27 de septiembre del 2010 - Por Betsy Behan
Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, ni nadie las arrebatará de mi mano. Mi Padre que me las dio, es mayor que todos, y nadie las puede arrebatar de la mano de mi Padre. Juan 10:27-29
El pasado mes de julio El Señor nos permitió tener a mami por unas semanas; cuando ella nos visita siempre le gusta pasar unos días en New Jersey, por lo que fuimos a llevarla, mi hermana, mis sobrinos, y yo. Fue un día bien nublado, de mucha lluvia, truenos, y relámpagos. Una de las actividades que mis padres nos pasaron a nosotros, y la cual mantenemos, es los viajes en carretera recuerdo esos tiempos los cuales disfrutábamos tanto (se los recomiendo). Ese día el mal tiempo no interfirió en nuestro entusiasmo.
Oramos, cantamos, hicimos chistes, contamos experiencias. Ese viaje fue marcado por una experiencia que mi hermana nos relató. Ella nos dijo que un buen día se dirigía hacia la casa de una hermana de la iglesia, ella iba escuchando una alabanza la cual la ministró de tal manera que llegó a su destino, sin darse cuenta, y no solo eso, sino que el Señor derramó lluvia de lo alto, y una visitación especial del Espíritu Santo.
La alabanza que ella estaba escuchando era sobre "Arrebatar la Bendición". ¿Sabes? Muchas veces perdemos la bendición por descuido, otras veces porque el enemigo que solo vino a robar, matar y destruir nos la quiere arrebatar, pero el Señor dice en Su Palabra: "Mis ovejas oyen mi voz, y yo las conozco, y me siguen, y yo les doy vida eterna; y no perecerán jamás, NI NADIE LAS ARREBATARA DE MI MANO. Mi padre que me las dio, es mayor que todos, Y NADIE LAS PUEDE ARREBATAR DE LA MANO DE MI PADRE. Juan 10: 27-29. Desde ese día mi familia y yo iniciamos una campaña para "Arrebatar todo lo que nos pertenece" Te invito a unirte.
La cita bíblica que acompaña el tema de hoy nos dice que nadie puede arrebatarnos de la mano de Dios eso aplica a todo lo que tiene que ver con nosotros, es decir nuestra salud, familia, trabajo, iglesia. Debemos creerlo, y declararlo en el nombre del Señor. No temas, "ARREBATA LO QUE TE PERTENECE".
Señor Jesús, somos tus ovejas y oímos tu voz, por lo que hoy arrebatamos todo lo que nos pertenece. En Tú nombre poseemos todo lo que nos diste, das, y darás. ¡Amén!!