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La palabra del Señor dice: “despiértate tu que duermes y te alumbrará Cristo” así que vamos a prepararnos porque Dios tiene algo muy especial. Ponga atención a la palabra de Dios, esa palabra es poderosa para hacer cosas transformadoras en nuestras vidas en esta tarde.
Quiero invitarles, hay un pasaje de la escritura que refleja muy bien el tema que queremos tratar; se encuentra en el evangelio según San Lucas capítulo 18, Lucas capítulo 18, vamos al versículo 9, un conocido pasaje.
¿Cuántos han oído de la parábola del fariseo y el publicano? ¿Cuántos han oído? Levanten la mano ¿Ok?, por lo menos una porción menos de lo que pensaba. Algunos quizás están dormidos y no escucharon mi advertencia.
Déjenme decirles antes para que usted pueda entender lo que escucha, porque algunos hermanos quizás no han traído sus biblias y no entienden quién es un fariseo y quién es un publicano, tenemos mucha gente nueva aquí en la iglesia que están apenas entrando en los caminos del Señor, y no necesariamente van a entender que es un fariseo, que para muchos de nosotros es una palabra común o un publicano definitivamente es más difícil.
Primeramente, un fariseo era un miembro de una secta religiosa en los tiempos de Jesús que enfatizaban mucho el guardar la ley de Moisés, guardar las leyes dietéticas de Moisés; no comas esto, no comas lo otro; guardar la ley del sábado puntillosísimamente, es decir no hacer… casi se atrevían a decir no se puede ni siquiera respirar porque eso es trabajo en el día sábado.
Tan cautelosamente que guardaban la ley del día sábado y también guardaban una cantidad de leyes rituales como el lavarse las manos continuamente y no tocar un muerto y no tocar una mujer en su tiempo de menstruación o lo que sea.
Era una cautividad, por así decirlo, de leyes que congelaban la vida espiritual de Israel. Y esta gente tenía control de la vida espiritual de Israel prácticamente y Jesús tuvo mucha oposición contra ello por esa justicia que sentían ellos acerca de sí mismos, ese sentido de orgullo de que ellos guardaban la ley y por lo tanto eran mejores que los demás.
Y, por otra parte había también en el tiempo de Jesús, una clase que se llamaban los publicanos que eran oficiales del imperio romano, judíos pero que cooperaban con ese imperio que tanto odiaban los israelitas porque los gobernaban a la fuerza. Y estos agentes de… podríamos decirlo eran agentes de rentas internas, una de la gente más poco populares que hay en el mundo, el income tax. los que le cogen el income tax a uno, el IRS
Y esta gente aunque eran judíos, cooperaban con los romanos y abusaban de su posición, muchas veces robándole a la gente más de lo que debían y se quedaban con el resto. Le daban a Roma su parte y ellos se quedaban con una buena parte del dinero. Y eran odiados por ser traidores a la patria y también por ser opresores de la patria. Eran como el símbolo de los pecadores, nadie quería saber de los publicanos, y la gente los veía como abominación ante Dios y ante la nación judía.
Entonces vemos allí, uno en un extremo, una persona muy respetable, supuestamente muy religiosa, muy entregada a cumplir con los requisitos de la religión y otro que estaba completamente fuera de la religión por un comportamiento poco aceptable.
Ahora entremos en la lectura de la parábola en Lucas 18:9 y escuche o lea conmigo, dice: “…a unos que confiaban en sí mismos como justos y menospreciaban a los otros, les dijo también esta parábola....”
Una parábola es una ilustración, una narración, un cuento que se le hace a la gente para ilustrar una verdad espiritual. Mire a quién se la dirige, a una gente que estaba muy confiada en sí mismo, como que ellos eran justos, que habían cumplido con la ley, entonces miraban a los demás desde arriba como diciendo - pobre diablo, tu que no guardas la ley y no sabes lo que son las cosas de Dios ¿no? menospreciaban a los otros - les dijo también esto dice:
“....Dos hombres subieron al templo, a la iglesia a orar, uno era fariseo y el otro publicano. El fariseo puesto en pie oraba consigo mismo”, mire que revelador es eso ¿no?, estaba orando para sí mismo, no estaba ni siquiera orándole a Dios. Eso es muy importante, Dios quizás estaba a mil millas de él en ese momento pero él oraba para su propia satisfacción.
“....Oraba consigo mismo de esta manera: “Dios, te doy gracias porque no soy como los otros hombres, ladrones, injustos, adúlteros ni aun como este publicano, ayuno dos veces a la semana, doy diezmos de todo lo que gano.
Más el publicano dice el Señor estando lejos no quería ni aun alzar los ojos al cielo, el contrario total del primero ¿verdad? Este estaba metido allá en una esquinita de la iglesia donde nadie lo viera, y no se atreve ni siquiera a levantar los ojos hacia Dios. El otro estaba parado muy de pie, muy ufano, muy seguro de sí mismo, muy confiado en su propia justicia. El otro todo lo contrario, un corazón quebrantado conciente de su pecado, abrumado por que él sabía que había ofendido a Dios y que estaba pecando con su comportamiento, y este hombre dice que no se atrevía ni alzar los ojos al cielo sino que se golpeaba el pecho diciendo: “Dios sé propicio a mi” es decir ten misericordia de mi; pecador en otras palabras, él reconocía quien él era.
Y mire cual es el veredicto del Señor al final, dice: “os digo que éste, queriendo decir ¿quién? el publicano, ese ofensor terrible, ese pecador, éste descendió a su casa ¿qué? justificado”, ¿qué quiere decir eso? En otras palabras descendió a su casa perdonado, su deuda cubierta, su relación con Dios arreglada, hizo lo que se supone que suceda cuando uno viene ante la presencia de Dios, regresó limpio, regresó sus cuentas arregladas con Dios.
“.....descendió a su casa justificado antes que el otro.....,” en otras palabras, el otro yo creo que, ni siquiera le dio para pagar el bill del agua ese día, completamente seco. “.....porque cualquiera que se enaltece es decir, cualquiera que se jacta y se siente muy orgulloso de su propia justicia, será humillado y él que se humilla ser ¿qué? Enaltecido, será levantado....”
Hermanos, aquí tienen ustedes expuesta en una manera muy gráfica lo que es la dinámica básica de cómo un hombre o una mujer debe acercarse ante Dios en su condición de pecado.
