No te quedes en la religión formal

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Quiero compartir con ustedes un pasaje de la Escritura. El domingo pasado de hecho, tuvimos al pastor Gilberto Sámano, ¿se acuerdan? Que nos habló de la vida del Espíritu Santo y estamos, continuamos con eso. él habló acerca de por qué es importante el Espíritu Santo y ciertas áreas en que es importante. Y como le decimos, mire, yo no sé, el Señor nos mantiene en ese tema y han venido otros temas, claro que sí, pero yo quiero continuar como, yo siento del Señor que tenemos que sellar esta iglesia con la doctrina del Espíritu Santo, tenemos que sellar a cada uno de nuestros hermanos. Yo te estoy hablando a ti, y a ti, y a ti, y a mí con respecto a la importancia de vivir en el espíritu, de vivir una vida llena del Espíritu Santo. Quiero hablarle a usted hermano, de que la vida cristiana es una vida llena del Espíritu Santo.

Les decía no se si les llegué a decir que me invitaron a hablar en el Gordon College, una escuela que yo tanto aprecio y que amo a esa universidad cristiana y me invitaron a hablar acerca de la vida llena del Espíritu Santo porque hay inquietud en el pueblo de Dios, hay necesidad en el pueblo de Dios, estamos concientes de que no podemos vivir sin la llenura del Espíritu Santo, sin el poder de Dios.

Y yo quiero animar a mis hermanos a cambiar de programa y a darnos cuenta más y más. Yo tengo que yo mismo refrescarme continuamente con esa enseñanza y con esa práctica. Así que yo le pido en el nombre de Jesús este mensaje es para ti, para cada uno de ustedes y vamos a continuar hablando.

Cuando yo estuve predicando en la iglesia Barbara Anne Rossler allá en Puerto Rico, tuve que resumir de lo que he estado predicando aquí en estas semanas y meses y entonces configuré de una manera diferente estas predicaciones sobre el bautismo del Espíritu Santo porque era mucho menos tiempo que tenía y Dios me dio nuevo material y siento que es bueno que lo comparta con ustedes para continuar apertrechando eso. Yo quiero que cada uno de nosotros nos preguntemos, estoy yo seguro que estoy lleno del Espíritu Santo, que soy bautizado en el Espíritu Santo, y que vivo en intimidad con el Espíritu Santo. Y si no, sigamos buscando, vamos a estar orando por ustedes, vamos a estar imponiéndole manos, vamos a estar haciendo todo lo que esté de nuestra parte para entrar en esa dimensión de la vida del espíritu.

Pero hoy yo quiero hablarles específicamente acerca de la diferencia entre la religión meramente formal y externa y la religión del espíritu. La religión estéril, formalista, y la religión del espíritu, ¿qué caracteriza a cada una de esas dos religiones o de esas espiritualidades? Es posible ser una persona muy religiosa y temerosa de Dios pero vivir en una modalidad estéril, farisaica o simplemente superficial, y no tener esa comunicación directa con el espíritu de Dios. Y por otra parte es posible vivir una vida vital, refrescante, viva que refleje esa relación con Dios, con el espíritu de Dios. ¿Cuáles son las diferencias y qué nos dice la Biblia acerca de eso, y cómo podemos entrar en esa dimensión de vida?

Así que pon mucha atención porque yo sé que eso te va a ser de mucha utilidad. Y yo veo estas verdades que voy a hablar reflejadas en un pasaje que se encuentra en Juan, Capítulo 4, un pasaje muy conocido, es el pasaje donde Jesús se encuentra con la mujer samaritana. ¿Cuántos han oído ese pasaje antes o lo han leído? Mucha gente ¿verdad? Ok, déjenme refrescarles la memoria, voy a simplemente saltar algunos versículos y luego continuaremos.

Versículo 7, Juan 4, dice, “... Vino una mujer de Samaria.... –que bueno, tenemos ahí en la pantalla-...... Vino una mujer de Samaria a sacar agua – de paso, antes de continuar. Esta mañana venía manejando hacia la iglesia y vi a un hombre parado en la estación de autobuses o parado en una parada de autobuses en la calle Broadway en Summerville. Este hombre tenía como unos treinta y pico de años, un hombre afro americano, se veía afro americano, bien elegante vestido con su traje varonil, y tenía una tremenda Biblia marrón en su mano. Y guau, eso fue de bendición para mí, porque digo qué lindo que este hombre tan varonil, tan elegante, pero anda con su Biblia en la mano dando testimonio en público. Todo el mundo que pasaba por la Broadway que es una calle con mucho tráfico, podía ver a ese hombres mientras esperaba, porque evidentemente iba a la iglesia. Estaba dando un mensaje con eso. Qué bueno es que nosotros traigamos nuestra Biblia a la iglesia, ¿verdad?

Por eso cuando vi aquí arriba, eso es bueno tener eso, pero eso no es sustituto para que nosotros traigamos nuestra Biblia. Amen. Traiga su Biblia a la casa del Señor. Un soldado no sale a la guerra sin su arma, nosotros nuestra arma es la Escritura, si vamos a la iglesia, traigan su Biblia porque usted va a entrar en diálogo de alguna manera, si en su iglesia se predica, es que también tener la Biblia en la mano, traerla a la iglesia es como algo simbólico, es como que yo soy un hombre, una mujer de la palabra y cuando voy a la sinagoga, quiero llevar mi palabra, quiero llevar mi Biblia conmigo. Eso es lindo porque refleja esa intimidad. Tenga su Biblia, el hombre de Dios, la mujer de Dios es una persona de la Escritura, no puede falta la Biblia en nuestras vidas diariamente. Así que les animo, eso está gratis, ese sermón eso es gratis.

