos con poco, estamos satisfechos con poco. Vea lo primero si deseamos causar un impacto es desear vehementemente, con ansias, así como David decía ¿se recuerdan? "Mi alma tiene sed de Ti" de Dios, del Espíritu Santo. Y fíjense cuando pecó, él no dijo: oh no me quites mi carro, no, no, ¿sabe qué dijo Él? "No quites de mí Tu Espíritu", Tu Presencia.

Mis hermanos eso es lo más precioso. La Presencia, el Poder, la autoridad, la unción, la bendición de nuestro Dios Todopoderoso y hay que querer, hay que ansiar todo esto. No nos conformemos con venir una sola vez a la semana, no nos conformemos solamente con leer un versículo bíblico, no nos conformemos con hacer una oracioncita nada más, hay que buscar con toda nuestra vehemencia y deseo el poder y la unción, hay mucho que el Señor quiere para darnos, gloria a Dios.

Entonces mis hermanos cuando el Pastor Roberto Miranda, cuando la directiva, cuando la Iglesia, cuando la visión de esta Iglesia, hay unas jornadas espirituales, es así Pastor ¿no? jornadas espirituales de buscar, de conocer más de Dios, el Pastor nos está motivando para buscar más de Dios, qué tremendo, estamos en el camino correcto, cierto para poder andar en lo que Dios quiere realizar en esta comunidad del barrio, de la ciudad, del estado, de la región, del país y del mundo entero ¿amén mis hermanos?

Entonces quiero remarcar la primera cosa para que Elías sea un hombre poderoso de Dios, Eliseo sea un hombre poderoso de Dios. Hay una cosa que me causó impacto de Eliseo y es que él pidió doble porción de bendición ¿se recuerdan? doble porción, y leía a un comentarista que decía que Elías como maestro realizó 16 milagros poderosos, y obviamente Eliseo tenía que realizar ¿cuántos si pidió doble porción, cuántos tenía que realizar? 32. Pero ocurre que al hacer un estudio sobre la vida de Eliseo él solamente, en vida, realizó 31 milagros.

Pero ¿sabe que ocurrió? ocurre que después que él había sido enterrado, ya estaba muerto, muerto, muerto, no tenía carne, ya sólo estaban sus huesos, dicen que unas personas estaban llevando un cadáver para enterrarlo al cementerio y entonces vieron unos soldados, y cuando vieron a los soldados botaron el muerto y ellos huyeron, obviamente fue así, y dice que el muerto al botarlo quedó rodando, dice así la Palabra de Dios, lea esta historia, está ahí, rodó, rodó y cayó en la fosa donde estaban los huesos de Eliseo, y cuando ese muerto tocó los huesos de Eliseo dice que resucitó, y cumplió 32 milagros ¿amén? la Palabra de Dios se cumple.

Si usted y yo le pedimos: Señor quiero ser de impacto, Señor quiero ser usado, quiero que me des Tu bendición, quiero que Tú me des autoridad, bendición, unción, quiero este anhelo, Señor quiero más de Ti, Dios le va a dar a usted, le va a bendecir ¿amén?

Segundo lugar hermanos: fíjese que Elías le dice, versículo 9: "Cuando habían pasado Elías dijo a Eliseo: pide lo que quieras que haya por ti antes que yo sea quitado de ti, y dijo Eliseo: te ruego una doble porción de tu espíritu sea sobre mí, y él le dijo:" ¿qué le dijo? "cosa difícil". Diga difícil, pero no imposible. No le dijo: wow, no, no, no, eso es para mí, no le dijo así Elías. Le dijo la verdad: cosa difícil.

Quiere decir esto mis apreciados hermanos que hay que pagar un precio, no es fácil, cuesta, hay que luchar contra la carne, contra el pecado, contra algún problema, contra un mal hábito, pero sí se puede cuando estamos buscando la Presencia, el Poder de Dios sí se puede y esta es una práctica que hasta Dios cumplió con este requisito, que hay que pagar un precio.

