La actitud del triunfo - Parte 3

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En enero yo comencé una serie de sermones que titulé “la vida exitosa” o “la vida de excelencia”, y comenzamos a hablar acerca de formas en que nosotros podemos incorporar la vida abundante que Cristo ha venido a darnos a cada uno de nosotros.

Y por diferentes razones en las semanas siguientes, creo que fue en marzo, perdón en febrero, de la primera semana o la segunda semana, tuvimos que suspender esa serie porque intervinieron una cantidad de diferentes cosas: tuvimos muchos predicadores invitados, yo estuve viajando, el ayuno que intervino, y muchas otras cosas. Gracias a Dios no hemos perdido el tiempo. Dios ha sido de gran bendición para nosotros, hemos tenido hermosos predicadores y ha sido precioso, pero tuvimos que suspender un poco esa serie que muchos me dijeron que estaba siendo de bendición para sus vidas. Y yo siempre he tenido en la mente de volver a continuar con ella.

Y ahí tiene de paso, uno de los grandes secretos del éxito, lo que usted comienza, termínelo. Tan sencillo como eso. A veces la gente cree que el éxito se compone de grandes secretos y verdades muy profundas, y mire a veces es simplemente es hacer las cosas sencillas de la vida: eso de terminar eso que uno comienza.

Y yo me propuse ‘Señor, yo le dije a la congregación que iba a predicar una serie y todas las semanas he tenido eso en mente y la idea de volver a reincorporarme a esta serie de mensajes, y con la ayuda del Señor así lo vamos a hacer porque hay muchas cosas que yo quiero compartir con ustedes con respecto a la vida del éxito.

Y lo que quiero hacer en esta tarde antes de tocar algo de este pasaje, porque nos va a llevar un poco más de tiempo, es hacer un recorrido resumen de algunas de las cosas que compartí con ustedes en las semanas anteriores para ponerlos al día y también para hermanos que se han unido a nuestra iglesia en las últimas semanas, que sepan más o menos y cojan el hilo de lo que hemos estado compartiendo.

¿Por qué yo he escogido esta serie primeramente acerca del éxito? Algunos pensarían, bueno, eso no me suena muy espiritual. Yo, me gusta venir a la iglesia y que me hablen de sanidad, liberación, demonios, ángeles, cosas jugosas así, apetitosas, pero eso de éxito, eso no suena muy espiritual.

Hermanos, déjenme decirle una de las cosas que a mi me enamora del Evangelio es que es práctico. Es para la vida práctica, es para gente de carne y hueso. Es para las necesidades de la vida, es para las situaciones que enfrentamos. Es para resolver problemas, es para avanzar. El Evangelio no está allá en el séptimo cielo. El Evangelio cae a la tierra.

La Biblia dice que no somos de mundo pero estamos en el mundo y las verdades de la palabra Dios las ha dado para que nosotros las usemos para crecer en nuestra vida. Y lo que a mi me enamora del Evangelio y como pastor me entusiasma es cómo yo puedo hacer las verdades del Evangelio reales a la vida de mi pueblo. Y entonces ayudar a nuestros jóvenes a tener vidas exitosas en su escuela.

Por ahí dicen que los jóvenes latinos no están aprendiendo nada en las escuelas: es un fracaso el sistema educativo. Pues, hermanos, yo quiero decirle a los jóvenes de esta congregación que Dios tiene buenas cosas para ellos. Amen. Y que Dios quiere bendecir sus vidas. Dios no quiere que ellos sean una estadística fracasada más. Mi anhelo es ver cada joven de León de Judá llegar a la escuela superior y continuar a un oficio o continuar en la universidad y llegar al nivel más alto posible, sea como sea.

Nuestra hermana Roxana trabaja como esteticista y está enseñando y Dios la está llevando a ser supervisora y Dios la puede llevar a ser dueña un día de una escuela también, ¿por qué no? Porque el Evangelio es poder, dice la palabra del Señor.

Dice el Apóstol Pablo que el Evangelio no consiste en palabras sino en ¿qué?, en poder de Dios. Eso quiere decir poder para vivir vidas exitosas. Y cuando yo hablo de estos conceptos hablo de ellos porque creo que el Evangelio quiere entrar en todas las áreas de nuestra comunidad. Dios quiere que los matrimonios se sanen y que haya hombres que estén bendiciendo a sus esposas y que encabezando lo que es una masculinidad sana ante sus hijos. Que haya mujeres seguras de si mismas en el Señor, que estén estudiando y desarrollando sus dones y siendo de bendición para la comunidad; que tengamos una iglesia próspera y bendecida financieramente con una buena administración y con sistemas que bendigan a la comunidad.

Y nosotros podemos ser un pueblo excepcionalmente bendecido si ponemos en práctica la palabra de Dios. Y por eso a mi me gusta predicar de estos temas. ¿Cómo vivir una vida exitosa?

Yo les decía a los hermanos que una de las primeras condiciones para una vida exitosa es, nosotros expandir nuestro panorama mental y creerle a Dios, creer que Dios puede darnos grandes cosas. Mirar hacia el futuro con optimismo. Mirar hacia los próximos 10 años y esperar que van a ser los mejores años de nuestra vida y que los próximos 10 años después de esos van a ser todavía mejor, porque tenemos un Dios que quiere bendecirnos.

Entonces tenemos que creer que Dios quiere darnos la tierra, que Dios quiere entregarnos, como dice la palabra, toda la tierra que pise la planta de nuestros pies. El Señor nos ha bendecido con toda bendición espiritual en los lugares celestes, pero muchos de nosotros vivimos como pordioseros.

Saben que en muchos de nosotros hay una grabadora que está tocando una música fúnebre que dice: tu eres un fracaso, tu no puedes hacer nada, tu mamá fue un cero a la izquierda y su abuela también y su bisabuela y tu por lo tanto también vas a ser igual. Tus antepasados todos se divorciaron o se suicidaron, o fueron miserables y pobres y por lo tanto tu también vas a ser lo mismo.

