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Apocalipsis 12:11, el versículo 11 en particular va a ser el centro del apoyo de mi mensaje porque eso fue lo que más me atrajo. Pero vamos a leer el contexto alrededor de ello comenzando con el versículo 7, pero voy a leer el versículo 11 primero. I’m going to read verse 11 first. Versículo 11, Capítulo 12 de Apocalipsis, dice la palabra del Señor, “... y ellos le han vencido por medio de la sangre del cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte....”
Vamos al versículo 7 ahora del Capítulo 12, dice allí: “... después hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y luchaban el dragón y sus ángeles. Pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero. Fue arrojado a la tierra y sus ángeles fueron arrojados con él. Entonces oí una gran voz en el cielo que decía, ahora ha venido la salvación, el poder y el reino de nuestro Dios y la autoridad de su Cristo, porque ha sido lanzado fuera el acusador de nuestros hermanos, el que los acusaba delante de nuestro Dios día y noche, y ellos le han vencido por medio de la sangre del cordero y de la palabra del testimonio de ellos y menospreciaron sus vidas hasta la muerte, por lo cual alegraos cielos y los que moráis en ellos. Ay de los moradores de la tierra y del mar porque el diablo ha descendido a vosotros con gran ira sabiendo que tiene poco tiempo....”
Bendiga el Señor su santa palabra. Yo no sé cuán largo va a ser este sermón o cuán corto va a ser, digo eso porque en realidad lo que tengo es un pensamiento y una palabra que el Señor puso en mi corazón mientras pensaba de qué hablarles y qué compartir con ustedes en esta mañana. Hubiera podido continuar relativamente fácilmente con la serie de sermones que hace tiempo atrás inicié con respecto a las grandes verdades de la fe cristiana, la última vez recuerdo que hablé acerca de la deidad de Jesucristo que es una de las grandes, grandes enseñanzas de la fe cristiana ortodoxa. Y decíamos que cualquier religión que se llame cristiana que niegue que Jesús es Dios que tiene la esencia de Dios y que es la segunda persona de la Trinidad no es una religión fidedignamente cristiana, no es históricamente cristiana, está fuera de la ortodoxia cristiana, y es una verdad muy importante.
Y en un sentido ese pasaje que estoy tratando también se podría considerar, si lo vemos en cierta manera, como parte de esas verdades importantes porque nos habla acerca de la segunda venida de Cristo, los eventos de los últimos tiempos. Y no acostumbro hablar mucho de eso y creo que debiera, y sé que en algún momento Dios me va a motivar más a ir en esa dirección, pero mientras le pedía al Señor, porque no me gusta simplemente predicar por inercia y escoger cualquier pasaje porque he predicado otro sermón y simplemente voy a escoger esto porque lo conozco y es la palabra de Dios. no me gusta predicar genéricamente sino de algo que verdaderamente Dios pone en mi corazón.
Cuando le pedí al Señor mientras estaba orando me vino a la mente una expresión bíblica, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Eso fue todo lo que me cruzó por la mente rápido. E hice un cálculo mental allí, y dónde está eso y recordé que estaba en Apocalipsis. Busqué mi concordancia y encontré el pasaje y aquí está en el Capítulo 12, versículo 11 dice que ellos menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Allí hay en el versículo 11 hay tres cosas de hecho que son las que permiten que esos ‘ellos’. ¿Quiénes son esos ‘ellos’? Evidentemente, los hijos de Dios, los santos de Dios, la iglesia de Jesucristo, los que seguimos a Jesús, ese pueblo escogido por Dios sanado y salvado por medio de Jesucristo, ellos han vencido, ¿a quién han vencido? Han vencido a Satanás. ¿Y cómo lo han vencido? Por medio de qué instrumentos. ¿Cuáles son las armas que ellos, la iglesia de Cristo, los santos de Dios, han empleado para vencer a Satanás?
Yo veo tres cosas aquí, tres elementos, tres armas que los hijos de Dios usan para vencer los ataques de Satanás. El primero dice la sangre del cordero. El segundo elemento dice, la palabra del testimonio de ellos, dice, y de la palabra del testimonio de ellos. Y en tercer lugar dice también, y menospreciaron sus vidas hasta la muerte. Tres armas espirituales con las cuales nosotros vencemos al enemigo.
Ahora, déjenme poner esto en contexto para no forzar tampoco demasiado la palabra, aunque el texto es un texto precioso, se sostiene por sí mismo también. Pero para información y educación de todos nosotros el Apóstol Juan en su exilio en la isla de Padmos tiene una visión como sabemos los que hemos leído el libro de Apocalipsis, tiene una visión extendida, una visión que no sabemos cuánto tiempo duró o si fueron una serie de visiones que él tuvo durante su exilio. No estamos seguros, el libro del Apocalipsis, de hecho la palabra Apocalipsis quiere decir revelación o correr el velo, es como una invitación que nos hace Dios para mirar detrás del velo lo que está allí escondido para los últimos tiempos.
El Apóstol Juan simplemente vio como en una pantalla, en un éxtasis, vio una cantidad de imágenes, él mismo yo creo que no sabía la mitad de lo que estaba viendo. Muchas veces la gente tiene sueños, tiene una visión, escucha una palabra de revelación y no sabe lo que quiere decir, simplemente Dios da una palabra y entonces tenemos que buscar la revelación. A veces Dios nos da un mensaje en lenguas y nosotros mismos quizás no lo entendamos y hay que pedirle al Señor, como dice el Apóstol Pablo, la facultad para poder interpretar lo que estamos escuchando o experimentando, o viendo.
Y Juan vio una cantidad de imágenes y él mismo, lo que él hizo fue registrar fielmente lo que él había visto y muchas de esas revelaciones que encontramos en el libro de Apocalipsis son, algunas de ellas son bastante claras, otras son muy misteriosas. Se usa una cantidad de simbolismo tremendo, números simbólicos en cantidades, como que toda la simbología de la Biblia está metida en el libro de Apocalipsis. A veces no sabemos si las visiones son en secuencia lógica de tiempo, una detrás de la otra, o si son simplemente como imágenes que no están puestas en el orden cronológico correcto y entonces uno tiene, el lector, el explorador de la Escritura tiene que pedirle al Señor que le de sabiduría de cómo concatenar, y cómo poner las diferentes revelaciones en orden lógico que concuerden una con la otra.
El libro del Apocalipsis ha sido un libro muy controversial, hombres y mujeres de Dios con mucho entendimiento de la palabra se han estrellado muchas veces contra las imágenes simbólicas y los misterios que encierra el libro de Apocalipsis.
Yo creo que ninguna persona sabia y prudente debe hacer demasiadas observaciones muy seguras acerca del libro de Apocalipsis. Yo creo que nos conviene tener mucha humildad y sugerir cosas y respetar a aquellos que difieren de nosotros siempre y cuando sea dentro del marco bíblico. Pero hay muchas cosas que no podremos entender acerca de ese maravilloso y misterioso libro.
