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Permítanme compartir con ustedes un pasaje de la Escritura relacionado con este tiempo que estamos viviendo, este tiempo navideño tan hermoso que es. Lo compartí anoche con el ministerio en inglés y siento que el Señor compartirlo también con ustedes.
El Evangelio según San Lucas, el Capítulo 2, versículo 8, dice la palabra del Señor “.... había pastores en la misma región que velaban y guardaban las vigilias de la noche sobre su rebaño. Y he aquí, se les presentó un ángel del Señor y la gloria del Señor los rodeó de resplandor. Y tuvieron gran temor, pero el ángel les dijo, ‘No temáis, porque he aquí os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo que os ha nacido hoy en la ciudad de David un salvador, que es Cristo, el Señor. Esto servirá de señal, hallaréis al niño envuelto en pañales, acostado en un pesebre. Y repentinamente apareció con el ángel una multitud de las huestes celestiales que alababan a Dios y decían, ‘gloria a Dios en las alturas, y en la tierra paz, buena voluntad para con los hombres’. Sucedió que cuando los ángeles se fueron de ellos al cielo, los pastores se dijeron unos a otros, ‘pasemos, pues, hasta Belén y veamos esto que ha sucedido y que el Señor nos ha manifestado.’ Vinieron pues apresuradamente, y hallaron a María y a José y al niño acostado en el pesebre, y al verlo dieron a conocer lo que se les había dicho acerca del niño. Y todos los que oyeron se maravillaron de lo que los pastores les decían, pero María guardaba todas estas cosas meditándolas en su corazón. Y se volvieron los pastores glorificando y alabando a Dios por todas las cosas que habían oído y visto como se les había dicho....”
Ahora, vamos hacia atrás, vamos al libro del profeta Isaías, y vamos a ver una profecía mesiánica, una profecía relacionada con Jesús, con Cristo, emitida cientos de años antes de que sucediera este evento que acabamos de narrar. El profeta Isaías inspirado por el Espíritu Santo predice el nacimiento de un ser maravilloso, misterioso que él mismo, yo creo, no entendía claramente quién era. Ciertamente los judíos todavía no entienden o no quieren entender, no estoy seguro cuál de los dos, que estos pasajes se refieren específicamente al nacimiento de Jesús, el Hijo de Dios.
Pero vamos a ver cómo el Señor inspiró al profeta para expresar valores y atributos del ministerio mesiánico muy parecidos a lo que vemos cientos de años después en la aparición de estos ángeles y el anunciamiento del nacimiento del niño Jesús.
Isaías, Capítulo 9, dice el versículo 2: “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría. Se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos, porque tu quebraste su pesado yugo y la vara de hombro y el cetro de su opresor como en el día de Madián. Porque todo calzado que lleva el guerrero en el tumulto de la batalla y todo manto revolcado en sangre serán quemados, pasto del fuego, porque un niño, -ese es el origen de toda esta gran transformación a la cual alude el profeta anteriormente, dice-.... porque un niño nos es nacido, Hijo nos es dado y el principado sobre su hombro, y se llamará su nombre admirable, consejero, Dios fuerte, Padre eterno, príncipe de paz. Lo dilatado de su imperio y la paz no tendrán límite sobre el trono de David y sobre su reino exponiéndolo y confirmándolo en justicia y juicio desde ahora y para siempre. El celo de Jehová de los ejércitos hará esto...”
Bendiga el Señor su santa palabra. Padre, ayúdanos a hacerle justicia a tan hermoso relato en esta mañana y renovar el entusiasmo de tu pueblo por ese relato tan bella, esa narración tan misteriosa del nacimiento de Jesucristo, que no lo veamos como simplemente algo rutinario, Padre, sino como algo nuevo ante nuestros ojos y que el calor del nacimiento de Jesús se vuelva a sentir en nuestros corazones, Padre, en el nombre suyo lo pedimos. Amen y amen.
Este relato del nacimiento de Jesús y de el anunciamiento a los pastores siempre nos llena de gran entusiasmo. De todos los relatos, yo creo, que hay relacionados con el nacimiento de Jesús, esto es uno de los más dramáticos, es uno de los más que se presta, yo creo a la dramatización y a uno fantasear de cómo habrá sido eso.