Muchas veces no nos lo decimos así abiertamente, pero eso es lo que está.... es el programa que está en nosotros. Y vemos que cumplimos con el programa. Hay muchos jóvenes que ya desde antes de nacer están destinados al fracaso porque eso se le metió en la mente.

¿Saben qué? Cristo dice: ‘rompe, bota ese programa. Yo te voy a dar un programa nuevo. Yo te he llamado para que tu creas que tu puedes lograr grandes cosas.’

A la persona mayor de edad, a la que tiene 50, 60 años, Dios les dice ‘mira, no es demasiado tarde. Todavía tu puedes hacer grandes cosas. Tu puedes ir a la universidad, tu puedes desarrollar un hobby nuevo. Tu puedes aprender a tocar un instrumento. Tu puedes aprender inglés, tu puedes convertirte en un consejero en tu iglesia, o en un hujier o en un maestro’. Dios lo puede hacer, pero todo depende de que nosotros abramos nuestra mente a los panoramas amplios que Dios tiene para nosotros.

El profeta Isaías dice “ensancha el sitio de tu tienda porque te extenderás al norte y al sur, al este y al oeste”.

Otro pasaje en Eclesiastés dice “echa tu pan a las aguas porque después de muchos días volverá a ti”. Dice “siembra a siete y a ocho”, invierte. Atrévete a hacer cosas grandes porque Dios te va a bendecir según tu capacidad para creerle a Dios, así será el nivel de éxito que tu alcances.

Si tu crees poquito de Dios, Dios te va a dar poquito. Si lo único que tu tienes para canalizar las bendiciones de Dios es una gotera de esas de bebé, pues las bendiciones de Dios van a ser así en gotera. Pero si tu preparas una tubería de 8 pies de ancho, por ahí va a correr el río de Dios a tu vida y te va a bendecir grandemente.

Todo depende de que tu abras tus expectativas. Por eso dice “ensancha el sitio de tu tienda”. Es decir antes de poner una tienda hay que preparar el espacio donde va a caer la tienda. Antes de que Dios te pueda bendecir con bendiciones específicas tu tienes que preparar una zona mental amplia que le crea a Dios para grandes cosas.

Joven, yo veo un joven allí que nos está bendiciendo. El es electricista, este que está allí arriba en el balcón. No lo pueden ver, quizás. Pero, yo veo tanto potencial en ese joven. El está trabajando aquí en nuestro edificio al lado instalando toda la cablería. Bueno, yo puedo ver en ese joven en 15, 20 años una persona que tenga su propio negocio de electricidad y que esté empleando a 10 ó 15 hombres más o mujeres es también electricista ¿por qué no? Eso es parte de ensanchar el sitio de nuestra tienda. Y que un día tenga varios camiones corriendo por la ciudad, desarrollando contratos y ganando 300.000 dólares al año ¿Por qué no? ¿Por qué no?

Si nos quedamos pequeñitos, si yo creo que Dios solamente me ha llamado a meter cables en un hoyo. Amen, Gloria a Dios por eso, pero por qué no decir, Dios me ha llamado para establecer la cablería de un rascacielos completo y tener a 25 personas trabajando para mi. Y si esa persona cree eso y se lanza, puede hacer cosas maravillosas. Todo está en que le creamos a Dios para grandes cosas.

Yo siempre de pequeñito he estado poseído por una creencia de que Dios puede hacer cualquier cosa en mi vida y por eso me he atrevido a solicitar a grandes universidades y emprender cosas atrevidas y que a veces la gente me ve y cree que me voy a romper la cabeza cuando me caiga, pero Dios nunca me falla. Y cuando le creo que Dios por grandes cosas, Dios siempre me bendice aún más allá de lo que yo pensaba.

Hay que atreverse, hermanos, en el nombre del Señor. Atrévete a creer. Atrévete a abrir grandes pistas donde pueda aterrizar el avión inmenso que Dios tiene para tu vida. No le abras al Señor ahí una pistita para un avión de dos motores. No, un jumbo jet de esos inmensos que tienen 800 personas hoy en día, 4 pisos y hasta yacuzzi adentro. Ese es el que tu quiere para tu vida, para que toda la bendición que Dios tiene llegue a grandes cantidades, cantidades industriales. Tienes que abrirle al Señor grandes pistas para que él pueda traer todas las bendiciones que él quiere.

El Señor le dijo a través de Eliseo a la viuda que venían a quitarle la casa y a meterla a la cárcel por deudas. Eliseo le dijo ‘busca vasijas, dijo, vasijas no pocas’, porque el Señor quería bendecirla con aceite que ella podía vender para pagar todas sus deudas. Imagínese si ella hubiera podido traer mil vasijas, hubiera traído más bendición. Según las vasijas que tu le presentes al Señor, así será la unción de Dios en tu vida. Créelo en el nombre de Jesús.

Otra de las cosas que son importante para el éxito es creer exactamente que Dios quiere bendecirte, que Dios quiere activamente bendecirte. Tu entiendes, es decir, hay que creer que cuando Dios te llama al Evangelio no es para que tu vivas una vida accidentada, un día bien, otro día mal, un día fracasas, un día tienes éxito, un día ganas 2 pies de terreno y otro día pierdes 5.

Hay muchas personas que si miras a su vida es así, un accidente tras otro, una pérdida tras otra. Tenían una casita y después la perdieron porque se mudaron a otro sitio, porque se la quitaron o lo que sea. Nunca pudieron acumular. Su vida nunca fue una vida acumulativa, sino más bien de zigzagueos: arranques y detenimientos y volver a arrancar.

El Señor dice: ‘mira, ahora que tu estás en mi reino, ahora que tu estás en mi administración yo quiero bendecirte.’ Tenemos que creer que Dios quiere bendecirnos y el hecho de tu creer eso activamente, eso también puede transformar tu vida.

