Romanos 9-11

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Vamos a ir al Capítulo 9 de Romanos y fíjense qué interesante, los Capítulos 9, 10 y 11 algunos han llamado que es como un paréntesis, han dicho que es como un paréntesis en el libro de Romanos, porque Pablo en esos tres Capítulos introduce un tema muy diferente a los temas que hasta aquí ha estado tratando, y trata sobre Israel.

Hasta el Capítulo 9 él ha estado hablando de principios espirituales, el escogimiento del mundo, la elección de la humanidad, los principios de salvación, cómo se salva el hombre, ha hablado acerca de la perdición de toda la humanidad, todos hemos pecado, estamos apartados de la gracia de Dios y solamente por medio de la fe en Jesucristo podemos ser salvos. Ha hablado acerca de que todo hombre está condenado a pecar contra Dios. No podemos ser salvos por nuestra propias obras, porque nadie puede llenar toda la ley. Por eso necesitamos un salvador, un intermediario, y ese intermediario, dice Pablo, es Jesucristo.

Ahora él como que comienza a hablar de los judíos y yo lo que voy a hacer en esta.... mi meta es comprimir los próximos tres Capítulos en un solo mensaje. Evidentemente no vamos a poder tratar cada Capítulo a fondo, pero en realidad es un tema menor en un sentido, comparado con todas las demás cosas que hay en el libro de los Romanos, y por eso quiero comprimirlo todo. Y en realidad yo creo que se puede hacer muy bien.

Los Capítulos 9, 10 y 11 hablan acerca del propósito de Dios, los planes de Dios con el pueblo hebreo específicamente. Pablo dice en el Capítulo 9, “.....verdad digo en Cristo, no miento y mi conciencia me da testimonio en el Espíritu Santo que tengo gran tristeza y continuo dolor en mi corazón porque deseara yo mismo ser anatema, separado de Cristo por amor a mis hermanos.....”

Está hablando de los judíos. Él es judío. “.... los que son mis parientes, según la carne, que son israelitas de los cuales son la adopción, la gloria, el pacto, la promulgación de la ley, etc., etc....”

Pablo aquí comienza hablando acerca de su tristeza por su pueblo. Fíjese, antes de entrar en eso en detalle, una pregunta sí podemos hacer: ¿Por qué Pablo considera relevante y parte de su trato en esta epístola espiritual hablar acerca de los judíos? Y es porque, recuerden, que él está planteando algo que era revolucionario en su tiempo. Pablo está diciendo, en un sentido, que Cristo ha sobrepasado la ley. En un sentido está haciendo como casi nula el sistema judío, el sistema hebreo. Él ha dicho ya que la ley, lo que ha conseguido es simplemente mostrarle al hombre su incapacidad para ser salvo por si mismo, que la ley es una forma que Dios usó para llevar al hombre a una confrontación con su incapacidad para salvarse a sí mismo. La ley lo único que consiguió fue señalar el pecado, hacernos conscientes de nuestra falta.

Y por eso él dice, la ley solamente sirve para eso, es un ayo dice, es una nodriza que Dios usó en la infancia de la humanidad para establecer un precedente judicial para mostrarle a la humanidad que necesita un salvador que es Cristo Jesús. Y eso para los hebreos era algo totalmente radical, era algo totalmente escandaloso, en un sentido. Recuerden que estamos en los comienzos mismos del cristianismo.

Hoy en día, 2000 años después nosotros conocemos todas estas cosas y entendemos algo, aunque sea, de la relación entre la ley y el cristianismo. Pero esos primeros judíos y gentiles que conocían el judaísmo aunque fuera de lejos, resultaba como raro. Entonces, se habrán preguntado, ‘bueno, entonces qué pasó con todos estos años que Dios ha estado bregando a través del judaísmo. ¿Es que Dios se equivocó, es que no sirvió la ley, es que los judíos entonces, qué pasa con ellos? Y ¿por qué Dios hizo las cosas de esa manera?

Entonces, él está tratando de contestar a esas preguntas porque él sabe, Pablo sabía que esta carta iba a ser leída por muchas diferentes personas, por judíos, por gentiles, y quién sabe si él entendía también que muchas otras culturas iban a leer esta carta. Entonces, él dejó establecido, él quiso aclarar allí, ‘bueno, ¿cuál es el plan de Dios para los judíos?

