Fe radical que rompe hielo

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Vamos a Marcos, capítulo 10, vamos a ir a los versículos 46 al 52 y, de nuevo, estamos centrándonos en el tema de qué… ¿qué tema estamos tratando, vamos a ver? En estos días… ¿qué tema? Díganlo todos: fe.

Okay. Yo espero, hermanos, que a través de nuestras meditaciones, a través de nuestros sermones, ese concepto de la fe y no solamente un concepto, es una dinámica… es un principio espiritual poderosos que se grabe en nuestros corazones. Yo quiero que ustedes vayan meditando. Yo estoy tratando de ser, por lo menos un poco sistemático en lo que estoy enseñando, y quizás algunos de ustedes van a poder ir al Internet y escuchar de nuevo estos sermones para que se les grabe bien en el corazón y que usted pueda ir adquiriendo esos conocimientos que son tan necesarios para vivir una vida victoriosa.

Sin fe es imposible agradar a Dios, dice la Palabra. Es decir que, la fe es la cosa más esencia que puede haber para un hijo, una hija de Dios. Es como la moneda… la moneda que permite que uno compre, venda, gestione, adquiera… eh, todo tiene su origen en fe. La fe es el vehículo que Dios usa para aterrizar sobre la tierra, para entrar en el ámbito del tiempo y del espacio. Conforme a nuestra fe nos será hecho, dice la Palabra. Y dice también, que “el justo por su fe vivirá.”

Interesantemente no dice por la fe, yo a veces lo he citado y he dicho, el justo por la fe vivirá, ¿cuántos hemos dicho eso alguna vez? Pero no, es “el justo por SU fe vivirá.” Porque yo creo que hay diferentes grados de fe. Diferentes personas adquieren y alcanzan diferentes niveles de fe. Y entonces conforme a la fe que tú logres alcanzar, por medio de tus lecturas de la Palabra del Señor, por medio de tales recursos como la oración, el ayuno, la lectura de la palabra de Dios, ya lo he dicho; el servir al Señor, porque todo eso aumenta nuestra fe, adquirimos experiencia, conocimiento, por el codearnos con otros hombres y mujeres de fe adquirimos energía, nos contagiamos unos a otros… todos estos elementos juntos van levantando nuestro nivel de fe hasta permitirnos ser gente poderosa, gente efectiva en el ámbito espiritual.

Ahora, aquí tenemos un personaje que ejemplifica mucho ese elemento de fe. Uno de mis personajes favoritos, el ciego Bartimeo. ¿Cuántos han oído hablar de Bartimeo? Levante su mano. Okay, como una cuarta parte, quizás una tercera parte. ¡Guau! Bueno, va a ser interesante que ustedes conozcan, les quiero presentar al ciego Bartimeo, es un hombre muy simpático, yo lo encuentro muy simpático, ¿verdad? Es un hombre atractivo, es como Zaqueo hasta cierto punto, hay un aspecto, cómico podríamos decir, de Bartimeo. Pero es simplemente por la situación en la que él se encontró, pero evidentemente como Zaqueo también, era un hombre bien, bien decidido. Y eso lo ayudó mucho. Yo quiero pasar un ratito haciendo un resumen, porque les digo que quiero que ustedes vayan acumulando conocimiento y entendiendo muchos de estos conceptos. Y entonces voy a tratar de entrar directamente en el evento mismo que involucra la vida de Bartimeo. Pero quiero que por lo menos miremos lo general primeramente.

En las últimas semanas, en lo que yo he podido cuando he estado predicando... Hoy yo completo en éstos, digamos un trío de fe, estos tres individuos o personas comparten unos elementos comunes acerca de la fe. He hablado acerca de la mujer con el flujo de sangre: se acercó a Jesús entre la multitud, tocó el borde de su manto y recibió poder sanador de parte de Jesús. Hemos hablado de los amigos del paralítico, ¿recuerdan también? De igual manera estos hombres que cogieron a su paralítico, quisieron entrar a la casa, no pudieron porque estaba llena de gente y se subieron al techo, abrieron el techo, bajaron a su paralítico, lo pusieron allí delante de Jesús y el Señor qué podía hacer. Tuvo que sanarlo.

Y ahora quiero hablar de este hombre, Bartimeo, el ciego, que comparte algunos elementos con estas dos… estos personajes que yo acabo de mencionar. Yo el domingo pasado, creo, ¿fue el domingo pasado o el antepasado? Ya como que uno… el antepasado creo que ha sido, –el domingo pasado tuvimos algo, hermano Pedro Julio Fernández. Yo he dicho que la fe tiene unas cualidades que vemos en este trío aquí de personajes. Uno, he dicho que la fe toma riesgos, como tomaron toda esta gente de la cual estoy hablando. Segundo, la fe vence obstáculos. Recuerde que éstas son características de una persona que tiene fe y usted puede, en su propia vida, piense en algún momento en su vida en el cual alguna de estas cualidades lo llevó a un nuevo nivel de, como de efectividad, o lo ayudó a salir de un problema o a vencer una situación difícil.

La fe toma riesgos, he dicho. La fe vence obstáculos. Tercero, la fe a veces actúa desesperadamente. Hay veces que hay que romper brecha, hay que meterse en algún sitio, hay que tocar una puerta, hay que presentársele a alguien que ha dicho que no tiene tiempo para usted, hay que llamar por teléfono y hacer una segunda o tercera llamada. Debe de paso, se me ocurre algo chistoso, esto es hasta banal, pero sabe qué dicho yo siempre, hay una… digo una de las cosas que yo digo aquí, que estaba relacionado con eso, la fe siempre busca una solución. ¿Cuántos creen que siempre hay una solución en la vida?