Jeremías, Capítulo 29. El Señor dice “... porque yo se los pensamientos que tengo para ustedes, pensamientos de bien y no de mal”. Así que no importa qué haya pasado en tu vida antes de tu conocer a Jesús, ahora que tu estás en los caminos del Señor el destino tuyo es un destino de bendición. Dios quiere bendecirte.

Y cuando tu asumes eso, que Dios quiere bendecirte, eso transforma porque ya tu no tienes que estar esforzándote allí, exprimiéndote para ver si Dios te escucha y.. no. El dice ‘hijo, yo ya tengo bendición para tu vida’.

A mi me encanta lo que dice Deuteronomio, Capítulo 28. Mire ese pasaje hermoso, dice “...Acontecerá que si oyeres atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamiento que yo te prescribo hoy –aguante eso un momentito, porque lo primero que Dios quiere es que usted lo obedezca, le ponga atención a su palabra y viva conforme a los principios de la palabra de Dios. Ahí usted puede poner eso como otro requisito para el éxito. Ve, usted no puede esperar que Dios le va a bendecir si usted está violando los principios de la espiritualidad y de la física divina. Dios ha constituido el universo según leyes. Y usted viola esas leyes pagando un precio terrible.

Roxana hablaba de.... por eso yo le pregunté ‘bueno, ¿cómo tu llegaste a esa posición? Ella llegó obedeciendo la palabra del Señor. Mire cómo piensa esa joven. Ella piensa ‘me están poniendo en una posición de mucha responsabilidad y ¿qué ella hace? Me gusta porque dice ‘yo quiero que mis líderes me unjan’. Es decir, ella está usando un principio espiritual muy bello que es sujetarse a la autoridad espiritual. Y qué hermoso es cuando un hombre o una mujer se sujeta a sus líderes.

La gente cree que al sujetarse a los líderes eso los hace como más barato, lo hace un limpia saco, dicen por ahí. No, es todo lo contrario, lo que usted hace es que se mete dentro de una ley divina de que los que están en autoridad espiritual sobre usted pueden bendecirlos.

Cuando usted respeta a sus líderes, cuando usted busca la unción de sus líderes, cuando usted sirve a sus líderes en el sentido positivo de la palabra, cuando usted es humilde y se deja enseñar, eso es maravilloso. Eso da bendición a la vida. Una de las reglas del éxito es eso: sujetarse a la autoridad.

Yo voy a estar mezclando una cosa.... Amen. Vamos a hacer un sancocho con todas las cosas. Según el Señor me dirija voy a estar hablando.

Sujetarse a la autoridad. Ese es un principio muy poderoso también. Voy a mezclar el resumen con cosas nuevas.

Saben, muchos jóvenes, déjenme decirles algo. Jóvenes de 17, 16, 16, 18, 20, 22 años. Miren, hay una maldición sobre esta generación joven. Ellos no lo saben, pero la hay. ¿Saben por qué? Porque muchos jóvenes son rebeldes a sus padres, son rebeldes a la autoridad, fueron rebeldes con sus maestros y les hicieron la vida imposible, aún a veces viniendo a la iglesia. Son rebeldes con sus padres y le hacen la vida difícil a sus padres, y han vivido con una idea de que tu me tienes que dar, no honran a sus padres, no le agradecen a sus padres, no prefieren a sus padres, no sirven a sus padres. Los padres, cuando les van a decir algo tienen que irse y encomendarse a todos los santos si los van a corregir porque enseguida les sale el león ese, comienza a gritarles y se rebelan porque no se sujetan a la autoridad de sus padres.

¿Y saben lo que pasa? Que entonces hay maldición de fracaso sobre esa generación. ¿Por qué? Porque hace siglos Dios dio un mandamiento, uno de los 10 mandamientos que dice ‘honra’. Digan todos: ‘honra a tu padre y a tu madre’, dice la palabra del Señor. ¿Para qué? Mire, dice ‘para que te vaya bien todos los días de tu vida y para que seas de largos días en tu vida’.

Eso quiere decir que si no honras, no te va a ir bien y tampoco vas a tener largos días de vida, porque Dios es preciso en su palabra.

Joven, ¿tu quieres ser bendecido en tu vida, tu quieres ser bendecido cuando tu seas padre? Honra a tu padre y a tu madre ahora. Hazle la vida fácil a tus padres. Sujétate a la autoridad de tus padres. Bendice a tus padres. Cuando sean viejos hónralos y bendícelos y acompáñalos. No los tires como basura ahí, no los deseches en un sitio por allá, sino bendícelos y hónralos, y eso va a hacer que la bendición de Dios esté sobre tu vida. Dios te va a bendecir en tu trabajo, te va a bendecir en tu escuela, te va bendecir en tus finanzas, te va a bendecir en tu vida emocional, te va bendecir en tu matrimonio, y te bendecirá con tus hijos cuando los tengas.

Hay muchos que están pagando, no voy a decir todos, hermanos, entiéndanme bien, pero hay muchos padres que están pagando ahora los malos actos de desobediencia en su niñez con sus padres, en su juventud. Si ustedes quieren ser bendecidos, jóvenes, bendigan a sus padres sujetándose a la autoridad de sus padres y bendiciéndolos a ellos y eso es una regla del éxito. No podemos tener éxito si estamos rompiendo las reglas del Señor.

Por eso el Señor dice aquí “si oyeres atentamente la voz de Jehová, tu Dios, para guardar y poner por obra todos sus mandamiento.”. ¿Ve, joven? ¿Tu ves, adulto?

Tenemos que obedecer al Señor, tenemos que vivir alineados con la palabra de Dios por eso yo esta palabra, yo la escudriño como el tesoro más grande que yo tengo. Este libro, yo me suscribo a muchas diferentes revistas, leo libros de todos tipos, me encanta leer de todo y aprecio la verdad humana en muchas maneras, pero no hay comparación con este libro. Este libro para mi, yo me lo llevaría a Júpiter si me expulsaran a Júpiter, yo me agarro este libro y me lo llevo conmigo, porque aquí están todos los tesoros del conocimiento humano, divino, eterno. En este libro.

