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Vamos a Romanos Capítulo 12. Yo creo que ya ustedes pueden abrir su Biblia con los ojos cerrados al Capítulo 12 de Romanos. Hemos estado ahí, para nuestros visitantes, examinando el carácter de la vida cristiana, el fruto del espíritu, la actitud misericordiosa, amorosa, gentil, que Dios espera que nosotros ejemplifiquemos y también otras áreas de la vida, del servicio cristiano.
En el versículo 12 el domingo pasado discutimos la última parte del versículo 12 que dice que debemos ser cómo, ¿en la oración cómo debemos ser? Constantes. La idea, como para refrescar nuestra memoria, la idea de cómo debemos nosotros comportarnos con respecto a la oración, esa dimensión de la vida cristiana, es que debemos ser insistentes, debemos ser persistentes, debemos ser militantes con respecto a la oración. La palabra constante no lo capta tanto como lo es en el griego original “proscarterontes”, es decir, insistentes militantes. Así que es importante esa idea de ser insistentes y vimos cómo muchas veces, la Escritura, el Señor Jesucristo habló acerca de la necesidad de orar sin desmayar. Esa idea, yo creo, acabo decir en español, como que el Señor luchó con el Padre ahí en el huerto de Getsemaní y me vino inmediatamente la asociación de Jacob luchando con el ángel. Ser insistente, ser militante, Jacob le dijo al ángel: No te soltaré hasta que no me bendigas, pero el ángel lo bendijo ¿no?
Y la insistencia es importante y una de las cosas que quizás no mencioné el domingo pasado es que la oración es.... la insistencia en la oración a veces en particular en situaciones de mucha lucha y de peticiones grandes que tenemos delante del Señor obedece a una regla natural y es que las grandes cosas en el mundo requieren grandes esfuerzos, ¿si o no? Para usted levantar una peña grande tienen que tener o mucha fuerza o mucha gente que le ayude o estar ahí insistentemente hasta que usted canse la peña y la mueva de su sitio. Asimismo es a veces con las grandes cosas que nosotros tenemos que pedirle al Señor. ¿Por qué lo sobrenatural a veces obedece también a reglas naturales? Es un misterio porque estamos en el mundo seguramente, porque lo divino entra en acción en el contexto de lo humano y de lo natural y por eso, así como las grandes cosas requieren grande esfuerzo, grande persistencia, así también el espíritu, las grandes peticiones muchas veces requieren grande insistencia también.
El ejercicio de la oración continuo, insistente, persistente como el ejercicio físico, solo rinde todo su provecho si es llevado a cabo en una forma consistente y con deliberación e insistencia así que es muy importante esa idea, debemos ser constantes en la oración. ¿Cómo debemos ser? Constantes en la oración.
Entonces el Apóstol Pablo continua diciendo: “....compartiendo para las necesidades de los santos”, ese es un nuevo concepto. Compartiendo para las necesidades de los santos. Tais creas tonahon coinontes. En las necesidades de los santos, compartiendo. Ese es el griego, el orden es así, en las necesidades de los santos, compartiendo. O sería casi como participantes o partícipes. Es el subjuntivo, mejor dicho el gerundio: insistiendo continuamente o compartiendo. Es como una cosa que se practica continuamente. En las necesidades de los santos, compartiendo. Y aquí hay muchas cosas que podemos sacar. ¿Qué palabra, alguien puede decirme qué palabra recuerdan ahí? Coinonontes, coinonía. ¿Qué quiere decir coinonía? Coinonía quiere decir compañerismo, compartir, tener intimidad, ser parte de.
Sabe cuando uno le da como una peseta a alguien que le pide una peseta en la calle, y usted a veces nos paran ahí en la calle Albany y bajamos el vidrio para que se salgan de nuestro camino y le damos un dólar o una peseta y seguimos y nos olvidamos del rostro, a veces ni siquiera nos recordamos de quién era esa persona o como era su apariencia. Yo creo que lo que el Señor nos está diciendo es algo más profundo. Yo creo que esa es la forma hermanos el Señor Dios cuando da, no da en una forma genérica, no da en una forma indiferente, no da en una forma despreciativa, Dios da y se da.
