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Vamos a la palabra del Señor, hermanos. Segundo Libro de Reyes, Capítulo 3, Versículos 4 en adelante. Es un pasaje bastante largo pero voy a tratar de abreviar lo más posible la lectura y entonces entraré en el relato mismo para sacarle el provecho que Dios quiere que le saquemos en el tiempo que nos queda. Segunda de Reyes Capítulo 3. Vamos a comenzar con el versículo 4. Y yo quiero hablar acerca... yo he titulado este sermón 'Agua de vida y agua de muerte'.
Vamos a comenzar. Dice aquí,"Entonces Mesa rey de Moab era propietario de ganados, y pagaba al rey de Israel..." ¿Saben qué Israel estaba dividido? La nación judía se había dividido entre dos reinos: el reino del norte que se llamaba Israel al cual pertenecían diez tribus y el reino del sur Judá cuya capital era Jerusalén que era donde seguía la línea davídica. Los reyes que eran descendientes del Rey David y el Reino de Israel, el reino del norte, generalmente se distinguía por reyes muy, muy malos. Reyes paganos, reyes idolatras que se habían apartado de Dios completamente. En el reino de Judá había reyes buenos y reyes malos a veces y Josafat era un hombre de Dios, un rey piadoso, un hombre que amaba al Señor. Pero el rey de Israel era un hombre impío.
Dice que, "...pagaba al rey de Israel cien mil corderos y cien mil carneros con sus vellones. Pero muerto Acab -es decir el papá de este rey de Israel- el rey de Moab se reveló contra el rey de Israel. Salió entonces de Samaria -Samaria era la capital del reino de Israel, así como Jerusalén era la capital del reino de Judá- el rey Joram -este es el rey de Israel en ese tiempo, después de Acab su hijo, su descendiente- y pasó revista a todo Israel. Y fue y envió a decir a Josafat rey de Judá -el otro reino judío, el reino del sur. Josafat un hombre de Dios, un hombre temeroso de Dios pero que tenía ciertos defectos también como vamos a ver- "El rey de Mohab se ha rebelado contra mi: ¿irás tú conmigo a la guerra contra Moab?".
Esta invitando el rey de Israel a este rey de Judá a ir a la guerra con él para recuperar otra vez el mando y el dominio sobre el rey de Moab.
"Y él respondió: Iré, porque yo soy como tú; mi pueblo como tu pueblo y mis caballos como los tuyos. Y dijo: '¿Por qué camino iremos? Y él respondió: Por el camino del desierto de Edom. Salieron, pues, el rey de Israel, el rey de Judá y el rey de Edom".
Estos tres reyes se alían, se unen para ir en campaña contra el rey de Moab y cooperar para volver a traerlo bajo el dominio de Israel, el reino del norte.
"Y como anduvieron rodeando por el desierto..." porque por ahí fue que determinaron ir a la batalla quizás para agarrarlos por sorpresa al rey de Moab.
"...como anduvieron rodeando por el desierto siete días de camino, les faltó agua para el ejército y para las bestias que los seguían. Entonces el rey de Israel dijo: '¡Ah! que ha llamado Jehová a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas.
Mas Josafat dijo: '¿No hay aquí profeta de Jehová para que consultemos a Jehová por medio de él?' Y uno de los siervos del rey de Israel respondió y dijo: Aquí está Eliseo hijo de Safat, que servía a Elías. Y Josafat dijo: Este tendrá palabra de Jehová. Y descendieron a él el rey de Israel, y Josafat y el rey de Edom.
Entonces Eliseo dijo al rey de Israel: ¿Qué tengo yo contigo? Ve a los profetas de tu padre, y a los profetas de tu madre. Y el rey de Israel le respondió: No; porque Jehová ha reunido a estos tres reyes para entregarlos en manos de los moabitas. Y Eliseo dijo: Vive Jehová de los ejércitos, en cuya presencia estoy, que si no tuviese respeto al rostro de Josafat rey de Judá, no te mirara a ti, ni te viera.
Mas ahora traedme un tañedor. Y mientras el tañedor tocaba, la mano de Jehová vino sobre Eliseo, quien dijo: Así ha dicho Jehová: Haced en este valle muchos estanques porque Jehová ha dicho así: No veréis viento, ni veréis lluvia; pero este valle será lleno de agua, y beberéis vosotros, y vuestras bestias y vuestros ganados.
Y esto es cosa ligera en los ojos de Jehová."
Vamos a dejarlo allí ¿Okay? Amén. Yo voy a seguir ahora el relato más adelante pero para no hacer demasiado largo el relato aunque en realidad la mejor parte está por delante; que es el desenlace de este drama que vemos aquí construido.
Pero leyendo este pasaje, como yo les decía, he estado trabajando en escribir un libro sobre la vida de Josafat. Porque es un rey muy fascinante, es un rey muy interesante y leyendo su historia que está relatada sobre todo en el Libro Segundo de Crónicas, en los capítulos 17 al 20-21, su historia, he encontrado muchas cosas. Y en este pasaje, aquí de Segundo de Reyes capítulo tres, estos episodios de la vida de Josafat nos muestran el carácter de este hombre.