Uno se puede imaginar a estos pastores ahí cabeceando quizás, era probablemente de madrugada o algo así. Todavía la noche estaba bien, bien cerrada. Algunos de ellos están muy profundamente dormidos, uno que otro está haciendo la guardia, tomando su turno para velar que las ovejas estén protegidas y bien guardadas y que no venga por ahí un animal feroz a matar a una de ellas o alguien a robarse una de ellas o que se vayan a escapar del área, etc. todo están bien, el silencio de la noche, todo cerrado y bien oscuro y bien silenciosos y de momento se les aparece un ángel, un ser misterioso que viene acompañado de una gran luz, una gran energía que los rodea a todos ellos. Y claro, imagínese, quién no se llena de pavor ante una aparición de esa índole.
Y ese ángel les trae un anuncio increíble, un anuncio maravilloso que ha nacido un ser misterioso, que de hecho los judíos han estado esperando por muchos, muchos años, se ha anunciado que viene un salvador, viene un ser que va a redimir a Israel y va a traer algo nuevo y diferente a la historia de Israel. Y este ángel les anuncia que ese ser ya ha nacido y que ellos pueden ir a verlo y que pueden disfrutar espectáculo de ver a este niño nacer.
Y una de las cosas que yo me pregunto mirando este texto es, ¿por qué Dios escogió a un grupo de pastores primeramente, un grupo de gente humilde, completamente insignificantes conforme a los valores de la sociedad? De todas las personas que Dios hubiera podido escoger para anunciarles el nacimiento de Cristo, nos parece ilógico hasta cierto punto, porque no parecía muy efectivo. Si Dios quería que se supiera que su Hijo había nacido, por qué no hacerlo mejor en el palacio o hacerlo al sumo sacerdote, en la casa del sumo sacerdote, un hombre con tanta influencia.
Uno hubiera pensado que esas personas podían tener más alcance y más razones para recibir este anuncio. Pero no, Dios escoge a unos pastores. Uno se pregunta, bueno, por qué no el rey. Bueno, el rey, como vimos el viernes, lo que menos le interesaba era que naciera otro rey. Él estaba demasiado interesado en su propia posición privilegiada y aunque él sabía que algo había en las Escrituras acerca de esto, estaba empecinado y más interesado en su propia posición, sus propios privilegios, que en abrirle espacio a este rey que venía del cielo para transformar a la humanidad.
Así que sabía que el rey no era la persona adecuada, y que esa gente rica, noble, tampoco le interesaba porque este rey no era como los reyes que ellos estaban acostumbrados a servir. Tampoco los sacerdotes, los fariseos, no le interesaba. El sumo sacerdote sabemos lo que terminó haciendo cuando Jesús ya estaba al final de su ministerio. Ellos también estaban metidos en su privilegio, cerrados en su propia posición y en sus propias prerrogativas. No les interesaba tampoco. Pero estos pastores tenían algo que a Dios le interesaba que fueran ellos.
Porque usted ve, Dios trata con una integridad tremenda con respecto a la humanidad. A él no le importa... Dios no necesita el Internet, Dios no necesita los periódicos, Dios puede anunciar sus cosas en la manera que él prefiere. A él lo que le interesa es que su mensaje tenga autenticidad, que su mensaje llegue en la manera correcta. Dios estaba haciendo algo, elaborando algo, no solamente para un grupito de personas en ese país, sino para billones y billones de personas que habrían de leer el mensaje del Evangelio a través de todos los siglos. A esa audiencia era a la cual él en realidad le interesaba llegar, nosotros por ejemplo, hoy en el siglo XXI aquí leyendo este pasaje y entendiendo mensajes que Dios estaba dando en código acerca de su Hijo.
Entonces, por eso Dios escogió porque estaba pensando en siglos y siglos, generaciones que necesitaban escuchar este mensaje. Ahora, específicamente, por ejemplo, escogió pastores, yo creo, porque los pastores ejemplificaban muchas cosas que Dios le interesaba que nosotros entendiéramos.
Por ejemplo, una de las cosas, los pastores estaban trabajando, estaban disponibles. El resto de la gente estaba durmiendo seguramente, metidos en sus propios descansos, en sus propios dramas personales. Estos hombres estaban en el campo, estaban abiertos, estaban disponibles, estaban cerca inclusive, estaban posicionados para recibir ese mensaje y acudir a donde estaba el niño y reconocerlo y darle la bienvenido para que su nacimiento no pasara totalmente desapercibido.