Juan 4:7, “....Vino una mujer de Samaria a sacar agua y Jesús le dijo, ‘Dame de beber’, pues sus discípulos habían ido a la ciudad a comprar de comer....”

Saltemos entonces, bueno la mujer le pregunta “... ¿Cómo tu siendo judío me pides a mí de beber que soy mujer samaritana?.... -Porque judíos y samaritanos no se trataban entre sí.- ..... respondiendo Jesús le dijo, ‘Si tu conocieras el don de Dios y quién es el que te dice, dame de beber, tu le pedirías y él te daría agua viva’....”

En otras palabras, el que está delante de ti es tan poderoso que en vez de él pedirte a ti, tu le tienes que pedir a él agua viva que es diferente.

“... Y la mujer le dijo, ‘Señor, no tiene con qué sacarla’.... – ella todavía está entendiendo puramente literal las palabras de Jesús,- .... no tienes con qué sacarla y el pozo es hondo, ¿de donde pues tienes el agua viva, acaso eres tu mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados?’, respondió Jesús y le dijo ‘cualquiera que bebiere de esta agua... –es decir, del agua del pozo, física- .... volverá a tener sed, más el que bebiere del agua que yo le daré no tendrá sed jamás, sino que el agua que yo le daré será en él o en ella una fuente de agua que salte para vida eterna...’

El Señor sigue estableciendo este contraste entre agua física y el agua espiritual que él da.

Entonces la mujer le dice, la mujer no era tonta, dice “... Señor, dame esa agua para que no tenga yo sed ni venga aquí a sacarla’.... – ella todavía está pensando que él tiene una medicina especial, un agua ahí rara que le va a quitar la sed, ella no entiende todavía espiritualmente lo que le está hablando. - ... Jesús le dijo ‘ve, llama a tu marido y ven acá’, y respondió la mujer y dijo, ‘no tengo marido’, Jesús le dijo ‘bien has dicho, no tengo marido, porque 5 maridos has tenido – guau, esta mujer era una veterana. ¿Cuántos conocer a Yaya Gabor que tuvo como no sé cuántos matrimonios. Eso le va a decir a usted cuántos años yo tengo aquí sobre la tierra, Elizabeth Taylor también, ciertamente.

“.... porque 5 maridos has tenido y el que ahora tienes, no es tu marido, esto has dicho con verdad...”

Esta mujer vivía una vida un poco suelta, libre, inmoral. “... Le dijo la mujer, ‘Señor, me parece que tu eres profeta...”

Gracias a Dios que no trató de esconderse. ¿Cuántos cuando nos señalan nuestras cosas tratamos de esconder nuestros pecados y nos ofendemos y nos ponemos medio arisco. Ella bajó la cabeza y reconoció que él tenía razón.

“..... me parece que tú eres profeta. Nuestros padres adoraron en este monte y vosotros decís que en Jerusalén es el lugar donde se debe adorar... – recuerden que ella es samaritana y está hablando de los judíos - .... y vosotros decís que es en Jerusalén donde se debe adorar.....”

Los samaritanos creían que la capital verdadera de la religión judaica estaba en su terreno. Los judíos decían, no, es en Jerusalén y había controversia entre ellos dos.

“... entonces Jesús le dijo, ‘mujer, créeme que el ahora viene cuando ni en este monte -Samaria- ni en Jerusalén adoraréis al Padre. Vosotros adoráis lo que no sabéis porque nosotros adoramos lo que sabemos,... –es decir, los judíos- ..... porque la salvación viene de los judíos, más la hora viene y ahora es cuando los verdaderos adoradores adorarán al Padre en espíritu y en verdad porque también el Padre tales adoradores busca que le adoren. Dios es espíritu y los que le adoran en espíritu y en verdad es necesario que adoren’. Le dijo la mujer, ‘sé que ha de venir el Mesías llamado el Cristo, cuando él venga nos declara todas las cosas’. Jesús le dijo, ‘yo soy, el que habla contigo’...”

Gloria al Señor. Vamos a dejarlo hasta ahí, pocas veces, de paso, el Señor se reveló tan claramente a una persona, muy pocas veces fue él tan abierto en su ministerio en decirle, ‘yo soy el Mesías, el que está hablando contigo’, muy lindo ese pasaje.

Ahora permítame volver a desarrollar el punto que les planteé al principio. ¿Cuál es la diferencia entre una religión formal, fría e inefectiva y una religión vital, poderosa, transformadora, llena de vida? ¿Cuál de esas dos religiones le gustaría a usted? ¿Cuántos les gustaría tener la primera religión, la fría, la formal y la inefectiva. Levante su mano. Tengo un buen psiquiatra que le puedo recomendar enseguida.

¿Cuántos les gustaría tener esa religión vital, poderosa y transformadora? Amen. Eso es lo que nosotros tenemos que estar buscando. Yo le voy a ayudar dándole un mapita de cuáles son las diferencias entre esas dos.

