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La mente es una cosa, si tienes una mente negativa tu no esperas nada de Dios, tú no estás convencido de que Dios no obra de una manera, eso es lo que va a pasar en tu vida porque tu mente es poderosa. Lo que tú piensas, según lo que tu pienses así eres. Según lo que tú esperas ver recibir así va a suceder en tu vida. Por eso es que debemos pedirle al Señor ancha mi fe, ancha mi expectativa de lo que tú puedes hacer, ancha los parámetros de lo que yo creo que tu eres capaz de hacer. Para que entonces tú puedas hacerlo porque si tu fe es pequeñita así va a ser tu realidad. Si tu fe es grande y poderosa así van a ser tus posibilidades también. Apúntate eso allí, te lo doy gratis.
Capitulo 5, Lucas, versículo 17.
Él famoso pasaje bien conocido de la sanidad recibida por un paralítico que fue traído a Jesús. Dice, “aconteció un día que Él estaba enseñando y estaban sentados los fariseos y doctores de la ley los cuales habían venido de todas las aldeas de Galilea y de Judea y Jerusalén…” y aquí está algo bien, bien importante: y el poder del Señor estaba con Él para sanar. ¡Aleluya!
Esa era la diferencia entre Jesús y los demás maestros que había en ese tiempo en Israel. Él poder del Señor estaba con Él para sanar, “y sucedió que unos hombres que traían en un lecho a un hombre que estaba paralítico, procuraban llevarle adentro y ponerle delante de Él, pero no hallando como hacerlo a causa de la multitud subieron encima de la casa y por el tejado le bajaron con el lecho. Poniéndolo en medio, delante de Jesús. Al ver Él...” ¿que fue lo que vio Él?
Al ver Él la fe... digan otra vez,¡la fe! Al ver la fe de ellos, “le dijo al hombre,” -al paralítico-, “hombre tus pecados te son perdonados. Entonces los escribas y los fariseos comenzaron a cavilar diciendo, ¿quien es este que habla blasfemias? ¿Quien puede perdonar pecados sino solo Dios? Jesús entonces conociendo los pensamientos de ellos, respondiendo les dijo, ¿Que caviláis en vuestros corazones? ¿Que es mas fácil, ¿decir tus pecados te son perdonados o decir levántate y anda? Pues, para que sepáis que el hijo del hombre tiene potestad en la tierra para perdonar pecados, dijo al paralítico: a ti te digo, levántate, toma tu lecho y vete a tu casa.”
“Al instante levantándose en presencia de ellos y tomando el lecho en que estaba sentado se fue a su casa glorificando a Dios. Y todos sobrecogidos de asombro, glorificaban a Dios. Y llenos de temor decían, hoy hemos visto maravillas.” Bendiga al Señor su santa palabra. Amén, amén.
Seguimos, seguimos hablando acerca de la fe.
Ese es otro sermón también a cerca de cómo Dios a veces limpia nuestros pecados y cuando llega allá nuestra oraciones están en estéreo están perfectas porque la gracia del Señor lo hace posible.
Estamos hablando a cerca de la fe, hermanos, estamos hablando en este tiempo que queremos… y yo, y mi meta es que este año 2009, meditemos continuamente sobre temas que construyan, fortalezcan, edifiquen nuestra fe y nos hagan una congregación cada vez más poderosa, más efectiva en las cosas de Dios así que este sermón también es una ilustración a través de este pasaje de principios de fe que nosotros podemos usar para nuestra vida.
Y este pasaje como el pasaje anterior que discutimos sobre la mujer con el flujo de sangre, ¿recuerdan ese pasaje? La mujer con el flujo de sangre que tenía una enfermedad, doce años... Ningún médico pudo sanarla, muchos obstáculos se presentaron delante de ella para llegar a Jesús, pero ella se esforzó, se sobrepuso a los obstáculos, tocó el borde del manto de Jesús, altero la agenda de Jesús y fue sanada. Y no solamente fue sanada sino que fue consolada, también al final, el Señor le dijo, “hija tu fe te ha salvado, vete en paz.”
Y es interesante porque este pasaje a pesar de que relata un evento muy diferente al de esa mujer; en este caso son cuatro hombres, uno de los pasajes paralelos en Mateo, y en Marcos señala que son cuatro hombres, aquí solamente dice que unos hombres. En el caso era una mujer solitaria aquí hay una comunidad de gente. ¡Qué lindo es, hermanos, cuando la vida cristiana se vive en comunidad! Ahí te viene una primera enseñanza que se me ocurre ahora, no se me ha ocurrido cuando estaba relatando, o meditando sobre este sermón.