Y es un carácter complejo, matizado, no blanco o negro sino de áreas grises. Y a mi me encanta la gente compleja. Yo creo que los asuntos del reino de Dios son complejos, son matizados y yo creo que muchas veces los cristianos queremos pintar solamente con colores primarios: rojo, amarillo, verde, blanco, negro y no somos muy dados a los matices. Y es lo que hablábamos hace un momentito también. Tenemos que ser matizados porque la Palabra de Dios es matizada.
Y Josafat es un hombre muy complejo porque amaba a Dios, tenía pasión por el reino de Dios, hizo grandes reformas en Judá para traer a su pueblo al conocimiento del Señor e instituir leyes piadosas y a neutralizar la adoración a Baal y a la diosa Acera y traer a Judá otra vez a los caminos del Señor. Pero tenía un problema.
Y es que era un hombre que como que se dejaba impresionar mucho por los impíos y dejaba que lo metieran en caminos que no eran aprobados por Dios. Estableció intimidad con estos reyes del norte que habían abandonado la adoración al Dios verdadero. Se habían empedernido en la adoración a los Baales. Y estableció maridaje con ellos, estableció alianza con ellos.
De vez en cuando vemos que uno de estos reyes invita a Josafat a participar con ellos en alguna situación, alguna empresa, algún esfuerzo, alguna campaña de guerra... y ahí está Josafat como un corderito. ‘¡Claro que sí! Como no vamos adelante, yo soy como tú y yo puedo hacer lo mismo que tú haces’. Y se dejaba meter en problemas serios. Una y otra vez le pasó eso.
Uno de los problemas con el rey Josafat fue que lo que primero que hizo fue mal hecho. Casar a su hijo Joram, no este Joram -este Joram es el hijo de Acab, no se confunda; Josafat también tuvo un hijo llamado Joram y lo casó con la hija de Acab y Jezabel. Imagínese.
¿Usted sabe quienes son Acab y Jezabel? Dos de los reyes más impíos, más diabólicos que registra la escritura. Contra ellos guerreó Elías y después Eliseo también un poco. Pero Elías sobre todo tuvo una controversia terrible.
Jezabel es el espíritu demoniaco en sí. Una mujer que venía de los paganos, del mundo pagano y Acab, rey de Israel, judío se casó con esta mujer -que era una verdadera demonio- y esto corrompió más y más a Israel.
Y esta gente era aborrecida por Dios porque aborrecían a Dios. Cometieron crímenes, abusaron de su reinado. Y aquí vino Josafat a establecer relación con esta gente aborrecida por Dios.
Casó a su hijo con una hija de Acab y Jezabel y eso fue el error más grande que Josafat pudo cometer. Un hombre que amaba a Dios, un hombre respetuoso y temeroso de Dios. Apasionado con Dios.
Pero, ¿qué tenía este hombre que hacer casando a su hijo con un linaje maldito, con un linaje corrupto como era el linaje de Acab y Jezabel? Y eso trajo gran pérdida a la vida de Josafat y su familia.
La Biblia registra que después de muerto Josafat, años después, esa nuera de Josafat a quien casó con su hijo; hija de Jezabel mató a casi toda la descendencia de Josafat por quedarse ella en el reino. Todos los nietos de Josafat fueron asesinados porque ella quería -su propio linaje lo mató - para que ninguno de sus hijos se quedara en el poder, y ella misma pudiera continuar reinando en Israel.
Terrible, le costó gran pérdida a este piadoso rey. Su maridaje, su cooperación indebida con personas que no debían en ese nivel de su vida. Y yo creo que una de las lecciones grandes que este pasaje registra es precisamente eso. Y como digo es un pasaje muy largo y no tenemos todo el tiempo.
Pero usted ve aquí eso. Josafat está allá en Judá de lo más tranquilo. Joram tiene su problema con un rey que ahora no quiere sujetarse a él e invita a Josafat a meterse en sus asuntos y a cooperar con él para sacarlo del aprieto.
Una de las cosas que yo aprendo, hermanos, que cuando uno -y eso está bien claro en la historia de todos estos reyes- camina con Dios y la vida de uno responde a los principios de la Palabra de Dios hay bendición sobre la vida de uno. El respaldo de Dios está sobre uno.
Y mire, yo creo que cuando tú tienes el espíritu de Dios en tu familia, tu economía, tu salud, tu vida, tú puedes esperar que la bendición de Dios va a acompañarte.
Pero cuando tú te separas de Dios, inclusive el diablo y los demonios que estaban sujetos a ti ahora comienzan a levantarse y a decir "¿Sabes qué? Yo no voy a respetar a este tipo. Vamos a hacer lo que nos da la gana".
Eso pasó en Israel. Muchos de esos pueblos que ellos tenían bajo su gobierno comenzaron a revelarse contra ellos y a atacarlos inclusive y se suscitaron una cantidad de enemigos.
Israel tenía que estar continuamente peleando para mantenerse como estaba rodeado como lo está hoy todavía por tantas naciones enemigas.
La Biblia dice que Dios le dio a Josafat paz porque Josafat fue temeroso de Dios y Josafat destruyó los ídolos de Acera y de Baal y estableció la ley de Jehová en su nación. Y como consecuencia de eso vino la bendición de Dios y las naciones mismas, dicen que vinieron a darle tributo al rey Josafat y a buscar su señorío, su gobierno y Josafat se hizo fuerte y estableció ejércitos en diferentes partes de su nación y Dios lo prosperó materialmente.