Es decir, que Dios llegó a ellos primeramente porque estaban disponibles y estaban haciendo su trabajo y estaban abiertos al mensaje. Y eso nos ayuda a entender una cosa y es que hermanos, nosotros tenemos que estar abiertos siempre a la verdad de Dios, aunque esa verdad nos sea a veces incómoda. Los sacerdotes, los reyes no podía recibir esa verdad en Israel porque estaban metidos y cerrados y decididos ya en lo que ellos querían creer. Estos pastores estaban abiertos, no eran muy enseñados en la religión, no estaban empecinados en su fariseísmo o en su judaísmo y Dios los reconoció, y estaban en posición, podían ir, acudir, estaban cerca del lugar a donde tenían que ir.
Y hermanos, yo siempre digo, Padre, ayúdame, ayúdanos a siempre estar disponibles, siempre estar activos, siempre que nuestra tierra espiritual, sea una tierra fértil para que si tu nos necesitas para algo, si quieres enviar tu mensaje, si quieres enviarnos a hacer algo que nosotros estemos disponibles y preparados.
Lo más peligroso es uno encerrarse como estaban estos judíos, como estaban estos nobles y ricos de la sociedad en una posición. Yo creo que hoy en día, por ejemplo, Dios quiere hacer grandes cosas en las iglesia de Nueva Inglaterra, pero muchas iglesias están cerradas. Mire, aman a Dios y son iglesias bíblicas, y yo las respeto, las amo y a algunas de ellas son dignas de admiración, pero muchas veces están metidas en una posición y para que Dios entre y haga algo nuevo y diferente va a tener que romper una cantidad de cosas que la gente no quiere soltar, sus hábitos, sus rituales, su forma de dirigir el servicio, lo que esperan del domingo, y el Espíritu Santo quiere venir y tocar vidas y ponerlas a llorar y a danzar y convertir gente y traerlas de la calle sucias y desgreñadas y malolientes, pero no encuentran lugar en nuestras iglesias bien ordenadas, teológicamente correctas. No están preparados, no están abiertos. Ya saben lo que quieren creer y ya están bien definidos y Dios está buscando gente abierta, gente disponible, gente que está trabajando, gente que está haciendo cosas, para enviarlas y llevarlas a un encuentro, más hondo, más profundo con la voluntad de Dios para su vida.
Yo quiero ser así, yo quiero siempre mantenerme abierto a lo que Dios tenga. Yo quiero estar abierto a cambiar alguna de mis convicciones, siempre y cuando la palabra me respalde. Porque hay muchas cosas que uno cree que es lo que Dios ha dicho pero después usted lo analiza, y lo mira desde otra perspectiva y dice, oh, espérate, me equivoqué. Estemos abiertos siempre, hermanos, amen. Estemos como los pastores siempre disponibles, siempre trabajando.
Miren, por Dios alcanza..... yo siempre digo en la Escritura Dios alcanza a muchos de sus profetas y Apóstoles mientras están trabajando. Estos pastores estaban velando por sus ovejas. Dios, yo he dicho, alcanza a Moisés cuando está también de hecho pastoreando cabras y pastoreando ovejas; encuentra a Eliseo mientras está atendiendo a sus bueyes, ¿recuerdan? Lo encuentra en el camino. Y así a muchos de los.... a Gedeón, lo encuentra cuando Gedeón también está trillando el trigo y muchos pasajes..... a Pedro, lo llama cuando Pedro está lavando las redes de sus barcas.
¿Por qué Dios siempre como que agarra a la gente en el medio? A Leví, lo llama cuando está en su mesa atendiendo la cuestión de los diezmos y de los impuestos del pueblo y le dice, ‘Ven y sígueme’. ¿Por qué esto de que Dios siempre llama a la gente cuando están en medio de su trabajo? Hermanos, es porque a Dios le gusta la gente esforzada, a Dios le gusta entrar en nuestra realidad en el momento y arrebatarnos, y como establecer esa prioridad de que él es el dueño de nuestro tiempo, nuestra vida, nuestro todo.
