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Capítulo 13, Romanos. Hace dos semanas tocamos la primera parte del Capítulo 13 de Romanos, entonces el domingo pasado lo separamos para meditar sobre la resurrección, siendo domingo de resurrección. Y esta mañana voy a completar el Capítulo, estaba debatiéndome si simplemente iba al 15, ya estamos llegando al final de este hermoso estudio de la epístola a los Romanos, a mi me ha bendecido muchísimo en lo personal, poder atravesar esa epístola tan profunda, tan rica, pero decidió, vamos a detenernos en la segunda parte del Capítulo 13. Me parece muy apropiado esta mañana que lo hagamos a la luz de todo lo que hemos recibido del Señor.
Recuerden que en Romanos hay dos partes, es como un libro en dos partes: la primera parte es una parte muy exaltada, muy teológica en su contenido. Una revelación acerca de la naturaleza del plan de Dios, el pecado de la humanidad, lo irredimible de la humanidad por sí misma, por sus propias obras, la necesidad de un salvador que es Cristo Jesús, la necesidad de la gracia de Dios, la pecaminosidad total del hombre así como también la gracia y la misericordia y la pureza, la santidad de Dios, muchas cosas bellas en esos primeros 12 Capítulos de Romanos. En realidad, 11 Capítulos, entonces en el Capítulo 12 en adelante hay una parte práctica, una parte de comportamiento, de conducta, de cómo debe ser la vida cristiana a la luz de lo que Dios ha hecho para traernos a su plan de salvación.
Y entonces el Apóstol Pablo entra en una serie de consejos, consejos prácticos, consejos yo llamo a ras del suelo, consejos para la vida cotidiana, de cómo debe ser nuestra vida a la luz del carácter excelso del plan de salvación y del trato de Dios con la humanidad. Entonces, en el Capítulo 13 vimos que en la primera parte, ustedes recordarán los que estuvieron aquí hace dos domingos, el Apóstol Pablo habla de respetar a las autoridades superiores, las llama él. Puede ser la autoridad civil, la autoridad gubernamental, puede ser la autoridad policíaca, puede ser respetar nuestras...., los que trabajan en las fuerzas armadas, los que protegen nuestra nación, los que tienen autoridad en una manera, pagar nuestros impuestos, respetar las leyes de tráfico, respetar las leyes civiles, todas estas cosas. Y decíamos que la postura fundamental del cristiano es una postura de respeto a la autoridad. Decíamos también que el Apóstol Pablo no solamente se limitaba a autoridad en el sentido de la gente que anda con un revolver o con una chapa o con un título gubernamental o algo así, sino también Pablo va más a fondo y es más abarcador en su llamado a respetar a la autoridad y dice, respeten a todas las autoridades.
Nuestro hermano cantaba acerca de su pastor y qué lindo que él honraba a su pastor, y él conserva esa, no tirando indirectas aquí por si acaso ¿no?, pero ahora, si quieren pues, usted sabe, eso no hace daño tampoco. El que tenga oídos para oír oiga, al buen entendedor... de paso mi cumpleaños es..... no, no.
Ahora lo que me toca a mi es que este joven llegó al conocimiento de Dios por medio de su pastor y su voz tiene una vibración especial cuando habla de su pastor. Y sabe que está en el Internet así que si tu quieres que tu pastor lo oiga allá en Honduras o lo vea, puedes ira nuestra página y decirle que él puede escuchar tu palabra de respeto para él, así que quizás él lo puede contactar en Honduras allá también a través del video.
Pero lo que a mi me conmueve es el deseo de este joven de honrar a su autoridad espiritual. Yo les decía a los jóvenes y a todos nosotros, honremos también a nuestros padres. Amen. ¿Cuántos creen eso? Honremos a nuestros abuelos, honremos a nuestros maestros, honremos a cualquier persona que ha tenido una influencia positiva en nuestra vida. Honremos a los hujieres y a los diáconos que trabajan en la congregación, nuestros ancianos, la gente que está en autoridad y que hace cosas.
Y por eso es que Pablo al final, en el versículo 7 de su meditación sobre autoridad dice:
“....Pagad a todos lo que debéis...”
Hasta entonces está hablando acerca de oficiales de la ley, pero en el un momento dice:
“....Pagad a todos lo que debéis, al que tributo, tributo; al que impuesto, impuesto.... –pero entonces dice,-.... al que respeto, respeto; al que honra, honra....”