Pero aquí tenemos, sí algo que nos dice, hay una escena aquí que definitivamente podemos decir que es ya en un tiempo avanzado de la historia humana y del reloj de Dios. Algunos piensan que es el tiempo de la gran tribulación cuando creyentes y seguidores de Jesucristo van a ser perseguidos. Una de las grandes controversias y no me quiero perder en la controversia, pero el problema con Apocalipsis es que si usted lo va a enseñar sabiamente tiene que por lo menos decir algo específico, un contexto, y muchas veces hay diferencias de opinión al respecto.
Una de las grandes controversias que hay con respecto al libro de Apocalipsis es acerca de la gran tribulación. Muchos cristianos sobretodos los cristianos evangélicos que han sido evangelizados por misioneros norteamericanos en nuestros países, el mundo pentecostal, creen que la gran tribulación pasa después que la iglesia ha sido arrebatada, lo que se llama el rapto. Que primero viene el rapto, la iglesia de Jesucristo es arrebatada al cielo y entonces el diablo es soltado para perseguir a los que se quedan sobre la tierra y allí muchos se dan cuenta, cuando la iglesia es supuestamente raptada, se dan cuenta de que se han equivocado al no aceptar a Jesucristo y se entregan al Señor y estos son los que son perseguidos por el diablo mientras la iglesia está allá arriba, a salvo de la persecución demoníaca que esa gran tribulación que dice el libro del Apocalipsis que vendrá sobre la tierra ya en los últimos tiempos antes de la venida de Jesucristo.
Déjenme decirle algo, y de nuevo yo ni siquiera debiera meterme en esa controversia porque no quiero causarle demasiada confusión a muchos de ustedes. A través de los años yo personalmente he predicado, y no solamente yo sino muchos estudiosos de la palabra, que aman al Señor y que son muy bíblicos en muchas cosas y que tienen un entendimiento grande de la palabra, yo personalmente creo que la iglesia va a estar sobre la tierra durante la gran tribulación, y que eso es parte, y que bíblicamente en mi opinión no hay manera de que a menos que uno no haya sido enseñado previamente acerca de la doctrina diferente de que la iglesia no va a estar en la gran tribulación, cuando usted lee el texto desde Mateo sobre todo, hasta Apocalipsis, y aún en el libro de Daniel y en otras partes de los profetas, usted descubre que la iglesia va a pasar por gran persecución, y a mí no me quita absolutamente nada de sueño ni me hace dudar de la misericordia y la bondad de Dios pensar que ese tiempo va a estar la iglesia aquí. Pero Dios le va a dar gracia a su iglesia para que pueda resistir cualquier cosa que pueda pasar sobre la tierra.
Ahora, déjenme decirle algo más también, yo soy los suficientemente objetivo en esto para decirle lo siguiente, si usted siente que el creer que la iglesia va a ser raptada antes de la gran tribulación y eso para usted es una doctrina muy importante, no permita que yo le quita la paz en esta mañana. Simplemente ponga eso en remojo allí y órele al Señor y léase unos cuantos buenos libros, yo me he pasado muchos años estudiando todos estos temas. Y cuando yo comencé a leer las Escrituras en una manera que Dios me puso, como por un año, me metió y me zambulló a leer la Biblia, yo me levantaba a las 5 de la mañana y leía, y leía y leí la Biblia en unas pocas semanas, y la volví a leer otra vez y descubrí algo, por primera vez en mi vida dije, guau, pero si aquí yo leo claramente todos los textos que yo leo me indican que la iglesia va a estar aquí en la gran tribulación.
Y después entonces me puse a leer libros sobre todos estos temas y descubrí que muchos grandes hombres de Dios a través de la historia han enseñado que la iglesia va a estar aquí durante la gran tribulación. De hecho, la doctrina bíblica a través de los siglos de la iglesia hasta el siglo 19 prácticamente ha sido que la iglesia iba a estar aquí durante la gran tribulación. La doctrina de que la iglesia sería raptada antes de la gran tribulación es relativamente nueva en la historia teológica de la iglesia.
De todas maneras, eso es importante porque hay muchas cosas que no podemos entender acerca de este pasaje y claro, hay otras explicaciones que se le da, a quiénes son ellos, los que están siendo perseguidos entonces. Los que creen que la iglesia va a ser raptada antes de la gran tribulación enseñan que esos son la gente que se va a convertir después, pero yo no veo en la Biblia nada que me hable acerca de ese grupo de gente. Eso es simplemente en mi opinión, algo que tienen que meter allí para enderezar un poco ese barco que está cojeando de momento, y para mí, es un invento a posteriori, es después del hecho. Me parece mucho más natural leer la Biblia asumiendo que la iglesia va a ser perseguida y que eso es parte del plan de Dios y que Dios va a dar una gracia especial y que Dios va acortar esos días. Porque dice el Señor Jesucristo, si no fueran acortados aún los escogidos serían engañados y serían abrumados por el gran sufrimiento.
Si ellos están allá arriba tomándose un Martini sin licor pues de qué sirve, para que acortar el tiempo según Jesucristo. Hay muchos pasajes de ese tipo. Ahora, no quiero perderme en eso, esto lo digo más bien para educación de ustedes, educación teológica, educación bíblica. No deje que esto le quite la paz en este momento, por favor. Lo importante es esto, que vemos aquí dos personajes misteriosos en este pasaje. Uno de ellos es una mujer dice, vestida del sol, con la luna debajo de sus pies, y sobre su cabeza una corona de 12 estrellas.
Juan ve esta visión de esa mujer. Para mí esa mujer, y para muchos también, representa la iglesia, la iglesia a través de los siglos y bíblicamente ha sido representada en forma femenina, la esposa, la boda del cordero. Cristo viene a casarse con su esposa finalmente, a consumar su noviazgo con la iglesia.
Otra cosa que vemos aquí es que dice que ella está encinta. Que interesante esto de las 12 estrellas. Para mí esas 12 estrellas pueden ser, por ejemplo, los 12 Apóstoles. El número 12 es un número de algo completo, algo perfecto en muchos pasajes de Apocalipsis, de las Escrituras. Sobre su cabeza hay una corona. La iglesia ha sido basada, se ha fundamentado en la doctrina de los Apóstoles.
Otros podrían decir que son las 12 tribus de Israel. Otros creen que es un personaje que representa a Israel. Pero Israel muy pocas veces es representado en forma de mujer, y además hay otras cosas aquí que no hacen sentido, no compaginan tan naturalmente como cuando uno asume que esta es una imagen de la iglesia, esta mujer vestida del sol y con la luna. La magnitud de la iglesia, la dignidad de la iglesia, el carácter real de la iglesia, su autoridad, y su poder.
Esta mujer está encinta y clama con grandes dolores de parto. Para mí, a través de la historia la iglesia ha estado de parto, la iglesia de Jesucristo Dios la ha impregnado con su palabra, con un llamado. Dios nos ha impregnado a nosotros como miembros de la iglesia de Jesucristo, cada uno de nosotros tiene el llamado de Dios dentro de nosotros, al dar a luz algo, algo en particular. La iglesia colectivamente, la iglesia con I mayúscula de Jesucristo, sobretodo en estos tiempos, yo creo, está a punto de dar a luz. ¿Y qué es lo que va a dar a luz la iglesia?