Cuántos de ustedes se han preguntado alguna vez. ‘bueno ¿qué de los judíos, qué pasa con ellos? Están allá en Israel, ¿tiene Dios todavía planes con ellos? ¿Se van a salvar, se van a perder? ¿Cuál es la situación ahora mismo de Israel? ¿Son una nación escogida, tiene Dios propósitos para con ellos todavía? ¿Los judíos, se van a salvar todos porque simplemente son judíos? Todas esas preguntas muchas veces nos las hacemos.

Pablo, aquí se propone contestar esas preguntas para que quede claro cuál es la relación entre el pueblo judío antiguo, el actual y también los que vienen después con la salvación por medio de Jesucristo. Entonces, en ese primero de los tres Capítulos, él habla acerca de varias cosas.

Una de las cosas que Pablo dice, por ejemplo, es la siguiente: no todos los que son judíos según la carne, es decir, según la nacionalidad son hijos de Dios. Pablo aclara algo que aclaró antes, en el Capítulo 4, con respecto a Abraham. Pablo dice siempre los tratos de Dios con el hombre fueron por fe, no por carne, no por obra. Abraham se salvó porque le creyó a Dios, no porque fuera el gran hombre justo y perfecto en todo su comportamiento.

Y asimismo Pablo dice, los israelitas, tengamos claro, son israelitas por el espíritu, los que le creen a Dios, los que se conforman a la ley de Dios, los que le creen las declaraciones de Dios. Esos son, los que son judíos. En el versículo 6 del Capítulo 9 dice: “... no que la palabra de Dios haya fallado, porque no todos los que descienden de Israel son israelitas, ni por ser descendientes de Abraham, son todos hijos, sino, dice Dios, en Isaac te será llamada descendencia...”

Pablo está aquí señalando una posible preocupación de la gente, es que ¿Dios fracasó en su propósito de salvar a los judíos? ¿Es que no pudo hacerlo? ¿Es que simplemente fue incapaz? Y Pablo dice, no, los planes de Dios con el pueblo hebreo siempre fueron los mismos que con toda la humanidad. Los que son hebreos son los que le han creído a Dios y así siempre será. Hoy en día, dice Pablo, es de la misma manera, los que creen en Jesucristo como Hijo de Dios, porque a él Dios ha establecido como salvador de la humanidad, esos son judíos.

En un sentido, hermanos, nosotros aunque somos gentiles por nacionalidad, pero espiritualmente somos hebreos a través de Cristo Jesús. Nosotros somos verdaderos hebreos en un sentido, en el sentido espíritu de la palabra porque somos parte de ese pueblo escogido de Dios que es la iglesia.

Entonces Pablo está diciendo, Dios no falló en esta situación ahora de que el pueblo hebreo está, como un sentido, fuera de los planes de Dios.

Otra pregunta también, el versículo 14 “..... ¿qué pues diremos, que hay injusticia en Dios? En ninguna manera pues a Moisés dice, tendré misericordia del que yo tenga misericordia y me compadeceré del que yo me compadezca....”

En otras palabras, Pablo está aquí aclarando otra cosa también, Dios no es injusto, porque algunas personas pueden decir, ‘bueno, este pueblo, caramba, tantos años que estuvieron sirviendo al Señor y tratando de vivir por la ley y ¿qué pasa? Que ahora Dios simplemente le da una patada y dice, ok, ya me cansé de ustedes, ahora no tengo nada que hacer con ustedes.

Y fíjese, Pablo aclara dos cosas aquí: Número 1: él dice, si Dios quisiera hacerlo así, bien podría, porque él hace lo que le da la gana. Él tiene misericordia de quien quiere tener misericordia. Él hace vasos de ira de quien él quiere hacerlo. Él habla por ejemplo, de faraón, más adelante, por eso estoy correteando aquí en diferentes lugares.

En el Capítulo 9, versículo 20 dice “.... más antes, hombre, ¿quién eres tu para que alterques con Dios” Dirá el vaso de barro al que lo formó, ¿por qué me has hecho así? O no tiene potestad el alfarero sobre el barro para hacer de la misma masa un vaso para honra y otro para deshonra. ¿Y qué si Dios queriendo mostrar su ira y hacer notorio su poder, soportó con mucha paciencia los vasos de ira preparados para destrucción, y para hacer notoria la riqueza de su gloria, la mostró para con los vasos de misericordia que él preparó de antemano para gloria, a los cuales también ha llamado.....” –esto es a nosotros, no solo de los judíos sino también de los gentiles.