Pero Josafat hizo mucho trabajo -léalo para que usted vea- en tratar de establecer la ley del Señor, educar al pueblo y por tanto vino la paz y vino la prosperidad y la tranquilidad al reino de Judá. Pero en el reino de Israel había guerra, sedición, revoluciones en contra de él, desorden y ¿qué pasa? que entonces viene Joram el rey de Israel a decirle a Josafat "¿Sabes qué? Te necesito. Ve conmigo a esta batalla".
Y yo pienso… esto nos habla mucho, hermanos, de la relación de los cristianos con el mundo esencialmente y lo difícil que es manejar esa tensión que hay en la Escritura.
Porque por una parte la Biblia dice que estamos en el mundo aunque no somos del mundo y tenemos que tener relaciones con el mundo desde el ámbito del trabajo, la economía y muchas otras cosas que es imposible que nosotros nos mantengamos completamente aislados. Y no es bueno tampoco porque somos sal de la tierra y la sal tiene que mezclarse con las cosas que sala. ¿Sí o no? Somos la luz del mundo. La luz tiene que invadir la oscuridad.
Pero tenemos que tener cuidado de que en ese proceso no dejemos que el mundo coloree y determine nuestra forma de conducirnos. Amén.
Que el mundo no nos meta en controversias y que el mundo no nos dicte el camino por donde nosotros tenemos que ir. Sino que nosotros siempre mantengamos esa sana distancia que nos hace distintivos.
Tenemos que tener cuidado. La Santidad es real. El llamado de Dios en la Escritura a mantenernos separados.
¿De dónde viene la palabra Santo? La palabra Santo quiere decir eso es “separado" y ¡qué difícil es para nosotros mantenernos separados del mundo!
Yo soy el primero que levanto la mano porque uno quiere que el mundo apruebe a uno. Hay tanta gente en el mundo decente, amorosa, bien intencionada.
Los evangélicos aquí en Norteamérica queremos que el mundo nos vea como gente simpática, gente winsome, ganadora, gente atractiva y hacemos todo lo posible por muchas veces evitar cualquier cosa que nos muestre como separados y diferentes.
Pero es un balance. Yo creo que tenemos que mostrar una cara simpática del evangelio, yo no creo que tenemos que andar por ahí como si hubiéramos sido curados en limón todo el tiempo. Con una cara, ahí, sombría y triste. No, queremos que el mundo sepa que en Cristo hay gozo, hay alegría, hay abundancia, hay bendición.
¡Claro que sí! Porque la hay. Porque donde está el espíritu del Señor hay bendición, hay libertad.
Pero habrá momentos en que vamos a tener que decir al mundo "¿Saben qué? Lo lamento mucho, en eso no puedo cooperar contigo. En esa área yo tengo mis principios y lo lamento pero si vamos a caminar juntos que sea con claridad. Yo no puedo para que tú me aceptes meterme en las cosas que tú estás haciendo".
Y eso es lo que el mundo quiere muchas veces. el mundo le tira piedras a los cristianos porque no apoyamos ciertas prácticas en que ellos están metidos y dicen que somos altaneros, somos farisaicos, que juzgamos a la gente.
Y mire, el diablo siempre va a acusar. Olvídese de eso.
No se deje intimidar. Hay una campaña de intimidación sobre los cristianos para que nos dejemos sobornar emocionalmente y que nos metamos en las tonterías que ellos... que es lo que está causando precisamente sus problemas y su destrucción. El ataque del diablo sobre nuestra cultura. Tantos problemas que tiene esta cultura.
¿Y qué pasa muchas veces? Qué el mundo viene entonces a la iglesia para que la iglesia resuelva los problemas. Para que la iglesia se meta en los problemas del mundo, no sabiendo muchas veces que ellos son los que nos han causado los problemas y tenemos entonces nosotros que venir a resolvérselos.
Es un balance. ¿Ve? Es una línea muy delicada.
Aquí tenemos a Joram invitando a Josafat a meterse en esta campaña con este rey, que se ha revelado contra ellos. Y a mí me impresiona la expresión de Josafat que de hecho cuando el rey Acab, papá de Joram, lo invitó a otra campaña militar años anteriores a ese contra Ramot de Galaad, otra nación de Siria. Es una ciudad grande de Siria.
Y cuando llamó a Josafat para invitarlo a esa guerra la respuesta de Josafat fue la misma que le dijo ahora a su hijo años después: "Mi pueblo como tu pueblo y mis caballos como los tuyos".
¿Qué quiso decir Josafat con esto? Quiso decir '¡Hey! Yo soy tan hombre y tan macho como tú. ¡Claro que sí! ¿Tú vas a ir a la guerra? Pues olvídate; que yo también. Mete mano que yo voy a estar detrás de ti, yo voy a hacer lo mismo'.
Esa es la versión Miranda de la Escritura.
Pero, hermanos, ¿qué nos indica eso? Que en Josafat había una cierta inseguridad. Él quería compararse con Joram.
Y yo he tratado de meterme en la psicología de Josafat para entender qué resortes lo movían a responder de esa manera y la verdad es que me reconocí a mi mismo dentro de eso.