Bueno, aquí en este pasaje específicamente da a luz un hijo que es evidentemente la persona de Jesucristo. Dice aquí, ella dio a luz un hijo varón, versículo 5, que regirá con vara de hierro a todas las naciones. Eso es una imagen de Jesús claramente, así lo dice la palabra, y su hijo fue arrebatado para Dios y para su trono.
En un sentido yo creo que el llamado de la iglesia, de nuevo, es muy difícil poner esto en orden cronológico. La iglesia no da a luz a Jesucristo, Jesucristo dio a luz la iglesia. pero tampoco Israel dio a luz a Jesucristo ya como lo pone aquí glorificado con la autoridad, y todo lo demás. Yo creo que la iglesia ha sido llamado, definitivamente a presentarle al mundo a un Cristo glorificado, un Cristo de poder. Yo creo que la iglesia ha sido puesta aquí sobre la tierra para subyugar a las naciones, para que el mundo conozca a Jesús, que el mundo conozca el poder de Jesús, la gloria de Jesús, que nuestras vidas reflejen la gloria de Jesucristo, su autoridad, algo que la iglesia nunca ha podido hacer en su plenitud a través de los dos mil años que tiene sobre la tierra. A la iglesia le falta todavía manifestar la verdad de Dios en toda su belleza, en toda su gloria. Y yo creo que nosotros estamos, de parto en un sentido, estamos queriendo producir a ese Cristo glorioso que el mundo tenga que reconocerlo. La iglesia está puesta aquí sobre la tierra para apuntar hacia Jesús, para que todo aquel que mire hacia él y que en él cree no se pierda, sino que tenga vida eterna. Ese es el llamado de Dios para la iglesia.
Yo me siento de parto en este tiempo de mi vida. Cuando yo miro alrededor y veo toda la maldad que hay en este mundo, cuando veo al hombre moderno cada día alejándose más y más de Dios, cuando veo la humanidad separada de Dios cada vez más y la iglesia de Jesucristo más y más irrelevante, con menos autoridad, menos influencia sobre la sociedad, los grandes países de la tierra cada día, los países más sofisticados, más educados se alejan más y más de Dios. Y cuando miramos el mal que cada día crece más y más sobre la tierra nuestro espíritu se enardece.
Yo creo que hay algo, hay un gran misterio que Dios tiene para los últimos tiempos y la iglesia de Jesucristo tiene dentro de sí, en su vientre, algo muy poderoso que tiene que dar a luz. Yo creo que Cristo no va a venir hasta que la iglesia de Jesús no haya cumplido la misión que Dios le ha determinado. Ciertamente, dice la Biblia, que Cristo viene a buscar una iglesia sin mancha y sin arruga, y lo que más tiene esta iglesia hoy en día es arrugas y manchas. Y esta iglesia tiene que completar su llamado, Dios no va a venir a buscar una iglesia raquítica, impura, mundana que no sabe lo que está haciendo, ni diciendo muchas veces, sería un fracaso para el Evangelio.
Y yo creo que la iglesia está de parto, hay algo que nosotros tenemos que dar a luz. Lo que Dios quiere para los últimos tiempos no se ha cumplido y mi concepto de los últimos tiempos y de la escatología se ha hecho bien complejo. Yo creo que hay algo que nosotros, nuestras oraciones, nuestra intercesión tiene que cumplir sobre esta tierra y nosotros individualmente tenemos que trabajar para que eso se de, para que la iglesia de Jesucristo pueda llegar a su destino completo, todo lo que Dios quiere que esa iglesia cumpla.
Ahora bien, hay otro personaje en esta película que es el malo. Dice aquí en el versículo 3 que también apareció otra señal en el cielo. Ve aquí un gran dragón escarlata, rojo, que tenía 7 cabezas, 10 cuernos y en su cabeza 7 diademas, y su cola arrastraba la tercera parte de las estrellas del cielo. Algunos piensan que son los ángeles que Satanás arrebató consigo que él engañó, que son los demonios que lo siguen a él. Y las arrojó sobre la tierra.
Como ustedes ven esto es algo muy simbólico, muy convulsionado aquí. Una estrella es billones de veces más grande a veces que la tierra. No pueden ser arrojadas todas esas estrellas, es algo simbólico lo que está hablando aquí. Y hay como una competencia entre esas estrellas, esa verdad que la mujer, la iglesia, tiene en sí y estas estrellas falsas que el diablo arrastra también y que quiere competir. El diablo siempre quiere competir, la verdad demoníaca con la verdad espiritual.
Pero dice que ese dragón se paró frente a la mujer que estaba para dar a luz a fin de devorar a su hijo tan pronto como naciese. Es interesante porque aquí hay muchas cosas simbólicas, cuando Jesús nació Herodes quiso matarlo enseguida, y mandó matar a todos los niños de cierta edad porque quería asegurarse de matar a ese rey que iba a nacer.
Siempre que la verdad de Dios ha querido amanecer en la historia, siempre que la iglesia se ha comenzado a ponerse de pie y a hacer algo poderoso y a transformar la historia, siempre ha habido oposición, siempre ha habido, el diablo siempre ha hecho guerra contra la iglesia, contra los hijos de Dios. Satanás tiene una enemistad continua contra el pueblo de Dios. Satanás no quiere que la iglesia entre en su plenitud. Por eso persigue a los pastores y a los evangelistas y a los que trabajamos en el Evangelio, por eso persigue a la iglesia con divisiones, por eso persigue a los hijos de Dios, cada vez que un hombre, una mujer está buscando de Dios, cada vez que un hombre, una mujer promete grandes cosas en el Evangelio, el diablo se lanza contra esa persona, contra esa iglesia para tratar de impedir que esa persona de a luz la vida de Dios que está en ellos. La iglesia tiene una enemistad eterna contra Satanás.
Yo creo que en el espíritu de Juan estaban jugando una cantidad de cosas. en el Antiguo Testamento en Génesis dice que iba a ver enemistad continuamente contra la mujer y el hijo que iba a nacer de la mujer, hablando de Jesucristo, y aquí está esta pugna también, de nuevo el dragón, la serpiente peleando con esta mujer. Y de nuevo, todas estas cosas son símbolos. Esa mujer que da a luz, Cristo nace de la mujer, de ese Cristo nace la derrota más poderosa que recibió Satanás, la derrota definitiva por medio de la cruz, la crucifixión. Toda la iglesia y toda la verdad de Dios que nace de Jesucristo es lo que ha derrotado al diablo. y el diablo tiene enemistad contra esa verdad de Dios, contra su Hijo Jesucristo, contra la iglesia que Cristo ha fundado. Siempre hay enemistad entre esos dos sistemas.
Y lo que vemos aquí es que cuando esta iglesia está presta para dar a luz ese último misterio desencadenar ya el último producto, digamos, de todo el plan de salvación, ahí está el dragón esperando para destruir, esperando para matar y para debilitar la verdad de Dios.
Y nosotros, hermanos, tenemos que entender esto, no importa los detalles de este pasaje, hay una cosa grande y es que hay enemistad entre los hijos de Dios, hay un ser que se llama Satanás, el diablo, y esto está aquí puesto en una forma bien, bien clara.
Dice aquí, y fue lanzado fuera el gran dragón, la serpiente antigua que se llama diablo y Satanás, el cual engaña al mundo entero.
