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Primero de Corintios, 13, solo quiero leer unos versículos de este Capítulo y quiero enfocarme en 4 palabras de este Capítulo. La palabra dice: “Si yo hablase lenguas humanas y angélicas y no tengo amor, vengo a ser como metal que resuena o címbalo que retiñe”. Saltando al versículo 4: “... el amor es sufrido, es benigno, el amor no tiene envidia, el amor no es jactancioso, no se envanece, no hace nada indebido, no busca lo suyo, no se irrita, no guarda rencor, no se goza de la injusticia más se goza de la verdad”. Versículo 7: “todo lo sufre, todo lo cree, todo lo espera, todo lo soporta”.
Yo quiero enfocarme en la parte que dice: “...amor todo lo espera”. Saben que leemos estas palabras como palabras poética y yo casi nunca me paro para pensar qué significa esto, que significa el amor siempre todo lo espera. Pues vamos a ver que significa hoy. Oremos juntos.
Padre, en el nombre de Jesús, gracias Señor que tu amor y el amor que tu quieres que habite en nosotros es un amor poderoso, es un amor profético, es un amor que hace una diferencia en nuestras casas, en nuestro lugares de trabajo y en esta ciudad, y aquí en esta iglesia. Tu amor tiene poder para cambiar vidas, así que te pido que nos hables en este día y nos enseñes qué significa Señor que el amor todo lo espera, en tu santo nombre, amén.
Quiero comenzar con una confesión personal. Estamos listos? Yo fui a California de vacaciones por un fin de semana con mi esposa para visitar a la familia y fuimos a ver un partido de baseball, a un equipo, Los Angels, que están ahí Anaheim cuántos son fanáticos de baseball, unos cuantos peloteros tenemos aquí. Fui a ver un equipo que se llama Los Angels, así que hay 45000 personas en este estadio, mucho más grande que Fenway, que está aquí. Saben que resulta que el equipo de baseball que está ahí, es un equipo que está en competencia con los Red Socks, las Medias Rojas, para ganar un lugar en los playoffs. Así que están en competencia aunque no están en la misma división, con el wild card thing.
Bueno, yo ahí con 45000 personas y mi esposa y nosotros nos pusimos nuestra camisa de los Red Socks para estar ahí. Pero estábamos ahí y todo el mundo es muy amable, no son malos, como Bostoniano. Hay mucho sol, todo el mundo alegre. Aquí en Boston te tiran cerveza, y si tu tienes una camisa puesta. Ahí te sonríen y hacen un chiste. Son gente muy buena y tranquila. Yo ahí mirando el juego con unos amigos de mi esposa y míos también ahora, y yo cuando los Angels hacían bien, cuando marcaron o algo así, yo aplaudía con los demás pero tengo una confesión para ustedes: dentro de mi corazón yo quería que perdieran. Y ahí todo el mundo después del juego, yo feliz, porque perdieron. El amor no es así. El amor todo lo espera. Tiene esperanza para la persona que están ahí en nuestras vidas.
Vamos a Lucas, 13. Vamos a aprender de verdad como es el amor y como no es, porque muchas veces somos como yo era en ese juego. Damos la sonrisa a la gente, somos muy amables pero saben qué, a veces muy por dentro queremos que pierda. Dios no quiere un corazón así. Lucas, 13, comenzando en versículo 6, una parábola. Dijo también esta parábola, “Tenía un hombre una higuera plantada en su viña y vino a buscar fruto en ella y no lo halló. Una higuera que no daba fruto. Y dijo el viñador, he aquí hace 3 años que vengo a buscar fruto en esta higuera y no lo hallo. Córtala, porque inutiliza también la tierra. El entonces respondiendo le dijo: Señor, déjala todavía este año, hasta que yo cabe alrededor de ella y la abone, y si diere fruto bien, sino la cortarás después”.