¿Y qué es lo que Dios espera de nosotros? Recuerden que yo estoy predicando esta serie de sermones que yo he llamado sermones doctrinales, sermones que tratan de explicarnos aspectos bien importantes de la doctrina cristiana, bíblica.
Yo les voy a estar predicando de muchos diferentes temas en estos próximos domingos que yo sé que les van a ayudar para ustedes entender mejor qué es lo que Dios espera de ustedes y de mi y como iglesia cuales son la enseñanzas básicas que nosotros tenemos que practicar y retener en nuestro espíritu y en nuestra mente.
Y aquí tiene usted, yo diría la esencia del evangelio, y es que un hombre, una mujer es justificado ante la presencia de Dios no por las cosas que hace, no por su comportamiento, no por nada externo que pueda llevar a cabo, y después yo voy a matizar eso, pero esa es la verdad esencial, sino por una actitud de su corazón que lo conecta con la gracias de Dios.
Esa actitud de corazón requiere un par de cosas. Número uno, requiere reconocimiento de pecado, requiere que la persona admita que ha ofendido a Dios, eso es lo primero. Uno de los problemas muchas veces hoy en día cuando se habla a la gente de ciertas áreas y se ofenden de que la iglesia les está señalando esto y lo otro, es que no quieren admitir su pecado, sino que lo han disfrazado y lo están llamando por otro nombre para que no parezca pecado. Y nosotros le decimos: “mira porque hacer todas esas gimnasia y dar toda esa voltereta si lo único que Dios quiere es que tu admitas, - si Señor, pequé- como dicen los mexicanos,- la regué-“. Y entonces que de ahí Dios pueda trabajar contigo.
Lo primero que se requiere es una actitud de arrepentimiento, la palabra dice “…al corazón contrito y humillado…” ¿qué? “…No despreciaras tu, oh Dios…”, Dios nunca desprecia a una persona verdaderamente arrepentida, así que tiene que haber arrepentimiento de corazón.
En segundo lugar, tiene que haber una confesión, tiene que haber una admisión verbal, algo que sugiera verbalmente que la persona… es como firmar algo. Cuando usted reconoce y declara ante Dios, - Señor si, yo he pecado, yo te he ofendido” eso aquieta el corazón de Dios, aplaca la ira de Dios enseguida.
Ahora después de eso, que yo pongo bajo el rubrico de reconocimiento de pecado hay que dar un paso más y es entonces uno confiarse a la misericordia de Dios por medio ¿de quién? De Cristo Jesús, lo que Cristo hizo en la cruz del calvario.
Uno entonces remite su deuda y la pone en las manos de Cristo Jesús, y uno dice: “Padre, yo reconozco que mi deuda ahora ha de ser cubierta por el sacrificio de Jesús en la cruz del calvario”. Ahora cuando usted hace eso, y usted se acoge bajo la obra de Jesús, Dios entonces le da algo que la Biblia llama gracia. Entonces Dios le extiende su gracia y él dice: “¿sabes qué mi hijo, mi hija?, yo te perdono, borrón y cuenta nueva”.
Gracia, usted no hizo nada, usted no tuvo que ir a Roma de rodillas, usted no tuvo que subir unas escaleras todo sangrando para poder recibir, usted no tuvo que ir a donde el pastor para que escuchara la confesión verbal suya, usted no tiene que ir a comprar una indulgencia a algún lugar para que le quiten cien años de purgatorio, usted no tiene que ir a la reliquia de un santo donde está un pedacito de la cruz metido en una caja de vidrio y tocarlo, usted no tiene que hacer nada físicamente, sino simplemente esa actitud de corazón ya lo hace merecedor de la misericordia y de la gracia de Dios, es así.
Eso fue lo que pasó con este publicano, él estaba lleno de pecado, pero fue ante el trono de Dios, se arrepintió de corazón, sintió el peso de su ofensa, reconoció, confesó, se humilló y Dios lo perdonó.
El otro ¿en qué estaba confiando él? En todo lo que él hacía. Señor gracias porque ayuno dos veces todas las semanas, doy mis diezmos perfectamente bien, no quiere decir que no sea importante eso pero entienda bien, pero el problema con él es que él estaba poniendo su confianza en esas cosas y el que pone su confianza… no es tanto que usted haga cosas buenas, eso lo voy a matizar, sino que usted no puede pensar que porque usted hace esas cosas usted es salvo, porque Dios cambió ese sistema antiguo de la ley y lo convirtió al sistema de la gracia por medio de su hijo Jesucristo.
Déjeme darle un ejemplo porque lo que yo quiero que ustedes comprendan bien hoy, que salgan de aquí entendiendo bien estos sermones doctrinales, esta interrelación. La interacción que hay entre, por una parte la gracia de Dios y por otra parte las obras. No es que estamos diciendo que simplemente vamos a quitar las obras de un lado ¿recuerdan lo que les dije antes? pero yo quiero que ustedes entiendan este conceptos de la escritura, la gracia, las obras, el perdón de Dios, el concepto de justificación, ¿qué pasa cuando estamos ya dentro de la gracia de Dios y pecamos? ¿Qué recursos nos quedan? Todo este tipo de cosas para que usted salga de aquí con una buena idea de ese sistema que Dios ha establecido para beneficio de todos nosotros.
Pero lo primero que vemos aquí, en este pasaje es eso, que la justificación de un ser humano, es decir, el estar bien con Dios depende no de acciones sino de corazón y de actitud.
Yo les decía a los hermanos esta mañana un ejemplo para entender esto mejor, mire no hay persona que maneje que no quiebre la ley continuamente de tráfico en alguna manera u otra. La Biblia dice que nadie puede decir que no ha pecado, el ser humano peca porque no le queda otro recurso, es imposible no pecar contra Dios, es imposible no violar la ley de Dios, y ¿sabes lo que dice la Biblia? Que el que no aguarda toda la ley perfectamente es reo de muerte.
Si usted ofende técnicamente a Dios una sola vez, es como si ya hubiera violado toda la ley, ¿por qué? Porque violar la ley de Dios una sola vez ya lo hace técnicamente, judicialmente, merecedor del rechazo de Dios, legalmente es así porque Dios es Dios perfecto y a su reino no puede entrar ninguna cosa imperfecta.
Y usted sabe que una cosa es perfecta o imperfecta, no hay nada en el medio. Una sola cosita que viole el sello de la perfección ya hace a esa persona imperfecta y entonces no puede entrar ya, está dañada ya, no puede entrar al reino de Dios.