Para entender la vida en el espíritu primero hay que entender lo contrario, la vida meramente formal, religiosa. La diferencia yo la voy a resumir en un par de palabras solamente. La diferencia se puede resumir en el contraste entre lo externo y lo interno. La religión formal, fría inefectiva tiene una orientación hacia fuera, hacia lo externo.

Mientras que la religión poderosa, transformadora, vital tiene una proyección hacia adentro, es desde adentro. Esto es una simplificación pero yo creo que se aplica muchísimo.

Otra cosa, la religión inefectiva tiende a ser mecánica, robótica, cuadrada, torpe en sus movimientos y en sus enseñanzas y en sus decisiones, mecánico. Es decir, es algo más bien, no tiene vida. Mientras que la religión del espíritu tiende a ser una religión orgánica, como el cuerpo. Es la diferencia entre un robot y cuerpo humano. Un robot se mueve con movimientos torpes porque está hecho por hombres mientras que el cuerpo humano es totalmente fluido, se mueve, los dedos tienen articulaciones, la muñeca une el antebrazo con la mano y todo está pegado perfectamente y fluye todo. Hay vida. No hay una parte, usted no ve las costuras entre un pedazo y otro sino que todo está perfectamente unido y conectado en una manera orgánica.

Eso es lo que yo quiero mirar aquí en este pasaje, porque todo esto yo lo veo aquí en este pasaje y en un par de otros pasajes que no sé si voy a tener tiempo, más adelante. Entonces, lo religioso está orientado hacia fuera, lo espiritual reside en lo de adentro. Lo religioso es robótico, rígido, cuadrado. Lo espiritual es orgánico, fluido, redondeado.

Cuando en el Nuevo Testamento se habla de la vida en el espíritu, usted sabe que el Apóstol Pablo habla muchas veces de vida en el espíritu le está hablando, recuerde, a judíos sobre todo, y a gente de las religiones greco romanas que solo conocían una religión externa, hacia fuera. Todo eran orientado hacia los templos, hacia las cosas de afuera, los rituales, todo este tipo de cosas. Y entonces necesitaban enseñanza de que el cristianismo era algo diferente. El cristianismo representaba una forma diferente de los hombres relacionarse con Dios.

Mire la diferencia por ejemplo entre cómo era el judaísmo, para que usted vea el contraste con el cristianismo. En el judaísmo había que ir al templo para encontrarse con Dios, uno tenía que tomar su sacrificios y una vez al año llevarlo al templo y allí era donde se suponía donde residía la presencia de Dios, en ese lugar santísimo. Era algo hacia fuera, había que ir a ese lugar externo para encontrarse con Dios.

En segundo lugar, había que ejecutar ritos externos, había que matar corderos, había que prender velas, había que entrar en lugares especiales y consistía en una cantidad de ritos, la levadura que había que buscar en las despensas y todo esto era ritual. Si usted mira las religiones que no tienen una relación vital con Dios dependen mucho de rituales, de apariencias externas, de cosas externas como para recordarle a la gente que Dios está en ese lugar, y si no están llenos de aparato y cosas la gente se siente como que no están entrando en comunión con Dios.

Mientras que la persona que tiene la vitalidad del Espíritu Santo dondequiera puede tener un encuentro con Dios, dondequiera sienta la presencia de Dios, aún en un tapón a las cinco de la tarde en la ruta 93, ahí puede sentir la presencia de Dios.

En tercer lugar, la religión externa judaica dependía de intermediarios humanos. Se necesitaba ese sumo sacerdote que llevara a la gente, que una vez al año entrara al lugar santísimo para ofrecer por los pecados del pueblo. El sacerdote lo hacía todo. La gente simplemente traía sus cositas y se las depositaba al sacerdote para que él se encargara de estar en la presencia.

Recuerda lo que le dijeron los judíos a Moisés cuando la presencia de Dios estaba en el monte y había truenos y rayos y todo, ellos le dijeron a Moisés, no nos mande que vayamos allá, ve tú y represéntanos a nosotros, nosotros nos vamos a quedar aquí, y que el rayo te parta a ti pero nosotros vamos a estar aquí tranquilos y vamos a ver qué pasa. Buena suerte, Moisés.

Había una desconexión entre Dios y el pueblo. Los intermediarios eran... y cuántas veces usted ve eso en las religiones que no son como el cristianismo hay una serie de especialistas que son los que conectan a la gente con Dios. Pero en el Evangelio usted se supone que tenga su conexión directa con Dios. Amen. Usted no me necesita a mí para tener diálogo con Dios, hermanos.

Yo creo que la madurez, mientras uno más maduro se pone en la fe uno es más capaz de procurarse su propia comida. Ahora, eso no quiere decir que no nos congreguemos porque hay algo especial cuando el pueblo de Dios se congrega y compartimos esta comunión preciosa. No somos llaneros solitarios tampoco. Pero se supone que usted tiene una relación directa con el Padre. Amen.

El Espíritu Santo está dentro de usted. Usted puede ir directamente, dice, ‘... acerquémonos confiadamente ante el trono de la gracia por ese camino nuevo y vivo que Cristo abrió a través de su muerte...’