Cuando una planta, nosotros tenemos una planta así delante de nuestra casa que no está dando fruto, estamos pensando, cuándo vamos a matar a esta planta. La persona dueña de la viña decía “Córtala, porque también inutiliza la tierra” que está ahí. Vanos a cortar este árbol porque no sirve, no funciona. Pero había otra persona ahí que dice: Vamos a esperar un años más y dale tiempo, porque yo tengo esperanza que tal vez, todavía pueda dar fruto este árbol y dar higos para nosotros. Esperemos un poco más, sino después de un año, córtala. Pero si da fruto, hemos ganado un buen árbol.
Muchos de nosotros somos los que decimos “Córtala”. Córtala, ya no sirve. Cuando hay una persona que te molesta, una persona que tu crees que tiene defectos, qué dices dentro de ti? Si fueres el rey, el rey de Boston con la corona y todo o la reina de Boston y alguien no te cae bien, ahí en la calle el tráfico te corta algo así, qué dices dentro de ti? En ingles “Off with his head!” “Cortadle la cabeza!” Vamos a decirlo juntos: Cortadle la cabeza. Muchos somos así. Ese tipo no sirve, cortadle la cabeza. Dios no es así, gracias a Dios. Porque el que tiene el poder de cortarte la cabeza cuando tu fallas, no lo hace.
La palabra dice que El es muy tardo para enojarse, dando tiempo, lo que parece miles y miles de años para dar esperanza, para que la gente pueda arrepentirse antes de ser castigado. Muchos de nosotros no somos tan amables. El equipo, ya que estamos hablando de baseball, los Red Socks, están ganando esta semana. Si pierden un solo partido todo el mundo va a estar diciendo del manager: Cortadle la cabeza. El manager del año pasado, un error en todo el año, Cortadle la cabeza y todo el mundo feliz.
En la Biblia había personas así. Un profeta que quería cortarle la cabeza a sus enemigos. Cuántos sabemos que no quería que Dios tuviera misericordia de la gente. Cual profeta era? Jonás. El no quería que Dios tuviera misericordia de los de Nínive. No quería esto. No esperaba en ellos, quería castigo para ellos. Así que el ni quería predicar, por eso se metió en un barco y terminó en el estómago de un pez grande y después ahí predicando y todo el mundo se arrepiente de sus enemigos. Y Jonás alegre, que están bendecidos? Jonás alegre que ellos han cambiado sus vidas? Nada que ver. Jonás, ahí, Señor estoy molesto contigo. Para que tu siempre tienes misericordia con la gente? Por qué no les cortas la cabeza como yo quiero que tu hagas? Jonás como un niño malcriado tuvo que ser enseñado que el amor todo lo espera.
También habían otros discípulos Juan y Jacobo, supuestamente el discípulos de amor, Juan, y ellos después de predicar en Samaria y los de Samaria rechazaron la palabra y qué le dicen a Jesús: Jesús, debemos llamar fuego de los cielos para acabar con todos. Tu puedes sentir que están queriendo eso: fuego. Yo quiero ver fuego, vamos a acabar con la gente que me molesta. Cortadle la cabeza. Jesús le dice: de qué espíritu tu eres? El amor todo lo espera.
Moisés no era así. Qué pasa con Moisés? Había un momento que el pueblo de Israel habían pecado tan fuerte que Dios dijo: Mira, aléjate del pueblo porque yo voy a acabar con todos y voy a hacer de ti una gran nación. Moisés en lugar de decir; Bien, por fin, lo han buscado... Moisés dice: No, ten misericordia de ellos. Si no los perdonas a ellos, bórrame a mi de tu libro que tienes escrito. Porque Moisés era un hombre que había aprendido el amor todo lo espera de la gente. Y quiere misericordia para los demás.