Y aquí yo escudriño para saber las verdades, para entender cómo vivir una vida exitosa, cómo vivir una vida de paz, cómo ser de bendición a otros y a nuestra propia familia. El Señor dice “si tu oyes atentamente la voz de Jehová, tu Dios, y pones por obra.....”.

Miren lo que dice, porque estamos hablando de la bendición que Dios quiere darte, creer que Dios me va a bendecir. Mire, dice “también Jehová, tu Dios, te exaltará sobre toda la naciones de la tierra”. Eso se lo decía a los hebreos antes de entrar a la Tierra Prometida. Se lo decía a un grupito pequeño de gente que no valía nada porque habían estado 40 años en el desierto, y antes de entrarlos a la Tierra Prometida les dijo ‘miren, si ustedes escuchan mi voz, se rigen por mis caminos, yo los voy a exaltar sobre todas las naciones de la tierra’.

Comunidad latina que está aquí representada y otros hermanos de otras comunidades, si ustedes quieren ser bendecidos y quieren llegar a ser un pueblo ejemplar aún aquí en medio de los EEUU, ustedes comiencen a poner en obra la verdad de Dios, ajusten su vida, sus matrimonios, su forma de educar a sus hijos, su forma de trabajar, sus relaciones humanas, su vida interior, su vida mental, su forma de entretenerse, su forma de descanso, el día que le dedican al Señor, todos los aspectos de su vida alinéenlo con la verdad de Dios y yo les prometo en el nombre del Señor que en 10 años nuestra iglesia y esta comunidad que está representada aquí, y todos los latinos que se unan a la palabra de Dios, vamos a constituir una fuerza de poder inimaginable en esta nación. Porque cuando la palabra de Dios encarna en un pueblo, hermanos, eso es más poderoso que la bomba atómica más fuerte del mundo.

¿Por qué esta nación llegó a ser grande cuando fue comenzada por un grupito de gente casi muriéndose que llegaron de Europa en un barco? Habían pasado el Atlántico con toda su tormenta, llegaron aquí. El primer años se murieron una cantidad de ellos y quedaba solo un puñado de ellos, pero esa gente vino desde Europa con el deseo de honrar al Señor y dijeron antes de apearse del barco en Cape Cod, se arrodillaron y dijeron ‘nosotros vamos a trabajar para el esparcimiento del Evangelio y queremos que el pueblo que nosotros vamos a fundar sea como una ciudad puesta sobre una montaña para que todos la vean y glorifiquen al Señor.’

Y 300 años después miren dónde está EEUU. Está degenerándose porque se han apartado de esos valores, pero esta nación ha sido grande por esos hombres que hicieron pacto cada Dios, y mujeres llegaron a hacer una gran nación. Porque cuando un pueblo se propone vivir conforme a los valores de Dios, y ser un pueblo de excelencia, Dios lo bendice.

Mi sueño es que León de Judá sea una congregación poderosa y ejemplar, no solamente porque nos metamos en cuatro paredes y hacemos mucho ruido, sino que cuando salgamos a nuestras calles, de nuestras casas, salga un pueblo poderoso, exitoso, con su espada en la mano, con su vara de autoridad siendo bendecido en todas las áreas de su vida, y que la gente diga ‘¿qué tiene esa gente?’. ¿Por qué otros fracasan y ellos tienen éxito? Queremos ser intrigantes a la gente y que vean ‘ay, porque sirven a un Dios’.

Que nuestros jóvenes caminen, no robados de su energía, porque tuvieron en la discoteca toda la noche haciendo cosas vergonzosas y al otro día están sajados y desangrados por el diablo, sino que sean jóvenes saludables, jóvenes llenos de vida, jóvenes que procedan conforme a los valores de Dios y que tengan toda su vitalidad intacta y que estén creciendo más y más porque viven conforme a los valores del Evangelio.

Entonces Dios dice ‘yo los voy a bendecir. Su nación, yo la voy a poner por encima de todas las demás naciones’. Dice, “.... y vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán si oyeres la voz de Jehová, tu Dios”.

A mi me gusta ese lenguaje “vendrán sobre ti todas estas bendiciones y te alcanzarán”. Hace miles de años que Dios con su boca profirió bendición sobre los que le temen y le aman, y esas bendiciones están reverberando a través del universo, persiguiendo a los que aman al Señor.

Tu no tienes que estar desangrándote para que Dios te bendiga, lo que tu tienes que hacer es abrir y quitar todo obstáculo para que la bendición que Dios ya ha declarado pueda alcanzarte. Porque ya Dios la declaró, es cuestión de si tu la vas a dejar llegar a ti, o no. No es que tu tienes que crear las bendiciones, ya las bendiciones están sobre tu cabeza. La pregunta es ¿estoy yo haciendo algo o no estoy yo haciendo algo que impide que la bendición de Dios llegue a mi vida?

Porque Dios, cuando habla de las bendiciones sobre su pueblo, siempre habla en términos pasados. El Apóstol Pablo dice “Dios nos ha bendecido –nos ha bendecido- con toda bendición espiritual en los lugares celestiales”. No es que nos va a bendecir, ya nos ha bendecido si nosotros nos alineamos con la palabra del Señor.

Por eso yo te digo, tu tienes que creer que Dios te está bendiciendo, te va a bendecir y te ha bendecido. Tu estás caminando en la bendición activa de Dios. Camina con esa seguridad de que tu Dios está para bendecirte, porque él sabe los pensamientos que tiene para ti. Y esa es una precondición del éxito porque cuando tu sabes que Dios quiere bendecirte, entonces eso te anima a emprender cosas ambiciosas y grandes, porque tu sabes que estás moviéndote en el viento de la bendición de Dios.

Otro elemento importante yo decía que es que hay que ser específico. ¿Recuerdan esa enseñanza? De que cuando Dios viene ante ti y tu les traes tus peticiones, él dice ‘bueno, hijo ¿cómo tu quieres que yo te bendiga?’. Vemos al Señor siempre preguntándole a los que se acercaban a él, ¿qué quieres que te haga? A veces se acercaba un ciego y él le preguntaba ‘¿qué quieres que te haga?’, como si no fuera obvio que era ciego y que quería que le sanara la vista. Pero a Dios le gusta escuchar específicamente lo que nosotros queremos a él haga.