Esta es una de las descripciones más claras que hay de Satanás en toda la Escritura. Satanás es un ser real y Satanás es un ser siniestro y la iglesia de Jesucristo está en guerra contra ese ser. El Apóstol Pablo dice en Efesios 6, nuestra lucha no es contra carne y sangre, sino contra principados, contra potestades, contra huestes celestiales de maldad en lugares celestiales contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo.
Nosotros necesitamos entender que el diablo es una realidad. En el siglo XXI suena casi como cavernícola hablar de Satanás en esa manera tan clara. Pero unas de las cosas que nosotros los cristianos tenemos que hacer es rescatar la idea de que existe Satanás, que existen los demonios, que estamos en guerra, que tu estás en guerra contra Satanás y Satanás está en guerra contra ti y que aún en medio de un mall con toda la sofisticación del siglo XXI en una plaza de estas comerciales, con todo el vidrio y el cemento y todos los juguetes que hay en un mall como Galería mall aquí en Cambridge, en ese contexto del siglo XXI hay poderes demoníacos que quieres destruir tu vida y que quieren impedir que la verdad de Cristo nazca en ti y a través de ti. Satanás quiere matar al Jesús poderoso, al Jesús victorioso, al Jesús que ha de regir las naciones. Satanás quiere matar eso. él quiere impedir que tu llegues a ser un cristiano poderoso a nivel individual y quiere impedir que la iglesia de Jesucristo colectivamente entre en su plena manifestación y que sea usada por Dios para desatar los últimos eventos de la historia por medio de su intercesión, por medio de su vida y su trabajo aquí en la tierra.
Nosotros estamos en guerra y yo creo que los cristianos, quizás lo que Dios quiso decirme cuando habló acerca de esta misteriosa declaración, “menospreciaron sus vidas hasta la muerte”, y no me quiero perder, lástima que he tenido que gastar tanto tiempo en estas cosas, que son totalmente secundarias en un sentido, esto de la gran tribulación y todo esto, para lo principal que es que el diablo quiere impedir que cada uno de nosotros sea un cristiano poderoso, un cristiano que piense en términos sobrenaturales, un hombre, una mujer de Dios capaz de orar y que se sanen los enfermos, capaz de entender la palabra de Dios, capaz de vivir una vida santa, capaz de predicar el Evangelio con unción y de enseñar y discipular a otros, de vivir para Dios y de darle al Señor lo que al Señor le corresponde.
Dios quiere una iglesia poderosa y Satanás quiere una iglesia raquítica. Dios quiere hombres y mujeres llenos del poder del Espíritu Santo y Satanás quiere hombres y mujeres convencionales, acomodados al mundo viniendo a la iglesia pero no viviendo la vida cristiana al nivel que la vida cristiana tiene que ser vivida. A Satanás no le importa gente dominguera yendo a la iglesia los domingos y cantando un par de himnitos allí pasados por agua, y que después se vayan a su casa para vivir como inconverso el resto de la semana, no le importa con grandes órganos y mucha música bonita y un s4rmón poético pero que no haya mella en la vida de la gente y que esa gente después se vaya a sus casas y que no hagan ninguna diferencia en cómo la sociedad vive sus vidas. A Satanás no le importa que haya iglesias, siempre y cuando la iglesia sea raquítica.
A faraón no le importaba que hubiera judíos en Egipto, pero no lo quería es que se fueran a adorar al Dios verdadera. Él dijo que lo adoren de aquí, que no se vayan de aquí, cuando no pudo negociar más con Moisés, dijo, bueno, que no se vayan muy lejos, que se queden por acá. Porque lo que el diablo no quiere es que el pueblo de Dios salga de Egipto y entre en su grandeza y en su plenitud, que la iglesia de Jesucristo entre en todo su poder. Cuando la iglesia de Jesucristo se ponga de pie y aprenda a vivir una vida sobrenatural y poderosa, hermanos, el reino del infierno temblará.
Déjenme decirle algo, el problema con este tiempo no es el mundo, el problema de este tiempo no es el presidente que se escoja en esta nación, que eso es importante, el problema es la iglesia. Si la iglesia se pone las pilas en un momento se termina toda esta porquería, ¿sabe. Si la iglesia de Jesucristo vive como Dios quiere que viva en el poder del Espíritu Santo, hermanos, el diablo no tiene poder sobre la iglesia. el Señor Jesucristo dijo que las puertas del infierno no prevalecerán contra su iglesia, escúcheme bien.
Y es interesante en este pasaje aquí al final del pasaje en el versículo 11 dice, y ellos le han vencido. ¿Ve? Y en el versículo 7 dice, después hubo una gran batalla en el cielo. Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón y luchaban el dragón y sus ángeles pero no prevalecieron, ni se halló ya lugar para ellos en el cielo.
Satanás esta derrotado, hermanos, Satanás está condenado a la derrota. No hay forma de que Satanás gane la batalla esta. Esta lucha contra el mal de la historia humana es simplemente un drama que Dios permite que sé de para sus propios propósitos y cuando a él le dé la gana, él pondrá fin a ese drama. Y sabemos quién gana. Y la iglesia nunca va a ser derrotada. La iglesia tiene el poder, la iglesia tiene la autoridad. Cristo dijo, toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra por tanto id y predicad el Evangelio y haced discípulos a todas las naciones.
Él le ha dado la autoridad a la iglesia. Yo creo que cuando Cristo dijo id y haced discípulos, él estaba diciendo que esa es la capacidad que nosotros tenemos. Nosotros podemos discipular a las naciones, gobiernos, instituciones, estados, deben bajar la cabeza ante la tutela de la nodriza espiritual que es la iglesia de Jesucristo.
Esa iglesia poderosa que tiene que dar a luz al Cristo que va a regir las naciones con una vara de hierro no existe todavía, ni ha existido. Tiene que existir y el diablo se opone, el diablo y sus demonios se oponen cada día. Yo creo que es una de las cosas que claramente me vienen a la mente ahora mientras predico y estoy quizás profetizando. Tu estás en guerra, yo estoy en guerra para que lo que Dios ha declarado sobre nuestras vidas no salga a la luz, no surja.
Yo los miro a muchos de ustedes y yo veo gente con gran potencial. Dios quiere hacer grandes cosas a través de ustedes, pero déjenme decirles con toda humildad pastoral que muchos de ustedes no entienden el llamado que tienen en sus vidas y el diablo se ha encargado de mantenernos adormecidos en un sueño lánguido y placentero donde venimos a la iglesia, discutimos ciertas cosas, hacemos ciertos gestos, enseñamos clases, estudiamos clases, damos hasta nuestro diezmo, pero no hemos entrado en la grandeza total espiritual a la cual Dios nos quiere llevar.