Porque ¿cuántos de nosotros los cristianos queremos que el mundo nos vea como "cool"? Como ¿saben qué? Yo soy tan simpático, tan gozador como cualquier otro y puedo bailar el tango como cualquier otro más del mundo y puedo hacer cualquier cosa que los demás hacen. Yo no soy de esos evangélicos por ahí agrios y santurrones. ¡No! Yo soy un evangélico liberado, yo soy un evangélico simpático.
Y ¿cuántos de nosotros nos dejamos sobornar por el mundo? ¿Y tratamos de probar: 'No, yo soy evangélico, pero no te preocupes yo tengo mis momentos de liberarme un poco?' Y a veces creemos que con eso vamos a atraer al mundo. Pero ¿saben qué? eso no funciona así. Yo nunca puedo ser más ágil y más desarrollado en la publicidad cristiana que Dios mismo. Y Dios ha dicho claramente que no podemos andar en yugo desigual con los incrédulos.
Yo creo que nosotros como cristianos tenemos que estar seguros en lo que Dios nos ha dicho. Yo no puedo estar con esa inseguridad de "quiero que el mundo me apruebe, que yo le guste al mundo, que el mundo diga que yo soy buena gente".
Mire, el mundo no va a decir eso porque la Biblia es bien clara. Dice que 'las tinieblas no aman'. Los hombres no aman la luz porque le muestra sus malas acciones. Usted no se va a ganar el mundo tratando de mostrar simplemente una cara simpática. No es que muestre lo contrario. Pero usted va a ganarse el mundo por la presencia hermosa de Dios en su vida.
Usted se va a ganar el mundo, cuando la gente vea algo diferente en usted. Cuando vea el fruto del espíritu santo en su vida, cuando vea la armonía en su hogar, cuando vea el orden en su casa, cuando vea su carácter: integro y bondadoso.
La Biblia dice, 'vuestra gentileza sea conocida de todos'. ¿Sabe lo que toca al mundo cuando ve a una persona con el carácter de Jesucristo? ¿Cuando ve a una persona amable, bondadosa, generosa, transparente? No anda por allí juzgando a la gente, ni diciendo 'yo soy mejor que nadie'. No.
Dice, 'mira yo soy un pecador como tú. Pero Cristo me ha sanado y tengo la gracia de Dios en mí y la misma misericordia que yo he recibido tú también la puedes recibir. Y la misma palabra que a mi me fortalece cuando estoy pasando por crisis, esa misma palabra te puede ayudar a ti también’.
‘¿Sabes qué? Yo también tengo mis pruebas, yo también tengo mis luchas económicas. Sí, yo también. Mi familia no es ciento por ciento perfecta. Pero yo tengo los recursos del Cielo que me ayudan y me bendicen y estoy creciendo y estoy aprendiendo. Estoy cada día más cerca a Cristo’.
Y cuando la gente ve esa presencia de Dios, cuando ve el Shalom de Dios en tu vida, en tu casa, en tu economía, en tu forma de ser, en tus relaciones con los demás, en tu vida espiritual que te da paz y confianza y esperanza, ellos dicen "¿sabes qué? yo quiero eso también".
Pero no es esa simpatía artificial que trata de compararse con el mundo y hacer como el mundo hace y evitar todo lo que pueda traer controversia.
Hoy en día aquí en Norteamérica, sobre todo los evangélicos y tengo que decir desgraciadamente donde quiera se cuecen habas, donde quiera hay problemas... pero el mundo anglosajón y en otros sectores de Norteamérica yo veo un sector de los evangélicos norteamericanos tratando, teniendo miedo de que el mundo no nos vea como más justos o más -como dijera yo- más farisaicos de lo que debemos ser.
Y quitamos el nombre de Cristo de los nombres de nuestras iglesias, los sermones los editamos para que haya nada controversial cuando vienen los buscadores y los visitantes a la iglesia. Quitamos todo lo que pueda ser controversial, todo lo que pueda ser enfrentador, todo lo que pueda traer incomodidad a la gente y predicamos un evangelio sanitizado. Es un evangelio higiénico, pero un evangelio que no tiene vida porque también así como quitamos una cosa quitamos la otra.
Con la controversia también se van las vitaminas y contristamos el espíritu de Dios porque estamos tratando de agradar más al hombre que a Dios. Y solamente cuando nosotros tenemos la bendición de Dios es que el mundo va a ser confrontado.
Porque dice la Palabra que "no es con espada ni con ejército sino con mi espíritu" dice el Señor. Amén.
La Biblia dice en su palabra que las 'armas de nuestra milicia no son carnales sino que poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas'.
Al mundo no se le va a ganar con técnicas de publicidad de Madison Avenue o donde quiera que estén hoy en día las compañías de publicidad. En un tiempo era en Madison Avenue, hoy en día será en otra parte. No la vamos a ganar así. El mundo se va a ganar con armas espirituales, con la presencia de Dios en nuestras vidas.
Con una iglesia que haya abierto espacio para que el Espíritu Santo more en ella. Una iglesia que se purifique, que se santifique, que este buscando, que tenga misericordia, amor, paz, gozo. El fruto del espíritu Santo y la santidad que conviene a la casa de Dios.