¿Entienden? A los leprosos les decía los mismo, ‘¿qué quieres que te haga?’. Nosotros tenemos que vivir vidas específicas. ¿saben qué? Las culturas que tienen éxito en la vida, cuando yo las observo, son culturas que son capaces de pensar siempre en términos concretos y específicos. No andan con ideas generales y abstractas, sino que son gente que piensa en formas concretas y específicas.

Y si yo miro, por ejemplo, yo decía a los hermanos la comunidad asiática, por ejemplo, es una comunidad que tiene tanto éxito porque son personas que trabajan con ideas concretas. Estos asiáticos por ejemplo, que se están quedando con la universidad de MIT, Harvard, todas estas universidades elites. Hay cientos y cientos y cientos de coreanos, de chinos, de japoneses en estas universidades porque son culturas que se han acostumbrado a ser disciplinadas, a ser específicas. Estos jóvenes desde que tenían 4 ó 5 años ya saben que quieren ir a esas universidades y se ponen a trabajar duramente para llegar a ello.

Y cuando yo veo en la Escritura, yo veo que Dios honra a las cosas que proceden en formas concretas y específicas. ¿Por qué usted cree que Dios alaba, yo le estaba buscando pero no quiero detenerme buscando ese pasaje pero, yo le he dicho antes que Dios alaba la hormiga porque camina en cuadrillas. Las hormigas son disciplinadas.

¿Usted ha visto alguna vez una hormiga en la grama cómo no se paran? Están continuamente trabajando. Alaba a las hormigas, alaba a los conejos, dice, porque habitan en las piedras, hacen sus casas en lugares seguros y firmes, planifican. Una de las cosas que uno tiene que hacer en la vida es planificar. Alaba, dice, a la araña porque aunque es un insecto pequeño y débil, dice que habita en palacios, una forma poética de hablar de las telarañas que hace una araña. ¿Saben la planificación? Ellos no planifican en la naturaleza y Dios los ha dotado con una capacidad mecánica para construir, pero ¿usted sabe la complejidad de una telaraña? Los científicos han estudiado lo complejo y lo fuerte de una telaraña y todo lo que una telaraña hace posible, no solamente que la araña se pueda mover, sino una telaraña, una de las cosas más importantes que hace es agarrar otros insectos para que la araña se los pueda comer.

En esos programas del National Geographic usted ve cómo lo complicado que es la ecología que erige una araña para depararse su bienestar.

Entonces, hermanos, nosotros los cristianos no nos podemos contentar simplemente con ‘oh, Señor bendíceme’ en términos generales. No, tu tienes que trazarte metas en tu vida. Tu tienes que decidir qué es lo que tu quieres que Dios haga en tu vida. Tu tienes que plantearte metas específicas, por ejemplo, el joven que está comenzando su carrera tiene que preguntarse: ‘bueno, ¿yo específicamente dónde me gustaría estar en 10 años? Y entonces tiene que comenzar a trabajar y a poner las piezas hasta llegar a esa meta.

 

 

Yo les decía a los hermanos esta mañana, no es que estoy alabando a mi hija Abigail pero es un ejemplo que se me ocurre aquí. Abi va a cumplir 17 años pero ya ella sabe qué es lo que ella quiere estudiar. Ella quiere ser un nurse practicioner, es un tipo de enfermera que tiene que tomar una maestría y a veces hasta un doctorado y es casi como una doctora, atiende pacientes y da medicinas y participa con los médicos en niveles bien avanzados. Y ella sabe lo que ella quiere y a veces yo llego a la casa en la noche, después de una reunión a las 10, a las 11 de la noche, ella está tomándose un refresco, mirando ahí una mujer dando a luz en el programa del Discovery Channel. Y ahí está toda la sangre saliendo y la mujer gritando en la pantalla, y ella comiéndose un sándwich de lo más campante porque quiere entrenarse en eso, y está estudiando y preparándose para lo que ella...... Ella sabe ya y sabe exactamente que quiere entrar en el área obstétrica, quiere trabajar con niños y con madres embarazadas.

Yo alabo ese tipo de, digamos, especificidad en lo que uno quiere hacer. Y así tu tienes que trazarte metas específicas. Por ejemplo tu tienes que decirle al Señor ‘Padre, mi matrimonio, y yo lo he identificado como un área de necesidad en mi vida. Mi matrimonio no es todo lo que yo quiero que sea. Mi esposa y yo no tenemos la intimidad, la compenetración, la confianza, la comunicación que debe haber entre una pareja.’ Bueno, no te conformes con un matrimonio distanciado.

¿Cuántas parejas latinas después de los primeros 3 meses de pasión y la mujer queda embarazada y se echan a criar hijos, él se va por su lado, el sábado se pone a lavar el carro, y ella a limpiar la casa. No se hablan, no se comunican. Los hijos crecen viendo a papá y a mamá distanciados, cada uno pierde la pasión el uno por el otro. No hay amor, no hay intimidad, no hay esa sociedad íntima que Dios quiere que sea el matrimonio. Y nos acostumbramos a eso porque nuestras metas son pequeñitas. Mientras no nos divorciemos, decimos, todo está bien.

¿Qué meta es esa? La mediocridad no es una meta para un hijo de Dios. Tu tienes que decirle: ‘Padre, yo quiero que mi matrimonio sea como un jardín precioso lleno de flores donde mi esposa y yo nos amemos, donde podamos ir a un buen restaurante y estar 3 horas hablando o no hablando pero sintiéndonos comunicados el uno con el otro; que mi esposo, mi esposa sea mi mejor amigo, que podamos pasar tiempo de vacaciones juntos; que nuestros hijos vean a papá y mamá amándose y comprendiéndose. Y si pelean los vean hablando del problema y reconciliándose.