Yo digo, hermanos, siempre hay una puerta en la vida que se puede abrir, aunque parezca que está cerrado. Aunque tú tengas una montaña en frente de ti y tu carro llegue y se tropiece con la falda de esa montaña, mira de algo… yo creo que aunque algo, ábrete Sésamo o algo, pero yo puedo pasar por en medio de la montaña. La fe es algo increíble, la fe hace cosas extraordinarias. Pero, hermanos, hay ocasiones en que hay cosas pequeñas en la vida que yo uso para aprender la importancia de la fe. De esto de tomar riesgos, vencer obstáculos, actuar desesperadamente. Déjeme completar, voy a dar una ilustración banal casi, cotidiana.

La fe es descortés y agresiva, a veces la fe es entrometida, a veces la fe se le mete en la cara a las cosas y a la gente y hace cosas que son descorteses. Que la gente como que dice, ¡Oh! y, ¿de dónde salió esta persona y porque hizo eso? La fe también comete lo improbable. La fe tiene esa cualidad de que cuando algo parezca que no tiene posibilidades de tener éxito, la fe se lanza y dice, bueno, el Señor ya… y si fracaso, lo peor es que simplemente me dice que no, pero voy a hacer. Y se lanza a cometer lo improbable. Y la fe siempre busca una solución, lo que decía. Y en último la fe siempre emprende acción.

La fe está asociada con la acción, hacer algo. Muévete haz algo, rompe un vaso pero haz algo. No te quedes sentado allí, aplatanado. La fe siempre hace algo. Ahora, lo que decía, que esas cualidades de fe. Yo siempre aprendo, eso de que hay siempre una solución en la vida, de que uno no debe… –cuántas veces nosotros hemos dejado de hacer cosas, porque cuando se nos ocurrió como que alguien nos tiró enseguida una sábana mojada encima de la idea: “Ah, eso no se puede hacer. Pero eso ya lo trataron, yo he visto que otros lo han tratado de hacer y no se pudo… ah, esa gente no cogen hispanos, o nunca una mujer ha ocupado ese puesto; o ya ese producto muchos han tratado de venderlo y no han tenido éxito. Ah, yo traté hace como 10 años de comprar una casa y fallé y ahora ya están vendiendo esta bien barata, pero ahh… no quiero volver…” etc. ¿no?

Hay muchas veces que, ¿qué pasa? Cuando uno tiene una idea, enseguida se le tira a la mente las razones por las cuales esa idea no va a tener éxito. Y si usted se deja, si usted pierde la batalla en ese milésimo de segundo entre la idea creativa y la idea de que no se puede hacer, si en ese milésimo de segundo usted permite que el NO o el posiblemente no se va a dar, le caiga encima, usted no va a ir al próximo paso de considerarla más a fondo y quizás tratar y ver que sí, que se puede hacer.

Y es importante que usted siempre resista el primer no de la mente, que la mente es así, es muy traicionera. Pero nada, mire, es hasta banal, pero es interesante. Hace años, literalmente… ¿cuántos saben lo que es una greca? Es una de esas cafeteras metálicas, que tú sabes, se destornilla abajo, y tiene una cámara pequeñita donde usted hecha el agua, después tiene un filtro en el medio donde usted hecha el café. Y les dije que era cotidiana la ilustración, ¿verdad? Entonces usted coge la otra parte de arriba y la atornilla, y cuando el agua hierve el vapor… se convierte en vapor, pasa por el café, y al final, pues, usted tiene café para tomar. Ustedes no sabían que era tan compleja la cosa, ¿verdad? Tiene una lección de química allí.

El caso es que hace años, nosotros tenemos varias cafeteras así de diferentes tamaños, y había una que es la que más me gusta y yo no sé pero se perdió el filtro de metal, del medio. Y yo, diez veces quise botarla, porque de qué sirve una cafetera si no tiene filtro en el medio. Pero algo me aguantaba y me decía, no, qué sabe si un día de estos, quién sabe si por allí uno encuentra un filtro y a algún loco se le ocurrió vender filtros para reponerlo cuando se le perdiera a uno. Uno piensa, y oiga, y de nuevo allí está la cosa. A alguien se le tenía que ocurrir, sabe qué, por allí a la gente se le pierde el filtro de las greca, así que yo voy a hacer unos cuantos filtros y los voy a vender. Eso ya es fe también, hasta cierto punto, es una fe secular probablemente hasta cierto punto, pero lo es. El caso es que yo siempre había dicho, no, la voy a dejar allí por si acaso. Pero, siempre pensaba que era absolutamente difícil conseguir un filtro de esos, y a veces hemos pasado por el North End, el bar italiano aquí de Boston. De hecho, si usted quiere comer buena comida italiana, váyase al North End, ese anuncio es gratis.

Y habíamos pasado por un par de sitios, que tenía porque los italianos usan mucho las grecas esas. Y Meches, mi esposa me había dicho, sabe qué, allí posiblemente tengan, y vamos a ir un día. Pero yo, como que le daba la larga, porque empezaba, n'ombre… de todos los sitios, quizás entre los hispanos eso se puede usar, y quizás tengan repuestos para los filtros esos, pero estos italianos por acá, qué se les va a ocurrir a ellos, etc. Y nunca… pero, de nuevo, hermanos, es ese freno, es ese freno subconsciente que te dice, es poco probable que eso se pueda hacer. Y eso es lo que nos impide muchas veces, vivir vidas creativas y hacer cosas que Dios quiere hacer en nuestras vidas. ¿Cuántos entienden a qué me estoy refiriendo?