En otras palabras, nunca te quedes debiéndole a nadie ningún tipo de respeto. Yo creo que hay mucha gente que tiene vidas problemáticas y vidas fracasadas y vidas impedidas en alguna dimensión porque no le están pagando, le deben a alguien algo, en términos de honra, de tributo, de respeto, de consideración.
Muchos jóvenes están viviendo vidas fracasadas, tienen un ‘stop payment’ en su cuenta de bendiciones celestiales porque no están pagando la honra y el respeto que deben a un maestro, a un padre, a una madre. La postura crítica irrespetuosa, resentida de un hijo contra un padre, una madre, siempre impide que la bendición de Dios corra a través de su vida. Ahora, cuando un joven, una joven honra a su padre y a su madre, lo bendice, bendice a sus maestros, a lso ancianos, se quita el sombrero ante las canas, eso hay una bendición especial para ello. Cuando usted respeta a un oficial de la ley es bendición.
Por eso él dice en el versículo 8, “.... No debáis a nadie nada, sino que el amaros unos a otros....”
De momento como que su meditación cambia, el giro.... así es que muchas veces Pablo escribe. Él está escribiendo allí rápidamente como cuando uno escribe una carta, de momento estás en una cosa y una palabra te tira a otra asociación y Pablo escribe así, muy espontáneamente. Entonces, él pasa de la autoridad y del respeto que hay que pagarle a la gente, del respeto a la autoridad y todo esto y dice, mira, no le debas a nadie nada, si tu le debes a alguien honra, págale honra; si le debes un cumplido, págale un cumplido; si le debes una palabra de ánimo a alguien, dale esa palabra de ánimo; si le debes un consejo a alguien, dale el consejo. No te quedes debiéndole a nadie nada, hermano.
¿Cuántos a veces nos quedamos debiéndole a alguien algo que debemos decir? Una palabra, ¿cuántos de nosotros nuestros padres murieron o un amigo falleció y se nos quedó algo? Caramba, si yo le hubiera dicho cuánto yo le amaba. Si le hubiera escrito esa carta, si le hubiera llamado por teléfono, si le hubiera sacado a cenar ese día que yo quería....
Y el Apóstol Pablo dice, no le queden debiendo a nadie nada. Si tu puedes hacer un bien, hazlo ahora. Si tu puedes llamar a tu mamá y bendecirla hoy, hazlo hoy, no lo hagas el día de las madres, ¿oK? Amen. No le envíes una tarjeta que pesa tres libras el día de la madre, y el resto del tiempo no le envías nada. Mira, distribúyela, dos onzas cada semana es mejor. Amen. No le envíes un ramo de flores que haya que meterlo por la puerta con mucho cuidado de lo grande que es el día de la madre, envíale un ramo cada mes. Amen. Y distribuye. No le debas a nadie nada. Bendice a la gente con algo.
Entonces dice: “..... No le deban a nadie nada sino que el amarse unos a otros....”
¿Por qué Pablo dice eso? Porque uno se puede poner a veces muy como técnico, ah, bueno le debo a fulanito tal cosa, al otro... y Pablo dice, ¿sabes qué? ¿sabes lo que te va a guiar para tu darle a la gente lo que se merece en cualquier situación? El amor. El amor es como un radar que te enseña lo que tu debes hacer en cualquier situación con las personas. A veces el amor exige que tu le digas la verdad a alguien, pues le pagas la verdad. A veces el amor exige que tu le des estímulo a alguien, dale una palabra de estímulo. A veces el amor exige que tu le des un consejo o un cumplido o le pagues respeto, paga respeto. El amor es una orientación maravillosa para dirigir a la gente a hacer lo correcto.
Y de paso, cuando dije eso me vino inmediatamente a mi mente la asociación mental, y creo que es espiritual, de que creo que entiendo mejor lo que dice Pablo cuando habla acerca de las cualidades del amor. Dice que el amor no hace nada indebido, dice también que el amor, hay otra palabra que estoy buscando aquí, no es indecoroso, no es indecoroso. Y la palabra indecoroso quiere decir que no hace nada inconveniente, no hace nada inapropiado.
Yo creo que cuando la persona tiene amor en su corazón como que siempre sabe cómo orientarse en los ambientes y como que siempre sabe cómo relacionarse con las personas. Puede estar en la China y sabe cómo comportarse aunque no sepa todas las costumbres de los chinos, porque el amor es como una forma de tu ponerte a tono con el otro, de tu identificarte con el otro. Y al tu conocer su corazón, lo que hay en su mente y en su espíritu, porque el amor te entra de una vez en las vibraciones interiores de la persona, tu sabes cómo tratar a esa personas. Tu te pones en su lugar, y tu sabes ya como instintivamente cómo esa persona piensa. Entonces tu sabes si esa persona necesita una palabra de cariño, de estímulo, de respeto, de consejo o lo que sea.