Ahora, él sabe cuando hay una gente dispuesta, y por eso él llama. Estemos siempre dispuestos al llamado de Dios. Estemos siempre a que Dios nos saque de.... estemos siempre trabajando. El Señor dice eso de que estemos siempre esforzados, trabajando. El Señor dijo una vez, ‘yo trabajo todo el tiempo para mi Padre’, y nosotros también tenemos que ser así esforzados, trabajando para el Señor, esforzándonos, porque en eso Dios nos va a llamar para ir a otro nivel más de conocimiento de él. Amen.
Ahora, llama también a los pastores, otra razón es porque estos pastores le recordaban a él cuál iba a ser la misión de su Hijo: Jesús es el buen pastor. Jesús pastorea a sus ovejas. Ese Hijo, ese Bebé venía a nacer al mundo para pastorear, para aconsejar.
En Isaías a ese profeta que ha de nacer, uno de sus atributos es ‘consejero’, es consejero, es un símbolo como del Espíritu Santo, el Cristo que nos aconseja, el Cristo que nos pastorea, el Cristo que nos guía en la vida, el Cristo que nos ilumina y esos pastores eran ejemplo. Dios los ha escogido, yo creo que porque él sabía que su Hijo iba a ser un pastor de ovejas también, ovejas humanas, pero ovejas de todas maneras. Y yo creo que hubo ahí algo también en la mente de Dios que escogió a estos hombres por esa razón.
Es decir que, estos pastores tenían razón para ser escogidos y eran ejemplares en ese sentido. Ahora, hay otra cosa aquí también que yo veo, esta gloria del Señor que rodea a los pastores. Los judíos, los fariseos y los escribas, y los comentadores de la Biblia hablaban de la gloria shekina de Dios. Esta gloria, esta presencia. Cuando este ángel viene y anuncia el nacimiento de Jesús a los pastores, esta gloria de Dios viene, invade, llena todo el lugar, como en una manera diciendo ‘yo, el Dios todopoderoso, estoy respaldando el nacimiento de este ser maravilloso’. Dios quería que nosotros entendiéramos que su presencia, su persona estaba implicada en este nacimiento.
Cristo era partícipe de esa gloria. Era necesario que este niño tan humilde tuviera un anuncio que fuera adecuado, que fuera lo suficientemente glorioso para justificar su nacimiento. Y hay otra cosa aquí también bien importante, y es eso de que Dios quiere que nosotros entendamos que su poder está investido en el nacimiento de su Hijo, que el poder de Dios está en el ministerio de Jesucristo. Ese buen pastor que quiere pastorearnos a nosotros, ministrarnos a nosotros, que nos ama con amor entrañable, tiene el poder, tiene todos los recursos necesarios para asegurarse de que sus buenos propósitos se cumplan en nuestra vida. Cristo tiene poder para cualquier situación que tu puedas estar pasando en tu vida, recuerda que el poder de Dios está con él para sanarte, para proveerte, para ministrarte, para sacarte de cualquier atolladero en que tu te puedas encontrar. Ese es el mensaje precioso de la navidad que Dios ha venido y ha entrado a nuestras vidas, y que él tiene todo poder y toda la intención de usar todos los recursos del cielo para que tu tengas una vida exitosa y una vida bendecida y próspera.
Una de las cosas que me impacta de este anuncio es lo que dice aquí en el versículo 11, dice que ‘.... os ha nacido hoy un Salvador que es Cristo, el Señor....’, y esa palabrita ‘os’, ese ‘os ha nacido hoy...’ en Isaías Capítulo 9, se hace eco de esto también. Y yo digo, ahí hay un detalle que no podemos perder. Cientos de años antes el profeta Isaías anuncia el nacimiento de este ser maravilloso en la misma forma en que lo hace el ángel cientos de años después.
¿Por qué? Porque cómo dice el profeta Isaías, miren el versículo 6 del Capítulo 9, dice ‘... porque un niño que noses nacido, hijo nos es dado....’
Usted ve lo importante que son los detalles en la Escritura. Isaías bien hubiera podido decir, porque un niño es nacido, hijo es dado y el principado sobre su hombro y se llamará su nombre.....
¿Por qué ese vocablo gramatical que sugiere a nosotros? Es la idea, ¿no? A nosotros nos es nacido, a nosotros nos es dado. Y el ángel dice, ‘porque os ha nacido hoy...’, a ustedes les ha nacido hoy.