Es como que hay un freno inconciente, de pesimismo y como de timidez que nos impide concebir ideas creativas y que cuando las concebimos de una vez como que alguien viene y nos apaga la luz. Y entonces, pues así cada día... Pero ayer a Meches se le ocurrió mientras estábamos esperando algo, entrar a la tienda esta. Y, ¿sabe qué? Tenían los benditos filtros esos de metal. Así que desde que llegué a la casa, lo probé, ¡perfecto! Y allí tengo yo una cafetera nueva por dos dólares y pico que costó el filtro ese. Así que gloria a Dios por la fe de Meches.

Pero lo que les quiero decir, hermanos, es que mire, en cosas así sencillas uno puede aprender que puede crecer porque mi filosofía es que uno siempre debe tratar, uno siempre debe buscar una solución. Uno siempre cuando algo te dice, mira yo puedo hacer esto, no lo rechaces enseguida. Ve al segundo paso, ve al tercer paso, y cuando se te cierre la puerta que ya hayas dado golpes, entonces vete a la casa. Pero mientras tanto trata porque donde tú menos espera está la solución y yo muchas veces a través de mi vida he visto eso, que hay que tener fe.

Sobre todo eso, si tú tienes a Dios contigo, dice… alguien ha dicho por allí que, Dios y yo somos mayoría. Y eso es así hermanos. Las personas de fe como que siempre tiene una actitud de positividad en la vida, no se deje llevar por las emociones. Una de las cosas que usted tiene que aprender, si usted es una persona de fe, mire, no se deje llevar por las emociones, las emociones son unos animalitos malcriados, que si usted los deja se adueñan de su vida y le imposibilitan cualquier acción alta.

Las emociones son producto de la caída de Adán y Eva. Nuestras emociones están dañadas y las personas que viven por las emociones, por las heridas del pasado, por los apetitos que lo controlan, por la negatividad o la depresión, o la tristeza o esas cosas que nos quieren controlar. Hermanos, no piense que como dice el Apóstol Santiago que va a alcanzar nada de Dios. Usted no puede llevársele, uno vive por principios, por lo que dice la Palabra de Dios. Por lo que uno sabe que es real y eso es bien importante si usted quiere ser una persona de fe y si usted quiere ser emprendedor, atrevido, ir a ese nuevo nivel de su vida. Tiene que creer que Dios está con usted y que siempre hay una salida. Recuerde eso, esa parte del sermón es gratis, no la tenía totalmente allí en la mente.

Pero, esa cualidad que tiene la fe, hermanos, yo les animo en el nombre del Señor, cíñanse los lomos y digan yo voy a vivir una vida poderosa, una vida creativa y yo siempre voy a buscar una solución. Siempre voy a emprender lo improbable y entrene su mente, y cuando usted vea sugerencia y lecciones en su vida que le indican que funciona, márquela como yo marqué el asunto ese. Yo le aseguro que yo voy a volver a meditar sobre el filtro ese de la greca. Porque allí yo dije, hmm, aquí hay una lección, yo puedo meter eso allí en mi repertorio, aprender, voy a fortalecer, voy a marcar esa lección para crecer en el aspecto de la fe.

Muy importante, ahora bien. Como ven la gente de fe generalmente tiene una cualidad dinámica, esforzada, emprendedora. Eso es lo que yo veo, que la gente de fe no es aplatanada, no es gente que se echa a morir fácilmente, no es gente pasiva, no es gente… la gente de fe es nerviosa, se mueve con gestos un poquito catatónicos y eléctricos y eso es importante porque es que hay algo, no es que tampoco... Entiéndame bien, déjeme matizar eso un poquito. Hay gente que son muy calladas pero son gente de fe, no se crea. Pero yo quiero decir, que si a mí me preguntan una persona de fe, yo lo que veo es una bandera ondeándose, moviéndose. No está caída así, como toda desecha, monga, no, es una bandera que se deja mover por el viento del Espíritu, que recibe el viento de Dios. Ese es para mí la persona clave, de fe.

Bartimeo… Bartimeo es así. Mire cómo él grita, sigue gritando, se tira de que lo llaman, muchas cosas aquí… que eso. Mire la mujer con el flujo de sangre, diligente, emprendedora. Mire los amigos del paralítico, de igual manera. Toda esta gente comparte esa cualidad, esforzada y emprendedora. Qué le dijo el Señor a Josué, le dijo, mira que te mando que te esfuerces y, ¿qué? ¡Seas valiente! Porque yo estaré contigo donde quiera que tú vayas. Esa es la clave, hermanos. La gente de fe se atreve a hacer cosas porque sabe que Dios está con él o con ella. Esa es la clave, pero Dios quiere… a Dios le gusta la gente esforzada y valiente.

Cómo le dijo Él a Gedeón? El Señor está contigo, varón esforzado y valiente.

Recuerden que yo siempre he dicho que esas palabras: esforzado y valiente, Son palabras definitivas para un hijo, una hija de Dios, una persona de fe. Yo les digo, hermanos, yo quiero asociarme con gente esforzada y valiente porque esa gente me inspira a mí, me motiva, me alienta, y yo saco mucho, aprendo mucho de ellas.