Hay un dicho que tal vez has escuchado: Este nunca cambia. Nunca cambia. Es así, y no cambia nunca. Hay otro dicho que vamos a aprender hoy, el dicho que dice: Todavía hay esperanza para ti. There’s hope for you yet. Yo nunca les pido que hagan cosas tontas aquí, pero hoy les voy a pedir que hagan algo tonto. Yo te invito a mirar especialmente, si estás con un familiar, que mires a la persona de al lado para decirle “Todavía hay esperanza para ti”. Aún hay esperanza para ti. This is a line that could be used at key moments in discussions in the home. Todavía hay esperanza para ti. Funcionó. There’s still hope for you yet. You’re not a totally lost cause. Para este hay esperanza.
Había un hombre del Libro de los Hechos, en el comienzo de la iglesia cristiana que se llamaba José, y el era un hombre tan bueno que le dieron el apodo, el sobrenombre, Animo. En griego, Bernabé, porque el daba ánimo, hijo de consolación, ánimo a los demás. Había un caso, había un malo, un hombre que andaba matando gente, que después un día el está sobre su caballo, y el Señor lo tumba de su caballo y le dice: Porque me persigues? Y hay una conversión impresionante en la vida de este hombre malo. Y el viene a la iglesia, pero el había andado matando cristianos, así que el viene y aparece a la puerta de la iglesia un día de León de Juda, aquí. Mira, tengo un testimonio, yo quiero predicar con ustedes. Y qué dice todo el mundo. Tu? Este nunca cambia. No ha cambiado. No confiamos en ti. Tu no has cambiado para nada. Tu estás haciendo un juego para tratar de engañarnos. Se llamaba Saulo ese hombre. Pero había una persona en la iglesia, José, Animo, Bernabé que le dijo a este hombre: Sabes que, todavía hay esperanza para ti,. Yo no te voy a juzgar por lo que has hecho en el pasado, porque yo se que la gente puede cambiar. Vamos a hablar. Así que Saulo le cuenta su historia y después de eso Bernabé lo trae, lo lleva a los discípulos, lo presenta a los discípulos, dice: Mira, escúchalo. El ha cambiado. Y si no fuera por Bernabé nunca hubiera existido un predicador que se llama Pablo. Si no fuera por alguien que sabía que el amor todo lo espera, este hombre hubiera quedado fuera de la iglesia. Cuántos somos así? Alguien te ha hecho mal en el pasado o era malo antes, años atrás y tu estabas muy molesto con esa persona, y después, años después todavía lo tienes ahí, encajado en tu mente, atrapado en pensamientos malos de esa persona. Este nunca cambia. No voy a confiar en que el Señor ha hecho una obra.
Dios tiene corazones como el corazón de Bernabé. Había otro caso, cuando los gentiles, los no judíos conocieron a Cristo la primera vez, y todos los judíos decían: No puede ser, el Evangelio es para nosotros, el pueblo de Dios. Pero había uno, que se llama Bernabé, dijo: Yo creo que hay esperanza para ellos, y yo voy a conocerlos, voy a animarlos. Gracias a el, aceptaron a los gentiles en la iglesia y todos nosotros, la mayoría de nosotros somos gentiles. Y si no fuera por alguien que tenía amor con esperanza, no estaríamos aquí hoy en este día. Había otro momento que ellos tenían un joven que se llamaba Juan, Juan Marcos, que andaba con Bernabé y con Pablo ministrando ahí en las calles, y Pablo que recibió misericordia antes, no tenía tanta misericordia para los demás a veces, a veces. En un momento ese joven dijo: Ya no puedo mas, eso es mucho trabajo, yo vuelvo para mi casa. No puedo. La gente es dura, me gritan, me tratan mal, yo no quiero seguir predicando. Y los dejó. Después, como un años después, Bernabé y Pablo están al punto de salir de misiones otra vez y Juan Marquitos quiere otra oportunidad. He wants a second chance. Qué dice Pablo: Cortadle la cabeza. Ya nos falló una vez, no me falle dos veces. No confío más. El que había recibido misericordia, no estaba dispuesto a darla. Bernabé que también era primo de Juan Marcos, lo mira y el dice otra cosa: Sabes que, para ti hay esperanza, yo veo potencial en ti y tu tienes mucho que dar. A pesar de tus fracasos y fallas y defectos, yo se que hay posibilidades para ti y yo te voy a tomar. Como se dice en ingles: I’ll take you under my wing and I’ll give a chance to grow and to become the person that you’re meant to be.
