Salmo 1 es la misión personal de cada Cristiano

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Salmo 1. Algunas personas aquí conocen a alguien que tu piensas, guau, yo quiero ser como él o como ella, especialmente una persona mayor de edad, tal vez más de 75 años, 80 años, que está sirviendo al Señor y tu dices, guau, cuando yo sea grande yo quiero ser como esa persona. Bueno, salmo 1, es la misión personal de cada hombre y mujer de Dios que llega a finalizar su carrera con éxito y con gloria.

Yo en esta semana tuve el privilegio sagrado de celebrar y yo uso la palabra celebrar a propósito, el funeral de la abuela de mi esposa que es como una Toñita japonesa, yo lo digo así. Una sierva del Señor que se casó a los 17 con su maestro de japonés y siguió fiel por los 70 años. Murió a los 90, por ahí. Ella era una sierva del Señor desde su juventud. Durante la segunda guerra mundial tuvo que ir a la cárcel, a campamentos que ellos hicieron para todos los japoneses americanos, solo por ser japonés tu tenía que ir a un campamento, una cárcel y estar ahí, solo porque tu te pareces a nuestro enemigo. No importa que hallas nacido aquí. Pasaron tres años ahí y ella salió de ahí más cristiana que nunca. Tuvo dos de sus bebés ahí, y dice, a mí me gusta el campamento. El campamento es dos bebés gratis, toda la comida gratis, no tengo que cocinar. Quisiera volver a campamento, tratando de engañar a los niños. El Señor es fiel conmigo, yo no tengo miedo de campamentos.

Ella llegó a los 90 y esta semana antes de celebrar el funeral yo hice un poquito de investigación, busqué en su Biblia y yo abrí su Biblia y yo sé que la usaba porque un día mi esposa y yo, yo sé que compartí esto una vez, pero quiero compartirlo otra vez, fuimos a visitarla porque era un día, súper, súper caliente, caluroso, como a los 100 grados y nosotros teníamos miedo, porque nunca prendía su aire en su casa, porque no quería desperdiciar electricidad para ella sola. Ella decía, ah, solo soy yo, no voy a usarlo. Así que teníamos miedo por ella y fuimos un día a verla con mucho calor y llamando ‘abuelita, abuelita,’ no contestaba. Dejando mensaje ‘abuelita, si estás ahí, déjanos saber’, no contestaba, no contestaba. Siempre contestaba el teléfono. Así que nosotros llegamos a su casa por fin, y entramos corriendo, preocupados que tal vez estaba enferma y entramos ahí, y ahí está ella sentada en la mesa en la cocina, con su Biblia abierta, con su prédica en japonés escuchando, orando intensamente, casi no nos miró. Decíamos, ‘abuelita, estábamos preocupados por ti’, ‘oh, perdona, no contesto el teléfono cuando estoy orando’. Pero cómo puede ser que haya algo más importante que nosotros para ti, ¿cómo podría ser? Su Dios era número uno en su vida. Leía la palabra.

Yo miré esta Biblia y vi versículos rayados, marcados, versículos en japonés, inglés, escritos por todas partes. Una mujer de la palabra de Dios. Y ella me dijo un día, ‘Gregory, quiero que mires este árbol’ que mirando por la ventana en su cocina y era un árbol donde había caído un rayo un día, cayó el rayo y todas las ventanas de la casa se rompieron y ella dice, ‘mira ese árbol, todo se quemó alrededor, se rompieron las ventanas, pero el árbol todavía está parado.’

Somos así en la vida cristiana si tenemos raíz. Salmo 1 era su salmo y es nuestro salmo. Dice la palabra:

“....Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado, sino que en la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche, será como árbol plantado junto a corrientes de aguas que da su fruto en su tiempo y su hoja no cae y todo lo prosperará. No así los malos que son como el tamo que arrebato el viento, por tanto no se levantarán los malos en el juicio ni los pecadores en la congregación de los justos porque Jehová conoce el camino de los justos más la senda de los malos perecerá....”

Padre, yo te pido en el nombre de Jesús que levantes en esta iglesia árboles, robles de justicia, hombres y mujeres bendecidos por ti, Señor, yo quiero vivir este salmo, quiero que este salmo sea lo que representa mi vida y la vida de mis hermanos aquí en esta iglesia, bendice este tiempecito que tenemos reflexionando en este salmo en el nombre de Jesús. Amen. Amen.