¿Sabe por qué Dios tiene hoy domingo la adoración de millones y millones de personas que le estamos adorando en varios continentes, iglesias grandes y pequeñas, iglesias en todos los lugares, sabe por qué? porque Él primero pagó un precio hace 2000 años atrás ¿amén? Hace 2000 años atrás Él envió lo mejor, se envió a Si Mismo, envió a Jesucristo el Señor para morir por mis pecados, por nuestros pecados, por Sus pecados para ir a la cruz, para padecer tanto por cada uno de nosotros y principalmente cargar todos los pecados del mundo y decir: Padre, Padre ¿por qué me has abandonado? pero era porque estaba lleno de pecado teniendo mis pecados, tus pecados para que nosotros podamos encontrar salvación por medio de la misericordia de Dios ¿amén? pagó un precio pero ahora viene nuestra santidad, nuestro compromiso, ahora tiene nuestra consagración completa, porque primero pagó un precio.

Y mis hermanos tenemos que pagar un precio. Tenemos que pagar un precio económico, sí, fiel en los diezmos, tenemos que pagar un precio de ir a recoger gente, invitarla, tenemos que pagar un precio de sacrificar para evangelizar, para ganar personas, para orar por los necesitados, hay que pagar un precio ¿amén? es cosa difícil, sí cuesta, es bien difícil pero vale la pena, se puede. Vamos a ir hacia adelante, vamos a impactar esta ciudad, vamos a impactar la economía, vamos a impactar la sociedad, vamos a demostrar que hay un pueblo diferente hispano que se levanta para proclamar la verdad, para proclamar la buena nueva de que Jesús es el Señor, de que hay una nueva manera para vivir ¿amén?

Y hay una Iglesia aquí, León de Judá que sí va a pagar el precio, estams pagando el precio, tenemos un Pastor que nos motiva a la excelencia pero sí con propósito de expandir el Reino de los Cielos ¿amén? entonces encontramos aquí cosa difícil.

Mi hermano es difícil. Para orar, posiblemente nos levantamos y ni oramos pero usted comprométase a levantarse 5, 10 minutos antes, orar, buscar la Presencia de Dios, orar, interceder por su hijo, su hija, su esposo, para orar por nuestra familia, para orar contra las fuerzas que se levantan contra la Iglesia, contra la familia, contra los matrimonios, para orar, para luchar, para batallar, para derramar lágrimas. Posiblemente usted en esta tarde ha venido y está en un horno de fuego, está en un desierto, está pasando por el valle de tristeza, de lágrimas pero sepa que Dios está con usted, Dios nos va a ayudar, Dios nos va a levantar, Dios le va a levantar porque usted está pagando el precio ¿amén?

Hay que pagar un precio. Y en tercer lugar para terminar, vemos de que, le estuve preguntando al Señor: pero ¿por qué, para qué anhelar tanto de Dios, buscar más de Ti, tener hambre de Ti, por qué pagar un precio? ¿saben por qué? y el Señor me hizo recordar un texto. El Señor sabía que Él tenía que marcharse, capacitó a 12, dejó a 500, quedaron 120, Él prometió una pesona que se llama el Espíritu Santo ¿amén?

Juan capítulo 15 Él prometió el Espíritu Santo. Juan el Bautista dijo que: "Aquél que viene bautizará con fuego y poder, yo bautizo con agua", y Jesucristo antes de ir al cielo dijo: "Y recibiréis poder", era necesario. Esa Persona del Espíritu Santo nos va a dar poder, nos va a bendecir. Él sabía que los Apóstoles no podrían realizar la obra de evangelización, la obra de impacto revolucionario a través del amor, Él sabía que no lo podrían realizar solos, por eso promete el Espíritu Santo, lo reciben y son diferentes. Ya no son aquéllos temerosos, aquéllos miedosos, aquéllos cobardes, aquéllos encerrados, ahora son ellos que tienen todo el ánimo y la fuerza, pero no una fuerza psicológica, una fuerza motriz interna, sino que es la propia Persona del Espíritu Santo, utilizándolos para impactar la sociedad y hablando de que Cristo que murió es el único que puede impactar y transformar la sociedad ¿amén? eso fue.