En otras palabras, el ángel quería que los pastores y nosotros entendiéramos que el nacimiento de Jesús es algo muy personal, es algo muy familiar. ¿Usted sabe que Cristo no es un ser genérico en el sentido de que nació así como para toda la humanidad. No, Cristo nació para mi, él nació a mi familia, él nació a mi comunidad, él nació a mi cultura. Cristo nació como un regalo personal. Es como cuando nace una bebé. Yo veía una bebita que estaba aquí al frente con la gente y había varias personas alrededor de ella y la atención de todo el mundo estaba sobre esa bebita tan linda que sabía, yo creo, en su interior que es querida y es amada; y todo el mundo la miraba y le hacía gracias y todo este tipo de cosas porque hay un gozo cuando una bebé nace en el ceno de una familia, un bebé. Todo el mundo se regocija, es como un regalo que ha venido a la familia y todo el mundo trae regalos y la familia se siente enriquecida y bendecida, y así mismo pasó, cuando Cristo vino al mundo, vino a ti y vino a nuestra familia, vino a mi persona. El nacimiento, la persona de Jesús es algo para nosotros. Y hasta que Cristo no hace a mí y a mi corazón es como si no hubiera nacido en un sentido. Hasta que Cristo no se hace personal para mí es simplemente una figura histórica, eso es todo.
Yo me maravillo del acto generoso de Dios que envió a su Hijo, envió su divinidad y nació con un propósito de que cada uno de nosotros tuviera una relación personal con Jesús. En esta navidad yo anhelo que todos los que me escuchan sientan ese deseo, esa necesidad de tener una relación personal con Cristo, de que Cristo nazca en su corazón diariamente. Renovar esa relación con Cristo continuamente, que Cristo sea algo personal para ti, que tu puedas caminar con él, que él sea tu pastor, que él sea tu consejero, que él sea tu Padre.
Isaías dice, entre los nombre que le da a Jesús, le da consejero, admirable, dice, Padre eterno. Cada uno de esos nombres tenía un significado: el Padre eterno es precisamente esa idea de que Dios es tu Padre, Dios tiene una relación personal contigo, Dios te ama, Dios te conoce, Dios te perdona cuando fallas.
La palabra del Señor dice, ‘como el padre se compadece de los hijos, se compadece Jehová de los que le temen porque él conoce nuestra condición y se acuerda de que somos polvo...’
Esa naturaleza personal de Jesús, hermanos, es importante que siempre la protejamos. Nunca permitas que Cristo se convierta en algo meramente religioso. En estas navidades multitudes de gente va a la iglesia, una de las pocas veces que visita la iglesia, y van allí simplemente para llenar un ritual: se visten de una ropa bonita y es algo cultural y es algo meramente religioso, pero Cristo no tiene un lugar personal en sus vidas, Cristo no es el punto de referencia, no es el fundamento. Y yo les pido en el nombre de Jesús, hermanos, seamos un pueblo radicalmente comprometido con Cristo, que el Señor tenga un significado personal para nuestra vida, porque Cristo ha nacido porque él quiere tener una relación diaria contigo. Él te ha nacido a ti, él ha nacido para ti, él ha nacido en el ceno de tu familia. Él quiere que tu vida sea gobernada y enriquecida y determinada por los valores que él trae a la vida. Así que no permitamos jamás que nosotros tengamos simplemente una relación genérica, general con Jesucristo.
Dice también aquí que ‘os doy nuevas de gran gozo que será para todo el pueblo...’ eso es importante también. El hecho de que Cristo viene a traer gozo a nuestras vidas. Cristo viene a traer esperanza a nuestras vidas. Cristo viene a traer luz a nuestras vidas.
De nuevo, el profeta Isaías lo pone en estos términos, él dice “... el pueblo que andaba en tinieblas vio gran luz, los que moraban en tierra de sombra de muerte, luz resplandeció sobre ellos. Multiplicaste la gente y aumentaste la alegría, se alegrarán delante de ti como se alegran en la siega, como se gozan cuando reparten despojos....”
Hermanos, la presencia de Cristo en nuestras vidas, el hecho de que nosotros somos creyentes tiene que estar acompañado de gozo en nuestras vidas también. Nosotros tenemos que ser un pueblo de gozo, tenemos que sentir el gozo del Señor en nuestras vidas. No permitamos que las navidades, que a veces pueden ser, como yo decía de tanta carga, tanto afán, nos robe el gozo del Señor. Pidámosle al Señor que siempre renueve su gozo dentro de nosotros y a veces el gozo que nosotros sintamos va a tener que ser algo que nosotros mismos, por fe levantemos y ejerzamos.