Entonces todos técnicamente pecamos continuamente, ¿cómo puedo ver eso? Mire, yo les decía por ejemplo, en el departamento de tráfico que es solamente un pedacito de la vida humana, tan pequeñito que es eso el área de manejar, pero fíjese, en un viaje de dos horas digamos a Pórtland-Maime o donde sea o a Connecticut, aunque usted no lo quiera usted va a violar la ley varias veces. Porque digamos que usted va escuchando una canción muy animosa y contento y cuando viene a ver mira el medidor de velocidad y ya va a 67/68, no se dio cuenta, eso es para los hermanos que son cuidadosos, imagínense los que no. Ya usted violó y aunque usted haga así y baje el acelerador un poquito y lo vuelva a poner a 65 o 55 ya usted violó la ley.
Los hermanos que maneamos aquí en la ciudad… usted va manejando, llega a un stop sign, a un sign… una señal de pare y ¿qué pasa? ¿Qué hacemos la mayoría de nosotros? Vamos… nos detenemos bien al pasito, en el mejor de los casos, miramos alrededor mientras el carro sigue moviéndose un poco, no vemos nada y seguimos adelante. Ya usted violó la ley, ¿si o no? ¿Por qué que dice la ley? Que usted tiene que pararse en seco, mirar para un lado y para el otro y quien sabe si volver a mirar otra vez… ah!! y tiene que ser detrás de la línea, cuidado!!! Si pisó la línea ya quedó frito también, y entonces moverse lentamente y poder pasar, ¿cuántos de nosotros hacemos eso? Sea honesto.
Entonces uno siempre está violando la ley. Usted está manejando y cuando viene a ver, sin darse cuenta el carro se le fue un poquito y pisó la línea de al lado, ¿sabes lo que dice la ley? Que usted tiene que poner la señal ante de cambiar de carril y cuidado si es una línea sólida o lo que sea, peor todavía.
Entonces uno peca o por ignorancia o por mala intención o por defecto del carro o lo que sea, uno siempre está violando la ley.
Imagínese qué sería de nosotros si hubiera algo metido en el carro que cada vez que yo cometo un error de tráfico me marca y me mandan un ticket a la casa, estaríamos en bancarrota la mayoría de nosotros, ya nos hubieran cancelado la licencia yo creo que a casi todo León de Judá, solamente el pastor tendría licencia.
Ya pequé ahí hermanos, todos… la Biblia nos dice, por cuanto todos pecaron y están destituidos de la gloria de Dios.
Ahora fíjense eso, si eso es en un área tan pequeñita de la vida como es manejar, multiplique eso por cien y añádale todas las demás dimensiones de la vida, las relaciones humanas, el matrimonio, la relación con los hijos, el trabajo, las finanzas, el IRS, el diezmo de la iglesia, todas las demás cosas que hay por allí, cientos de dimensiones de la vida humana.
Hermano, uno peca hasta durmiendo, uno peca cuando está pensando, uno peca cuando habla porque es imposible no irse de la línea, no acelerar el carro, no comerse el stop, es imposible, el hombre es inherentemente pecaminoso.
Imagínese si usted entonces tuviera… cada vez que usted cometió una infracción y lo registró el carro, si usted tuviera que pagar una multa, en este caso sería si usted tuviera que hacer una confesión y si se le olvidó un pecado ya quedó frito, y si no vio algo que hizo también.
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Martin Lutero, el gran reformador de la iglesia, vivía obsesionado con eso, y ya tenía a su confesor… porque era un monje católico él, muy puntilloso, de una moral increíble ese hombre pero estaba neurótico completamente, porque estaba… vivía confesando cualquier cosita, cualquier pecadillo. El confesor le dijo: “ ya me estas volviendo loco Martin, tu tienes que confiar en Dios” y Martin Lutero por eso tuvo que ir a la Biblia.
Lo asignaron para ser profesor de teología porque era un hombre que conocía mucho de la Escritura, mejor dicho conocía de religión pero no conocía de la Escritura y cuando él tuvo que comenzar sus lecciones y sus cátedras que lo obligó a leer la Biblia fue cuando el se tropezó con la doctrina de la gracia, salvación por gracia y no por obras.
Porque hasta entonces Roma exigía el confesionario, exigía las bulas y las indulgencias, exigía los peregrinajes a lugares sagrados, exigía el toque de reliquias de santo a tal, o de fulanito de tal o el otro , exigía dar limosnas y buenas obras y era la única manera que una persona podía ir, no al infierno, al purgatorio porque entonces ahí lo freíanpor mil, dos mil, tres mil, cuatro mil años según su situación y entonces había que sacarlo de allí con indulgencias y con otras cosas, era una trampa terrible.
Cuando Martin Lutero leyó en la Biblia que la salvación es por gracia y no por obras, eso fue una revelación que le quitó un peso terrible de encima y de ahí comenzó la gran reforma que se convirtió en lo que es hoy en día el protestantismo, el evangelio. Gloria Señor.
Entonces yo quiero hermanos, que usted entienda eso primeramente, que Dios ha establecido nuevo a través de Jesucristo donde cuando usted ofende, cuando usted peca, cuando usted viola la ley de Dios, usted puede ir y apelar. Hay una multa que se genera pero esa multa es pagada por la sangre que Cristo derramó en la cruz del calvario y enseguida hay algo que cubre. Ahora eso es si nosotros reconocemos nuestra falta.
Hay un balance que hay que tener. Yo les he mostrado aquí lo que dice este pasaje ¿no? Salvación por gracia, por arrepentimiento pero también la otra parte de este proceso requiere que nosotros también tengamos un grado de arrepentimiento y que vivamos conforme a lo que Dios pide.
Mire lo que dice primera de Juan, capítulo 2, el otro lado de la moneda. A mi me gusta este pasaje de primera de Juan, 2, del 1 al 6 porque aquí yo veo ese balance que Dios quiere que tengamos. Por una parte hermanos, yo quiero que ustedes entiendan esto que como hijos de Dios, ustedes y yo no tenemos que vivir bajo condenación. Eso quiere decir que Dios ha establecido un sistema para que cuando nosotros pecamos haya una cobertura, haya una fuente de perdón, haya una fuente de justificación delante de Dios, pero también tiene que haber el otro lado ¿no?