A Timoteo, ¿qué le dijo Pablo a Timoteo? Le dijo, te aconsejo que avives el fuego del don de Dio que está en ti. Y que le añadió, porque no nos ha dado Dios, ¿qué? Espíritu de cobardía, sino de, ¿qué? De poder, de amor y de dominio propio. Ese es un mensaje y un sermón completo. Pero la idea es que parece que Timoteo era un poquito así como, medio apagadito, un pastor allí suave, y you know, lo que pase pasará, se ala voluntad de Dios. El ‘ay bendito’ como dicen los puertorriqueños, ¿no? Y Pablo dijo, no, no, no, no, Timoteo. Usted tiene que ser un hombre esforzado y valiente. Dios le ha puesto un don allí en usted, ahora abanique ese don hasta que se prenda en una llama. Sea emprendedor, porque Dios no ha puesto en usted un espíritu de cobarde ni de tímido, sino un espíritu de poder.

Hermanos, déjenme decirles, usted tiene dentro de usted, lo sepa o no, el motor de un tanque de guerra. No es un Volkswagen allí, o uno de esos Smart Cars allí chiquititos, allí todo encogido, no, no. Usted tiene un tanque de guerra dentro de usted, diga amén aunque sea para convencerse a sí mismo. Está allí adentro, lo que pasa es que muchas veces no lo usamos, no lo usamos. Somos como esas viejitas y tienen un carro deportivo, y lo llevan a la iglesia a 10 millas por hora el domingo, y lo parquean allí y vuelven y lo meten a la casa. Y allí está muerto el bendito carro ese, queriendo que lo lleven a un campo y lo aprieten, mire no hay policía y zoom, aunque sea para que él sepa lo que tiene adentro. No cojan ideas ahora, hermanos, no.

Pero, muchos de nosotros somos así. Usamos un uno por ciento del poder de Dios que está en nosotros y el Apóstol Pablo y el Espíritu Santo te dicen, mira, tú tienes dentro de ti todo el poder del reino de Dios, ¡atrévete! Emprende, vive una vida poderosa, no digas no puedo, no digas ohh, yo soy así y eso… eso es del diablo, eso es de la carne. Usted puede en el nombre de Jesús. Usted tiene todo lo que necesita. Quizás ni siquiera voy a poder entrar en el texto de Bartimeo, pero mire otra cosa importante. Este es un principio muy importante que quiero que aprendan acerca del principio de la fe y ese es esto… Es, tiene que ver con la naturaleza del reino de Dios.

¿Cuántos pertenecen al reino de Dios? Levanten su mano. Yo espero que todos, excepto quizás los que están durmiendo que no me oyeron. Pero todos… todos, yo espero que todo el mundo aquí sienta que pertenece al reino de Dios. Y si usted no pertenece al reino de Dios, mire hágase miembro ahora mismo. Levante su mano y yo voy a orar por usted, lo voy a ungir ahora con aceite si no, si usted… Hay alguien que duda, si no, levántese y venga aquí corriendo ahora mismo que lo vamos a zambullir esta misma tarde en el agua del bautismo. Usted es miembro del reino de Dios, ¿verdad que sí?

Entonces… ahora, si usted es miembro del reino de Dios, cómo se va a usted sentir cómoda o cómodo dentro del reino de Dios. Bueno, yo me imagino que será asumiendo las mismas cualidades del reino de Dios, ¿verdad que sí? Porque si el reino de Dios es de una manera y usted es de otra, va haber un choque, va a haber un choque de poder, de naturaleza. Usted se siente a gusto donde hay armonía con lo que usted es. Por ejemplo, ¿cuál es la temperatura del cuerpo más o menos? ¿Quién sabe? 98.6 creo que es o algo así, ¿verdad que sí? ¿Normal? 98… Y porqué es que a la gente no le gusta poner… si un ambiente es 40 grados ó 50 grados, ¿por qué usted se siente incómodo en esa temperatura? Porque no está de acuerdo con su cuerpo, ¿no?

Pero cuando la temperatura esta en 75, 80… es como que usted se siente más… hay armonía entre su cuerpo y el mundo exterior. Ahora si está a 120, de nuevo también lo mismo. Si su cuerpo está pidiendo una temperatura un poco más afín a lo que usted… entonces usted también se va a sentir incómodo en el otro extremo. Si usted es una persona apacible, suave, le gustan las cosas tranquilas y calladas y usted entra a un sitio donde están tocando música rock a todo lo que da… usted también se va a sentir también, porque hay una desavenencia porque hay una falta de afinidad entre lo que usted es y lo que ese ambiente donde usted se encuentra, representa.

Ahora, ¿por qué estoy yo diciendo esto? Porque al nosotros entender cómo es el reino de los cielos, nosotros vamos a tener que pedirle al señor, Padre, adécuame, ayúdame a ser como es el reino de los cielos. Muchos de nosotros venimos y entramos al reino de los cielos, y traemos todas las heridas, los arrastres… las cargas, los problemas, deformaciones del pasado y entramos a un reino que es poder, es paz, es gozo, es vida, es verdad, es justicia, es amor y en nosotros hay todas estas cosas diferentes y hay un choque, y eso tenemos que… Señor, ayúdame cada día a ir ajustándome más y más a la naturaleza de tu reino. Esa es la tarea, es la vida de un hijo, una hija de Dios. Es ir cada vez más y más, a parecerse más y más al reino de los cielos.