Y vemos que en la cruz el Señor, cuando Dios nos salvó, no nos salvó simplemente haciendo un acto mágico desde el cielo sino que El descendió a nuestra condición, dice que se hizo como uno de nosotros, participó nuestra soledad, participó nuestras tentaciones, participó nuestro dolor, supo lo que es la traición, supo lo que es el miedo, supo lo que es la agonía física, supo lo que es sentir el pecado que nos ensucia y nos hace sentir separados de Dios, el Señor participó, tuvo coinonia con nosotros y entonces dio. Y eso es tan importante que nosotros entendamos esta idea, es decir que cuando nosotros demos, demos haciéndonos participe. Y aquí hay tanto material, hermanos que podemos sacar, Yo creo que una de las cosas es que yo creo que tenemos que pedirle al Señor: Padre, haz mi corazón tierno para con el dolor de los demás. ¿Verdad que si?
Es tan importante, hermanos, no se si fue San Francisco de Asís que dijo que ..... no recuerdo quién fue pero que a las cosas que a ti te hieren que me puedan herir mi corazón también. Y yo creo que eso es lo que nosotros tenemos que pedirle al Señor, porque muchos de nosotros ya hemos visto tanto dolor en el mundo que ya estamos indiferentes y el cristiano no puede ser indiferente. Tenemos que sentir y nuestro dar siempre tiene que ser por un compartir.
Vivimos en un mundo donde ya estamos acostumbrados, mataron a 20 en una bomba suicida, murieron 2000 personas en un terremoto, ya como que la humanidad está así y nosotros sabemos que hay tanta necesidad entre nuestro pueblo que ya no nos importa y a veces damos las cosas por compromiso, no: Señor haznos siempre sensitivos. Coinonontes, compartiendo.
Hay otra cosa bien interesante en este pasaje, él dice, en las necesidades de quiénes? De los santos, compartiendo. El amor de Dios es para todo el mundo pero hermanos hay algo interesante que dice la palabra y es que hay un llamado especial para el amor de la familia, el amor hacia los santos, el amor hacia tus compañeros de esta familia cristiana. Tenemos que recordar esto, hermanos de que en todo lo posible nosotros debemos tener un amor y un cuidado particular hacia la familia de la fe. El creyente debe ayudar, particularmente a los de la familia de la fe.
Si usted va conmigo a Galatas Capítulo 6, dice: “.... no nos cansemos pues de hacer bien, porque a su tiempo segaremos sino desmayamos”. Mire lo que dice en el versículo 10, “.... así que según tengamos oportunidad”, recuerda ese pasaje hace rato que hablamos en toda oportunidad, sirviendo. Miren lo que dice “... hagamos bien a todos”. Esa es la regla primordial. “.... y mayormente a los de la familia de la fe”. ¿A quienes mayormente? A los de la familia de la fe. Es decir que eso no es una coincidencia, no es simplemente como un pensamiento, así pasajero, ahí está este llamado de Dios de que la iglesia se preocupe por la familia.
Debemos estar muy atento a las necesidades de los otros, aquí tenemos un cuerpo, un grupo de hermanos, una familia y tenemos que preocuparnos unos de los otros. Digan amen, aunque sea para agradarme un poquito, porque mira a tu alrededor ahí hay hermanos que se sienten solos, hay hermanos que tienen su familiares en sus países lejos y aquí hay gente ahora mismo que está pasando por tribulaciones y dificultades, hay personas que tienen necesidades financieras, hay otras personas que no tienen vivienda y están pasando por un tiempo difícil, se está acercando el invierno y hay cosas que están en su mente allí y dónde está ese cuidar a los de la familia de la fe. Nosotros debemos cuidarnos unos a otros. Si tu tienes un exceso, comparte con tu hermano.