Yo se que todo esto suena a matemática para ustedes, pero lo estoy leyendo porque son principios importantes y es una parte importante de este libro de Romanos que estamos estudiando.

Pablo dice, ‘miren, hermanos, el asunto de la salvación Dios puede hacer lo que a él le da la gana. Hay misterio que nunca podremos comprender. Dios es soberano. Hay veces que Dios, si él quiere, escoge un pueblo, escoge una generación para señalar ciertas cosas, para declarar ciertos principios espirituales. Y lo que pasa es que muchas veces el pecado que hay en el hombre se encuentra con el propósito que Dios tiene de mostrar ciertas verdades espirituales al mundo y le permite a Dios muchas veces hacer cosas que parecen injustas.

Por ejemplo, en el caso de faraón en Egipto, faraón era un hombre duro de corazón, no quería someterse a la ley de Dios, no quería dejar que el pueblo de Israel se fuera de Egipto. Se reveló contra Dios desde el principio y Dios, viendo ese pecado en el corazón de faraón, endureció su corazón y usó a faraón para mostrar su gloria ante el pueblo judío y ante todas las naciones que han leído el libro de Éxodo donde Dios destruyó al pueblo de Egipto con todas sus plagas y con todos sus juicios. Entonces, el pecado de faraón le permitió a Dios endurecer más su corazón y usarlo como una forma de demostrar sus juicios.

Judas, por igual, algunos dicen, ‘bueno, si Dios escogió a Judas desde el principio para que entregara a Jesucristo, ¿cómo entonces lo podría condenar? Bueno, el corazón de Judas ya estaba endurecido. Judas era un hombre carnal, era un hombre avaro y Dios usó esa raíz de pecado que había en él, y con eso lo usó para llevar a cabo un propósito de que era necesario de que alguien entregara a su Hijo Jesucristo.

Con los hebreos fue lo mismo. Los hebreos eran gente de corazón, desobedientes, empecinados en hacer las cosas a su manera. Cuando Dios les trajo su plan de que a través de su Hijo Jesucristo fueran salvos, lo rechazaron, así como rechazaron a Dios a través de toda la historia. Dios entonces dijo, bueno, voy a endurecer su corazón. Voy a establecer un velo sobre ustedes y los voy a poner en disciplina hasta que ustedes aprendan una lección.

Entonces, Pablo está diciendo, miren, Dios puede hacer lo que quiera. Dios se mueve en la humanidad como él quiere, pero Dios nunca es injusto. Dios siempre hace las cosas obrando conforme a principios de justicia.

Y aquí hay una lección bien importante para nosotros, hermanos: cuando Dios nos habla a nosotros, cuando Dios nos comunica su propósito en nuestra vida, cuando Dios nos dice, ‘hijo, quiero que te apartes de este comportamiento’, ‘quiero que te portes de esta manera’, y nosotros persistimos en revelarnos contra Dios y hacer lo que a nosotros nos da la gana, muchas veces lo que hace es que viene endurecimiento en nuestros corazones y muchas veces sufrimos tantos dolores y tantas dificultades. Y a veces queriendo arrepentirnos ya es demasiado tarde, porque ha sido tan grande el endurecimiento que se ha dado en nuestros corazones. Seamos tiernos a la voz de Dios.

Cuando Dios nos dice, camina por aquí, vayamos por allí. Seamos obedientes a la voz del Señor. El pueblo hebreo se reveló contra Dios continuamente, un pueblo rebelde. La palabra dice que todos los días, dice, vino la voz de Dios a ese pueblo y lo que encontró fue rebeldía. La rebeldía es terriblemente ofensiva para Dios y por eso este pueblo se endureció y no pudo entrar en los planes de Dios.

En el versículo 30 del Capítulo 9, dice “...¿qué pues diremos, que los gentiles que no iban tras la justicia han alcanzado la justicia? Es decir, la justicia que es por fe. Más Israel que iba tras una ley de justicia no la alcanzó...” ¿Por qué? “.... porque iban tras ella, no por fe sino como por obras de la ley, pues tropezaron en la piedra de tropiezo...”