Dios aborrece al cristiano tibio. Dios aborrece la mediocridad espiritual. En el mismo libro de Apocalipsis dice que a los tibios Dios los vomitará de su boca por cuanto no son ni fríos ni calientes. Dios no quiere una iglesia mediocre, Dios quiere una iglesia llena del Espíritu Santo, Dios quiere una iglesia capaz de revelar al mundo al Cristo resucitado, al Cristo de poder y Satanás todos los días, ¿sabe el problema? Que la guerra de Satanás contra la iglesia es una guerra sutil, es una guerra cotidiana, es una guerra que se libra a través de eventos pequeñitos muchas veces, una discusión por allí, un programa de televisión que tu no debes ver, una lectura que no debiste hacer, una murmuración que hiciste contra alguien, una palabra que salió de tu boca que no debió haber salido, un pensamiento que acariciaste más tiempo de lo que debiste, una decisión de no hacer algo para Dios, una omisión, algo que tenías que decir o hacer que no hiciste, y a través de esas cosas sutiles, a través de disgustos y a través de heridas que el diablo pone en tu vida, a través de fracasos financieros y cosas que suceden en tu vida, el diablo va matando poco a poco el entusiamo para Dios, va poniendo dudas en tu corazón acerca de la fidelidad de Dios, te va susurrando al oído: tu ves, te esforzaste y no salió gran cosa de todo eso, así que, olvídate de ayunar, olvídate de buscar de Dios, después de todo, no hay que ser tan fanático, si Dios te ama de todas maneras.
Y entonces vamos viviendo vidas mediocres, acomodadas y poco a poco esa guerra sutil va desgastando los dientes en la sierra de la iglesia. Y va creando gente acomodada, gente que no entiende que la vida cristiana tiene que vivirse al rojo vivo, al filo de la espada, que la vida cristiana no es un sombrerito que tu te pones el domingo y que te lo quitas cuando sales por la puerta de la iglesia al mundo. Es una cosa de 24 horas al día. Y cuando la iglesia de Jesucristo esté llena de hombres y mujeres así, entonces la iglesia podrá dar a luz la vida del Hijo de Dios. Esa iglesia entonces desencadenará el reloj que está parado hasta cierto punto y que tiene que comenzar a funcionar para que se cumpla y venga la segunda venida de Jesucristo. Cristo no vendrá hasta que la iglesia no haya completado lo que tiene que completar aquí en la tierra, hasta que la iglesia haya intercedido, orado, sangrado, vivido a la altura del Evangelio y sus oraciones hayan llegado al trono de Dios y hayan completado la cantidad que Dios tiene en su mente divina y entonces eso desate la venida del Hijo de Dios. Pero la iglesia actual, tu y yo, como vivimos no somos parte de esa iglesia poderosa que Dios quiere. Lo digo con amor de Dios, no para que te sientas mal sino que animarte a buscar más de Dios.
Ahora, déjenme ir, porque hay mucho en este pasaje, como les dije yo no sabía si iba a ser corto o largo el mensaje porque no sabía lo que Dios tenía, solo tenía esto que está ahí, “menospreciando su vida hasta la muerte”.
Déjenme ahora ir hacia el final, voy a aterrizar ahora. Versículo11, “.. y ellos le han vencido por medio de la sangre del cordero, la palabra del testimonio de ellos, y el menosprecio de sus vidas hasta la muerte...”
¿Cuáles son las características de esa iglesia poderosa? Que va a dar a luz el Hijo de Dios en toda su autoridad con esa vara de hierro que va a regir a las naciones. ¿Qué es lo que va a desencadenar la toma de autoridad de Cristo en la historia y su entrada en autoridad donde toda rodilla se doblará y toda lengua lo confesará que Jesucristo es el Señor, qué es lo que va a llegar a ese momento, qué tipo de vida tiene que vivir la iglesia, qué tipo de actitud, qué tipo de prácticas, contra ese demonio, esa serpiente poderosísima que también arrastra sus propias estrellas y también se mueve en el cosmos con todo su poder y que también lucha, su habitación es en el cielo. ¿Sabe usted que Satanás tiene acceso? No me diga cómo y por qué, ni por qué Dios permite eso, pero Satanás habita en el cielo y tiene acceso.
Mire lo que dice ahí en ese versículo 7, “...después hubo una gran batalla en el cielo, Miguel y sus ángeles luchaban contra el dragón...”
Miguel es uno de los grandes arcángeles, es uno de los grandes guerreros de Dios. Miguel es quizás el único ángel de Dios lo suficientemente poderoso para ejercer pelea directamente contra Satanás. Hay una controversia entre Miguel, ese general angelical, y los ángeles demoníacos.
“... y luchaban contra el dragón y luchaban el dragón y sus ángeles pero no prevalecieron ni se halló ya lugar para ellos en el cielo..”
Es decir, había lugar para ellos, un lugar raro, no me diga dónde, en qué lugar del cielo pero hay un lugar. Job, en el libro de Job, Satanás se presenta ante Dios para acusar a Job, esa es la función de Satanás y él tiene acceso al trono de Dios.
Ahora, mire los habitantes del cielo, dice en el versículo 12, se alegran cuando Satanás es echado del cielo, “... por lo cual alegraos cielos y los que moráis en ellos, pero hay un problema es que Satanás es echado del cielo y ahora entra directamente a la tierra y ya no está ejerciendo su influencia desde los aires, como dice Efesios 6, contra los gobernadores de las tinieblas, huestes de maldad en los lugares celestiales donde habita Satanás, donde se mueve Satanás. No, ahora es echado directamente sobre la tierra y se le da autoridad por un tiempo para ejercer influencia directa y moverse directamente sobre los habitantes.
Por eso es que en los últimos tiempos el diablo y Dios se quitarán los guantes y se irán a puño limpio aunque Dios no tiene controversia con el diablo. el diablo no puede jamás sostenerse ante Dios ni un milésimo de segundo. Pero Dios se manifestará con más poder y el diablo también con más poder en los últimos tiempos y habrá una gran corrupción que tomará toda la humanidad, con un gran poderío.
Pero lo que permitirá que la iglesia pueda resistir ese gran embate, esa última acometida de Satanás contra ella, es lo siguiente, lo vencerán por medio de la sangre del cordero, la palabra del testimonio de ellos, y el menosprecio de sus vidas hasta la muerte.
Hermanos, yo les digo algo, usted y yo no tenemos que esperar, quizás Cristo va a venir antes que muchos de nosotros muramos, antes que esta generación actual muera, pero si no, déjenme decirle algo, usted no tiene que esperar hasta ese tiempo para vivir este tipo de vida, para usted poder llegar a ser lo que Dios quiere que usted sea. Para que usted pueda llegar a ser el hombre, la mujer que Dios quiere que usted sea, usted tiene que evidenciar estas tres características. Lo primero dice aquí, la sangre del cordero. Sabe usted, mi hermano, mi hermana, que el arma más poderosa que nosotros tenemos como hijos de Dios es la sangre de Cristo.
Yo he tenido encuentros con lo demoníaco muchas veces a través de mi vida, personas endemoniadas, como pastor he tenido que confrontar. Y déjenme decirle algo, he confirmado algo, los demonios detestan la sangre de Jesús y le tienen miedo, le tienen horror a la sangre de Jesús. Usted pronuncia la sangre de Jesús contra un demonio y es como si le echara agua caliente en la cara. La sangre de Cristo tiene poder. La sangre de Cristo es la vida misma del Hijo de Dios que fue derramada. Cuando esa sangre se derramó, cuando una gota de esa sangre fue sacada del cuerpo del Hijo de Dios eso fue lo que destronó al diablo. Ese fue el golpe legal, judicial que Dios le dio a todos los reclamos ilegítimos de Satanás contra el pueblo de Dios.