Déjenme hacerle otra ilustración para que entendamos bien antes de leer este pasaje. Continuamos con la imagen del departamento de tráfico, porque es algo que nosotros nos podemos identificar. Digamos que una persona comete una infracción de tráfico y va al departamento de vehículos de motor, va a pagar la multa; mientras no ha pagado la multa está en pecado ante la ley por así decirlo, él quiere ir al departamento para ser justificado. Justificado quiere decir que Dios te dice: ¿sabes qué? Ya no me debes nada, ya estamos bien tú y yo, como el publicano este que se fue a su casa justificado. Y la ley dice cuando usted quebranta la ley para usted ser justificado usted tiene que pagar de alguna manera, ya sea una condena de cárcel o ya sea una multa o lo que sea, pero usted tiene que hacer de alguna forma restitución ante la ley.
Bueno, uno va al departamento de vehículo de motores, lleva su chequera y cuando llega al mostrador entrega su boleto y le dice: “si Señorita, mire aquí yo reconozco que yo me comí esa luz roja y vengo a pagar el boleto” y la Señorita le dice: “ ¿sabe qué, señor? hay un nuevo programa que acabamos de iniciar… un hombre inmensamente rico ha dejado un fondo para que toda persona que haya quebrantado la ley de tráfico si reconoce que es su culpa y se registra dentro del programa, no tiene que pagar porque él va a pagar la multa. Lo único que usted tiene que hacer es registrarse en el programa y reconocer la culpa.
Si usted dice que usted no lo hizo, que fue su esposa que venia hablándole y lo distrajo, eso no vale. Pero si usted reconoce que usted fue el que ofendió y se registra en el programa y le vamos a tomar una foto cuando usted sonría y levante la mano que es usted parte del programa y de esa manera no tiene que pagar la multa. Y dice: “Guauuu me encanta!!! Adelante, vamos a hacerlo ¿no?”. Y usted hace lo que tiene que hacer, le pagan su multa y usted se va a su casa justificado ante la ley, usted ya no le debe a la ley.
Eso es justificación por gracia, pero cuando usted ya se va contentísimo y dice: “guaaaa, aquí puedo manejar todas las veces que yo quiera a alta velocidad y comerme todas las luces porque ya tengo a Bill Gates que me va a pagar la multa”. Y la Señorita dice: “Ah se me olvidaba algo, ¿sabe qué, señor?, usted tienen que prometer también comportarse bien de aquí en adelante y respetar la ley porque esto no es tampoco para abusar.
Si usted abusa del sistema y vemos que usted está repitiendo muchas veces las mismas cosas continuamente las mismas faltas y está viniendo continuamente a traerme sus tickets, no funciona así. Pero de vez en cuando, cuando usted tenga un problema porque sabemos que siempre va a haber dificultades, pues si usted se arrepiente y viene aquí y admite nosotros vamos a… ese programa va a estar funcionando y le vamos a pagar sus multas pero no abuse del programa.
Usted tiene que conducirse muy bien, porque ahora usted está bajo un programa que otros no. Nosotros queremos que otros entren al programa, y queremos que usted le deje saber a otros que existe este programa para que no tengan que estar desperdiciando su dinero por ahí, pagando multas innecesariamente pero usted tiene que ser ejemplo para ellos también, porque sino todo se cae abajo.
Yo creo que ahí usted tiene una buena ilustración de lo que es la justificación por gracia, pero también a la misma vez hay un balance que Dios pide que usted no abuse de ello sino que usted se mantenga también tratando de hacer todo lo posible, porque si usted sigue viviendo como una persona que no pertenece al sistema que Dios ha establecido, entonces usted no está reflejando el hecho de que usted pertenece a ese nuevo sistema. Usted simplemente está diciendo que usted no ha experimentado esa obra redentora de Dios.
Entonces vamos ahora a primera de Juan capítulo 2, en el versículo 1,(mis hermanos ujieres si tienes un poquito de agua gracias, gracias) primera de Juan, dos, versículo uno. Mire como Juan maneja iluminado por el Espíritu Santo ese balance, que yo quiero que ustedes tengan y yo también en nuestra vida espiritual. Manejar la gracia, las obras, la justificación, el sacrificio de Cristo, la fe, estos términos que juntos crean un sistema total que nosotros tenemos que aprender a manejar muy bien como creyentes.
Mire lo que dice aquí: “....hijitos míos” le habla el apóstol Pablo a sus lectores… y yo digo siempre que linda es la palabra del Señor, con que misericordia Dios nos habla. ¿Sabes? Dios no es ese ogro, ese viejo aburrido que está por ahí con una cantidad de rayos y centellas en su mano listo para tirarles a la gente cada vez que hace algo, Dios es amoroso, misericordioso, paternal, él nos habla con misericordia y con amor y nos aconseja así como yo decía en Ezequiel 33:11: “… no quiero que el impío muera, sino que se arrepienta y viva…” y Juan dice: “hijitos míos, estas cosas os escribo” ¿para qué? “para que no pequéis”, en otras palabras, ¿para qué existe la palabra de Dios? para aconsejarnos y para que vivamos una vida que sea agradable al Señor.
Entonces Dios siempre nos está diciendo: “hijos, yo espero que ustedes se comporten bien, que vivan una vida agradable a mi, una vida acepta para mi, que no violen mi ley voluntariamente” como decía Romanos, perdón Hebreos, capítulo 10 en la semana pasada cuando leíamos: “…estas cosas, les escribe para que no pequen....”.
Ahora miren lo que dice aquí “......y si alguno hubiere pecado… ¿qué pasa? abogado tenemos para con el Padre ¿a quién? A Jesucristo el justo....” Como dice los pentecostales, ese abogado nunca perdió un caso, gloria a Dios. Ese abogado siempre está allí.
Entonces mire, Dios no quiere que usted peque y hay que tener cuidado con pecar voluntariamente, de pecar como un comportamiento. Hay que tener cuidado de abusar de la ley de la misericordia de Dios tambien. Porque muchos cristianos hoy en día no han aprendido que… si, Dios es amor, pero que es también fuego consumidor.
Entonces caminamos por allí descuidadamente porque ah ya tenemos la gracia, tenemos el perdón de nuestros pecados, tenemos un Dios que nos conoce, que tiene misericordia de nosotros. Pero no, Dios quiere que nosotros mantengamos su ley. Ahora cuando violamos esa ley, una vez que estamos en los caminos del Señor hay un sistema de seguridad, hay un sistema de … una válvula de escape por así decirlo, que permite que haya restitución aun en ese caso, si usted llena las condiciones adecuadas de actitud correcta.