Ahora, una pregunta: ¿cómo es el reino de los cielos? Yo he dicho muchas cosas, pero mire Mateo 11, versículo 12. Mateo 11, versículo 12. Es un pasaje que yo encuentro muy revelador. Dice aquí, “desde los días de Juan el Bautista…” Este es el Señor Jesucristo hablando, “desde los día de Juan el Bautista hasta ahora,” y eso puede ser ahora el siglo XXI porque lo estamos leyendo ahora mismo, “desde los días de Juan el Bautista hasta ahora, el reino de los cielos…” Aquí hay una problematicidad, un problemita que yo voy a tratar de resolver ahora mismo. Dice, “el reino de los cielos sufre violencia,” –sufre violencia, – “… y los violentos lo arrebatan.”

Okay. Ahora déjeme hacerle una pregunta, ¿qué usted entendería por esto de que el reino de los cielos sufre violencia? Si soy yo leyéndolo, yo interpretaría que eso quiere decir como que el reino de los cielos recibe violencia contra él. Que sufrir es como que aguantar, es como soportar. Soporta violencia… es una imagen pasiva del reino de los cielos. Como que el reino de los cielos siempre está recibiendo violencia de afuera, le están dando… yo veo allí un bate y reventando el reino de los cielos. Sufre violencia. Yo siempre me sentí incómodo con esa idea, y es por eso que es tan bueno ir al griego original y entender un poco de la gramática. No todo el mundo puede hacer eso, tiene la oportunidad, pero yo le voy a hacer el trabajo a usted esta mañana y usted me lo va a agradecer, para eso me pagan.

Pero, yo… busqué en el griego original de ese texto y es interesante allí lo que verdaderamente dice en el griego original que ha sido traducido al español, pero como usted sabe la Biblia ha sido traducido a muchos diferentes idiomas. Y los traductores, a veces, cuando se encuentran con una complicación tienen que decidir, a veces hay dos opciones de interpretar algo y la persona tiene que escoger una u otra opción y la pone allí y descarta la otra alternativa. En el griego original, eso que dice: sufre violencia y los violentos… En el griego original es viasetai kai vastai. Kai quiere decir _____. Viasetai es la palabra que tiene que ver con violencia, y vastai, dicen algunos que era como un juego de palabras: Viasetai vastai son muy parecidos en el griego. Así como hay juego de palabras en el español. Sufre violencia y los violentos. El Señor estaba jugando con el lenguaje.

Ahora, la palabra, viasetai que se traduce: sufre violencia, es un verbo que se puede traducir tanto activamente como pasivamente. ¿Cuántos se me fueron ya a dormir ahora? Están despiertos… okay. En otras palabras, viasetai en el griego original se hubiera podido traducir: sufre violencia o padece violencia. O hace violencia. Procede con violencia, procede forzosamente, forzadamente, procede agresivamente, hace agresividad, es agresivo en otras palabras. Lo que pasa es que yo me imagino algún traductor de esos aplatanados por allí, metido allí en su… ah, sufre violencia el pobre reino de los cielos, porque no le gusto que el reino de los cielos fuera violento. Pero sabe hermano, el reino de los cielos es violento.

El reino de los cielos está en contra, ¿de qué? Del reino de las tinieblas. Cuando Dios entra al mundo viene a quitarle a Satanás lo que el diablo le robó al hombre. ¿Usted sabe eso? Cuando Adán y Eva cayeron en el huerto del Edén, el diablo tomó control y este mundo. ¿Por qué le dice Satanás a Jesús, todos los reinos del mundo me pertenecen y se los doy a quien quiero? Y el Señor no le dijo, mentiroso Satanás. No. El príncipe de este mundo es Satanás, ilegítimamente, pero es. Cuando Cristo viene al mundo y por eso dice, desde los tiempos de Juan el Bautista. ¿Por qué? Porque Juan el Bautista fue el que comenzó a anunciar la venida de Dios, ¿sí o no? Búsquelo, “arrepiéntanse porque viene el reino de los cielos.”

Cuando dijeron eso, imagínese, es como una persona que es dueño de unas tierras en alguna parte lejana del país y hace 20 años que no las visita y allí se han metido una cantidad de gente, y están viviendo y un vecino se cogió la tierra y hace lo que le da la gana con ella y nadie lo ha molestado. Y de momento el dueño de la tierra dice, sabe qué, yo voy a ir, esa tierra es mía y la voy a trabajar, la voy a plantar, la voy a cultivar. Pero cuando llega allí, allí están bien valentonados esa gente que la cogió y se robó la tierra y dice, usted no puede entrar aquí. ¿Ah no? ¿No puedo entrar aquí? Vamos a ver quién manda. Y se inicia una pelea, una batalla, puede ser una batalla legal o si el dueño es un poquito violento hasta con rifles y palas y lo que sea, resuelven el problema. Pero se inicia un conflicto. El que está metido allí atrincherado ilegítimamente y el que es legítimamente el dueño que viene a reconquistar su tierra.