¿Quién es la piedra de tropiezo? Cristo Jesús, por lo menos hay una o dos personas que están despiertas. Tropezaron en la piedra. Cuando los judíos se encontraron con Jesús, como el Hijo de Dios no lo pudieron recibir y Jesús se convirtió en una piedra de tropiezo para ellos. Hasta hoy en día los judíos no pueden entrar en el plan de salvación de Dios, porque no pueden admitir que Jesús es el Mesías prometido. Cristo se ha convertido en una piedra. La piedra que Dios ha querido que sea la piedra angular del edificio, la que define todo el edificio, se ha convertido en una piedra de tropiezo y de escándalo para ellos.

El profeta Isaías ya había dicho, “... he aquí, pongo en Sión piedra de tropiezo y roca de caída y el que creyere en él no será avergonzado...” Eso está en Isaías 28:16, era una promesa. Va a ser a través de mi Mesías, mi Hijo Jesús que ustedes van a ser salvos y eso va a ser una piedra de tropiezo para ustedes porque son duros de corazón. Israel quería justicia pero iba tras ella conforme a las obras de la ley. Querían salvarse por sus propias obras. Y Dios dijo, no es así, la salvación va a ser a través de gracia y a través de creer en mi y creer en mi Hijo que yo he enviado. A él es a quien ustedes tienen que oír. Pero los judíos no quisieron hacerlo.

Cuando Dios te dice, ‘mira yo quiero que tu hagas las cosas de esta manera’, no te forjes otros planes alternativos conforme a tu propia preferencia. Hay mucha gente, hoy en día, en el mundo moderno que tienen hambre de relación cada Dios, tienen hambre espiritual. Pero cuando nosotros le ofrecemos el plan de Dios a través de Jesucristo, dicen, no, eso es demasiado sencillo. Se van detrás del budismo, del hinduismo, de la Dienética, de filosofías raras y complejas, porque esto les parece demasiado sencillo.

En España me encontré en un par de ocasiones con personas que..... gran deseo, gran hambre de Dios, pero que no saben cómo entrar en ese sencillo plan de salvación que es a través de Jesucristo. No es a través de religión, no es a través de tu hacer buenas obras. Es simplemente creer que Jesús es el Hijo de Dios y que si tu crees en él eso activa la gracia de Dios y que por medio de él tu eres salvo. Es tan sencillo como eso.

No te crees otros planes alternativos. Dios es un Dios sencillo de corazón y si tu entras en esa forma que Dios ha establecido, entonces puedes recibir la salvación necesaria, sino Dios te pasará por encima, así como le pasó a los judíos.

En el Capítulo 10, Pablo simplemente elabora una vez más el mismo tema. La salvación es por fe, la salvación es por gracia. Dice el Apóstol Pablo en Romanos 10, versículo 3: “.... porque ignorando la justicia de Dios y procurando establecer la suya propia, no se han sujetado a la justicia de Dios....”

Ese es el problema de la humanidad, siempre buscando su propia forma de asegurarse su salvación, en vez de entrar en el plan de Dios. El plan de Dios tu lo tienes que tomar o todo o nada. Tu no puedes tomar un pedacito de aquí, otro pedacito de allá, sino que tienes que tomarlo todo. No puedes establecer tu propia forma de encontrar justicia.

Dice en le versículo 4, “... porque el fin de la ley es Cristo para justicia a todo aquel que cree...”

Pablo lo que está enfatizando aquí es eso, es la sencillez del plan de salvación. El judío pensaba que tenía que ser mucho, mucho más complicado que eso. Y entonces en el versículo 8, en la parte final de ese versículo, o al principio mismo dice, “... más qué dice, cerca de ti está la palabra, en tu boca y en tu corazón....”

¿Dónde está el instrumento que te puede hacer salvo a ti, mi hermano, mi hermana? Está en tu boca y en tu corazón, tan cercano como eso. No tienes que ir al fin del mundo. Retóricamente, sarcásticamente dice, ¿habrá que descender al abismo y sacar a Cristo del abismo y traerlo a tierra para que nos enseñe cómo ser salvos. O ir al cielo y bajarlo para que nos enseñe....? No, dice:

“.... esta es la palabra de fe que predicamos: si confesares con tu boca que Jesús es el Señor y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, ¿qué pasa?, serás salvo...”

Por eso es que él está contrastando las luchas del pueblo hebreo con el plan que tenían de salvación por obras, con la sencillez del plan de Dios. Él está usando a los hebreos como ilustración de todo lo que él ha estado planteando anteriormente.