Yo les decía a los hermanos por ejemplo una ilustración, este edificio, cuando nosotros lo renovamos aquí, la ley nos exige que se hagan todo tipo de precauciones, se tomen todo tipo de precauciones para que no haya fuego aquí. Entonces por ejemplo, esa alfombra que usted pisa, no es flamable, eso quiere decir que esa alfombra si usted le pega un fósforo, no se prende en llama, lo único que hace es emitir un poquito de humo pero no hecha fuego. Si hay un fuego aquí, esa alfombra no se va a prender en fuego, diga gloria a Dios.
Esas sillas tampoco son flamables, están hechas de una tela que no coge llama tampoco, porque imagínese si hay un fuego y las sillas comienzan a arder que terrible sería, así que hay una precaución allí.
Las paredes que compartimos con el edificio de al lado, tienen doble capa de shiprock, de pared, que puede resistir dos horas de fuego, yo dije esta mañana una hora pero son dos horas de fuego. Eso quiere decir que si hay un fuego, esa pared, la capa que cubre el ladrillo se va a tomar dos horas por lo menos para que se derrita o se queme completamente y porque si la gente se refugia en las… por ejemplo en las escaleras que también están rodeadas… ¿no le dan gracias al Señor ustedes por toda la seguridad que hay en este lugar? todas las escaleras, todos los hoyos de las escaleras están rodeados por dos capas de pared para asegurarse que si la gente se refugia allí adentro, no haya fuego que pueda penetrar y quemar el sitio de refugio. Por eso las escaleras también están hechas con cierto grado de seguridad y podemos decir muchas otras cosas, las puertas tienen… ¿por qué usted se pregunta por qué las puertas tienen mas bien una barra? esa barra se llama barra de pánico, y las puertas tienen que abrirse hacia afuera, ¿por qué? Porque cuando hay una multitud tratando de salir, si hay que abrir un manubrio lo que sea ¿qué pasa?, la gente se puede atorar y los que están pegados a la pared se vuelven como calcomanías ¿no? todo el mundo los va a empujar y si la puerta se abre para adentro no van a poder salir. Así que esa puerta esta hecha por si una multitud quiere salir, la multitud va a empujar la barra y la puerta se va abrir y todo el mundo va a poder salir.
Mire como la gente piensa ¿no? Todo eso son medidas de seguridad para que no sufra la gente, ahora sabes que si ese sistema falla, hay un sistema adicional todavía de gracia ¿cuál es ese sistema?, esos sprinkles que están allí, esos tubos y también están esos puntitos que usted ve ahí de blanco, son cabezas de sprinkler, de irrigación, que cuando una temperatura que llega a cierto nivel o hay humo que llega hasta allá arriba, esas cositas vuelan, esas tapitas vuelan y cae agua y se le arruina el pelo a la mitad de las hermanas aquí. Donde quiera aquí hay sprinklers, hay cabezas de irrigación ¿por qué? Porque muchas veces los sistemas fallan y tiene que haber un segundo sistema.
Bueno es una larga ilustración para decir algo, mire Dios ha dicho a los creyentes, ahora que ustedes están en el camino de la fe, no se supone que ustedes pequen pero si pecan, hay un sistema también de irrigación que se llama la sangre de Cristo que nos limpia de todo pecado, que nos lava continuamente, que si nos arrepentimos y confesamos nuestros pecados, él es fiel para perdonarlo dice la palabra del Señor.
Entonces eso es lo que dice aquí el apóstol Juan, dice: “....pero si pecamos, si alguno hubiere pecado, abogado tenemos.....”, un sistema de irrigación que no nos dejan coger fuego todavía, “......a Jesucristo el justo, dice aquí “......y él, Jesucristo ¿es que? la propiciación por nuestros pecados....”
¿Qué quiere decir que él es propiciación? Quiere decir que él es el sacrificio, él es el sustituto por nuestros pecados. Cuando Cristo murió en la cruz del calvario, tu nombre estaba Cristo sobre él, aunque tú todavía ni siquiera pensabas nacer.
Y Cristo es el que se para ante el Padre y toma tu pecado y lo asume él para que tu puedas ser justificado ante Dios, dice: “…y él es la propiciación por nuestros pecados…”.
Por eso hermanos, no deje que nadie le meta gato por liebre como dicen por ahí, ni los santos, con todo el respeto que yo le tengo a mucha de esa gente, ni los santos, ni Maria, ni nadie es la propiciación por sus pecados. Usted no puede ir a donde un santo para que le perdone sus pecados, usted no puede rogarle a un pariente suyo muerto para que le ayude a pagar su falta, dice ¿quién es? Él es la propiciación por nuestro pecado.
Hay un solo mediador entre Dios y los hombres, Jesucristo hombre, recuerde eso siempre. Usted lo que debe hacer es orarle al Padre en el nombre de Jesús y usted recibe perdón por sus pecados, gloria al Señor.
Usted no tiene que vivir su vida abrumado por culpabilidad. Si usted peca, vaya directamente al Padre, confiese su pecado, arregle cuentas con Dios, remita su causa a Cristo Jesús y usted puede volver a tener una relación sin problemas, sin empañarse con su Padre celestial porque Dios ha establecido ese sistema. Él es la propiciación por nuestros pecados dice y no solamente por los nuestros sino también por los de todo el mundo, gloria al Señor.
En Cristo hay suficiente gracia para perdonar todos los pecados de la humanidad, en potencial. Entonces, dice en el versículo 3:
“... y en esto sabemos que nosotros le conocemos, ¿cómo? Si guardamos sus mandamientos.....”
¿Cómo tú conoces que tú eres un hijo de Dios? Bueno, tu sabes que tu eres un hijo de Dios primeramente porque tu has recibido a Cristo como tu Señor y salvador y lo has confesado pero también tu tienes que… si tu vida es una vida desarreglada, desordenada, si en tu vida hay pecados repetitivos, si tu comportamiento no refleja ese orden del reino de Dios, si hay contradicción en tu vida, entonces hay algo malo, no computa la computadora y tu tienes que comenzar a decirte ¿verdaderamente yo he sido regenerado por Dios? he sido… ¿he tenido yo una experiencia salvadora con Jesucristo? porque mi vida no refleja eso.
