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Romanos 12, comenzando por el versículo 1: ".... Así que hermanos os ruego por la misericordia de Dios que presentéis vuestros cuerpos en sacrificio vivo, santo, agradable a Dios, que es vuestro culto racional. Y no os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento para que comprobéis cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta.
Digo pues por la gracia que me es dada, a cada cual que está entre vosotros, que no tenga más alto concepto de sí que el que debe tener, sino que piense de sí con cordura conforme a la medida de fe que Dios repartió a cada uno. Porque de la manera que en un cuerpo tenemos muchos miembros, pero no todos los miembros tienen la misma función, así nosotros siendo muchos somos un cuerpo en Cristo y todos miembros los unos de los otros. De manera que, teniendo diferentes dones de acuerdo a la gracia que nos es dada; si es de profecía, úsese conforme a la medida de la fe; o si de servicio, en servir o el que enseña en la enseñanza; el que exhorta, en la exhortación; el que reparte, con liberalidad; el que preside, con solicitud; el que hace misericordia, con alegría.
Que el amor sea sin fingimiento: aborreced lo malo, seguid lo bueno. Amaos los unos a los otros con amor fraternal. En cuanto a honra previniéndoos los unos a los otros.” Bendiga el Señor su santa palabra. Amen.
Bien hermanos, en estos próximos días yo quisiera pasar un tiempo hablando de lo que yo llamo predicando sermones horizontales. Por qué horizontales? Porque muchas veces en la iglesia nosotros predicamos lo que yo llamo sermones verticales que tienen que ver cosas espirituales, obviamente espirituales, por ejemplo cuando hablamos de los dones del espíritu santo. Hablamos de señales y prodigios y milagros. Hablamos acerca de guerra espiritual y hablamos acerca del mundo de los demonios. Hablamos acerca de la necesidad de la oración y el ayuno. Estas cosas son obviamente espirituales. Pero yo creo que lo que le falta muchas veces a los cristianos y a muchas iglesias cristianas que reconocen la importancia de los dones y del espíritu es esa dimensión ética, esa dimensión moral de la vida, esa dimensión cotidiana. Me refiero a esa dimensión de la vida cristiana que tiene que ver con nuestras relaciones unos con los otros, con nuestro carácter, con nuestro comportamiento a diario, con esas cositas pequeñas de la vida que son las que hacen la diferencia.
Muchas veces los cristianos nos enamoramos tanto de los dones y de las cosas del espíritu que nos olvidamos que hay cosas sencillas de la vida. En realidad yo creo que los grandes problemas que nosotros tenemos en la vida es por esas cosas pequeñas que no le hemos entregado al Señor, esas zorras pequeñas que echan a perder las viñas. Y yo creo que los pastores debemos aprender también a darle a la gente sermones así, que son un poquito aburriditos a veces, pero que no se prestan mucho al Gloria a Dios, Aleluya, y a danzar en los asientos, pero que son comida sólida para la vida diaria.
Hermanos, dirijamos nuestra mirada cada vez más y más a esas áreas de la vida. Yo creo que el éxito en la vida depende de ciertas virtudes como lo son por ejemplo, la honestidad, el trabajo, el ser diligentes, el ser disciplinados, el ser persistentes en la vida, el no vivir solamente por las emociones sino por los principios. Estas son las cosas que verdaderamente aseguran una vida exitosa.
Nosotros los cristianos, hermanos debemos asegurarnos de que estas cosas formen parte de nuestra vida espiritual. Déjenme darles un ejemplo de esto. Gregory me informaba que creo que hoy mismo fue a visitar una familia de la iglesia y la familia de nuestros hermanos Brenda y Winston Quant, son de Nicaragua ellos, nicaragüenses muy fieles, muchos años en la iglesia. Yo estoy seguro que el 90% de la iglesia no conoce a Brenda y a Winston, y a Winston definitivamente no lo conocen porque es un hombre muy callado, muy tranquilo. Gregory celebraba el hecho de que ellos acaban de obtener una casa que Dios les ha dado, una casa preciosa. Gregory estaba ahí. Yo hasta vi un poquito de envidia en sus ojos.... De la manera que me la describía, decía “Guau, se la cambio”. Una casa nueva, flamante, grandísima y muy bendecida.
Y cuando Gregory me hablaba acerca de Winston que esta mañana dice que con lágrimas en los ojos le daba gracias al Señor. Inmediatamente, Mario está asintiendo porque el sabe a qué me refiero. Hay una foto de Winston sentado aquí en este edificio hace ya como 10 años, 8 ó 9 años por lo menos, en medio del frío y Winston estaba aquí ayudando a Mario en el trabajo de la construcción. Winston, hermanos yo veo esa foto y yo que fui partícipe de todo ese proceso de lucha de este edificio, yo bendije a ese hombre. Winston no hizo mucho alarde de nada, Winston simplemente venía fielmente y daba de su tiempo a construir este edificio y cuando otras personas quizás se cansaron un poco, y uno entiende, esto no es una crítica implícita ni nada por el estilo. Winston se sacrificó por el Señor y nadie sabe ni siquiera esto. Hoy yo lo estoy diciendo aquí. Pero en mi mente yo pensé siempre, Winston es un hombre tranquilo, callado, no hace mucho ruido pero sirvió al Señor en esa forma persistente, sobria, disciplinada. Entienden a lo que me refiero? Pero fíjense como años después la bendición del Señor viene a la vida de el.