Por eso es que yo creo que Pablo aquí en Romanos 13 dice eso, “....porque el que ama el prójimo ha cumplido toda la ley....”
En otras palabras, Pablo siempre resistía el legalismo como Jesús también, porque los judíos se ponían muy técnicos. Bueno, debo perdonar a mi hermano por esto, por lo otro, debo pagarle tal cosa al otra, entonces se ha convertido en una cantidad de reglas. Y al Pablo decir, denle a la gente lo que le deben, podía caer uno en esa cuestión de bueno, qué es lo que le debo, cuánto y qué. Pablo dice, mira, al final de cuentas, no se trata de hacer cálculos allí con una calculadorita, no, no, simplemente deja que el amor te guíe. Y si el amor está en tu corazón y el deseo de bendecir a los demás eso te va a orientar y tu vas a saber exactamente qué hacer en situaciones con las personas.
Y por eso él dice, “....y porque el que ama el prójimo ha cumplido toda la ley, porque no adulterarás, no matarás, no hurtarás, no dirás falso testimonio, no codiciarás y cualquier otro mandamiento en esta sentencia se resume: amarás a tu prójimo como a ti mismo.”
El amor no hace mal la prójimo así que el cumplimiento de la ley es el amor. En otras palabras, cuando tu amas verdaderamente, cuando un hijo ama a su padre, no hay que estarle diciendo, respeta a tu padre. Cuando hay un amor sincero, de corazón, amor legítimo, amor auténtico, ese hijo va a amar y va a honrar a su papá, porque va a haber el deseo de no hacer nada que le haga daño a su padre o a su madre, que ofenda, que avergüence, que traiga dolor a su corazón.
Entonces, Pablo dice, miren, déjense guiar en vez de estar por allí, págale el respeto al policía, o al que hace esto, al que hace lo otro, no, quien quiera que sea, a veces una persona humilde.... Francis que trabaja allá en el estacionamiento, él no tiene un badge, no tiene una chapa aquí, no le veo un revolver, no es una persona rica o increíblemente educado, ah, yo no tengo que..... No, hay algo que tu le tienes que pagar, el amor te va a poner a tono con lo que él necesita, y tu le vas a dar a ese joven una palabra de ánimo, de gratitud, o respeto porque está haciendo un trabajo útil e importante. El amor es la ley principal, hermanos. Ojalá que nosotros podamos decirle, Cristo haz que tu amor habite en mi corazón siempre.
El amor es la esencia, es lo que culmina todo. Muchas de los consejos y las listas que hay en la Escritura de comportamiento, siempre concluyen con el amor como lo culminante. El amor es la cúspide de todas las virtudes.
Pero hay algo todavía más importante que yo quiero tratar antes de terminar y es lo que queda de esa pasaje, comenzando con el versículo 11 al versículo 14 y es acerca de la vida de pureza y de santidad a la cual Dios nos llama como hijos de él, y el trato que el Apóstol Pablo le da a ese tema es muy lindo, muy importante y me cautivó y quiero compartirlo con ustedes. En el versículo 11, Romanos 13 dice, bueno vamos al 10
“....el amor no hace mal al prójimo así que el cumplimiento es el amor, -entonces dice- y esto conociendo el tiempo que es ya hora de levantarnos del sueño, porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. La noche está avanzada y se acerca el día, desechemos pues, las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz. Andemos como de día, honestamente, no en glotonería y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidia, sino vestios del Señor Jesucristo y no proveáis para los deseos de la carne.”
Hay muchos textos como este donde se le llama al creyente a dejar atrás el comportamiento del hombre sin Dios, de la mujer no tratada por Dios, que no conoce a Jesucristo y de adoptar una vida diferente, una vida radicalmente otra al comportamiento del hombre que describe Pablo, de hecho en el Capítulo 1 y 2 de Romanos. Esa gente que se ha desbocado tras el pecado, tras el vicio, que han perdido toda vergüenza, que se han entregado y se gozan con todos los que pecan y ya no tienen freno, están consumidos por un apetito carnal que los lleva a hacer esto y lo otro y ya no tienen control y están totalmente alejados de la vida de Dios.