El Apóstol Pablo dice, ‘...regocijaos en el Señor, otra vez os digo regocijaos...’ Muchas veces la vida no nos va a hacer fácil el gozarnos, pero yo creo que gozarse es una decisión que uno hace muchas veces. Es el uno primero reconocer, Cristo me ha nacido, Cristo me ha venido a mi vida, yo tengo razón para ser gozoso, yo tengo razón para celebrar. Aunque haya problemas en mi vida yo se que tengo un Dios que es mi consejero, es mi Padre fuerte, mi Padre eterno es mi Dios fuerte, es mío, me conoce a mi, me ama y yo tengo razón para esperar que cada año será mejor y mejor. Tengo problemas pero tengo un Dios que es más grande que todo problema y por lo tanto me puedo gozar en el Señor, puede disfrutar de la vida.
Hermanos, yo creo que los cristianos tenemos que ser la gente más gozosa del mundo. Y de nuevo, yo no hablo de un gozo superficial, yo no hablo de ese jolgorio que muchas veces la gente puede estar buscando, simplemente ese gozo artificial. Creemos que siempre tenemos que tener una sonrisa automática en la boca. Yo hablo de un gozo de adentro, un gozo que nos sale de las entrañas, un gozo que viene de saber que Dios está conmigo, que yo se a dónde voy, yo se de dónde he venido, yo se en quién estoy fundamentado, yo se que Dios está obrando en mi vida, está obrando en mi familia, que cada día estoy creciendo y estoy siendo mejor y mejor y mejor y por eso yo me regocijo en el Señor y yo celebro.
El mundo necesita ver cristianos gozosos, ¿sabe? El Apóstol Pablo habla de que ‘vuestra gentileza sea conocida de todos los hombres...’ La palabra gentileza, que Pablo usa, quiere eso, quiere decir que vuestra buena voluntad, vuestra simpatía podría decir, sea evidente a toda la gente.
Hermanos, es evidente su simpatía, su gozo en su trabajo, o la gente lo ve a usted como que lo hundieron así en jugo de limón y es una persona sombría y triste y arrugada en su actitud. Hermanos, yo digo, cultivemos el gozo del Señor.
Óigame si usted se siente abrumado, preocupado, en el nombre del Señor reclame el gozo de Dios en su vida. No se acostumbre a una actitud depresiva. Yo se que la depresión viene, yo se que viene la tristeza, yo se que a veces las preocupaciones de la vida son tan grandes, pero hermano, no permita que se pose sobre usted más tiempo de lo necesario. Déjela ahí un ratito y después dele una patada y dígalo ‘adiós, váyase para allá, yo recibo el gozo del Señor.’ Confiese el gozo del Señor y celebre el hecho de que usted tiene un Dios que está comprometido con usted.
Estos pastores, hermanos, eran hombres que eran ignorados por la sociedad. Los fariseos los consideraban gente impura, bregaban con animales, no tenían conocimiento en absoluto, no podían estar en el templo continuamente celebrando todas las marrullerías y todos los ritos que se habían inventado los fariseos, no tenían dinero, eran ignorantes completamente, y a ese gente el Señor les envía un anuncio, y les dice ‘Yo he mandado a mi Hijo para que nazca a sus vidas, tengo buenas nuevas’.
Evangelisomai, es la palabra en el griego original de donde viene la palabra Evangelio, buenas nuevas para ustedes. Nuevas de gran gozo, su destino acaba de cambiar, su situación acaba de cambiar. Ustedes ya no son gente ignorada, gente insignificante, Dios está interesado en ustedes y Dios ha enviado a su salvador para que cambie su destino y si ustedes quieren tener una relación personal con él ustedes van a ser gente nueva, completamente y por eso deben gozarse. Es una noticia de bendición. Las tinieblas de esta gente fueron cambiadas en luz.
Por eso el profeta Isaías dice, ‘...los que andaban en tinieblas vieron una gran luz....’. Y qué interesante que eso pasa en este relato, en el libro de Lucas, esta gente está en medio de la noche, oscuro todo, cerrada la noche. No es como las noches aquí digamos, de las ciudades que hay una luz aquí, otra luz allí. No, esto era en el campo, completamente oscuro y en medio de esa oscuridad pum.... una luz, la gloria de Dios invade y llena ese lugar queriendo decir algo, y es que ‘las tinieblas habían sido penetradas ahora por la luz de Dios’.