Y entonces tu tienes que ponerte una meta grande, ambiciosa de un matrimonio bendecido, fructífero, productivo, íntimo, comunicativo, y decirle: Padre, aquí está mi petición ahora. ‘Bendíceme en los próximos tres años para crear un matrimonio que te honre a ti y que sea un ejemplo para mi comunidad’. Específico. Tienes que decirle exactamente qué tipo de matrimonio tu quieres y entonces lo otro es, tu tienes entonces que comenzar a dar pasos específicos para eso se haga una realidad.

Ya tu le dijiste al Señor ‘bendíceme’, entonces cuando yo le digo al Señor : ‘Padre, bendíceme’, ¿tu sabes lo que yo asumo enseguida? Que Dios dice: ‘hijo, me diste una receta. Ahí tienes la bendición’ y..........me la tira, me tira una bola de fuego que me cae en el pecho y me fecunda y me impregna por dentro y me preña con la vida de Dios.

Entonces yo digo ahora ‘bueno, ya yo tengo la autoridad de Dios, tengo los recursos del cielo. Ahora me voy a poner a gestionar y a trabajar para que eso se de’. Y comienzo entonces a dar pasos específicos.

Si, por ejemplo, en el caso de las personas que piden que su matrimonio sea bendecido. Bueno, comienza a leer buenos libros. Una madre joven se acercó a mi entre los dos servicios y me dijo: ‘Pastor, quiero aprender a ser una mejor mamá, educar a mi hijo, disciplinarlo, cómo disciplinar a mi hijo.’ Entonces yo le dije ‘mire, métete al Internet, le di el nombre de James Dobson, le di libros que puede buscar, le dije ‘haz una cita con mi esposa para que hablen acerca de eso.’

Hay que ponerse entonces a darles pies a la petición. Hay que darle manos, hay que darle carácter a lo que le estamos pidiendo al Señor. no podemos estar aplatanados allí, abriendo la boca para que el Señor meta la bendición. No, usted toma la bendición y corre con ella en el nombre del Señor y usted abre camino para que la gloria de Dios se manifieste en su vida.

Usted tiene que comenzar a accionar sobre la bendición que Dios ha declarado, porque Dios no crea parásitos. Dios delega su poder y entonces dice ‘bueno, ahora, corre con eso y negocia, haz comercio, toma decisiones. Yo te voy a respaldar.’ Dios delega la autoridad pero entonces él espera que tu hagas tu parte.

A Adán y Eva les dijo ‘fructificad y multiplicaos, señoread sobre la creación’, le dijo al hombre. El no le dijo cómo tenían que hacerlo. Un gran ejecutivo nunca le dice a sus empleados cómo específicamente tienen que hacer el trabajo. Lo que él les dice es ‘yo quiero que al final del año haya ganancia en mi negocio y que ustedes trabajen conforme a los principios de la corporación. Ahora, usa tu creatividad y mira a ver cómo tu lo haces. Solamente que no te arresten ni que vengan a buscarme a mi preso para llevarme. Simplemente tráeme dinero’.

Dice la parábola de Jesús que un hombre rico le dio a sus siervos una poción de dinero a cada uno y se fue a un lugar lejano y les dijo ‘negociad entre tanto que yo vengo’. No les dijo cómo tenían que negociar, sino que les dijo ‘negocien, inviertan, ahí tienen el dinero. Ahora, adelante’.

Tu tienes que entender que hay un gran responsabilidad que reposa sobre tu vida. Ya Dios te bendijo, ya Dios te dijo ‘Yo estoy de acuerdo con lo que tu me estás pidiendo y quiero echarte adelante, pero tu tienes que levantarte y ponerte a trabajar y comenzar paso por paso.’

La persona que quiere un matrimonio bendecido, comience a leer sobre lo que es un buen matrimonio. Cuando haya un taller en algún sitio, en una iglesia que se está ofreciendo, asista a ese taller. Por eso yo les decía a los hermanos hace un par de domingos atrás, me decepcionó cuando dimos un precioso taller aquí sobre la familia y no había muchos de ustedes. No quiero ser negativo, pero si tu quieres un matrimonio bendecido, no creas que va a llegar un hada con una varita mágica y va a abrir la ventana de tu casa y te va a tocar a ti y a tu esposa y de momento ustedes van a ser un dechado de virtudes matrimoniales.

Así no es que Dios funciona. Dios quiere que nosotros nos esforcemos, que invirtamos. En vez de pasar el sábado durmiendo hasta las once de la mañana, levántate a las 8, cómete un buen desayuno y llega al bendito taller ese y aprende. Y aunque sea quédate 3 horas, 4 horas. Si no te puedes quedar todo el día vete a las 12, pero invierte.

“Buscad primeramente el Reino de Dios y las demás cosas os serán añadidas” dice la palabra del Señor.

Dice también “el siembra generosamente segará generosamente”. Hay que sembrar para poder cosechar. Hay que esforzarse para poder recibir las bendiciones de Dios. Esa persona que quiere un matrimonio fructífero, tiene que leer, tiene que asistir a clases, tiene que comenzar a hablar con su esposa o su esposo, y a veces hermanos, las palabra vamos a tener que sacarlas con unas tenazas increíbles porque no estamos acostumbrados a hablar, pero hay que hacer un esfuerzo. Hay que invitarla a salir un día a caminar, y quizás no vas a poder decir nada porque no estás acostumbrado a hablar, pero ya la segunda vez la máquina se aceita un poquito y ya comienzan a fluir las palabras.

Hay que hacer esfuerzos. Hay que hablar de las cosas duras. Si hay que pedir perdón, pide perdón. No te preocupes. Eso es una bendición. Si tienes que humillarte, humíllate. Si tienes que olvidarte de las heridas pasadas y borrón y cuenta nueva, hazlo así. Si tienes arreglar algo de tu carácter o de tu forma de hablar o de tu forma de disciplinar en la casa, o si hay heridas de tu pasado, cosas que te hicieron tus padres, o modelos que tuviste, analízalos y ponte a trabajar en eso y busca consejería de alguien. Busca un hombre, busca una pareja de la iglesia que Dios esté bendiciendo y dile ‘queremos que ustedes nos mentoreen y que nos ayuden’. Hay que esforzarse, hermanos, ¿me entiende?