Es decir, la vida espiritual viva no depende de ni un hombre, ni de un grupo de diáconos, ni de nadie. Usted directamente siente esa confianza y esa seguridad para ir ante el Padre, y usted sabe cómo buscar lo que usted necesita. Amen. Usted sabe cómo procurar en el nombre de Jesús su sanidad. Usted sabe cómo buscar cuando un demonio quiere hacer daño en su familia o en su vida, cómo descabezarlo en el nombre de Jesús porque usted tiene relación directa con Dios, usted conoce la palabra de Dios, usted tiene intimidad con Dios.

Mientras que la religión religiosa, todo es alrededor de intermediarios y de gente y de relaciones y de programas, y todo esto, en vez de directamente un cable que te une directamente al trono de Dios continuamente.

Otra cosa también, número cuatro, Dios se veía como que estaba afuera y no dentro del individuo. Ya he señalado eso pero es bien importante que yo aísle eso. En el Evangelio Dios dice que él morará dentro de nosotros. El Señor Jesucristo le dijo a sus discípulos, mire, conviene que yo me vaya, porque antes yo estaba con vosotros, pero ahora voy a estar en vosotros. El Espíritu Santo estará en vosotros. El Señor dice en Apocalipsis, ‘yo estoy a la puerta y llamo y si alguno escucha mi voz y abre la puerta yo entraré a él y cenaré con él y él conmigo.’ Gloria al Señor.

Sabes que tu puedes desayunar, almorzar y cenar con Jesucristo todos los días. Puedes tener un banquete con Cristo todos los días porque él está dentro de ti y él ha dicho yo quiero tener intimidad contigo. Una cena es la cosa más íntima que uno puede tener con una persona, y sobretodo dentro de uno. Ya la vida cristiana no es acerca de ir a encontrarse con Dios en la iglesia. Olvídate de eso. Dios está contigo, tu vienes con Dios a la iglesia y tú eres un templo del Espíritu Santo. Dios habita dentro de ti.

¿Saben qué? El domingo pasado se me ocurrió eso, que la adoración cristiana es una adoración donde muchos templos pequeñitos vienen a un templo grande para encontrarse y adorar a Dios desde su templo espiritual. Aquí hay ahora mismo cientos de templitos adorando al Señor desde su templo, desde lo que tú eres. El Espíritu Santo está habitando contigo y todos nosotros hacemos un gran templo místico espiritual dentro de este templo físico. Gloria al Señor por su insondable sabiduría.

Entonces, Dios no está afuera sino que está adentro de nosotros. Y finalmente, la religión religiosa, formal es una religión de leyes, de mandamientos, de cosas que hay que hacer por fuera, todo el tiempo hay que estar apaciguando a ese Dios insaciable y ofreciendo sacrificios y cosas y haciendo promesas y prendiendo velas y dando dinero para esto, y poniendo el santo boca abajo para que haga algo. Es continuamente esta cuestión de manipular, de leyes externas, como los fariseos. Cantidad de cosas que tenían que hacer para asegurarse de que Dios estaba contento con ellos.

Mientras que en el cristianismo no es así. En el cristianismo hay una relación personal con Dios. Dios escribe su ley dentro de su corazón, dice su palabra, dentro de tu corazón y habita allí.

Entonces todo esto está ilustrado aquí en este pasaje de Jesús con la mujer samaritana. Vemos en el diálogo entre Jesús y la mujer samaritana un contraste entre esa religión del Antiguo Testamento, la mujer samaritana todavía está en el Antiguo Testamento. Ella es un personaje que vive todavía en el Antiguo Testamento.

Sus personajes son Jacob, y los padres del judaísmo, porque los samaritanos eran una mezcla de judíos y de paganos. Era una mezcolanza tremenda en su religión, pero reconocían muchas de las cosas del judaísmo. Entonces, esta mujer todavía está plantada su pie en la religión externa, la religión institucional y Cristo quiere traerla a lo que él representa: un nuevo pacto, una nueva forma de ver a Dios, un nueva forma de relacionarse con Dios.

Y de paso, déjenme decirle esto, hermanos, cuando yo hablo de religión formal, religión institucional externa, yo no me estoy refiriendo a una denominación. Sabe que es posible ser pentecostal y carismático y vivir en la religión formal, religiosa externa. A nosotros los pentecostales y los carismáticos nos encanta tirarle piedras a los evangélicos que no son pentecostales y carismáticos, y decimos, ellos son religiosos, ellos no tienen el Espíritu Santo, ellos no saben adorar, esto y lo otro.

Pero mire, déjenme decirle, es posible uno ser carismático pentecostal y no tener experiencia con el poder verdadero de la vida en el espíritu. La religión carismática pentecostal puede ser tan religiosa y tan estéril como la religión que no tiene el Espíritu Santo, se lo digo, por experiencia y por lo que yo he observado.

De la misma manera, uno puede en muchas ocasiones no moverse necesariamente en una denominación pentecostal carismática y ser lleno del Espíritu Santo y vivir una vida de relación con Dios. Yo veo mucha gente en las iglesias carismáticas pentecostales que creen que tienen pero no tienen y todos necesitamos buscar más de eso, tenemos que cuestionarnos continuamente. ¿Vivo yo esa vida llena del Espíritu Santo? ¿Vivo yo esa vida que rebosa vitalidad con Dios?