La sangre de Cristo es misterioso, es misterioso, por eso es que la mente del cristiano tiene que ser una mente sobrenatural como yo he dicho tantas veces, porque para entender eso de que la sangre, eso es algo medieval, es algo primitivo, pero nuestra lucha es una lucha espiritual, nosotros habitamos un universo eminentemente espiritual y simbólico y usted siempre acójase, y agárrese de esa sangre derramada por Cristo Jesús en la cruz del calvario, eso es lo que le ha dado derecho para entrar al trono de Dios, esa sangre de Cristo es lo que usted tiene que usar cuando el diablo quiere hacer daño a su vida, usted tiene que clamar a la sangre de Jesús, usted tiene que siempre recordar que esa cruz que Cristo subió a ella para morir por sus pecados, ese es el arma más poderosa que usted tiene en su lucha contra el mal.
Tenemos que aprender a usar la sangre de Jesús, a acogernos a la sangre de Jesús. Cuando el diablo viene a acusarnos de nuestros pecados y de nuestras faltas, tenemos que decir, la sangre de Cristo me ha hecho libre. Y hay que arrojarle la sangre de Cristo a los demonios cuando vienen a atacar nuestra vida.
Yo opongo la sangre de Jesús muchas veces a los ataques del diablo contra mi vida, contra mi familia, contra mi salud, o mi economía, que la sangre de Cristo sea contra ti. Hay que usar la sangre de Jesús. Pero la sangre del cordero, hermanos, es el arma más poderosa que tenemos. Nosotros tenemos que adquirir reverencia y apego a esa arma poderosa que es la sangre de Jesucristo, lo que Cristo ha hecho, el sacrificio en la cruz y nosotros tenemos que saber que ese es el fundamento de nuestra vida, no es las verdades teológicas que predicamos, no son nuestras buenas obras, no es esta iglesia que Dios nos ha dado, no es nada que nosotros podamos hacer o decir, sino la sangre de Cristo es el fundamento de la iglesia. Y en el momento en que nosotros mezclemos eso con otras cosas que nos hagan nobles y aceptos delante de Dios, y quitemos la mirada de la cruz del calvario, la sangre que Cristo derramó, hemos perdido la batalla.
Nosotros tenemos que ser gente muy primitiva en ese sentido y estar apegados al misterio de la cruz. Por eso es que no hay otro nombre dado a los hombres por medio del cual podamos ser salvos, sino Cristo Jesús, es su sangre derramada en la cruz del calvario. Muy importante. Tenemos que ser gente de la cruz, gente de la sangre de Jesús, gente sobrenatural.
La segunda arma que nosotros tenemos que usar es, dice, el testimonio, la palabra de ellos. Aquí hay dos implicaciones para mí, número uno, nosotros tenemos que testificar de lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas. Nosotros tenemos que ser gente consciente de lo que Dios ha hecho. Dios nos ha salvado, Dios nos ha sacado de las tinieblas por medio de Cristo Jesús nosotros hemos llegado a ser hombres y mujeres aceptas delante de Dios. Y yo creo que aquí hay una implicación también de sufrimiento, el testimonio de ellos, hay aquí una idea también de nosotros tenemos que ser gente visible que el mundo nos vea viviendo la vida cristiana en todas las dimensiones. Si nos ven sufrir, que nos vean sufrir como cristianos, si nos ven celebrar, que nos vean celebrar como cristianos, que vivamos nuestra vida públicamente, que demos testimonio de Cristo, de lo que Dios ha hecho en nuestras vidas.
Uno de los grandes poderos que tiene la iglesia es traer a otros al conocimiento de Jesucristo, cada uno de nosotros tiene que ser un testigo de Jesucristo, hermanos, en la fábrica, en nuestro vecindario, dondequiera que vayamos nosotros tenemos que dar testimonio de lo que Cristo ha hecho en nuestras vidas. Una iglesia que no testifique, una iglesia que no invite a otros a conocimiento de Jesucristo es una iglesia que no va a vivir como tiene que vivir.
Tu no eres un agente secreto del Reino de Dios, tu eres un agente público del Reino de Dios, tu tienes que ser un cristiano que todo el mundo sepa que tu eres cristiano, y tu tienes testificarle a otro de lo que Cristo ha hecho en tu vida. Tu tienes que ser una persona que cuando Dios hace algo bueno en tu vida tu se lo testifiques a otros, y que cuando estés padeciendo una situación tu encuentres alguna manera de darle testimonio al mundo de que tu crees que Dios es poderoso para sacarte de tu sufrimientos. La iglesia de Jesucristo tiene que ser una iglesia activa y que de testimonio de lo que Dios ha hecho. Y tu eres un evangelista que tu has sido llamado a vivir la vida cristiana públicamente, militantemente, evangelísticamente. Tu tienes que hacer todo lo que esté de tu parte para asegurarte de que otros vengan al conocimiento de Jesucristo. Eso es muy importante.
Y el tercer elemento aquí que fue lo que a mí, eso fue la palabra que me vino a la mente cuando yo le decía, Señor, de qué tu quieres que yo hablo en esta mañana, menospreciaron sus vidas hasta la muerte.
Para mí ese es el meollo de todo este sermón. Una iglesia poderosa requiere hombres y mujeres que hayan muerto al mundo y que vivan sus vidas como sacrificios vivos delante de Dios. ¿Saben qué? En la iglesia hay mucha carne viva, hay mucha carne que no ha sido crucificada, hay muchos sentimientos, aspiraciones, deseos que todavía están vivitos y coleando.
El Señor Jesucristo dijo, el que pierda su vida por mi causa la ganará. El que pretenda ganar su vida la perderá. Y ¿saben qué? Las iglesias están llenas de gente que quiere una vida evangélica, claro que sí, porque la religión es bonita, la religión trae orden a la vida, la religión te permite vestirte bien el domingo y venir a la iglesia. Quizás no tienes otro día para poder lucir un buen traje, pero puedes venir a la iglesia y lucirlo el domingo. La religión adorna y ordena. La religión es buena y mucha gente quiere religión simplemente para adornar su vida, para ponerle una terminación bonita a sus vidas, pero no le toque su profesión, su tiempo de dormir, su privacidad, su familia, su dinero, su trabajo, sus decisiones personales, su libertad personal. No les toques eso, porque eso ellos no están dispuestos a dárselo a Dios.
Están muy cómodos siendo evangélicos pero no siendo cristianos de corazón. No han perdido su vida. ¿Usted ve? Ellos se dan el lujo de escoger lo que ellos quieren y vivir como ellos quieren y todos tenemos un poquito de eso dentro de nosotros. Hay muchas cosas entre nosotros que no han muerto todavía. Yo lucho muchas veces como pastor y mi esposa también, muchas veces nos decimos, por qué matarse uno tanto, no les digo esto para que me cojan pena, comparto con ustedes un drama de mi vida, hay muchas cosas que yo quisiera hacer en mi vida, hay muchos viajes que a mi me gustaría dar, y muchas posesiones que yo quisiera tener, y mucho tiempo que yo quisiera dormir y descansar y ver un programa de televisión, o lo que sea. Pero continuamente yo siento en mi vida, yo digo, Dios ha hecho tanto en mi vida que lo único que yo puedo asegurarme es de que estos años de mi vida que yo tengo aquí, yo se los dé al Señor y que yo viva para él y que mi viva valga para el Señor. Y yo sé que mi recompensa vendrá en otro lugar.