Su hija ahora mismo está estudiando un programa especial, una hija preciosa que se llama Suyen, una hija lindísima de una carácter especial, con una beca que pronto va a estar viajando a Guatemala con un grupo de jóvenes líderes escogidos en toda la nación para sus estudios también. Como ven ustedes hermanos, esta es una familia que yo siempre he visto a través de los años; no muy llamativa, no saltan mucho, no hablan mucho en lenguas, no se tiran al piso y gloria a Dios por los que hacen todas esas cosas, entiéndanme. No estoy criticando a nadie, al contrario yo deseo que todas esas cosas se den en mi iglesia. Gloria a Dios por ellas, Amen.
Hay otros hermanos que a veces saltan y danzan y todo y Gloria a Dios por ello. Es que, como dice Jesucristo, no es que haga una cosa o la otra sino una cosa y la otra. Lo que Dios quiere hermanos es que unamos las dos cualidades en la vida. Unamos la pasión por Dios, el fuego del espíritu santo, la llenura del espíritu santo pero también una vida sobria, trabajadora, disciplinada, excelente y que unamos esas dos cualidades en una.
Eso es lo que va a permitir que nuestras vidas sean de bendición. Escúcheme comunidad latina y también ahora norteamericanos a quienes les hablo aquí. Es importante que ustedes, jóvenes, parejas jóvenes que están, veo aquí a mi hermano Wilson, por ejemplo y su esposa, y veo otras parejas jóvenes, Samuel y Myriam y Omar y Airimar, y tantas otras parejas jóvenes. Hugo y su esposa también, Sofía y otros.
Hermanos, dediquemos nuestras vidas a vivir a valores sólidos porque eso es lo que va a edificar nuestra casa y no. El uno a apegarse a una visión contra viento y marea, contra el desanimo y los altibajos de la vida, uno seguir ahí firme, ponchándo su tarjeta puntualmente todos los días en el trabajo, yendo al baño solo el tiempo que es necesario y dedicando todo el resto al trabajo, ganándose su pan honestamente, que la gente diga: “Mira, si se me va ese empleado se me cae abajo la factoría” porque usted se dedique a hacer una vida íntegra, sencilla, de corazón.
Jóvenes, saquéense las mariposas de la cabeza y las cucarachas también. Eso es lo que es importante, hermano. Es esa cualidad. A lo que tu te dediques, a lo que tu le des importancia eso es lo que va a determinar el éxito en tu vida. Si tus valores son simplemente saber el último episodio de la última novela, vas a tener la cabeza llena de alas de cucarachas. Pero si tu te dedicas a crear valores sólidos en tu carácter, mujer, hombre de Dios, y a ser firme en tu proceder y caminar rectamente en la vida, eso es lo que te va a llevar al éxito.
Ahora, qué tiene todo eso que ver con este pasaje. Me doy cuenta de que lo único que voy a poder hacer es dar la introducción, pero está bien la introducción ya está bien y hay mucho que tu puedes masticar. Este pasaje es un pasaje evidentemente que está compuesto de consejos sencillos. Los Capítulos 12 y 13 de Romanos y hasta el final son capítulos que son muy prácticos. Del Capítulo 1 al 11 en Romanos el Apóstol Pablo se dedica a discutir asuntos muy altos, teológicos, y la Epístola a los Romanos es una de las epístolas más poderosas de la teología cristiana. En Romanos el Apóstol Pablo estableció los fundamentos de la teología cristiana, pero de ahí, del Capítulo 12 en adelante el Apóstol Pablo dirigido por el espíritu santo se dedicó a dar consejos sencillos acerca de la vida cristiana.
Todo lo que el hace en el resto de ese capítulo es darnos consejos prácticos. Por ejemplo vamos al versículo 9, dice: “el amor sea sin fingimiento, aborreced lo malo, seguid lo bueno” “amaos los unos a los otros con amor fraternal”, versículo 10, “en cuanto a honra prefiriendoos los unos a los otros.” Miren el versículo 15 “gozad con los que se gozan, llorad con los que lloran”.
Hermanos, son consejos bien sencillos. No hay nada exaltado, nada muy exótico allí acerca de estos consejos. Estas son las cualidades hermanos, como digo, como introducción yo quiero en esta mañana en el nombre del Señor, llamarlos a todos a mirar esos aspectos sencillos de la vida cristiana. Si nos dedicamos a perseguir esos valores pequeños en la vida pero muy importantes, con el paso de los años veremos como en el caso de la familia Quant, la bendición de Dios reposar.
Por alguna razón veo parejas jóvenes y les digo a ellos. Si ustedes se plantean esa meta ahora en sus vidas de vivir una vida así, que honre al Señor en las cosas sencillas, en las cosas pequeñas, Dios les va a bendecir a largo plazo. Cuando ustedes lleguen a 20 años de casados, 30 años de casado y ustedes puedan mirar hacia atrás y ver cómo ha ido el crecimiento.