La verdad que las batallas de la vida como que pasan mejor cuando lo hacemos en familia, cuando lo hacemos con familia de otros creyentes, cuando nuestras cargas las compartimos con otros. Qué bueno es tener un compañero de trinchera, ¿verdad que si? Cuando las cosas arrecian usted tiene alguien ahí que aunque sea por vergüenza usted dispara para que no piense que usted es un cobarde, ¿no? Es bueno tener gente ahí detrás de usted apoyándolo, orando por usted, compartiendo las cargas, adorando al Señor juntos; es el principio detrás de la iglesia. Él Señor Jesucristo dice que donde están dos o tres reunidos en su nombre, ¿que pasa? ¡Allí Él está!
Hay un principio de comunidad muy importante, nunca pretenda llevar sus cargas sola o sólo, amén. Porque, ¿sabe lo que pasa? Él diablo quiere aislarnos muchas veces.... ¿saben? Él diablo quiere que usted cuando está pasando por un problema se mete en una esquina allí solo, ¡ay de mí! Nadie me ama, yo soy el único que está sufriendo en el mundo y entonces que le pegue un buen batazo para derribarlo completamente. Al diablo le gusta la gente que se aísla, y es importante, hermanos, cuando estamos pasando por problemas... busquemos a alguien, busquemos un hombro adicional. Busquemos a alguien que entienda nuestros problemas con el cual orar, llorar, clamar al Señor y compartir las cargas de la vida.
No pretenda vivir la vida solo o sola, búsquese siempre la comunidad de fe; por eso a mí me encanta las células en la iglesia, esos grupos familiares que se reúnen en los hogares. Me encanta cuando yo oigo por allí que un grupo de hermanos esta reuniéndose para compartir juntos y orar y buscar de Dios.... y que están haciendo comunidad. Yo les digo hermanos, yo… me encantaría ver a nuestra iglesia, con el paso de los años, formarse en grupos de gente que tengan afinidad unos con los otros y que están reunidos aunque sea una vez por semana o una vez por mes para compartir un libro, para orar juntos, para compartir en sus problemas o lo que sea, eso es lindo.... Hay que vivir la vida en comunidad. Busque a alguien, busque un buddy, busque un compañero, gente que esté con usted para compartir las cargas.
Este hombre, este paralítico, tenía una comunidad; no sé si eran familiares de él, probablemente eran amigos de él, quizás eran vecinos, gente generosa, de corazón generoso, que vieron la oportunidad aquí de ayudar a este varón; y traerlo ante ese hombre poderoso, que ellos no sabían exactamente quien era pero tenía poder y lo trajeron, se incomodaron para ayudar a este hombre y traerlo.
Otra enseñanza, qué importante es, hermanos, que nosotros seamos generosos con los demás. A veces vemos la gente sufriendo, comiéndose un cable, como decimos por ahí. Nosotros decimos: oh yo estoy demasiado ocupado, yo tengo mis propios problemas, yo no puedo sacar tiempo para ayudar a esta persona, o llamar… sé que fulanito está deprimido o está enfermo y no lo hemos visto por la iglesia durante mucho tiempo, pero tengo demasiado trabajo, demasiadas cosas que hacer. Hermanos, hermanas, comparte tus recursos con otros. Creo que este es un tiempo en la vida de la humanidad y de la sociedad en que se necesita gente generosa que comparta con otros. Espero que en estos tiempos de prueba, de dificultades financieras, es importante que si tú sabes que alguien necesita una ayuda mira... comparte tus recursos.
Si puedes extender la mano alguien con un par de pesos o invitar a alguien a una comida a tu casa, hazlo en el nombre del Señor. Si las cosas siguieran poniéndose más difíciles, vamos a necesitar de ayudar a otros extendernos hacia otros, vamos a necesitar más y más vivir la vida en comunidad. Saben, y eso es muy bueno, en un sentido habría hasta que darle gracias a Dios por las pruebas y dificultades. En nuestros países la gente a veces es pobre pero son más felices que nosotros que tenemos mucho aquí. ¿Es así o no?
Yo veo eso donde quiera, hermanos, cuando uno visita otros países… usted ve que la gente como que son alegres, les encanta la amistad, llegan a la casa y n un momentito están haciendo un cocinado o como decimos nosotros allí, con un poquito de arroz dos pedacitos de salchichón y lo echan allí con un pedacito de ají que les queda ahí en alguna parte; cuando van a ver están compartiendo una comida y gozándose todo. Nosotros aquí con tanta comida y tantas cosas vivimos deprimidos, ansiosos, tristes, no dormimos, tomamos pastillas por donde quiera y estamos demasiados ocupados para entretener gente en la casa, para recibir gente. Óigame, hay que romper eso, si la pobreza nos lleva a ese tipo de vida gloria a Dios, ¿sabe? Porque a veces es bueno cultivar los valores bellos de la vida y no hay nada como la generosidad, no hay nada como el compañerismo, no hay nada como la amistad.