Y sin embargo, les puedo decir que yo soy una persona feliz y que disfruto tanto de la vida y de todo lo que Dios me ha dado. Yo creo que puedo decir que soy una persona feliz. No es tampoco como que vivo sacrificado, muchas veces nosotros hacemos cualquier cosita para el Señor y creemos ya que hemos hecho la gran cosa, ¿usted entiende? Y estamos siempre protegiendo nuestra vida y yo he aprendido, hermanos, que hasta que uno no sangra para Dios no han grandeza, no hay bendición. Muchas veces hermanos, cuando uno más entrega las cosas para Dios es cuando más Dios entonces se esfuerza en dártelas a ti de regresa.
Cuando tu más disfrutas de la vida es cuando tu le has dado más al Señor. Cuando yo estoy allí cuidando mi tiempo y mi sueño y mis cositas, yo descubro que ese no es el llamado que Dios me ha dado, que mi seguridad y mi poder están en vivir con un guerrero con la espada en la mano. Ahí es donde yo encuentro mi realización como ser humano, y es donde encuentro mi gozo, mi vitalidad, mi poder, mi felicidad, la provisión de Dios para mi familia, para mi iglesia. Mientras yo más le doy al Señor, más Dios me da, más Dios me enriquece y eso es lo que tu puedes experimentar en tu vida. Muere al deseo de realizar tu vida, muere al deseo de ser feliz y entonces encontrarás la felicidad, muerte al deseo de retener cosas para ti y regala y da y reparte y tu tendrás más de lo que tu necesitas. Dale al Señor, sirve al Señor, muere a este mundo y camina esta vida como un muerto en vida para que Cristo Jesús y serás feliz y dejarás un legado espiritual para muchos, muchos más que seguirán después de ti.
Menosprecia tu vida hasta la muerte. Una iglesia que ame su vida no es la iglesia que va a dar a luz el Cristo resucitado, el Cristo poderoso que va a regir en las naciones. La iglesia nació bajo la señal del martirio y esa fue, el martirio fue lo que derribó el poder de Roma y tiró a Roma a sus pies. La iglesia en los primeros siglos fue martirizada, perseguida.
Yo muchas veces digo, caramba, de qué me quejo yo. Dios me ha dado tantas cosas, manejando un carro cómodo, todas las cosas que yo quiera con toda la ropa que uno necesita, buena comida, un hogar cómodo, una iglesia bendecida, tantas otras cosas, cómo voy yo a quejarme si Dios ha sido tan misericordioso. Hay tanta gente que ha tenido que dar tantas cosas, hay misioneros que han tenido que ir al África, al Amazona, a Rusia, a morir allá, a llevarse a sus hijos que mueran de plaga y otras cosas, y han sido usados para que su sangre fertilizara la tierra y miles de personas pudieran conocer a Cristo. De qué se queja uno si Dios ha dado tanto para nosotros y nos ha bendecido en tantas maneras. Yo no he sangrado ni siquiera una milésima parte de lo que podría sangrar para mi Dios. y Dios está buscando una iglesia que menosprecie su vida hasta la muerte. Hombres y mujeres, que este mundo ya no tenga nada que ofrecerles, ¿sabe? Que todo lo vivan para Dios y digan, yo voy a dejar todo lo que yo tengo aquí en la tierra para que Dios sea glorificado, yo voy a vivir mi vida para Dios, voy a poner a un lado mis deseos de gloria, de fama, de riqueza, de comodidad y que Dios me use como él quiera, para su gloria y su honra.
Y aclaro, eso no quiere decir que uno no tenga prudencia, entiéndame bien, y uno viva una vida de orden y atienda las cosas que tiene que atender, pero usted y yo somos llamados, hermanos, esta iglesia, León de Judá, yo como pastor necesito hombres y mujeres que menosprecien su vida hasta la muerte. El destino que Dios tiene para esta iglesia no podrá cumplirse a menos que no sea como un pueblo militante hecho de hombres y mujeres guerreros, llenos del Espíritu Santo, testificando de Cristo, con un entendimiento del poder que hay en la sangre de Jesús, que donde se les diga por ahí tienes que ir, por ahí vayan en el nombre de Cristo y para gloria de Dios.
Si nosotros vamos a construir ese nuevo santuario, hermanos, eso no lo vamos a poder hacer a menos que haya un pueblo que esté dispuesto a darle al Señor para que ese santuario se complete, para que vidas, miles de vidas que yo sé que van a venir puedan venir a ese santuario al Señor, como Cristo quiere que sea adorado. No va a ser por gente, yo sé lo que pasa, cuando uno habla de esas cosas enseguida muchos de nosotros, no todos, nos trancamos por dentro, y comienza el diablo a susurrar pensamientos en la mente de la gente. Ya viene este a pedir, ya viene este a hacer.... eso es del diablo, repréndalo en el nombre de Jesús. Es un pueblo que diga, todo lo que yo tengo, todo lo que soy, todo lo que yo vivo es para el Reino de Dios y lo que mi Dios necesito yo se lo doy, si necesita mi salud, yo le doy mi salud, si necesita mi cuerpo, yo le doy mi cuerpo, si necesita mi dinero, mi dinero; si necesita mi familia, yo le entrego mi familia; si necesita lo que sea, es de mi Dios, yo voy a vivir para él, yo voy a menospreciar mi vida hasta la muerte. Eso es lo que vence al diablo, eso es lo que calla la acusación del enemigo, una iglesia, un hombre, una mujer que ha perdido su vida, el diablo no sabe qué hacer con él, qué le va a quitar si ya está muerto.
Yo creo que cuando nosotros entramos al Evangelio tenemos que firmar una carta en blanco y decirle al Señor, aquí la tienes, escribe lo que tu quieras en ese papel. Dame lo que tu me quieras dar, no me des lo que no me quieras dar y quítame lo que me quieres quitar y yo besaré tu mano y te daré bendiciones por todo lo que tu quieras hacer en mi vida.
Ese coro que dice, bendito sea el Señor dondequiera, sea en la aflicción, sea en la prosperidad, sea donde sea, bendiga el nombre del Señor. Viva para el Señor. Hermanos, la iglesia que va a dar.... ese es el mensaje de Dios para nosotros en esta mañana, la iglesia que va a dar a luz el Cristo victorioso que regirá las naciones con vara de hierro es una iglesia que tendrá oposición de parte del diablo, estará en guerra contra Satanás y lo único que le permitirá vencer la enemistad iracunda del diablo va a ser la sangre de Jesús, que es lo único que frena a Satanás, el testimonio militante de esa iglesia que dice no me van a callar la boca, no me van a impedir anunciar la verdad de Dios, y el haber puesto su vida sobre el altar y decir, yo quiero ser un sacrificio vivo para Dios, ya yo morí y lo que Dios quiera de morir en esta tierra se lo voy a dar, que el rastro de mi vida, sea un rastro de sangre, dondequiera que yo vaya dejando gotas de sangre porque me estoy desangrando para Dios.