Así que el sale con Juan Marcos, y tu sabes donde hemos visto el nombre de ese joven, en algún lado de la Biblia? Hay algún libro donde sale el nombre de este joven, que tu puedes pensar en el Nuevo Testamento? El Evangelio de Marcos. Ese joven temeroso, ese joven que no tenía deseo de seguir adelante al principio, terminó siendo un discípulo que escribió el Evangelio de San Marcos. Si no fuera por Bernabé, si no fuera por un amor que espera en la gente que ve su potencial, nunca hubiera llegado a ser el Evangelista escritor de un libro de la Biblia que el hizo. Nosotros tenemos que ser así.
Pero yo diría que la mayoría de las veces, somos los que hemos recibido el amor con esperanza en nuestra vida, somos menos dispuestos a darlo a los demás. Tu has tenido esta experiencia, de ver a alguien que sirve aquí en la iglesia y el pastor lo deja servir y tu dices: Pero cómo? Se debe cortar la cabeza a este. El no debe estar sirviendo. El pastor con esperanza y amor le da chance a la gente para crecer y ser la persona que debe ser. Podemos ser honestos, dentro de ti, habrá alguna vez que tu pensaste dentro de tu corazón, dijeron: cómo, cortadle la cabeza. El no tiene derecho de estar ahí. Yo diría que nuestra iglesia una de las cosas más fuertes que tenemos es que a través de los años se ha dado chance a la gente, se ha dado una segunda oportunidad, tercera oportunidad y cuarta oportunidad para que nosotros que llegamos todos sucios y quebrantados lleguemos a ser las personas que Dios quiere que seamos.
Cuántos aquí podemos decir que recibimos misericordia en nuestros días de comenzar aquí. Éramos rechazados de otros ambientes, pero Dios nos aceptó aquí. Nos dio oportunidad para crecer y ser las personas que podemos llegar a ser. Y después de ser aceptados y crecer y ya estar floreciendo, decimos de los demás: pero cómo? Dios quiere que tengamos un amor que espere en la gente. No estoy hablando, ahora es importante decir, que no estoy hablando de un amor ingenuo, un amor blandengue. No estamos hablando de esto. We’re not talking about mushy love here. Hay un momento de cortar el árbol que no da fruto. Un buen maestro no va a dar a todo el mundo porque ve potencial en el joven, pero cuántos de nosotros hemos recibido el beneficio de un maestro, un adulto que ve el potencial en nosotros, no nos trata suave, nos trata duramente pero porque el cree en nosotros. Espera en nosotros. Pero no es suave y blandengue y wimpy. Es duro a veces, también no es ingenuo.
La Biblia dice que Jesús veía lo que estaba dentro del corazón del hombre. El no necesitaba otro que le explique cómo es el ser humano. El sabe que nosotros somos pecadores en el fondo, el engaño, el corazón que es engañoso, sobre todas las cosas. Así que no es ser, como han dicho en inglés “Love is blind”. No estamos diciendo que el amor es ciego. El amor no es ciego, el amor ve la persona y ve los defectos pero también ve con ojos de misericordia. El nombre para Satanás, el significado del nombre Satanás es “acusador”, es que el ve los defectos bajo una luz fuerte que está buscando las cosas feas en ti para señalarlas, decir que: Mira, esta persona tiene defectos. Dios mira con luz total, El ve los defectos pero también ve el corazón y ve el potencial que está en la persona. Y nosotros, cómo miramos a la gente? Si tu buscas defectos los vas a encontrar. Si buscas defectos toma cinco minutos y puedes encontrar defectos en cualquier persona. La persona a tu lado, como la persona parada aquí, vas a encontrar defectos. Pero si buscas esperanza en la gente Dios te la va a dar. Porque Dios es un Dios de amor.