Mire, cómo se da este diálogo, ya estoy entrando en la segunda mitad de todo esto que quiero ya arropar en un momentito. Mire cómo se da ese diálogo entre Jesús y la mujer samaritana y lo que revela.

Vemos este contraste entre el viejo sistema y el nuevo sistema. El Señor comienza usando una imagen que es muy cercana a ella, el agua. Ella ha venido desde su aldea a buscar agua a este pozo central donde toda la comarca se aprovisionaba de agua. Entonces el Señor aprovecha esa imagen del agua para entablar un diálogo con ella. El agua representa vida, ¿si o no? No puede haber vida sin agua. El agua es el elemento más importante para que haya vida y es un elemento que simboliza vitalidad, refrescamiento, sanidad, vida, todas estas cosas están simbolizadas en el agua.

Y el Señor observa a esta mujer mientras él espera que sus discípulos regresen porque fueron a comprar comida al supermarket de la ciudad y era una larga caminata. Mientras él está, yo me imagino al Señor sentado en algún sitio por ahí mirando así, llega esta mujer con su lata y en este caso era una tinaja, y él la está observando y ella coge y mete el agua con mucho trabajo, me imagino que amarró el envase y entonces lo baja y tiene que jalar esa pesada vasija con agua, y el Señor la está mirando y proféticamente él sabe su vida, él sabe el drama que hay detrás de esta mujer, sabe su vida y milagros, todas sus cosas.

Y él dice, mira aquí un candidato para yo enseñarle quién soy yo y sanarla. El Señor quiere tener relación con nosotros. No importa cuál sea nuestra condición. Entonces él se acerca a ella y le dice, ‘mujer dame de beber’. Y ella se sorprende porque él es un judío y es un hombre evidentemente educado, y le dice, ‘¿Cómo tu, siendo judío, me pides a mí? Se sorprende ella. y entonces el Señor le dice, ‘mira mujer, si tu superas quién es el que te dice, dame de beber, tu le pedirías a él y él te daría agua que es diferente a esa agua.’

El agua del pozo era un agua estática, estaba allí muerta, y uno metía una lata y sacaba agua de ella. el Señor quería darle otro tipo de agua, un agua viva, un agua que corriera de adentro. Ella tenía que venir a ese pozo a sacar el agua. Como la gente que está en la religión aunque sea evangélica muchas veces tiene que ir a la iglesia para que le den una inyección de religión para sentirse como que está cerca de Dios pero desde que sale por la puerta, ya comienza a desinflarse otra vez y a secarse. Ya viene arrastrándose el domingo a duras penas para que el pastor vuelva a llenarlo de espiritualidad. Y así se pasa la vida: agua externa. Tenemos que ir al pozo a buscar agua.

Y Cristo dice, ‘mira, yo quiero que tu vivas con el agua corriendo dentro de ti.’ Dios quiere, hermano, que tu vivas en una relación con Jesús, que él te pueda dar el agua que tu necesitas. La religión solo nos puede dar satisfacción por un ratito mientras está dando el pastor a la manigueta y pasando los monitos y las cosas entonces uno se entretiene, se hipnotiza y uno se siente evangélico. Pero después ya cuando pasó el show como que volvemos otra vez a desinflarnos. No hay poder.

Y Cristo quiere que su persona, el Espíritu Santo que al tener una relación con él, al orar, al buscar su rostro continuamente, al tener una vida vital, esa agua esté continuamente corriendo dentro de nosotros. No es el agua externa de la religión, de la iglesia, sino el agua interna de una vida íntima con Dios. Entonces agua interna es lo que Dios quiere para nosotros, no agua externa.

Número dos, el agua externa tiene efectos temporeros solamente. Cuando usted bebe agua al ratito tiene sed otra vez, y el Señor dice, ‘mira, yo quiero darte algo que te satisfaga.’

Yo creo que la persona que hay tenido una relación íntima con el Espíritu Santo y con la vida vital, aunque pase como dice la Biblia por valles de sombra de muerte, siente que Dios está con él o con ella. Hay una intimidad que uno siente continuamente. Puede haber en la superficie de tu vida puede haber tiempos difíciles porque los hay, por qué mentir. Puede haber dificultades, pero uno como que sabe en lo hondo de su ser, yo soy un hijo de Dios, Dios está trabajando en mi vida. Dios está conmigo, Dios me va a sacar adelante y usted continúa su vida cristiana y usted sabe que el Señor está con usted. Y eso le da una paz que no permite que usted se desplome, que no permite que usted ceda a la ansiedad o a la depresión crónica, que no permite que usted ande como una oveja sin pastor, desorientado y neurótico.

El cristiano padece pero el padecer del cristiano que tiene una experiencia con Cristo es un padecer diferente. No es el padecer desgarrador y destructivo y deformador, y debilitante de la persona que no tiene a Cristo. Esa persona tiene una corriente de agua que corre secretamente y le va suavizando sus padecimientos. Muchas son las aflicciones del justo, dice la palabra, pero de todas les sacará el Señor.

Ahora, nosotros sufrimos y padecemos pero no padecemos como los que no tienen a Cristo. Tenemos esa agua refrescante que corre continuamente dentro de nosotros. no es ese estar secos un tiempo y contentos otro tiempo. No, nosotros somos como el camello tenemos una totuma ahí con mucho agua que nos va refrescando continuamente en medio del desierto. Hay una diferencia en eso ¿no?