Y Pablo dice, ahora ustedes hijos de Dios que han sido sanados por Dios, por Cristo Jesús, tienen el Espíritu Santo dentro de ustedes, tienen que vivir una vida muy diferente. Y eso es lo lindo, y el enfoque que Pablo le da es muy interesante, porque él dice:
“... y esto, conociendo el tiempo...”
Yo hice unas notitas aquí porque tengo unos versículos que quiero que noten acerca de esto, “conociendo el tiempo”. ¿Qué tiempo? ¿De qué está hablando él? Está hablando del hecho de la venida de Jesucristo. Él está poniendo el comportamiento cristiano de pureza y de santidad y de corrección, a la luz del hecho de que Cristo viene, de que su venida se acerca. ¿Cuántos creen que Cristo vendrá y que viene pronto? Amen.
Los primeros cristianos vivían posesionados por esa idea de que Cristo venía pronto. Ya dos mil años después eso como que se ha ido atenuando un poco pero yo si creo, hermanos, que Cristo está a las puertas. Todas las señales están allí. Y yo creo que de todas maneras el pueblo de Dios siempre tiene que vivir esperando que Cristo va a venir en cualquier momento.
El Señor Jesucristo dijo una parábola, precisamente, anticipando el hecho de que iba a tomarse su tiempo, y Pablo de hecho hizo una corrección en otro pasaje de los que creían que Cristo venía mañana y dejaron de trabajar y dejaron de hacer esto. Y Pablo dijo, no, no, eso no es tan fácil, hay unas señales claras, primero tiene que venir el anticristo, tiene que pasar ciertas cosas, y entonces vendrá el Señor en su gloria. Miremos los tiempos, miremos la corrupción de la humanidad, miremos el aceleramiento de los tiempos, por las guerras, rumores de guerra, hambre, terremotos. Hubo un terremoto hace poco en México, el global warming y cantidad de cosas, la naturaleza se rebela. Hay muchas cosas, todo como que se está acelerando en la historia de la humanidad. El hombre se está poniendo cada vez más corrupto, más alejado de Dios, se permiten más libertades, la naturaleza está en conmoción, las naciones se amotinan una contra otra, hay rebeldías y revoluciones por dondequiera. Todo esto nos anuncia que los tiempos se están acelerando. El tiempo se está acercando.
Y yo creo que esta palabra del Apóstol Pablo es más importante que nunca. Una de las cosas que Pablo enfocaba muchas veces cuando hablaba de la santidad y de la vida que debíamos llevar era eso: a la luz de la venida de Jesucristo, a la luz de esa eternidad que está rodeándonos y que está apegándose a nosotros cada día más, vivamos un estilo de vida que nos prepare para esa venida de Jesucristo. Aprovechemos el tiempo.
Hay un himno que me ha estado... y desgraciadamente no creo que lo tenemos, si lo tuviéramos llenaría mi copa:
“Pronto la noche viene, tiempo es de trabajar...”
No recuerdo la demás letra, pero es uno de esos himnos antiguos que yo quisiera que cantáramos en nuestra congregación porque son himnos preciosos y tienen tanto significado que no se pueden perder. Pero, el Apóstol siempre hablaba eso de que nosotros tenemos que vivir la vida con un ojo y un oído puesto hacia la segunda venida, hacia esa trompeta que ha de sonar un día.
Y por eso el Señor en su parábola acerca de las vírgenes fatuas y las vírgenes sabias, él dijo, no sean ustedes como aquellas vírgenes necias que cuando el esposo se suponía que llegara, ellas dijeron, ah, él no va a llegar por ahora, porque allá no había televisión, no había teléfono, no había Internet, no había celulares. Cuando llegaba el novio, para que se diera la boda, venía quizás de otra aldea, otro pueblo, y la gente no sabía a qué hora iba a llegar. Podía llegar a mitad de la noche y ¿cuántos saben, los que vivían en campos en nuestros países? A veces sabíamos que venía un familiar pero no sabía a qué hora llegaba. ¿Alguien recuerda eso? Ok, alguno por lo menos se atreven a decir que sí. Y uno sabía que iba a llegar pero no sabía a qué hora, a veces llegada a las 11 de la noche, a veces a la 1 de la mañana, a las 2 de la mañana y había que levantarse para hacerle un cafecito o algo y comieran algo antes de irse todo el mundo a dormir. Veo que algunos se sonríen, parece que saben de qué estoy hablando.
Era aún más fuerte esa idea y entonces el Señor dijo, ‘no sean como las vírgenes esas que estaban esperando ya para que se celebrara la boda y llegó el novio con todo su acompañamiento y estaban todas ahí durmiendo, y no tenían aceite, no estaban preparadas sus lámparas para iluminar la noche para recibir al que se iba a casar. Y entonces, asimismo somos nosotros.
