11 de enero del 2010 - por Herenia Hernández
“Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantare puertas de bronce y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos, y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel que te pongo nombre”. Isaías 45:2-3
Hermanas, sabemos que los que en El Señor confían todas, todas, todas las cosas le ayudan a bien. Considero este momento de carencia de oportunidades de trabajo y de una economía debilitada; un momento muy apropiado para compartir este versículo bíblico del cual me he apropiado para mi vida personal; confiando que El Señor ya ha respondido a la petición de mi corazón y esas puertas están abiertas y nunca se cerraran.
Por más de nueve meses uno de mis hijos se encuentra desempleado; y quizá alguno de los que leen este devocional en estos momentos, se encuentran en esta misma situación, desempleados, atribulados, desesperados y quizá sin esperanza; viendo más el problema que la solución que Nuestro Padre tiene para todo aquel que confía que El responderá. Reciba esta palabra del Señor y créala que El no nos deja solos y en momentos de adversidad es cuando más está en control de nuestras circunstancias y nos lleva a veces a momentos de angustia y desesperación, para pulirnos y hacernos más fuertes, para reconocer que nuestra dependencia esta en El “Jehová el Proveedor, Emmanuel”. A veces es muy difícil darle palabras de aliento a los que se encuentran desempleados o en circunstancias difíciles, con problemas financieros, tratando de buscar esas oportunidades y donde sienten que las puertas se cierran. Nuestro Padre es fiel y aun que veamos esos momentos obscuros, el nos está guiando hacia esa claridad después del túnel y nos quiere poner en los lugares altos, donde nadie se puede imaginar que podemos estar, ocupando esas responsabilidades de trabajo en las posiciones que menos considerábamos eran para nosotros. Hermanas; no se desesperen, siga clamando al Señor que así como dice el versículo; El la tomará de la mano y la guiara hacia esa puerta que El tiene abierta para usted, no se desespere, solo deje que el Señor trate en su vida y la adiestre y capacite para recibir esas promesas, porque lo que Él le ha prometido, lo cumplirá. El siempre llega a tiempo.
Padre Celestial, en esta hora yo te pido por todas las personas que están esperando por una puerta abierta de trabajo; no cualquier puerta, sino la puerta especial donde tú los bendecirás, los prosperas y los guiaras hacia una vida llena de abundancia no solamente financiera; pero espiritual. Sabemos Padre que tu eres el único que puedes bendecirnos y ayudarnos. Padre, inclina tu oído, y escucha el clamor de todos los que te piden por esa oportunidad de trabajo o exámenes que necesitan presentar para certificarse para esa oportunidad que tú tienes para ellos. Has que en este año todo aquel que a ti clama y en ti espera, pueda ya tener su trabajo estable. Desde ya pedimos que la presencia de tu Espíritu Santo tome posesión de ese lugar donde tus hijos serán guiados y prosperados en el nombre de Jesús te los pedimos. ¡Amén!