Hermanos, la iglesia de Jesucristo está creada para que haya amistad, para que haya compañerismo. Yo le pido al Señor, Señor, has que nuestra iglesia, cada día más y más, sea una comunidad de gente que se amen unos a otros. Amén. Gente que se busquen, que se visiten, que se inviten, que se ayuden, que oren juntos, que les guste estar juntos. Yo no quiero una iglesia donde la gente venga aquí, se persignan cada uno por su lado y después se van pa’ la casa todo el mundo como desperdigados. Quiere el Señor que cada día vayamos, más y más, haciéndonos una comunidad estrechamente unida uno con los otros y que cultivemos eso. Eso requiere esfuerzo, la verdad es que, muchas veces no vamos a querer hacerlo, pero tenemos que hacerlo por principio. Hay mucha gente que dice, bueno yo no soy dado a estar buscando a los demás. A veces es orgullo, a veces es temor de ser rechazado, a veces es que no nos crecimos en esa manera.
Hay que hacer un esfuerzo, hay que esforzarse, hay que hacerse frágil. Lo peor que puede pasar es que si tu invitas te digan que no que no van a venir. Bueno men, se lo pierden ellos comete tú la comida y dale gracias a Dios que tienes más para mañana. Hay que hacerse frágil, para que haya amistad, para que haya compañerismo, uno tiene como que arriesgarse a veces, sí, exponerse. A veces fracasa pero a veces le pega de vez en cuando y te ganas un gran amigo para toda la vida, una gran amiga para toda la vida. Hay que hacerse frágil para que haya comunidad, para que haya compañerismo, así que vamos a hacer un esfuerzo.
Estos cuatro hombres con su amigo paralítico, que no podía darles nada excepto problemas, son un ejemplo de esa vida vivida en comunidad. Él principio de compañerismo, que es el principio esencial de la iglesia. No hay llaneros solitarios en el Reino de Dios. La vida cristiana tiene que vivirse en comunidad. Y es cierto, algunos de esa gente en la comunidad, no son la gente más a veces más agradables, te van a fallar, te van a herir. Hermanos, en el Reino de Dios hay de todo, ¿sabe? Pero es lo que tenemos y Dios ha hecho su iglesia y tenemos que vivir con ella, tenemos que amarla, tenemos que amar esa familia de fe; es una familia neurótica y disfuncional a veces, es cierto, pero es lo que tenemos. Mire, a veces usted porque su hermano o su hermana es problemático usted dice, bueno, no te quiero ver, ya no eres mi hermano… La sangre esta ahí adentro, la sangre de Cristo está adentro de usted y está en los suyos, usted quiera o no compartimos la misma sangre y por eso estamos obligados aquí a fumarnos esa comunidad de fe que se llama la iglesia hasta que Cristo venga. Y entonces venga algo mejor, ya todos estamos santificados, no tenemos problemas, no tenemos defectos… pero mientras tanto tenemos que convivir aquí juntos. Amén. Gloria al Señor, eso es gratis.
Pero es cierto esta gente, esto estos hombres estaban en comunidad y eso hizo una gran diferencia. Así que la primera lección de este pasaje es eso: vivamos la vida en comunidad tanto recibiendo y buscando amor y también dando amor, siendo generosos compartiendo nuestros recursos con los demás, sacando a alguien de un apuro en un momento dado. Entonces, lo segundo que yo veo aquí, es esto acerca de la fe específicamente, mucho de la fe se refiere a vencer obstáculos. Una de las cosas que caracteriza a la persona de fe es que es una persona, un hombre, una mujer, que se sobrepone a los obstáculos. Cuando vienen los obstáculos, en vez de echarse a morir y de colgar los guantes, como que se crecen y le dice, como le dijo David a Goliat, ¿quien es este…? Cómo fue que le dijo… este pagano, está incircunciso para que rete e insulte al ejército de Dios vivo. Cuando vienen los problemas a tu vida, mira, crécete y hazte fuerte y entonces es cuando tienes que tomar tu fe más que nunca, y decir, de aquí no me muevo yo. Tú te tienes que ir, pero yo me quedo donde yo estoy, porque esto nos lo dio Dios.
Entonces, mucha de la fe se refiere a vencer obstáculos, como vimos con la mujer del flujo de sangre: ella venció obstáculos, todo se interponía entre ella y Jesús; pero ella dijo, no, yo quiero mi bendición, yo quiero mi milagro e hizo lo que tenía que hacer y agarró poder de Jesús porque venció obstáculos. Mucho de la fe tiene que ver con vencer deficiencias, vencer dificultades que vienen a tu vida, vencer problemas, inercia que se pone entre tú y lo que Dios quiere darte.