Lo que dice la Biblia, es que hay una unidad entre ser un hijo de Dios y comportarse como un hijo de Dios, ahora ¿cuál es la diferencia? ¿Por qué entonces si el comportamiento es importante entonces por qué dicen que es la gracia lo que importa? Es porque es el orden de las cosas lo que a veces causa confusión, y la relación entre una y otra, la obras son importantes, la gracia es importante pero ¿cuán fundamental es una y la otra para la salvación? eso es lo que difiere.
En el antiguo sistema de la ley, tu te salvabas por llevar a cabo los rituales de la ley, por cumplir los requisitos de la ley, por guardar el sábado, por llevar un carnero para ser sacrificado como propiciación de tus pecados, por ir ante un sacerdote para que hiciera una musaraña sobre ti para que tu pudieras ser perdonado, lo que fuera. Dios dijo ya no más eso, mi hijo pagó el precio en la cruz del calvario, mi hijo se arrogó todo el pecado de la humanidad y ahora lo único que la persona tienen que hacer es creer en mi hijo como su salvador.
Y la Biblia dice “....si confesares con tu boca que Jesucristo es el Señor y creyeres con tu corazón que Dios lo levantó de los muertos ¿qué pasa? Eres salvo....”
Ese es el rol de la fe en el sistema de Dios, cuando tu crees en el rol salvífico de Jesucristo ya tu eres salvo, no es por lo que tu hicieras, por tu comportamiento, por los diezmos, por ayunar dos veces como el fariseo, no. Ahora ¿qué pasa? El fundamento es Cristo y la gracia que Dios suelta por medio de Cristo y la fe que tu pones en ese sistema, pero ahora después que ya tu eres un hijo de Dios, entonces ahora el hecho de que tu eres un hijo de Dios, quiere decir que tu naturaleza nueva se va a reflejar comportándote tu en una manera que refleja tu naturaleza.
Por eso es que Santiago dice que es imposible separar la fe de las obras. No es que Santiago estuviera contradiciendo al apóstol Pablo como muchos han dicho, sino que Santiago estaba añadiendo un poquito de matiz a este problema que nosotros hemos tenido tanta dificultad en resolver. ¿Cómo se relaciona la identidad de hijos de Dios adoptados que nosotros adquirimos por medio de Jesucristo y el comportamiento y las obras?. Yo se lo voy a poner de esta manera, como lo hice esta mañana con los hermanos.
Mire esta flor, ¿cómo es que se llama esta flor Meche? El girasol, y se lo voy a preguntar a Diana porque ella es una fanática de los girasoles. Esto es un girasol ¿ok? Esto es una flor bellísima, ustedes la pueden ver aquí. Ahora esa flor es un girasol ¿por qué? Porque si usted analiza su composición genética, biológica o química, la configuración genética de esa flor es totalmente idéntica a todos los demás girasoles que hay en el universo, en el mundo. Su composición, su constitución interna la hace un girasol.
Ahora, no es su color, no es nada, sino que es lo que está escrito en el código genético, en cada gene que tiene esa mata ¿ok? Ahora bien, como es un girasol sabes que como es un girasol es lindo, es amarillo, mira que textura tan linda tiene, diferentes círculos adentro, diferentes matices de color, mire que bello que son esos pétalos, mire la armonía de su apariencia, mire lo bello que son las hojas verdecitas que tiene detrás, su tallo. Todas esas son las obras de esa entidad. Su naturaleza es ser un girasol, y sus obras son adornar el mundo, traerle disfrute a los ojos cuando lo miran, agrado, belleza, tiene armonía, tiene coherencia, tiene simetría, tiene textura ¿por qué? Porque es un girasol. No es un girasol porque tiene esas cosas. Tiene esas cosas porque es un girasol. Esa es la combinación perfecta de naturaleza y comportamiento o apariencia.
En otras palabras, un hijo de Dios es un hijo de Dios porque tiene la constitución de Cristo en su naturaleza espiritual, porque al aceptar a Jesús ha sido hecho hijo de Dios. Dice que a todos lo que creyeron en su nombre les fue dada potestad ¿de qué? De ser hechos hijos de Dios, espiritualmente venimos a ser hijos de Dios pero ¿qué pasa?, que si tú eres hijo de Dios entonces tú tienes que dar los frutos, tener la apariencia, tener el comportamiento, tener la mentalidad de un hijo de Dios.
No es posible que esto sea un girasol y que ande por ahí con dos tenazas caminando como un cangrejo caminando en el piso. Ustedes me van a decir: es imposible un girasol no hace eso, un girasol es así, pasivo, lindo amarillo con marrón y otras cosas. Usted no esperaba una disertación sobre girasoles esta mañana ¿ve?
Pero lo que quiero decir es que el apóstol Santiago dice: “Hey, si tu eres un hijo de Dios, tu tienes que comportarte como un hijo de Dios, y si tu te estás comportando como otra cosa entonces no es posible que tu seas un hijo de Dios, porque un hijo de Dios produce ciertos frutos naturales de un hijo de Dios”.
Un árbol de manzanas no produce peras, ¿verdad que no? Y un árbol de peras no produce manzanas, porque cada árbol produce ¿qué? Conforme a su naturaleza. Entonces por eso es que… ahí es donde yo resuelvo el problema este de si Santiago contradijo a Pablo o ¿que? No, no hay contradicción alguna, las dos cosas están unidas perfectamente.
Déjenme hacerles una digresión e ir a la epístola de Santiago para que usted entienda lo que dice el apóstol Santiago acerca de esto en el capítulo 2 de Santiago, versículo 14, ya voy terminando, dice: “…hermanos míos ¿de qué aprovecha si alguno dice que tiene fe y no tiene obras?...” Está haciendo una pregunta retórica, porque la respuesta es: no aprovecha para nada.
Si alguna persona dice: no, yo soy cristiano, yo amo al Señor, pero vive como un pagano, ¿de qué la aprovecha? No puede ser. Un pagano no vive como un cristiano y un cristiano no vive como un pagano porque hay dos naturalezas diferentes, cada uno da fruto conforme a su naturaleza.
Entonces Santiago dice: “hermanos míos…” y yo creo que él escribió esto para corregir ese defecto que cuando la gente escuchó la doctrina de la gracia, se enamoraron y dicen Guauu tremendo, ahora yo puedo ya olvidarme de comportamiento agradable a Dios, porque yo ya soy un hijo de Dios salvo por gracia.
Tenga cuidado ¿no? “......Hermanos míos ¿de qué aprovecha si alguno dice que tiene fe y no tiene obras? ¿Podrá la fe salvarle?.....” Parece una contradicción porque hemos dicho que el justo por la fe vivirá, dice el apóstol Pablo.