Entonces la religión solamente llena a la gente por un momento y después viven vidas separadas y neuróticas y tienen que volver otra vez a sanarse y el pastor a imponerle manos y volver entonces a sentir el espíritu de Dios. No, el cristiano está continuamente sanado y ministrado por esa agua que no permite que nos sintamos secos.

En tercer lugar, el esta mujer sacar agua requiere un esfuerzo tremendo. Imagínese caminar kilómetros quizás para llegar a este pozo y sacar agua y ponérsela en la cabeza y volver a su aldea. Que trabajo tan grande, y hacer eso varias veces por la semana seguramente, sino todos los días. Mucho esfuerzo.

Y Cristo dice, ‘mira,’, él está hablando simbólicamente en el espíritu, ‘el agua que yo te quiero dar es un agua que va a fluir de ti’.

Tu vas a ir como hoy hacemos nosotros a la cocina y bum, tu abres la llave y ahí está el agua. Que bueno es cuando usted abre su refrigerador y puede meter el vasito en ese tubito y coger agua fría, agua fresca, agua filtrada. Hoy en día nosotros damos eso por sentado, pero no era así en aquel tiempo.

Entonces, Cristo dice, ‘mira, yo quiero poner el agua dentro de tu vida y que no requiera tanto esfuerzo sacarla’.

Yo creo que eso es uno de los problemas con la vida religiosa, cuánto trabajo le cuesta a la gente sentir la presencia de Dios. Y cuan escaso es. Y muchas veces uno tiene que hacer tantas cosas para sentir la presencia del Señor.

El judaísmo estaba lleno de cositas pequeñitas que había que hacer, y esto y lo otro. Y la religión sin Cristo, sin el poder de Cristo es así, aún hay espiritualidades cristianas que son llenas de esfuerzo y de trabajo y la gente no recibe de Dios lo que necesita porque no saben cómo comunicarse con Dios y tienen que estar continuamente....

¿Cuántos cristianos hay, por ejemplo, que tantos mandamientos y tanta cosa? Por eso es que yo digo, hay grupos religiosos que el vestido, y la medida, y no digo que eso no sea importante pero también se puede exagerar mucho, de un lado o del otro. Pero que el largo del cuello, y que si se pone arete uno, y cuán alto puede ser el moño o no, y si nos teñimos el pelo, si usamos barba, y todas estas cosas. Trabajo, esfuerzo.

Mientras que la persona que tiene una relación personal con Jesucristo, vital, sabe que la vida espiritual no depende de esas cosas, porque estamos en una relación diferente con un Dios que ahora se relaciona con nosotros como un padre se relaciona con un hijo. No quiere decir que no haya momentos de tensión entre el padre y el hijo. No quiere decir que el padre no tenga mandamientos con su hijo, pero hay una relación de confianza. Si se le perdieron las llaves del carro al hijo, él no se queda afuera en la calle durmiendo ese día porque no se atreve a decírselo a su papá. No, va donde su papá y le dice, mira, se me perdieron las llaves. Y el papá quizás le da un pequeño sermoncito pero consigue una respuesta y ya todo se arregló. No hay esa cuestión de esterilidad. Hay una naturalidad que en la vida cristiana que tiene una relación personal con Jesucristo, que es tan importante en ese sentido.

Otra cosa también, la vida espiritual, llena del Espíritu Santo es muy diferente en este sentido que la vida religiosa es una vida de enemistades y de controversias, mientras que la vida espiritual cristiana es una vida de gracia y de misericordia para con los demás.

Déjenme explicarles un poquito más. Mire el mundo ahora mismo cuántas pugnas religiosas hay en el mundo. En el islamismo ahora mismo hay tantas luchas entre chiítas y sunitas, se matan unos a otros continuamente. Y ahora traigamos eso al cristianismo. En el siglo XVI y XVII se dieron en Europa algunas de las guerras cristianas más terribles que usted se puede imaginar. Murieron cientos de miles de gentes cristianos matándose unos a otros. ¿Por qué? Porque era una religiosidad externa. No había una religión del Espíritu Santo era una religión de denominaciones, de creencias, de doctrinas. Desgraciadamente cuando vino la reforma protestante, también vino una pugna religiosa tremenda de doctrinas y la gente se mataba por eso. Porque el cristianismo debe ser acerca de doctrina, debe ser acerca de relación personal con Jesucristo.

La doctrina viene después del encuentro con Dios, recuerde eso siempre. Y hay mucha gente cristiana que cree que primero es la doctrina, la enseñanza, todo eso y después el encuentro con Dios. a la gente hay que facilitarle un encuentro con el Espíritu Santo y cuando están curados con el Espíritu Santo entonces se les debe enseñar cómo relacionarse con Dios y con el Espíritu Santo. Nosotros estamos continuamente poniendo la carreta en frente del caballo y lo que estamos creando muchas veces en las iglesias son gente con una cabeza inmensa, llena de doctrina y de teología y de enseñanza religiosa, pero con poca experiencia de la presencia de Dios. y por eso entonces, están continuamente tirándose piedrecitas unos a otros.