Dice el Apóstol Pablo o Pedro, que será como en el día de Noé, ¿o fue Jesús que lo dijo? El caso es que será como el día de Noé. Es temprano, hermanos, denme un break por favor. Que estaban comiendo, bebiendo, celebrando y vino el diluvio y los arrobó a todos. Así será la segunda venida de Jesucristo, y la gente dirá esos son cuentos de hadas, ya eso pasó hace tiempo, ya hay que olvidarse de eso, dos mil años llevan estos cristianos diciendo que Jesús viene y nunca se ha aparecido. Olvidémonos de eso, eso es un mito. Pero ¿saben qué? un día oiremos la trompeta tocarse y veremos, dice, que todo ojo le verá y vendrá en las nubes, rodeado de sus ángeles y sus arcángeles y habrá gente celebrando bodas y sus fiestas y habrá guerras, y la gente estará en sus trabajos, pero será el momento en que Dios abrió la carta y le dijo a su Hijo, ‘ahora es, ve y toma la autoridad y recibe todo lo que yo te he prometido y toma lo que es tuyo’.
Vendrá ese día, y la palabra dice, no sean ustedes sorprendidos como van a ser sorprendidos los demás, sino que vivan vidas que cuando llegue la trompeta, ustedes en vez de ir a esconderse debajo de las piedras como dirán algunos, ‘piedra, escóndannos’, ustedes dirán, ‘Ven, Señor Jesús, ven, estamos listos para esperarte. Yo estoy listo. Tengo mi pasaporte arreglado, tengo mi visa y tengo todo lo que necesito. Llévame contigo porque estamos preparados, estamos viviendo vidas, estamos redimiendo el tiempo. Estamos haciendo lo que tenemos que hacer’.
No tenemos que avergonzarnos. No tenemos que temer mirar el rostro. No tenemos que temer comparecer ante su trono, porque sabemos que estamos cubiertos con la sangre de Jesús y estamos trabajando todo lo que podemos para agradar a nuestro Padre Celestial. Estamos viviendo vidas en todo lo posible,...
Ah, las palabras del himnos están listas, gloria a Dios. Lo vamos a cantar entonces, ojalá que no se me olvide después de todo esto que he hecho. Amen.
Entonces, hermanos, dice, y esto “...conociendo el tiempo que es ya hora de levantarnos del sueño porque ahora está más cerca de nosotros nuestra salvación que cuando creímos. Gloria al Señor.”
Y eso es cierto. Está más cerca porque tu te convertiste quizás hace un año, 10 días, una semana, estás un poco más cerca de la venida de Jesucristo, así que es hora de despertarnos del sueño. El cristiano no se supone que esté durmiendo, hermanos. A Dios le gusta la gente diligente, a Dios le gusta la gente esforzada y valiente, la gente que está trabajando para el Señor, la gente que está invirtiendo bien su tiempo, que está usando sus talentos, usando su dinero, usando su profesión, usando sus fuerzas, trabajando, avanzando el Reino de Dios. Así es que Dios quiere que tu vivas y que yo viva.
Nosotros tenemos que estar viviendo, hermanos, como que, hey, yo ya se que este mundo eso es pasajero, todo lo que la gente se mata por acumular y tener, todo eso se va a quemar en un momento. Dice que los elementos mismos arderán y la tierra se derretirá, las nubes se derretirán, los átomos que componen el universo y la materia se derretirán y Dios tendrá que hacer cielos nuevos y tierra nueva. Todas las pinturas de los grandes pintores de van a derretir y van a arder, todos los grandes carros que la gente paga decenas de miles de dólares para comprarlos se van a derretir, los edificios rascacielos se van a deshacer. La misma materia, las piedras, se van a derretir como lava y van a desaparecer todo para que Dios pueda hacer un cielo, una tierra, una atmósfera nueva, que no tenga ni una mancha de pecado en ella. Y todos los afanes, y todos los esfuerzos, y todas las lágrimas y todo aquello por lo cual la gente se deshace y se mata, dejará de tener significado porque todo ese sistema habrá pasado.