A veces tenemos ahí una cuentas de banco esperando al día que nos retiremos y mire, quizás ni siquiera vamos a llegar allí, nos vamos a morir antes de eso, comparte, comparte con alguien. Ahora yo creo que hay una corolaria con respecto a eso, hay una cosa también que se desprende y es que no debemos abusar de la generosidad de los demás, aquí se mete ya el pastor siempre con sus cosas que le agua la fiesta a la gente, muy bonito lo otro, ¿verdad que si?, pero esto es importante también. Hay que tener cuidado de no cansar a los hermanos más de la cuenta con nuestras necesidades, debemos ser también balanceados. Esto es bien importante porque todo tiene que tener orden en la vida, hermanos.
Miren Primera de Timoteo, Capítulo 5, para que usted vea que esto es algo bien importante. Hermanos esto aplica en todas las leyes de la vida aún en hacer el bien, a veces nosotros, hay personas que son como el ancla de la familia, cuando hay necesidad van a esa persona, y ya esa persona vive cansada, cargada, agotada, resentida porque siempre tiene que estar llenando la necesidad, hermanos aún en el hacer el bien hay que tener orden. Si Dios te ha dado un espíritu de servicio y de amor y de dar a otros, da pero con disciplina, cuídate a ti mismo, no te dejes manipular, hay gentes que son tan dependientes que si tu los amas tienes que dejarles también que ellos encuentren su lugar.
No les des todo porque sino nunca van a desarrollan independencia, hay que ser cuidadoso, hay que ser ordenado. Versículo 3 y 4 de Primera de Timoteo, Capítulo 5, dice, mire aquí por ejemplo con las viudas, dice: “... honra a las viudas”, este es el consejo que Pablo le da a Timoteo, “.... honra a la viudas que en verdad lo son, pero si alguna viuda tiene hijos o nietos, aprendan esos primero a ser piadosos para con su propia familia y a recompensar a sus padres” ¡¡Guau!! “Porque esto es bueno y agradable delante de Dios”. Uno como que a veces no espera que la Biblia sea tan práctica y tan específica, pero es así, hermanos. Porque la iglesia no tiene recursos ilimitados entonces yo creo que lo importante es primero que nosotros allí, atendamos antes de que la iglesia ni siquiera tenga que intervenir. Yo creo que muchas de las necesidades de los santos deben ser atendidas por los mismos santos y nosotros tenemos que hacernos partícipes de las necesidades de los demás y entonces allí hay una mutualidad, con orden.
Entonces más abajo dice en el versículo 8: “..... porque si alguno no provee para los suyos y mayormente para los de su casa, ha negado la fe y es peor que un incrédulo.” Hay tantos sistemas de apoyo en la sociedad que si nosotros nos preocupáramos por atender a los nuestros, no habría tanta necesidad de todas estas otras cosas en el mundo, de welfare, y todas estas cosas. Hay muchas maneras, yo creo que más humanas de ayudarnos unos a otros y de bendecirnos unos a otros.
Mire lo que dice el versículo 16, “... si algún creyente o alguna creyente tiene viudas que las mantenga y no sea gravada la iglesia a fin de que haya lo suficiente para los que en verdad son viudas.” Mi punto es hermanos, que debemos tener balance en todo. Si, hay un llamado de Dios para que seamos generosos unos con los otros, pero también hay un llamado de Dios del otro lado, de que no le pongamos más carga a la gente de lo que deben llevar.