Por eso escucha este dicho Santiago está contradiciendo lo que dijo el apóstol Pablo ¿no? “.....Podrá la fe salvarle, dice. Y si un hermano o una hermana están desnudos y tienen necesidad del mantenimiento de cada día y alguno de vosotros le dice: “id en paz, calentaos, saciaos” pero no les da las cosas que son necesarias para el cuerpo ¿de qué aprovecha? Así que también la fe si no tiene obras es muerta en sí misma.....”
En otras palabras, un hijo de Dios, por ejemplo es compasivo y misericordioso, y si ve a alguien muriéndose de frío o de hambre, su naturaleza de hijo de Dios va a emitir ¿qué? amor, compasión, misericordia, generosidad, y su naturaleza lo va a conducir a compartir con esa persona.
Y Santiago dice ¿cómo puede uno decir yo soy un hijo de Dios y ve a su hermano muriéndose de hambre y no siente en su corazón?, porque un hijo de Dios por naturaleza siente compasión por su hermano, ¿ve? O siente otras cosas. El está usando un solo ejemplo. Entonces dice así también la fe sino tiene obras es muerta en sí misma.
“.... alguno dirá: “tú tienes fe y yo tengo obras, muéstrame tu fe sin tus obras y yo te mostrare mi fe por mis obras......”
Está poniendo un ejemplo allí ¿no? Hay gente que dirán:” bueno yo soy un especialista en fe” y otros dicen: “no, yo soy un especialista en obras”, ahí dice: “ah bueno, vamos a comparar notas, tu eres experto en obras y yo en fe”. Santiago dice que no es así, usted tiene que tener fe y tener obras, las dos cosas van unidas.
Ahora su obra no es lo que lo hace un hijo de Dios, sino su fe pero si usted tiene fe, las obras van a venir inevitablemente con su fe. ¿Usted entiende la comparación? Así que cuando alguien le diga por allí: “oh que en la Biblia hay contradicción…” no, no hay contradicción, lo que hay es complejidad, lo que hay es la riqueza de la palabra de Dios.
“.....Tu crees que Dios es uno, bien haces, también los demonios creen y tiemblan.......,”
En otras palabras, hay mucha gente que dice yo creo en Dios y Santiago dice: “si, sabes que hasta los democión creen en Dios, ellos saben que Dios existe, ellos saben que Dios es real y le tienen miedo a Dios pero no cambian su comportamiento” o muchas veces dicen: “oh si, yo creo en Dios, yo tengo… pero bueno donde está.., por eso es que la gente… yo no necesito ir a la iglesia porque yo creo en Dios, en esto y lo otro pero ¿dónde están las obras de una persona que cree en Dios? Mire si usted cree que Dios existe, eso tiene una cantidad de consecuencias éticas, morales, de comportamiento increíbles.
Una persona que sabe que existe Dios allá afuera, eso es para cambiarle totalmente su vida. Una persona no puede reconocer que Dios existe y vivir como si eso fuera una pieza más de información en el mundo, eso es revolucionario.
Entonces tiene que haber consecuencias, “.....más quiere saber hombre dice Pablo, Santiago que la fe sin obras es muerta....” El versículo 24, ve hacia allá, dice: “…vosotros veis, pues que el hombre es justificado por las obras y no solamente por la fe…”
De nuevo lo que él está diciendo no es que uno es justificado o salvado solamente por las obras sino que es fe primero y obras después, las dos cosas van unidas. Nadie puede decir simplemente: bueno yo soy salvado por fe y ya no tengo que preocuparme por el tipo de vida que yo vivo. Sino que tiene que haber un matiz entre las dos cosas, ¿me explico hermanos? Muy bien ¿Ok?
Yo espero que… y eso es lo que yo quiero establecer aquí. Ahora de nuevo, mire lo maravilloso que es Dios, que aun en esa expectativa que él tiene de que nosotros nos comportemos conforme a sus mandamientos él ha asignado algo que se llama el Espíritu Santo que yo voy a hablar acerca de eso.
¿Cuál es el rol del Espíritu Santo en la vida del cristiano? Sabes que el Espíritu Santo es tu ayudador, el Espíritu Santo es el paracletos, es el que se para al lado de ti para ayudarte, para que tú puedas cumplir la ley de Dios, hasta para eso Dios proveyó una ayuda. El Espíritu Santo está allí para fortalecerte, para aconsejarte, para guiarte hacia toda verdad, para levantarte cuando caes, para advertirte cuando estás caminado por un camino de peligro, todas estas cosas, es decir que aun en la expectativa de que tu vas a comportarte como un cristiano, Dios dice: yo te voy a ayudar aun en eso. Porque tú no estás solo, tienes el paracletos para ayudarte a cumplir la ley de Dios.
Voy a pedir que los músicos pasen por acá inmediatamente.
Así que hermanos, en esta tarde yo quiero dejarles a ustedes en la mente ese sistema complejo que Dios ha ideado. El envió a su hijo Jesucristo para que nosotros pongamos nuestra fe sobre él. Dios dijo: “....este mi Hijo amado en quién tengo complacencia, a él oíd....”.
Y una vez que tú pones tu fe en Cristo Jesús, tu entras inmediatamente en paz con Dios. El tu creer en Jesús suelta gracia de la cuenta bancaria ilimitada del Padre y todas tus deudas, todas tus multas inmediatamente son pagadas, y entonces Dios te dice: ahora hijo mío, hija mía vamos a caminar juntos y vamos a ir por el camino de la vida, tu y yo y cuando tu falles, aunque yo no quiero que tu falles, yo he hecho provisión aun para eso, yo te voy a levantar, te voy a fortalecer, el diablo no podría acusarte porque si tu te arrepientes y arreglas tu vida yo siempre te cubriré y cuando el diablo venga a decirme: mira lo que él hizo, yo le voy a decir: a él y yo arreglamos cuentas, tu no lo puedes acusar más. Dice la Biblia quien acusará a los escogidos de Dios, él es el que justifica.
Entonces hay un hermoso sistema que Dios ha establecido, no es para que salgamos de aquí abrumados sino todo lo contrario, animados.