Entonces nosotros tenemos que vivir entendiendo eso, y tenemos que vivir vidas consagradas al Señor. Lo que vivimos, lo que hacemos, lo que invertimos, tenemos que hacerlo a la luz de esa eternidad en la cual nosotros vivimos, a la luz de lo que va a suceder. Nosotros no podemos vivir como si este mundo es todo. No podemos vivir como la gente que toda su vida está encerrada en la burbuja del tiempo y del espacio. Nosotros somos seres de la eternidad. Gloria al Señor. Y por lo tanto no nos preocupamos por cositas que a los hombres aquí los ofuscan y los obsesionan. Nosotros sabemos que todo eso es pasajero, como dice el escritor de Eclesiastés: “... vanidad de vanidades, todo es vanidad”.
El que está poseído por una perspectiva eterna y el que sabe que Cristo vendrá un día y que esa venida es más pronto que tarde, tiene que vivir en una forma diferente a como viven los demás. No podemos vivir ahí adorando nuestro ATM, oh, adorado ATM, cuánto te bendigo cuenta de banco. Glorificada seas, protegida de todo pastor que quiere tu dinero. No, no podemos adorar esa máquina. Nuestra adoración está rendida al Cristo eterno, al Cristo que es el mismo ayer, hoy, por los siglos que vienen y que vendrán. ¡Aleluya!
Tenemos que vivir a la luz de esa eternidad. Si, hermanos, eso quiere decir, por eso tenemos que esforzarnos, tenemos que vivir esa vida que Dios quiere que vivamos, la noche está avanzada, dice el Apóstol Pablo, y se acerca el día. Gloria al Señor.
¿Sabe qué? Parece que el sol está brillando allá afuera pero es de noche espiritualmente. El príncipe de las tinieblas rige este mundo, gobiernan las tinieblas. Los gobernadores de las tinieblas de este siglo, dice el Apóstol Pablo. Hay una tiniebla espiritual que gobierna esta humanidad. Los sistemas económicos, los sistemas judiciales, los sistemas gubernamentales, los sistemas militares están gobernados por un príncipe, un espíritu, una actitud, una mentalidad que no es la divina, no es la de amor, no es la generosidad, no es la justicia, no es la de santidad de Dios, es una economía completamente diferente a la que rige la humanidad, es el espíritu tenebroso el que gobierna el corazón y los sistemas del hombre.
Pero, dice el Apóstol Pablo, que se acerca el día. Viene un momento en que las tinieblas serán rajadas, serán disipadas y el sol de Dios alumbrará a la humanidad por el resto de la eternidad. Y ese día se acerca.
Entonces él dice, “.....desechemos pues, las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz” Gloria al Señor. ahí está el corazón de ese texto, desechemos pues las obras de las tinieblas y vistámonos las armas de la luz porque el tiempo se acerca. No es para que nosotros vivamos, hermanos, adormecidos. La noche es el tiempo para dormir. Nosotros tenemos que vivir, somos habitantes del día, no de las tinieblas.
Asimismo dice un pasaje que ahora no recuerdo, dice que nosotros no somos de las tinieblas sino que somos de la luz. Es más, dice, no somos ni de la noche ni de las tinieblas,
sino que somos de la luz. Creo que es Primera de Tesalonicenses, 5:5 si no me equivoco. Déjenme ver si está ahí todavía.
“.... porque todos vosotros sois hijos de luz e hijos del día, no somos de la noche, ni de las tinieblas...” Gloria al Señor.
¿Sabe eso? Tu no habitas las tinieblas, a los demonios del gusta habitar las tinieblas. Cuanta maldad y cuanto crimen se hace ¿dónde? En las tinieblas. Los ladrones esperan las tinieblas. Las cucarachas les gustan las tinieblas, ¿si o no?. Por tanto no durmamos como los demás, sino velemos y seamos sobrios. Todas las alimañas y las cosas dañinas, las serpientes, las cosas malas, en la noche es que hacen su poca vergüenza. Váyase a la selva, y cuando uno lee National Geographic, ¿sabe cuándo es que los grandes animales hacen su cacería? En la noche. La noche es donde habita la muerte, donde habita el mal, donde habita el pecado, donde habita la maldad.
Y Pablo dice, ustedes no son de la noche ni de las tinieblas, ustedes son gente de la luz. El cristiano tiene que ser transparente. El cristiano no puede vivir con cosas escondidas, hermanos, el cristiano tiene que ser ahí, su palma, el corazón lo tiene en la mano. La gente debe saber lo que él es, lo que ella es. No debe estar esperando que le va a meter una puñalada por la espalda si se la voltea. El cristiano debe ser una persona que su si es si y su no es no, una persona que usted sabe que le puede confiar su vida y su reputación, su nombre yu su propiedad y esa persona va a tener eso como un tesoro, porque es una persona francas, es abierta, es de la luz, no es de las tinieblas ni de la noche.