Es como esas tribus enemigas que Dios les dijo a Israel esta tierra es de ustedes, Canaán es de ustedes. Pero había allí tribus que poseían esa tierra y que ya Dios los había desechado, los había maldecido por su pecado y su inmundicia y su impureza; ya esa tierra no les partencia. Esas tribu eran símbolo de del esas fuerza enemigas que quieren interponerse entre la herencia que Dios te ha dado y tu. Y tú tienes que decidir si tu vas a dejar que esas tribus enemigas, esos poderes enemigos se planten en tu tierra y te arranquen lo que es tuyo o si tu vas a crecerte como hicieron Josué y Caleb y decir en nombre del Señor nosotros vamos a tomar esa tierra porque es nuestra Dios nos la ha dado. Así va a pasar, Dios quiere bendición para tu familia, Dios quiere bendición para tus hijos, Dios quiere bendición para tus finanzas, Dios quiere bendición para tu salud, Dios quiere bendición para tus emociones; y tú eres… tu fe va decidir si tú vas a dejar que el diablo y la carne se interpongan o tú vas a vencer y vas a salir adelante y tú vas a guerrear por tu milagro, vas a guerrear por tu salvación, vas a guerrear por tu bendición, vas a guerrear por esa vida abundante que Cristo te ha prometido.
Vencer obstáculos, no dejar que lo que Dios ha declarado… Dios tenía sanidad para este hombre, pero había obstáculos. Mucha de la fe tiene que ver con atreverse a emprender lo improbable, lo que no tiene muchas posibilidades de historia, pero hay que atreverse. Estos hombres confrontaban la improbabilidad de lo que ellos querían hacer en mucha maneras. Mucha de la fe requiere arriesgar cosas. Piense en Ester cuando tenía que presentarse ante el Rey Azuero para eh interceder en favor de su pueblo que lo iban a exterminar, y no había posibilidad de que ella… porque el rey no la había invitado y para ir ante el rey, aún cuando ella era la concubina principal del rey, la esposa del rey, la ley impedía que ella pudiera acerarse al rey al menos que lo fuera por una invitación previa del rey. Pero ella tenía una imperiosa necesidad y entendió que Dios la había puesto para que ella fuera la que hiciera esto y ella se atrevió y dijo mira si me matan que me maten pero yo voy a entrar allí. Y entró y el rey le concedió su petición y más.
La vida de fe es eso, hay que arriesgarse; a veces hay que jugarse el todo por el todo, hermanos, y poner todas cositas que tu tiene, tu montoncito de cosas ponerlas todas sobre la mesa y decir aquí esta todo Señor, me voy a tirar por allí, y si perezco que perezco. Yo no les consejo eso todas las veces, ¿sabe? Pero de vez en cuando, hermanos, a veces en la vida hay una o dos ocasiones en el que usted tiene que jugarse el todo por el todo, ¿sabe? Y usted tiene que… va a llegar un día en tu vida aunque sea una vez, quizás, que tú… que Egipto… el faraón esta detrás de ti, están todos los ejércitos del infierno detrás de ti y esta delante de ti el mar rojo y tú tienes que dar un paso de fe simplemente y pensar que el mar se va a abrir, porque si no te van a comer los egipcios o algo va a pasar.
Hay que atreverse, hay que arriesgar cosas. Y hay otras ocasiones en al vida en que hay que arriesgar cosas menores pero siempre la fe involucra riesgo. Como estos hombres se arriesgaron al rechazo de Jesús y hasta una demanda de los dueños de la casa porque le rompieron el techo. Es así hermanos, la fe arriesga cosas, a veces la fe parece imprudencia. Mucha de la gente que alaba la Biblia es gente imprudente, gente afrentada…
… statement dice que yo tengo que atender a los judíos primero y tú eres una pagana. Sí, señor, pero recuerda que aunque sea una migajita ahí que caiga de la mesa eso para los paganos también es… hacer grande tu fe, por esas palabras tu hija ya es sanada inmediatamente se fue con su milagro inmediatamente porque se atrevió a ser un poquito insistente, descortés. El amigo a la media noche recuerdan la historia vamos a discutir todas esa historias, el amigo a la media noche que viene familia, viene visitantes, no había teléfono en ese tiempo, no había Internet para decir la gente llego a tal hora de tal día, ¿no? Se le aparecen ahí, tocándole la puerta como a veces en nuestros países, ¿no? La gente llega a la hora que se le da la gana y la hora que usted está listo para acostarse llegan tres o cuatro amigos bien risueños a hablar con usted y a pasar la noche allí y usted listo para dormir, ¿no?