Bienaventurado, bienaventurado el varón o la mujer. ¿Qué tu quieres? Si alguien fuera a decir, tu puedes ser millonaria, o millonario o puedes ser bendecido. Puedes tener este nuevo carro o ser bendecido. ¿Qué dirían en el mundo? ¿Qué es bendición? Esa es una palabra dominguera, eso es una palabra eléctrica para el hijo de Dios. Bendición es más que solamente tener cosas. Uno puede tener cosas y estar vacío por dentro, uno puede tener dinero y todavía ese espacio por dentro está sin llenarse. Ser bendecido es recibir no solamente una bendición sino recibir la persona que es la fuente de toda bendición en la vida.

Yo escuché una historia que me impactó mucho, verídica, de una familia que la esposa tuvo que estar fuera de la familia por un tiempo para arreglar ciertas cosas y ella tenía dos hijas, y el esposo estaba ahí con las dos hijas. Y las hijas extrañaban a su mamá mucho, y el papá tratando de hacerles feliz les daba regalitos, les daba helado, les llevaba al parque, y por fin la niña dice, mire, no quiero más helado, no quiero más regalos, no quiero ir al parque, quiero a mi mamá. Eso es lo que quiero. Y ella vuelve, no hay problema pero ellos sabía que hay ciertas cosas que no pueden ser satisfechas sin una relación personal con nuestro papá celestial.

Señor, yo no quiero más dinero, puedes decir, no quiero otro carro, lo que yo quiero es tu presencia en mi vida, yo quiero ser un hombre bendecido como dice en Deuteronomio 28, dice:

“... bendito serás tu en la ciudad y bendito tu en el campo, bendito el fruto de tu vientre, el fruto de tu tierra, y el fruto de tus bestias, la cría de tus vacas y los rebaños de tus ovejas, bendita serán tu canasta y tu artesa de amasar, bendito serás en tu entrar, y bendito en tu salir. Te pondrá Jehová por cabeza y no cola...”

Y dice muchas otras cosas. ¿Qué quieres ser en la vida? Mira, no es casualidad que Salmo 1 es Salmo 1, el Señor lo puso ahí para ser una introducción a todos los salmos, para que sea lo que representa la constitución de la vida del hombre o mujer de Dios. ¿Qué es tu misión para tu vida? ¿Qué quieres llegar a ser? Muchas veces vivimos al azar porque no tenemos una visión para nuestra vida. Yo quiero ser ya cumpliendo los 80, 90, yo quiero ser un hombre bendecido, quiero ser un hombre que mis hijos y nietos y bisnietos van a decir, ‘él vivió el salmo 1, es un hombre bendecido’. Ese hombre yo quiero ser y quiero que tu seas también.

Pero para serlo, según el salmo, tenemos que decir que no a ciertas cosas. ¿Cuántos sabemos que en el mudo a veces no es fácil ser cristiano? ¿Es fácil obedecer a Dios, la santidad, la entrega total? El mundo es como un río de pecados satánicos corriendo y Dios te pone en las aguas y dice, ahora tu tienes que ir en contra de la corriente. Si tu te dejas, si tu te pones tranquilo se te va a llevar... ¿cómo es este dicho portorriqueño? Camarón que se duerme, se lo lleva la corriente. Yo no quiero ser un camarón dormido, hermanos.

El Señor está llamando cristianos que tiene espina dorsal, que pueden poner los pies y decir que no a ciertas cosas. Si tu miras este salmo dice que bienaventurado el varón que no anduvo en consejos de malos, ni estuvo en camino de pecadores, ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Si tu miras el salmo hay una progresión. Comienza con movimiento pero después la persona está parada y al final está sentada como un couch potato. Ya terminó la cosa. Comenzó en ciertos consejos, le llevó a cierta compañía y terminó en cierta silla donde la persona ya está decidida en su actitud y su forma de ser.

Para ser un hombre de Dios, un hombre bendecido, una mujer bendecida, tenemos que decir que no a consejo de los malos. Sabemos que el mundo quiere darte consejos, el mundo quiere decirte cómo vivir y todos escuchamos en una manera u otra mentiras de Satanás. Hay mentiras que pueden decir, mira, todo el mundo está haciéndolo así, por qué no tu. Hay mentiras, esos son los deseos engaños que dice, mira, para ser feliz tiene que hacerlo así. ¿Para qué congregarse? Mentiras de Satanás.

Otras mentiras que dicen, ya no hay esperanza para mí, ya todo va mal para mí, tal vez para los otros sí las cosas van bien, pero para mí no. mentiras. Yo te animo en un momento de tranquilidad a discernir las mentiras que tu escuchas, las voces que no son de Dios que te hablan, pueden ser voces que tu escuchabas cuando niños, pueden ser voces de la sociedad, o voces directas de demonios que te siguen a veces. Y nos toca a nosotros discernir esa mentira, yo la voy a rechazar en el nombre de Jesús.