Por eso, hermanos, Dios nos está llamando. Purifiquémonos, santifiquémonos. Y hay muchos ángulos acerca de este pasaje. Pero uno de estos es este asunto de que hay que tener cuidado cuando el mundo te invita a participar en sus asuntos porque se ha metido en líos. No vengas tú por simplemente ganártelo.
Yo creo que Josafat, uno se pregunta, ¿qué hacía un hombre tan piadoso como Josafat metiéndose todo el tiempo con esta gente? Y en parte yo creo que Josafat quería evangelizar a esta gente. Josafat pensó quizás "mira esta dos naciones hermanas han estado sesenta años en guerra desde que Salomón murió.
Y. ¡guau! Que oportunidad ahora de sanar la brecha entre estas dos naciones y volver a establecer unidad y tanta guerra que ha habido entre nosotros. ¡Cuánto dinero se podría economizar para obras sociales, etc.! Pero ¿saben qué? No era la voluntad de Dios. Porque esta gente estaba ya empedernida, estaba ya comprometida.
Y ¿saben qué? yo veo, hermanos, que una nación, una sociedad hay dicho "¿saben qué? Yo no voy a hacer trato con Dios"- Hay momentos en que el hombre se empecina tanto ya en un derrotero que ya nada lo puede apartar.
Y a veces yo veo que esta cultura está tan empedernida y tan segura de sí misma y tan metida allá en sus pasiones y sus adicciones que yo creo que es muy difícil. Ahora tenemos que seguir tratando, pero que tenemos que saber también que tenemos que cuidarnos y manejar ese trato con suma cautela.
Hay un pasaje que no recuerdo ahora la expresión exacta, creo que es el Apóstol Pedro que dice que 'hay gente que nosotros tenemos que ministrarle aún mientras aborrecemos la misma ropa que tienen puesta'. Búsquelo allí, suena difícil pero yo sé que está ahí.
Y así pasa muchas veces, este mundo está corrompido, corrupto y nosotros tenemos que tener cuidado como nos involucramos en él porque queremos ganarlo pero muchas veces ese mundo nos mete una llave de jiujitsu y nos dice "vengan, vengan, vamos a dejarlos que trabajen con nosotros" pero es para cooptarnos y arroparnos a nosotros y cambiar nuestra manera de ser y tenemos que tener cuidado.
Es decir, yo no tengo una respuesta ciento por ciento clara. Es una tensión porque nosotros trabajamos, muchos de nosotros somos trabajadores sociales, maestros, estamos en el mundo de negocios, hay abogados, hay gente que tienen pequeños negocios, etc. Y nuestro trabajo nos mete en esa tensión y tenemos que estar allí, pero tenemos que caminar con mucho cuidado. Tenemos que pedirle al Señor que nos de sabiduría.
¿Dónde está el balance? Y cada situación va a ser diferente, cada persona, cada momento, cada institución, cada posibilidad va a traer sus propias dificultades.
Este es un tiempo para que el pueblo de Dios le pida a Dios mucha sabiduría, mucho discernimiento para saber como caminar entre una generación como dice 'maligna y perversa'.
Eso no lo digo yo, de paso, eso lo dice la Palabra del Señor.
No es que yo... el café estaba amargo esta mañana, no. Es que eso es lo que dice la Palabra del Señor. Nosotros hemos tratado de sanear el vocabulario de la Palabra y desde luego no podemos. Es bien claro, hermanos, y es lo que dice la Palabra del Señor.
Tenemos que pedirle, "Padre, dame sabiduría".
Este es un tiempo para que el pueblo de Dios estudie la Palabra del Señor, conozca la Biblia. Son tiempos peligrosos, son tiempos en que usted a veces escucha un hombre de Dios, una mujer de Dios que ama a Dios y que Dios lo usa en muchas maneras pero hay semillas, hay raíces de amargura en su predicación o en su estilo ministerial o en su vida. Y uno tiene que pedirle "Señor, dame discernimiento. Ayúdame a saber como separar una cosa de la otra".
Hoy en día estamos en tiempos peligrosos, peligrosos y solamente el conocimiento de la Palabra de Dios y el discernimiento que sólo el Espíritu Santo puede poner en tu vida te va a enseñar como resolver las tensiones, los peligros, las ambigüedades que vivir en este Siglo XXI le plantea al hijo y a la hija de Dios.
Y por eso es que no podemos ser cristianos domingueros solamente. Usted tiene que estudiar su Palabra, tiene que conocer la Palabra de Dios, tiene que orar.
Dice la Biblia que "llegarán tiempos en que si no fueran acortados, ni aún los escogidos se salvarían" y yo no dudaría de que ya hayamos entrado en esos tiempos y necesitamos saber como balancear, como relacionarnos con el mundo, como mantener la santidad conveniente a Dios y como también ser luz en el mundo y una presencia salutífera. Una presencia sanadora en el mundo en que nos movemos.
Una cosa que el mundo hace es lo que vemos aquí que nos invita a pelear sus batallas y entonces quiere decirnos como es que tenemos que pelearlas y la metodología que tenemos que usar.
Aquí dice que una vez que Josafat le dice 'mis caballos como los tuyos' y entonces le pregunta a Joram '¿por que camino iremos?' y él respondió 'por el camino del desierto de Edom'.