Entonces, Pablo nos llama a una postura de franqueza, de apertura, de buen comportamiento, de cosas que no tienen que estar escondidas, no cosas de las cuales tenemos que arrepentirnos, sino vivir vidas que seamos cartas abiertas.
Dice, “...andemos como de día, honestamente, no en glotonerías y borracheras, no en lujurias y lascivias, no en contiendas y envidias.....”
¿Ve? Él está dando muestras de cuál es el tipo de comportamiento que pertenece a las tinieblas y a la noche. Él no está haciendo una lista exhaustiva de pecados, pero dice, estos son los tipos de pecado que la gente comete cuando pertenece a las tinieblas, cuando su naturaleza es de las tinieblas, del demonio, del infierno, de las cosas tenebrosas a las cuales ustedes no debe asociarse. El comportamiento, la vida de ustedes debe ser radicalmente opuesta a todo eso.
Entonces, hay muchos pasajes donde se habla acerca de ese tipo de comportamiento que nosotros debemos, en todo lo posible, evitar y pedirle al Señor que nos ayude. Mire Efesios, por ejemplo, Capítulo 4, versículo 17, dice:
“...Esto pues, digo y requiero en el Señor, que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, -¿ve ahí las tinieblas?- ajenos de la vida de Dios...”
Dice más adelante “..... en cuanto a la pasada manera de vivir, despojaos del viejo hombre que está viciado conforme a los deseos engañosos...”
Entonces, otro en Capítulo 5 dice, versículo 3: “... pero fornicación, toda inmundicia, avaricia, ni aún se nombre entre vosotros como conviene a santos ni palabras deshonestas, necedades, truhanerías que no convienen, sino antes bien acciones de gracia porque sabéis esto que ningún fornicario inmundo, avaro e idólatra tiene herencia en el reino de Cristo y de Dios. no seáis pues partícipes con ellas....”
Dice, mire, versículo 8, dice “... porque en otro tiempo erais tinieblas más ahora sois ¿qué? luz en el Señor. Andad como hijos de luz.....”
Versículo 11, “.... y no participéis en las obras infructuosas de las tinieblas sino más bien reprendedlas....” –versículo 13- “..... más todas las cosas cuando son puestas en evidencia por la luz, son hechas manifiestas porque la luz es lo que manifiesta todo, por lo cual dice, despiértate, tu que duermes y levántate de los muertos y te alumbrará Cristo. Mirad pues con diligencia como andéis, no como necio, sino como sabios....”
Mire aquí otra vez el concepto este: “..... aprovechando ¿qué? bien el tiempo porque los días son malos....”
¿Usted ve la conexión aquí entre comportamiento puro, santo, agradable al Señor, conciencia del tiempo que está pasando, conciencia de que hay que aprovechar el tiempo en buenas obras porque el tiempo se está pasando?
La idea es eso: tenemos que invertir nuestro tiempo en cosas que vale la pena: conocer más del Señor, prepararnos para predicar el Evangelio, trabajar para la obra de Dios, adorar al Señor. A mi me encanta esa gente que no se pierde, como dicen, ni un baile de muñecas. Están en el servicio de los miércoles, el domingo, a veces se quedan hasta en los dos servicios, van de parranda a todas los servicios de oraciones que hay, están en las células, discipulado, todo, y no se pierden nada porque aman al Señor y están redimiendo el tiempo. No es que usted tiene que hacer eso necesariamente pero eso es como un símbolo del nivel en el cual nosotros tenemos que vivir. Hay que redimir el tiempo. Hay que aprovechar el tiempo: “despiértate tu que duermes”.
Aquí hay que decirle a muchos, despiértate. Dile a tu hermano tuyo a tu lado, ‘Despiértate, tu que duermes y te alumbrará Cristo’. Gloria al Señor. Amen.
Tenemos que despertarnos, tenemos que ser activos. Tenemos que ser dinámicos. Tenemos que invertir. El cristiano, hermanos, no está llamado a desperdiciar la vida. Yo le voy a pedir a los músicos que pasen por acá rápidamente. Gracias, hermanos.
Dios nos llama a disfrutar pero también nos llama a invertir y a trabajar duro para la obra del Señor, a vivir una vida de santidad y a vivir una vida de actividad. Oh, pues qué bien salió eso. Santidad y actividad. Gloria al Señor. Estoy inspirado esta mañana.