Por ejemplo, la voz que te dice, mira, tu nunca vas a prosperar, tu papá era un fracaso, tu abuelo un fracaso y tu fracaso serás. Tu puedes decir, en el nombre de Jesús yo te reprendo Satanás, todo lo puedo en Cristo que me fortalece, en el nombre de Jesús yo soy cabeza y no cola. Pero si nosotros no ponemos un stop estas voces nos van a hablar.

Después dice que el hombre bendecido no estuvo en camino de pecadores. ¿qué es ese dicho? Vamos a hablar de muchos dichos hoy. Enséñame con quien andas y te diré quién eres. Mira, tenemos que escoger nuestros amigos y amigas. Hay algunas personas que son contagiosas con su negatividad, hay ciertos lugares que si nosotros vamos ahí nos va a llevar la corriente del ambiente. Yo conozco personas que dicen, mira, yo puedo ir a ese bar para evangelizar. Tal vez sí, Jesús lo hizo, él fue a las fiestas, pero probablemente no, es más probable que sea una mentira de Satanás que tu estás escuchando. Y tu vas para evangelizar y ellos te evangelizan a ti y te llevan. Tenemos que no estar en ciertos lugares, en camino de pecadores.

Y el final es que ni en silla de escarnecedores se ha sentado. Escarnecedor esto es burla. Yo sé si una persona está burlándose de las cosas de Dios. Y esto pasa cuando alguien está deprimido o enojado, dice, ah, no me vengas con iglesia, no me vengan con palabra. Estas personas son las más duras de todas.

La silla, sabe que aquí en nuestro ambiente la persona que enseña está parada y los que escuchan están sentados para aprender. En esa época era al revés. La persona que estaba enseñando estaba sentada y todos ustedes parados por una hora, tal vez vamos a tratarlo un día. No, no, se cansan mucho, pero estaban sentados como un maestro. Si nosotros nos dejamos llevar por consejos mentirosos, si nos dejamos asociar con personas que nos contagian de su perspectiva vamos a tener al final actitudes y vamos a estar sentados promoviendo la mala actitud con otros.

Si queremos ser un hombre de Dios, una mujer de Dios tenemos que decir que no a ciertas actitudes. Yo no voy a estar así. En lugar de eso, versículo 2: “... sino que la ley de Jehová está su delicia y en su ley medita de día y de noche....”

Hermanos, si hay una cosa que usted recuerda de este mensaje que sea esto. La palabra de Dios es el poder para la vida cristiana. La palabra, la palabra, la palabra, tiene poder, tenemos que ser hombres y mujeres de la palabra.

¿Sabe que este libro la primera vez que lo leo, mi papá me dice, ok, ahora qué libro vas a leer? Y yo digo, bueno, voy a comenzar otra vez. Dice, si ya lo leíste, por qué no lees otro libro. Pero, papá, ese libro tiene poder, es palabra inspirada de Dios. Dice que la palabra de Dios es viva y eficaz más cortante que toda espada de dos filos y penetra hasta partir el alma y el espíritu, las coyunturas y los tuétanos y discierne los pensamientos y las intenciones del corazón.

Hermanos, nosotros de verdad creemos que este libro es inspirado. ¿Qué significa inspiración? Suspiro, qué palabra en español suena inspiración, sususuuspiro, susurro, soplar, significa que Dios tomó este libro e hizo, fffffffff, y llegó a existir estas palabras. Soplando a través de los escritores, soplando la palabra de Dios para que cuando nosotros leemos la Biblia estemos teniendo un encuentro con un poder eléctrico del Espíritu Santo, hermanos. Leer estas palabras son palabras que son como semillas, como bombas atómicas, una vez sembradas en el alma tienen poder para transformarnos.

Hermanos, funciona. La Biblia funciona. ¿Cuántos han tenido la experiencia? No sé, antes de ser cristiano, de tu leer esta Biblia, tal vez antes de conocer al Señor y después de un tiempo no sabes cómo, pero tu crees en el Señor. No sabes cómo pero has cambiado. Porque la palabra tiene poder en sí y si yo siembro esta palabra dentro de mí, me va a cambiar, va a tener un poder transformador en mi vida. Dice que en la ley de Jehová está su delicia.