Y él dice, miren, la salvación es tan sencilla como dos cosas: confesar con tu boca que Jesucristo es el Señor. ¡Guau! Eso es una forma de firmar virtual. ¿Alguna vez se ha acercado alguien de Fedex, de Federal Express o de una de esas compañía que trae paquetes a las casas? Hoy en día, sabe que la gente no tiene que firmar con tinta en un papel que quede ahí todo firmado completamente, sino que uno firma, parece una pluma, pero uno firma a través de una computadora en una cajita que ellos le dan electrónica, y esa firma después se borra, enseguida se borra, pero queda electrónicamente registrada. Usted puede escribir mil veces sobre ese cuadrito y siempre habrá algo diferente porque hoy en día no es sobre papel, se firma electrónicamente y eso va invisiblemente a una computadora.

Y yo veo una comparación allí acerca de lo que es cuando tu confiesas a Jesús con tu boca, tu lo que estás haciendo es que estás firmando electrónicamente, espiritualmente. Dios tiene una computadora que inmediatamente al tu confesar con tu boca, la firma tuya queda registrada en el reino celestial de que tu has declarado que sí, yo creo que Jesucristo es mi Señor y mi Salvador.

Por eso es tan importante que la gente verbalice. La gente dice, ‘bueno, ¿para qué tengo yo que pasar al frente, levantar la mano, declarar que Jesucristo es mi Salvador, si yo lo creo en mi corazón? Hay algo que en el tu verbalizarlo, externalizarlo activa, como que sella el pacto entre tu persona y Jesucristo. Por eso es que hay que confesar a Jesús.

El Señor dice: “... si me confesares ante los hombres yo os confesaré ante mi Padre que está en los cielos....”

Hay que dar fe pública de que nosotros nos hemos comprometido. Cuando nos casamos, nos casamos en público, ¿si o no? Cuando nos graduamos de la universidad, nos graduamos con una ceremonia. Muchas veces cuando nos divorciamos, se pone el divorcio en el periódico. Cuando una persona se muere muchas veces se anuncia también en el periódico. ¿Por qué es que el hombres escoge formas públicas de señalar cosas importantes de la vida? Porque es necesario que la comunidad sepa cuando se hacen cosas serias.

Y lo mismo pasa... no hay nada más serio para el destino de un hombre que recibir a Cristo como Señor y salvador. Y por eso tiene que hacerse en una forma pública, para que toda la comunidad sepa. Yo no creo en cristianos clandestinos por ahí, usted sabe, cristianos encubiertos, agentes secretos. Yo creo que todos tenemos que.... la gente tiene que saber que yo soy cristiano.

Si usted está en su trabajo y usted lleva ya diez años y la gente no sabe que es usted un cristiano, usted ha fallado, deben saber de alguna manera. No es que se tiene que parar en la mesa de la fábrica y decir, ‘Señores, quiero hacer un anuncio: soy evangélico.’ No. Pero por tu comportamiento, por tu testimonio a la gente, por tu forma de compartir tu fe en diferentes maneras, Dios quiere que tu seas sal, que tu seas luz en la tierra. Tu tienes un mensaje precioso que necesitas compartir con tu boca con los demás. Necesitas invitar a la gente que venga a la iglesia, necesitas que la gente sepa que tu eres un hijo de Dios, porque hay gente que necesita y a menos que no sepan a dónde ir...

Pablo dice en una parte más adelante “.... ¿cómo oirán si no les fuere anunciado? ¿Y cómo creerán en aquel de quien no han oído?, en el Capítulo 10, versículo 14. “...¿Y cómo irán sin haber quién les predique? ¿Y cómo predicarán si no fueren enviados?”

Hermanos, nuestra fe en Cristo no se puede quedar adentro, tenemos que confesarlo con nuestra boca, tenemos que compartirlo con la humanidad. Donde tu menos esperas hay una persona que necesita de Dios. Y hay gente que parece completamente autosuficiente, todo bien arregladito, su traje, su buen carro, y parece que no necesitan nada, pero por dentro están desangrándose. Tienen problemas en su matrimonio, tienen enfermedades que no han compartido con nadie, sus hijos les están dando problemas, tienen miedo de la muerte, tienen insomnio, toman pastillas antes de acostarse, pero por la mañana usted los ve y son un dechado de virtudes, un buen nudo, un traje de tres piezas, pero necesitan de Jesucristo y tu puedes ser el camino. Tu puedes ser el agente que Dios use. Hay que confesar a Jesús con la boca, hay que compartirlo. No hay agentes encubiertos, se los digo, hermanos. James Bond no es para los evangélicos. Nosotros tenemos que ser creyentes públicos.