Vamos a ir otra vez a la palabra al mismo libro, Lucas 6. Por qué es tan importante esto, 6:37. Y veremos por qué esto es tan importante para tu propio bien, tener un amor que todo lo espera. Versículo 37, de Lucas 6 dice: “No juzguéis y no seréis juzgados. No condenéis y no seres condenados. Perdonad y seréis perdonados. Dad y se os dará. Medida buena, apretada, remecida y rebosando te darán en vuestro regazo, porque con la misma medida con que medís, os volverán a medir”.
Este texto siempre se usa cuando estamos pidiendo ofrendas. Si tu das, Dios te va a dar una medida grande. Y esto es un principio verdadero, es justo y es verdad que si nosotros somos generosos, Dios nos bendice. Pero el contexto de este versículo no es dinero, es amor y un corazón paciente con los demás. Dice que si tu no juzgas no seréis juzgado. Esto es para nuestro propio bien. Porque hay un principio que lo que tu siembras, tu cosechas. Y es verdad que si nosotros somos muy duros con los demás, sabes que va a pasar con nosotros, cuando tenemos nuestras falla y nuestros defectos? Serán duros con nosotros también. Es verdad que si nosotros somos generosos con los demás, cuando te toca, Dios va a levantar un espíritu de misericordia en los demás para darte a ti una medida generosa, y no una medida bien estricta y dura. Este es un principio, pruébalo. Si tu tratas de ser duro con los demás, tu verás la gente va a decir: corta, corta. Porque no van a dar espacio a uno. Es para nuestro propio bien que tengamos esperanza en la gente. Así que yo quiero dar 3 consejos de cómo mirar a la gente con ojos misericordiosos. Algunos dicen; Gregory, eso es para los buenos. No puedo, la gente me molesta. Me molestan, no puedo hacer esto. Sí, tu puedes y debes hacerlo, porque sino el Señor te va a dar a ti y yo no quiero eso. I don’t want you to have to get spanked over and over again. Yo quiero que aprendamos corazones de misericordia.
1. Podemos adoptar una perspectiva de largo plazo con la gente. Quiere decir que aunque la persona que está delante de mi es un sinvergüenza, no es tan sinvergüenza como antes. Es mejor que antes. Has dicho esto? Mira, tu crees que soy malo ahora, me hubieras conocido 5 años atrás. Estoy mejor que antes, por lo menos esto, estoy en proceso. Cuando uno piensa así es más fácil tener misericordia. Para este hay esperanza, porque ha progresado mucho y el Señor, que ha comenzado la buena obra en el la irá perfeccionando hasta el día de Jesucristo. God’s not done with him yet. Y el está obrando y va a seguir obrando.
2. Adoptar una perspectiva más amplia del contexto de la persona. Considerar el contexto de la persona. Algún día un amigo te ha tratado bien gruñón sin ninguna razón, pero gruñón, gruñón, pero mal, te trata mal y después el próximo día tu aprendes que esta persona tenía un dolor de muela terrible. O acaba de recibir malas noticias de que la mamá está enferma en el hospital. Es que la gente trae su contexto, trae sus situaciones y nosotros no sabemos todo lo que ha sufrido esta persona, todo lo que está viviendo la persona. Si adoptamos una perspectiva que toma en cuenta el contexto de la persona vamos a ser más dispuestos a tener esperanza y paciencia para ellos. Si yo mismo estuviera en su lugar tal vez yo sería aún más malo que el. Si yo hubiera sufrido todo lo que ha sufrido, si me doliera también el diente como le duele a el, yo sería aún más gruñón que el, y saberlo y saber que vamos a dar espacio. Vamos a dar esperanza a esta persona por eso. Parece difícil, es difícil porque cuando alguien te molesta, no es tan fácil tomar un paso atrás y aplicar estas cosas.