De verdad, ¿tu tienes delicia en la Biblia? Amen. Sí, a veces sí, a veces no. Amen. ¿Cuántos sabemos que hay algunos gustos que son fáciles de adquirir? Mi hijo, voy a hacer una confesión, no me van a llamar al DSs ni nada así, ok. En una fiesta alguien le dio un poquito de Pepsi a mi hijo de 15 meses, Señor perdóname, Señor que no me caiga un rayo, un saborcito y él decía, aaah, jamás lo sacamos, eso es suficiente, daaaam mmmmmm, pero no le tomó tiempo para querer más. Ya es adicto a la cafeína, ya es adicto como papá, perdóname Señor. No más Pepsi para Noah, por favor.

La cosa es que unas cosas nos afectan rápido, son gustos que tu los pruebas una vez, la primera que le dimos el bizcocho en el primer cumpleaños, esto es más normal, tomó el bizcocho, yo veo algunos doctores en la congregación mirándome como que, tomó el bizcocho e hizo esto...... y no sacó la mano por 5 minutos, y moviendo los pies. Ya estaba enamorado del bizcocho, rápido.

Hermanos, la Biblia no es como cafeína. Tu no vas a querer leer la Biblia rápido. Es lo que se llama en inglés, an acquired taste, un gusto adquirido. Pero tu comienzas a comer de la palabra y comienzas a sentirte mejor. Tu tomas media hora para leer uno de los Evangelios, la vida de Jesús, y tu lees lo que él hacía, y lo que él decía y lo lees y ¿saben qué? la mayoría de la gente lee la Biblia de vez en cuando, cierran los ojos, los abren, pam, pum, y miran qué dice esto. Oh, es terrible, y dice esto. Querés vengarte de mí y si de mí os vengáis bien pronto haré yo recaer la paga sobre vuestra cabeza. Yo no quiero esta palabra para mí hoy.

Bueno, voy a abrir a otro, ok, that’s much better. La mayoría de nosotros leemos la Biblia así. lo que hay que hacer es decidir, yo voy a tomar una de los Evangelios, tal vez Marcos o Mateo, o Nivel 1 ¿cuáles son los otros dos? Lucas y Pablo. Yo voy a escoger uno y voy a leer Capítulo 1, hoy en la mañana con mi cafecito. A mí me encanta cuando me invitan a casas que me enseñan a veces, ah, mira este lugar esta es la silla donde yo me siento para leer la palabra cada mañana. y es su lugarcito, como ellos tienen una mesita y la Biblia puesta, tal vez lo abrieron porque sabían que yo venía y querían que.... hoy mismo estaba leyendo. Pero tiene su lugar o su escritorio, dice este es mi lugar donde yo leo la palabra, me encanta.

Así que hoy vas a leer Mateo 1, y después mañana ¿qué vas a leer mañana entonces? Mateo 2 y después el próximo día, Mateo 3. y lo lees, y lo lees, y comienzas a sentir mejor, afecta. Pero más que leer, el Señor nos llama a meditar en la palabra de Dios, meditar en la palabra.

¿Saben que hay un niño en la escuela? Una familia de esta iglesia, yo pedí permiso para compartirlo, llegó de su escuela haciendo eso, mmmmmmmmm, porque le habían enseñado un ejercicio en la escuela, y la mamá dice, ¿qué es eso de mmmmmmmm? Nosotros no creemos en mmmmmmmmm. Esto no es nuevo. Ella se quejó con la escuela. Pero nosotros no creemos en la meditación del oriente. En esa meditación de los hindúes, y yo estudié eso. Su meta es vaciar el cerebro, vaciar el alma, la meta de la meditación cristiana es llenar la mente de la palabra de Dios, no es apagar mi cerebro, es despertarlo a la voz del buen pastor que quiere hablarme la palabra de Dios pero requiere concentración.

No sé de ustedes, pero yo ando mucho corriendo como un loco aquí en nuestra sociedad. ¿Cuántos sabemos que aquí nos ponemos....? ¿Tu sabes la historia de María y Marta? Marta que estaba toda afanada corriendo como una loca. Nosotros somos como Marta en los Estados Unidos, y se han hecho estudios y Boston es la ciudad más agitada de todos los Estados Unidos. Si tu quieres gente agitada, ven a Boston. Gente que habla rápido, que corre mucho. Dios te llama a tomar un tiempo de estar tranquilo, concentrarte en un versículo y orar el versículo.

Yo escuché una muy buena definición, meditar en la palabra es tomar un versículo y saborearlo como si fuera un vino fino, aunque nunca tomamos vino. Amen. Pero si fuéramos a tomar vino fino eso. ¿Tu sabes cómo lo hacen los profesionales? Lo miran, después toman un poquito, después lo hacen otra vez, lo miran y pueden saborear todos los detalles del vino. El Señor nos llama a hacer así con la palabra de Dios.