Leyendo algunos comentarios me dio cuenta que muchos escritores e interpretes de este pasaje piensan que fue Joram quien le preguntó a Josafat por qué camino debían ir.
Conociendo bien y estudiando bien la vida de Josafat a través de estos últimos meses y viendo la ambigüedad gramatical que hay aquí, no está claro si fue Joram quien le preguntó a Josafat o Josafat quien le preguntó a Joram '¿por que camino iremos?'
Yo pienso personalmente, y de nuevo, usted quizás piense diferente, que fue Josafat quien le preguntó a Joram '¿por que camino iremos?' y Joram le dijo 'por el camino de Edom'. Ve que aquí dice "él" y "él". No sabemos cual fue el que le preguntó a quien y eso... la ambigüedad se transmite también en el mismo hebreo original. Entonces ¿por qué yo creo eso?
Porque en otra ocasión cuando el rey Acab le pide a Josafat que vaya con él a otra campaña que era contraria a la voluntad de Dios y Acab le da instrucciones a Josafat de que deben hacer cuando entren a la batalla y Josafat muy mansamente y muy tontamente se deja llevar por la sugerencia del rey Acab.
¿Ustedes recuerdan? Acab le dice a Josafat "bueno Josafat cuando entremos a la batalla yo me voy a disfrazar y tú vístete con tus ropas de rey". Óigame, "hello?" como dicen en inglés. Acab muy inocentemente dice yo me voy a disfrazar para que no me reconozcan pero tú vístete como rey para que te identifiquen y ponte aquí un blanco bien grande que diga "Rey. Dispárenme".
Y, ¿qué hace Josafat muy mansamente? Dice "Okay, está bien". Entra en este plan tan maléfico del rey Acab y ¿qué pasa? cuando entran a la guerra, claro que sí enseguida ven a Josafat con todo su atuendo y sus joyas que es el Rey y "vamos a atacarlo a él porque es el rey". El rey enemigo había dicho "no vayan contra nadie sino contra Acab, solamente" y cuando lo vieron vestido a él de rey dijeron "Bueno este es el rey Acab vamos a tirarle a él".
Y ¿qué pasó? casi matan al pobre Josafat.
Dice la Biblia que 'Josafat en su premura clamó al Señor y Dios lo libertó e hizo que milagrosamente los arqueros se alejaran de él y se fueran en contra de otros'.
Porque cuando el justo, aún cuando se equivoca clama a Dios, Dios tiene misericordia de él, hermanos. Es una gran lección.
Si nosotros nos hemos ido detrás del mundo, si hemos hecho errores, si hemos cometido errores, hermanos, hay lugar para arrepentimiento y Dios es misericordioso.
Gracias a Dios que Dios no nos juzga solamente como nosotros obramos. Porque si no ¿quién podría sostenerse? dice la Palabra del Señor. Dios tiene misericordia de nosotros.
Pero mi punto es que Josafat una y otra vez se dejaba gobernar, controlar y que la metodología de las batallas que él emprendía, él dejaba que el mundo se las definiera en vez de él. Y ese mundo que representan Acab y Joram es un mundo que no tiene la bendición de Dios.
Es más tiene la maldición y el juicio de Dios contra él. Acab tenía la maldición de Dios sobre su vida. Y de hecho en esa batalla, de la cual -no esta sino la otra que yo acabo de mencionar- donde Acab hace todo lo posible por disfrazarse y toma todas las medidas posibles para que no conocieran que él era el rey de Israel y
Dios había mandado un espíritu de mentira para destruir a Acaba en esa batalla. Muy larga y quizás yo continúe esto el próximo domingo.
Pero el punto es este: dice la Biblia que, "un arquero tiró un flechazo al azar, sin saber -en las guerras se usaba eso, los arqueros simplemente tiraban sus flechas y caían al otro lado, donde quiera que fuera y al que le diera ese era ... tenía un dolor de cabeza ese día- el caso es que ese arquero tiró la flecha al azar; Acab estaba armado hasta los dientes y con todos sus collares y con todas sus armaduras y dice que la flecha esa ciega lo penetró exactamente en el único lugar donde lo podía meter entre por aquí por el costado, donde la armadura tenía un poquito de abertura.
La flecha lo encontró ciegamente porque iba dirigida por el espíritu de Dios contra este rey que era un rey maligno y que Dios había declarado el ajusticiamiento de él. Porque la justicia de Dios estaba contra Acab.
Y, hermanos, lo último porque ya veo que, óyeme, yo predico demasiado largo.
Miren, los hermanos norteamericanos ya están viniendo, yo aquí todavía estoy comenzando mi sermón. ¡No se asusten, no! El hermano Gregory es mucho más sabio que yo en eso. Pero, no parece que no, Okay, puedo seguir entonces.
Hermanos, el punto es: el juicio de Dios está determinado sobre los impíos. El juicio de Dios está determinado sobre los que no buscan del Señor. El hombre, la mujer que no está en paz con Dios no tiene la protección divina, solo tiene el juicio divino, sólo tiene la guerra de los demonios.
El Espíritu del mal es una realidad en este mundo. El espíritu diabólico está suelto en este mundo y el que no tiene a Cristo en su corazón no tiene protección. Al contrario tiene la ira de Dios contra él o contra ella.