Esta mujer le dice a Jesús, ‘Señor, nosotros decimos que es aquí donde se debe adorar a Dios y ustedes dicen que es allá en Jerusalén’. El Señor le dice, ‘mira, aparte de todo eso, viene el día en que los verdaderos adorarán al Padre en espíritu y en verdad, no se tratará de un templo, otro por aquí, que un monte allí, que ir allá a hacer una promesa. No, la presencia de Dios va a estar en el espíritu dentro de uno.’

Usted ve, cuando un cristiano tiene ese sentido de la presencia de Dios, tiene un discernimiento tremendo y le da gracia a los demás. Mire la pugna, por ejemplo, quiero hablar acerca de los evangélicos también, los cristianos, en Irlanda se han matado miles y miles de católicos y protestantes, luchas armadas, terribles. ¿Por qué? Porque no hay un verdadero discernimiento de la vida del espíritu. Es vida religiosa, es vida de doctrina, gente que no ha tenido un encuentro directo con el espíritu de Dios y por eso se matan unos a otros, porque la persona que tiene una experiencia con el Cristo de amor y de misericordia, con el Cristo vivo nunca va a matar, nunca va a oprimir, nunca va a explotar a otro. Eso yo lo puedo decir con toda confianza.

En este país por qué esclavizaron al negro, por qué hubo tantos años de esclavitud y de opresión contra seres humanos. Porque era una religión cultural, una religión donde la gente no se le predicaba la palabra de Dios, una religión simplemente religiosa, valga la redundancia. Donde hay un entendimiento de la persona de Jesús, las enseñanzas de Jesús yo no veo jamás que se pueda esclavizar u oprimir o matar a una persona o torturarlos como hizo la inquisición en el siglo XV y XVI en España, porque no hay un entendimiento de la palabra de Dios, no hay un entendimiento del Espíritu Santo.

Por eso, hermanos, nosotros tenemos que renovar continuamente nuestro entendimiento del espíritu de Dios para no estarle tirando piedras a los otros porque no hacen lo mismo que nosotros hacemos, porque no practican las cosas exactamente como nosotros las hacemos.

El hijo de Dios es una persona llena de gracia, es conocida por su simpatía, por su sonrisa benévola, por su carácter reconciliador, por su amor por los demás, no por estar simplemente, tu eres esto, tu eres lo otro, yo soy esto, yo soy lo otro. Yo rápidamente puedo saber cuando una persona tiene la vida del espíritu por esa actitud benévola, esa actitud misericordiosa, esa actitud reconciliadora en su corazón. La persona que tiene el espíritu de Cristo tiene ese mismo espíritu benévolo, no está estableciendo diferencias continuamente. Hay una aridez en la religión estéril que se identifica rápidamente y nosotros tenemos que buscar ese respirar del amor de Dios en nuestras vidas. Si no tenemos el fruto del Espíritu Santo estamos bien, bien perdidos.

La vida cristiano espiritual es una vida de reconciliación y de amor y de perdón, y de misericordia, aunque tiene su aspecto también de justicia y de santidad. No sé si me estoy explicando. Pueden decir amen, ¿están ahí todavía? O ya se me durmieron todos.

Ya yo voy cerrando, hermanos. Esto es importante. Lo que estoy tratando de hacer es ayudarlos y a mí también a identificar dónde estoy yo, los puntos de referencia de mi vida.

Otra cosa también, la religión espiritual y la religión externa, la religión estéril, en la religión estéril hay ataduras continuas en la vida de la persona. La religión externa no tiene poder para libertar al hombre de sus ataduras, por eso es que necesita continuamente estar yendo a que lo perdonen y está continuamente con rituales y cosas porque se siente sucio, se siente atado.

¿Cuánta gente atada hay en las iglesias evangélicas? Cuánta gente que tenemos cantidad de cosas que no logramos romper, estamos neuróticos, atados, estamos con ataduras de todos tipos y las tenemos y decimos, bueno, yo me voy a morir así porque no puedo romper esto, no puedo romper lo otro.

Hermanos, yo creo que en la religión vital de Cristo Jesús hay poder para romper cualquier cosa que te esté atando, sea depresión, sea ansiedad, sea rencor, sea baja autoestima, sea heridas del pasado, sea una dependencia de alguna droga o el alcohol o la pornografía o lo que sea, el Señor Jesucristo vino para romper las ligaduras de muerte. Y si nosotros vivimos atados a estas cosas entonces estamos desperdiciando el agua de vida que puede romper estas cosas. No te sometas a nada, como dice el Apóstol Pablo, no me someteré a nada excepto a Jesucristo.

Pero no permitas que nada te esclavice ni te mantenga atado en tu mente. Cualquier cosa que contradiga la paz de Dios y el propósito de Dios en tu vida, señalado, nómbralo y dile, a ti te voy a cortar la cabeza aunque sea dentro de un año o dos años, o lo que sea, pero yo voy en esa dirección. Porque la vida cristiana es una vida de continua restauración, continua transformación, continua renovación. Nos vamos renovando de día en día, dice la palabra del Señor, mirando cara a cara el rostro del Señor nos vamos pareciendo más y más a él cada día.

Entonces, siempre y cuando tu estés creciendo, estés progresando, las ataduras del diablo se estén aflojando en tu vida, haya progreso, haya crecimiento, tu puedes decir, yo estoy donde debo estar. Porque muchas veces la transformación no se da de la noche a la mañana, pero tenemos que ir hacia ella.