Dice que “.... si confesares con tu boca que Jesús es el Señor, y creyeres en tu corazón que Dios le levantó de los muertos, serás salvo....”

Esas son las dos cosas que se necesitan para la salvación. Cuando tu le prediques el Evangelio a alguien, y eso puede ser donde quieras, pregúntale dos cosas: Mira, ¿Puedes tu creer con tu boca y tu corazón y confesar que Jesucristo es el Señor? Y mucha gente les va a decir, si, yo lo creo, soy.... No le preguntes ¿quieres ser evangélico, quieres ser de León de Judá? No. ¿Crees tu que Jesucristo es el Señor de tu vida, que es el salvador de tu vida?

Y mucha gente les va a decir, sí. Si usted los confronta de esa manera. Ok, ¿Ahora, crees tu que Dios lo levantó de los muertos, que él resucitó al tercer día? Sí. Pues, ¿sabes qué? Tu eres salvo. Si tu crees que Jesucristo es tu Señor, tu salvador, y que Dios lo levantó de los muertos y tu estás dispuesto a confesarlo aquí delante de mi, con tu boca...

Hermanos, hay que llevar a la gente a ese momento de confrontación. Cuando se da esa confrontación y la gente lo verbaliza de esa manera, públicamente, deliberadamente, se da algo, se derrumban barreras por dentro, se quebrantan cosas. Quizás esa persona no va a ir inmediatamente a la iglesia al otro día. Pero ¿sabes qué? Se dio algo en su espíritu, se dio una confrontación espiritual entre esa persona y las tinieblas y ese va a ser el comienzo de un desmoronamiento total de todos los principados y potestades que gobiernan su vida, y esa persona tarde o temprano va a venir a los caminos del Señor. Llévalos a confesar eso tan solo, llévalos paso a paso. Y eso hará una gran diferencia en sus vidas.

Dice el Apóstol Pablo en el versículo 10, “.... porque con el corazón se cree para justicia más con la boca se confiesa para salvación...” Ahí esta todo el plan de salvación, tan sencillo como eso. “Pues la Escrituras dice todo aquel que en él creyere no será avergonzado, porque no hay diferencia entre judío y griego, pues el mismo que es Señor de todos, es rico para con todos los que le invocan porque todo aquel que invocare el nombre del Señor será salvo...” Gloria a Dios

Hermanos, qué maravilloso plan, lo que Dios ha escogido. Pablo está usando aquí a los judíos como el ejemplo de una humanidad que no puede entender lo sencillo que es el plan de Dios y por eso se niegan a aceptarlo y a entrar en el plan. Y Pablo dice, miren, es tan sencillo como esto y Dios siempre ha bregado con la humanidad de esa manera, y no hay excepción, tanto el judío como el gentil tienen que entrar por la misma puerta que se llama Cristo Jesús.

Y por eso es que nosotros tenemos que anunciarles a la gente. Nosotros tenemos el plan, nosotros tenemos la respuesta, nosotros tenemos la llave, la clave, es la única forma que un ser humano se puede salvar y nosotros al negarle a la gente esa información estamos negando la cosa más preciosa que un ser humano puede tener: la salvación de su alma.

Por eso es que nosotros tenemos que estar siempre listos, dice “... a tiempo de fuera de tiempo para anunciar el Evangelio...” Hay oportunidades maravillosas que Dios estás poniendo muchas veces frente a nosotros.

Vamos a pedirle al Señor que nos abra oportunidades de anunciar el Evangelio, es más, yo siento ahora mismo en mi corazón, vamos a hacer una oración, ahí sentado donde usted está, vamos a hacer una oración para que Dios comience..... Dios puso eso en mi corazón mientras yo estaba de viaje, de que nosotros le pidamos a Dios que nos abra puertas para anunciar el Evangelio, en nuestros trabajos, en las calles, en nuestros vecindarios, y vamos a pedirle al Señor ahora mismo que comience a darnos oportunidades para testificar de Jesucristo, para invitar a gente a conocer al Señor, y para que comiencen a buscar de Dios y vengan a la iglesia, por ejemplo, y continúen con su camino espiritual.