Y así pasa en esa historia de Jesús, llega visita a la casa, el amigo el abre la puerta a la gente a media noche, no tiene azúcar, le falta café y no tiene nada que servirle a la gente; entonces, espérate mi vecino de aquí al lado le voy a pedir un poquito hasta mañana que yo voy a la bodega y se lo regreso ahí, ¿no? Y le toca a la puerta y el otro está rendido durmiendo a pierna suelta y no le abre, y le toque y le toque y le toque y no le abre, hasta que finalmente dice el vecino bueno pa’ que me deje tranquilo le voy abrir la puerta y le voy a dar lo que necesita. Y el Señor mismo dio esa historia diciendo, a veces hermano cuando tú tienes una necesidad tienes que tocarle al cielo hasta que te abra. Y de nuevo, al Señor le gusta eso, ¿sabe? Al Señor le gusta gente que cree en Él lo suficiente como para importunarlo, ¿entiende? A Dios le gusta a esa gente afrentada que le tocan al Señor, hazme mi milagro, necesito algo de ti.
Yo creo que hay más gente que no recibe por ser tímido que por ser descorteses con Dios. Yo prefiero arriesgar ser descortés con Dios que ser mas tímido de la cuenta, porque yo se que a Dios le gusta le gente atrevida. La gente que cree en Él lo suficiente como para decir que Él es galardonador de los que le buscan. Entonces a veces hay que ser como estos hombres, hay que ser imprudentes, hay que ser descortés porque hay una necesidad. Y ese paralítico era más importante que cuatro tejas en el techo de esa gente. Ellos se atrevieron y Dios honra ese tipo de gente. La fe muchas veces consiste en acciones desesperadas, acciones de gente que no tienen nada que perder porque ya lo perdieron todo de todas maneras, si le cortan la cabeza ya se la cortaron mil veces antes… y ya no tiene nada que perder. Perdieron la casa, perdieron la mujer, perdieron los hijos, perdieron el carro, las ropas ya se la van a llevar en cualquier momento y ellos no tienen nada que perder así que hacen cosas desesperadas.
Se tiran a la misericordia de Dios, Bartimeo, el ciego no tenía nada que perder si era un mendigo y se atrevió a gritarle a Jesús, Señor, hijo de David ten misericordia de mí… Y todo el mundo diciendo, cállate, suave que Él es un hombre muy importante, no tiene tiempo… y el seguía insistiendo hasta que el Señor se paró y lo atendió y le dio lo que le estaba pidiendo. No tenía nada que perder, ¿qué podía perder ese hombre? Su oficio de mendigo, lo único que tenía que perder.
Y a veces, hermanos, nosotros… Dios honra la gente que no tiene nada que perder. Yo creo que uno de los problemas que nosotros tenemos mucho que perder por eso no nos atrevemos a hacer cosas para Dios. Tenemos muchas ropas, muchas casa, mucha nevera con mucha comida, esto y lo otro y estamos… estamos, ¿cómo dijera yo? Espiritualmente, fofos, es una palabra de cinco huecos, débiles. Pero cuando usted se mantiene allí al fuego, al rojo vivo en el Señor, allí es donde Dios bendice a la gente desesperada, esta gente estaba desesperada porque necesitaba un milagro y sabían que Jesús era el único que lo tenía. Es decir, sí, la fe es eso, vence obstáculos, vence deficiencias, se atreve a lo improbable, arriesga cosas por Dios, a veces es imprudente, a veces es desesperada, la fe tiene esa cualidad de intensa… Y sabe algo interesante también acerca de eso, ¿sabe porque Dios tiene una afinidad especial con al gente así? Porque el reino de los cielos, escúchenme, el reino de los cielos es así. El reino de los cielos es atrevido, forzado, violento, ¿si o no? ¿No dice eso la Biblia?
Mire, mire ahí lo que dice en Mateo 11, 12. Dice, “Desde los días de Juan el Bautista ahora, el reino de los cielos sufre violencia y..." ¿Qué? “…y los violentos,” –eso no lo dice Roberto Miranda para justificarse a sí mismo, no. Dice, “y los violentos lo arrebatan.” Ahora mire algo interesante, es decir en otras palabras, déjeme, déjeme… El reino de los cielos, es decir, el sistema de Dios, la economía divina, la encarnación de Dios en la tierra, la relación de los principios del reino con el mundo se basan en oposición y en fuerza y en conflicto. Dice la Biblia que en este mundo hay un príncipe ilegítimamente establecido aquí que se llama Satanás, que ha tomado control de este mundo ilegítimamente, porque Dios le dio a su criatura el mundo, pero su criatura se ha dejado engañar por el diablo y el mortgage se lo robó el diablo y ahora lo tiene él, y es un reino ilegitimo. Entonces, el reino de Dios viene a arrebatarle lo que pertenece al Hijo de Dios, al diablo. Y por eso el reino de Dios es en violencia, es en conflicto; la naturaleza misma del reino de Dios es violencia y conflicto con un reino oscuro, destructivo, maligno, mortífero que se llama el reino de las tinieblas.