Entonces Dios me estaba mostrando: es necesario, Jesucristo sabía que ellos solos no podían hacer solos el trabajo. Eliseo sabía, no podía realizar solo el trabajo y realizó un tremendo impacto si usted lee su historia: se enfrenta contra reyes, se enfrenta contra poderes de las tinieblas, se enfrenta contra muerte, se enfrenta contra envenenamiento, se enfrenta con tantas cosas y con el Poder del Espíritu Santo, sabía él. Jesucristo nuestro Seor sabía que los Apóstoles no podían realizar la obra solos, es con el Espíritu Santo. Hoy también es necesario que nosotros entendamos y comprendamos, solos no podemos, necesitamos la Presencia, la unción, la ayuda, el Poder del Espíritu Santo ¿amén? solos no lo podemos hacer.

Podemos tener capacidad intelectual, podemos tener dones, podemos tener algunas habilidades pero solamente quien puede transformar, bendecir, tocar es la persona del Espíritu Santo ¿amén?

Tres cosas he hablado en esta tarde. ¿Cómo nos pude utilizar Dios? primero teniendo un gran anhelo como lo tenía Eliseo. No solamente estoy satisfecho con Betel, no solamente estoy satisfecho con el Jordán, dame más, quiero más, quiero una doble porción, dámela, quiero todo el Poder Tuyo. Ese anhelo tenemos que tener no se olvide mi hermano, mi hermana, debemos de anhelar, desear y me gusta esta palabra: vehementemente, con ansias, con deseos. Como cuando estamos enamorados y queremos o como cuando tenemos una visión o un proyecto, lo anhelamos, lo queremos, no importa tiempo, frío, lluvia, nieve, no importa la economía, no importa nada, arrasamos con todo porque queremos conseguir eso, así debe ser el deseo de nuestro corazón por el Espíritu Santo. Ese deseo debe existir en ti.

Pablo le decía a Timoteo: "aviva el don que hay en ti." Avívalo, avive. Somos responsables de eso. No esperes sentir o no sentir "ay no tengo ganas de leer" no. Impóngase, impida que el cansancio, que el sueño, alguna cosa así le venza en el Nombre de Jesús. Leamos más la Palabra de Dios, en el Nombre de Jesús ayunemos, luchemos en la madrugada, oremos, batallemos, luchemos, hay fuerzas espirituales.

Recuerden la historia de Daniel, el ángel le dijo: Desde el primer momento en que hiciste tu oración fue atendida pero se me apareció un príncipe de Persia, el enemigo y la retardó, pero qué bueno que Daniel continuó luchando, orando, pidiendo por Jerusalén, por un avivamiento para que Dios perdone la ciudad y hubo un cambio en esa ciudad, y vino la respuesta. Hay pelea. Su oración ya llegó al Trono de Dios pero usted y yo batallar, insistir vehementemente con fuerza, persistentemente hasta alcanzar lo que Dios quiere para cada uno de nosotros para Su honra y para Su gloria.

Mi hermano, hay fuerzas espirituales. Se levantan demonio, se levantan principados, potestades, es importante que luchemos buscando vehementemente la Presencia de Dios, el poder espiritual, la Presencia de Dios. Vengo a decirle que no estemos satisfechos con lo que tenemos. Si ya leyó la Biblia una vez, dos veces, tres veces léala, si pasa un minuto de oración pase 10, 15 minutos.Comience a interceder, comience a traer gente. Dígale a alguien: mirá te voy a invitar a las 4, a las 5 de la tarde un churrasco, churrasco brasilero y el amigo va a decir: wow vamos, con toda mi familia, pero primero vamos al mediodía a la Casa de Dios. "Ta' bien" va a decir y viene aquí, y escucha un mensaje poderoso, y se convierte, y es tocado, mis hermanos, anhelemos las almas ¿amén?