3. Recuerda tus propios defectos y fallas. Jesús dice nosotros somos muy rápidos para tomar un pedacito del ojo de otra persona y hay toda una viga en nuestro. Tenemos que recordar; mira, yo no soy nadie para criticar. Yo no soy nada. Dios ha tenido misericordia conmigo. Muchas veces los que hemos sido perdonados mucho, critican mucho. Criticamos mucho. Dios quiere que estemos pendiente. Dios me ha perdonado tanto, voy a dar espacio a esta persona, y saber que para el hay esperanza. Así que de considerar mis propios defectos que tengo y recordar que cuando Dios me llamó yo estaba quebrantado en la calle, emocionalmente destruido y Dios me trajo aquí, así que yo voy a dar esperanza a los demás también.
El amor también, y esto es el ultimo fuerte, el amor ve con ojos de fe. Vamos a saltar a Primero de Samuel, 16. Pero antes de leerlo quiero contar una historia de uno de mis libros favoritos, películas favoritas, voy a ser honesto, vi la película, no leí el libro, pero bueno, vamos a hablar de eso, que se llama Los Miserables, que es un libro muy cristiano que tiene principios muy hermosos. En esta historia hay un sacerdote que creía en Dios, estaba lleno del espíritu santo, todo lo bueno. Un sacerdote que tenía su casa y había un hombre que se le apareció a la puerta un día a este sacerdote, un hombre que recién había salido de la cárcel. Estaba todo sucio, tenía la barba grande, todo feo, no se había bañado, olía a excremento, estaba sucio y feo y aparece a la puerta. El sacerdote lo recibe y lo toma y el se sienta la mesa y cena con el sacerdote y con su criada y después en la noche se le dio una cama en la casa. Ese hombre se acostó ahí y durante la noche ese hombre se levantó y se robó toda la plata de la casa, con los tenedores, las cucharas, toda la plata que estaba ahí en la mesa ese hombre lo robó y salió corriendo a la calle. Después de unas horas la policía busca y encuentra a este hombre. No lo buscan pero lo encuentran en la calle con toda la plata ahí, agarrada y ellos ven, es la plata del buen padre en tal calle.
Así que la policía lo llevan a la casa del sacerdote y el ahí amarrado con las esposas que el tenía y entra a la puerta y ahí sucio y el policía le dice al sacerdote: Mira, padre, encontramos a ese sinvergüenza con toda tu plata ahí en la calle. El sacerdote, y el hombre con temor y horror porque lo iban a meter preso otra vez. El sacerdote dice: Mi amigo, Juan, has olvidado los candelabros de plata y se los da al hombre. Has olvidado, por qué saliste sin esto, era parte del regalo que yo tenía para ti. Y el policía dice: Quiere decir que ese hombre tiene un regalo, que el no te robó todo esto. El sacerdote dice: Si y porque no trajiste el candelabro también. Así que el policía dice: Ay, perdónanos padre. Nos equivocamos mucho. Y el tipo ahí asustado y asombrado mirando con los ojos grandes, “Como va a hacer”. El policía sale de la casa y el hombre allí atónito, en shock. El sacerdote le dice: Con esta plata yo te compré el alma y lo regalo a Dios. Ese hombre llegó a ser un gran cristiano, un gran líder de su sociedad y el resto del libro no te lo voy a contar porque hay mucho más que pasa. Esa es la escena para abrir la película. Dios quiere que tengamos ojos así. Yo veo potencial en ti, yo veo que tiene esperanza, que puedes cambiar, que puedes ser diferente y no me rindo. Yo voy a ser fiel a ti con un amor que todo lo espera.
Pero muchas veces no miramos con el ojo del corazón y los ojos del alma, miramos con los ojos carnales, miramos a primero de Samuel, 16 versículo 6: El profeta Samuel está tratando de elegir o ungir el próximo rey de Israel, así que un hombre hizo que pasara delante de el todos sus hijos: “... y aconteció que cuando ellos vinieron el (Samuel) vio a Eliab y Samuel dijo: De cierto delante de Jehová estás ungido. Y Jehová respondió a Samuel: No mires a su parecer ni a lo grande de su estatura, porque yo lo deshecho, porque Jehová no mira lo que mira el hombre, pues el hombre mira lo que está delante de sus ojos pero Jehová mira el corazón.”
