28 de febrero del 2011 - Por Miriam Carrasquillo
"... No temas... porque Jehová tu Dios estará contigo. Josué 1:9
Hace poco tenía una petición urgente e importante delante del Señor. Estaba pasando por una situación difícil y necesitaba la intervención de Dios. No sabía qué hacer para enfrentar este ataque del enemigo. Me sentía angustiada y temerosa porque no quería hacer nada fuera de la voluntad de Dios. Pero como nuestro Padre conoce las intenciones del corazón, y nos ama tanto no tardó en responderme.
Yo soy amante a la lectura, y como cosa de Dios, en un retiro de líderes, mi Pastor Roberto Miranda nos presento su segundo libro "Pies de barro" que recientemente había publicado. Al instante que lo tome en mis manos se desato en mí una urgencia por leerlo. Tal fue la urgencia que discerní que era de parte del Señor, y tan pronto llegué a mi casa comencé a leerlo.
Este libro vino a ser mi oración contestada. En él estaba la respuesta a mi petición. El Señor me dio en él la estrategia a usar en mi situación. Tan tangible fue el hablar de Dios a mi vida que no podía contenerme, y por dos ocasiones tuve que parar de leer, y respirar profundo para tratar de detener las lágrimas. Me di cuenta que Dios había contestado mi oración. Este libro había llegado en el momento preciso, y como respuesta a mi necesidad.
En el capítulo 13 (de "Pies de barro") el Pastor habla que debemos ponerles nombre y apellido a nuestros problemas. Identificarlos para saber a que nos estamos enfrentando, y saber cómo enfrentarlo. "Cuando el enemigo viene contra nosotros es importante que sepamos en qué consisten sus armas, Y EN QUE CONSISTEN LAS NUESTRAS". Como David le dijo a Goliat: Tu vienes a mí con espada, lanza, y jabalina (David estaba tan convencido en quien había creído, que le dijo), pero yo vengo a ti en EL NOMBRE DE JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS. Goliat estaba solo con sus armaduras, David estaba con JEHOVÁ DE LOS EJÉRCITOS - Jehová, y sus ejércitos a favor de él. El pudo derrotar su gigante porque creyó firmemente que Dios estaba con él.
Una de las tácticas del enemigo es hacernos creer que estamos solos, que nuestros problemas son inmensamente grandes, y que no podemos enfrentarlos. Pero para Dios ningún problemas es grande, y él es quien pelea por nosotros. Cuando vienen las pruebas debemos enfrentarlas con valentía, y confiados en quien hemos creído, en aquel que nunca ha perdido una batalla, en Jehová de los ejércitos - De Dios es la victoria. No estamos solos, Jehová y sus ejércitos están contigo y conmigo. Enfrentemos nuestros gigantes con valentía.
Oración:
Señor, gracias por la sabiduría y revelación que tú le impartes a tus siervos, y que ellos comparten con nosotros.