Y las tinieblas de esta gente pobre, miserable, descuidada y despreciada por los religiosos, ahora Dios les decía, ustedes son importantes para mí y yo tengo un destino para ustedes, mis pensamientos son buenos para ustedes, así que regocíjense, son buenas de gran gozo, nuevas de gran gozo para ustedes.
Mi hermano, mi hermana, esas nuevas también son para ti. No permitas en estas navidades que los pensamientos oscuros penetren en tu vida. Yo se quizás algunos hemos tenido un año difícil. No les voy a pedir que levanten su mano, pero yo se que ha habido situaciones difíciles, ¿si o no? Esa sonrisa me dice a mi que toqué algo ahí ¿verdad? Ha habido dificultades financieras, ha habido quizás dificultades familiares, quizás tu has tenido preocupaciones de salud, quizás te sientes alejado de tu familia y te gustaría estar allá en tu país celebrando las navidades en estos días, pero ¿sabes qué? No te preocupes el Señor está contigo, tu puedes celebrar, tu puedes gozarte de todas maneras. No te detengas demasiado en las cosas negativas. Miren, el que está en Cristo siempre tiene esperanza de que las cosas se pondrán mejor. Dios permite, muchas veces que vengan tiempos de dificultades y sufrimientos, y quién no los ha tenido, quién no los tiene. Esa es una condición de la vida, eso es natural, ese es el mundo en que vivimos, vamos a tener problemas.
Dice Cristo, ‘... en el mundo hallaréis aflicción...’, pero dijo también, ‘... no temáis, yo he vencido al mundo...’.
Así que hay razón para regocijarnos, hermanos. Si Cristo está en tu barca, no te preocupes, la barca no se va a hundir, quizás habrá unos hoyitos por ahí, y se meterá un poquito de agua, pero la barca no se va a hundir. Dios permite esas cosas para que tu te fortalezcas, que lo conozcas mejor, que sepas que él es fiel, que él llega en el momento preciso.
Óigame, no se de por vencido jamás. No cuelgue los guantes jamás. En Cristo Jesús hay esperanza siempre, hay gozo, hay que celebrar, hermanos, hay que darle gloria al Señor. Son buenas nuevas de gran gozo las que Dios tiene para nosotros. Ya Cristo ha irrumpido en el mundo y ya el dominio de Satanás se le arrebató de las manos. Cristo despojó los principados y las potestades. Cristo destruyó el principio del mal que regía sobre el mundo.
Ahora el mal está todavía haciendo sus cosas, pero ya el fundamento del mal le fue arrebatado por Cristo Jesús. Y los que entramos bajo la protección de Cristo tenemos todas las razones del mundo para gozarnos, para celebrar en el Señor. Si tienes preocupaciones, no les des más importancia. Mira más a Cristo que a las preocupaciones y espera que las cosas siempre se pondrán mejor y mejor, y mejor porque Cristo es tu fortalecedor. Cristo está contigo ciento por ciento.
El que te da valor a ti es Jesús, mi hermano, mi hermana. Eso es lo que yo veo aquí claramente que, de nuevo, estos pastores Dios los envía para que vayan y vean al niño y para que tengan la oportunidad de celebrar junto con los magos. Y es interesante que en ese lugar allí se dio un encuentro de los dos extremos de la humanidad: los magos eran gente de mucho renombre. Venían quizás de Siria, de Irán, de Irak, de esas partes por allá, bien lejanas. En aquellos tiempos eso era una distancia increíble, y los magos, por si acaso hermanos, no es que eran magos en el sentido que nosotros usamos la palabra. En los idiomas originales se cree que estas personas eran como especie de científicos muy altamente desarrollados, eran una casta social muy alta que era una mezcla de gente muy erudita, eran schollars, eran como eruditos que conocían las leyes de la astronomía y otras cosas quizás también. Posiblemente eran astrólogos que también tenían algo que ver con los planetas y los misterios de los planetas. Eran también gente de cierto nivel política, de importancia política, de influencia política y probablemente gente adinerada también. Miren los presentes que le trajeron al niño.
