18 de abril del 2011 - Por Betsy Behan
"Ensénanos de tal modo a contar nuestros días, que traigamos al corazón sabiduría"
Salmo 90:12
A todos se nos da veinticuatro horas cada día. Nuestros días son como una maleta, con la diferencia de que unos empacan más y otros menos, hay algunos que empacan lo mismo, o no saben que empacar; la verdad es que no controlamos el tiempo, controlamos nuestras vidas y lo que hacemos con ella - "el tiempo no puede ser controlado"- no importa lo que hagamos - el sigue marchando.
Los tiempos cambian, pero los días siguen teniendo veinticuatro horas. La ciencia aumenta cada día, pero no hay científico que pueda agregarle ni siquiera un segundo al día. No importa cuánto diplomas tengamos, cuantos bienes podamos poseer, en que parte del mundo nos toque vivir cada uno tenemos la misma cantidad de horas. "veinticuatro."
Realmente no pagamos por lo que deseamos con dinero, sino con el tiempo. Decimos en un año cambiaré de auto, o en tres años compraremos una casa más amplia, eso quiere decir que el auto nos costará un año, y la casa tres. Los sabios dicen que el tiempo es un tesoro de mucho valor, por lo que constantemente analizan en que lo emplean y si están obteniendo lo mejor de él, a lo largo el tiempo mismo los hace más sabios.
Administremos nuestras horas con sabiduría, saquemos lo mejor de cada día, tengamos presente que el día que pasó se llevó veinticuatro horas y cada una de ella es un tesoro. Hagamos un alto y analicemos las cosas que hacemos, cuantas horas empleamos frente al televisor, el teléfono y lo que está de moda "la computadora". Hagamos una lista de todas las cosas por hacer en el día y enumerémosla por prioridad. Empaquemos cosas productivas, positivas, diferentes, amenas, saludables, aprovechemos cada espacio y departamento de nuestra maleta "nuestras horas - nuestro día"