Muchos cristianos están patinando en el mismo lodazal toda su vida sin progresar ni una pulgada. El hijo de Dios tiene que ir continuamente yendo hacia adelante si está en la vida del espíritu.

¿Cómo yo veo aquí? Esta mujer estaba atada, su religión no la podía desatar de su vida inmoral, 5 hombres antes con quien había vivido y ahora el sexto, que no era ni siquiera su marido. Una mujer atada. Algunos dicen que por eso llegaba a esa hora del día para estar sola porque las demás mujeres quizás no querían tratar con ella. el Señor siempre tuvo misericordia de esa gente y por eso le dice, ‘mira, yo tengo un agua que te va a limpiar, te va a sanar, te va a romper esas ataduras’.

La Biblia dice que la unción pudre el yugo, dice la palabra del Señor. Esa agua pudriendo esa soga que te está atando y trae liberación a tu vida. Busca liberación en tu vida, no importa cuál sea el área de tu vida en que tu tienes, si Cristo está contigo tu puedes romper toda atadura en todas estas cosas, dice el Apóstol Pablo, somos más que victoriosos. Amen.

Hermanos, que esto sirva para instruirte a ti y a mí. No nos conformemos con decir, oh, yo voy a una iglesia pentecostal, pero ¿está el Espíritu Santo dentro de ti? Esa es la pregunta más bien, ¿está el Espíritu Santo saltando dentro de ti? Hay vida del espíritu, hay gozo, hay discernimiento de la voluntad de Dios en tu vida, hay buenas relaciones entre ti y los demás, hay constancia del sentido de que Dios está conmigo y que yo tengo una relación con él, hay un sentido de independencia de los hombres y de la iglesia y de los pastores Porque tu sabes que tu tienes una relación personal con Cristo y que dondequiera que tu estés, él está allí para resolver tus necesidades y tus problemas. Esa es la vida del espíritu a la cual yo te quiero llamar en esta mañana. Amen.

Recíbela en el nombre de Jesús. Di, Señor, yo quiero eso para mi vida. Yo quiero vivir en la vida del espíritu, Señor. Y ojalá que esta iglesia sea una iglesia siempre donde la presencia del Espíritu Santo se deje sentir, donde mucha gente caliente en el espíritu esté aquí. Que esta no sea una iglesia donde impere el programa, donde impere la formalidad. Tenemos que romper eso, hermanos, en el nombre del Señor, y tenemos que dejar que el espíritu respire en nuestras vidas.

Usted ve, tenemos que dejar de... yo entiendo eso cada vez más y le pido al Señor que me ayudo cada vez más a ser más y más libre en el espíritu. Ayer estuve oficiando en una boda en el norte de Boston, gente muy bien educada, muy apropiada, una iglesia muy formal y cuando íbamos a comenzar yo me sentía tenso. Y saben cómo son las bodas a veces que la gente como que está un poco tensa si va a salir todo bien y Dios me movió a hacer algo que nunca he hecho antes en mi vida.

Imagínese un ambiente así bien formal, y yo dije, Can I hear a praise the Lord. Y la gente se quedó como así de momento. Eso fue antes de comenzar la ceremonia porque yo sentí como del espíritu romper esa tensión que había y entonces la gente como que se despertó y praise the Lord. Y se despertaron un poquito.

Entonces dije, mire una boda es un tiempo para regocijarnos y para celebrar. Es que a veces tenemos que romper el frío. Usted sabe cuando usted mete una botella de algo en el freezer, al ratito hay como una capita que se pone por encima, que se está comenzando a congelar todo, pero esa capita impide que haya movimiento hacia arriba y eso pasa a veces con la religión.

La religión si usted no se cuida, la gente viene a la iglesia domingo tras domingo y es lo formal, el programa, siempre lo mismo. Nos sentamos en el mismo lugar, adoramos de la misma manera, los mismos coros, el mismo movimiento, todo siempre lo mismo y nosotros tenemos que cambiar el programa, hermanos, tenemos que venir a la iglesia a hacer un poquito de desorden de vez en cuando. Amen. Y dejar que el Señor se mueva como él quiere en nuestras vidas y decirle, Señor, ayúdanos a vivir una vida más en el espíritu. Amen.

Póngase de pie, vamos a hacer un poquito de desorden en esta mañana, amen. Alabe al Señor y glorifique. Pasen aquí al frente un momentito, vamos a adorar al Señor. Vengan dos o tres aquí, pase por aquí, salga de su banca y haga un poquito de ¡desorden y movámonos un poquito y venga aquí al frente y dele gracias y diga, Señor, yo quiero ser un hombre, una mujer del espíritu. Dígale al espíritu algo bueno, invite al Señor a moverse dentro de su vida ahora mismo.

Pase por aquí y adore al Señor. Tome un momentito para orar y darle.... vengan bien adelante, venga, si va a venir venga bien adelante aquí. Amen. Y dele gloria al Señor un momentito, aunque sea simbólicamente vamos a romper el orden del servicio y dígala a alguien algo, salude a alguien, venga por aquí, venga... llenen este lugar.

Hermanos, eso es lo que hay que hacer. Esta es la espiritualidad que Dios quiere. Es una espiritualidad viva en el nombre de Jesús. Rompa el espíritu religioso en el nombre de Cristo en esta mañana. ¡Aleluya!