Y cuando Dios aterriza en el mundo, aterriza en poder y en guerra, en oposición a las huestes de las tinieblas. Ahora es interesantísimo esto que, en el griego original la traducción esta dice, “desde los días de Juan el Bautista el reino de los cielos sufre violencia,…” usted ve eso allí, sufre violencia. Usted sabe, ¿en qué idioma fue escrito el nuevo testamento? ¿Alguien sabe, ah? En griego –en griego… digan todos, griego. Fue escrito en griego y cómo… ¿por qué lo estamos leyendo ahora en español? ¿Qué pasó? Alguien lo tradujo, ¿verdad que sí? Ahora, a veces en la traducciones se pierde su cosita aquí y allí, eso es muy largo de explicar; pero en el original está y por eso es importante a veces uno ir al original griego para entender esa palabra que se traduce al español, esa expresión: ‘sufre violencia’. En el griego original es “viasetae”, digan todos “viasetae”. Ya todos ustedes son unos expertos en griego aquí toditos. Vaya mañana a la fabrica y digan a la gente “viasetae” y usted verá como lo llevan inmediatamente a un hospital de locos… “Viasetae” esa palabra que traducen aquí, ‘sufre violencia’, “viasetae”, es un verbo que se puede traducir tanto en una forma activa como en una forma pasiva. Puede ese verbo en griego puede decir sufre violencia o procede con violencia, se mueve con violencia.
Y hoy en día la mayoría de los eruditos que ya conocen mucho mejor, por muchos estudios que se han hecho del idioma original de Jesús y todo eso, entienden que la forma correcta de traducir eso es 'hace violencia’, ‘procede con violencia’. De hecho la New International Version, en inglés, dice: proceeds with violence or proceeds forcefully, dice, moves forcefully, se mueve con fuerza. Así que es mucho mas mucho más apropiado traducir, “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos se mueve con violencia y los violentos lo arrebatan.” ¿Usted entiende? Es decir, que el reino de Dios se mueve con violencia, el reino es para la gente fuerte, el reino de Dios no es para los cobardes, hermanos. No deje que nadie me lo engañe para decir que los evangélicos son gente que están cayéndose muertos, que son gente poca de ánimo, no. El reino de los cielos es para la gente heroica, fuerte, atrevida. Porque el reino de los cielos es así.
Entonces por eso es que Dios tiene como una afinidad especial con la gente atrevida, con la gente que es de fuerza, la gente agresiva, la gente militante, la gente que cree que Dios es más poderoso que cualquier situación y se lanzan a buscar su bendición. La gente que no reciben no por respuesta y están ahí tocando la puerta hasta que le hagan justicia y le abran la puerta y le den lo que necesitan. A Dios le gusta ese tipo de gente porque su reino es así. Entonces por eso es que usted va a ver a través de la Biblia la gente así, activa, dinámica, emprendedora, atrevida, agresiva, es la gente que Dios honra y bendice. Ahora no en el sentido, déjeme aclarar eso un poquito, porque cuando viene a ver algunos de ustedes necesitan ser menos agresivos pero con los demás. Agresivo en la forma correcta, no agresivo con su esposa, con su hermano, con su compañero de trabajo, no; pero agresivos en Dios, agresivos en las cosas del espíritu, agresivos en lo que Dios ha dicho y yo me agarro de lo que Dios dijo y con eso yo voy al banco y me tiene que dar porque yo tengo la llave de la palabra de Dios.
Esa gente agresiva recibe de Dios y entonces por eso es que estos hombres, gente como Raab, gente como Jacob, gente como Ester, gente como Ruth y su suegra Noemí, gente como Pedro, gente como Pablo, son gente así… gente atrevida. A Pablo lo apedrearon y lo dejaron por muerto y a al otro día estaba predicando el evangelio otra vez. Óigame, si a mí me tiran una sola piedrecita y me dan en la cabeza, ya yo estoy tres días o una semana en al cama quejándome, ¿por qué Dios permitió eso en mi vida? A Pablo lo apedrearon, lo dejaron por muerto y a al otro día estaba predicando el evangelio y, ¿cuántos de nosotros haríamos eso?
Hermanos, esa es la gente que… por eso Dios escogió a un hombre como Pablo. Esa es la gente que a Dios le gusta, que se caen y vuelven y se levantan. Ah me quitaron la casa, pues no te preocupes que ahora le voy a dar doblemente al diablo pa’ que no lo vuelva hacer. Y se levantan nuevamente y siguen adelante y sirven al Señor y aman a Dios y oran más que nunca y dicen la próxima va a hacer más grande que la otra. Se atreven. Pierden el trabajo y entonces, está bien, se lo pierden ellos -y comienza a buscar otra cosa mejor y creen que Dios va abrir una puerta y se mantienen allí hasta que Dios da la respuesta, da la bendición.
