17 de enero del 2011 - Por Raquel De Jesús
En el principio creó Dios los cielos y la tierra. La tierra estaba desordenada y vacía, las tinieblas estaban sobre la faz del abismo y el espíritu de Dios se movía sobre la faz de las aguas. Génesis 1:1-2
¿Cuántas veces hemos leído este pasaje de la biblia y nos hemos concentrado en la belleza de que en el principio Dios creó lo cielos y la tierra? ¿Pero cuantas otras veces hemos pasado por alto el hecho de que después que Dios lo hizo todo quedo desordenado y vacio?
Muchas veces en nuestro caminar con el Señor pasamos por diferentes etapas, pero nadie nos ha advertido que muchas veces antes de que el Señor de su palabra de que se haga la luz hay un momento de desorden, donde todo es oscuridad, donde hay un vacío que no podemos explicar.
Y muchas veces como consecuencia nos sentimos culpables, porque ¿cómo se explica que si yo sirvo a Dios y sé que El está conmigo aun siento este vacío? Sin embargo en el versículo dos dice que en medio del desorden y el vacio el espíritu de Dios se movía sobre la fax de las aguas. No encontramos explicación a nuestro sentido de soledad en este mundo, nos sentimos como que nada tiene sentido, y aun cuando muchas veces estamos sirviendo a Dios de la manera que se supone que lo hagamos sentimos que nada es suficiente.
Es cierto que en esos momentos, cualquier palabra que alguien nos pueda decir nos suena como simple discurso, nada nos puede llenar, ¿qué explicación damos a todo esto? Yo todavía estoy buscando respuestas a mis preguntas. Solo hay una verdad que me ha dado la confianza y la fortaleza para seguir adelante; no tengo de que preocuparme porque, siempre llegar a Gen 1:3 donde la palabra dice “Y dijo Dios sea la luz; y fue la luz” yo no sé cuánto tiempo el desorden, la oscuridad y el vacio puedan durar pero yo confió en que ese momento donde Dios dice ¡SEA LA LUZ!! Llegará mucho antes de lo que yo misma me puedo imaginar.
Yo no le puedo decir cuánto tiempo esto puede ser pero confié que el Señor está trabajando en nuestras vidas porque él nos ama y el ha de completar su obra en nuestras vidas.
Padre yo oro por mi hermana que pueda estar leyendo este pensamiento en este momento. Te pido que tú la fortalezcas y la llenes de tu paz aun en medio de este desorden que ella pueda estar viviendo. Padre y que ella pueda confiar que tu estas trabajando y que tú has de decir una palabra creativa para su vida antes de lo que ella misma se puede esperar.