Si tú no estás en Cristo Jesús desgraciadamente, hermano, tú podrás ser muy bien intencionado pero la protección divina no puede estar sobre tu vida, sino que vas a tener juicio.
Lo que tú emprendas no te va a ir bien por más medidas que tú tomes, por más precauciones, por más esfuerzos por protegerte, por más... dice la Palabra que 'Si Jehová no edifica la casa en vano trabajan los que la edifican'. Dice que 'Si Jehová no vela sobre la ciudad, en vano vela la guardia'.
El mundo está condenando al fracaso, todos sus esfuerzos, todas sus inversiones, todos sus programas sociales, todos sus avances científicos, todas sus investigaciones sociológicas y psicoanalíticas a la larga van a ser espada botas que no van a poder hacer mella contra la destrucción y el disfuncional ismo y el deterioro natural del cosmos de la naturaleza.
Solamente cuando tenemos el espíritu de Dios podemos contrarrestar las obras del pecado y el daño que hace el pecado en el mundo. Y entonces cuando nosotros nos metemos a participar con el mundo y el mundo nos dice el camino por donde debemos ir, ¿ve? aquí ahora estoy empatando.
Porque cuando Josafat le pregunta '¿por donde iremos?' 'Ah, vamos por el camino de Edom', por el desierto. El mundo te lleva por caminos de desierto y de muerte. El mundo te lleva por caminos creyendo que es el lugar más estratégico, es el mejor camino pero cuando estés metido allí te va a faltar el agua como le faltó a Josafat y te vas a ver en aprietos.
No permitas que el mundo defina la manera en que quieran que tú vives, no permitas que el mundo defina la metodología que tú adoptes para pelear las batallas de tu vida. No permitas que el mundo te contamine con su forma de razonar, el mundo solo conoce la razón, el intelecto, la ciencia. Pero esas armas nunca fueron lo suficiente para depararle al hombre, a la mujer sabiduría y felicidad.
Solamente la palabra de Dios, el temor de Dios y el Espíritu Santo.
El mundo dice "vamos por el desierto, vamos por Edom", el camino del mundo. Edom representa el mundo, búsquelo en la Escritura. No tengo tiempo para desarrollarlo. Pero el mundo dice "ven, coopera conmigo, ayúdame en este problema que tengo", pero dice: "no menciones a Cristo, no hables de la cruz, no hables de santidad, no hables de pureza sexual porque yo no quiero saber de eso, eso no es para mi. Si tú quieres ayudar, ayúdame con las armas que yo te permito".
Y nosotros muchas veces, tontamente, nos dejamos engatusar por ese espíritu y terminamos en el desierto. Terminamos dando vuelta en el desierto como esta gente y solo la presencia de Dios nos puede sacar adelante.
Gracias a Dios que Josafat a pesar de su error a tiempo dijo 'caramba, ¿hay alguien aquí en este desierto que tenga palabra de Dios que nos diga qué tenemos que hacer?' y ahí estaba Eliseo. Y Eliseo se acercó y el espíritu profético vino sobre Eliseo y Eliseo dio la palabra milagrosa.
Y esa batalla se ganó no porque el ejército tuviera buena estrategia sino porque Dios en su misericordia intervino y con una estrategia sobrenatural trajo la victoria. Nuestra batalla es sobrenatural, nuestras armas son sobrenaturales. Si vamos a sanar a nuestros hijos será con armas sobrenaturales, si vamos a sanar nuestros matrimonios será con armas sobrenaturales, si vamos a sanar nuestra economía es con armas sobrenaturales. Si vamos a sanar las heridas de nuestras emociones, las distorsiones de nuestra personalidad, las heridas que el mundo nos ha hecho va a ser con la intervención del Espíritu Santo en nuestras vidas.
Porque sepamos a donde ir para pedir una intervención directa del espíritu de Dios en nuestras vidas. Vamos a necesitar el espíritu profético que Eliseo encarnaba para dijera "esta es la palabra de Dios", esta es la estrategia de Dios, esto es lo que Dios quiere que tú hagas.
Hermanos, quiera el Señor que nosotros seamos un pueblo, un pueblo que busquemos donde tenemos que buscar, que nuestras resoluciones vengan de la Palabra del Señor; que nosotros digamos "No, yo lo siento mucho. Yo te amo, pero mira yo estoy casado con este libro, yo lo siento. Yo quisiera decirte que lo que estás haciendo está bien, pero, mira, yo me ciño a esta Biblia que me juzga a mi primero y que me dice lo que yo tengo que hacer".
Nosotros tenemos que usar la metodología de la palabra de Dios. No nos casemos con el mundo, no nos dejemos intimidar.
I want to challenge you this morning, too. Put your faith on the Lord, put your eyes on the Lord, put your brain and your intellect on the Lord. Seek the methodology of the Kingdom of God. Seek the guidance, seek the counsel, seek the reasoning of the domain of the Spirit.
Young people, particularly now that you're struggling and you're fighting in a very difficult cultural context, I urge you in the name of Jesus Christ renew your vow of holiness for the Lord and say to yourself: 'Do you know what? I'm not going to try to please the world. I'm not going to try to win the world over by showing that I'm a nice guy, that I'm a nice girl. I'm going to be who I am and I'm not going to be judging people or walking around as if I'm holier than thou.