Entonces, Dios quiso que esa gente llegara y fueran testigos del nacimiento de su Hijo. Es decir, el extremo rico y alto y entendido de la humanidad, pero también envió a unos pastores, el otro extremo, la gente que no tenía ningún contacto probablemente con la religión, que no tenían dinero, que eran los pobres de la tierra. Y ahí llegan estos dos extremos de la humanidad a ver al niño Jesús. Estos pastores allí con esos personajes tan misteriosos y ricos.
Y yo creo que hay algo allí también en eso: el ángel les dice que tiene un anuncio para todos. Cristo ha venido para el rico, para el pobre, para el educado, para el hombre, para la mujer, para el anciano, para el joven, para la persona que tiene muchas heridas de la vida y que ha cometido errores en la vida, y para también la persona que ha sido bastante bien comportada, respetable y que siempre ha hecho las cosas bien; para toda esa humanidad Cristo ha venido.
Y Cristo ha venido para ti. Cristo, a Dios le interesa que tu tengas una relación personal con él, no importa cuál sea tu estado, Dios está interesado en ti como está interesado en la persona más rica y más conocida del mundo. Tu vales para el Señor ¿sabes? Cuando Dios envió a su Hijo lo envió para todo el mundo y hoy en día yo quiero que tu te sientas afirmado por Dios, que tu te sientas que Cristo tiene un propósito para ti especial.
Si tu has cometido errores en el pasado, si estás luchando con alguna dificultad en tu vida, algún pecado, alguna atadura, mira, a Dios le interesa estar en relación contigo y romper tus cadenas, romper tu pesado yugo, liberarte de cualquier situación.
Voy a pedir que los músicos pasen por acá rápidamente. Dios está interesado en traer luz a tu vida. Dios está interesado en traer liberación a tu vida. Dice, “... los que andaban en tinieblas, luz resplandeció...” Dios quitó el pesado yugo. Dios rompió la vara opresora sobre nuestras vidas. Cristo viene a libertarte y a darte una nueva razón para vivir. No importa cuál sea tu condición, no importa cuál sea tu pasado.
Recuerda, a Dios le interesa. A Dios le interesa tener relación contigo en este día. Recibe el llamado de Dios ahora mismo. Él tiene propósitos para ti; en esta navidad, celebra a ese Cristo poderoso, ese Cristo que tiene algo nuevo y diferente para ti.
Vamos a bajar nuestras cabezas un momento, vamos a darle gracias al Señor por el regalo de Jesús. Vamos a decirle al Padre, ‘Gracias por enviar tan hermoso regalo, Padre. Gracias por enviar a Cristo con su luz, con su poder, con su corazón de aceptación a nosotros, con su corazón paternal, con su corazón pastoral, con su deseo de bendecirme y honrarme, con su actitud de servirme en mis necesidades. Y yo rehúso en este tiempo caer en la tristeza o en la depresión, en la duda o en el temor. Yo confieso que soy privilegiado. Yo confieso que tengo especial que es a Jesús como mi Señor y en mis tribulaciones y en mis pruebas y mis dificultades, yo voy a clamar a él. No voy a soltarlo, no voy a dejarlo ir, no me voy a distanciar de él, sino que voy a clamar a él con más fuerza que nunca y voy a esperar que su salvación se hará manifiesta en mi vida.
Y también quiero, hermanos, pedir si hay alguien que no conoce a Jesús y que no ha entrado todavía en esa relación personal con Cristo, que Cristo no le ha nacido a su vida, yo quisiera invitarte en esta mañana también a entregar tu vida al Señor Jesucristo, si no lo has hecho antes, si no conoces a Jesús quiero darte una oportunidad en esta mañana, invitar al niño Jesús, por así decirlo, a nacer en tu corazón también.
¿Habrá alguien que quiera hacer su paz con Cristo en esta mañana y quiera entregar su vida al Señor? Si no lo ha hecho antes, quisiera orar por ti en esta mañana, si quieres entregar tu vida y aceptar a Jesús en tu corazón. ¿Habrá alguien? Amen.
Bueno, gloria a Dios, gloria a Dios por su regalo. Gloria a Dios por su bendición que nos ha dado a través de Cristo Jesús, el mayor regalo de todos.
Vamos a ponernos de pie y vamos a permitir que nuestro grupo de alabanza nos dirija en una adoración y con esto somos despedidos. Dios les bendiga mis hermanos.