En el hebreo, y no me gusta hablar de los idiomas pero en el hebreo hay una construcción muy interesante aquí. Dice que el hombre mira con los ojos, pero el Señor mira con el corazón. Es como una expresión que usaban para mirar lo que está por dentro. Pero la idea es que Dios no mira solamente con los ojos, El nos mira con ojos de fe. El nos mira con su propio corazón, para decir que aunque no se ve muy bien, porque está sucio, pequeño, humilde ahora, yo veo un rey delante de mi.
Cuántos somos así? Cuando tu ves personas aquí en la iglesia o en tu casa, puedes mirar con ojos carnales o con ojos del corazón? Para saber que hay mas aquí. Todos sabemos la historia de Jacob en la Biblia y yo les refiero a esto, no vamos a entrar mucho en eso. Pero el personaje de Jacob en la Biblia en el libro de Génesis, era un tipo malo, un tipo engañoso, un sinvergüenza de verdad que andaba mintiendo, engañando, muy hábil, siempre para robar algo, pero había una cosa que el tenía: el valoraba las cosas de Dios, tanto que robó la bendición de su hermano. Y Dios mira a este tipo, a ese muchacho, que todos los demás dicen: Mira, quiero cortarle la cabeza, porque me robó la plata o me molestó, me mintió. Dios mira: Si, el tiene que sufrir por sus pecados, el tiene que ser disciplinado y castigado pero yo veo en el un corazón que ama a Dios y que quiere las cosas de Dios y le voy a dar espacio para crecer. Y ese hombre Jacob llegó a ser un hombre que se llamaba Israel. Y la nación de Israel sale del nombre de este joven, malcriado que no se portaba bien, y llegó a ser Israel mismo en la Biblia.
Cuántos conocemos un Jacob en nuestra vida? Cuántos conocemos una persona que es difícil de esperar, que haya esperanza para esta persona. Dios nos llama a mirar con estos ojos porque cuando lo hacemos es más que un sentimiento, tiene un poder profético en la vida de la persona que amamos. En esta historia que yo les conté del sacerdote bueno, que el dice: Yo veo esperanza en ti y el amor de este sacerdote transformó al hombre para llegar a ser todo lo que Dios quería que el fuera. Y para nosotros es así: un niño, un joven, un esposo, un amigo, un hermano, un primo, una persona que conocemos muchas veces esta esperando que alguien esperara en ellos. Mirar a ese joven y decir: Yo creo en ti. Hay esperanza para ti.
Yo cuando hago matrimonios, muchas veces cuando hago la ceremonia de matrimonios siempre me gusta decir especialmente a la esposa, pero a los dos, que tengan una perspectiva de fe para la otra persona, que anime a la persona porque el hombre va a llegar a ser lo que es en tus ojos. Porque la esposa va a llegar a ser lo que es en tus ojos. El hijo va a llegar a ser lo que es en tus ojos. Nosotros tenemos que adoptar unos ojos proféticos para mirar lo que esta en las personas y llamarlo para que sea actualizado y realizado en la vida de la persona.
Me gusta lo que dice el ángel cuando aparece a Gedeón. Gedeón en el libro de los Jueces es un hombre lleno de temor, lleno de ansiedad, está escondiéndose de sus enemigos haciendo trabajitos en una cueva y un ángel se le aparece y lo mira y le dice: El Señor está contigo varón esforzado y valiente. Y yo me imagino que ese hombre lleno de temor, ahí agachado diciendo “hombre valiente y esforzado, donde está?” El ángel profetizó, el ángel del Señor que yo creo que era Jesús, profetizó a Gedeón y le dice: El Señor está contigo y tu eres, aunque no se ve ahora mismo, pero tu eres un varón esforzado y valiente. Y yo no veo nada malo, yo veo un rey delante de mi, un líder grande. Así que nosotros también tenemos ese llamado a mirar la gente con ojos de fe y esperanza.
