15 de agosto del 2011 - Por Betsy Behan
"No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio
De la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis
Cual sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta."
Romanos 12:2
La "voluntad de Dios" es la brújula perfecta, es el mapa que guía el curso de nuestras vidas a un destino de vida eterna. Cuando rendimos nuestra propia voluntad a la "voluntad de Dios" podemos experimentar las altas y bajas de los tiempos sin temor, porque gozamos de la gran bendición de vivir completamente
confiados en El.
Cuando sujetamos nuestra voluntad a la "voluntad de Dios", descubrimos la belleza de la entrega que nos hace crecer, nos ayuda a hacer lo que debemos hacer, nos señala el camino que debemos seguir, modula nuestras pisadas, nos indica a detenernos en el momento marcado y continuar en el tiempo preciso.
El hacer la "voluntad de Dios" aclara nuestra visión, alerta nuestros sentidos, nuestra fe para ver donde no hay y excavar hasta encontrar. La "voluntad de Dios" es hacer el bien, es obediencia, victoria, bendición completa, porque en ella no hay bendición a medias. La "voluntad de Dios" es: ¡Agradable, perfecta!!
...no sirviendo al ojo, como los que quieren agradar a
los hombres, sino como siervos de Cristo, de corazón
haciendo "la voluntad de Dios"
Efesios 6:6
Y el mundo pasa, y sus deseos;
Pero el que hace "la voluntad de Dios"
Permanece para siempre
1 Juan 2:17
Señor Jesús: queremos hacer y estar en tu voluntad. La queremos en nuestras vidas, planes, deseos, anhelos, sueños...queremos TU voluntad como prioridad en nuestras vidas, fuera de ella vivimos sin sentido de dirección, por lo cual no queremos nada fuera de ella. Tu voluntad es nuestra santificación amado Dios...¡Amén!
¡Bendiciones!!