La palabra de Dios dice: “... porque la senda del justo es como la luz de la aurora que va en aumento hasta que el día es perfecto.” La jornada del hombre o la mujer de Dios, de la pareja de Dios, es así, ahí firme y la gente que mira a través de los años, se echa para atrás y puede ver el diseño, puede ver el ascenso. Quizás nosotros viviéndolo día a día no lo vemos, pero otros lo pueden ver y cuando nos paramos hacia atrás y vemos nuestra vida, vemos que sí que nuestra vida ha ido ascendiendo. Eso se tiene que hacer día a día, simplemente poniendo un pie delante del otro, firme, valorando la palabra de Dios.
Yo quiero hacer algo ahora mismo. Yo quiero que se levante esta juventud, yo quiero que esa parejita que está ahí se ponga de pie. Y todas las demás parejas jóvenes de 15 años en adelante. De 15 a 22, 23, levántense. No quiero ser muy preciso, por acá también. Rocío y esta pareja levántense. Pónganse de pie. Ustedes dos también. Cualquier otro joven que esté aquí también. Pónganse de pie. Si usted siente que esto es para usted también ahora pónganse de pie, también los demás. Está bien, si se quiere poner de pie, Gloria y Rafael, pónganse de pie. Comprometa su vida al Señor.
Vean lo que dice aquí, dice: “... no os conforméis a este siglo sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento”. Hay mucha juventud, mucha gente que está comenzando en la vida que se están conformando a este siglo. El Señor está diciendo, no le pongan tanto énfasis a las cosas de este mundo, a las modas y a los valores del mundo y a las ambiciones del mundo. No. En vez de eso transfórmense por dentro, cambien su mentalidad, renuévense para que ustedes puedan vivir vidas exitosas. Dice: “... para que podáis comprobar la buena voluntad de Dios”. Tiene que haber un cambio de mentalidad antes de que podamos comprobar la voluntad de Dios para nuestra vida, porque Dios quiere bendecir a cada uno de nosotros pero primero tiene que haber un cambio interior. “Señor voy a poner mi amor en ti, voy a poner mi pasión en ti, voy a quitar los ojos del mundo y me voy a dedicar a honrarte a ti y a buscar tu gloria”, y entonces tu vas a ver la bendición de Dios descender sobre tu vida.
Cuando tu pones tu preferencia en las cosas de Dios. Cuando tu prefieres a Dios y lo pones por encima de todas las cosas, Dios comienza a bendecirte y a aclarar tu camino y enderezar tus pasos y a quitar los obstáculos de tu vida. Tiene que haber una conversión.
Muchos de nosotros estamos en la iglesia pero la iglesia no está en nosotros. Es como lo que dice: algunos pasan por la escuela, pero la escuela no pasa por ellos. Muchos estamos en la iglesia pero la iglesia no se ha metido dentro de nosotros.
La Biblia dice: “... los ojos del Señor recorren toda la tierra buscando los de corazón perfecto para con él para mostrarse fiel a favor de ellos”, pero tienen que comenzar con un cambio de mente y de valores. Y que esos valores los pongamos en práctica día a día. Prueba al Señor. Yo te prometo en el nombre de Jesús, que vas a ver grandes cosas en tu vida. Amen. Aleluya. Gloria en el nombre del Señor.
Ahora mismo levanta tu mano derecha. Póngase de pie todo el mundo ahora y levante su mano derecha en señal de pacto con el Señor. Y dile al Señor “Padre, yo abrazo los valores de tu Reino, yo abrazo la ética de tu Reino, la moralidad de tu Reino. Yo le doy la bienvenida a la excelencia en mi vida”, dile así al Señor. Le doy la bienvenida a la disciplina, a la persistencia, al dominio propio, honestidad, justicia, amor, equidad”, son los valores del Reino de Dios. Pídele al Señor que cambie tu vida: “Señor cámbiame. Cambia mi énfasis, cambia mi actitud, cambia mi corazón, Señor. Cambia la estructura de mi vida por dentro. Cámbiame por dentro. No me cambies por fuera, simplemente hacer cosas externas. No, cámbiame en el interior. Pon una nueva fuerza dentro de mi Señor. Oh, aleluya.”
Gracias, Señor. Te adoramos, te bendecimos. Gracias Jesús. Gracias por tu palabra, Señor, porque tu palabra es la verdad, tu palabra es fiel, Señor. Abrazamos tu palabra, Señor. Vamos a cantar Señor, te damos gracias. Vas a ver cambios grandes y transformadores en tu vida. Atrévete a creerle al Señor y ponlo a prueba por un tiempo como hizo Daniel con su dieta vegetariana. Pon a Dios a prueba, verdaderamente por un tiempo y reta a los otros que vean el cambio en tu vida. Tu vas a ver como Dios va a transformar tu vida.
Gracias Señor. Te bendecimos, te adoramos. Gracias, Jesús. Gracias. Aleluya.