No puede decir simplemente, ‘Señor, bendice mi matrimonio. Reprendemos todos los demonio que estén en contra de este matrimonio’. ¡Qué tipo de espiritualidad barata es esa! Los demonios siempre van a estar contigo. Quizás el demonio eres tu y tu necesitas ser liberado. Entonces, tenemos, hermanos, que ser concretos. Tenemos que ser específicos. ¿Usted entiende?

Muchas veces le echamos la culpa al pobre diablo y el quizás está a mil millas de distancia, ni sabe que nosotros existimos siquiera, porque no queremos mirar hacia acá. Yo soy el problema. Yo soy quien tiene que ir al psiquiatra, o al psicólogo o al consejero y buscar ayuda. Yo soy el que tiene que leer el libro. Yo soy el que tiene que orar para que el Señor haga la obra en mi carácter y quien tiene que pedirle perdón a la esposa por todo lo que ha hecho, o al esposo, lo que sea. ¿Usted entiende? Hay que ser concreto.

Ni siquiera he entrado en el texto. Lo voy a dejar así porque está bien, es un resumen. Nos lleva hasta este punto. Pero de hecho lo que yo quería tocar en este pasaje de hebreos, simplemente les doy ahí una pequeña intimación para que cuando lo tomemos usted pueda saber de lo que estoy....

Esta mañana yo hablaba, yo quería hablar en realidad, de la importancia de visualizar. La visualización es una de las cosas más poderosas para el éxito. El visualizar en tu mente lo que tu quieres y crearte toda una serie de imágenes específicas del tipo de vida que tu quieres alcanzar, o la meta que tu quieres alcanzar.

Por ejemplo los deportistas usan mucho la visualización. Se han hecho muchos estudios de lo importante que es visualizar en el deporte. Pero también en todas las áreas: un artista tiene que visualizar, un arquitecto tiene que visualizar. Toda la gente de éxito tiene una pantalla en la cual pueden ver lo que quieren y lo que desean, lo pueden ver en tres dimensiones y hasta en colores muchas veces.

Por ejemplo, a un karateca que quiere romper 10 tablas que están acumuladas una encima de la otra, se le dice, ‘visualiza tu mano, tu puño atravesando todas las tablas cuando las golpees’. Es decir, si cuando vas a golpear esas tablas crees que te vas a romper la mano cuando les des, no lo vas a hacer. Pero si tu visualizas antes de tu golpear, tu mano traspasando y rompiéndolas todas, entonces eso te da poder para hacerlo.

Al boxeador se le dice ‘visualiza a tu contrincante continuamente cuando te estés entrenando, visualiza tu puño quebrando su cabeza y ese cuerpo cayendo, noqueado por tus golpes.’ Entonces el boxeador cultiva, el boxeador ve a su contrincante. Cultiva el odio, cultiva la agresividad contra su contrincante. Lo ve destruido, lo ve abrumado por el poder de él y cuando entra al ring, entra con toda esa agresividad allí que suelta contra su contrincante.

Es decir, hay que visualizar para poder llegar al éxito. La persona que quiere por ejemplo, tener una gran carrera, tiene que visualizarse ya allá. Desde jovencito estudiando en la universidad tiene que visualizarse manejando ese bello carro, llegando a las headquarters de su corporación, abriendo su carro con un traje de 400 dólares y una corbata de 80, con unos zapatos bien brillosos y entrando, y la persona que está en frente del escritorio diciendo ‘Good morning, Mr So and So. Yes, come on right in’; y se tiene que visualizar entrando a su suite de oficinas y su secretaria diciéndole allí, entregándole las hojas de trabajo del día. Tiene que pensar de esa manera.

Tiene que pensar en la universidad teniendo éxito. Tiene jugar con eso, como los niños juegan con las muñecas y se meten en el personaje de un soldado o de un bombero y lo viven. Tu tienes que vivir tus sueños en tres dimensiones y a colores en tu cabeza. Tu tienes que celebrar las cosas.

Yo le digo siempre a mis hijas que es importante que ellas desarrollen la capacidad para fantasear, en el sentido más positivo de la palabra, porque eso es tan importante: el uno cultivar la capacidad de ver hacia adentro. Nos solamente vivir afuera.

A veces yo juego con eso, por ejemplo yo en los últimos años me he estado entrenando para hacer las cosas con los ojos cerrados y en la oscuridad. Por ejemplo, si voy a abrir la puerta de mi casa, no miro la cerradura sino que meto la llave y trato de aprender a sentir las cosas con mi cerebro en vez de con mis ojos. Y si entro a un espacio oscuro tengo que ir..... quiero memorizar las escaleras que suben a mi apartamento y poder abrir...... Eso es una cosa que a mi me gusta porque he aprendido que visualizar es algo precioso.

¿Por qué un pianista puede tocar teclas rápidamente mirando otra cosa, mirando una hoja de música sin tener que estar mirando las teclas? ¿Cómo un ciego puede tocar piano, como Ray Charles, por ejemplo? ¿Cómo un músico, como Beethoven, podía componer la Quinta Sinfonía cuando ya estaba sordo y dirigirla mientras estaba sordo? Que dicen que cuando terminó la Quinta Sinfonía y él estaba dirigiendo los músicos, la audiencia irrumpió en un aplauso ensordecedor y tuvo que venir alguien y voltearlo para que él pudiera ver a la gente aplaudiendo porque él no podía escucharlos. Sin embargo, desarrolló y dirigió una de las sinfonías más excelsas que se hayan concebido, porque esta gente ha desarrollado la capacidad para visualizar en su mente, para imaginarse sonidos, colores, imágenes, visiones.