Hay que vivir una vida sana, que nos de fuerza, que nos ayude a descansar bien. Tenemos que comer comida saludable y buena, razonable. Tenemos que hacer nuestros ejercicios, tenemos que invertir el tiempo en buena diversión, sana diversión, escuchar música sana. Si vamos a ver una película, que sea una película sana, y entonces vamos a estar fuertes, gozosos, enérgicos para servir al Señor y darle todo lo que tenemos. Gloria que Dios. Eso es hermoso.
Es una vida preciosa, hermanos, sabiendo que el tiempo es corto, pronto la noche viene. Un día la iglesia va a ser perseguida posiblemente. Ya hay persecución de la iglesia en muchos países del mundo. Aquí, aún en esta nación, ya hay gente que le encantaría perseguir a la iglesia. Hay mucha gente que odia a Cristo y odia a la iglesia y ese espíritu de odio a la iglesia cristiana está allí esperando como una bestia listo para saltar en cualquier momento, y cuando el Señor le de un poco de libertad lo va a hacer y Dios tiene sus razones por las cuales va a permitir eso.
Y el Apóstol Pablo dice, trabajen mientras puedan. Vivan un vida santa porque se acerca el tiempo. Cristiano, no te olvides de la segunda venida de Jesucristo. No te olvides de que Cristo viene. No te olvides de que un día todo esto perecerá. No te olvides que tu ciudadanía no está en este país ni en tu país natal, está en el cielo. ¡Aleluya! Tu ciudadanía es la eternidad. Tu eres un extranjero, tu eres un peregrino aquí en la tierra. Nosotros vamos hacia esa ciudad no construida de manos, esa patria celestial y por lo tanto tenemos que vivir aquí como los que están simplemente esperando que nos llamen.
Cuando usted va al aeropuerto, usted está a cada rato escuchando cualquier anuncio, ¿si o no? para saber si hay algo que tiene relevancia a su viaje. Ya está chequeando siempre la pantalla a ver si su vuelo lo cambiaron o lo que sea. Usted está ahí mirando la hora porque no quiere que se le escape su avión, ¿si o no? Así tenemos nosotros que vivir, de vez en cuando mirando hacia arriba: ¿será hoy que viene Cristo? Y estoy yo viviendo la vida que me permitirá mirarlo y decir, Señor, estoy preparado. Ven Señor Jesús.
Vivamos vidas diligentes. Vivamos vidas consagradas, vivamos vidas activas. Vivamos vidas esforzadas al Señor, entregados al Señor para que podamos estar entusiastas acerca de la idea de la segunda venida de Jesús.
Vamos a ponernos de pie, hermanos, hoy en tu corazón toma un momento para renovar en tu espíritu el sentido de la venida de Cristo. Yo lo tengo que hacer, porque uno se mete tanto en los afanes aún del ministerio y de la vida, que es fácil uno.... si, él va a venir pero quién sabe cuándo y que esto y que lo otro. No, no, tenemos que volver a recordar: Cristo viene. Cristo viene. Cristo viene. Y tenemos que decir, ven Señor Jesús.
Una de las últimas palabras de la Escrituras es eso: Ven Señor Jesús. Tenemos que pedirle al Señor ahora mismo, pídele ahí en tu corazón, ‘Padre, recuérdame día tras día que Cristo viene, mientras esté en la oficina, en la escuela, lavando los platos en la casa, mientras esté limpiando el piso de mi casa, mientras vaya manejando en el rush de las 5 de la tarde, y en los apretamientos de la carretera, que yo pueda recordar que Cristo viene pronto. Cuando tenga que dar mi diezmo, cuando tenga que invertir en la obra del Señor, cuando tenga que trabajar para ti, cuando tenga que hacer algo que no quiero hacer para ti, Señor, ayúdame a recordar, Cristo viene pronto. Tengo que redimir el tiempo. Tengo que aprovechar el tiempo. Tengo que recordar que las tinieblas se acercan, que pronto viene el día en que no será tan fácil moverse y también que viene el día en que explotará la luz de Cristo y toda la tiniebla de este mundo será disipada y reemplazada por esa ciudad que no necesita sol porque la presencia de Cristo, de Dios, alumbra.’
¡Aleluya! Así que Padre, séllanos en esta mañana con la conciencia de la segunda venida de Jesús y ayúdanos a vivir a ese nivel de pureza, de integridad y de actividad y diligencia, Señor, para gloria de tu nombre, viviendo en amor, viviendo en santidad, viviendo en consideración unos con los otros, Padre, transparencia, simpleza, sencillez. Esas palabra tan convenientes para un hijo tuyo, Señor. Gracias, te adoramos y te bendecimos.