Segundo lugar mis hermanos, hemos hablado: hay un precio que pagar, hay un precio. Salgamos del comodismo, no estemos satisfechos con lo que tenemos. Leía un libro de economía, de éxito, de motivación de John Maxwell y él decía: el peor enemigo para el éxito económico es la satisfacción de lo que ya hemos alcanzado, estamos insatisfechos espiritualmente para querer más y más de Dios. Lo tercero que he querido hablar es: necesitamos de Él, necesitamos del Espíritu Santo, nuestro Pastor está buscando más de Dios, continuemos buscando más de Dios, sigamos ahí.

Y quiero continuar con esta ilustración: el año pasado estaba en mi casa y le dije a mis hijos, principalmente al más pequeñito, Joshua se llama, él es más hispano que americano y es bien desobediente, le dije: nadie me moleste, voy a ir a estudiar, no quiero ningún barullo, bulla, nada, todo el mundo silencio. Y me metí a mi biblioteca y estaba estudiando, una hora así, cuando escucho la cerradura: cric, cric, cric, y estaba ahí a mi espalda, pero lo voy a dejar que entre, no le voy a decir nada y cuando entre le voy a dar dos, dije así en mi mente.

Y bueno, abrió, cric, cric, cric, abrió la puerta y yo escuché sus pasos, y cuando ya yo lo iba a agarrar así él metió su brazo por aquí, puso su boquita aquí y dijo: papá, te amo. Te amo papá. ¿Será que yo le pegué? No. Agarré a mi hijo y lo senté en mi falda y me dió un beso, y me dijo: ¿por qué estás llorando papá? y yo le dije: te pido perdón, ¿por qué? te pido perdón. Y el Señor me reveló en ese momento a mi mente un texto: "Si vosotros siendo malos" me dijo Jesucristo, "sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos, quien que le pidiere un pan le va a dar una piedra, si le pidiere alimento le va a dar un escorpión o una serpiente". Si vosotros siendo malos ¡cuánto más vuestro Padre que está en los cielos, si le pedís el Espíritu Santo os dará abundantemente. Él quiere bendecirnos, Él quiere bautizarnos, Él quiere ayudarnos aún siendo nosotros malos. Lo agarré a mi hijo y oré con él, y pasamos un excelente tiempo.

Mi hermano, yo lo invito para que se ponga de pie. Hemos hablado que necesitamos más de Dios y yo quiero desafiarle: no esté satisfecho con su vida espiritual, no estemos más satisfechos con lo que tenemos. Segundo lugar: hay que pagar un precio, hay que pagar un precio, no sé cuál es el precio que usted tiene que dejar, hay un precio que pagar. Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente.

El Reino de los Cielos dijo el Señor Jesucristo pertenece ¿a los? valientes que arrebatan. Es importante mis hermanos tener esa actitud; voy a pagar el precio, soy valiente, soy un guerrero, voy a conquistar, voy a luchar, no me dejaré vencer con el pecado ni ningún demonio me va a vencer porque yo tengo a Cristo, tengo las armas espirituales para destruir las obras del diablo ¿amén?

Yo le invito mi hermano, mi hermana, para que venga aquí. El mejor lugar que tenemos en la Iglesia ¿sabe cuál es? no son esas sillas hermosas que están ahí acolchonadas, el mejor lugar aquí es el altar de Dios. Vengamos para arrodillarnos, vengamos mis hermanos, en el Nombre de Jesús venga. Dios me ha dicho que hay una persona que necesitaba escuchar esta Palabra, venga, gloria a Dios, venga, gloria a Dios.

Vamos a pasar al frente para decirle: Yo quiero más de Ti, yo quiero más de Ti. Venga, gloria a Dios por este matrimonio. Venga, pase con su familia, arrodillémonos en esta tarde. Venga, busquemos a Dios, venga en el Nombre de Jesús. Si usted viene por la primera vez, es el esposo de una hermana, viene por la primera vez, o es un amigo que ha venido, venga, acepte a Jesús, es lo mejor que podemos tener en nuestra vida, joven, adolescente, acepte a Cristo como Señor y Salvador, este es el momento. Ahí hay hermanos que lo van a ministrar, el Pastor Roberto va a estar ministrando aquí a todos nosotros en el Nombre de Jesús, hay un precio que pagar, hay un precio que pagar.