Él reino de los cielos es violento y los violentos lo arrebatan, hermanos es una de las cosas y muchos de nosotros tenemos que llenarnos de esa fe agresiva, tenemos que perder la grasa esa de bebé que tenemos nosotros y hacernos atrevidos en el Señor, atrevidos en la oración, atrevidos en el ayuno, atrevidos en el servicio, atrevidos en dar, atrevidos en confesar , atrevidos en alabar y glorificar al Señor porque al Señor le gusta esa gente atrevida, esa gente agresiva, que no se dejan quedar en el piso caídos sino que se levantan.
Dice la palabra siete veces cae el justo pero de todas ella se levanta porque su fe lo levanta. Y eso es importantísimo, el reino de los cielos procede con fuerza y la gente esforzada lo arrebata, lo coge, lo recibe, su esencia, sus nutrientes. Entonces, vemos aquí que estos hombres son ejemplo de esto. Allí tenemos al Señor enseñando, la agenda de Jesucristo no era sanar a nadie ese día, como tampoco su agenda era sanar a la mujer con el flujo de sangre, pero estos hombres y su fe… se impuso en un sentido sobre la agenda de Jesús. Cuando vieron que el techo era un impedimento que había demasiada gente adentro de la casa, ellos rompieron el techo se bajaron con una soga al pobre hombre ahí, que habrá dicho, ¿por qué me metí yo en este lió? Bajando, pero lo bajaron… ¿Dónde lo pusieron? En frente de Jesús. Y dice que lo pusieron en medio, delante de Jesús; es así, hermanos, se lo pusieron allí como quien dice, bueno vamos a ver qué vas a hacer ahora, no lo puedes ignorar. Usted se imagina, se abre el techo, comienza a caer paja por donde quiera, el Señor allí hablando y se lo ponen ahí… ¿usted cree que el Señor iba a poder seguir predicando con un muerto ahí tirado enfrente de Él? Tenía que hacer algo.
Es lo que yo digo, que el reino de los cielos es así, es violento. Y esta gente se impuso y el Señor, dice que, “viendo la fe de ellos…” Viendo la fe de ellos… Cuando usted tiene fe, hermano, es imposible, Dios no le puede, Dios no lo va a ignorar porque Él no quiere ignorarlo porque su fe honra a Dios y Dios responde a la fe de la persona atrevida. "...y entonces recibieron su milagro.” Hermano, este es un pasaje riquísimo, yo no lo… yo no lo voy a exponer todo porque tiene tantas cosas, simplemente ya estoy terminando… antes de que aquí mi hermano Samuel pase por aquí, lamento quitarte a tu preciosa bebe ahí de las manos, se ve tan linda y tan cómoda con su papi ahí…
Pero hermanos, la fe –es importante que nosotros nos atrevamos a créele al Señor. Hay momentos en que la enseñanza va a tener que ponerse a un lado para que la fe tenga su propósito y se cumpla lo que tiene que hacerse. Hay tiempos muy buenos para aprender y leer la Biblia y estudiar la Biblia y estudiar teología pero hay tiempos en que se necesita la acción de Dios, gente que haga algo, que se mueva, que haga una decisión, que se atreva en el nombre del Señor. Y, yo no sé cuál es tu obstáculo en la vida, yo no sé cuál es tu necesidad en la vida… Hay un paralítico que tu estas cargando encima ahora mismo, yo no sé cómo se llama problemas financieros, problemas de trabajo, problemas matrimoniales, una lucha emocional, una carga emocional que hay en ti; cada uno de nosotros tiene un paralítico montado encima y cada uno de nosotros tiene una multitud que se interpone entre lo que necesitamos y Jesús. Yla decisión que tenemos que hacer es, ¿voy a dejarme… voy yo a echarme a morir? ¿Voy a coger a mi muerto y me lo voy a llevar otra vez a la casa porque había un obstáculo, una dificultad? O voy a persistir, voy a buscar, voy a tocar, voy a indagar.
Estos hombres cuando vieron al gente, la casa llena de gente y no podían entrar, yo me imagino que pasaron 10 ó 15 minutos diciendo, bueno, ¿cómo vamos a resolver este problema? Porque no nos vamos a ir con este tipo otra vez porque ya estamos cansados de él, hoy tenemos que hacer algo con este hombre. Y ellos buscaron y exploraron hasta que, ah, el techo, claro que sí, el techo, eso es. Vamos a subir este pobre hombre, vamos a subirlo por el techo.