Esa es el hombre, la mujer que Dios quiere. Reprende el espíritu de la conformidad, reprende el espíritu de la mediocridad. Tu no eres cristiano si no estás al rojo vivo para Dios, déjenme decirte eso. Quizás diría eso diferente si lo hubiera pensado un poquito más, pero yo creo que, hermanos, Dios aborrece al hombre, la mujer tibia. Dice que el hombre de doble ánimo no espere que conseguirá nada del Señor. Dios tiene controversia contra la gente tibia, mediocre. El cristiano respetable, tipo Simón el fariseo, Cristo en su casa pero tratándolo de lejos. el único hombre, la única mujer que honra a Dios es la mujer que vive al rojo vivo para Dios y que toma su fe como la cosa más seria del mundo.
Son los únicos que van a sobrevivir el ataque terrorista de Satanás en los últimos tiempos, y yo espero que ustedes tomen este mensaje como palabra profética de Dios a sus vidas. Recíbelo en el nombre de Jesús y comprométete ahora mismo, comprométete de nuevo con el Señor a vivir una vida de entrega total al Señor.
Ponte de pie ahora mismo y dile al Señor yo te entrego todo, todo lo que tengo y todo lo que soy, lo pongo a tus pies, Señor. Reconsagra tu vida a Dios, o conságrala por primera vez quizás y renuncia al cristianismo part time, renuncia al cristianismo a parte del tiempo, escúchame. Y entrega tu vida a Cristo, o todo o nada.
Si tu no estás dispuesto a entregar tu vida completamente a Jesús, mira, hermano, te lo digo con todo amor y con todo corazón, quédate en la casa el domingo que viene o vea otra iglesia. Hay tantas otras iglesias. Lo digo con amor delante de Dios y de eso no me voy a arrepentir de decirlo. Entrega tu vida al Señor, vive el cristianismo como tiene que ser vivido completamente, totalmente, esto es solo uno de tantos pasajes que hay en la Escritura que claramente señalan que la vida cristiana tiene que vivirse al rojo vivo, que la vida cristiana no es una cosa, una religión que tu te pones encima como un vestido, es el corazón mismo tuyo, es la fibra misma de tu ser, es tu sistema nervioso, es la esencia misma de lo que tu eres, eso es la palabra de Dios penetrando cada célula de tu ser, cada fibra de tu ser, es el color de tu piel, el color de tus ojos, es el sentido de tu corazón, es lo que siente tu alma, es tu voluntad, es tus emociones, es tus pies, tus manos, tu boca, ese es el cristianismo, es una totalidad, es menospreciar tu vida hasta la muerte, ese es el hombre, la mujer que va a ser peligroso para el diablo, ese es el hombre, la mujer contra la cual el diablo no tiene poder. Ese es el hombre, la mujer que puede mostrarle al mundo un Cristo lleno de poder y de gloria.
Yo le pido al Señor ayúdame a ser eso, estoy lejos de serlo, Padre, pero yo sé que a eso es que tu me estás llamando, a eso es que Dios está llamando a esta iglesia. en el nombre de Jesús haz un compromiso ahora en tu corazón y di, Señor, me arrepiento de ser un cristiano a medias, ayúdame a ser un cristiano radical y profundo y yo me comprometo a vivir así, y entrego mi vida hoy a ti. Yo entrego mi vida hoyu a ti, dile al Señor, yo entrego mi vida hoy, te la pongo a tus pies, y lo que yo viva en esta tierra lo voy a vivir para ti, lo que me quede años yo voy a asegurarme que yo te lo de a ti, que nada de lo que yo tenga, yo pueda decir esto es mío. No, todo será tuyo y si tu me permites usarlo y tenerlo por un tiempecito, yo lo disfrutaré pero sabiendo que el título lo tienes tu, el dueño eres tu. Yo simplemente lo uso porque tu me permites usarlo y darle al Señor todo. Entrégale al Señor todo ahora mismo.
En el nombre de Jesús, en el nombre de Jesús. Si hay alguien aquí que quiere entregar su vida a Jesucristo no lo ha hecho antes y siente que necesita entregar su vida a Jesucristo, invitar a Cristo a entrar a su corazón, también te invito levanta tu mano y vamos a orar por ti en esta mañana. si hay alguien que quiera entregar su vida a Cristo por primera vez o si quieren pasar aquí al frente, le invito a hacerlo también. Quiero bendecirle en el nombre del Señor, pero sobretodo asegúrese de no salir de aquí sin haber dicho, yo voy a ser un cristiano radical, un cristiano comprometido, un cristiano, llueva, truene o ventee, haga sol, haga lluvia, sea lo que sea yo viviré para él. Y seré un instrumento para él, en el nombre del Señor. Ese es nuestro compromiso, hermanos, en el nombre de Jesús.
Levante su mano ahí y dígale así al Señor. Levante su mano conmigo. Si usted está dispuesto a entrar en ese compromiso. Prométale al Señor que usted va a buscarlo y a seguirlo de esa manera. Gracias Señor, te adoramos.
Lord, we yield our lives to you. We honor you, we glorify you.
Señor, entregamos nuestras vidas a ti, nos comprometemos contigo. Declaramos que nada es nuestro, todo es tuyo. Te seguiremos, te serviremos, te amaremos por sobre todas las cosas y vamos a vivir buscando tu rostro y queriendo hacer tu voluntad, esforzándonos en todo para ti Señor, y para tu gloria.
Gracias Señor. Nos entregamos a ti, nos entregamos a ti de nuevo, Padre. Señor, yo te entrego esta iglesia, has de ella lo que tu quieras, haz de ella lo que tu quieras. Úsala para tu gloria. Padre entra esta iglesia en la grandeza en la cual tu la has llamado, entra estos hombres y mujeres, Señor, al nivel donde tu los quieres llevar, Padre, corta toda la tela superficial que impide verte puramente, Señor, y aclara nuestros ojos. Nos entregamos a ti, Padre, nos entregamos a ti, Señor, por esta palabra que ha sido proclamada, Padre, yo pido que tu recibas nuestra petición, que entres en esta iglesia en un nuevo nivel de vida, Padre, y de entrega a ti.
Gracias, Señor. Te adoramos, te bendecimos, recibe nuestra petición, Padre. Nos ofrecemos delante de ti, Señor, nos entregamos delante de ti, nos postramos delante de ti, Jehová. Recibe esta iglesia, Señor, recibe mi vida, Padre. Recibe esta congregación, recibe este pueblo, Padre. Crucifícalos, Señor. Suelta tu obra en él, Padre, en el nombre de Jesús, yo suelto tu obra sobre este pueblo, en el nombre de Cristo, Padre, yo desato la obra del Espíritu Santo sobre este pueblo, cortando y limando y probando en el nombre de Jesús todo lo que necesite ser tratado hasta que este pueblo llegue a ser lo que Dios quiere que él sea, me incluyo en esa oración, en el nombre de Jesús. Gracias, Señor. Te bendecimos, gracias, Dios. Gracias, Señor.