Si vosotros siendo malos sabéis dar buenas cosas a vuestros hijos mucho más, mucho más. Yo invito a Nelly para que pueda pasar en el Nombre de Jesús, en el Nombre de Jesús pase, hay lugar aquí, hay lugar aquí. Gloria a Dios, glorificado sea Él, exaltado sea Él por siempre, oh Dios, Tú eres tan maravilloso. Venga, hay una hermana, un hermano, deje el inconformismo, salgamos de esa vida de apatía y de conformismo, diga: mi familia va a ser diferente en el Nombre de Jesús, yo voy a ser diferente, vengamos. Yo quiero participar en la jornada espiritual con el Pastor Roberto Miranda, yo quiero participar con él, voy a unirme más, voy a utilizar mis dones, voy a ser un fiel diezmador desde ahora para la Iglesia, voy a utilizar toda mi capacidad al máximo para bendecir y glorificar al Señor.

Vamos a repetir todos los que estamos aquí esta oración de entrega, de santidad, de humillación ante el Señor, repitamos todos, aún los que no han pasado repitamos en voz alta esta oración: Padre celestial yo te alabo y te agradezco porque Tú eres el único Dios que envió a Jesucristo para morir por mis pecados y en esta tarde yo me someto a Tu autoridad y quiero que Jesucristo sea mi sanador y mi salvador, y confieso con mis labios que Él está vivo. Hazme a través del Espíritu Santo la persona que Tú quieres que yo sea.

Quiero más de Ti, anhelo más de Ti. Dame Señor una doble porción, glorifícate Señor a través de mi vida, que mi vida sea para Tu gloria, sea para Tu honra, bendíceme Señor. Saca todo lo que no te gusta a Ti, lo que no te agrada Señor, quiero morir para la carne, quiero crucificar mi carne, gracias Señor, bendito Tú eres y úsame poderosamente para Tu honra en el Nombre de Jesús, amén.

Permítame orar: Padre, gracias por este momento tan hermoso que hemos pasado, gracias Señor. Oh Dios hermoso en el Nombre de Jesús cada hermano, cada hermana de todo corazón te queremos decir: queremos más de Ti Señor, más, más, más, derrama Tu Espíritu, bautízanos Señor con poder, con unción, con dones, con hablar en lenguas, con manifestaciones de dones como quiere el Espíritu Santo usarnos, aquí estamos arrodillados, aquí estamos diciéndote que Tú eres el Señor.

Oh Espíritu Santo ven, ven Señor. Toma el control de nuestras vidas, de nuestras mentes, de nuestras familias. Toma el control Espíritu Santo y úsanos, oh Dios. Hay que pagar un precio. Vamos a dejar lo que Tú estás revelando a nuestra mente y a nuestro corazón que tenemos que dejar, vamos a crucificar nuestra carne, nuestro ego, nuestro yo, lo sometemos todo, todo a Tu autoridad, ya no queremos ser más los mismos. Saca esta conformidad física-material.

Gracias Señor por la visión pastoral, gracias Señor porque todo esto que vemos aquí es porque hay líderes insatisfechos, y gracias porque ellos quieren más. Gracias por el Pastor Roberto, gracias por el staff de Pastores, gracias por los diáconos, los líderes. Gloria a Tu Nombre Señor, oh Dios.

Llévanos a otro peldaño, llévanos a otra escalera, llévanos a otro nivel. Queremos más que Jericó, más que el Jordán. Queremos Tu Espíritu, queremos Tu bautismo Señor. Gracias Señor, alabado sea Tu Nombre y bendito seas Tú en el Nombre poderoso de Jesucristo, amén, amén. Déle un aplauso al Señor fuerte, amén, amén, bendito sea el Señor, gloria a Dios.