But I'm going to stand my ground, I'm going to be my own man, my own woman and I'm going to just be a Christian and I'm going to walk according to the word of the Lord. If they don't like it, you know, I'm so sorry. I wish I would have good relationships but too bad, I'm not going to sacrifice my relationship with God to please man.
No estamos aquí para agradar al hombre, estamos aquí para agradar al Señor. Dios te dará gracia y Dios te bendecirá. Pongámonos de pie, hermanos. Let's stand. Vamos a ponernos de pie, hermanos.
Hoy el Señor nos llama 'No camines por el camino de Edom'.
Hay dos aguas, agua de vida y agua de muerte. El agua que Dios deparó a Eliseo -no tuve tiempo para desarrollar eso- el agua milagrosa que vino para sanar la sed de estos ejércitos terminó siendo un tropezadero para el otro ejército y la razón de su derrota.
Porque las armas de Dios son filo de doble espada. Si tú las recibes, si te dejas ministrar por ellas por ellas te bendicen, sino que maldicen.
La palabra de Dios es bendición para los que la reciben y maldición para los que la rechazan.
Nosotros queremos estar del lado correcto.
Yo te invito en esta mañana en el nombre de Jesús: si tú no has entregado tu vida a Jesucristo, yo te pido que en esta mañana tú des un paso de fe en tu espíritu y tú digas "Señor, yo necesito esa agua que solo Tú puedes dar. Cuando yo camine en el desierto, yo quiero estar cerca de esa fuente. Esa fuente de agua que es la que yo necesito para salir adelante".
Y si tú no has dado ese paso de fe todavía, y no has entregado tu vida a Jesucristo yo quiero invitarte antes de que salgas de aquí en esta mañana a dar ese paso de fe, mi hermano, mi hermana y a poner tu vida en las manos de Cristo Jesús.
Si tú estás en un desierto como nosotros lo estuvimos, sin Cristo, sé como Josafat, humíllate, humíllate y di "Yo quiero, yo quiero la intervención de Dios en mi vida. Yo quiero ir a la fuente de las aguas".
El Señor Jesucristo lo ha dicho "Yo soy el agua de vida. El que toma de mi no tendrá sed jamás, jamás. El que toma del agua que yo le daré no tendrá sed".
Así que Cristo te invita y se invita a tu vida esta mañana. Yo quiero asegurarme que todos los que estén aquí han dado ese paso de fe y han entregado su vida a Jesús. Y si no lo has hecho, hermano, hermana, yo quiero invitarte a que levantes tu mano y yo quiero orar por ti.
Quiero preguntar si hay alguien aquí que no ha dado ese paso de fe todavía y no ha entregado su vida a Jesús. Yo quiero invitarte a que lo hagas. ¿Habrá alguien que no lo ha hecho todavía y que quiera decir "Señor yo te recibo hoy como mi Señor y Salvador?" ¿Habrá alguien?
Voy a dar un momentito más para que tengas tiempo para pensar si eres una de esas personas que necesitas dar ese paso.
¿Habrá alguien que no habrá entregado su vida a Jesús todavía? Te invito a levantar tu mano. Queremos orar por ti. Amén. Si no hay nadie, gloria a Dios.
Yo asumo que todos estamos claros, estamos metidos bien, bien adentro de esa agua de vida que es Cristo Jesús. Vamos a bajar nuestras cabezas.
Padre, que Tu Palabra en esta mañana haga impacto en nuestros corazones. Queremos ser hombres y mujeres que te agraden, Señor. Queremos ser gente comprometida contigo. Gente claramente definida, gente dispuesta a pagar el precio. Gente que estamos tan seguros en Ti que aunque el mundo nos critique y nos sintamos a veces solitarios y enajenados... podamos encontrar paz y podamos encontrar satisfacción porque tenemos tu sonrisa, tenemos tu mirada aprobadora, Padre.
Tenemos tu corazón de Padre que nos bendice y nos sella y nos adopta.
¡Oh, Señor! Hay hambre y sed en nosotros de serte un pueblo agradable y de ser un pueblo que traiga una sonrisa a tus labios y a tu corazón de Padre. Conságranos, Señor, séllanos. Santifícanos. Quita todo lo que no sea de ti Padre.
Sana toda división en nuestra mente, nuestro espíritu. Todo doble ánimo, Señor, toda indefinición y haznos un pueblo resuelto, comprometido, Señor. Claro, en que hemos muerto y estamos escondidos. Nuestra vida está escondida con Cristo Jesús en los lugares celestiales.
Ese es nuestro deseo, Señor. Santifícanos y purifícanos y cúbrenos ¡oh, Dios! Cúbrenos de los ataques del enemigo y de las tentaciones de este mundo.
Yo bendigo este pueblo, Padre y lo declaro sellado. Tu Palabra sellada en sus corazones y dotado con una doble porción de tu gracia, Padre, para ser testigos efectivos allá en el mundo del amor y la gracia de Cristo Jesús.
Te adoramos y te bendecimos. Gracias Señor. Amén. Denle un gran aplauso al Señor en esta mañana. Gloria al nombre de Jesús.