14 de marzo del 2011 - Betsy Behan
"...El pueblo se quejo a oídos de Jehová; y lo oyó Jehová, y ardió su ira, y se encendió en ellos fuego de Jehová, y consumió uno de los extremos del campamento" Números 11:1
En la famosa película "Los Diez Mandamientos" vemos como el pueblo de Israel sufrió maltrato, y esclavitud; también vemos como el Señor uso a Moisés para enfrentar al Faraón, cruzar el Mar Rojo, salir al desierto de Shur...camino a la tierra prometida...entonces empezaron las quejas... Ya no eran esclavos de Egipto, pero sí de sus propias quejas. Deseaban morir, ver Éxodo 16:3, y Números 14:2. Deseaban volver a Egipto ver Números 14:4. Adoraron a dioses ajenos, ver Éxodo 32. La queja confunde ~~ decían que en Egipto les daban comida gratis. Estaban tan confundidos, y tan envueltos en la queja que se les olvidó el precio que pagaban cada día en Egipto, maltrato, burla, esclavitud. Un precio bien alto.
El pueblo de Israel por quejarse se olvidó de todos los milagros de Dios para sacarlos de Egipto, se olvidaban de los milagros que Dios seguía haciendo en el desierto, y esta fue una de las razones por lo que les tomó cuarenta (40) años llegar a la tierra prometida, y estaban sólo a once (11) días de ella (los medianistas, y los amonitas le prohibieron entrar entonces le dieron la vuelta al desierto para entrar)...Es muchissiiimmmaa la diferencia...Dios mío lo que hace la queja. Ella nos hace olvidar las bendiciones recibidas, no disfrutar las que tenemos, y aleja las que Dios tiene para darnos. Definitivamente la queja no viene de Dios"
La queja genera lamento, descontento, y nos desconecta de la línea Divina; es como querer planchar con la plancha desconectada, mientras más tratamos de planchar con ella fría, más estrujamos lo que deseamos planchar, y nos enojamos. Dios no nos sacó de la esclavitud para dejarnos perdidos en el camino. El Señor no nos dejó, no nos deja, y no nos dejará nunca en la vida...recordemos que Dios no escucha quejas... ¡El escucha oraciones!! Dios no recibe lamentos... ¡El recibe alabanzas!!
Digámosle No a la queja, con eso eliminamos la duda, y aprendemos a confiar en El Señor. No la permitamos en nuestras vidas, no le demos lugar, cambiemos la queja por oración de gratitud, y el lamento por alabanza por lo que Dios hizo, está haciendo, y seguirá haciendo en nuestras vidas, y en las vidas de los que nos rodean.
Señor: Perdónanos por esos momentos de queja, lamento, ayúdanos a no darle cabida, queremos elevar oración de gratitud, oración de confianza en ti, en el nombre de Jesús. Amén