Siempre hay una solución hermanos, saben, yo siempre digo… miren, mi lema en la vida es siempre hay una solución. Yo no me doy por vencido, hermanos. Si se me cierran las puertas yo busco un hoyito por allí que dejo un ratón para meterme por allí, digo algo… algo para… Hay que, hay que siempre hay algo, yo creo que en Cristo siempre hay esperanza, en Cristo siempre hay una solución, en Cristo siempre hay una salida, siempre hay una posibilidad. Gloria al Señor. Y cuando se te cierran las puertas es porque Dios tiene una puerta más grande que quiere abrir en tu vida. Sí, señor, cuando Dios te quita algo es porque tiene algo mejor para ti.
Siempre hay una solución. Siempre hay una puerta, siempre hay esperanza. Siempre hay una respuesta, quizás no venga antes que termine la noche, quizá va a tener que pasar otro día mas, otra semana más, otro mes más pero tu respuesta viene mi hermano, hermana, tu puerta se va a abrir. Hay un techo que tienes que abrirse para que tú pongas tu problema enfrente de Jesús. Esto es lo último que te digo, pon tu problema delante de Jesús, tiene que orar, hay que clamar a Dios. Muchos… si nosotros pasáramos más tiempo orando al Señor y quejándonos menos, tendríamos más respuestas de Dios. El problema está en que cuando tenemos problemas, ¿qué hacemos? Entonces dejamos de orar, dejamos de clamar, dejamos de ayunar, dejamos de adorar, dejamos de venir a la iglesia, dejamos de servir al Señor porque tenemos un problema. Y cuando se resuelve el problema, entonces, después de las vacaciones yo vuelvo a la iglesia.
Señor reprende al diablo, eso no es de Dios. Mientras más problemas tenga, más órale al Señor, más clama al Señor, más ayuna, más levanta tus manos como decíamos en ese coro, más recuérdale al Señor sus promesas. Oh, hermano, hermana, eso es lo que a Dios le gusta, esos hijos de Él que se crecen cuando viene el problema y dicen yo voy a encontrar la salida. Órale al Señor, clama al Señor, presenta al Señor tu necesidad. Dice la palabra, por nada estéis afanoso sino… digan todos: sino, sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios. Hay que poner las cosas delante de Dios, hay que ponerlas delante de Jesús, hay que ponerlas en el medio de la sala y decirle, ahora Señor yo te lo dejo a ti, ¿que tú vas a hacer con eso? Eso es tu problema, no es mío, el problema es tu problema Señor, ahí los tiene vamos a ver que tu vas hacer con tu problema, con tú problema… ahora es tú problema. ¿Que tú vas a hacer con tú problema, Señor?
Hermano, ponle tu necesidad delante a Jesús y el Señor… yo nunca vi a alguien venir ante Jesucristo y pedirle una sanidad, una provisión una respuesta y el Señor decirle vete pa’ tu casa porque no tengo tiempo para ti. Siempre el Señor atendió las necesidades que vinieron delante de Él. Él es misericordioso, es más, ¿cómo si lo ha hecho por otros como no lo va a hacer por mí que soy la niña de sus ojos? ¿Huh? Dice la palabra que el que no escatimó ni aún a su propio hijo como no nos dar justamente con el también todas las cosas. Si Dios no escatimó a su hijo único, no te va a escatimar un trabajo, una provisión, una respuesta a tu necesidad, una sanidad, una… una salida… Oh , hermano, hermana, hay muchas sutilezas a lo que estoy diciendo pero a la larga lo importante es que Cristo dice, tráeme tu problema, esa es tu responsabilidad traerle el problema a Jesús. La responsabilidad de Él es hacer algo con ese problema y lo que Él haga es bueno por definición. Cree.
Vamos a ponernos de pie, vamos a hacer como esos hombres que trajeron al paralítico; durante la semana tome ese pasaje, Lucas 5, 17 y léalo, medítelo, deje que sus enseñanzas que no hemos podido extraer todas, deje que este pasaje le hable esta semana, haga de este pasaje su pasaje de meditación, mastíquelo ahí, ruméelo, yo no sé si se dice así, como las vacas que cogen las yerbas no y las mastican ahí, deje que este pasaje suelte todas su enseñanza y promesa. En su vida esta semana haga una meta, esta semana yo voy a meditar en este pasaje y aunque crea que ya lo agoté, voy a volver a leerlo para que su mensaje se me meta en el corazón, se me meta en mi mente, se me entre en mi espíritu y suelte todo lo que tiene para mi vida. A veces eso es bueno, la escritura, hermanos, hay que masticarla ahí, hasta el día… hasta que lleguemos al tuétano. Chuparse el tuétano de los huesos de la escritura para que recibamos todos los nutrientes que Dios tiene, así que le animo en el nombre de Jesús, coja ese pasaje allí y deje que le hable en esta semana y que llegue hasta donde se necesita. Así que, vamos a cantar ese coro que está cantando…