Dios quiere tu comportamiento para que tu seas feliz, no para que vivas una vida infeliz. Cuando nos salimos de los caminos de Dios, entonces comienza el sufrimiento porque nos apartamos de su protección y el diablo entonces tiene derecho legal para decir: mira ese, está violando tu ley descuidadamente, yo tengo derecho a exigir que tu me dejes tocarlo y ahí viene el sufrimiento de la raza humana.
Como hijos de Dios tenemos que dar frutos de arrepentimiento, frutos de justicia, porque somos justificados y el Espíritu Santo (por favor hermanos, si son tan amables) si el Espíritu Santo está en tu vida, eso va a asegurarse de que tu puedas arreglar tu vida con Dios.
Hermanos, tu no tienes que vivir ansioso, tu no tienes que vivir preguntándote si te vas a salvar o no, Dios ha hecho las cosas bien sencillas, Dios quiere que tu pases el examen y él se compromete contigo para caminar. Dios es bien sencillo, nosotros lo hemos hecho bien complicado y resistimos este sistema que él ha establecido para que podamos tener paz con él.
Yo quisiera que bajáramos nuestras cabezas un momentito ahora, y yo quiero invitar a cualquier persona que esté aquí, que tenga una multa ahí pendiente y que sepa hay cuentas que arreglar con Dios y no lo ha hecho todavía, y casi no duerme porque sabe que hay biles que pagar y que los intereses están subiendo y no ha arreglado cuentas con Dios. Y Dios le dice ¿sabes qué? Acuérdate de este sistema que yo he establecido, bien sencillo, si tu te registras bajo mi sistema todas tus multas… mi Hijo ya las pagó. Te vamos a cancelar todas tus deudas mientras te mantengas dentro del programa y hagas un esfuerzo adecuado yo voy a estar contigo, no tienes que vivir en zozobra, yo te voy a proteger de los ataques de diablo y te voy a proteger de sus acusaciones y te voy a ayudar para que cada día tu seas un poquito mejor, un poquito mejor y más como mi Hijo. Pero tienes que entrar al sistema y tienes que escribir tu nombre en el sistema y registrarte.
Así que yo quiero preguntar si hay alguien en esta tarde que todavía no ha hecho su paz con Dios y que quiera registrarse en el sistema que Dios ha establecido y quiero invitarle a levantar su mano para orar por usted antes de irnos de aquí. Quiero preguntar si hay alguien que quiera entregar su vida a Jesús en esta tarde y recibirlo como su Señor y como su salvador y decirle a Cristo: paga mi deuda y yo quiero registrarme en tu nuevo sistema.
Dios bendiga a ese hermano que levanta su mano allí, ¿habrá alguien más que reconozca que necesita arreglar cuentas con Dios y que quiera recibir ese perdón de Dios? Aquí hay dos manos que se levantan frente a mi, gloria al Señor.
¿Habrá alguien más que quiere que en esta tarde oremos por ti? y que tu dices: sabes que yo quiero ya yo estoy cansado de andar pagando multas yo mismo, y quiero entrar en el nuevo sistema de Dios, ¿habrá alguien más? Y quiero de aquí en adelante hacer todo lo posible… Dios bendiga a esos dos varones allá detrás también, con la ayuda del Espíritu Santo de Dios para caminar como Dios quiere que yo camine, ¿alguien más?
¿Puedo pedirles a esos hermanos y hermanas que pasen por aquí un momentito por favor? Vengan aquí, le vamos a tomar una foto para que entre en el nuevo sistema ¿ok?
Eso es todo, dice el Señor Jesucristo, el que me confesare ante los hombres yo le confesaré ante mi Padre que está en los cielos. No hay cristianos clandestinos, no hay clandestinos secretos, el cristianismo es para vivirlo públicamente. Así que yo quiero que oremos por estas vidas tan hermosas que están aquí adelante y si alguien más quiere venir por acá hay tiempo todavía, pase aquí adelante, inscríbase en este sistema de salvación por gracia que Dios ha abierto.
Dice, “......venid y estemos a cuentas y vuestros pecados fueren rojos como la grana vendrán a ser blancos como blanca lana, dice el Señor, yo perdonaré todas tus deudas....”, no importan cuán grandes sean, hay más que suficiente gracia en el sistema de Dios.
¿Habrá alguien más que quiera venir ahora mismos a recibir perdón por sus pecados, recibir gracia que va a correr todo los días de tu vida? Recuerda eso, si tu ofendes al Señor de aquí en adelante, abogado tienes para con Cristo Jesús, no lo debes ofender pero si caes por alguna razón apela a tu abogado. Hay un abogado que va a estar contigo 24 horas al día y no tienes que venir con miedo delante de tu Dios jamás porque el Señor se compromete contigo hasta el fin del mundo. Gloria al Señor.
Si usted quiere venir y orar por uno de estos hermanos, poner su… pararse detrás de ellos, bienvenido a hacerlo, simplemente párese allí y bendígalo en el nombre de Jesús. Póngase de pie si usted quiere y extienda su mano hacia él o hacia ella y acompáñelo en esto que están haciendo tan importante que es cuando una vida dice: yo sé que por mí mismo yo no me puedo salvar, pero ya Cristo pagó la deuda y yo si puedo estar cómodo ahora porque él salvó mi alma de la perdición del infierno.
Así que confiesa ahí en su corazón diga: Señor, yo reconozco que he pecado, he pecado contra el cielo y contra ti, y te pido ahora que perdones mis deudas, toda ofensa del pasado bórrala con la sangre de tu Hijo, límpiame, y entra a mi corazón, renuncio al pecado. Renuncio al comportamiento ofensivo delante de ti, y me comprometo a agradarte y obedecerte y si te ofendo yo sé que en Cristo Jesús tendré salvación y perdón de mis pecados hasta el último día de mi vida dependeré de ti Señor Jesús, gracias.
Recíbeme en tu reino y entra a mi corazón y hazme tuyo en el nombre de Jesús. Gracias Señor amen, amen.
Les bendigo en el nombre de Jesús, sus deudas están canceladas hermanos, la sangre de Cristo les limpia de todo pecado, ahora a caminar como hijos de Dios, a caminar como hijos de Dios y a entrar en una relación de crecimiento y de transformación hasta el último de sus días, les bendecimos en el nombre del Señor.
Si quiere quedarse ahí un momentito hágalo, no se preocupe, quédese allí y deje que el Señor lo bañe bien con su gracia y que usted se sienta verdaderamente que llegó a donde tiene que llegar. Aleluya, le damos gloria al Señor, denle un gran aplauso al Señor Jesucristo.