Escuché a otra persona decir, meditar en un salmo es hacer el salmo mío. Otros han dicho, meditar en un salmo es dejar que el salmo me lleve donde Dios quiere. Nosotros tenemos que tomar versículos y meditar en estos versículos. La palabra en hebreo para meditar es murmurar, porque no se hace sin memorizar el versículo verbalmente un poquito. ¿Algunos aquí memorizan versículos? Hay algunos y no tienen que levantar la mano, que dicen, ay, Gregory, yo no. Sabe que cada semestre en discipulado, alguien me dice, Gregory, yo no soy para leer cosas, yo no soy.... y yo digo, está bien, haga lo mejor que pueda. Hacemos el examen verbalmente y yo miro que ellos han llenado casi todo. Y dicen, ay, pero yo no puedo y todo está lleno. Y saben todo porque tienen corazón para aprender y después el próximo semestre ellos tienen todo y sacan A en su examen y están como... porque sí se puede. Satanás no dice que no podemos, pero sí se puede.

Saben que ahora mismo vamos a memorizar un versículo, vamos ¿se animan? ¿Vamos a hacerlo? Tal vez subimos el aire un poquito más si lo hacen bien.

Filipenses 4:13. Yo quiero que este lado diga “....todo lo puedo...” y este lado dice, “... en Cristo que me fortalece...” Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece. Todos juntos, filipenses 4:13 “Todo lo puedo en Cristo que me fortalece”. Amen. Lo hiciste.

Now, that wasn’t so bad. Eso no fue tan duro, ¿no? Sí, se puede. Tu haces esto, si tu meditas en la palabra de Dios el Señor promete serás como árbol plantado junto a corrientes de aguas, llegarás a ser roble de justicia, platillo de Jehová para la gloria suya, que dará su fruto en su tiempo. Darás fruto, serás fuerte, serás inmovible y Dios dice, todo lo que tu haces prosperará.

Hermanos, la mayoría y yo digo esto no para hacer a nadie sentir mal, sino para decir la verdad, la mayoría somos más como el tabo que arrebata el viento, porque no meditamos en la palabra, no tenemos raíz. Vienen los vientos y nos llevan. Dios nos está llamando antes de la venida de Jesús a ser un pueblo profundo arraigado en la palabra de Dios con las aguas de vida corriendo en nuestras venas para que seamos fuertes.

La persona que está meditando en la palabra se transforma. Sabe que uno de mis grupos favoritos, yo amo a todos los grupos de la iglesia, pero yo mi célula, mi grupo es lo que se llama Grupo Lázaro los sábados en la mañana, un grupo de hombres saliendo de los vicios y las adicciones muchos de ellos, y son hombres que comienzan a meditar en la palabra y comienzan a cambiar hasta su aspecto físico. Hay un hermano en el grupo que hasta su pelo está cambiando de color y yo sé que él no hace ninguna tinta, vamos a tener que cambiar el apodo de Canito a no sé qué, rubito, tiene una luz que brilla en los ojos. Tiene más lucidez, se viste mejor, se sanan sus relaciones familiares, reciben trabajos, lugares para vivir, caminan con más dignidad y respeto porque están en la palabra de Dios y la palabra está corriendo en sus venas y transformándolos porque la palabra tiene poder.

Hermanos, yo quiero ser un hombre así. Yo quiero ser un hombre bendecido, y yo quiero que tu seas un hombre o una mujer bendecida. El Señor dice, venid a las aguas, ven a mí, comed de esta palabra, el pan cada día, el maná en el desierto te espera. Una cita con Dios te espera. Digamos que sí a la invitación del Espíritu Santo. Amen.

Yo los invito a ponerse de pie. Padre, en el nombre de Jesús yo te pido que tu levantes una generación fuerte en ti, Señor. Te pido en el nombre de Jesús que yo pueda ser y que tu pueblo pueda ser árboles de justicia, robles de justicia, plantíos de Jehová para la gloria tuya, Señor. Yo te pido que en esta semana que alguno de tus hijos comiencen a leer la palabra en los trenes y en los buses, que comiencen a memorizar versículos cuando están caminando en la calle, que comiencen a tener encuentros contigo en la palabra. Oh, buen pastor, yo te pido que nos hables a través de tu palabra, que desates una unción de revelación y poder en un pueblo bien alimentado y bien fuerte.

Señor, yo quiero, Señor, estar de pie delante de ti, quiero ser un árbol plantado al lado de la corriente de agua, dar fruto en el momento indicado, Señor, y tener hoja que no caiga. Señor, en el nombre de Jesús recibimos de ti y nos declaramos más que vencedores porque tu estás con nosotros y tenemos la espada en la mano en tu nombre santo, amen. Amen.