22 de marzo del 2010 - Por Betsy Behan
También el reino de los cielos es semejante a un mercader que busca buenas perlas, que habiendo hallado una perla preciosa fue y vendió todo lo que tenía, y la compró. Mateo 13:45-46
Sabemos que LAS PERLAS naturales se forman cuando un cuerpo extraño (una partícula de arena por ejemplo) penetra al interior del cuerpo del molusco, el cual reacciona cubriendo lentamente la partícula con cristales de carbono de calcio y una proteína llamada conchiolina, de esta mezcla obtenemos el nácar. Al cabo de un periodo variable la partícula termina cubierta por una o más capas de nácar, formando una PERLA. El brillo proviene de la reflexión luminosa en la superficie cristalina, múltiples capas de nácar translúcido.
Eso mismo nos acontece a nosotros; somos un cuerpo extraño, vamos vagando por lo profundo del mar sin sentido, y cuando entramos al redir del Señor Jesús, El nos cubre con Su sangre preciosa, nos envuelve con su Espíritu Santo, gracia y amor, y con Su luz cristalina nos ilumina convirtiéndonos en UNA PERLA PRECIOSA.
Los químicos con el tiempo pueden transformar a una PERLA fina y brillosa en una simple cuenta opaca y seca. Hay que evitar que los perfumes y otros productos que contengan alcohol y aceites entren en contacto con ellas. Deben guardarse separadas en bolsitas de tela suave. Para su limpieza tenemos más de diez formulas naturales las cuales van desde: agua purificada, leche de vaca, vinagre de vino fuerte, jabón blanco de Castilla, hasta hilo de seda. SOMOS COMO UNA PERLA. Debemos evitar las cosas que nos contaminen las cuales terminan opacándonos, debemos guardar nuestros corazones para que los ríos de agua viva sigan fluyendo en nuestras vidas, y conectados al Señor Jesús con la formula Divina: Oración, Su palabra, Obediencia, los frutos del Espíritu, etc..., para que su brillo permanezca, y resplandezca a través de nosotros y de ésta manera ser guía para otros.
Querido Dios, Gracias por cubrir nuestras vidas con colores translúcidos, por envolvernos en Tú luz. Gracias por transformarnos de la nada en PERLAS PRECIOSAS para Tú GLORIA. ¡Amén!
Cápsula de inspiración:
Lo que hace las perlas más bellas es el brillo translúcido. Unidas brillan mucho más. Lo que hace las perlas más valiosas es su color natural. Unidas su valor aumenta. Unámonos y formemos un precioso collar para la honra y gloria de nuestro Padre Celestial.
¡Bendiciones!