Y finalmente dice aquí “.... practicando la hospitalidad”. Aquí está la idea con respecto a la hospitalidad, la palabra que se traduce hospitalidad es filo xenian, filos es la palabra amor y xenos es la palabra extranjero de donde viene la palabra xenofobia, por ejemplo, xenofobia es cuando hay miedo al inmigrante, temor al extranjero, aquí es filos xenian, es decir amor al inmigrante, amor al extranjero. La idea es la siguiente, con respecto al amor al extranjero, con respecto al cuidado y atención que amerite el extranjero, se traduce hospitalidad, debemos ser diacontes, de donde viene la palabra diacono de hecho, de servir, de proseguir, pero la idea original en el griego es que tenemos que perseguir esto diligentemente, tenemos que involucrarnos en una forma activa. Si usted va por ejemplo en Corintios, el Apóstol Pablo usa esa misma palabra en Corintios 4, creo que es, dice que estamos perseguidos pero no desamparados, creo que es. ¿Cómo es que dice en Segunda de Corintios, 4:9? Dice el Apóstol Pablo “... perseguidos más no desamparados”, es la misma palabra que usa aquí para diacontes, es la misma raíz. Usted ve que es algo activo, es algo que tenemos que perseguir, tenemos que involucrarnos. Pero es importante hermanos que con respecto a la hospitalidad, nosotros seamos diligentes. La hospitalidad es algo que no es opcional en la vida del cristiano.
Miren a Tito, Capítulo 1:8, entre los requisitos para un obispo junto con irreprensible, como administrador de Dios, no soberbio, no iracundo, no dado al vino, no pendenciero, sabe qué tenía que ser, ¿qué? “.....Hospedador y amante de lo bueno.” Hermanos, la palabra del Señor nos llama a ser hospitalarios y nosotros debemos practicar eso como una disciplina. La hospitalidad es sobre todo en una comunidad inmigrante como la nuestra, donde hay tanta gente que no tiene una familia extendida, están aquí solos o solamente una pareja comiendo un cable cada uno en su soledad, en su casa, después que llegan del trabajo o salen de la iglesia. Todo el mundo usted ve que, a donde vamos, vamos a ir a tal restaurant y nos vamos a encontrar en casa, y hay unos cuantos hermanitos que no están recibiendo ningún cuidado. Seamos hospitalarios. Atendamos a las necesidades de los demás. Abramos nuestro hogar. Esta es la idea de ser hospitalarios.
¿Cuántos quieren ser hospitalarios en este día? Amen.
Váyase finalmente a Primera de Pedro, Capítulo 4, 7 al 11, vemos aquí, si usted ha leído conmigo este pasaje de Romanos Capítulo 12, usted va a ver como Pedro independientemente del Apóstol Pablo trata los mismos temas que nosotros hemos discutido en una forma bien compacta. Dice allí en el versículo 7, Primera de Pedro, 4:7 dice; “.... más el fin de todas las cosas se acerca, sed pues sobrios y velad en oración”. Tenemos esta idea de velad en oración, la idea de ser insistentes en la oración, de ser sobrios, como decía, ninguno piense de si mismo más grandemente de lo que tiene derecho a pensar sino que piense de si con cordura, y aquí tenemos esta idea, sed sobrios.
Ahora dice: “ .....y ante todo tened entre vosotros, ¿cómo?, ferviente amor”. De nuevo la idea de amor recuerda que hablamos también hay esta idea filos storge, amor de familia, cariño, afecto, y también aquí la idea de entre ustedes, la idea de hacia los santos, practicar el amor y amor ferviente, así como dice en las cosas del espíritu siendo fervientes. Dice, “....porque el amor cubrirá multitud de pecados”. Y mire aquí en el versículo 9 que dice: “....hospedaos los unos a los otros sin murmuraciones”.