Y así pasó, cuando Cristo entra a la historia, Él viene a reconquistar lo suyo. ¿Cuántos dicen amén? Aunque sea para animarme un poquito, ¡caramba! ¡El Señor dice a lo suyo vino! En otras palabras, el Señor vino a lo que le pertenecía, a reconquistarlo, a agarrarlo, a robarle al diablo las almas, a robarle el mundo, las naciones, quitárselas a Satanás porque se las había robado. ¿Y qué pasa? Se había iniciado una lucha de poder. El reino de los cielos avanza ahora, tenía que hacer violencia. Por qué cree usted que el Señor Jesucristo dice que para que uno pueda saquear la casa de un hombre fuerte, ¿qué es lo que tiene que hacer? Tiene que atarlo primeramente y dice, y entonces usted puede saquear su casa, ¿sí o no? Verdad que sí.

Entonces, en otras palabras, hermanos, usted cree que Satanás va a entregar las almas y las naciones y las comunidades y la juventud y los sistemas de gobierno, así por así. De ninguna manera, es una pelea a brazo partío. Es una pelea dura la que se ha iniciado en el mundo. Y, ¿sabe qué? Usted y yo somos parte de ese reino de Dios. Somos parte, entonces en realidad en el griego original, lo que el Señor dijo, fue: desde los días de Juan el Bautista hasta ahora el reino de los cielos procede con violencia, y los violentos lo arrebatan. ¿Usted entiende? ¿No hace mejor sentido así?

Porque un reino que sufre violencia solamente, pues entonces, yo creo que entonces sería como que los pusilánimes, los tímidos, los sufridos son los que lo toman. No, hace mucho más sentido: El reino de los cielos procede con fuerza. Búsquese por ejemplo la interpretación la interpretación, la Biblia NIV, la New International Version en inglés, y ahora hoy en día los eruditos de la Biblia están mucho más acordes en que la interpretación de ese verbo en el griego original debe ser activa, no pasiva. Y ya las Biblias más modernas, las versiones más modernas, lo interpretan así: el reino de los cielos procede con fuerza, agresivamente. Y la gente fuerte, agresiva, esforzada y valiente es la que lo arrebata.

Es como ese carro –ese bus está corriendo y el chofer dice, móntese y usted tiene que... o salta o se le va el bus. Así es, usted tiene que agarrarse al reino, el reino de los cielos no se va a poner a esperar a que usted bostece, y se vista, no, no. El reino de los cielos va caminando, tiene que correr y tirarse adentro porque si no se lleva y va a buscar a otro. Ese es el reino de los cielos. Por eso es que usted mire la gente que alaba en la Biblia y son siempre así un poco violentas y malolientes. No se quieren panaa como dicen los caribeños, son gente así atrevida, son gente esforzada. Caab, Jacob, David, Moisés, Daniel, Saulo… un guerrillero allí que Dios lo Salva, porque necesitaba alguien así como Saulo. ¿Por qué Dios busca a Pedro? Arrebatado, impulsivo. ¿Por qué Dios busca gente así? Pudiendo buscar gente más pasiva, más tranquila, más suave… porque a Dios le gusta, porque la gente que puede usar, el reino de los cielos es un ejército, es un Army, es un tanque de guerra que se está moviendo y necesita alguien decidido que se meta a operarlo.

Entonces Dios, hermano, hermana, Dios quiere cambiarte tu ADN. Dios quiere cambiarte tu genética. Dios quiere meterte un programa nuevo y diferente. Dios quiere darte el programa del reino de los cielos. Dios quiere darte la genética del reino de los cielos. Yo he dicho, mire, para mí la imagen que yo tengo del reino de los cielos, ¿usted sabe cuál es? No se si usted ha visto alguna vez, un rompehielos, uno de esos barcos que surcan por Antártica, el Polo Norte, donde los mares se congelan y hay a veces hielo de un pie o dos pies, tres pies, diez pies de densidad en el mar, pero por allí tienen que pasar los barcos. Y sabe que los barcos esos rompehielos tienen una coraza en el frente que es de hierro, es de acero, bien pesado. Y yo he visto esos barcos cuando se mueven en el hielo. Mire, hermano, eso es como un cuchillo caliente cortando mantequilla y el hielo va saltando por todas partes, apartándose; y la proa de ese barco es así, es como una V, y va rompiendo, rompiendo, rompiendo. Y él avanza, y todo lo que se le pone en el camino lo quiebra, lo parte, lo echa a un lado, porque él tiene un propósito y él tiene que llegar a su meta.

Mire, hermano, esa es la visión del reino de los cielos. A ese reino es que usted pertenece, a ese Cristo es que usted pertenece, a mí que no me vengan con Jesusito allí, como un corderito todo maltrecho y… esa no es la imagen de Jesús que yo tengo. Para mí, Jesús es un hombre poderoso, fuerte, quemado por el sol, con la piel reseca de caminar los caminos del Medio Oriente predicando el evangelio, que va a delante de sus discípulos a la cruz, no está allí quejándose de por qué tú me hiciste esto. No. Él va directo allí, a la cruz. Vea cómo el Señor va, es delante de sus discípulos a Jerusalén, sabe que allí lo van a crucificar, pero allí va delante de ellos. Para mí, Jesús es un ser decidido, fuerte, es un hombre que hay que respetarlo, su sí es sí, su no es no. Sus palabras son claras, cuando alguien dice algo que no le gusta se lo deja saber.

Y no es que seamos, hermanos, yo creo que todo tiene que estar templado por el amor, la gracia, la misericordia de la bondad del fruto del espíritu. Pero la gente del reino de Dios, aún dentro de esa gracia, esa misericordia, ese amor, tiene una cualidad como de fortaleza y de cierta decisión que tienen en su carácter. El Señor es así, examinen las páginas de la Biblia. Hermanos, un hombre decidido, claro en sus propósitos bien definido; Él sabía a qué vino, y qué le iba a pasar, y a dónde iba y de dónde venía, y quién Él era. Usted no ve al Señor diciendo, bueno yo no estoy seguro si soy Dios o no, si me deben o no… no, no. Él bien claro: Yo soy el camino, la verdad y la vida, nadie viene al Padre si no es por mí. Punto se acabó.