Así que vamos a tomar un momentito ahora mismo. Padre, en el nombre de Jesús pedimos que tu nos hagas magnéticos espiritualmente. Padre, visítanos ahora mismo con una unción evangelística. Nosotros hemos recibido de parte tuya la revelación más hermosa de todas: que la salvación se obtiene sencillamente por medio de una confesión verbal e interior del corazón en Cristo Jesús. Y nosotros queremos poder llevar ese mensaje a una humanidad perdida.

Ahora, Padre, nosotros pedimos que tu nos abras oportunidades en esta ciudad y en las ciudades de alrededor donde vivimos, y que tu pongas gente a nuestro alrededor, que abras nuestros ojos, Señor. Como Felipe fue llevado sobrenaturalmente a hablarle al etíope y estaba leyendo el libro de Isaías y no entendía lo que estaba leyendo. Y Felipe le anunció el Evangelio de Jesucristo y le reveló que ese libro de Isaías hablaba de Jesús, y el etíope se convirtió y fue bautizado y regresó a su patria gozoso porque había recibido la palabra de Dios. Así pedimos, Señor, que tu pongas en nuestros caminos muchos etíopes, hombres y mujeres a quienes podamos anunciarles el Evangelio de paz en Cristo Jesús. Abre nuestros ojos y nuestro entendimiento para que podamos discernir estas oportunidades, Señor. Y ayúdanos en los próximos meses y semanas a traer a mucha gente al conocimiento de Jesucristo y te damos gracia porque creemos que así será.

Pon pasión en nuestros corazones, Señor, porque te lo pedimos en el nombre de Jesús. Amen. Hagan pacto ahí ahora mismo con el Señor de ser un cristiano público, un cristiano que le deje saber a la gente que Cristo es el Señor de sus vidas.

Lo último que digo aquí, 5 minutos más. En el Capítulo 11, Pablo quiere aclarar algo, que aunque los judíos están ahora mismo apartados del Evangelio, pero Dios tiene un propósito con ellos todavía. Sabes que en el siglo XXI Dios todavía no se ha desentendido del pueblo hebreo. No se deje engañar por nadie que le diga a usted que ya Dios se desentendió de los judíos. Todavía hay un último momento que Dios quiere tener con su nación, con su pueblo escogido. Dios ama a la nación de Israel.

Y por eso Pablo en el Capítulo 11 dice, “... digo pues, ¿ha desechado Dios a su pueblo?...” En otras palabras, se ha desentendido Dios completamente de Israel. “.... de ninguna manera, dice él, entonces en el versículo 8 dice, “....como está escrito, Dios les dio espíritu de estupor, ojos con que no vean y oídos con que no oigan hasta el día de hoy...”

¿Saben qué? Dios puso como un velo sobre los judíos por un tiempo. Él como que puso... congeló por un momento su trato con los judíos para que entraran los gentiles y pudieran los gentiles ser salvos. Y en estos dos mil años del nuevo plan a través de Cristo Jesús, las naciones gentiles han estado entrando a los caminos del Señor y como que Israel ha estado apartado.

En estos dos mi años Israel, el judío no puede entender el Evangelio normalmente. Muy pocos, hay un remanente pequeño que está entrando pero a través de los siglos el 99% de los hebreos han sido rebeldes. Usted les habla y no pueden entender acerca de Jesucristo y por eso esa nación ha sufrido tanto. En los últimos dos mil años el pueblo hebreo ha sido perseguido, martirizado, matado por millones, perseguido en todos los países donde han estado. En todos los países de la tierra prácticamente hay sinagogas que fueron abandonadas por judíos que en alguna manera u otra fueron perseguidos por las naciones donde llegaron. Dos mil años lleva este pueblo como metido en una burbuja, sin poder entender el plan de Dios.

De hecho, en segunda de Corintios, Capítulo 3, dice en el versículo 14 “... pero el entendimiento de ellos se embotó porque hasta el día de hoy cuando leen el Antiguo Pacto les queda el mismo velo, no descubierto, el cual por Cristo es quitado, y aún hasta el día de hoy, cuando se lee a Moisés el velo está puesto sobre el corazón de ellos....”

Hay un velo, hay como una tela que cubre la mente de los judíos. No les penetra el mensaje de Jesucristo. Es algo terrible que está allí puesto. Y Dios lo tiene ahí con un propósito. Dice “..., pero cuando se conviertan al Señor, el velo se quitará....”