Usted sabe lo que pasa cuando usted hospeda a alguien por un tiempecito, nos quejamos de que se quedó más tiempo de lo que nos dijo que se iba a quedar, o que se metió en el refrigerador y nos tomó todo el jugo por la mañana cuando nos íbamos al trabajo y ellos se quejan de que usted no le da todo lo que usted se supone que le de y que no lo dejó todo el tiempo que ..... es un lío, cuando uno tiene gente en su casa muchas veces termina todo el mundo enemigo, pero aquí dice hospédese sin murmuraciones. “....Hospedaos sin murmuraciones. Cada uno según el don que ha recibido ministra los otros. Sed buenos administradores de la multiforme gracia de Dios”. Ven aquí la idea, según el don que has recibido, recuerdan en Romanos 12 también, según el don que hemos recibido, si de profecía, conforme a la fe; si de servicio, en servir; recuerdan ustedes ahí, toda esta idea, si Dios te dio un don, minístralo conforme a lo que Dios te ha dado.
No estés buscando usar el don de otro, sino el don que Dios te ha dado a ti. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios; en tocar el piano, tocando el piano. Si alguno habla, hable conforme a las palabras de Dios, si alguno ministra, ministre conforme al poder que Dios da para que en todo sea Dios glorificado por Jesucristo. Diga eso, no se trata de mi, dígalo, no se trata de mi, se trata del Padre. Cuando tu sirvas, cuando tu des algo, dalo para gloria del Señor, no para gloria tuya, ni satisfacción tuya. Oiga hermanos si nosotros pensáramos en eso más a menudo que cuando yo sirvo, yo sirvo es para que Dios sea glorificado, no para yo darme un guille, oh! Mira lo que yo tengo, lo hice porque Dios me dio un don de cantar, y estoy cantando, me dio un don de ministrar y estoy ministrando. No, no, no, tu lo haces para gloria de Dios.
Que el Señor nos ayude, hermanos. Que les parece si nos ponemos de pie y abrazamos este llamado. Vamos a pedirle al Señor que ahora mismo nos ayude, primero a ser insistentes en la oración, segundo a identificarnos con la necesidad de los demás y particularmente con los de la familia de la fe. Dile al Señor: Padre, has mi corazón tierno. Y finalmente que seamos hospitalarios y amantes del necesitado, amantes del frágil, amantes del extranjero, amantes del de afuera, amantes del enajenado, amantes del que no puede dar. Gracias, Señor aceptamos Padre tu reto, aceptamos tu llamado Señor, queremos ser una iglesia hospitalaria. ¿Sabes una forma de tu practicar eso hoy?
Tenemos tantos visitantes, asegúrate de que 3 o 4 reciban un estrechón de manos de tu parte, ok, porque estas cosas no son allá en la luna, no es poesía lo que yo les estoy hablando, es actos, es acción, cada domingo vienen visitas a nuestra iglesia y muchos dicen; Guau, qué congregación más amante, y eso es para gloria de Jesucristo pero tu eres parte de esa familia y debes extender tu amor. No permitas que nadie se vaya sin tu buscar a 2 o3 sin tu buscar extender su mano porque tu eres parte de esta familia, así que saluda, dice la Biblia que nos saludemos unos a otros. Los domingos saludemos unos a otros, expresémonos amor y exprésale amor a alguien, a un visitante, si tu encuentras alguien entrando a la iglesia en el estacionamiento, tu no lo conoces, pues mira, acércate y dale un saludo. Puede que sea aquí ya miembro de la iglesia de muchos años, no importa, que te conozca. Tenemos que conocernos unos a otros. No podemos ser extranjeros aquí, simplemente compartiendo una banca, eso no glorifica al Señor. Glorifica al Señor cuando una familia lo adora y lo alaba en espíritu de compañerismo. Exprésale amor a alguien y deja sentir el calor sobre todo ahora en invierno necesitamos calor, así que estréchale la mano a alguien y que esta iglesia sea una iglesia siempre de hospitalidad, de cariño, de amor, de abrazarnos unos a otros y cuidarnos unos a otros, en vez de criticarnos unos a otros.
Padre, te damos toda la gloria y toda la honra, te amamos, nos gozamos en ti, te adoramos y te bendecimos. Gracias, Señor. Gracias por nuestros hermanos. Te damos a ti Señor toda la gloria y toda la honra en el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: Amen.