Yo soy la luz del mundo, el que anda en mí no andará en tinieblas. Punto se acabó. Ustedes me dicen Señor, y bien dicen porque Yo Soy dice Él. Ahora también la parte gentil de Él, se ciñó la toalla, lavó los pies de sus discípulos, pero no había en Él duda de quién Él era. Él sabía quién Él era. Es un hombre decidido. Hermanos, Dios quiere que seamos así. Dios quiere que seamos así, el reino de Dios es así, y tú y yo tenemos que ser así. Nada de estar entre dos aguas, a Dios no le gusta la gente tibia. Por qué les dice a los de la Odisea, ojalá que fueras fría o caliente, pero como eres tibia te voy a vomitar de mi boca. Porque a Dios no le gusta la gente tibia, a Dios no le gusta la gente que tiene un pie en el mundo y el otro en el reino de los cielos. Que creen un poquito pero no están seguros y se preparan las cosas por si acaso les va mal para poder salirse a tiempo.

A Dios le gusta la gente decidida, clara, determinada, definida. Si perezco que perezca, pero yo esto me lo voy a fumar hasta el cabo. Yo voy a ser un miembro del reino de Dios, y si me equivoqué por lo menos viví mi vida con propósito. Y yo no sé, hermanos, hay que ser o no ser. Y una cosa que Dios quiere en este tiempo es gente decidida y clara. Que nuestra comunidad sea una comunidad de gente decidida. Dejémonos de estar jugando entre dos aguas, soy o no soy, doy o no doy, tengo o no tengo, vivo o no vivo, decido o no… decídete de una vez por todas. Decídete a tirarte de lleno en las aguas del reino de Dios y ser un hombre, una mujer decidida. Abraza esta Biblia, abraza los valores de ella. No seas simplemente un beato viniendo aquí a escuchar una misa y un sacerdote allí… Déjenme no hablar demasiado, no. Yo respeto. Pero, hermanos eso de venir aquí a una aguita allí tibia, pasada por agua. Eso nunca hizo nada por nadie.

Dios quiere gente radical. Gente comprometida, gente que sea como el reino de Dios. Gente clara, gente definida, gente que haya muerto ya y que sepa que este mundo es simplemente un caminito allí hacia la vida eterna. Somos peregrinos y extranjeros, no tengo nada, esto no es mío. Yo no voy… yo voy directo para el reino de Dios, y lo que vivo aquí lo vivo como dice en la fe del hijo de Dios y que ha muerto ya. Y decidió eso hace tiempo y ahora está aquí para servir al reino de Dios y para hacer todo lo posible para que ese reino avance. Arrancarle almas a Satanás donde quiera que haya una necesidad del reino esa persona dice presente porque todo lo que es, todo lo que tiene, todo lo que piensa, todo lo que vive es para gloria de Dios. Ha determinado ya vivir para Dios, está decidido ese barco va rompiendo oposiciones. Ya está claro su destino. Ese es el reino de Dios.

Y quiera el Señor, hermanos, que mi vida y tu vida respondan a eso. Vamos a ser como Bartimeo, amén. De neuvo, no... no, quizás el domingo que viene, vamos a ver si me da tiempo, voy a tratar. Léase de nuevo a Bartimeo, mire el pasaje y usted va a ver ese ciego, oye a Jesús pasar, le grita ten misericordia de mí. El Señor no le pone atención. Pues dice, más te voy a gritar hasta que me escuches. El Señor se para, la gente le está diciendo no grites tanto, no se oye bien, estás despertando a la gente, él sigue gritando más duro. Finalmente el Señor dice, mándenmelo, tráiganlo. Y el Señor le pregunta, ¿qué tu quieres que te haga? Señor, que recobre la vista, punto. Cinco palabras, o cuatro no se cuantas. Cuéntelo usted. Señor, que recobre la vista. Y el Señor le dice, vete tu fe te ha salvado. Punto y vamos al próximo. Y eso fue todo, cinco ó seis versículos, pero este hombre tenía una necesidad y para mí nada, y los músicos por favor si pueden pasar por aquí… nada ejemplifica el carácter de mi hermano Bartimeo, que mire ese detallito, cuando el Señor lo llamó, ¿qué hizo él? Arrojó su capa… arrojó su capa, y se mandó corriendo detrás de Jesús. ¿Porque el Espíritu Santo puso eso de que arrojó su capa? Porque Él hubiera podido decir simplemente cuando lo llamaron él se fue hacia Jesús. Pero dijo, arrojando su capa, búsquelo si allí está o no. Fue donde estaba Jesús.