Dios tiene destinado un día en que toda la nación de Israel será salva. Va a haber un avivamiento en Israel en algún momento y estamos esperando esto. Yo creo que estamos muy cerca de ese tiempo en que Dios va a quitar el velo de parte los judíos y miles y miles de judíos van a entrar en el conocimiento de Jesucristo. Ya se está dando en el mundo una recolecta de los hebreos de todas las naciones de la tierra.

Cuando yo estaba en Israel el año pasado, pude descubrir que todas las tribus, supuestamente perdidas. Esas diez tribus que nadie sabe dónde han estado en todos estos siglos, desde que Israel fue esparcido, y es más aún en el Antiguo Testamento, como que no se oye de las diez tribus que sobraron de las 12 tribus de Israel. Pero todas esas tribus están siendo encontradas otra vez. Se han encontrado en África del Sur, en Etiopía, en China, en diferentes partes del mundo están descubriendo estas tribus. Y los hebreos se están identificando en todas partes del mundo y están volviendo a Israel en preparación a lo que Dios ha dicho, que Dios los juntará de todas las naciones, de todas las partes de la tierra donde fueron esparcidos, Dios los va a traer otra vez a Israel.

Y Dios dice que un día el desierto inclusive florecerá, que toda esa parte de Israel que es desértica, que es la mayor parte, un día Dios la va a volver a hacer florecer como en señal de su pacto, de que volverá a florecer entre su pueblo.

Y un día, dice la Biblia, que los hebreos mirarán a aquel a quien traspasaron y llorarán por él como se llora por un hermano que no se ha visto en mucho tiempo.

Dios tiene un propósito para su pueblo y un día Dios permitirá que ellos también entren. Y por eso Pablo dice, no se jacten ustedes los gentiles, nosotros jamás podemos despreciar al pueblo de Israel. Los cristianos tenemos que amar a Israel, tenemos que orar por la paz de Jerusalén. Hay una bendición muy grande para los cristianos y para los hombres y las naciones que honran a Israel. Por eso este país ha sido bendecido mucho, porque ha sido un país que ha defendido a Israel. Y hay muchas naciones que odian a los judíos, muchos países árabes que quieren destruir a Israel, pero nosotros tenemos que orar para que Dios guarde a su pueblo. Hay algo especial. Es un pueblo duro, es un pueblo rebelde, pero Dios tiene un propósito para ellos. Y un día, ellos también van a entrar en el plan de salvación de Dios y entonces Dios unirá los gentiles y los judíos y todos, todos serán salvos.

Todos los que confiesen a Cristo como su Señor y salvador. Hoy en día, Israel es una nación secular. Israel como nación, como gobierno no cree ni en Dios muchos de ellos, es una nación oficialmente secular, socialista. Hay un remanente de judíos conservadores, pero la mayoría son seculares. Hay un endurecimiento pero Dios un día va a hacer que el gobierno mismo de Israel reciba a Jesús y declara a Israel una nación cristiana. Pero eso está ahí en el futuro. Dios lo tiene reservado para el último momento, mientras tanto tenemos que orar para que Dios traiga a su pueblo al conocimiento de Jesús, y que los guarde y los proteja. Amen.

Vamos a ponernos de pie entonces. Quería simplemente tocar esos tres Capítulos para que nosotros entendamos cómo encaja todo este gran plan de Dios. Tenemos un Dios misterioso, un Dios que se mueve como él quiere. Él sabe el momento en que hace las cosas. Mientras tanto nosotros simplemente lo obedecemos y caminamos por fe en lo que él quiera hacer.

Padre, gracias por tu revelación, por la enseñanza que hemos recibido en esta mañana. Abre nuestros ojos espirituales para que podamos entender tus misterios, Señor. Ayúdanos a caminar con sencillez todos los días de nuestra vida y ayúdanos a ajustarnos a tus planes y a tus mandamientos, no importa cuán difíciles de creer sean. Ayúdanos a ser un pueblo obediente y sumiso, Señor, a tu voluntad.

Te damos las gracias por esta enseñanza, en el nombre de Jesús. Amen. Amen. Vamos a pedirle al Señor, hay un coro que dice, “Abre los ojos de mi alma”, pidámosle a Dios que abra los ojos de nuestro entendimiento para que podamos entender sus planes en nuestra vida. Y asimismo que abra los ojos del pueblo de Israel también para que puedan entender su plan espiritual de salvación.