Y a nosotros nos han matado la capacidad para soñar. Nuestros padres cuando les veníamos con un papelito que habíamos dibujado algo ‘Muchacho, quítate de ahí, ¿qué es eso? Eso no sirve para nada. Estoy ocupado.’ Nos mataron la capacidad para visualizar, para soñar, para creer en grandes.

Usted tiene que meterse en sus sueños y vivir sus sueños, y vivir a la luz de eso. ¿Qué tiene eso que ver con el pasaje del Capítulo 12? Miren lo que dice aquí, dice “... el Señor Jesús, dice, corramos con paciencia la carrera que tenemos por delante”, y también dice “... puestos los ojos en Jesús”.

No ponga los ojos en las vicisitudes, los problemas, los obstáculos, las luchas del momento. Mantenga su ojo en la meta. Mantenga su ojo visualizando lo que está delante de usted. Ponga los ojos en Jesús. El es la fuente de poder.

Cuando Pedro mantuvo sus ojos en Jesús, pudo caminar sobre las aguas. Cuando puso sus ojos sobre la tormenta, comenzó a hundirse. Tiene que mantener sus ojos en la meta. Mantener sus ojos en la fuente de su poder. Mantener sus ojos en la palabra de Dios que le da el éxito, que le da el poder.

Dice “... poniendo los ojos en Jesús el autor y el consumador de la fe, el cual por el gozo ¿qué? puesto delante de él”. Lo mismo, el Señor sabía cómo vivir a la luz de la meta y cómo visualizar la meta y dejar que la meta, mientras él la visualizaba lo llevara a donde él tenía que ir. Los grandes hombres y mujeres del éxito pueden visualizar la meta.

El Señor, cuando se acercaba el momento de la cruz visualizó la bendición tan grande para la humanidad que iba a ser su muerte y entonces él pudo ver congregaciones como esta. El vio a nuestra congregación dos mil años antes y cuando él estaba metido en la cruz, cuando él sufría los padecimientos de la cruz, él veía la bendición que iba a venir, el gozo que iba a resultar para la humanidad de su sacrificio. El podía ver el gozo del Padre, él podía ver a Satanás pisoteado y derrotado. El podía ver las acusaciones del diablo neutralizadas por la gracia que él iba a desatar.

Entonces dice, que imitemos a Jesús “....el cual por el gozo puesto delante de él sufrió la cruz, menospreciando el oprobio y se sentó a la diestra del trono de Dios”. ¿Usted ve? El menospreció el sufrimiento presente a la luz de la gloria que venía más adelante.

Si tu quieres tener éxito en tu vida tu tienes que llenarte tanto de la imagen de lo que viene, que lo que estés pasando en el momento sea totalmente secundario. Joven, si tu quieres tener éxito, esto quiere decir que cuando tu estés pelándote las pestañas a las dos de la madrugada leyendo un libro para el examen que vas a tener el otro día, mientras tus amigos están viendo televisión o en el cine, o haciendo pocas vergüenza, tu digas ‘no,’; pero cuando ellos estén por allá vendiendo tenis en una fábrica, yo voy a estar en mi gran oficina y ganándome 300.000 dólares al año. “El gozo que viene....”. Tu pones el gozo delante de ti. Tu visualizas la bendición y entonces te pones a trabajar duramente, te disciplinas, te esfuerzas, pagas el precio ahora, pero mantienes la mirada puesta en lo que viene, la bendición que Dios tiene para ti.

Pero esa bendición futura tiene que ser tan real que tu puedas saborearla y gustarla en tu boca para que entonces el momento del sufrimiento actual, la disciplina actual no te sepa tan mal.

Muchos de nosotros estamos tan abrumados con lo que tenemos que pasar ahora que no podemos pensar en lo que tenemos después y debe ser todo lo contrario. El gozo, el triunfo que viene debe ser tan poderoso y tan real en nuestra vida que el padecimiento momentáneo sea totalmente secundario. ¿Entienden hermanos?

Esa es la diferencia de una persona triunfadora. Yo voy a hablar un poquito más acerca de eso. De paso les digo, no voy a estar el próximo domingo, es el último compromiso que tengo en mucho tiempo así grande, pero luego vamos a continuar con estos estudios y va a ser de gran bendición en nuestra vida. Dios quiere darnos los secretos del reino para gloria del Señor.

Póngase de pie y reciba la bendición en esta tarde que Dios quiere dar a su vida. Yo no he estado golpeando al aire en esta tarde, le he estado dando la palabra del Señor. Recíbala y créala en el nombre de Jesús. Creer grandes cosas, expandir nuestras expectativas. Creer que Dios está a favor de nosotros. Ser específicos y visualizar la gloria venidera para que nos anime y nos lleve hasta el triunfo final. Recibe la bendición.

Padre, te adoro. Padre, te bendigo, te doy gracias por tu palabra. Recibimos tu verdad, Señor. Nos alineamos con tu verdad en esta tarde. Créate un pueblo poderoso. Hemos declarado un pueblo exitoso, Señor. Hemos declarado un pueblo que funcione. Hemos declarado un pueblo de gente ejemplar. Hemos declarado un pueblo de personas que la gente los vea y diga ‘yo quiero ser como ellos’. Hemos declarado que tu palabra cae a la tierra y encarna, Señor, encarna en bendiciones concretas.

Y en esta tarde recibimos la semilla de tu plenitud y de tu gloria en nuestros corazones. Padre, yo lanzo esa semilla de tu palabra sobre las familias aquí representadas. Lanzo tu palabra sobre jóvenes, sobre adultos, ancianos y niños. Y declaro que veremos tu gloria, Señor, realizada. Bendice a este pueblo, Padre y créanos un pueblo poderoso para gloria tuya. Envidiable, Señor, que provoquemos celos a la sociedad al ver nuestras vidas exitosas y excelentes. Y a ti te daremos toda la gloria y toda la honra, Señor. Gracias, Jesús. Denle un aplauso al Señor en esta tarde. Gracias, Señor. Te adoramos. Te bendecimos, Señor.