Dicen algunos que la capa de un ciego era la cosa más importante. Usted ha visto a la gente homeless, la gente que no tiene casa, ellos llevan generalmente una mochila encima o llevan alguna cosa, ¿verdad que sí? Y que tienen allí, allí tienen su abrigo, allí tienen un cepillo de dientes, allí tienen unas cositas que son para ellos bien importantes. Esa es su supervivencia, ellos tienen su casa literalmente encima de ellos y eso para ellos es bien… eso lo protegen con uñas y dientes. Eso. La capa de un ciego era eso, la capa era lo que le permitía sentarse encima de ella mientras estaba la gente caminando para pedir dinero, la capa cuando llovía lo cubría, la capa le daba abrigo del frío. Esa capa era la cosa más importante que tenía un ciego y cuando el Señor les dice, mándenlo a buscar, él ya dice, yo ya no necesito esta capa. Ya esa capa no me sirve, ahora lo más importante es que yo toque a Jesús, que yo hable con Él. Tira su capa y se manda delante, no la coge, no se la lleva por si acaso no le va bien y entonces volver a tenerla. Él deja la capa allí, eso ya no me sirve.

Mire que siempre la gente cuando Jesús hace algo… ¿qué paso con el paralítico, cuando lo sanaron? Cogió su camilla, la enrolló y se fue con ella cargándola. Hay algo especial, hermanos, un simbolismo en eso, que muchas veces lo que nos ha servido para nuestra enfermedad ya no nos sirve cuando tenemos un encuentro con Cristo. Las muletas las tenemos que dejar a un lado. Esas cosas que te dan a ti seguridad y que tú tienes allí por si acaso, suéltalas, bótalas y decídete de una vez y vete detrás de Jesús. Y vive el reino de Dios según los valores y los principios del reino de Dios. ¿Cuántos pueden decir amén y entienden lo que estoy diciendo, haber? Gloria al Señor.

Gente conforme al reino de Dios, así vamos a titular este sermón, ¿qué le parece? Gente conforme al reino de Dios.

Vamos a ponernos de pie en el nombre de Jesús. Dios quiere gente conforme al temperamento del reino. Gente decidida, gente clara, gente fuerte, gente concreta, gente dinámica, gente emprendedora, gente radical, gente militante, eso es lo que Dios quiere en su reino, hermanos. Y Dios quiere hacer eso, si tú eres una mujer, un hombre de fe, pídele al Señor que te conforme a los valores de su reino. Y quiera el Señor darnos el carácter de Bartimeo. Pídele al Señor ahora mismo que le dé ese carácter. Pídele al señor que fortalezca su temperamento espiritual, que suba su temperatura espiritual. Que lo lleve a cierta dimensión de vida espiritual.

Padre en el nombre de Jesús… está bien, hermano, déjalo allí un momentito.

Padre en el nombre de Jesús desata tu poder en nosotros, desata Señor, ese carácter, ese temperamento del reino de Dios, desata el carácter del reino de Dios en nosotros. Haznos gente decidida, gente llena del espíritu santo, gente poderosa, nosotros renunciamos a la timidez de la carne, pedimos que, Padre, levántate una iglesia que sea conforme al carácter del reino de Dios, levántate un pueblo, Señor, decidido. Levántate un pueblo poderoso, llénanos con tu espíritu Padre. Padre estas palabras que yo he declarado las declaro proféticamente. Yo declaro que ese será el temple de esta congregación Señor y Padre todo lo que tu necesites hacer, comienza conmigo pero padre hemos sido llamados para un tiempo como este. Y necesitamos que Tú, que prepares una iglesia que sea como el reino de Dios.

Una iglesia decidida, Padre, una iglesia conforme al corazón de Dios. Padre, yo te entrego todos los recursos de esta congregación y te pido que nos hagas gente poderosa. Que esta iglesia tú sepas que puedes depender de ella, Señor, para tus causas. Haznos gente evangelística, Padre. Haznos gente agresiva, haznos gente de adoración y de ayuno, haznos gente de santidad, Padre. Haznos gente de fe para que podamos hacer lo que se necesita hacer en este tiempo, Señor. Te damos gracias, te damos gracias.

Recibe la palabra, hermano, hermana. Recibe la palabra de Dios en tu corazón ahora mismo, recíbela y dile, Padre, esa palabra es para mí. Recibe esa semilla y di, Señor, yo la entierro en mi corazón. Di, yo creo que esa semilla va a dar fruto en mi vida. Yo creo que Tú me has impregnado con una palabra hoy que viene de tu boca y es vida tuya que Tú me has dado, Señor. Y yo recibo esa vida, yo voy a vivir así. Ayúdame a ser como el reino de los cielos. Ayúdame a ser un hombre, una mujer conforme al reino de Dios. Hoy yo mato toda indecisión y me entrego completamente a vivir como Cristo quiere que yo vive. Ayúdame, cámbiame, cambia mi temperamento, cambia mi carácter, cambia mi visión, cambia la energía que hay dentro de mí y hazme como tú quieres que yo sea.

Padre, yo declaro esa palabra sobre tus hijos, en el nombre de Jesús. ¡Señor la declaro sobre esta iglesia! ¡Sobre los que están cerca y los que están lejos, Señor! Declaro que esta iglesia, Padre, será un fuerte del reino de Dios, un destacamento del reino de Dios, para gloria tuya, Señor. Levántate guerreros. Gracias, Padre. En el nombre de Jesús y el pueblo de Dios dice: Amén.

Hermanos, ni siquiera voy... le voy a pedir simplemente, salúdense unos a otros y dígale a alguien asimismo, te bendigo y declaro la fuerza y la gracia del señor sobre tu vida. Declare ahora mismo el poder de Dios sobre ese hermano, esa hermana, y váyanse seguros de que tienen todo lo que necesitan allí para ser esa gente que Dios quiere que ustedes sean. Les bendigo en el nombre del Señor. Amén y amén.