Una historia que me gusta mucho, que yo vi en un programa de estos en la TV de Star Treck. Perdóname Señor, miro a Star Treck. Había un hombre muriendo, un hombre viejo y estaba su esposa ya ancianita, muy ancianita, con el hombre en los brazos. El hombre dice: Ay, mi amor, mi amor con el pelo dorado. Ella dice: Tonto viejito, está todo gris, está todo en canas ahora. Y el dice: Solamente veo oro, y se muere. Dios quiere que tengamos ojos de amor. Amor que todo lo espera.
Esto es fácil de escucharlo ahora, pero esta noche, mañana en la mañana tengo que aplicarlo. Decir dentro de tu corazón, y tal vez a la persona si quieres: Hay esperanza para ti. Todavía hay esperanza, aunque la persona va a saber que ya está diciendo que ya se metió la pata en alguna manera. Todavía hay esperanza para ti.
Yo voy a perder la esperanza porque hemos visto milagros en esta iglesia de esposos que no conocen a Cristo por muchos años, que después de décadas conocen a Cristo y son ejemplo de lo que es ser un hombre de Dios. Hay hijos que han salido del camino y han caminado en la calle y han hecho barbaridades y han terminado en la cárcel, y después de todo terminan alabando a Dios y sirviendo al Señor y predicando la palabra de Dios. Muchas veces, porque había una mamá, un amigo, un maestro que le decía: Todavía hay esperanza para ti. Así que vamos a orar que el Señor nos de tal corazón.
Pongámonos de pie. Yo te invito a cerrar los ojos y piensa en alguien, puede ser un familiar inconverso, puede ser un amigo, puede ser un hijo, un esposo, tu sabes que esto es muy raro pero puede ser tu mismo, si tiene que ser, y quiero que cierres los ojos y que te digas todavía hay esperanza para el, para ella, para mi. Todavía hay. Todavía hay. El amor todo lo espera. Gracias, padre. Padre, en el nombre de Jesús, yo te pido Señor que desates el poder de la bendición en las familias de esta iglesia, de bendecir a nuestros hijos y familiares y amigos, a proclamar palabras de esperanza proféticamente, que sean realizadas en su debido tiempo. Cancelamos espíritu de maldición que dice cosas contrarias. Señor levanta el amor, el amor como tu tienes, el amor que tu, Señor nos mostraste a nosotros, Señor. Cuando tu nos viste, Señor, personas caídas, Señor, con defectos y tu dijiste que hay esperanza para estos. Gracias, Señor que has tenido paciencia con nosotros. Has esperado mucho de verdad, y Señor sigue esperando en nosotros. Yo te pido que desates ese mismo amor aquí entre nosotros. Te pido, Señor que en el nombre de Jesús, que haya testimonios que salgan de este momento profético, testimonios de personas que cambien, que sean salvados, que sean liberados a través de la fe de un ser querido. Gracias, Padre. Confiamos en ti, Señor. Confiamos en ti. Gracias.
Hay esperanza para ti también. Esperanza para ti. Dios no ha terminado contigo, no ha terminado contigo, tiene su plan. El no está desanimado. He’s willing to stick with the long program here and get you where you need to be.
Yo quiero invitar también, a ustedes a cerrar los ojos una vez mas y si tu quieres responder al amor que espera en ti, el amor de esperanza que Dios tiene p ti. Yo te invito en este momento a levantar tu mano y decir Señor Jesús yo te recibo como mi Señor y salvador y yo recibo tu amor por mi Señor. Gracias, Padre. Dios te bendiga, Dios te bendiga. Hay esperanza para ti, hermano. Hay esperanza. Hay esperanza. Dios te ve, hay esperanza para ti. El no dice que El está frustrado ya contigo y se da por vencido. He’s committed tp the whole project. El que comenzó la Buena obra en ti, la irá perfeccionando hasta el día de Jesús.